Palabras del Presidente Álvaro Uribe Vélez en la entrega
de los Premios Portafolio 2008
 
Diciembre 04 de 2008 (Bogotá)
 
 

“Permítanme referir esta noche a una visión sobre las circunstancias de Colombia frente a la crisis de la economía mundial. Dividir esta intervención en tres capítulos: nuestras fortalezas y debilidades, el tema de la confianza y el tema de la política anticíclica.

Nuestra primera fortaleza la hemos advertido esta noche aquí. Colombia tiene que sentirse orgullosa de sus empresas, de sus empresarios. El Premio Portafolio indica que tenemos con quien, que tenemos todo el material humano y empresarial para enfrentar estas dificultades.

Muchas felicitaciones, apreciados compatriotas, distinguidos con el Premio Portafolio este año. Muchas felicitaciones por esta gran tarea de estímulo al empresariado nacional, a la docencia, a los estudiantes, que durante tantos años ha adelantado Portafolio.

Muchas felicitaciones al doctor Ricardo Ávila, su Director; a todo su equipo de periodistas y a la Casa Editorial El Tiempo, su propietaria.

Comportamiento de la economía

En estos años hemos pasado de 10.600 millones de dólares en las reservas a 24 mil.

El seguro de depósito estaba en 400 millones de dólares. Parte de nuestra reforma administrativa fue el saneamiento de los bancos intervenidos y su oportuna venta.

Hoy el seguro de depósito es de 3 mil millones de dólares. Un ahorro en estos años de 2.600 millones de dólares.

Los bancos, el sistema financiero, tenían 39 centavos de cobertura por cada peso de cartera en mora; hoy tienen uno con diez.

El Gobierno resistió las presiones de calificadores internacionales y de algunos sectores de la economía nacional, y no levantó los controles para evitar que el país se inundara de capitales de corto plazo.

Nos decían que mientras se mantuvieran esos controles, Colombia no podía recuperar el grado de inversión; que no se valorizarían los TES y seguirían bajando las acciones.

Nosotros le hemos dado toda la seguridad al capital en nuestro país, pero creemos que el capital es un factor de producción y de construcción de riqueza social, no un elemento especulativo.

Por fortuna resistimos esa presión y a diferencia de muchos países que hoy enfrentan una gran crisis, porque tuvieron una furtiva prosperidad, debido a que se inundaron de capitales golondrina, en Colombia no pudieron asentarse.

¿Qué les ha pasado a aquellos países?

Esos capitales están saliendo desesperadamente, atendiendo las instrucciones del Fly-to-quality, quieren salir de esos países, para convertirse en papeles del Tesoro de los Estados Unidos. Eso ha implicado unas aceleradas evaluaciones y ha obligado al Fondo Monetario Internacional a intervenir solamente en cuatro países, con 40 mil millones de dólares. A Colombia no le ocurrió eso.

Nuestro sector privado no se dejó tentar por los derivados secundarios. Todo indica que el sector privado colombiano no se expuso a estos riesgos. Una gran fortaleza.

En 1997, la deuda externa del sector privado colombiano superaba los 17 mil millones de dólares. La semana pasada esa deuda estaba en 16 mil 910 millones de dólares, cuando en el mismo periodo más que se ha duplicado el tamaño del sector privado colombiano.

El mayor ahorro que hemos hecho los colombianos en estos años, ha sido el desmonte de los subsidios a los combustibles, a los cual me voy a referir en el capítulo de políticas anticíclicas.

Tenemos debilidades, riesgos: la financiación, el recaudo.

En estos años, el endeudamiento público se ha reducido del 50 al 27 por ciento del PIB. Un gran ahorro. Pudiera estar en el 25, pero la reforma de Ecopetrol obligó a que la empresa sea sustraída de las cuentas nacionales.

En estos años, la deuda pública en moneda extranjera ha pasado del 70 por ciento de la deuda pública, al 25 por ciento. Eso implica menos vulnerabilidad en los mercados internacionales, pero también mucha más responsabilidad en el mercado financiero interno, para no crearles mayores dificultades a los recursos para el sector privado.

Colombia necesita para 2009, 2.400 millones de dólares de financiación. El programa era contratar 1.400 millones de dólares con los bancos multilaterales y mil con los mercados. Hoy están, en su totalidad, contratados los 2.400 con los bancos multilaterales.

Gracias al liderazgo de ese colombiano sobresaliente, que nos hace quedar bien en todos los rincones del mundo, el Presidente del BID (Luis Alberto Moreno), también tenemos un crédito por 600 millones de dólares, para apoyar, a través de Bancoldex, a las empresas que llegaren a tener dificultades.

Estamos haciendo todos los esfuerzos para negociar oportunamente las necesidades de crédito externo para el país, para los años 2010 y 2011.

Por supuesto, el cierre de los mercados, su tímida apertura, la estrechez que se avizora y el encarecimiento de las tasas de interés, nos crean preocupaciones sobre las posibilidades de financiación a las grandes inversiones que están previstas en Colombia.

El Gobierno está examinando, con cada uno de los inversionistas, cada una de estas financiaciones.

Por ejemplo, en el sector eléctrico y de hidrocarburos, el país tiene asegurados, para los próximos años, una inversión de 49 mil millones de dólares, sin antecedentes. Que no afecta el presupuesto público ni el endeudamiento de la Nación.

Ustedes recordarán que el sector eléctrico llegó a representar el 26 por ciento del endeudamiento público. Hoy representa el 3 por ciento.

Gracias a los esfuerzos que se han hecho para permitir que los proyectos de generación se instalen bajo la modalidad de zona franca, con acuerdos de estabilidad a 20 años, la garantía del pago del cargo por capacidad, el país ha asignado este año proyectos que van a generar en los próximos años más de 4 millones de kilovatios.

Cuidamos, con todo el celo, que no se afecten las financiaciones para estos proyectos.

Nosotros teníamos un 12 por ciento de nuestro territorio con exploración de minería e hidrocarburos. La política de este Gobierno ha permitido que para 2010 tengamos el 60 por ciento adjudicado. Eso hace parte de un programa de 49 mil millones de dólares de inversión en estos sectores.

El año pasado exploramos 76 pozos. En 2002 habíamos explorado diez. Este año exploraremos 100. Tenemos contratados para los próximos cuatro años 500 pozos y siempre nuestra preocupación es que toda esa contratación no se vaya a afectar por falta de financiación.

Así como hay unos programas de inversión que deben dar confianza al país, a los cuales se suman las zonas francas nuevas, el país tenía 11 zonas francas, el nuevo régimen ha permitido que se aprueben otras 40. En los próximos tres años solamente esas 40 deben invertir más de 4 mil millones de dólares. En el momento hay otras 5 solicitando aprobación.

El Gobierno también presenta la preocupación para que no se afecte la financiación de estas inversiones.

Finalmente, el comportamiento de la economía se da en muchas manifestaciones.

Para el Gobierno la principal preocupación es el recaudo.

Esta tarde, examinamos con el Ministerio de Hacienda y la Dian la evolución del recaudo. Hasta la fecha, la situación es manejable. Tenemos un recaudo neto, que en cifras relativas es bueno, pero ya hay un faltante que en cifras absolutas no puede desconocerse; que nos preocupa.

El recaudo neto, culminado noviembre, asciende al 99.1 de las expectativas, pero el faltante neto está alrededor de 450 mil millones.

Creemos que este año terminamos bien. La gran preocupación era el recaudo de IVA en noviembre. Lo que se espera de renta en diciembre no genera mayores preocupaciones en el Ministerio de Hacienda.

Renta para el 2009. Su principal causa, los grandes contribuyentes, muestran un buen desempeño de 2008. La preocupación de renta es para el año 2010, cuando habrán de recaudarse los impuestos que se causen en el año económico de 2009.

Por supuesto, nos preocupa en el 2009 el IVA, que dependerá mucho de la evolución de la economía.

Construcción de confianza

Esta difícil situación de la economía encuentra en Colombia que se ha avanzado en la construcción de confianza.

Nosotros hemos procurado avanzar en la construcción de confianza en Colombia sobre tres pilares: la Seguridad Democrática, la confianza inversionista y la política social.

Es imposible realizar política social sin un marco de prosperidad, que deviene de la Seguridad Democrática y de la confianza inversionista.

A su vez, o en una democracia de opinión, finalmente es la política social el único validador de la Seguridad Democrática y de la confianza inversionista.

Seguridad Democrática

Permítanme referir a logros intangibles y al tema de los Derechos Humanos.

En los intangibles, Colombia ha recuperado el monopolio del Estado para combatir criminales y ha recuperado el monopolio estatal de la Justicia.

Tenemos narcotraficantes, bandas emergentes, guerrillas, pero podemos decir que hemos superado el paramilitarismo.

La palabra ‘paramilitar’ surgió para denominar las bandas privadas criminales cuyo objetivo era combatir a la guerrilla. Hoy es el Estado el único que combate a los criminales.

Se han desmovilizado 48 mil delincuentes en este Gobierno. De ellos, 15 mil guerrilleros. Este año es posible que nos acerquemos a la desmovilización de 3 mil 600 guerrilleros.

Algunos de los reincidentes de paramilitares y guerrilla hacen parte de las bandas emergentes. Esas bandas están aliadas con la guerrilla en el narcotráfico, en la extorsión y en el secuestro. Y el Gobierno avanza con toda la determinación en su combate.

En muchas regiones colombianas la Justicia del Estado había sido derrotada por guerrillas o paramilitares.

Conflictos de familia, conflictos de cercas con vecinos eran puestos a consideración del jefe guerrillero o del jefe paramilitar de la región y no se acudía a la Justicia del Estado.

Esos esquemas de justicia privada han sido derrotados y se recupera, plenamente, la vigencia de la Justicia del Estado.

Los colombianos temían denunciar; no querían dar testimonio por temor o porque lo encontraban inútil. Hoy los colombianos dan testimonio; han ganado confianza.

Lo importante es no pasar del extremo en que nos encontrábamos de la negativa al testimonio, al peligroso extremo de la manipulación política del testimonio, que haría perder la imparcialidad de la Justicia.

Muchos colombianos, y era creciente el número, querían resolver el problema de seguridad por sus propios medios. No acudían a las Fuerzas Armadas. Hoy hay más confianza en el colectivo, una gran recuperación de confianza en las Fuerzas Armadas.

Crecía el número de victimas, pero las víctimas no reclamaban por temor o por encontrarlo inútil. Y la reparación de las víctimas no estaba en la agenda política nacional.

Primero, con la Ley de Justicia y Reparación; después, con el decreto del año pasado y ahora avanza un proyecto de Ley, se busca la reparación de las víctimas.

Reparación total, apreciados compatriotas, no hay. Pero todo esfuerzo de reparación anula un germen de venganza, elimina una semilla de odio.

Ley de Víctimas

Presupuesto tiene para el año entrante 200 mil millones para avanzar en reparación de víctimas. En la Ley, cuyo proyecto cursa en el Congreso, el Gobierno ha pedido dos puntos:

Primero, cuidado en el tema presupuestal. La reparación en los próximos años puede costar entre 12 y 13 mil millones de dólares. Cifras mayores. Sí no tenemos moderación en el tema presupuestal, la ilusión que genera la expectativa de una reparación puede frustrarse y tornase en una nueva desilusión.

El otro tema que ha pedido el Gobierno es no dar el mismo tratamiento a las reclamaciones contra grupos terroristas, que a las reclamaciones contra agentes del Estado.

Un grupo terrorista en ninguna circunstancia puede atacar a una persona; en toda circunstancia delinque.

En el agente del Estado la regla es la contraria: su deber es la persecución del delincuente. La presunción es de qué se ha procedido de acuerdo a la ley, con procedimientos legítimos. La excepción es la posibilidad de desvirtuar que hubo un procedimiento legítimo.

Nosotros creemos que es muy importante, en el caso de los agentes del Estado, condicionar esa reparación a una sentencia. De lo contrario, se crearía en el país la idea de que toda acción de un policía o de un soldado contra un delincuente es un acto violatorio de derechos humanos; que frente a cada acción vendría una queja, un reclamo, una acusación y eso paralizaría la política de Seguridad Democrática.

Para que las sentencias no se obtengan al cabo de 20 años, la propuesta del Gobierno, acogida por las mayorías del Congreso, es que esos procesos tengan un trámite preferente.

Derechos humanos

A lo largo de nuestro Gobierno, nuestra prédica ha sido: en una democracia de opinión, una política de seguridad tiene que ser sostenible. La sostenibilidad solamente la da la credibilidad y la credibilidad depende de la eficacia y de la transparencia.

No hay eficacia sin transparencia. Cuando se pierde la transparencia, en lugar de eficacia hay tipificación de crímenes. La transparencia es la munición moral para que haya más agresividad en busca de eficacia.

El Gobierno ha introducido un nuevo mecanismo de protección de los derechos humanos: las audiencias públicas. Con toda perseverancia, seguiremos insistiendo en ellos.

Creemos mucho en el control de opinión, en una democracia de opinión.

En ese bello proceso de construcción del Estado de Derecho que empezara con ‘Juan sin Tierra’, en Inglaterra, y que al decir del filósofo matemático Bertrand Russell, se dio de manera imperceptible, a través de una gradual sesión de derechos de la monarquía al pueblo, se incorporaron los controles fiscales a cargo de las contralorías; los administrativos y disciplinarios a cargo de las procuradurías; los políticos a cargo de los congresos. Pero en el Estado de opinión, el más importante es el control de opinión.

Tener que acudir, el Gobierno y las Fuerzas Armadas, quincenalmente a la televisión, a informarle al país sobre todas las quejas en materia de derechos humanos, debe producir los siguientes resultados: Más rigor en el Gobierno, más rigor en las Fuerzas Armadas y menos temeridad en la denuncia.

Sí que es importante la búsqueda de la denuncia objetiva, porque cuando se pierde objetividad en la denuncia y la objetividad es sustituida por la temeridad, en lugar de contribuirse a la vigencia de los derechos humanos, simplemente se da la oportunidad de que los enemigos de la seguridad democrática la ataquen y la obstruyan, invocando violaciones de derechos humanos.

Confianza inversionista

El país siempre ha sido amigo de la inversión. No recordamos gobierno colombiano hostil con la inversión. El gran esfuerzo de nuestro Gobierno ha consistido en darle prioridad a la confianza inversionista y creemos que así se reconoce en el contexto continental.

Mientras muchos países del vecindario han sido hostiles con la inversión, corren el riesgo de que la caída de productos básicos, la posibilidad de no aumentar la producción -a lo cual se le sume la destrucción de otros sectores de la economía, distintos a los monopolios estatales, por falta de confianza inversionista-, corren el riesgo de tener crisis todavía peores de las que ya empiezan a anticiparse.

Nuestro Gobierno ha sido muy cuidadoso en aquello de asegurarle al inversionista confianza. A pesar de que muchas veces pareceríamos excepción en el vecindario.

Inversión con responsabilidad social. Responsabilidad social que es transparencia en las relaciones con el Estado, en la tributación. Responsabilidad social que es cumplimiento riguroso de las exigencias ambientales, incluso más allá de los mínimos legales: en la exploración de carbón; en el buen cuidado de no destruir la selva y no afectar la seguridad alimentaria para la producción de biocombustibles.

Responsabilidad social que es un concepto productivo y de construcción de riqueza social del capital y no un concepto especulativo. Responsabilidad social que es fraternidad en las relaciones laborales, por oposición al capitalismo salvaje y al odio de clases.

Recientemente se han aprobado dos leyes: una que impone a las Cooperativas del Trabajo Asociado la obligación de pagar todas las obligaciones prestacionales de afiliación a la seguridad social y parafiscales.

Eliminar el cooperativismo asociado es un imposible. Pero tampoco podíamos permitir que continuara evadiendo derechos de los trabajadores.

La segunda ley ha trasladado del Ejecutivo a la Justicia la competencia para decidir sobre la legalidad o la ilegalidad de la huelgas. Y ha despojado al Ejecutivo de la facultad de dar por terminada una huelga a los 60 días y ha traslado esa facultad al consenso entre empleadores y trabajadores.

El país tiene una legislación laboral en equilibrio. Ayuda bastante a la inversión. Suficientemente flexible para contratar y desvincular, y suficientemente garantista de la estabilidad. Creo que es uno de los atractivos para invertir en nuestra Patria.

Para fomentar esa inversión en Colombia hemos venido trabajando en el saneamiento macroeconómico. La reducción del endeudamiento, a lo cual ya me referí; la reducción del déficit. El déficit del Gobierno Nacional central, sumado el agotamiento de reservas pensionales del Seguro Social, era del 7 y medio. Aspiramos terminar este año con el 3.2.

El déficit consolidado era del 4.2. Aspiramos terminar este año entre el 0.8 y el 1.4. Eso no es suficiente, lo comprendo. Pero creo que hemos marcado una tendencia que debe dar confianza.

Destaco la reforma administrativa y las reformas estructurales. Hemos reformado 411 entidades del Estado. Para ello, hemos tenido que desafiar los radicalismos ideológicos. Que si por ellos fueran, no habrían permitido la reforma de Telecom ni la de Ecopetrol ni permitirían las que adelantamos en las clínicas del Seguro Social.

No nos hemos ido al extremo de desmantelar el Estado, pero sí hemos procedido con todo el rigor para desafiar todos los riesgos políticos e irle, paulatinamente, arrebatando el Estado a esa mezcla perversa entre politiquería y excesos sindicales.

Esa reforma administrativa ha ahorrado 6.28 del PIB, ha dado valor positivo a activos del Estado y ha aumentado capacidad de inversión.

¿Qué sería si mantuviéramos la vieja Telecom? Gracias a la reforma, el Estado no tiene que pagar 600 mil millones anuales a los pensionados. Esa empresa tiene valor positivo y en este cuatrienio invierte 8 billones.

Gracias a la reforma de Ecopetrol, la empresa pasó de una capacidad de invertir 700 millones de dólares al año y este año invierte 4 mil 600. El año entrante, 6 mil 600, sin endeudarse.

Ahora estamos en la reforma a las clínicas del Seguro Social, después de haber eliminado la vieja EPS y de que haya surgido una nueva.

Hemos hecho allí el tránsito del desgreño administrativo del Estado a la eficiencia social.

Para citar solamente un ejemplo, las clínicas del Seguro Social en Bogotá se las arrebatamos a la politiquería de los excesos sindicales y hoy están a cargo de una sociedad integrada por la Caja de Compensación Compensar, la Universidad del Rosario y la Fundación de Hermanos de San Juan de Dios.

Esperamos que esa reforma se sienta en calidad de servicios, en sostenibilidad financiera.

Y continuaremos, hasta el último día del Gobierno, apreciados compatriotas, en esta reforma administrativa; el principal ahorro que habría podido hacer este Gobierno.

Las reformas institucionales

No hablemos de las logradas. Recordemos el inicio del Presidente Nicolás Sarkozy en Francia. La huelga general contra la eliminación de los privilegios pensionales. Aquí los eliminamos por reforma constitucional.

Por reforma constitucional racionalizamos las transferencias a las regiones para hacerlas sostenibles, sin que las descentralización implicara riesgos de quiebra a la Nación. Hemos introducido reformas de seguridad social, laborales, etc.

Estamos en frente de unas nuevas reformas institucionales: la reforma a la justicia, para descongestionarla. El compromiso con ustedes, compatriotas, es dedicar todos nuestros esfuerzos para que esa reforma se apruebe en el Congreso. Está concertada en un nivel muy aceptable con los órganos de administración de Justicia.

Y a eso se suma, también, la otra reforma para que en los casos de justicia comercial y civil, de altas cuantías, el Estado pueda cobrar un arancel que ayude a financiar la Justicia.

En el ranking de competitividad Doing Business del Banco Mundial, Colombia ha ganado en los dos últimos años. El año pasado, cuando nos adjudicaron el premio, empezamos con las nuevas reformas y este año se repitió. Ya estamos trabajando en las otras, a ver si somos capaces de obtenerlo por tercer año consecutivo.

Uno de nuestros obstáculos a la competitividad es la congestión en la Justicia. Por eso uno de nuestros esfuerzos es avanzar en la descongestión de la Justicia.

Municipios

En el conjunto de la administración pública colombiana preocupa mucho el crecimiento en número de municipios y cada nuevo municipio quiere replicar los costos del municipio del cual se desprende.

Estamos estudiando no hablar de una reforma territorial en abstracto, sino concretarla en puntos expresamente dirigidos a objetivos cuya conveniencia nadie discuta.

En marzo presentaremos el proyecto para que la creación de nuevos municipios, sobre los cuales existan dudas de sostenibilidad fiscal, exija como requisito un número de costos, un mínimo de costos en la Alcaldía, en la planta administrativa.

Sí esos municipios quieren tener su institución democrática, su concejo, que por lo menos en esos casos sea sin remuneración.

Innovación productiva

En el tema de la innovación productiva, que es otro gran compromiso de reforma estructural, el Ministerio de Comercio viene trabajando en dos frentes. Primero, la definición de qué se puede agregar como valor en lo que tradicionalmente ha trabajado el país. Y segundo, en la determinación de los nuevos sectores a promover. Una escogencia no caprichosa, objetiva.

En los nuevos sectores a promover aparece el turismo de salud. Ya están en construcción las primeras zonas francas de salud en el país. Y el desarrollo de software. Aparecen también el tema de producción de medicamentos, el tema de producción de cosméticos, y el valor agregado a aquello a lo que los anglicistas llaman el call center. El país ya tiene 48 mil empleos directos en este tipo de empresas. Aspiramos a terminar el año entrante con cerca de 100 mil empleos. Pero no dedicarnos solamente al call center, sino a la prestación de servicios virtuales de alto valor agregado.

El Ministerio de Agricultura y el Ministerio de Minas se proponen adelantar la misma metodología del Ministerio de Comercio para escoger los nuevos sectores, cuando ya hemos avanzado bastante en los biocombustibles.

Estamos completando la capacidad para producir un millón de litros diarios de biodiesel a partir de aceite de palma. Y ya producimos un millón de litros diarios de alcohol a partir de caña de azúcar.

Tratados de comercio

El Presidente del BID, en su muy pedagógica intervención, nos aconsejaba que en esta época de crisis no podemos entrar nosotros por pánico a cerrar la economía. Oportuno consejo.

En estos años hemos hecho el Tratado Comunidad Andina – Mercosur, el Tratado con Chile, el Tratado de Profundización de Inversiones con Perú, el Tratado con tres países centroamericanos. La semana pasada firmamos tres tratados con Canadá: uno de comercio, otro de protección recíproca de inversiones y otro de desmonte de la doble tributación.

Firmamos ya con China el Tratado de Promoción Recíproca de Inversiones. Y estamos adelantándolo con India. Esperamos poder avanzar en las negociaciones con la Unión Europea. Ya han dado el visto bueno inicial para que esas negociaciones no tengan como exigencia el bloque andino, respeten la circunstancia de que países como Ecuador y Bolivia no quieren todavía avanzar en esa negociación, y se permita que en esa negociación avancen Colombia y Perú.

Teníamos tratados con seis países. Aspiramos a terminar el Gobierno con tratados con 49 países. Hoy le damos prelación al desmonte de la doble tributación y a la promoción recíproca de inversiones.

Es más importante en el corto plazo pensar en mayor inversión, que alimentar expectativas de mayores exportaciones.

Relación entre seguridad y política social

La inversión y la Seguridad Democrática contribuyen enormemente en la política social. Esta mañana le decía al Congreso de Alcaldes en Barranquilla: cuando teníamos 30 mil asesinatos, la cobertura en educación básica era del 78 por ciento. Ojalá este año no terminemos con más de 16 mil homicidios. Peor la cobertura de educación básica está en el 96 por ciento.

Cuando teníamos 3 mil secuestros, había 10 millones 600 mil colombianos con seguro de salud y ahora estamos llegando a 23 millones. Cuando teníamos 190 municipios destruidos, Colombia contaba con 980 mil estudiantes universitarios. Hoy tenemos millón 480 mil estudiantes universitarios.

El Sena ha pasado de 5 millones de horas de enseñanza a 16 millones.

Es bien importante en la visión política del país relacionar la política social con la política de Seguridad Democrática y la política de confianza inversionista.

Infraestructura

Reconocemos que llegamos con algunas fortalezas a esta crisis, pero que no tenemos amplios espacios para adelantar política anticíclica. España, por ejemplo, invertirá el año entrante 70 mil millones de euros en política anticíclica. Eso equivale a la mitad del Producto de Colombia.

Nosotros queremos adelantar una política antíclica en obras públicas y en materia social.

¿Qué ha pasado en obras públicas en estos años? ¿En infraestructura de transporte y comunicaciones? Resolvimos 20 pleitos del sector de comunicaciones. Se estimaba que costarían 2 mil millones de dólares. Costaron 450 millones de dólares.

Resolvimos los dos pleitos de las concesiones ferroviarias. Invertimos 150 millones de dólares en la reconstrucción de la línea a Buenaventura. Ya el nuevo concesionario está prestando el servicio.

Resolvimos el pleito de la concesión del ferrocarril del Magdalena. Ya van 70 kilómetros de construcción de la segunda línea y hay un panorama más promisorio en ferrocarriles.

No solamente adjudicamos la concesión de El Dorado, que implica un gran sacrificio para la Nación porque era el aeropuerto rentable, con el cual sosteníamos los otros aeropuertos. Ahora su rentabilidad es para su propio crecimiento.

Hemos adjudicado concesiones por grupos de varios aeropuertos. Y estamos estructurando la concesión para otro grupo, encabezado por el aeropuerto Palonegro de la ciudad de Bucaramanga.

Resolvimos en estos años todos los pleitos de concesiones viales. Y empezamos una serie de obras de gran importancia, después de haber reactivado otras.

Haber hecho en estos años de Gobierno el túnel básico de La Línea, permitió despejar todas las dudas y ha hecho posible que mañana se adjudique el túnel definitivo.

Hemos adjudicado varias concesiones a lo largo de estos años: la concesión de Nariño, la concesión del Área Metropolitana de Bucaramanga, la concesión del Área Metropolitana de Cúcuta, la doble calzada Bogotá – Girardot – Ibagué – Cajamarca, como parte del corredor de competitividad Bogotá – Buenaventura.

Adjudicado mañana, Dios mediante, el Túnel de La Línea, en ese trayecto de 580 kilómetros quedarán faltando contratar 14 kilómetros de doble calzada. El tramo Buga – Buenaventura, el más difícil, está en plena construcción.

Hemos avanzado muchísimo en la doble calzada de Bogotá a Sogamoso.

Tenemos hoy 2 mil 200 kilómetros pavimentados del Plan 2.500. Y están en licitación una serie de vías de competitividad de gran importancia en todo el país.

No aprestamos avanzar en unas concesiones, que no ha sido fácil estructurar: la Ruta del Sol de Bogotá a Santa Marta. Saneamos los activos de la vieja Corelca. Ayer firmamos el último decreto, para apoyar la construcción de la doble calzada Transversal de Las Américas, de Palo de Letras, en la frontera con Panamá, a Paraguachón, en la frontera con Venezuela.

Estamos sacando la licitación para la doble calzada de Bucaramanga a Pamplona. Está contratada, en una concesión, la de Cúcuta a Pamplona. También avanza la estructuración de la doble calzada de Medellín a Turbo.

Chile está construyendo un sistema de Transmilenio. En Bogotá, en estos años, el Gobierno Nacional, aportando el 70 por ciento, ha permitido que la ciudad pase de 34 kilómetros de Transmilenio, a 84. Y están en construcción otros dos tramos.

Estamos construyendo Transmilenios en nueve ciudades colombianas. Y además hemos adjudicado recientemente los recursos para la construcción de los sistemas de transporte masivo en las ciudades de Santa Marta y Pasto. Estamos ahora estudiándolo para la ciudad de Popayán.

El país tiene una gran dificultad en obras públicas. Pero esperamos que todo este proceso despegue, y que vamos mostrando pasos más acelerados de ejecución para el desatraso definitivo de nuestro país.

Política social

En política anticíclica el tema de obras públicas aquí en Colombia es fundamental, como tenemos que trabajar también la política social.

Cuando nosotros avanzamos de la necesidad de llegar a 3 millones de Familias en Acción, es para cubrir por lo menos el estrato uno de la población. Esa es una política social de gran trascendencia, porque garantiza a las familias la educación de sus hijos y su nutrición.

Finalmente se garantiza la mayor contribución a la productividad y a la equidad en el ingreso, que es la educación. Se les da a las familias el derecho sin el cual se puede negar la democracia, que es el derecho a que sus hijos sean mejores. Se abren los caminos de ascenso social.

Por eso haremos todo el esfuerzo el año entrante para tener 3 millones de Familias en Acción. Además, ese programa cómo conecta con la necesidad de detener, de ayudar a detener la caída de la economía. Esas familias invierten en calzado, en vestuario, en alimentación. Y esos productos pagan IVA.

Y las empresas que los proveen, ven allí alguna oportunidad frente al descenso general de la economía. Y también se protege el empleo.

‘Pirámides’

Tenemos la dificultad de las pirámides y la dificultad de las inundaciones.

Sobre las ‘pirámides’. En lo jurídico, en lo que se puede hacer en política social y con el sector financiero. Y también lo que no se puede hacer.

En lo jurídico, hemos producido una legislación de emergencia social para que las superintendencias puedan intervenir cuando el hecho sea notorio, sin tener que aplazar las intervenciones por falta de un acervo probatorio sólido. Pasar de un acervo probatorio complejo a la notoriedad es un gran avance.

También se ha definido que los dineros que se decomisen no tengan que ser trasladados a los jueces, sino que los devuelvan los propios agentes interventores.

Los superintendentes han temido, temían que con la vieja legislación, al tenerle que trasladar esos decomisos a los jueces, los jueces obligaran a devolverlos a los intervenidos, exigieran además una indemnización, y que todo llegara a condenar al superintendente a una repetición. Los nuevos instrumentos jurídicos evitan estos riesgos.

¿Qué podemos hacer? Nosotros estamos trabajando para que en todas estas zonas afectadas, ayudemos con política social a frenar el desmejoramiento de la economía, que tendrá en las ‘pirámides’ una concausa muy eficiente.

Medidas con el sector financiero

Y hemos tomado unas medidas con el sector financiero.

Putumayo tiene 27 mil Familias en Acción, 8 mil Familias Guardabosques, 360 mil habitantes. Tendrá 50 mil Familias en Acción y un aumento importante de Familias Guardabosques.

Nariño tiene 98 mil Familias en Acción. Tendrá 168 mil. En las zonas afectadas trabajaremos con estos instrumentos.

Además estamos creando sistemas más eficaces de irrigación masiva de crédito. Cuando empezó nuestro Gobierno, la bancarización en Colombia era del 32 por ciento. Hoy el 57 por ciento de los colombianos tiene alguna vinculación con el sector financiero. Pero todavía hay un 43 que no la tiene.

¿Qué hemos definido? Hemos definido que los bancos, el sistema financiero, acepten, a través de mecanismos como la cuenta electrónica, administrar los modestos recursos de los sectores populares, sin costo para el estrato uno y sin costo para los desplazados.

Además se han definido préstamos de 10 millones para microempresas, en condiciones muy favorables, y préstamos con tope de 2 millones para libre disponibilidad, en condiciones muy favorables.

¿Qué se ha hablado con el sistema financiero? Primero, la inversión que tiene que hacer el sistema financiero para comprar los datáfonos, no tendrá que pagar impuestos aduaneros. Segundo, esa inversión la podrán tratar como un descuento tributario. Esto es: si gastan 100 pesos en esa inversión, a los impuestos liquidados les podrán restar 100 pesos. Tercero, los ingresos provenientes de esos préstamos no computarán para la renta líquida gravable del sector financiero.

Le hemos pedido al sector financiero que nos ayude. Eso le conviene enormemente a la cohesión social del país, pero también procuramos tener toda la justicia para compensar al sector financiero en este esfuerzo.

He dicho a los compatriotas de Nariño y de Putumayo: el Presidente es criticable, los bancos son criticables. Pero no podemos entrar en el mismo costal a los bancos con los criminales de las ‘pirámides’.

El debate no ha sido fácil. Cuando el Gobierno presentó el proyecto de ley para convertir en no excarcelable el delito de captación masiva ilegal de dineros, hubo una ponencia para archivarlo. Y en su motivación, esa ponencia asignaba equivocadamente la responsabilidad de las ‘pirámides’ a los bancos.

El Presidente de la República ha venido repitiéndoles a los colombianos que si bien hay que exigirle más al sector financiero, de todas maneras el país debe sentirse tranquilo de tener un sistema financiero sólido y no podemos correr los riesgos para crearle dificultades al sistema financiero.

Esperamos que rápidamente estas brigadas de irrigación de nuevos recursos estén en estas regiones de la patria.

No se puede crear un mal precedente

¿Qué no podemos hacer? Lo que no podemos hacer es aceptar que con dineros del Estado se devuelva a los depositantes de estas ‘pirámides’ los dineros que no alcancen a devolverse con los decomisos.

Algún compatriota me decía en Pasto, y lo repetía esta mañana en una reunión de alcaldes, y también me lo decían en una reunión con compatriotas de Putumayo: ‘Presidente, acepte eso. Eso lo resuelven muy fácilmente con una platica. Se quita usted este dolor de cabeza. Ese riego de impopularidad’.

Yo les dije: ‘Hay que pensar en el futuro del país. Sería una irresponsabilidad que el Presidente, por su confort político, aceptara esto y le creara al país la intranquilidad del futuro, que se derivaría del precedente de tener que obtener del fisco para compensar inversiones en actividades ilegales’.

El Gobierno seguirá explicando que preferimos la intranquilidad del Gobierno y las dificultades políticas del Presidente, en lugar de crear ese mal precedente. No podemos nivelar a la comunidad que fue estafada, con los criminales que promovieron esas ‘pirámides’. Pero esos depósitos se hicieron en actividades ilegales.

Colombia necesita hacer una gran reflexión alrededor de un tema: la ilegalidad no puede premiarse. La ilegalidad no puede ser fuente de utilidad.

No son arcángeles

Y también hay que quitar la idea de que aquí había unos mecenas, unos individuos sumamente buenos, garantizándoles a los colombianos altas rentabilidades.

Desde hace 14 meses la Policía Nacional le entregó pruebas a la Fiscalía que hacían ver que detrás de esto había narcotráfico, narco-paramilitarismo, narco-guerrilla.

Una estafa de esta magnitud no la hacen arcángeles. En un pequeño municipio de Nariño, en los últimos 17 días -porque estas pirámides tuvieron una enorme explosión en las últimas semanas-, en un pequeño municipio de Nariño en 17 días captaron 17 mil millones.

Han pedido garantías para que los dueños de las ‘pirámides’ vengan al país a devolver la plata. Hemos autorizado al General Naranjo para que dé las garantías. Y no llegan.

A la comunidad hay que quitarle la idea de defender a esos criminales. Quien capta ahorros del público, lo primero que tiene que hacer es vivir austeramente, y no irse con ese dinero a Panamá a tener vida de sibarita.

En mis 56 años me ocurrió lo mismo que a muchos colombianos: no habíamos oído mencionar los carros Maserati, ni otras marcas de vehículos. Por esto hay que repetirlo una y otra vez a los compatriotas: el país tiene que hacer política social, pero aquí tenemos que vivir del trabajo honrado, de la abnegación, de aquel tema que se ha vuelto coloquial en mi diálogo con los compatriotas: trabajar, trabajar, trabajar, como lo hacen los galardonados de esta noche.

Inundaciones

Estamos enfrentando un serio tema de inundaciones. Hemos dado orden a todos los concesionarios para que lleven su maquinaria a las vías destruidas por el invierno. Estamos instalando bancos de materiales en los diferentes municipios, para que, con la asesoría del Sena, de las Fuerzas Militares, de los ingenieros de la Armada Nacional, podamos ayudar a la recuperación de estas zonas donde viven tantos compatriotas.

Pasado mañana dedicaremos el consejo comunitario, de manera virtual, a hacer el examen de cómo va la atención del Gobierno Nacional a las tragedias que se han dado en diferentes zonas del país.

Reelegir políticas

Doctor Ricardo Ávila, director de Portafolio, voy a intentar darle una respuesta. A mí se me cayó la tintura del cabello, y consciente de pertenecer a una de las generaciones que en Colombia no ha tenido un día completo de paz, uno en el amor a Colombia quiere una Colombia diferente para las generaciones que habrán de vivir.

Por eso a mí sí me preocupa mucho reelegir políticas. En un país con dificultades, uno no puede pretender calcar, pero sí hay que traer, hay que mantener unas líneas fundamentales que se sometan a ajustes.

Por eso usted me ha dado una gran oportunidad. Y cada vez que un colega periodista, un colega suyo, me lo pregunte, aprovecharé la oportunidad para decirles a mis compatriotas: compatriotas, no abandonen la seguridad democrática, reelíjanla, reelijan la confianza inversionista, entendamos que hay una gran relación entre seguridad democrática, confianza inversionista y política social.

Las personas son muy importantes. El Presidente Laureano Gómez solía decir que es más importante el individuo que la estructura. Pero Colombia necesita individuos comprometidos con unas políticas.

En el derecho democrático de agitar tesis, trataré de poner en el corazoncito de cada colombiano la necesidad de reelegir esas tres políticas. Y por supuesto, hay muy buenos líderes en la nación.

Les pediré a mis compatriotas que elijamos uno que sea predecible. Uno de quien podamos anticipar que le va a dar continuidad, mejorándola, a la política de seguridad democrática; continuidad, mejorándola, a la política de confianza inversionista, y que entenderá que la política social no es de discursos sino de realidad.

Y que la realidad social depende de que haya seguridad y de que haya inversión, para que Colombia pueda seguir todos los años aplaudiendo a Portafolio y a los galardonados.

Muchas felicitaciones”.

 
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