Palabras del Presidente Uribe en el Consejo Comunal de Gobierno número 187

 
Enero 26 de 2008 (Mitú - Vaupés)
 

“Realizamos hoy este Consejo Comunitario en Mitú, aquí en el centro de la selva. En esta reserva ambiental de la humanidad que es el Vaupés. Más de 54 mil kilómetros cuadrados de densa selva. Una reserva de la humanidad. Con unos ríos bellísimos, empezando por este río Vaupés.

Hace dos o tres años tuve la oportunidad de cruzarlo a nado, y voy a invitar a los compañeros de Gobierno a que se preparen, para que volvamos dentro de unos días a cruzarlo a nado, todos.

Además, es un río con aguas minerales y con bastante roca pareja en el piso. Éste se puede cruzar porque no tiene animales peligrosos.

Esta es una región muy bella, llena de encantos. Sufrió mucho. Está más tranquila en el presente. Ilusionada con el provenir.

Le voy a pedir ahora a mi general Oscar Naranjo (Director Policía Nacional), que nos refresque la memoria de cómo fue aquella toma terrorista. Si las fechas concuerdan, se dio apenas pocos días antes de que empezara la zona de despeje. Ya estaba anunciada la zona de despeje. Esa gran concesión en favor de la paz que hizo el Gobierno anterior, con el aplauso de las mayorías colombianas, con buena fe, con patriotismo, y que fue respondida con monedas falsas por el terrorismo.

Yo he revivido esta mañana en mi ser dos tristezas, y me hago muchas preguntas.

Primero: ¿Por qué se dio ese ataque a Mitú, cuando ya estaba aceptada esa zona de despeje? Segundo: ¿Por qué en esos tres largos años de la zona de despeje no permitieron la liberación de los secuestrados en Mitú? Eso demuestra que las zonas de despeje no han sido zonas para que la guerrilla cumpla compromisos humanitarios, sino para que fortalezca su accionar terrorista.

Pero encontramos hoy un Vaupés más tranquilo, gracias a la acción de la Policía, a la acción del Ejército, a la acción de la Armada. La ciudadanía con más ilusión.

No pasará mucho tiempo, si las cosas siguen bien, para que esto sea un gran centro de recepción de turismo ecológico.

Estos 54 mil kilómetros de selva hacen parte de los 578 mil kilómetros de selva que tiene Colombia. Una extensión en selva más grande que la extensión total de Francia. Una gran reserva para la humanidad, pero también dificulta el accionar contra los terroristas.

Quiero rendir un homenaje a los secuestrados, a su pundonor, a su heroísmo. Al Coronel Mendieta, quien comandaba la Policía aquí en esa toma de 1998, y sigue secuestrado. Ha procedido con la dignidad de los soldados y de los policías de Colombia.

Mi General (Oscar Naranjo) usted quiere recordarle al país sobre esa toma”.

General Oscar Naranjo, director Policía Nacional
“Gracias Señor Presidente por permitirle a la Policía Nacional trasmitir -en primer lugar- un saludo muy afectuoso a estas queridas y respetadas comunidades indígenas del Vaupés, de Mitú. Saludar a los habitantes de estos territorios, a sus autoridades, al Gobernador, al Alcalde, a los diputados, concejales, los alcaldes de Carurú y Tararira. Saludar a los funcionarios del alto Gobierno. Y permitirme, de cara a los colombianos, decir que hoy este Consejo Comunal en Mitú tiene un valor simbólico y material, que el país deberá recordar.

Hoy el Vaupés, convertida en toda una posibilidad integradora gracias a la política de Seguridad Democrática, un territorio cada vez más cercano a los intereses de toda la República, tiene que recordar el primero de noviembre de 1998, cuando de manera aleve, totalmente injustificada, arbitraria, y utilizando formas de barbaridad, cerca de 1.300 terroristas rodearon este municipio, este poblado de gentes pacíficas, y asesinaron 16 policías que se defendieron hasta el final con valor y con entereza, y asesinaron también 10 ciudadanos inocentes, que de manera también totalmente abnegada no quisieron huir en medio del fragor de ese ataque, en todo caso, repito, aleve.

Y ese día, primero de noviembre de 1998, se produjo el secuestro de 48 compañeros nuestros de la Policía Nacional. Hoy sometidos a ese cautiverio, convertidos en héroes de la Patria. Secuestraron a su comandante, a mi Coronel Luis Herlindo Mendieta. Era él apenas un Teniente Coronel en aquella época, pero era un oficial que se había entregado al servicio comunitario en esta zona del país, con total entrega y devoción.

A lo largo de estos años, desde el Mitú, desde el Vaupés, la Policía ha recibido y sigue recibiendo mensajes, en todo caso, alentadores, y estimulantes, y de gratitud, por la gestión de nuestros policías secuestrados y asesinados en noviembre de 1998.

Diez años de cautiverio han significado también, que la Policía Nacional constate a través de conductas realmente ejemplares, dignas, que esos policías cautivos mantienen la fe en nuestro Estado de Derecho, mantienen la fe en su Gobierno y siguen abrazando principios institucionales de dignidad.

Sin embargo, señor Presidente, si usted me lo permite hoy, quisiéramos desde Mitú, particularmente para que lleguen a todos estos territorios, donde están escondidos en sus madrigueras los terroristas de las Farc, varios mensajes.

El primero de ellos: el Gobierno Nacional, en un acto de generosidad, ha ofrecido y ha constituido un fondo hasta de 100 millones de dólares, para recompensar a los terroristas que se desmovilicen y traigan de regreso a casa, sanos y salvos, a los secuestrados, a las víctimas del cautiverio.

Mitú es un buen punto de partida y de inflexión, para transmitir y amplificar este mensaje, porque lo que hemos dicho es que también los secuestradores de las Farc son rehenes no solamente de su conciencia, sino que son rehenes del mandato, en todo caso arbitrario, de los cabecillas terroristas. Secuestrado y secuestrador finalmente están privados de su libertad.

A esos terroristas secuestradores, este mensaje debería persuadirlos de que llegó la hora decisiva para abandonar el secuestro y para producir un poco de felicidad a estas familias, que han visto el padecimiento de diez años de cautiverio de sus seres queridos.

Y el otro anuncio, señor Presidente, siguiendo sus instrucciones del control territorial del Estado, del fortalecimiento de la Fuerza Pública, de la consolidación de esta nueva etapa de la Seguridad Democrática, corresponde a una decisión del Gobierno, del Ministerio de la Defensa, y lo digo con total satisfacción, a una decisión de la dirección de la Policía Nacional.

Desde 1998 el departamento de Policía Vaupés, a raíz de esa barbarie, de ese atropello de las Farc, se convirtió en un distrito de Policía dependiente de San José del Guaviare.

Lo que hemos estimado nosotros, es que a partir del primero de febrero, Vaupés tendrá un comando autónomo, autosuficiente, y que en Vaupés habrá un comando de departamento de Policía, que realmente significa el fortalecimiento de nuestro pie de fuerza, significa el aumento de los recursos materiales, logísticos y tecnológicos para esta región, y significa que oficiales de alta graduación lideren de manera directa y particular, y muy cercana a las comunidades, el desarrollo comunitario a partir de programas de seguridad ciudadana y de seguridad rural.

Llegar en este Consejo Comunal a la decisión de reactivar el comando, para la Policía tiene también un mensaje de dignificación, porque lo que estamos afirmando es que no cederemos y llegaremos, y estamos llegando para siempre al todo territorio nacional.

Y acompañada de esa decisión, señor Presidente, está en marcha toda una posibilidad y un proyecto que queremos anunciar porque nos entusiasma. Con el Sena llegarán al Vaupés nuestros carabineros especializados por ese Instituto en técnicas de explotación agropecuarias, para generar con las comunidades del Vaupes un rescate del campo y una capacitación que permita que este territorio privilegiado tenga un desarrollo muy rural propio y cercano a sus propias características de reserva natural del mundo.

Y por otro lado, detrás de la creación del Comando del Departamento de Policía Vaupés, llega también toda una posibilidad para que a partir de un centro de instrucción policial indígena, nos permita la incorporación de indígenas a la Policía Nacional.

Sabemos que muchos de los jóvenes integrantes de estas comunidades se sienten orgullosos de Colombia, y se sienten orgullosos de pertenecer a la Fuerza Pública. Queremos abrir toda una puerta y toda una posibilidad para que se incorporen a esta gran familia de la Policía Nacional, como lo hemos hecho por ejemplo en Yuto, Chocó, donde comunidades afrodescendientes, de manera muy masiva, son hoy policías de la Patria.

Esos dos anuncios, señor Presidente, queríamos hacer aquí, y recordar y evocar la imagen de nuestros secuestrados, y como usted lo ha dicho, en todo caso, destacar el heroísmo del Coronel Mendieta y de sus hombres.

Mil gracias Presidente.

Presidente Álvaro Uribe Vélez
Gracias General. Ese asalto terrorista tuvo lugar el primero de noviembre de 1998. El Gobierno de entonces ya tenía definida la decisión generosa de la zona de despeje de 42 mil kilómetros, que si la memoria no me falla, empezó el 7 de enero del año 1999, dos meses después.

Uno se pregunta: ¿Qué es lo que pretende el terrorismo? Pedían esa zona de despeje, y se les concedió, y saludaron esa zona despeje asesinando a los policías y a los ciudadanos de Mitú. La tuvieron por más de tres años y no avanzaron en la paz, no soltaron a los secuestrados. ¿Qué es lo que pretende el terrorismo?

Sabemos que el terrorismo utiliza la selva para evadir la acción de la Fuerza Pública y para mantener allí cautivos a los secuestrados. Con la ayuda de Dios, avanzado todos los días, llegará el momento en que veremos a los secuestrados de regreso a casa.

Hemos hechos muchos esfuerzos y hay otros esfuerzos en curso.

Nosotros no aceptamos la zona de despeje. Hace una semana exactamente en Vistahermosa, nos decían los ciudadanos de Vistahermosa: “por Dios no vuelvan al despeje. Vistahermosa hizo parte de esos 42 mil kilómetros de la zona de despeje, sufrió 800 secuestros, la guerrilla drogaba a los niños, para que los niños en el desorden emocional de las drogas, salieran a asesinar personas de acuerdo con las instrucciones de la guerrilla y la guerrilla obligaba a los campesinos a sembrar coca”.

Nos entregaron todos esos testimonios la semana pasada en Vistahermosa, que también hicimos conocer en Europa, y nos decían: “nunca más el despeje”. Hemos aceptado sí, la zona de encuentro de la Iglesia, que tenga unas características que no le creen riesgos a la población.

Si ustedes me preguntaran, apreciados compatriotas del Vaupés cuál es la diferencia entre la zona de despeje y la zona de encuentro, mi respuesta es esta: la principal, es que la zona de encuentro no le crea riesgos a la población.

Los habitantes de Pradera y Florida han dicho: “¿cómo van a hacer un despeje en Pradera y Florida? Eso es someternos al secuestro, a quedar secuestrados a 140 mil habitantes”. Y además no podemos ver a Pradera y Florida aisladamente, yo diría que hace parte de esa gran conurbación que tiene como epicentro la ciudad de Cali.

Uno ve que hay unos cascos urbanos que empatan a Pradera y a Florida con esa gran ciudad de Cali. Por un lado Jamundí, por otro lado Candelaria, por otro lado Palmira, y aquí está el ministro (del Interior y de Justicia, Carlos) Holguín, hijo de esa tierra, quien fuera su alcalde y su gobernador.

Ese es un riesgo para que estén secuestrados, para 140 mil habitantes de Pradera y Florida y para los habitantes de esa gran conurbación que tiene como epicentro la ciudad de Cali, conurbación que yo creo que excede los tres millones y medio de habitantes, Ministro Holguín.

Entonces, la zona de encuentro es diferente. Para no crear riesgos sobre la población civil, la zona de encuentro debe ser en área rural, despoblada, donde no haya cuarteles de Policía ni de Ejército que sea necesario remover. Hemos aceptado que sea con observadores internacionales. Hemos pedido al mundo, que todo el mundo apoye a la Iglesia Católica a ver cómo puede avanzar en esa tarea.

También hemos reactivado la misión facilitadora a cargo de dos delegados de España, de Suiza y de Francia, que deseamos trabajen articuladamente con la Iglesia Católica.

Urgimos la presencia de una delegación medica internacional que entre a la selva a darle apoyo a los secuestrados, para que no continué su deterioro de salud.

Hemos hablado con la Cruz Roja, y la Cruz Roja sabe que cuantas ocasiones ha pedido colaboración del Gobierno para poder hace gestiones humanitarias, el Gobierno ha dado toda la colaboración, y hemos afirmado que en esta ocasión, el Gobierno daría toda la colaboración para que se realice la actividad humanitaria de la misión medica internacional, que entre a darle a apoyo a los secuestrados para evitar que continué su deterioro de salud.

El Gobierno le da la bienvenida a cualquier liberación unilateral e incondicional que los terroristas de las Farc quieran hacer, en atención o en consideración a cualquier persona.

Y además, reiteramos hoy desde Mitú la oferta que acaba de repetir el Comandante de la Policía, el señor general Oscar Naranjo: un fondo hasta de 100 millones de dólares para pagar recompensas a aquellos guerrilleros que están cuidado, más que cuidado, torturando a los secuestrados, que tomen la decisión desertar de la guerrilla, que traigan consigo a los secuestrados y los liberen.

Le hago llegar un mensaje a esos guerrilleros: tan secuestrados están los secuestrados, como los guerrilleros que los cuidan. Esos guerrilleros están cumpliendo un mandato de tortura, impartido por los jefes terroristas. Esos guerrilleros torturan a los secuestrados.

Ustedes conocen los informes recientes. Los integrantes de la Fuerza Pública secuestrados, los dirigentes políticos, pasan las 24 horas o buena parte, encadenados y en jaulas. Torturas comparables con las del nazismo alemán a los judíos.

Esos guerrilleros que están allí cuidado a los secuestrados les deparan esas torturas. Pero esos guerrilleros también están secuestrados, han pasado muchos años con su libertad perdida, por torturar a los secuestrados.

Y, finalmente, el guerrillero torturador llega a sufrir tanto como el secuestrado torturado. Puede que no en el mismo tiempo, puede ser en un momento diferente.

Me han preguntado: “y además de la recompensa de los 100 millones de dólares, además de la recompensa de los 100 millones de dólares, ¿qué otros beneficios hay para esos guerrilleros?”. Buscaríamos el beneficio de que gocen de la libertad.

Lo reiteramos hoy desde Mitú, la libertad que ellos han perdido por tenerse que dedicar a cumplir ordenes de los jefes del terrorismo, de cuidar y de torturar a estos secuestrados, si esos guerrilleros los liberan, el Gobierno se compromete ante Colombia y ante el mundo, a buscar los instrumentos jurídicos para que los guerrilleros que así procedan, puedan tener libertad.

Me preguntaban en Europa: “¿Qué es primero para el Gobierno de Colombia, la seguridad o el aspecto humanitario?”. Y contesté: ambos están en el mismo nivel de prioridad.

Una seguridad, para ser sostenible en el largo plazo, tiene que ser eficaz, transparente y cuidadosa en la observancia de las normas humanitarias. Y al mismo tiempo, la definición de los procedimientos humanitarios tiene que hacerse con el sumo cuidado, para no deteriorar la seguridad.

Por eso, en nombre de la seguridad no podemos aceptar la zona de despeje, y en nombre de las normas humanitarias aceptamos la zona de encuentro.

Quiero también recordar lo siguiente, y es oportuno decirlo acá: nuestras Fuerzas Militares y de Policía han venido avanzado en la búsqueda de los secuestrados. Desde el año pasado, cuando las Farc asesinaron a los diputados vallecaucanos -que mintió porque dijo que había sido en un combate con el Ejército, combate que no se dio. No los teníamos localizados. Después la justicia nos dio la razón, expresó cómo los diputados vallecaucanos fueron asesinados por las Farc estando en el suelo, tirados en el suelo, muchos de ellos con disparos a corta distancia, lo que se conoce comúnmente con el nombre de disparos a quemarropa, a los cadáveres les cambiaron la vestimenta y los trasladaron de sitio- desde esos días, el Gobierno ha dicho que la instrucción a la Fuerza Pública es localizar los sitios donde están los secuestrados, rodearlos y en el momento en que se estén rodeados, convocar a la comunidad nacional e internacional, para definir un procedimiento humanitario para la liberación total de los secuestrados.

Ningún lugar más indicado que el Vaupés, para urgir el heroísmo de los soldados y policías de Colombia, a fin de que avancemos en la localización de los sitios donde están cautivos y torturados los secuestrados.

Hecha esa ubicación, el Gobierno procederá a informar a la comunidad nacional e internacional, para implementar los instrumentos humanitarios que se requieran, a fin de tener liberados a los secuestrados.

Se, Señores generales y señores coroneles, soldados y policías, que con su heroísmo vamos a avanzar en esta tarea”.

 
Imprimir