“Quiero agradecer a todos los gobiernos y personas que han apoyado la lucha democrática de Colombia contra el terrorismo. Gracias a esos gobiernos, que han procedido de conformidad con la legislación de Naciones Unidas (ONU), y con la legislación de la Organización de Estados Americanos (OEA).
De acuerdo con esas legislaciones, los grupos violentos de Colombia son terroristas. Por el secuestro, porque los grupos violentos de Colombia reclutan y maltratan a menores, atentan contra mujeres embarazadas, contra ancianos.
Ayer no más, el grupo terrorista de las Farc, secuestró en la Costa Pacífica colombiana a seis turistas. No obstante lo que ha mejorado nuestro país en materia de seguridad, todavía tuvimos esa dificultad.
Los grupos terroristas de Colombia, lanzan bombas contra la población civil. Naciones Unidas y la Organización de Estados Americanos, calificaron como terrorismo la acción de las Farc en el año 2003, contra el Club Nogal de Bogotá.
De acuerdo con la legislación de Naciones Unidas, y con la legislación de la Organización de Estados Americanos, estos grupos, al traficar con drogas ilícitas, que son el principal sustento de su actividad violenta, son grupos mafiosos, son grupos terroristas.
Es importante, también agradecer el apoyo que nuestra lucha democrática ha recibido en estos días, porque ese apoyo es consistente con declaraciones de la Unión Europea, que catalogan a estos grupos como terroristas.
Debo recordar que hace pocos días, el 20 de diciembre de 2007, la Unión Europea ratificó la declaratoria de terroristas a los grupos violentos de Colombia, como también han sido declarados terroristas por Canadá, por los Estados Unidos, como han sido declaradas terroristas sus actuaciones por la Organización de Estados Americanos y por la Organización de Naciones Unidas.
Al agradecer este apoyo que Colombia ha recibido de tantos gobiernos y de tantas personas en las últimas horas, quiero decir que la Nación colombiana, el pueblo colombiano merece ese apoyo, porque adelanta una política de seguridad desde la democracia, no desde la dictadura.
Esto marca sustanciales diferencias con guerrillas que operaron anteriormente en el continente, esas guerrillas ganaron algún grado de legitimidad, porque esas guerrillas combatían dictaduras. En Colombia, guerrillas y paramilitares, han maltratado una democracia y se han financiado con drogas ilícitas.
La lucha de Colombia contra los violentos es una lucha desde la democracia, no desde la dictadura, y eso le da a Colombia el merecimiento para tener el apoyo internacional que se ha venido recibiendo en estos días.
Colombia merece ese apoyo por todos los esfuerzos realizados para buscar la liberación humanitaria de los secuestrados, como acabo de recordarle a la señora Viceministra de Francia (RamaYade), quien me trajo una carta del presidente Sarkozy.
A petición del Presidente (Nicolás) Sarkozy, el Gobierno de Colombia liberó a Rodrigo Granda, el integrante de las Farc más importante que estaba en nuestras cárceles, la respuesta que obtuvimos de las Farc fue el asesinato de 11 diputados vallecaucanos.
El Gobierno de Colombia unilateralmente ordenó la liberación de 177 integrantes de las Farc, como un gesto de buena fe para lograr la liberación de los rehenes que permanecen secuestrados por las Farc.
Colombia merece el apoyo que ha venido recibiendo en las últimas horas, porque Colombia tiene autoridad moral, derivada de haber enfrentado a todos los grupos terroristas por igual. Colombia ha desmantelado el paramilitarismo y ha debilitado la guerrilla. Esto es algo bien importante.
Nos da autoridad moral para pedir a la Comunidad Internacional, para decir que el apoyo a Colombia desde dentro del país y desde la Comunidad Internacional, tiene que ser un apoyo a nuestra democracia, y tiene que ser un apoyo contra todos los grupos violentos, no puede ser un apoyo contra unos grupos violentos y una censura al Gobierno colombiano, en favor de otros grupos violentos.
Tan terroristas son las guerrillas como lo han sido los paramilitares. Por eso no se puede ser crítico de unos y asumir posiciones indulgentes frente a otros, hay que condenarlos a todos por igual, y agradecemos a la comunidad internacional cuando así lo hacen, como lo han hecho declaraciones de Naciones Unidas, declaración de la Organización de Estados Americanos (OEA), la Unión Europea, Canadá, los Estados Unidos.
Colombia merece este apoyo, porque Colombia es firme en la seguridad y generosa en la paz. En este Gobierno se han desmovilizado más de 46 mil personas integrantes de grupos violentos, que han sido tratadas con toda generosidad.
En estos primeros 14 días del año se han desmovilizado 94 guerrilleros, la mayoría integrantes de las Farc, y están siendo tratados con toda generosidad por parte del Gobierno de Colombia.
Colombia es firme en la seguridad y generosa en la paz. Desde hace más de dos años, cuatro integrantes del ELN, la segunda guerrilla, fueron reconocidos por el Gobierno de Colombia como voceros políticos del ELN. Se suspendió la orden de captura que había contra ellos, para facilitar con ellos diálogos, diálogos que han sido impulsados por el Gobierno de Colombia con toda la buena fe.
En el momento que las Farc quiera, que haga demostraciones de buena fe, que quiera negociar la paz, el Gobierno de Colombia está dispuesto a concederle todos los beneficios dentro de nuestra Constitución, a facilitar ese proceso de paz, y el Gobierno de Colombia, en el momento que avance la paz con las Farc, sería el primero que dejaría de llamarlos terroristas, y el primero que le pediría al mundo que, como una contribución a la paz, en adelante no se les llame más terroristas.
Quiero recordar al mundo que Colombia empieza a progresar en lo económico y en lo social porque ha progresado en seguridad, porque ha debilitado las guerrillas narcotraficantes y ha estado en un proceso bien importante de desmantelamiento del paramilitarismo narcotraficante.
Esta experiencia: a mayor seguridad mayor, prosperidad social y económica; esta experiencia: a medida que se debilitan los grupos terroristas Colombia empieza a prosperar, nos lleva a una conclusión: lo humanitario no puede obstruir la seguridad.
Por eso, acabo de explicarle a la señora Viceministra de Francia, enviada del Presidente Sarkozy, que el camino que el Gobierno de Colombia ha abierto para obtener la liberación de los secuestrados que siguen en poder de las Farc, es el camino de la zona de encuentro con mediación de la Iglesia Católica, que ha propuesto esa zona de encuentro.
Una zona de encuentro en área rural, sin población. Área rural sin población y sin instalaciones militares o policivas. Debo recordar que Colombia tiene solamente en selva, 578 mil kilómetros cuadrados.
Le explicaba yo esta anoche a la señora Viceministra enviada por el Presidente Sarkozy, que el camino humanitario para liberación de los rehenes que siguen secuestrados por las Farc es el camino de la zona de encuentro propuesta por al Iglesia Católica, que el Gobierno de Colombia ha aceptado.
El mundo debe tener en cuenta todas las personas que las Farc ha asesinado: los 11 diputados vallecaucanos, el grupo de secuestrados que encabezaban el ex ministro de Defensa, Gilberto Echeverri, y el Gobernador de Antioquia, Guillermo Gaviria, con 9 integrantes de la Fuerza Pública.
El mundo debe tener en cuenta que las personas que siguen secuestradas por las Farc están sometidas a tortura, lo que refuerza los argumentos para señalar a las Farc como grupo terrorista.
Los últimos testimonios sobre esas torturas los han entregados las señoras recientemente liberadas: doña Consuelo González de Perdomo y la doctora Clara Roja. Le han contado al mundo que parte de esos secuestrados, los integrantes de la Fuerza Pública y los dirigentes políticos, permanecen en jaulas y con cadenas. Eso es una tortura inadmisible, un agravante de este secuestro terrorista.
El mundo debe saber, el mundo debe tener presente, que en los últimos 10 años 750 secuestrados por las Farc no han regresado a sus hogares. Hoy esas personas debemos tenerlas como desaparecidas. Otra infamia del terror de las Farc.
Al recibir esta carta del Presidente Sarkozy, y en mi conversación con la señora Viceministra enviada por el Presidente Sarkozy, he expresado que el camino que vemos hoy es el camino de la zona de encuentro propuesta por la Iglesia Católica, que el Gobierno de Colombia ha aceptado.
Seguiremos trabajando con la Iglesia Católica en la búsqueda de ese camino”.
|