“Nos reunimos con Fabrice, con Lorenzo, con integrantes de los grupos que trabajan aquí en Francia por la liberación de la doctora Ingrid Betancourt.

Primero les he dicho que comprendo su dolor, su angustia. Ellos hacen parte del 50 por ciento de las familias colombianas que han sufrido el secuestro. Ellos me han hecho unas peticiones. Yo les he contado todos los esfuerzos que ha hecho el Gobierno y les he dicho que en este momento le pido al mundo que apoyemos la tarea de la Iglesia Católica.

La Iglesia Católica propuso la zona de encuentro. El Gobierno de Colombia la acepta en las condiciones que se han dicho. En una zona rural, en una zona despoblada, en una zona donde no haya cuarteles del Ejército ni de la Policía.

Además he pedido que se apoye el trabajo de los dos delegados europeos, de los delegados de Francia, de España y Suiza, con la Iglesia Católica, para buscar la liberación de los secuestrados.

Les he expresado que el Gobierno de Colombia está proponiendo una comisión médica internacional que entre rápidamente a la selva, para poder apoyar a los secuestrados, a fin de que no continúe su deterioro de salud.

Ellos –el señor Fabrice– me han expresado toda la angustia que yo la comprendo. Los he escuchado con todo respeto y creo que en este momento la tarea que pido es que todo el mundo apoye a la Iglesia Católica y en su trabajo articulado con los dos delegados de Francia, de España y de Suiza”.