Alocución del Presidente Álvaro Uribe, tras la liberación de
Clara Rojas y Consuelo González de Perdomo

 
Enero 10 de 2008 (Montería - Córdoba)
 

"Felicitaciones a Clara Rojas y a doña Consuelo Perdomo. Han regresado a la libertad, para alegría de sus familias, para su tranquilidad y para felicidad de todos los colombianos.

Hace algunos minutos tuve oportunidad de hablar con ambas. Quiero felicitarlas, además, por su entereza, por su gran capacidad de control, por la manera tranquila como han respondido a esta experiencia tan difícil.

En la conversación con la doctora Clara Rojas, me preguntó por el niño Emmanuel, con la angustia de mamá, con el afán de mamá. El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar procederá con el profesionalismo con que ha procedido, para que Emmanuel vuelva de manera rápida a su madre.

Felicitaciones a las familias. Qué bueno tener estos seres queridos de nuevo en el seno de los hogares.

Nuestra gratitud, de todos los colombianos, del Gobierno, de mis compañeros de Gobierno, la mía, al Presidente de la hermana República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez Frías, por su esfuerzo y su eficacia para la liberación de nuestras compatriotas secuestradas.

Muchas gracias Presidente Chávez. Muchas gracias a los colaboradores del Presidente Chávez. Muchas gracias a la honorable senadora Piedad Córdoba. Muchas gracias a la Cruz Roja Internacional. Muchas gracias a los observadores internacionales, quienes en todo momento se preocuparon, y al Gobierno de Cuba, quien participó en el operativo final de recuperación de los secuestrados, al presidente Fidel Castro. El Gobierno de Cuba, durante los cinco y medio años de nuestra administración, de manera discreta ha hecho todos los esfuerzos para ayudar a que Colombia construya la paz.

Quiero agradecer a mis compañeros de Gobierno. Al ministro de la Defensa, doctor Juan Manuel Santos; al Alto Comisionado, doctor Luis Carlos Restrepo; a las Fuerzas Armadas; a los soldados y policías de la Patria; a los comandantes, encabezados por el señor general Freddy Padilla de León.

Hoy, los soldados de Colombia estaban a 2 kilómetros del sitio donde se produjo la liberación de los secuestrados. Los soldados de Colombia cumplieron con honor la palabra que habían empeñado las instituciones de la República, de dar las garantías para la liberación de nuestras dos compatriotas secuestradas.

Hago llegar esta noche un saludo, una felicitación, un saludo esperanzador a los soldados y policías de Colombia, a los integrantes de las Fuerzas Armadas de la Nación, que han venido, de manera excelente, mejorando la inteligencia, como un factor fundamental para que nuestra Patria recupere totalmente la seguridad y la paz.

Tenemos esta noche la felicidad por la liberación de las dos compatriotas secuestradas: doña Consuelo Perdomo y la doctora Clara Rojas.

Pero la lista de secuestrados no liberados es grande: 44 aún no liberados. Militares y policías, 33. En Patascoy (Nariño), el 20 de diciembre de 1997, secuestrados el cabo primero Pablo Emilio Moncayo Cabrera, cabo segundo Libio José Martínez Estrada.

En El Villar (Caquetá), marzo 3 de 1998, secuestrados: sargento viceprimero José Ricardo Marulanda Valencia, cabo segundo José Miguel Arteaga, cabo primero Luis Arturo García, cabo segundo William Humberto Pérez Medina, cabo primero Luis Alfonso Beltrán.

Miraflores (Guaviare), agosto 3 de 1998: cabo primero Julio Cesar Buitrago, cabo primero John Jairo Durán, teniente William Donato Gómez, sargento segundo Erasmo Romero Rodríguez, cabo primero Robinson Salcedo Guarín, teniente Juan Carlos Bermeo Cobardea, cabo primero Luis Alfredo Moreno, cabo primero Amón Flórez Pantoja, sargento segundo Arbey Delgado Argote.

Mitú (Vaupés), primero de noviembre de 1998. Teniente coronel Luis Herlindo Mendieta, capitán Enrique Murillo Sánchez, subteniente Vianey Javier Rodríguez, sargento segundo César Augusto Lasso Monsalve, subintendente Luis Hernando Peña Bonilla.

Puerto Rico (Meta), 10 de junio de 1999. Subintendente Jorge Humberto Romero, cabo primero José Libardo Forero, subintendente Jorge Trujillo Solarte, subintendente Carlos José Duarte, subintendente Wilson Rojas Medina.

Curillo (Caquetá), 9 de diciembre de 1999. Sargento segundo Luis Alberto Erazo Maya, subintendente Álvaro Moreno.

Secuestrados en acciones aisladas: Subteniente Raimundo Malagón, 4 de agosto de 1998, Base Militar de La Uribe (Meta); subteniente Elkin Hernández Rivas, 14 de octubre de 1998, Base de Policía de Paujíl (Caquetá); capitán Edgar Yezid Duarte Valero, retén guerrillero, 14 de octubre de 1998 en el Caquetá; subintendente Armando Castellanos Gaona, secuestrado en La Arada (Tolima) el 16 de noviembre de 1999; capitán Guillermo Javier Solórzano, comandante de Policía de Florida (Valle del Cauca), en vacaciones, secuestrado mientras las disfrutaba el 4 de junio de 2007.

Este (último) y los tres norteamericanos son los únicos integrantes de este grupo que las Farc ha denominado de canjeables, secuestrados canjeables, que han sido secuestrados durante nuestro Gobierno.

Los tres norteamericanos, cuando apenas empezaba a implementarse la política de Seguridad Democrática, el 13 de febrero de 2003: Thomas Howes, Keith Stansell, Mark Gonsalves.

Los dirigentes políticos Óscar Tulio Lizcano, agosto 5 de 2000, Riosucio (Caldas); Luis Eladio Pérez, junio 10 de 2001, Ipiales (Nariño); Orlando Beltrán Cuéllar, agosto 28 de 2001, Gigante (Huila); Gloria Polanco de Lozada, junio 26 de 2001, Neiva (Huila); el ex gobernador (del Meta), Alan Jara Urzola, julio 15 de 2001, Lejanías (Meta); Jorge Eduardo Gechem Turbay, febrero 20 de 2002, Hobo (Huila); la candidata presidencial Ingrid Betancourt, febrero 23 de 2002, Montañitas (Caquetá); Sigifredo López, diputado del Valle del Cauca, abril 11 de 2002, con los otros diputados asesinados.

Fueron asesinados por las Farc, en un intento de rescate que no alcanzó a tener combate, los siguientes secuestrados:

El Gobernador de Antioquia Guillermo Gaviria Correa, el ex ministro Gilberto Echeverri Mejía, teniente de la Infantería Alejandro Ledesma Ortiz, teniente del Ejército Wagner Tapias, sargento viceprimero del Ejército Héctor Duván Segura, cabo primero del Ejército Francisco Negrete Mendoza, cabo primero del Ejército Jairsinio Navarrete, cabo primero del Ejército Mario Alberto Marín Franco, cabo segundo de Infantería de Marina José Gregorio Peña Guarín, cabo primero del Ejército Ernesto Cotes Samuel.

Sobrevivieron a esa masacre de las Farc: El cabo del Ejército Heriberto Aranguren González, suboficial de Infantería de Marina Antenor Biella, sargento viceprimero del Ejército Pedro Guarnizo Obando.

El 18 de junio de 2007, las Farc asesinaron a los diputados vallecaucanos que estaban secuestrados por el mismo grupo y habían sido secuestrados en la Asamblea del Valle del Cauca, recinto en la ciudad de Cali, el 11 de abril de 2002:

Juan Carlos Narváez Reyes, Francisco Javier Giraldo Cadavid, Carlos Alberto Charry Quiroga, Ramiro Echeverri Sánchez, Alberto Quintero Herrera, Jairo Javier Hoyos Salcedo, Carlos Alberto Barragán López, Nacianceno Orozco Grisales, Edinson Pérez Núñez, Héctor Fabio Arizmendi Ospina, Rufino Varela.

El 5 de enero 5 de 2007, después de que se había fugado del cautiverio, en el momento en que llegaban las tropas de la Nación a rescatarlo, se encontró con el Ejército el canciller Fernando Araújo Perdomo, en los Montes de María, en el departamento de Bolívar. Había sido secuestrado en Cartagena, el 4 de diciembre del año 2000.

El 16 de mayo de 2007, después de haberse fugado de los secuestradores, fue encontrado y rescatado por la Policía el subintendente Jhon Frank Pinchao Blanco.

Los científicos españoles han confirmado el resultado positivo, que en primera instancia habían reportado del examen de ADN sobre el niño Emmanuel y su familia materna, quien está hoy bajo el cuidado de Bienestar Familiar y, de manera ágil y profesional, será entregado a su señora madre.

En los últimos diez años no han regresado a sus hogares 750 compatriotas de los secuestrados por las Farc. Podríamos recordar hoy el nombre de todos ellos.

Esta tarde, el señor vicepresidente de la República (Francisco Santos), me recordaba el caso de los esposos Héctor y Carmen Rosa Angulo, secuestrados en abril de 2001, de 68 años de edad. Todavía nada se sabe de ellos.

Tenemos la felicidad por la liberación de las dos compatriotas que estaban secuestradas y el dolor por el cautiverio del secuestro en que permanecen todos estos compatriotas.

Debo reconocer que ha sido eficaz el proceso adelantado por el Presidente Hugo Chávez de Venezuela, quien ha logrado la liberación unilateral e incondicional de nuestras compatriotas Consuelo Perdomo y Clara Rojas.

Hemos hecho muchos esfuerzos.

Han sido facilitadores un delegado del Secretario de Naciones Unidas Kofi Annan; Juan Antonio Rojas, vocero de las Farc en Suiza; Carlos Lozano y el Gobierno de Francia en noviembre de 2002; el embajador de Colombia en Italia en ese entonces, Fabio Valencia Cossio; monseñor Luis Augusto Castro y el Padre Darío Echeverri, diciembre 21 de 2002; el ex presidente Alfonso López Michelsen (q.e.p.d.), diciembre 21 de 2002; el ex ministro Angelino Garzón, enero 31 de 2003; James Lemoyne, delegado de Naciones Unidas; el ex presidente Ernesto Samper Pizano; una comisión facilitadora integrada por dos delegados de España, Francia y Suiza.

Han sido también en su momento autorizados Rosemberg Pabón, familiares de secuestrados, el ex ministro Álvaro Leiva y, últimamente, había sido autorizada como facilitadora la senadora Piedad Córdoba y había sido aceptada la mediación del Presidente (de Venezuela) Hugo Chávez.

El Gobierno ha hecho inmensos esfuerzos. Se ha podido obtener la liberación de estas dos compatriotas, gracias a la tarea, que agradecemos infinitamente, del Presidente (de Venezuela) Hugo Chávez.

Nos duele la suerte de los demás secuestrados.

Está vigente la propuesta de zona de encuentro, realizada por la Iglesia Católica y que el Gobierno Nacional aceptó hace algunas semanas. Conducto: el de la Iglesia Católica, con el cual aspiramos avanzar en el proceso que conduzca a la liberación de todos los secuestrados.

Compatriotas: hemos sufrido mucho el secuestro. Pero gracias al sacrificio de los soldados y de los policías de Colombia, que llevan con toda responsabilidad la política de Seguridad Democrática, el país ha disminuido sustancialmente el secuestro.

No hemos ganado aun plenamente esta batalla contra el terrorismo, pero la vamos a ganar.

Los invito a todos ustedes hoy a mantener total firmeza en el apoyo y en la exigencia a la política de Seguridad Democrática.

A la paz se llega a través de un proceso de seguridad firme, democrático y eficaz. A la paz no se llega con posturas apaciguadoras del terrorismo.

Los integrantes que siguen engañados del grupo de las Farc deben saber que este Gobierno, firme en la seguridad, está listo para la paz.

Durante este Gobierno, la oposición radical ha tenido plenas garantías. En el pasado, las Farc decía que el día que hubiera esas plenas garantías para la oposición radical, se desmovilizaría. Es hora de que cumplan lo que dijeron en el pasado.

En este Gobierno se ha desmantelado el paramilitarismo. En el pasado las Farc decía que si Colombia desmantelaba el paramilitarismo, se desmovilizaría. Es hora de que cumplan su promesa.

Nuestro Gobierno está listo para la paz, con misma devoción con que hemos conducido la seguridad.

Invito a las Farc a considerar una negociación sencilla, ágil, de buena fe, en la cual serían rodeados de garantías democráticas.

Firmeza compatriotas. Mi generación y las generaciones cercanas no han vivido un día completo de paz.

La seguridad con firmeza, con persistencia, con amor a Colombia nos va a permitir tener siglos de seguridad para la felicidad de las nuevas generaciones de colombianos.

En esta hora de júbilo por la liberación de nuestras dos compatriotas, por el ya seguro e inminente encuentro de la doctora Clara Rojas con su hijito Emmanuel, en esta hora de angustia por quienes siguen en el cautiverio de los secuestradores, en esta hora de esperanza por la Patria, renovemos nuestro amor a Colombia.

Permítanme tomar del poeta unas bellísimas palabras sobre el amor y aplicarlas al amor que nuestros corazones tienen que estimular todos los días por esta Patria, la de los mayores, la Patria de las actuales generaciones, de los niños, de quienes habrán de venir.

Dice, bellamente, el poeta, y podríamos decirle a Colombia:

‘Colombia, yo te quiero así. Simplemente como el agua al paisaje, como el día a la rosa que alza su ufanía frente a la primavera floreciente.

Yo te quiero con sencilla transparencia. Yo te quiero con un amor apenas insinuado, que se vuelve silencio en tu presencia.

Colombia, te queremos con tan dulce corazón herido, que así no te dijéramos lo que te hemos amado, lo sentirías oyendo sus latidos’.

Buenas noches, compatriotas”.

 

 
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