Palabras del Presidente Uribe en la apertura de la
XXVII Vitrina Turística de Anato

 
Febrero 25 de 2008 (Bogotá, D.C.)
 

“Un saludo muy afectuoso a todos. Me alegra muchísimo el entusiasmo con que han emprendido esta nueva vitrina turística de Anato. Quiero ofrecer mis excusas porque demore la instalación del acto; estaba en un Consejo de Seguridad en la ciudad de Barrancabermeja y no pude llegar a tiempo al Consejo de Ministros.

Y me entusiasma mucho, mucho, ver la energía que va revelando el sector turístico colombiano.

Quisiera, brevemente, darles un bosquejo de cómo ve el Gobierno Nacional al país y recoger algunas preguntas de ustedes.

Imaginémonos el país como una casita. En la parte más alta del techo tiene una palabra que hemos escogido muy cuidadosamente. Esa palabra es confianza. Y esa casita está montada sobre tres pilares. Esos tres pilares son: seguridad desde la democracia, inversión desde la responsabilidad social y cohesión social desde las libertades.

Veíamos hoy, en Barranca, uno de los centros de la Patria más afectados por la violencia, como subsisten problemas pero se ha avanzado notablemente. Y no lo decía la Fuerza Pública, lo decía la comunidad.

En lo corrido del año, a pesar de todo lo que falta, el conjunto general de criminalidad se ha reducido, frente al mismo período del año anterior, en un 30 por ciento.

Esta mañana teníamos, a esta fecha, 326 homicidios menos que en el año anterior. Y no obstante la caída del secuestro, de más de 3 mil secuestros por año a 270, este año también sigue otra caída pronunciada en el secuestro.

Pero uno no puede estar contento por una caída en el secuestro o en el homicidio. Cuando hay tres mil secuestros, la ciudadanía se anestesia; uno más o uno menos poco conmueve. Cuando ya hay pocos secuestros, uno solo causa una gran conmoción. Por eso, nos toca hacer un esfuerzo inmenso, sostenido y no bajar la guardia.

Seguridad desde la democracia, inversión desde la responsabilidad social.

Miramos la responsabilidad social en tres áreas: la transparencia en la relación de los inversionistas con el Estado, fundamental. Transparencia en la tributación, transparencia en la contratación, transparencia en la solución de disputas.

Segunda expresión de la responsabilidad social: solidaridad de los inversionistas con las comunidades, especialmente en medio ambiente.

Una región como el César, donde hay esa intensa explotación del carbón, esa solidaridad si que se hace imperativa para que la extracción del mineral no se convierta en un factor que afecte a la comunidad.

Y para el presente y futuro de Colombia, es bien importante reflexionar sobre la tercera expresión de la responsabilidad social: las relaciones laborales. Ni de capitalismo salvaje ni de odio de clases; relaciones laborales fraternas.

Y a esto se le suma el tema de la construcción de cohesión social. Y los tres van de la mano. La seguridad es un presupuesto fundamental. No el único, pero si totalmente necesario y esencial para que se de la inversión. Y sin ambos es imposible obtener los recursos para poder avanzar en la construcción de equidad social.

Y si el tema se mira desde la equidad social, si no se avanza en construcción de equidad social, la ciudadanía se pregunta para qué la inversión y para qué la seguridad.

La construcción de equidad social, los avances en educación, en salud, en Banca de Oportunidades, en Familias en Acción, en nutrición, que no es del caso hablar esta noche de ellos, son fundamentales que el país los vaya percibiendo como factores legitimadores de los dos primeros pilares: de la inversión y de la seguridad.

Este es un sector relacionado muy directamente con estos tres pilares y con la palabrita del techo, con la palabrita confianza. Un país que no gana confianza, es un país que no genera turismo interno y que no atrae turismo internacional.

Este sector sí que necesita de los tres pilares. Del pilar de la seguridad, del pilar de la inversión y del pilar de la cohesión social. Además, contribuye enormemente, porque cuando los colombianos recuperan el turismo son mucho más exigentes en seguridad. Entonces dicen ‘yo no puedo perder lo que he ganado en turismo, tengo que exigir que haya seguridad en mi país’.

Cuando los colombianos empiezan a ver que hay afluencia turística, pero que no tenemos la infraestructura para albergar ese turismo, empiezan a reclamar inversión.

Y cuando los colombianos empiezan a ver el florecimiento del turismo, ahí ven una gran oportunidad de redención social, a través del empleo de buena calidad, del empleo con afiliación a la seguridad social, en esta que yo llamaría ‘la industria de la alegría’.

Miremos el segundo pilar: el tema de la confianza inversionista. Hemos avanzando. Hace seis años, el país, de cada 100 pesos que producía invertía 12, 15. En el tercer trimestre del año pasado estaba invirtiendo más de 27.

Deberíamos tener hoy, si no la más alta tasa de inversión en este momento en América Latina, la segunda o la tercera, con un elemento muy importante: empezamos a tener una elevadísima tasa de inversión en el sector privado. De esos 27 puntos en el tercer trimestre del año pasado, 22 correspondían al sector privado.

Nos ha interesado ponerle más énfasis a la inversión que al mismo crecimiento. Porque puede haber crecimiento un año por el comportamiento de un producto básico, pero al año siguiente no presentarse ese crecimiento.

En cambio, una tasa sostenida fuerte de inversión garantiza crecimiento y generación de empleo de buena calidad, en una visión de mediano y de largo plazo.

Para la confianza inversionista se requieren muchos elementos: la seguridad, el modelo. Cuando hay países en América Latina con una clara visión estatista, de creación de monopolios de Estado, se causan dificultades en la confianza inversionista. Entonces, hay que volver por los elementos fundamentales del modelo y volver a decir ‘Colombia es un país amigo de la inversión privada, doméstica e internacional’; le da todas las garantías; le exige, eso sí, responsabilidad social.

Se necesita persistir en materia de seguridad, se necesita avanzar en la salud fiscal de la Nación: la reducción del déficit, la reducción del endeudamiento. De ahí la importancia del tema de las reformas de pensiones; la importancia de las reformas en el Estado, de todas las entidades del Estado; la importancia de las reformas para regular las transferencias de la Nación a las entidades territoriales, que logren el equilibrio de promover la inversión, la descentralización, pero al mismo tiempo de no afectar la salud fiscal de la Nación.

Es bien importante, para poder concitar confianza inversionista en Colombia, la debida orientación del sistema tributario. Hoy un hotel nuevo que se construye en Colombia goza de 30 años de exención tributaria. Y no fue fácil esa lucha en el Congreso de la República. Hoy un hotel que se remodela en Colombia, la parte de inversión correspondiente a la remodelación tiene 30 años de exención tributaria en impuestos nacionales. Y hay exenciones tributarias para las empresas de turismo ecológico.

Y hay estímulos tributarios para otros sectores de la economía. Y para todos los sectores de la economía hay una deducción general del 40 por ciento. Por ejemplo, quien amplia la fabrica e invierte 100 pesos, puede de su renta liquida gravable deducir 40. Y si no los puede deducir el mismo año en que hizo la inversión, el remanente no deducido ese año puede ser llevado a pérdidas que se pueden absorber en cualquier cantidad de años fiscales posteriores al año en que se efectúa la inversión.

Y hay estímulos bien importantes a los cultivos de tardío rendimiento, a los biocombustibles.

La filosofía tributaria nuestra ha sido no rebajar las tarifas por igual, porque está probado, en muchos países en donde lo han hecho, que eso no genera la reacción inversionista que esperaban.

Lo que hemos hecho es crearle incentivos a la inversión, darle un tratamiento diferencial y privilegiado al contribuyente que invierte sobre el contribuyente que no invierte.

Y han aparecido otras figuras que hemos incorporado como la de las Zonas Francas Especiales, que confiamos que este año, a pesar de los nubarrones de la economía mundial, nos ayuden muchísimo a que siga creciendo la tasa de inversión en Colombia.

Y para generar confianza, el Congreso de la República nos entregó otra Ley que nos permite firmar pactos sobre reglas de juego estables, a 20 años con los inversionistas. Esto ayuda bastante.

El país ha pasado de invertir 700 millones de dólares al año y ya en los últimos 3 años hemos logrado inversiones anuales netas. Lo que se invierte aquí menos aquello que los colombianos invierten en el extranjero, del orden de 6.500, 7.800, 8.000 millones de dólares.

Y algo bueno por la inversión, malo por la revaluación: en el mes de enero que acaba de pasar, no obstante los nubarrones de la economía mundial, el país tuvo 1.150 millones de dólares de inversión extranjera directa, una cifra récord, repartida en varios sectores.

Yo preguntaba el viernes por el tema de la revaluación y esta discusión con el Banco de la República sobre tasas de interés y me decían: ‘Mire, ¿qué está pasando? Los colombianos endeudados en moneda extranjera están pagando.
O sea que allí, en lugar de que esté entrando dinero extranjero por endeudamiento de los colombianos, la tendencia es a pagar; está saliendo’.

Lo que se llaman los recursos de Portafolio, muchos de los cuales entran con una vocación de corto plazo, han disminuido. Entonces, ¿por qué esta presión de presencia de dólares tan grande? Porque solamente en el mes de enero, la inversión extranjera directa se situó alrededor de 1.150 millones de dólares en nuestra Patria.

Creo que todo esto es fundamental, ayuda al turismo y el turismo, a su vez, produce una acción de réplica sobre la economía y sobre el empleo de gran importancia.

El doctor Ricardo (Lozano, presidente de Anato) ha expresado una serie de condiciones que él ve en Colombia para el turismo y el Ministro Luis Guillermo Plata (de Comercio) ha compartido con nosotros unas cifras específicas del sector.

El señor Alcalde de Bogotá, el doctor Samuel Moreno, nos ha expresado, desde el punto de vista de Bogotá, todo lo que se está haciendo para que la ciudad todos los días sea más atractiva para el turismo.

Yo quisiera aprovechar unos minutos para recoger inquietudes de ustedes, apreciados compatriotas, sobre este tema, aprovechando que aquí están varios de mis compañeros de Gobierno.

Habría muchas cosas para hablar de lo que se ha hecho: que las exenciones tributarias; que la lucha, por un lado con Anato y Cotelco, y por otro lado, con las aerolíneas para el tema de las comisiones; que las reformas de la Ley del Turismo, etcétera.

Pero lo más importante es lo que viene, porque si bien hemos dado un gran salto todavía es muy pequeño.

Así que les ofrezco la palabra para algunas preguntas de ustedes.

Sé la preocupación de infraestructura, y con interés específico en algunas regiones.

Vamos a escuchar a algunos de ustedes".

 

 
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