“Recuerdo aquel agosto de 2003. Estaba todavía bastante iniciada nuestra gestión en el Gobierno y se produjo uno de los actos terroristas que tanto maltrataban a la Patria: una lancha bomba que dejó aquí varios muertos y muchos heridos.
En compañía de la entonces Ministra de Defensa y de los Altos Mandos, acudimos a Puerto Rico. Encontramos una población totalmente en pánico. La guerrilla disparaba permanentemente desde el otro lado. Una ciudadanía acobardada, indefensa, que había perdido la ilusión.
Y como por no dejar de pedirle algo al Presidente, me dijeron: ‘Presidente, aquí no tenemos luz; aquí no tenemos vía. Estamos totalmente aislados’.
La situación era muy difícil. La Electrificadora del Meta, como todas las electrificadoras del país, estaba dando perdidas. La Nación quebrada por un alto endeudamiento y un alto déficit, lo cual todavía no se ha superado. Hemos mejorado, pero la Nación todavía sigue convaleciente.
Pero, en fin, recibimos esas peticiones de la comunidad con toda la buena voluntad y se siguió avanzando en el tema de la política de Seguridad Democrática. Con prisa, con el orden de las Fuerzas Militares de Colombia se avanzó con paso firme y el país está hoy más tranquilo. Y tenemos, frente a las Fuerzas Militares, frente a las Fuerzas Armadas de la Patria, frente a los soldados y policías, frente a los comandantes, dos palabras: gratitud y esperanza.
Sé todo lo que falta. Pero con el heroísmo de nuestros soldados y policías, la ayuda de Dios y el respaldo del pueblo colombiano, que le da gran confianza a la política de Seguridad Democrática, seguiremos avanzando.
Sé que en esta tierra, como en toda la Patria, pero especialmente en esta tierra, por ser su tierra, hay gran dolor porque permanece en el cautiverio el ex gobernador Alan Jara. Seguimos en esa tarea.
La semana pasada, cuando recibíamos a los secuestrados liberados, les dijimos: ‘En medio de nuestras limitaciones, de nuestros defectos, de nuestros errores, no los abandonamos un solo día, no los abandonamos un solo día.
Y lo mismo podemos hacer saber hoy: así como no ha habido un solo día de abandono, no habrá un solo día de olvido ni de descuido hasta que tengamos con nosotros, liberados, a los secuestrados que siguen en el cautiverio, grupo en el cual está el señor ex gobernador Alan Jara.
Quiero felicitar a la Electrificadora. Ha mejorado mucho. Gracias, doctor Víctor y gracias al equipo de la Electrificadora. Nosotros encontramos unas electrificadoras dando pérdida. Ahí han venido dando la vuelta. Mejorando.
Yo recuerdo que nuestra primera decisión política, en Cúcuta y en Villavicencio, fue esta: buscar reformar esas electrificadoras para que generaran utilidades y poder hacer estos programas de electrificación.
Gracias a que la Electrificadora ha mejorado sustancialmente, a que está causando utilidades, ha recuperado capacidad de inversión que se refleja en programas como esta respuesta que hoy le da la comunidad de Puerto Rico.
La Electrificadora del Meta hace parte de las 411 entidades del Estado que hemos reformado en este Gobierno, cifra que incluye hospitales, las electrificadoras del país, Ecopetrol, Telecom.
¿Cuál es la idea? Uno no puede tener las empresas del Estado al servicio de la politiquería. No las puede tener al servicio de la corrupción. No las puede tener al servicio del desgreño. No las puede tener al servicio de los excesos sindicales.
Hay que escoger para quién es el Estado: para servirles a aquellos que inescrupulosamente se apropian de él o para servirle a la comunidad.
Por eso, nosotros hablamos de Estado Comunitario. No ha sido fácil avanzar en estas reformas; todos los días tenemos críticas. Ha habido muchos obstáculos, radicalismos ideológicos que niegan estas reformas, pero yo creo que es para bien de Colombia.
¿Qué es mejor: una Electrificadora del Meta en poder de la politiquería, los excesos sindicales, el clientelismo, la corrupción. O una Electrificadora del Meta generando utilidades para poder atender los reclamos comunitarios?
Quiero traerles un ejemplo práctico de nuestra concepción de Estado Comunitarios, apreciados comunitarios: cuando yo veo todas las obras que puede adelantar en el Meta, digo: ‘Siquiera la hemos reformado’.
No habríamos ganado con un alto precio del petróleo, si el país no hubiera recuperado una gran dinámica para buscar petróleo. Nada hubiéramos ganado con un alto precio del petróleo, si no hubiéramos hecho la reforma laboral, la reforma pensional, para devolverle viabilidad a Ecopetrol, y si no hubiéramos avanzado en el proceso de capitalizarla, convirtiendo en copropietarios a 465 mil colombianos que le dan hoy mucha capacidad de inversión a Ecopetrol.
Hay que seguir, pues, en esta tarea.
También vemos que se ha podido inaugurar la carretera. La Gobernación del Meta ha hecho un gran esfuerzo, con muchos kilómetros en el departamento, con esta imprimación. Hasta donde conozco de los ingenieros, esta imprimación requiere una buena sub base, una buena base, unas buenas cunetas, unas buenas obras hidráulicas.
Pero como no tiene capa de sellamiento, sobre la base apenas se pone, como su nombre lo indica, una mezcla pobre, entonces eso se daña muy fácilmente, empezando con más riesgo de acelerar el daño en regiones que tienen épocas intensas en lluvias, como esta región de la Patria.
Ya que han hecho este esfuerzo, les va a tocar hacer el esfuerzo complementario de darles mantenimiento a esas imprimaciones y, ojalá, de irles poniendo sello asfáltico, a ver si esas imprimaciones duran, una vez estén protegidas por el sello asfáltico.
También parecía imposible un logro: pavimentar esta carretera de Puente de Oro a San José. Son 190 kilómetros. Estamos a 30 kilómetros de completar esa tarea. Y el Ministro de obras les trae la buena noticia que están los recursos asegurados para poder completar esta carretera.
Hace veinte días estuvimos viendo un prodigio: el desarrollo de agricultura, allá en la altillanura de Gaitán.
El Llano tiene grandes virtudes: su gente; el Llano tiene la virtud de que tiene una topografía plana; tiene la virtud de que a pesar de que hay muchos humedales que se deben preservar y no trabajar, en las zonas adyacentes a las regiones también tiene, después de esas zonas adyacentes, dentro de la tierra plana, unos ligeros desniveles que permiten drenar. El Llano tiene la virtud de agua dulce y un buen régimen de lluvias.
Pero tiene dificultades, porque tiene un suelo con un ph muy bajo, un suelo ácido, que hay que corregir con calma; un suelo duro. Ese suelo duro dificulta tres cosas: dificulta la absorción de abonos, de fertilizantes; dificulta la absorción del agua y dificulta la profundización de raíces.
Las raíces se quedan muy superficiales. Cuando llueve el agua, en lugar de profundizarse, se va por la capa, se pierde muy buena parte. Eso explica porqué, con períodos cortos de sequía, el Llano se seca mucho. Porque cuando llueve, y que llueve en abundancia –mientras en el Caribe colombiano llueven entre 600 y mil milímetros al año, en el Llano llueven entre 2.300, 2.600- y aquí el período de sequía es corto. Pero como la tierra no tiene una capacidad natural de absorber el agua, entonces cualquier corto período de sequía, muestra la tierra muy seca.
Y hay dificultades en profundización de raíces. Lo que vimos en la altillanura es una cosa magnífica, porque con la hierba esta, con el pasto este braquiaria, que tiene una gran capacidad de romper el suelo, producen el primer impacto de profundización del suelo.
Ese pasto profundiza raíces, enseguida están aplicando cuatro o cinco tonelada de cal agrícola por hectárea, para mejorar el PH, para que la tierra supere la acidificación.
Y ustedes están sembrando soya. Ustedes saben que el fríjol de soya tiene unos nodulitos en las raíces, que esos nodulitos van rompiendo suelo, y además el fríjol de soya recoge del aire nitrógeno, y se convierte en un fertilizante natural, porque incorpora ese nitrógeno al suelo.
Me sorprendió gratamente que están produciendo cantidades de soya por hectárea, lo mismo que Argentina, que Brasil. Cuatro o cinco toneladas por hectárea.
Y después de que han mejorado ese suelo con soya, vienen unas siembras de maíz extraordinarias. Ellos aspiran producir 10 - 12 toneladas de maíz por hectárea, en cosechas de 105, de 120 días. Eso es una gran revolución.
Y eso lo vimos allá llegando a Puerto Gaitán. A eso se le suman los grandes avances del Llano en palma africana. Unos avances en menor escala, pero con mucho futuro en caucho. Y una gran oportunidad para recuperar extensiones perdidas en la producción de arroz, ahora que el mundo necesita arroz.
Porque ¿qué le pasó a Colombia durante muchos años? Nosotros tuvimos que limitar la producción de arroz, porque le teníamos que comprar 150 mil toneladas al año a Ecuador. Es la nación hermana y había que comprarle ese arroz, honrar los compromisos de la Comunidad Andina. Y Ecuador ha tomado la decisión de no vendernos más arroz, que está escaso en el mundo.
Eso le devuelve al Llano y a todo el país una gran capacidad de producción de arroz, y esperamos que la cosecha ahora sea muy buena.
Y todo esto se ha venido dando, cuando uno ve eso que hay allá frente a Puerto Gaitán, dice: “ojalá toda esta llanura se siembre de esta manera”. Eso le daría comida al mundo y empleo a todos los colombianos.
Y ese día nos decían: “Presidente, la carretera Puerto López – Puerto Gaitán”. Creo que faltan 20 kilómetros, y el resto está pavimentado. Eso ya está contratado en su totalidad. Creemos que en unos meses, ya no muchos, debe estar concluida esa obra.
O sea que hay dos grandes carreteras que este Gobierno está sacando adelante en el Llano: la carretera Fuente de Oro – San José (del Guaviare), y la carretera Puerto López – Puerto Gaitán.
Ahora, hay muchas más necesidades. Allá me decían: “bueno, pero es que uno se sale aquí de la troncal y para donde se salga no hay sino caminos malos”. Lo mismo que hoy les escuchamos al Alcalde y al señor Gobernador. Tema bien difícil.
Yo quiero ser muy franco con ustedes, porque en el diálogo público hay que cuidar mucho la credibilidad.
Este Gobierno está en un momento difícil, la economía mundial está muy mala. Nosotros estamos afectados por inflación, por revaluación. Todavía tenemos alto endeudamiento y alto déficit. Tenemos que ser muy cuidadosos.
Hace dos días el Consejo de Ministros tuvo que ratificar la decisión de recortar un billón y medio en gasto público este año, y el año entrante vamos a tener una inversión recortada en un 33 por ciento, lo cual es muy grave. Pero hay que tener juicio para que la Nación salga de la quiebra.
El Gobierno Nacional no está en condiciones de emprender nuevas vías departamentales. Le hemos ofrecido al señor gobernador un crédito por unos 100 - 120 mil millones de pesos, un crédito de largo plazo, lo vamos a dar en pesos, no en dólares, para que el departamento no corra el riesgo que se deriva de la volatilidad de la tasa de cambio, para que el Gobierno departamental avance otro poquito en vías departamentales.
En cuanto a vías terciarias, hoy no vemos más posibilidad que los 145 millones entregados a cada alcaldía año tras año.
Pienso que se va a necesitar que los alcaldes, las juntas de acción comunal, con el apoyo de la Gobernación, vayan convocando a todos los vecinos a que todo el mundo aporte para que esos 145 millones por municipio rindan más.
Ahora, hay otras inquietudes de carreteras. Por ejemplo, la carretera La Macarena – San Vicente del Caguán, y de lo que sería la conexión de La Macarena a la conexión natural hacia acá, hacia su departamento, que es el Meta. Esa carretera no podemos emprenderla nosotros, no tenemos recursos.
Pero ya está en el Plan de Financiación, y ojalá se abra la licitación en pocos días, la construcción del tramo que hace falta entre La Uribe (Meta) y Colombia, en el Huila.
Son muchas las carreteras que se necesitan, pero el Gobierno Nacional no alcanza, no alcanza a atenderlas todas al mismo tiempo”. |