Palabras del Presidente Uribe en la inauguración de la
Conferencia Regional de Educación Superior

 
Junio 04 de 2008 (Cartagena)
 
 

“En este país la Constitución consagra la autonomía universitaria, la Ley la desarrolla y se respeta totalmente, en la universidad pública y en la universidad privada. Eso es algo bien importante.

Segundo. Este Gobierno ha practicado un concepto que es el de la Seguridad Democrática. La seguridad para las libertades, la seguridad para el pluralismo, la seguridad para el disenso, la seguridad a favor de quienes defienden las tesis de Gobierno, y la seguridad a favor de quienes se oponen a las tesis de Gobierno.

Cuando esto se compara con lo que sucedió con otros países de América Latina, ahí se marca la diferencia. En otros países de América Latina hubo procesos de seguridad desde dictaduras, que suprimieron libertades, anularon el disenso, marchitaron el pluralismo. Aquí hay un proceso de seguridad desde la democracia y para la democracia.

¿Cómo interviene el Gobierno Nacional en la universidad pública?

La financia. No la administra.

En los consejos superiores universitarios hay un delegado del Ministerio (de Educación) y otro de la Presidencia de la República, que son minoría. Los procesos de elección de autoridades universitarias en Colombia, hoy, son democráticos al interior de la universidad y el Gobierno los respeta totalmente.

Y lo digo como Presidente que el siete de agosto cumpliré seis años en el ejercicio de la Presidencia. Un Gobierno que lleva seis años es muy difícil que pueda hacer unas afirmaciones con el riesgo de que no lo rectifiquen.

Si hay un hecho que me pueda rectificar, yo lo analizaría.

Aquí en Colombia, cuando hay un ejercicio democrático de autoridad, no se puede denominar eso autoritarismo. Además es un ejercicio reglado por una Constitución rigurosa en materia de Derechos Fundamentales y en materia de Derechos Sociales, reglado por la Ley, y vigilado por quienes ejercen las libertades.

Nosotros practicamos cinco valores democráticos: seguridad para todos, libertades, un gran esfuerzo por construir cohesión social, al mismo tiempo respeto a un Estado formado de instituciones independientes -y una de las instituciones independientes es, justamente, la universidad, independencia que deriva de su autonomía, que es de rango constitucional- y la lucha por la transparencia.

Prueba de que aquí no hay nada escondido es que en estos auditorios toman mediadas de seguridad. Nosotros hemos tenido que ser muy cuidadosos en eso, dos días antes de que empezara el Gobierno que presido, se presentó una bomba de alto poder explosivo aquí en la Gobernación de Bolívar, el país estaba en medio de carros-bombas y estos congresos no se podían realizar, los ciudadanos no venían.

Entonces una cosa es tener unas medidas de seguridad que se dan en cualquier lugar del mundo y otra cosa es restringir las libertades.

Yo sinceramente tengo que discrepar del estudiante, él es un activista político, yo también lo soy, tenemos profundas discrepancias en la orientación política, él sabe por qué, porque él conoce mis ideas y yo sé las suyas y su afiliación. Usted conoce su afiliación política y conoce la mía.

Yo no creo que se pueda denunciar que hay autoritarismo, porque se toman unas medidas de seguridad para ingresar a un auditorio de esta naturaleza, aún en países que no han sufrido problemas como los que ha sufrido Colombia, se tienen que tomar esas mediadas para garantizar la tranquilidad de todos los asistentes.

Universidad crítica, pero no violenta

Nosotros practicamos esta idea de universidad: es tan grave anular la libertad de cátedra, en el presente, como fue en el pasado. Nosotros reivindicamos la libertad de cátedra a favor de todas las doctrinas.

Nosotros creemos en el concepto de universidad científica, de calidad, crítica, de masas. En estos días, con la señora Ministra de Educación, podrán examinar ustedes qué viene haciendo Colombia por la universidad científica, el esfuerzo inmenso para tener todos los días más profesores con doctorado, más redes de investigación, más posibilidades de investigación, a pesar de todas las dificultades. Una universidad de calidad.

En estos días con la señora Ministra verán todos los esfuerzos que se están haciendo en materia de calidad, yo quisiera referirme ahora a algunos de esos esfuerzos.

Universidad de masas. Nosotros teníamos una cobertura universitaria del 22 por ciento, cuando empezó este Gobierno, hoy ya supera el 30. La cobertura estuvo estancada en 970 mil estudiantes matriculados durante muchos años, en este Gobierno ya estamos bordeando el millón 400 mil, haciendo un enorme esfuerzo.

El Estado colombiano no discrimina entre universidad pública y privada. Yo soy hijo de la universidad pública. Aquí se ha hecho un gran esfuerzo en este Gobierno por financiar la universidad pública. El joven se queja que los problemas de la universidad del Valle del Cauca, que la universidad de La Guajira, que la Universidad del Atlántico.

La Universidad del Atlántico, allí en la vecina ciudad de Barranquilla, estaba en la víspera de cerrarse porque había habido defraudación legal para asignar pensiones. Problema heredado por este Gobierno.

Empezamos a intervenir la universidad para salvarla financieramente, y la hemos salvado. Cuando la tenían condenada al cierre hoy está abierta, operando. Cuando no tenía futuro, hoy tiene futuro. Y a nadie le condicionamos sus ideas. Nuestra intervención fue para salvarla, porque era insostenible con los costos fraudulentos a los cuales había llegado.

El Gobierno viene cumpliendo una tarea muy esforzada de financiación de la universidad y además lo hace con mucho gusto, y de solución de sus problemas, como el problema pensional, etcétera.

Lo que nosotros no podemos permitir es que sectores violentos infiltren la universidad.

Yo fui un estudiante de la universidad pública en los años 70, recuerdo la guerrilla. La única cátedra posible que permitían era la dictadura del proletariado, todo lo que fuera la apología de la lucha violenta de clases, todo lo que fuera la destrucción del Estado de Derecho, todo lo que fuera la destrucción del pluralismo, todo lo que fuera la instauración de su dictadura del proletariado, del modelo económico de la socialización de los medios de producción en cabeza del Estado.

Practicaron la combinación de las formas de lucha: la guerrilla asesinaba y penetraba el movimiento estudiantil, la guerrilla asesinaba y penetraba los partidos políticos, sectores de la prensa. Eso creció, después vinieron los paramilitares a hacer lo mismo, y terminamos en lo que estábamos en 2002.

Yo llegaba a un auditorio universitario –porque el Gobierno nuestro mantiene un intenso diálogo con los estudiantes colombianos, y en sus propias universidades, un intenso diálogo y un constructivo diálogo permanentemente con ellos- y preguntaba yo a los estudiantes universitarios: ¿algunos de ustedes han pensado en irse del país? La mayoría levantaba la mano. Y hacía una segunda pregunta: ¿han pensado irse del país definitivamente, para no volver? Y la mayoría levantaba la mano.

No tenían esperanza en el país, tenían totalmente anulada la posibilidad de darle confianza al país. Habían prácticamente eliminado las raíces con el país.

Ese fue el estado de cosas que encontramos, ¿por qué? porque las instituciones del Estado se habían desvanecido, y en muchas regiones de Colombia los ciudadanos tenían que someterse a la guerrilla, en otras a los paramilitares, en muchas a ambos.

Y la desconfianza cundía tanto en la ciudadanía, que la ciudadanía o no apelaba a las instituciones estatales, o buscaba resolver los problemas cada individuo por sus propios medios.

Entonces nosotros hemos estado en una tarea de superación de violencia, desde la democracia y para la democracia.

Lo que no podemos permitir, y lo dice quien no ha apareció en esto de la noche a la mañana, sino que ha tenido una larga vida desde estudiante en esta problemática universitaria.

La semana pasada solamente en una universidad e Bogotá, las grandes mayorías universitarias de Colombia están en su trabajo, estos son los grupos violentos son muy reducidos, son la excepción, jamás he generalizado y nuca lo haré. Para aclarar muy bien y desvirtuar la generalización que quiso imputarme el estudiante de la Universidad de La Guajira.

Unos grupos de la Universidad en Bogotá, de la Pedagógica, salieron a la calle, a quebrar vitrinas, unos encapuchados, a producir violencia, la Policía reaccionó, esos grupos entraron a la Universidad, la Policía entró a la universidad al ver la violencia que desde allí estaban produciendo, causaron inmensos daños al interior de la universidad, lo inicialmente estimado superaba 110 millones, se encontraron ácidos, gasolina, fósforos, papas explosivas, capuchas, varios policías fueron quemados con ácido.

Hace pocos días, en la ciudad de Neiva, no los estudiantes ni los profesores, individuos, que se aprovechan de la comunidad universitaria, quemaron un policía.

En otra ciudad colombiana, la semana antepasada, con violencia, le afectaron un ojo a un policía.

Entonces la universidad no es para la violencia, la universidad no es para la anarquía.

Yo aceptaría la glosa y no podría acudir a un auditorio de estos, porque aquí están los rectores y las fuerzas vivas de las universidades.

Si este Gobierno hubiera censurado libertades en la universidad, si hubiera restringido su autonomía, si hubiera impuesto fundamentalismos ideológicos. Este Gobierno ha respetado plenamente la libertad de la universidad. Lo que este Gobierno no puede admitir es que se utilice la universidad para fomentar la violencia. Eso no lo podemos admitir.

Entonces yo sí he dado una orden: así como el Gobierno tiene la orden de respetar totalmente la autonomía universitaria, la Fuerza Pública de Colombia tiene la orden de no permitir violencia en las universidades. Y yo tengo que asumir esa responsabilidad. Y es una orden que no he dado subrepticiamente sino abiertamente.

Eso es lo que molesta a algunos, pero esa es la garantía para las grandes mayorías.

Ahora, yo no podría hablar ante este auditorio, si la orden hubiera sido anular la libertad en las universidades.

Justamente, para evitar que los violentos sigan anulando la libertad en las universidades, por eso la orden ha sido que allí, donde vaya a haber violencia en una universidad, donde se esté presentando violencia en una universidad, hay que entrar a capturar los violentos.

La justicia colombiana es independiente del Gobierno. En muchas ciudades colombianas se han judicializado personas, no por sus ideas, personas de las universidades, no por lo que están diciendo, sino por actos violentos, porque muchos, o unos pocos, hicieron muchos daños, vinculados con la guerrilla, infiltrados por la guerrilla y otros por los paramilitares.

Y eso no lo podemos permitir. Hay que escoger, nosotros hemos escogido: la universidad tiene que ser para la ciencia, para la libertad. Yo creo que la universidad es la caja de resonancia, que recibe los problemas sociales de la comunidad colombiana, y tiene que producir recetas, en una acción de réplica sobre la sociedad colombiana.

Y ha sido uno de nuestros principios fundamentales: unir la comunidad colombiana con la universidad, no alrededor de lo que piensa el Gobierno, que es pasajero, es accidental, es de turno, sino alrededor de lo que necesita la sociedad colombiana y de aquello que la universidad le puede recetar a la sociedad colombiana.

Estos jóvenes tienen todas las libertades en Colombia, menos la libertad de hacer violencia. Quería dejar eso en claro.

La palabra confianza

Ustedes llegan a un país que está buscando confianza, confianza para que los jóvenes puedan vivir en el país, estudiar en el país, confianza para que en este país pueda a ver inversión, confianza para que en este país haya emprendimiento, confianza para que en este país superemos pobreza, superemos inequidad.

Esa es la palabra clave de nuestro Gobierno.

Para que no quede la menor duda, en todas partes enfrentamos un conversatorio o un debate, estos jóvenes se tienen que preparar no para hacer bochinches contra el Presidente de la República, sino para debatir.

En cualquier parte, para tener una dinámica democrática muy rica, para alimentar el pensamiento colombiano.

Sustentamos la palabra confianza en tres pilares que busca el Gobierno: seguridad desde la democracia, inversión desde la responsabilidad social y política de cohesión social desde las libertades. Respetamos profundamente la diversidad.

A medida que haya confianza, se fortalecen los pilares. Si se fortalecen los pilares, hay más confianza. Ahí vemos una relación, mutuamente dependiente, entre la palabra de la cúspide, que es confianza, y los pilares que la sostienen.

Pero también horizontalmente, entre los tres pilares, hay una gran relación. La seguridad desde la democracia como valor democrático y fuente de recursos que es, es un presupuesto necesario, totalmente necesario para la inversión.

Si la inversión se da como lo exigimos, con responsabilidad social, eso tiene que ayudar a que el país construya equidad y supere pobreza.

Veamos la responsabilidad social en tres acepciones, distinguidos visitantes y asistentes.

Primero, transparencia en las relaciones entre el Estado y los inversionistas. Nuestra vocación de enfrentarlo todo en público, es para sentar un precedente de que aquí no hay nada que ocultar, de que aquí procedemos con total transparencia.

Segundo, responsabilidad de la inversión con las comunidades, solidaridad con las comunidades, especialmente en materias como el medio ambiente.

Y tercero, fraternidad laboral. En un país que ha sufrido tanto la violencia, nosotros creemos que las relaciones laborales no se pueden regir por el odio de clases, tampoco por el capitalismo salvaje, sino que hay que crear un gran entendimiento solidario entre empleadores y trabajadores.

Nosotros tenemos una justicia independiente. Aquí apoyamos tanto a las Fuerzas Armadas como les exigimos. Aquí hay muchos soldados y policías en la cárcel, funcionarios, congresistas. Aquí no hay inmunidad para nadie.

Cuando el estudiante dice, acusa de uno u otro asesinato, aquí nada se oculta, todo se investiga.

Y las Fuerzas Armadas de Colombia son profesionales, adheridas a los Derechos Humanos. En este país los grandes violadores de los Derechos Humanos han sido los grupos terroristas.

La acción rescatante de los Derechos Humanos ha sido la acción de Seguridad Democrática con dos instrumentos: la Constitución y las Fuerzas Armadas. Aquí no hay inmunidad ni impunidad.

Si un policía de la Patria, un soldado de la Patria -y a todos los respaldamos inmensamente- comete una violación de Derechos Humanos, va a la cárcel, como están hoy muchos en la cárcel.

Este Gobierno ha sostenido la tesis de que en una democracia de opinión -a lo cual contribuye profundamente el estamento universitario- un proyecto de seguridad es sostenible si es eficaz y si es transparente. Y la transparencia depende básicamente de su adhesión a los derechos humanos.
Cohesión social

Y estamos haciendo un gran esfuerzo en construcción de cohesión social. La cohesión social se convierte en el gran legitimante de la seguridad y en el gran legitimante de la inversión.

Nuestra política de cohesión social tiene objetivos muy claros: nosotros encontramos la pobreza en el 60 (por ciento), aspiramos en el 2010, cuando termine el Gobierno, esté no por encima del 35 (por ciento). Estamos haciendo todo el esfuerzo.

Encontramos el desempleo en el 20 (por ciento), está en el 11, esperamos dejarlo en el 8 (por ciento.

Hemos tenido un crecimiento grande en afiliación a la seguridad social, donde vamos bien en salud y en riesgos profesionales, todavía muy atrasados en afiliación a pensiones, lo que ha implicado un altísimo costo para el Estado colombiano.

Estamos haciendo un gran esfuerzo en materia educativa, un gran esfuerzo en materia de salud. Este país tiene 44 millones de habitantes, ya tiene 38 millones con seguro de salud. Estamos buscando que los 44 millones estén con seguro de salud. Todavía tenemos problema en los planes obligatorios de salud, todavía hay un sector subsidiado, cuyo seguro es un seguro con limitaciones. Esas limitaciones las tenemos que superar. Y problemas de calidad, pero estamos haciendo todas las reformas que nos indican para poder avanzar en calidad.

Tenemos un gran proceso de financiación de los sectores populares, con una gran ayuda de universidades, de programas de emprendimiento de universidades, con una gran ayuda del sistema de formación para el trabajo de Colombia, que se llama el Sena (Servicio Nacional de Aprendizaje).

Cuando este Gobierno empezó, la cartera en poder de los microempresarios colombianos representaba el uno y medio (por ciento) de la cartera total, hoy representa casi el 6 por ciento.

Estamos haciendo un gran esfuerzo para atender víctimas del terrorismo. Hoy tenemos más de 135 mil víctimas registradas, a quienes tenemos que reparar.

Un gran esfuerzo para reinsertar integrantes de los grupos terroristas. Este país tenía 60 mil terroristas. A uno le hablaban de ETA de IRA, el uno con 118 terroristas el otro con 200. En este Gobierno se han desmovilizado 48 mil.

Yo le pregunto a los dirigentes de El Salvador, ¿cuántos se desmovilizaron cuando se desmovilizó la guerrilla? Unos dicen que 2 mil 400 en un proceso, 4 mil en otro. Le hago una pregunta semejante a Guatemala, también muy pocos. Aquí, en los años noventa, 4 mil. En este Gobierno 2002 - 2008 se han desmovilizado 48 mil.

La reintegración de todos a la vida constitucional es muy difícil, muy compleja. En esa tarea también nos encontramos.

Resultados y metas en educación

Tenemos unas metas exigentes en educación. Primero, lograr una cobertura en educación básica; teníamos una cobertura del 78 (por ciento), hoy está en el 94.

Segundo, una gran meta en educación universitaria, a la cual ya me referí. Hemos pasado del 22 (por ciento) al 30; la meta en el 2010 es del 34 por ciento.

Tercero, una gran meta de cobertura en formación técnica, en formación tecnológica y en formación vocacional. En este país se capacitaba en formación vocacional a 1 millón 100 mil colombianos al año, este año debemos capacitar 6 millones.

En la institución estatal que se financia con un impuesto de nomina de los empleadores -pagan el 2 por ciento para la institución estatal que se llama Sena- este año debemos capacitar 6 millones de personas. Hemos pasado de 5 millones de horas de enseñanza al año, este año debemos dar 16 millones de horas de enseñanza, todo gratuito, allí es todo gratuito.

Y ya estamos llegando allí a 200 mil estudiantes en formación titulada. La meta es terminar el Gobierno con 330 mil.

Y gracias a lo que ha hecho la Ministra y su equipo, es un equipo profesional, prácticamente ajeno a la militancia política, que ha podido desempeñar su tarea con plena libertad, con plena libertad, como lo han podido desempeñar los rectores de Colombia de todas las universidades, y aquí supongo que están todos.

La Ministra y su equipo han introducido muy bien la educación por fases. Eso nos ha ayudado a superar la bulia de los jóvenes colombianos por las técnicas y por las tecnologías. Entonces, la posibilidad de integrar la técnica y la tecnología con la educación superior, ésta con el postgrado, con el master, con la maestría, con el doctorado, con la extensión, eso ha ayudado muchísimo. Y ahora estamos integrando hacia el bachillerato, hacia abajo.

Ahora lo que estamos buscando es avanzar hacia una meta que este país en algún momento debe conquistar: que la educación superior y técnica y tecnológica, estén integradas con la educación secundaria, que el bachiller salga con un gran estímulo para sus competencias profesionales o para sus competencias laborales, y que pueda continuar estudiando o trabajando o haciendo ambas cosas.

Estamos haciendo un inmenso esfuerzo en calidad y en pertinencia. La señora Ministra, sus compañeros en el Ministerio podrán hablar con ustedes todos los esfuerzos que están haciendo en calidad. Los exámenes, las pruebas para egresados, lo que se está haciendo para aumentar el número de profesores con maestría, con doctorado, la certificación de los programas universitarios. Vamos a terminar el Gobierno con el ciento por ciento de los programas universitarios certificados, y con un buen porcentaje con la certificación de alta calidad.

En materia de investigación científica todavía tenemos muchas deficiencias presupuestales, pero a pesar de ello muy buenos logros investigativos. En medio de todas las dificultades que Colombia tiene -nosotros no ocultamos los problemas, distinguidos visitantes- aquí ha habido una alta productividad de investigación, porque en los ambientes académicos se suele hablar de cuánto dedica un país de su Producto (Interno Bruto) a la investigación, pero no se acostumbra a hablar del resultado de la investigación. Aquí con pocos recursos ha habido un gran resultado investigativo.

Estamos haciendo todo lo posible para que rápidamente, en investigación este país se invierta el 1 por ciento del PIB, se había caído al 0.22, lo hemos recuperado al 0.48 (por ciento), 0.60. Consolidando todos los esfuerzos que se hacen, se han introducido los incentivos pertinentes, y confiamos llegar rápidamente a la meta del 1 por ciento.

Se está haciendo una reforma en el Congreso de la República para que el instituto estatal Colciencias quede convertido en un departamento administrativo, prácticamente a rango de Ministerio. Eso le facilita la interlocución y le permite producir mejores resultados. Además, con unas obligaciones presupuestales muy exigentes. Eso debe ser ley en los próximos días.

El Ministerio, los rectores, los equipos de las universidades, han fomentado mucho las redes de investigación.

El país empieza a encontrar un gran apoyo en materia de conectividad. En nuestro primer Gobierno nos desatrasamos en telefonía celular, pasamos de 4 millones de aparatitos, hoy tenemos 32 millones. Y en este segundo Gobierno estamos haciendo todo lo posible para desatrasarnos en conectividad, en banda ancha, pensando fundamentalmente en los sectores sociales, en educación, en salud.

Un país con tanta comunidad remota, con dificultades de acceso, con tanta necesidad de educación técnica, tecnológica, universitaria, tiene en la educación virtual a distancia una gran posibilidad. Trabajamos en esa dirección.

En materia de pertinencia creo que es fundamental lo que ha hecho la Ministra y su equipo, creando el observatorio laboral de los egresados universitarios, que le da claras señales a padres de familia, a comunidad universitaria y a aspirantes a la universidad, de cómo va la relación de los programas ofrecidos con las demandas comunitarias.

El último observatorio dio los siguientes resultados: en las carreras observadas, el 83 por ciento de los egresados, estaba ya afiliado al sistema general de seguridad social en Colombia; de cada 100 personas graduadas en 2005, 77.3 estaban cotizando al sistema de seguridad social, un año después de haberse graduado.

De los graduados en el 2006 88,4 cotizaban al sistema un año después de haberse graduado; cotizantes recién graduados de formación técnica profesional han pasado del 66 por ciento al 81 por ciento; en el nivel tecnológico del 77 al 87 por ciento; se observa un mejor comportamiento en los ingresos de técnicos y tecnólogos que en educación superior, pero se anticipa que eso no es sostenible, que finalmente el técnico y el tecnólogo tienen que completar sus estudios con la educación superior para poder tener sostenibilidad en el mejoramiento de sus ingresos y de su calidad de vida

Creo que sobre todos estos aspectos podrán hablar en detalle en las diferentes mesas.

Nosotros consideramos que el país debe vivir en una revolución educativa permanente, en un permanente ajuste educativo.

Es un país muy descentralizado. El 52 por ciento de la inversión en Colombia del gasto público lo hacen las regiones.

Este país se elige por votación popular 1.100 alcaldes, 32 gobernadores. Tienen sus asambleas regionales, que son las Asambleas Departamentales, y cada municipio tiene su Concejo Municipal.

Esas entidades locales y regionales hacen el 52 por ciento del gasto público, y tienen amplia autonomía en materias tales como salud y como educación. Y por supuesto, las universidades también tienen autonomía derivada directamente de la Constitución.

Para nosotros el esfuerzo en educación es un esfuerzo en productividad, es un esfuerzo en competitividad, es un esfuerzo en mejoramiento del ingreso, es un esfuerzo en superación de pobreza, es un esfuerzo en construcción de equidad.

Es muy difícil entender la relación entre el esfuerzo educativo y la superación de pobreza, porque siempre hay un largo intervalo. Hay un largo intervalo entre la superación del esfuerzo y el momento en que se cosecha el resultado. Pero hay que perseverar.

Les agradezco inmensamente a ustedes haber escogido a Colombia para esta gran reunión, este Cres (Conferencia Regional de Educación Superior) 2008. Les deseo todos los éxitos.

Encuentran un país que los recibe con mucha felicidad, con alborozo.

No saben ustedes lo importante que es para Colombia, que ha sufrido tantas dificultades, tener una comunidad educativa internacional como ustedes haciendo presencia en este país.

Queremos amistad con todos los pueblos del mundo. Somos muy dados al debate, pero creemos que finalmente el debate tiene que tener un trasfondo que es la capacidad de construir fraternidad.

Si el debate es para agudizar antagonismos no sirve. Si el debate es para buscar opciones, puntos de encuentro, todos los días construye.

Creemos que la única verdad asequible al ser humano es la relativa, y que la verdad relativa mejora en grados si hay libertad y si hay permanente discusión. La libertad como presupuesto para la discusión, hace que la discusión sea el canal que conduce a superiores niveles de verdad relativa.

No les voy a ofrecer excusas por el incidente con los muchachos, comprendan, ustedes vienen de la comunidad universitaria. Este país necesita eso: estimular el debate, para que aquellos que tienen nostalgias de violencia, se olviden de la violencia.

Muchas gracias”.
 
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