“Quiero saludarlos con mucho afecto. Este es una actividad bastante democrática en la Patria. Una actividad indelegable. Una actividad donde se expresa la capacidad de trabajo de los colombianos.
Ustedes tienen que vivir las 24 horas trabajando en una oficina. Cuando se inventaron el celular les dañaron el sueño. Y les acabaron de dañar el sueño porque la Seguridad Democrática los ayudó y los perjudicó. Porque antes se podían dormir desde las 2:00 de la tarde; ahora ya tienen que pasar las 24 horas en vela, haciéndole seguimiento a esos buses en las carreteras.
O sea, mi general Paredes (general Luis Felipe Paredes Cadena, Comandante de la Primera División del Ejército Nacional) y mi coronel Lara (coronel Roque Ángel Lara, Comandante del Departamento de Policía Magdalena), ustedes siempre les van a tener que ofrecer unas excusas a los transportadores porque les han dañado el sueño.
Pero bienvenido ese daño del sueño y démosle un aplauso a los soldados y policías de la Patria.
Un momento difícil por este problema del precio mundial del combustible. Bien difícil. Lo comprendo.
Pensando el país a futuro, veo que el sector de ustedes es bien promisorio. Es un sector en el que sus propios actores, ustedes mismos, deben tener toda la tranquilidad. Y lo voy a decir por dos o tres razones:
Primero: Esta Patria ha dependido mucho del avión, la Seguridad Democrática, el mejoramiento de las carreteras. Creo que nos van a producir una tendencia de mayor participación de vuelos y pasajeros internacionales, que lo que tradicionalmente han tenido en el conjunto total de vuelos y pasajeros que se transportan en Colombia, por vía aérea internacional y domésticamente.
Yo creo que en la medida en que se consolide la seguridad, en la medida en que se mejoren las carreteras, vamos a tener una tendencia en la cual el transporte que ustedes representan tendrá mayor crecimiento que el transporte aéreo doméstico. Todos seguirán creciendo, pero puede tener más crecimiento el de ustedes, que ha tenido un crecimiento fabuloso en los últimos años.
Ministro (de Transporte, Andrés Uriel Gallego), ¿han pasado a cuántos millones de pasajeros transportados?
Ministro de Transporte, Andrés Uriel Gallego: Estaba en el 2002 en 68 millones, Presidente, y este año pasado movieron cerca de 175 millones, Presidente. La Terminal de Transporte de Bogotá, nada más, pasó de 12 millones.
Presidente Álvaro Uribe Vélez: Y otra razón que veo para esa afirmación, muy apreciados transportadores de mi Patria, es que este precio del combustible, que no parece coyuntural, una de las soluciones que tiene es la necesaria desmotivación del transporte privado individual y el traslado de sus usuarios al transporte público colectivo, que ustedes representan.
Si proyectáramos la Patria a futuro, veríamos, en proporción, más familias colombianas, en número creciente, renunciando a viajes en su propio vehículo y trasladándose al transporte colectivo, al que ustedes representan. No hay duda.
A eso se le suma el confort. Ustedes han hecho unas inversiones muy grandes en confort.
El doctor Marino (Marino Quintero Tovar, Presidente de la Junta Directiva de la Asociación Nacional de Transportadores) me decía que los buses que ustedes tienen hoy son unos aviones modernos rodantes.
Yo le preguntaba: ‘¿Cuánto se están demorando de Bogotá a Santa Marta?’. Dieciocho horas. ‘¿Cuánto se van a demorar por la Ruta del Sol?’. Doce horas.
Ministro, no me vaya a hacer quedar mal con lo de la Ruta del Sol.
Ministro de Transporte, Andrés Uriel Gallego: No vamos a quedar mal, señor Presidente. En septiembre tenemos previsto sacar la licitación de esa Ruta del Sol.
Presidente Álvaro Uribe Vélez: Yo estaba en una reunión en Bogotá y salí preocupado. Pensando en esta reunión dije: ‘Estos compatriotas están sufriendo mucho los rigores del combustible. Pero es un sector que, por obvias razones, tiene mucho futuro en la Patria’.
Quiero recordarles que estamos trabajando en tener más confianza en Colombia. Aquí en el vértice superior de la Patria, la palabrita que nosotros escribimos es confianza.
Y eso lo sustentamos en tres pilares: Seguridad desde la democracia. Cómo la comprenden ustedes, que les ha tocado ayudar a construirla. Ustedes son, en las carreteras de Colombia, los socios de los policías, de los soldados de la Patria. Ellos los han cuidado a ustedes. Ustedes son los testigos de los desvelos de ellos. Ustedes son los socios de las bombas de gasolina, de los montallantas, de los restaurantes.
Cómo les ha tocado a ustedes ese proceso de construir confianza en la Patria desde la Seguridad Democrática. Desde la inversión con solidaridad, con fraternidad laboral, con transparencia. Y desde la política social de Familias en Acción, de educación, de Banca de Oportunidades, de seguro de salud, que tanto le falta, pero que ahí vamos avanzando.
Y esos tres pilares se relacionan: Un país sin seguridad es un país sin inversión. Y un país sin inversión es un país sin prosperidad. Y un país sin prosperidad es un país que no alcanza a llevar a la realidad el discurso contra la pobreza.
A mí se me cayó la tintura del pelo en este ejercicio público. Y siempre me llamaba la atención que el discurso colombiano ignoraba la seguridad e ignoraba la inversión. El discurso político solamente hablaba de lo social y casi siempre se fracasaba en la práctica.
Y creo que ha habido dos razones fundamentales para el fracaso del discurso social en la práctica: la falta de compromiso con la seguridad y con la inversión. Eso es fundamental en el discurso político, en el compromiso político.
A su vez, si en lo social se va avanzando, la ciudadanía encuentra que se justifica plenamente la seguridad y que se justifica plenamente la inversión.
Combustibles
Déjenme referir, en primer lugar, al tema de combustibles. Ha sido muy difícil.
¿Creo que en el 2002, cuando nosotros empezábamos, estaba el petróleo entre 26 y 30 dólares, Ministro?
Ministro de Transporte, Andrés Uriel Gallego: Sí. En esas cifras aproximadamente, Presidente.
Presidente Álvaro Uribe Vélez: Entonces, dijimos: ‘No, en dos años se puede desmontar el subsidio’. Y cada vez que estábamos aproximándonos a desmontar el subsidio, otro salto y otro salto, inalcanzable. Y llegó a los niveles donde se ha puesto.
Es muy difícil predecir lo de combustibles, pero yo creo que hoy es menos difícil. Y les voy a decir por qué:
Porque en anteriores crisis de elevación de precios de petróleo, no había dudas en el mundo de que se irían a presentar severos problemas ambientales que ya hoy se están sintiendo. Y el mundo estaba confiado en reservas de petróleo.
Hoy hay esas dos preocupaciones. Nuestro planeta, nosotros, sus habitantes, hemos empezado a sufrir los rigores del calentamiento. Ya no es una teoría, sino un imperativo de vida enfrentar el calentamiento.
Y ya hoy se tiene duda de las existencias de petróleo. Los más entendidos antes se equivocaban en los pronósticos, hoy tienen menos riesgo de equivocarse y dicen que en 40 años no se podrá utilizar petróleo en el mundo, bien sea porque se haya agotado o porque la situación ambiental no lo permitirá.
Hace todavía 10 años, cuando el petróleo se subió a 15 dólares o estaba en 12 dólares, estudiosos internacionales decían: ‘Prepárense que se va a poner a 8 dólares’.
Y a los diez meses después, estaba a 20. Había mucho error en el pronóstico.
Hoy, con este problema del calentamiento global y con este problema de la escasez de reservas en muchos países del mundo, yo creo que va a ver menos error en el pronóstico. Y el pronóstico habla de unos precios caros de petróleo sostenidos. Yo veo esa preocupación.
Nosotros hemos descargado ese altísimo costo en el pueblo colombiano. Y eso duele.
Y a pesar de ello, no hemos sido capaces de alcanzar, con el precio al consumidor, el precio internacional. ¿Por qué? Nos quedan faltando cinco billones.
Y esos cinco billones los tiene que subsidiar el Estado. ¿De dónde salen? De las utilidades de Ecopetrol. Buena parte de esas utilidades de Ecopetrol nos las estamos gastando en el subsidio del combustible.
Y un compatriota me decía: ‘Pero Presidente, mire, cuando yo voy a la estación de servicio, tanqueo mi carro, hago cuentas a cómo me costó el galón, lo convierto a barriles de crudo y sí estamos pagando lo que vale internacionalmente’.
Lo que ocurre es que parte de eso que se paga allá en el surtidor va a la Nación y parte a los municipios. A la Nación va el IVA y el impuesto global al combustible. A los municipios y departamentos van dos sobre tasas.
Entonces, eso hace que no todo lo que paga el consumidor en el surtidor vaya a pagar el precio del petróleo. En el camino se queda una partecita para Nación, otra para los departamentos y municipios.
Por eso tuvimos que tomar una decisión en estos días. Tuvimos que tomar la decisión de que los impuestos, IVA y sobre tasas municipales y departamentales –IVA es de la Nación- no se liquiden por el valor real del petróleo que está en 130, 138 dólares, sino alrededor de 80 dólares.
Si la base estuviera de acuerdo con lo que está la cotización internacional del petróleo, por esos impuestos, por esa base liquidatoria que hemos frenado, tendríamos que hacer aumentos todavía más severos.
Con un problema, queridos amigos, apreciados compatriotas: en 2002, el país tenía reservas que le garantizarían la autosuficiencia apenas hasta 2008. Ya hoy estaríamos con las reservas tan menguadas que estaríamos importando grandes cantidades. ¿Qué hicimos? Reactivar esa política de petróleos.
El país que llegó a explorar 6 pozos por año, 10 pozos por año, el año pasado exploró más 70 y este año debe explorar más 100.
Hemos avanzado, pero no lo suficiente. Tenemos muchos pequeños hallazgos, pero todavía no hemos hecho un hallazgo grande. Necesitamos encontrarnos un hallazgo grande, que haya que sacarlo con una tubería muy grande. Todavía los hallazgos que hemos obtenido, los sacamos con pitillos. Y necesitamos unos hallazgos que haya que sacarlos con una tubería enorme, con una tubería de metros de diámetro.
Sin embargo, lo que hemos encontrado nos permite ya certificar la autosuficiencia del país hasta el año 2015. Confío que la Agencia Nacional de Hidrocarburos, en los próximos días, pueda certificar autosuficiencia hasta el año 2016. Ojalá antes de terminar nuestro Gobierno, este esfuerzo que se está haciendo en búsqueda de petróleo le produzca al país un hallazgo grande.
Gas
En gas: Colombia tiene hoy 10 millones de hogares y tenemos 4 millones 800 mil hogares conectados a gas. Hemos crecido enormemente en eso, pero tenemos poquito gas encontrado.
Mientras Bolivia, con 7, 8 millones de habitantes, tiene 70 millones de teras de gas, Colombia tiene menos de 7 teras de gas. Y la hermana Venezuela tiene 270 millones. Colombia menos de 7.
O sea que aquí también tenemos una dificultad en reservas de gas y un gran consumo. Cuando hicimos ese acuerdo con el Presidente (Hugo) Chávez, de venderle a Venezuela gas desde La Guajira a Maracaibo, que hoy se le vende, hoy le vendemos 150 millones de pies cúbicos por día, fue por solidaridad, porque ellos tienen tanto, pero no lo tienen aquí en lo que es el occidente de Venezuela. Y, también, con el compromiso de que en el 2012, cuando ellos hayan traído el gas hasta la ciudad de Maracaibo, por la misma tubería nos despachen gas a Colombia.
Por ahí tiene el país unas incógnitas en petróleo y gas y no hay más camino que seguir buscando aceleradamente.
Hemos transformado muchos vehículos a gas. Creo que tenemos ya unos 280 mil vehículos gas.
Los gobernadores han dicho, y con razón: ‘Bueno, todo vehículo que se transforma, es un vehículo que deja de pagar la sobre tasa. Porque cuando estaba en gasolina tenía que pagar la sobre tasa; al transformase a gas ya no paga la sobre tasa’. Y tienen razón.
Pero también el Ministro de Minas dice (Hernán Martínez Torres): ‘Con esta elevación de precios, ¿cómo nos vamos a poner a crearle otra sobre tasa a los combustibles, al gas?’. Y tiene razón.
Yo he sido partidario de compensarle ese ingreso a departamentos y municipios. Hoy me da miedo. Buena discusión para tener en el Congreso. Por que tienen razón los unos que quieren, justamente, más ingresos para sus entidades territoriales y tiene también razón el Ministro (de Minas) en preocuparse enormemente por el impacto en los precios.
Ojalá encontremos gas y podamos seguir el proceso de gasificación vehicular.
Creo que cuando nosotros llegamos había 30 mil vehículos a gas, en el 2002. Pasar de 30 a 280 mil vehículos a gas es un gran salto. Pero hay que entender que en el mismo periodo el país ha sumado a su parque automotor, más o manos, un millón 350 mil, un millón 400 mil nuevos vehículos. Lo que es un crecimiento enorme.
Biocombustibles
Estamos trabajando en otros proyectos de energía: los biocombustibles. Tenemos fe en sus desarrollos en Colombia. Hoy el país produce un millón, un millón 100 mil litros diarios de alcohol carburante y se esperan unas plantas muy grandes. Yo confió que Ecopetrol haga un buen anuncio, en las próximas semanas, en los Llanos Orientales; aquí también, en los departamentos de Magdalena y Cesar.
Y el sector privado tiene muchos proyectos en estudio y en el diesel también hay mucho proyecto para biodiesel. Confío en que a final de este año el país ya tenga, con las plantas que se están instalando, mínimo un millón de litros diarios de diesel de origen biológico, en este caso de palma africana.
Carbón y energía
Se ha aumentado la producción de carbón. Ojalá lleguemos rápido a tener tecnologías baratas, porque las actuales son muy costosas, para poder pasar del carbón al gas. ¡Ojalá! Es una necesidad.
Y en materia de generación de inversiones en proyectos de energía hay cosas muy buenas. Nosotros cambiamos instrumentos de política y esta mañana el Ministros de Minas dio la buena noticia que hoy se adjudicaron 4 ó 5 proyectos para generar 5 millones de kilovatios.
Se adjudicó Ituango, un millón 200 mil kilovatios; Porce 2, 400 mil; Miel 2, inversión privada española, 140 mil; Cucuana (Tolima), inversión privada española, 60 mil kilovatios; Quimbo (Huila) inversión privada, 400 mil y Sogamoso, Isagen, 800 mil.
A esto se le suma los que adjudicamos hace unas semanas. Uno aquí en Santa Marta de diesel marino o gas; otro en el departamento de Córdoba, de carbón y Amoya, en el Tolima, que suman 440 mil.
O sea que aquí tenemos, mal contada, la seguridad de generación en el país, en los próximos años, de 5 millones 440 mil kilovatios. Con una cosa buena: no invierte un peso el Gobierno.
Eso es muy bueno. Es la primera vez que el país logra que se vayan a hacer unas hidroeléctricas sin que el Gobierno invierta un peso. Porque todas, antes, se hicieron por cuenta del Gobierno y fue una de las causas que aumentó el endeudamiento del país: la construcción de todas las hidroeléctricas.
El Gobierno lo que les garantiza a estos proyectos es una cargo por capacidad de 13 dólares con 99 por megavatio. Generen o no. Desde que tengan la disponibilidad, el sistema le paga, a cada planta de esas, 13 dólares con 99 por cada megavatio”. |