Palabras del Presidente Álvaro Uribe durante el
Consejo Comunal en Popayán

 
Marzo 15 de 2008 (Popayán)
 

“Permítanme referir, antes de darle la palabra a nuestro Arzobispo, a dos temas: ¿por qué Colombia tiene el derecho a vivir sin grupos violentos? Y un segundo tema es un mensaje, especialmente a los maestros de la patria, sobre ese proyecto de referendo para modificar nuevamente las transferencias a las regiones y derogar el acto legislativo del año pasado. Les voy a pedir al Ministro de Hacienda y a Planeación Nacional que vuelvan a hacer una gran pedagogía en todo el país y en la televisión sobre el tema.

En Colombia, en 40 – 50 años de esta violencia, ha crecido mucho más la población que lo que el país se ha podido mejorar. Y hemos llegado a tener unos niveles de desempleo, de violencia y de pobreza, gravísimos. Miren cómo van de la mano violencia, desempleo y pobreza.

Estaba yo joven y las guerrillas hablaban de que Colombia necesitaba más democracia y justicia social. El país incorporó la elección popular de alcaldes, de gobernadores, una serie de mecanismos de democracia directa. ¿Y qué hicieron las guerrillas? Atentar contra la democracia.

Hablaban de que el país necesitaba reivindicaciones sociales, pero lo empobrecieron más. De aquí se fue la inversión. Crecía y crecía la población y no llegaba la inversión.

Esta mañana me decían unos compatriotas aquí, meseros de los hoteles, que en los últimos años han tenido mejor trabajo, mejores oportunidades de trabajo, gracias a la Seguridad Democrática.

Y vino la reacción paramilitar, con la misma crueldad, los mismos estragos. Cincuenta por ciento de las familias colombianas víctimas de esto, de unos y otros.

En dos semanas ya expediremos el decreto de víctimas. Un Gobierno comprometido a reivindicar a las víctimas.

Yo pregunto: ¿qué nos ha dejado esta violencia? Dolor en las familias, odios, pobreza, desplazados, narcotráfico, con toda la degradación moral y ética.

¿Qué bueno nos ha dejado? Nada. Nada.

La necesidad de Colombia de no tener grupos violentos

Por eso nosotros creemos que el país necesita todos los días avanzar más para no tener grupos violentos. Nosotros no queremos que los pueblos vecinos, hermanos, tengan grupos violentos. Y les tenemos que pedir ayuda. Así como nosotros estamos dispuestos a ayudar, también les tenemos que pedir ayuda a los pueblos hermanos, a los gobiernos de los países hermanos, para que Colombia no tenga grupos violentos.

Esa es una verdad. Lo discutido de ahora hacia atrás, es responsabilidad mía. Yo la he asumido, porque no puedo dejar que le trasladen esa responsabilidad ni a la Fuerza Pública ni al Pueblo colombiano. El mandatario tiene que asumir esa responsabilidad.

¿De aquí en adelante qué queremos? Comprensión del mundo, especialmente de los pueblos vecinos, hermanos, y de sus gobiernos, sobre la necesidad de Colombia de no tener grupos violentos. Y tenemos que pedirles ayuda a los pueblos y a sus gobiernos, para esto, como Colombia está siempre dispuesta a ayudar.

Avancemos en esa tarea, apreciados compatriotas. Es seguridad desde la democracia. En muchos pueblos de América Latina hubo búsqueda de seguridad, pero desde la dictadura. Eran gobiernos dictatoriales, que, en nombre de la seguridad, violaban los derechos humanos, suprimían las libertades. Aquí hay una búsqueda de la seguridad, pero desde la democracia.

Yo llegué anoche a Popayán con algunos de mis compañeros de Gobierno para asistir a los 70 años del periódico El Liberal de esta ciudad. Una muy sobria celebración en el Paraninfo de la Universidad, ese Paraninfo tan bello.

Y allí recordaba a muchos payaneses, caucanos. Al General Mosquera, al Presidente Valencia, al Doctor Víctor Mosquera.

¿José Obdulio dónde está? A ver si José Obdulio me ayuda con un recuerdo de un documento que tenemos en la Presidencia sobre el General Mosquera y Panamá. Porque es uno de los temas que no se ha reivindicado bien en la historia de Colombia: la manera como el General Mosquera intuía las relaciones con el Estado de Panamá. Porque creo que eso nos habría permitido mantener la unidad con Panamá y evitar lo que ocurrió en el año 1903.

Eso es simplemente para destacar la buena visión de los payaneses, de los caucanos. Porque ahora lo que tenemos es hermandad con Panamá.

Nos referíamos también anoche al Presidente Guillermo León Valencia. Patriota, por encima de sus convicciones partidistas. Yo diría que un gran precursor de la política de Seguridad Democrática, por su firmeza. Le faltó tiempo. Tuvo un ejercicio presidencial muy corto. Le faltó tiempo para haberle consolidado a este país la paz. Y cuánta violencia se hubiera evitado. Creo que el país no comprendió bien el carácter, el temple de Víctor Mosquera Cháux.

Este departamento ha sufrido mucho la violencia y ha tenido grandes líderes contra la violencia. Este departamento sí sabe cómo la violencia produce pobreza, desplazamiento, desazón, odio, dificultades.

Seguridad desde la democracia e inversión desde la responsabilidad

Seguridad desde la democracia. Eso ayuda a generar inversión. Y no es fácil. No se consigue de la noche a la mañana. Los inversionistas no ganan confianza de un momento a otro. Los proyectos no se preparan de un momento a otro. Los recursos no aparecen de un momento a otro. Eso necesita generar confianza.

Pero yo veo que ahí lentamente va despegando la inversión en el Cauca. Porque veíamos que no iba a ser uno de los primeros departamentos en empezar a recuperar inversión. Eso estaba advertido. Pero ya uno va viendo aquí un recuperar de la inversión.

Ahora, nosotros no queremos la inversión por la inversión, sino la inversión para recuperar empleo. Empleo de alta calidad, empleo con afiliación a la Seguridad Social.

Y esa inversión necesita muchas cosas. Lo que nos ha ayudado el Congreso. Por ejemplo, un nuevo hotel que se construya hoy en Colombia tiene 30 años de exención tributaria. Las nuevas Zonas Francas. Etcétera.

Todo eso, que son decisiones económicas creo que muy buenas, no produciría efectos si el mundo no percibiera que aquí se está haciendo un gran esfuerzo por la seguridad.

Construcción de cohesión social

La seguridad y la inversión, la seguridad con democracia y la inversión con responsabilidad social, tienen que permitirnos avanzar en cohesión social, en justicia social.

Uno tiene que escoger si lo social lo dedica simplemente a un discurso político sectario y no hace nada en la práctica, o se hace en la práctica.

Nosotros ya tenemos en el país millón y medio de Familias en Acción. ¿Cuántas hay en el Cauca? ¿86 mil? Y estamos haciendo todo el esfuerzo a ver si duplicamos el número de Familias en Acción el año entrante.

Y tenemos 66 mil Familias Guardabosques. En todo se necesita mucho más. No vayan a creer ustedes que el Gobierno piensa que estamos en un paraíso. No. Estos son progresos en un país que necesita mucho, mucho más.

A mí me dicen: “Presidente, usted sí que es cansón. Cada ocho días la entrega de créditos. Y usted repite lo mismo, Presidente. Casi que se puede quedar dormido y empieza a hablar dormido, a repetir lo mismo: que paguen a tiempo, que quiénes reciben el crédito la primera vez, que quiénes están en la usura, que quiénes tienen empeñado un anillo”.

Pero es que si uno no es insistente, no sale adelante. Entregarles crédito a los ricos es muy fácil. Se lo mandan por teléfono y ahora por Internet. Conseguirles crédito a los pobres es muy difícil.

Y las mamás nos enseñaron: “La constancia vence lo que la dicha no alcanza”. O sea que esto es de constancia, de esfuerzos.

Pero ahí vamos en las tres cositas. Grábense tres cositas para Colombia: seguridad desde la democracia, inversión desde la responsabilidad social y construcción de cohesión social.

Si queremos un país próspero, y además justo, requerimos un país seguro. Por eso esa insistencia.

Las Transferencias

El segundo tema al que me quiero referir es el del referendo. Les voy a hacer un llamado a los maestros y a sectores del Polo Democrático y del Oficialismo Liberal, que han venido impulsando este referendo, porque nosotros tenemos que decir: “Hombre, sería muy grave”.

El año pasado el Congreso y el Gobierno hicieron un enorme esfuerzo. Las transferencias este año se aumentan en dos billones. Un gran aumento.

Los municipios de menos de 25 mil habitantes tienen un gran aumento, y además, para cada uno, 450 millones más.

Acepto que no es suficiente. Pero es que en Colombia el problema es que a todas las entidades les faltan recursos. Le faltan recursos a la Nación. Les faltan recursos a los departamentos, a los municipios.

Y esto es un proceso. Creo que estamos bien, pero no en un paraíso. Hemos mejorado. Hemos reformado 419 entidades del Estado.

En medio de controversia, pero valerosamente, la Gobernación del Cauca reformó el sistema de salud del departamento. En medio de controversia, que eso es muy difícil. Pero es lo que les corresponde a los líderes: no dejarse opacar ni apabullar por la controversia, sino sacar adelante aquellas reformas que se consideran necesarias para la comunidad, a pesar de la controversia.

Como iba la salud del Cauca, era insostenible. No había recursos para pagarla. Esas reformas hay que hacerlas.

Ahora, lo importante es que ahora nos dediquemos, así como ha habido que corregir excesos sindicales y la politiquería, también hay que corregir abusos de cooperativas, que no podemos permitir. Hay que lograr allí un gran equilibrio. Un gran equilibrio.

Hemos hecho un gran esfuerzo con esas transferencias. Pero si volvemos a la Constitución del 91 quebramos a la Nación. Nosotros recibimos la Nación con un endeudamiento del 50 por ciento. ¿Cómo se mide eso? Se suma todo lo que el país produce, se suma todo lo que el país debe, el sector público, y se saca la relación de lo que el país debe, en función de lo que el país produce.

De cada 100 pesos que producíamos, debíamos 50. Hoy debemos 28. Todavía debemos mucho. Ahí rebajando ese 28, va a ser más difícil, más difícil.

De cada 100 pesos que producíamos, al presupuesto nacional le faltaban 7,5. Todavía le faltan 3,3.

¿Ustedes saben cuánto le tenemos que girar este año al Seguro Social? ¿Quiénes de los aquí presentes son jubilados del Seguro? ¿Les han pagado cumplido?

Les han pagado cumplido. Pero miren lo que cuesta. Este país les ha quedado bien a los jubilados, en medio de una crisis tremenda. El Seguro tiene este año que pagarles a los jubilados más de 8 billones, pero el Seguro no recauda sino 2. ¿Quién le da el resto de la plata? El Gobierno Nacional le tiene que dar 6 billones 400 mil millones al Seguro este año.

Entonces el Gobierno Nacional tiene unas limitaciones muy severas. Y además de las transferencias, al Gobierno Nacional le exigen vías. A cada alcalde hay que darle este año, el entrante y así sucesivamente, 145 millones para atender sus vías locales.

Vías de competitividad, de las que vamos a hablar hoy. Sistemas de movilidad, Trasmilenio, en unas ciudades en que avanzan. Sistemas de movilidad, en una ciudad como Popayán, que tenemos que financiarlos y que es uno de los retos en que estamos. Lo que se va a anunciar aquí hoy, lo del Ministro de Minas. Que la gasificación. Que la línea de interconexión al Pacífico. Todo eso cuesta.

Me dicen: “Que lo hagan las regiones”. Hay unas obras que si no las hace el Gobierno Nacional, las regiones no las hacen. Y eso se ve en todo el mundo.

Entonces hay que tener mucho cuidado. Nosotros vamos a manejar ese referendo con argumentos, pero hablándole muy claramente al pueblo colombiano, porque eso no se puede aprobar.

Lo peor para la descentralización es quebrar a la Nación. Con la Nación quebrada, ¿qué nos ganamos que digan: hombre, no les transfieran 6 a los municipios y a departamentos sino 10, si no se puede?

Entonces aparece un triunfo político, y a los tres días, apenas no haya la plata para girar, una frustración.

Hemos venido haciendo estos aumentos, como el aumento que se hace este año. Y el país definió en la Constitución que, para el año 2016, las transferencias crecerán en la misma proporción en que crezcan los Ingresos Corrientes de la Nación.

Pero miren las paradojas de la vida: mientras hay unos inconformes proponiendo ese referendo, que porque se necesitaba regresar a la Constitución del 91, otros también están inconformes que porque el Gobierno se excedió aceptándole al Congreso de la República un gran aumento en las transferencias para los departamentos y municipios.

La economía en el mundo no está para jugar

Tenemos que crear una gran sensibilidad colombiana sobre el tema. Y no estamos para jugar con la economía. Nosotros, en alguna forma, somos una economía muy dependiente. No de un país sino de muchos.

Cualquier fracaso en un país vecino, es un fracaso para nosotros. Si nosotros fracasamos, es un fracaso para nuestros vecinos. Esta ya no es una economía dependiente exclusivamente de lo que pase en Estados Unidos, como se decía cuando yo era estudiante universitario. Se ha venido disminuyendo la dependencia frente a Estados Unidos e incrementando frente a otros países. Con la Comunidad Andina, con Venezuela, tenemos una interdependencia profunda. Cualquier daño aquí, causa daño allá. Y al revés.

Con Estados Unidos, una gran interdependencia. Con Europa. Con los mercados asiáticos.

Y la economía del mundo este año no está para jugar. Petróleo a 107 dólares. La gente con miedo se ha dedicado a comprar oro, los que tienen platica. Yo tengo 55 años y no recuerdo. No sé, Ministro Holguín, ¿usted recuerda una época del oro a mil dólares la onza troy? ¿Ministro Hernán Martínez? Llegó estar a 600, a 700. Yo no recuerdo el oro a mil dólares la onza.

Una gran inflación en el mundo. Esta semana había una queja de los harineros, los productores de pan, los panaderos, por el costo de esa harina.

Entonces he llamado con mucha preocupación al Ministro de Agricultura. Teníamos el trigo a 150 dólares la tonelada. Está a más de 400. Los fertilizantes, costosísimos.

El petróleo ha jalonado todo eso. Muchos países están sacrificando área agrícola de alimentos para producir allí productos agropecuarios que generen energía, por el costo del petróleo.

La crisis de hipotecas en Estados Unidos. Allá se pusieron a prestar sin límite y sin requisitos, ablandaron la vigilancia y vino una tremenda crisis. Los apartamentos dejaron de subir de precio. La gente que los compró, que pensaba venderlos y ganarse una plata, no pudo hacerlo. No pudieron recoger una utilidad, empezaron a quedar mal y ha venido esa crisis, esa crisis de las hipotecas. Y eso haciendo daños en el mundo entero.

Nosotros tenemos que ser cuidadosos. Ese es otro elemento para no entrar ahora a jugar con la economía colombiana, con temas como este referendo que se ha propuesto. Eso le crearía mayores dificultades a la economía colombiana. Lo digo amablemente al oído de los maestros de la patria.

Otros esfuerzos que se están haciendo

Y se están haciendo grandes esfuerzos en educación. Este año la Ministra ha logrado que haya gratuidad para 4 millones de niños en Colombia. Se les entrega a las escuelas, ahora en mayo, 30 mil pesos por estudiante, de estratos 1 y 2. Para 4 millones de niños, eso vale 120 mil millones.

Se está empezando a dar el aumento salarial a los maestros de nuevo escalafón.

Hay otros 19 mil millones para departamentos que tienen todavía problemas en la parte administrativa de la educación.

Se han aumentado los recursos de Ley 21, para poder construir más colegios, donde hay enormes dificultades.

Y detrás de eso vienen los nuevos esquemas de conectividad, porque un colegio que no tenga hoy Internet, pero Internet potente, de gran velocidad…

¿Qué dice Ministra?

Ministra de Comunicaciones, María del Rosario Guerra: Un crecimiento del 55,4 por ciento en un año.

Presidente de la República: ¿Tenemos el dato de cómo van a quedar Popayán en eso?

Ministra de Comunicaciones: Cauca tiene 560 instituciones conectadas y Popayán tiene un número también importante de instituciones. Tiene 92 sedes educativas conectadas.

Presidente de la República: Pero esa es la parte medio llena del vaso. ¿Y la parte medio vacía?

Ministra de Comunicaciones: Todavía le falta efectivamente. Todavía tenemos cerca de un 15 por ciento de la matrícula. Nos falta un crecimiento superior. Pero desde el 2002 al 2007, se han invertido casi 60 mil millones en el departamento. Y aspiramos, en este año y hasta el 2010, 41 mil más. Va a quedar un grupo importante. Vamos a llegar a una matrícula cercana, superior al 60 por ciento.

Presidente de la República: Entonces entiendo que no estamos en un paraíso, pero venimos haciendo grandes esfuerzos de mejoramiento. Les pediría a los profesores colombianos esa reflexión.

Y vamos a seguir, año tras año, bregando a ver cómo se mejora. No ha sido fácil financiar millón y medio de Familias en Acción. No es fácil llegar a tres millones, que es nuestra meta. Si esto ha cambiado algo con millón y medio de Familias en Acción, tiene que cambiar mucho con tres millones.

Si esto ha cambiado algo con los créditos del Banco de las Oportunidades, tiene que cambiar mucho con cinco millones de créditos. Si esto ha cambiado algo con 800 mil ancianos atendidos, tiene que cambiar más si llegamos a un millón.

Pero eso impide quebrar la Nación. Por eso ese tema del referendo. Entonces esos eran los dos temas que quería hablar hoy: por qué Colombia necesita vivir sin grupos violentos. Por qué necesitamos la ayuda de los países hermanos. Y por qué debemos defender lo que se ha hecho en transferencias y darles argumentos a quienes han apoyado ese referendo para disuadirlos, especialmente a los profesores. Creo que hay que hacer una campaña muy pedagógica sobre el tema.

Estamos listos para negociar la paz, pero con buena fe y sin odios

Alguien me dice a mí en la calle: “Presidente, pero ofrézcales la paz a estos grupos violentos”.

Sería lo mejor. Miren: cuando un presidente tiene que tomar una decisión de lanzar unas bombas, eso genera muchas dificultades y mucha controversia.

Un proceso de paz todo el mundo lo aplaude. Sería mejor estar negociando la paz con ellos. Desde Popayán, en esta víspera de Semana Santa, les queremos decir que ojalá hagan una reflexión y que estamos dispuestos a negociar la paz.

La historia de los pueblos hay que conocerla. Colombia ha sido un país muy generoso con quienes han delinquido. Siempre les ha perdonado. Lo que ha agregado nuestro Gobierno es severidad para enfrentarlos mientras estén delinquiendo, pero no ha quitado la generosidad histórica de Colombia para perdonar.

En este Gobierno se han desmovilizado 46 mil personas: alrededor de 12 mil guerrilleros y los otros paramilitares. Y creo que se les ha tratado con mucha generosidad.

El pueblo colombiano no sabe odiar. Lo que pasa es que se estaba confundiendo la generosidad del pueblo colombiano, su ausencia de odio, su capacidad de perdonar, con debilidad. Y ese es el camino que enmendamos.

Porque una cosa es perdonar y otra cosa es que crean que somos tontos. Una cosa es tenderles la mano a guerrilleros y a paramilitares, y otra cosa es que crean que nos van seguir engañando. Bobos, no. De ninguna manera. Estamos muy creciditos y hemos sufrido mucho.

Entonces si estos grupos quieren hacer la paz, para nosotros, mejor. Estamos listos.

Les pido que consideren una cosa: la tradición histórica de Colombia de perdonar. Uno como ser humano y como Presidente es un accidente, pero yo respeto esa tradición histórica.

Los colombianos pueden tener la seguridad que yo no le gasto tiempo a odiar. Al que odia le pasa lo que le ocurre a la vaca en el pantano: mientras más se pone a odiar, más se atolla. La vaca en el pantano, mientras más patalea, más se hunde, más se atolla.

El odio es muy mal negocio. Por eso uno no puede permitir que en su ser se incube el odio. Aquí hay toda la disposición, sin odio, para arreglar con estos grupos. Pero necesitamos buena fe, y rapidito. Sin malicia y sin cálculo y sin tanta teoría, que se sienten a negociar.

Es que a uno le dicen: es que se necesita una política teórica de paz. Y uno se pone a ver el pasado: ¿cuántas discusiones en el Caguán que por la agenda? ¿Cuántas discusiones que por el cronograma? ¿Cuántas discusiones teóricas de paz? Y mientras había esas discusiones allá, estaban secuestrando aviones y matando y explotando a 200 municipios que maltrataron con explosivos en ese período.

No. No. Aquí la paz necesita poca teoría y mucha buena fe. Si tienen buena fe, hablando poquito, nos sentamos y negociamos. Pero tienen que hacer esa apuesta ellos, porque el pueblo colombiano siempre la ha hecho.

Nuestro Arzobispo: por qué, Excelentísimo Monseñor Iván Antonio Marín López, no nos ayuda y por ese micrófono invite a los colombianos a esta Semana Santa en Popayán…


 
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