“Hemos oído una intervención muy completa de la señora Ministra de Educación (Cecilia María Vélez White), que nos ha resumido la política de educación de este Gobierno, los puntos de arranque, dónde vamos hoy y hacia dónde nos dirigimos.
Una muy completa radiografía del Icetex, presentada por su Directora, la doctora Martha Lucía Villegas Botero, también acompañada en la disertación de la señora Ministra, y las buenas noticias del Banco Mundial para Colombia.
Queremos agradecerle al Banco Mundial. Creo que la decisión de los créditos contingentes para nuestro país es bien interesante, en un momento de enormes dificultades de la economía mundial; hay pánico en la economía mundial. Si bien la economía colombiana está en mejores condiciones para estas presiones externas, de lo que estuvo anteriormente, todavía nosotros tenemos un alto endeudamiento, ha bajado del 50 al 28, pero ojalá lo pudiéramos seguir bajando mucho más; una situación de déficit todavía delicada.
Si bien en agosto de 2002, el déficit consolidado era del 4,2 y al terminar el año 2007 del 0,7, no hemos llegado todavía a una situación de equilibrio. Y el que más interesa, que es el déficit del Gobierno Nacional central, en el cual pesa mucho el giro que, por ejemplo, este año hay que hacerle al Seguro Social, que es de 6 billones 400 mil millones, para que el Seguro Social complete la capacidad de pagar las obligaciones a los pensionados, porque recauda aproximadamente 2 billones, pero necesita 6 (billones) 400 (mil millones) adicionales que le tiene que trasladar el Presupuesto.
Ese déficit del Gobierno Nacional central viene afectado por este tema; estaba en el 7 y medio, el año pasado terminó en el 3,3. Ojala pudiéramos seguir rebajándolo.
Vemos un año de preocupaciones en la economía mundial. Por ejemplo, aquí, la semana pasada se tomaron decisiones para eliminarles aranceles a materias primas, a alimentos, y hoy encontramos que la situación en el mercado mundial es bastante difícil. El trigo hoy no tiene arancel en Colombia y ha crecido enormemente su costo y el precio del pan. ¿Por qué? Porque la tonelada en el mercado mundial, que estaba a 150 dólares, está hoy a más de 400 (dólares). Para no citar si no ese ejemplo.
Entonces, esta decisión del Banco Mundial de apoyar a Colombia con créditos de contingencia la agradecemos inmensamente. Y le agradecemos muchísimo este segundo apoyo que le da al Icetex. Primero en 2003 y este nuevo crédito. Y con la nueva modalidad de plazo, porque tiene que haber una especie de paralelo, de sincronía, entre el mayor plazo y las mejores condiciones financieras que el Icetex le entrega a sus usuarios de crédito y las que él obtiene con su prestamista, en este caso el Banco Mundial.
Eso nos ayuda mucho, un crédito a 25 años. El Icetex queda protegido contra riesgos cambiarios. Lo único que me preocupa, que lo dejo aquí a consideración de la doctora Martha Lucía y de los distinguidos funcionarios del Banco, es que los desembolsos iniciales van a tener una tasa de interés alta. Al convertir esto en pesos, dada la cotización de tasa de interés hoy en Colombia, van a tener una tasa de interés alta. Yo creo que hay que procurar, si eso varía en el largo plazo, variarla. Porque como son unos créditos a 25 años, qué tal uno llegar al escenario extremo de soportar una tasa de contratación alta, que se mantiene alta todo el período y, sobre todo, cuando llegare a haber una diferencia entre esa tasa y la tasa del mercado.
Yo pediría que estudiemos la posibilidad de tener un mecanismo flexible para poder ajustar esta tasa, la inicial de contratación, a las variaciones que se dan en el mercado. Porque tener una diferencia entre la tasa que se le paga a la institución prestamista y la tasa de mercado en un corto plazo, es muy común, pero llegar a tenerla en un plazo de 25 años puede ser bastante delicado. Sería mí única respetuosa sugerencia, agradeciéndole inmensamente al Banco.
La doctora Martha Lucía fue Secretaria de Educación los tres años que yo tuve oportunidad de ser Gobernador de Antioquia. Allí cumplió una gran tarea. Fue el primer departamento que accedió a un crédito internacional con el Banco Mundial. Aquí está la doctora Martha Laverde, quien ayudó tanto a tramitarlo en aquella ocasión, de 40 millones de dólares para mejorar calidad educativa.
Y qué bueno que esa experiencia le haya también ayudado a esta gran tarea que viene haciendo en el Icetex y a tener una relación sumamente ágil con las entidades multilaterales.
Pero ella, además, le aporta a su tarea lo que hay que aportarle: amor, devoción. En el Icetex sí se puede leer hoy ‘Colombia es pasión’, porque allí hay pasión por la tarea, que la necesitamos los funcionarios públicos.
Los funcionarios públicos fríos, adormecidos, nada hacemos si no tenemos pasión por la tarea, y yo creo que la doctora Martha Lucía y su equipo del Icetex son un ejemplo de pasión por la tarea.
Quiero destacar logros muy significativos del Icetex. No hablemos hoy de los aumentos en número de usuarios, del aumento de cartera, de las variaciones en condiciones financieras otorgadas a los usuarios, plazos, tasas de interés, en todo eso hay un gran avance. Hablemos de otros logros bien importantes:
Primero, la reforma de la entidad. Es una de las 419 entidades que se ha reformado en este Gobierno. Eso le dio independencia, como se ha explicado aquí, del presupuesto central de la Nación. Entonces, ya esto no impacta, el espacio fiscal; ahora, la Nación entrega un aval, pero no es deudora directa del crédito; responde como avalista.
El Icetex ha pasado de tener caso 600 funcionarios a tener hoy 190. Creo que es una gran reducción dentro de la idea de Estado Comunitario, que los esfuerzos del Estado hay que llevarlos a responderle a la comunidad, no a tener gastos burocráticos. Porque lo que hemos visto es un Estado recargado de costos y deficitado siempre en aquello de servios a la comunidad. El Estado tiene que tener hoy menos costos y más resultados frente a la comunidad.
Creo que ha habido una mayor integración con las universidades. Esto ha sido la tradición del Icetex. Creo que se ha fortalecido ahora. ¿Por qué? Porque ya muchas universidades tienen su propia oficina para el Icetex. Entonces, en muchas regiones de Colombia ya no hay oficina del Icetex, sino que los muchachos acceden al Icetex, a través de la oficina que su universidad tiene dedicada para atender este tipo créditos. Eso ha ayudado muchísimo.
Y creo que lo que aquí se ha dicho de los costos administrativos del Icetex se han reducido sustancialmente, representan hoy menos del 2,8 de su presupuesto y con otros esfuerzos que vienen haciendo, de saneamiento de cartera, etcétera, y de crecimiento del servicio con los mismos costos, su peso relativo tiene que continuar la tendencia a la baja. Pienso que esto es muy bueno para el país.
Quisiera llamar la atención sobre lo siguiente: el primer responsable hoy de este crédito es el Icetex. Y es un crédito que se le traslada en condiciones muy favorables a los estudiantes colombianos. Nos toca hacer allí una labor pedagógica de sensibilización, semejante a la de la Banca de las Oportunidades, para que esa cartera no se nos deteriore.
Porque en el curso de este Gobierno vamos a pasar de una cartera de estudiantes universitarios de 500 mil millones a más de 2 billones; 2,3 (billones) en el 2010. Un crecimiento enorme de esta cartera. Hay que crear una gran sensibilización para el pago oportuno. Y yo creo que ese esfuerzo lo tenemos que hacer.
La Ministra nos ha hecho una exposición de todos los esfuerzos que se están haciendo en materia educativa.
En medio de tantas dificultades que tiene la Patria, yo me atrevería, con vanidad positiva para Colombia, decir lo siguiente:
Yo creo que Colombia es hoy uno de los países del mundo que está aplicando mayor entusiasmo a mejorar la educación. La educación es hoy una política prioritaria en el Estado colombiano. En el comparativo histórico, creo que la educación en este Gobierno ha escalado muchos escaños, como preocupación de Gobierno.
Y en el comparativo con otros países, la verdad es que uno sí ve a Colombia muy destacada en aquello de aplicarle todo el entusiasmo, todos los cinco sentidos a una política educativa. Yo creo que eso es muy bueno para Colombia.
Nosotros hemos venido trabajando tres objetivos de Gobierno, liderados por una palabra: Confianza. Si miráramos el Gobierno como una casita, en el techo estaría la palabra ‘Confianza’ y en las bases tres pilares: seguridad desde la democracia, confianza inversionista desde la responsabilidad social y cohesión social desde las libertades.
Esos elementos tienen, los unos frente a los otros, relación de causa determinante. Y los segundos frente a los primeros, relación de determinante de réplica. Bien importante. Uno sin seguridad no tiene confianza inversionista, así logre muy buen manejo macroeconómico. Y sin ambas cosas, sin seguridad y sin confianza inversionista, el discurso de lucha contra la pobreza se convierte en un discurso emotivo de campaña y en una gran frustración de gobiernos.
Y, a su vez, la acción de réplica la produce la cohesión social, porque es la que viene a legitimar los esfuerzos en materia de seguridad y en materia de confianza inversionista.
Todo eso está vinculado por el tema educativo.
Una nación que quiera tener un proyecto democrático de seguridad, la connotación democrática en la seguridad tiene profundas implicaciones.
Una cosa es la seguridad como doctrina de dictadura y otra cosa es la seguridad como valor democrático y fuente de recursos.
La seguridad como valor democrático y fuente de recursos, su sostenibilidad en el tiempo, requiere de una gran conciencia política, que se fortalece en la medida en que el país avance en educación.
La confianza inversionista requiere de un país altamente competitivo, que exige de la educación un aporte sustancial. Y la educación es lo que marca la diferencia, para saber si una política social es simplemente asistencial, paternalista, o es estructural. Esto es, que abre canales de ascenso social.
Si la educación tiene éxito, como líder de la política social, esa política social es estructural. Es la que abre canales de ascenso social, canales de movilidad, de la esencia de la democracia, lo que permite superar pobreza y mejorar las estructuras de distribución de ingreso.
Si la educación no tiene éxito, la política social queda simplemente como una política asistencialista, paternalista. Entonces, uno ve toda la educación como un hilo que va amarrando estos objetivos en los cuales venimos trabajando.
Tenemos obstáculos. Por ejemplo, ahora que estamos realizando en varias regiones colombianas una reunión con todos los alcaldes y gobernadores, para avanzar en educación, todos dicen: ‘Sí, muy bueno lo del Icetex, pero como se acreditó, entonces todo el mundo se vuelca a pedirle crédito al Icetex y hay un porcentaje frustrador muy alto’.
Nosotros hemos dicho, pasamos en este Gobierno de 60 mil usuarios del Icetex en el 2002 y aspiramos a tener unos 350 mil en el 2010. Eso es un gran crecimiento. La Ministra acaba de dar las cifras de cómo crece en Colombia el número de personas que se gradúan en bachillerato.
El país va a llegar en el 2010 al 34 por ciento más de cobertura universitaria, cuando venimos de un 22 por ciento. Entonces, todos los días va haber más presión por estos créditos; nos preocupa eso.
Los economistas le dicen a uno, cuando uno se queja de la reevaluación: ‘No, es que en parte eso es problemas de éxito, porque están captando mucha inversión extranjera’. Y aquí también le dicen a uno: ‘Lo del Icetex es problema del éxito’. A mí si me preocupa.
A mí me preocupa, porque uno no les puede decir eso a los muchachos y a los padres de familia que se quedan sin ese crédito. A eso hay que buscarle una solución.
Como veo tantos rectores aquí les traigo una mala propuesta:
Que buscáramos con los bancos multilaterales, y estoy seguro que el Banco Mundial lo hace, unos créditos directos del Banco Mundial a las universidades, para el objeto exclusivo de que las universidades, directamente, puedan financiar a sus estudiantes.
Entonces, cada universidad, además de tener un programa de integración con el Icetex, podría tener su propio Icetex, muchas lo tienen. Siempre que me reúno con algún rector me dice: ‘Nosotros tenemos tantas becas, tantos estímulos; nuestro fondo de crédito vale tanto’.
Pero yo creo que eso se pudiera crecer muchísimo, si buscamos que las universidades obtengan unos créditos directos, con instituciones como el Banco Mundial.
El Gobierno Nacional ayudaría a promover eso y a buscar mecanismos; y a buscar, de pronto, unos patrimonios autónomos, que les sirvieran de garante al Banco Mundial; que no fuera directamente el aval de Gobierno, sino un patrimonio autónomo, podríamos buscar qué destinar a ese patrimonio autónomo.
Yo les hago esa invitación.
Ahora, eso necesita emoción. (Abraham) Linconl decía que las grandes tareas primero necesitan emoción, después discutir las razones y, finalmente, los procedimientos. Porque si una discusión de estas empieza fríamente en el Consejo Superior de una universidad, esa universidad dice: ‘No. Cómo nos vamos a endeudar, cómo vamos a crecer más esto y cómo le vamos a pagar al Banco Mundial. Empezamos a tener problemas con esta cartelera y el Banco a cobrarnos’.
Entonces, si esa discusión es una discusión exclusivamente fría, de Consejo Superior, la decisión no se toma; si esa decisión la buscamos apasionadamente, para resolverle este problema a Colombia, que es crearle una gran posibilidad a futuro, yo creo que lo sacamos adelante.
El Gobierno estaría dispuesto a estudiar un conjunto de bienes que pudiéramos pignorar, en un patrimonio autónomo, al Banco Mundial, para garantizarles a las universidades su acceso a recursos del Banco, si llegaren a necesitar ese apoyo del Gobierno Nacional, a fin de que las universidades, cada una, puedan tener un gran Icetex.
Yo les propongo eso. Piénsenlo. No hay mejor método de enseñanza que una pequeña práctica. Si arrancáramos con una, dos o tres universidades…Y a propósito, de los aquí presentes, ¿habría alguno que quisiera arrancar?”.
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