Palabras del Presidente Uribe en la celebración de los 60 años
del periódico El Universal

 
Marzo 08 de 2008 (Cartagena, Bolívar)
 

“Con varios de mis compañeros de Gobierno acudimos esta noche, a celebrar el buen suceso que para la Nación se diera hace 60 años, cuando nació El Universal; a entregar a los directivos de esta casa periodística la condecoración de ‘Manuel Murillo Toro’, significativa por las circunstancias históricas y geográficas.

(Rafael) Núñez, fundamental en los antecesores de El Universal, no porque tuviera relación directa con el periódico, sino porque su impronta de principios se refleja también en el carácter del periódico, era combatido desde otras trincheras por Manuel Murillo Toro.

Hoy, en la vuelta de la historia, el uno aparece como bastión del carácter, de la rebeldía Caribe contra la inseguridad, la inestabilidad, y el otro como bastión de las libertades.

Fue ese 8 de marzo de 1948, a un mes del asesinato de Jorge Eliécer Gaitán, en el advenimiento de una época muy difícil de violencia larga que aun no hemos podido superar, cuando los doctores Domingo López y Eduardo Ferrer fundaron El Universal, orientado a defender las ideas liberales, consagrado durante 60 años como defensor de la democracia, de la libertad de información y de opinión, sin restricciones, con pluralismo infinito.

Comenzó su labor como miembro de la United Press con siete reporteros, quienes se turnaban las dos máquinas de escribir para redactar sus artículos.

Esta noche nos ha recordado el doctor Gerardo Araújo (gerente del periódico), algunos de aquellos que le han dado gloria a las letras, al pensamiento, a la cultura colombiana: (Héctor) Rojas Erazo, Gabriel García Márquez.

Nuestro Nóbel escribía aquí la columna ‘Punto y Aparte’, notas culturales y comentarios para la página editorial.

El periódico se comenzó a imprimir en una máquina llamada linotipia. En esa época todavía no se utilizaban los cabezotes en las páginas, y se presentaban problemas en la diagramación de las noticias, se mezclaban entre sí, cortándose en muchas su sentido.

En 1973 El Universal reemplazo su vieja linotipia, por una nueva que le compró a Vanguardia Liberal. En 1977 transfirió sus derechos a una sociedad llamada Editora Cartagena Ltda., de la cual formaron parte los doctores Fabio Morón Díaz y Gonzalo Zúñiga Torres, quienes pasaron a ser sus únicos socios, además de que venían vinculados años atrás como orientadores del mismo.

Con la compra de maquinaría nació una relación entre el propietario de El Universal y el de Vanguardia Liberal, que llevó a que en 1979 se fundara la Editora del Mar, que compró a El Universal. Entre sus accionista fundadores figuran los doctores Fabio y Darío Morón Díaz, Gonzalo Zúñiga y la Sociedad Galvis Ramírez, que venía con la antorcha libertaria de ese santandereano cumbre en la defensa del pluralismo de las libertades, cumbre del periodismo, el doctor Alejandro Galvis Galvis.

Esa compra dio un vuelco al periódico. Se puso al día con los avances tecnológicos que en el ramo de la impresión de periódicos se daban en el mundo, y que ya habían llegado a Colombia.

Para esa época la linotipia adquirida por el periódico se había vuelto obsoleta. Se importó una rotativa Offset de tres unidades. Pero las demoras para realizar la importación, adaptar las instalaciones a la rotativa y entrenar al personal para su puesta en marcha, hicieron que el periódico se tuviera que imprimir aproximadamente durante dos años y medio en El Heraldo de Barranquilla, que generosamente lo acogió en sus talleres.

En febrero de 1983, El Universal comenzó a imprimirse nuevamente en su antigua sede de Cartagena, con un tiraje de 700 ejemplares diarios. A partir de entonces se afilió a los servicios de un servis, para que le manejara su información contable.

En 1985 se introdujeron a las páginas del periódico las secciones de Córdoba y Sucre, con una gran visión para extender los límites del periódico a los límites naturales de la Región Caribe. Se produjo un aumento considerable en el número de ejemplares editados diariamente y en el número de páginas por ejemplar.

En 1986 hubo que adicionar cuatro unidades más a la rotativa, lo cual le dio la posibilidad de combinar mejor los colores en sus diferentes páginas, e imprimir el periódico en menos tiempo.

En 1998, ante el constante crecimiento del periódico se comenzó a construir una nueva sede. Se amplió sustancialmente el metraje físico que alberga a El Universal.

La parte operativa se había trasladado, adicionándole a la rotativa dos unidades más.

Hoy El Universal, gracias a la labor de Editora del Mar, es uno de los principales diarios de Colombia. Recogió e incorporó las experiencias de quienes estaban vinculados desde su fundación, como orientadores continuando con los ideales que motivaron su creación, y acentuando su condición de vocero e interprete de la comunidad.

Es imposible recordar a mis compatriotas, nombre a nombre, aquellos ciudadanos, valores humanos que han conformado la gran familia de El Universal, quienes le dieron origen y quienes entregan cotidianamente a los lectores el producto que se materializa en el papel y la tinta. A todos ellos rendimos un tributo de reconocimiento desde nuestra alma de combatientes de la democracia.

Colombia es tierra fértil para ejercer un periodismo con verdad. Aprendimos del apóstol de la Independencia, Antonio Nariño, que en la lucha de los hombres por las grandes causas, la palabra escrita es la proclama que eleva los corazones y garantiza la voluntad de lucha de los pueblos.

La prensa regional es demostración que desde lo local se puede ejercer influencia profunda sobre la vida de toda la Nación. La prensa regional es como lo son los Alcaldes la institución más cercana al pueblo, la que aglutina para poder conectar con la dimensión más amplia y con los centros mismos de la Nación, en su organización institucional. La prensa regional es el gran validador de lo local y de lo nacional, trabaja abnegadamente por la consolidación de la grandeza de Colombia.

Uno de los afanes primordiales de la Seguridad Democrática es proteger de manera eficaz la libertad, la libertad de la prensa a través de proteger la libertad de los periodistas. Tuvimos años cuando fueron asesinados en nuestra Patria 15 periodistas, todavía el año pasado nos asesinaron en Villavicencio un periodista de Puerto Carreño.

Quiero reiterar hoy, desde esta tribuna de la libertad que es El Universal, nuestro compromiso con todos los periodistas de Colombia, nuestro compromiso en el acuerdo y en el desacuerdo, nuestro compromiso en la cita amable y nuestro compromiso en el escrito crítico, de impulsar la Seguridad Democrática para que todos se sientan eficazmente protegidos, por ese valor de la democracia que es la seguridad, para que sientan que solamente se expresa su conciencia y que se van eliminando en Colombia los factores que distorsionan la democracia y amenazan el periodismo, los factores terroristas.

Me es grato, desde esta trinchera de las libertades, en la tierra de Núñez, al imponer al periódico El Universal la Orden ‘Manuel Murillo Toro’, reiterar este compromiso del alma con los periodistas de Colombia.

Quiero rendir un homenaje a todos los que han participado en El Universal: al doctor Domingo López, una trayectoria de servicio público, quien en compañía del doctor Eduardo Ferrer dieron nacimiento a esta casa; en procura de servir bien a la comunidad y a las libertades, esa sociedad fusionó a un hombre de la vida pública y al doctor Ferrer, un hombre de la empresa privada, ambos con rectitud, ambos ejemplos de la ética.

A quienes los continuaron: el doctor Gonzalo Zúñiga, a los doctores Fabio y Darío Morón; a todos aquellos que han dirigido El Universal; a aquellos que creyeron en la empresa; a los herederos del doctor Alejandro Galvis Galvis, al doctor Alejandro Galvis Ramírez, al doctor Alejandro Galvis Plata; les expreso en nombre de la Nación entera nuestra gratitud por haber sacado adelante esta gran empresa periodística.

En momentos difíciles de la Nación, seguramente el doctor Domingo López y el doctor Eduardo Ferrer no pensaron que un mes después de prendida esta epopeya, el país entraría en el largo túnel que produjo al asesinato del gran líder popular Jorge Eliécer Gaitán, la violencia partidista, los esfuerzos por superarla, la aparición de las guerrillas marxistas, la llegada del narcotráfico, el nuevo factor terrorista, el paramilitarismo, han sido los componentes materiales de una época difícil de la historia de Colombia, que ha coincidido con estos 60 años de El Universal.

Vinimos aquí no a celebrar 60 años de un camino de rosas, sino 60 años de ejercer el periodismo libre, analítico, independiente y crítico, en una Nación de zozobra, de violencia, de amenazas y de dificultades. Eso aumenta el mérito, distinguidos integrantes de El Universal.

Quiero rendir un homenaje a sus trabajadores de hoy, a sus columnistas de hoy, a sus directores de hoy, los doctores Gerardo Araújo y Pedro Luis Mogollón. Quiero expresar a ustedes todo nuestro compromiso con esta ciudad, con el Caribe de la Patria, para hacer de cada día un esfuerzo para superar dificultades.

El 8 de agosto de 2006, a las siete de la mañana, expresamos en la ciudad de Barranquilla que culminaríamos el proceso de saneamiento de los antiguos activos de Corelca, para enajenarlos y dedicarlos al desatraso de infraestructura de la Costa Caribe de Colombia. Los hemos saneado con un alto costo para la Nación, y la recuperación -por la que va la Nación entera- también les ha recuperado valor.

Aspiramos enajenarlos transparentemente y entre tanto, vincularlos a un patrimonio autónomo, cuyo único propósito sea la construcción de desatraso de infraestructura competitiva en la Costa Caribe de la Patria.

En una democrática discusión, como ocurre en este Gobierno Comunitario, hace pocos días con los alcaldes de las capitales y los gobernadores del Caribe, acordamos que ese patrimonio autónomo respaldé desde ya la apertura de licitaciones para tres obras fundamentales, y que se vaya enajenando y a medida que salgan los activos de ese patrimonio, entren a remplazarlo allí títulos de deuda pública de la Nación, que se rediman solamente a medida que se hagan efectivas las cuentas para pagar las actas de avance de las obras.

De esta manera queda asegurada la ejecución de esas obras, que son, a saber: una gran autopista de doble calzada transversal del Caribe entre Paraguachón, la frontera con la hermana República Bolivariana de Venezuela, y Palo de Letras, la frontera con la hermana Panamá.

Y el Caribe ha entendido generosamente que hay que desatrasar y unir a Bolívar, hoy desde Magangue.

Hace dos semanas desde Barrancabermeja, veíamos de nuevo las dificultades de integración territorial de Bolívar. De ahí que las otras dos obras para ejecutar contra ese patrimonio autónomo son: la carretera del puente de Barrancabermeja a Yondó ‘Guillermo Gaviria Correa’, hacia el norte, buscando Cantagallo y llegando hasta San Pablo, para empezar la integración vial del sur de Bolívar.

El Gobierno adelantó la carretera, que se encuentra en muy buenas condiciones, de Cerro de Burgos, en el río Magdalena, a Simití y a Santa Rosa del Sur, en las laderas de la Serranía de San Lucas.

En el Plan 2.500 avanza la pavimentación de 30 kilómetros entre Simití y San Pablo. Al construir la carretera por la margen izquierda del río, por Bolívar, desde el puente que se ha construido en Barrancabermeja, la carretera hasta Cantagallo y San Pablo, empezamos a integrar el departamento de Bolívar.

Hoy en el Consejo Comunitario de Magangue, nos pedían que además de estos tramos y uno que se ha hecho para ingresar a la Isla de Morales, construyéramos la carretera de Regidor, en frente de La Gloria, en dirección al occidente para llegar a Guaranda.

Los gobiernos tienen que luchar y buscar opciones, no pueden negarse por pereza, ni tampoco prometer con irresponsabilidad, más un Gobierno que vive en el diálogo público.

Expresé hoy a los compatriotas de Bolívar, que no estamos en condiciones de comprometer en lo que resta de este Gobierno el tramo entre Regidor y Guaranda, pero que al adelantar el tramo ya descrito, habrá un gran avance.

Y desde el occidente viene otro gran avance. Hoy constatamos una aspiración de 40 años de la Patria, una aspiración de 40 años del Caribe: el desembotellamiento de La Mojana, que involucra a Sucre, a Bolívar, un pedacito de Antioquia, es una realidad.

Avanza ya a buen ritmo la construcción, rectificación y pavimentación de 102 kilómetros de carretera San Marcos – Majagual – Achí. Confiamos que eso sea el principio del desembotellamiento de La Mojana, que es entregarle a la seguridad alimentaria de Colombia y a la generación de empleo rural, 400 mil hectáreas de suelo de óptima condición.

También avanzamos en las obras de protección contra inundaciones, en una parte a través de los recursos de Invías, y en otra parte con los recursos de Cormagdalena.

Para conectar debidamente esa bella reserva de Bolívar, que es la isla de Mompox, esa bella ciudad que tiene que facilitar la llegada de los millones de turistas que la quieren visitar, hemos acordado con las fuerzas vivas del Caribe que la tercera obra contra ese patrimonio autónomo, sea la conclusión de una obra que ya venimos adelantando: la pavimentación de casi 100 kilómetros que hay desde Cuatro Vientos hasta El Banco, Magdalena, Cuatro Vientos en el Cesar hasta El Banco, Magdalena. En El Banco ya está construido el puente sobre el río Cesar, el propósito es concluir la pavimentación de Cuatro Vientos al Banco.

De El Banco, en dirección norte, por el departamento del Magdalena, a Guamal, hemos terminado allí ya el puente ‘Gutiérrez de Piñeres’, en Botón de Leyva, sobre el río Magdalena, que comunica a los departamentos del Magdalena y Bolívar.

La obra continuaría con la pavimentación de la carretera de Botón de Leyva, allá por la isla de Mompox, Bolívar, a la localidad de Mompox, y de ahí a Bodegas, con unas rectificaciones para poder conectar en mejor manera con Magangué, sin que podamos hacer el compromiso, aun, de otro puente que comunicara la isla de Mompox, el que ustedes justamente añoran -y compartimos su añoranza- pero no sería responsable comprometernos con él ahora por falta de recursos, que sería el puente de la isla hacia Magangué.

Creo que esas tres obras son fundamentales para el Caribe, que yo lo miro con entusiasmo, porque empieza a darse una gran inversión en las nuevas zonas francas, empieza a darse una gran inversión en los puertos, una gran inversión hotelera, una gran inversión nuevamente en construcción.

Confiamos que estemos entrando en una época de inversión con responsabilidad social, importante para la Patria colombiana.

Permítanme recordar, desde esta trinchera de la democracia que es El Universal, algunos valores de Colombia: nosotros estamos luchando por la seguridad desde la democracia, por la inversión y su confianza desde la responsabilidad social, y por la cohesión social desde las libertades.

Sin inversión no es posible poder superar la pobreza y construir equidad, y sin seguridad no es posible que se de la inversión.

La seguridad, el buen manejo macroeconómico, son los pilares sobre los cuales reposa la inversión. Y aquellos elementos que convierten a la inversión en legítima y le dan sostenibilidad en el largo plazo, son los que configuran la responsabilidad social.

La transparencia, la transparencia medida como lo que hicieron los fundadores de este periódico, con una ética total en las relaciones de los inversionistas con el Estado.

La solidaridad de la inversión con la comunidad, especialmente en temas que generan hoy trascendencia en todo el mundo, como el tema ambiental.

Y la fraternidad en las relaciones laborales, por oposición al odio de clases y por oposición al capitalismo salvaje.

Esa inversión depende de la seguridad, depende del concepto de Estado, de la consecuencia con la práctica, también depende del buen manejo macroeconómico, y de saber orientar incentivos.

Colombia no está en la tarea de desmantelar su Estado. Hemos reformado 419 entidades sin desmantelar el Estado. La primera Telecom, la última Ecopetrol.
Estamos ahora en la tarea de poder reformar todas las clínicas y los hospitales. Hoy nos reclamaban la reforma del hospital de Mompox.

Teníamos muchos obstáculos ideológicos para reformar las clínicas del Seguro Social, como los tuvimos para la reforma de Ecopetrol, pero ahí vamos en la reforma. Creo que los usuarios y los pacientes de Cartagena han sentido un gran alivio con la reforma en la operación de la clínica del Seguro Social ‘Enrique de la Vega’.

Como los usuarios y pacientes de Santa Marta han sentido un gran alivio, al haber asumido la Fundación Cardiovascular de Bucaramanga la tarea de operar la clínica del Seguro Social en la ciudad de Santa Marta.

Estos son ejemplos de lo que se puede hacer para transformar el Estado. Vamos a seguir haciéndolo.

Creemos que la principal contribución nuestra al saneamiento de las finanzas de Colombia es la reforma del Estado.

¿Qué sería del país, si el gerente de Telecom llegara hoy a pedirle 600 mil millones (de pesos) al año, al Ministro de Hacienda para poder pagar las pensiones de Telecom?, a decirle al Ministro de Hacienda: “nuestros equipos están obsoletos y no hay dinero para reponerlos”. El país nos exige banda ancha y conectividad, y no podemos comprometernos en nuevas inversiones.

Qué bueno en la crisis y la oportunidad del petróleo y de los combustibles alternativos, que Ecopetrol haya pasado de una capacidad de invertir 500 millones de dólares al año, a una capacidad de invertir 4 mil millones de dólares al año, no solamente en la búsqueda, en el desarrollo del petróleo, en las refinerías como la de Cartagena, que se convertirá con el socio europeo en una de las más importantes del mundo, sino también en la tarea de entregarle al país biocombustibles, etanol, biodiesel.

Esa reforma del Estado ha contribuido a sanear el fisco en seis puntos del PIB. Reformarlo sin desmantelarlo, pero tampoco entrar en el estatismo, de ninguna manera. América Latina no puede repetir los procesos históricos fracasados. El estatismo fracasó en Brasil, el estatismo fracasó en la revolución de Bolivia de 1952, el estatismo fracasó en la revolución del Presidente del General Velasco Alvarado, del Perú.

Nosotros queremos que el mundo sepa que este es un país abierto totalmente a la inversión, a la inversión privada, doméstica, internacional, con responsabilidad social. Y avanzamos también en el saneamiento macroeconómico con las reformas a las pensiones, con las reformas a las transferencias, este último, un tema muy difícil: lograr el equilibrio entre la promoción a la descentralización y el cuidado de la salud fiscal de la nación, porque nada más difícil para la descentralización que arruinar a la nación, y tenemos que seguir avanzando en reformas.

Y ahora esperamos estimular en la práctica las zonas francas, las inversiones producto de los estímulos tributarios.

Nuestra idea no ha sido bajarle a todo el mundo por igual los impuestos, sino establecer un diferencial para premiar a los que confían e invierten en Colombia.

Por eso, la deducción general tributaria del 40 por ciento, la exención a los nuevos hoteles durante 30 años, la exención permanente a las empresas de turismo ecológico, la posibilidad de los puertos de organizarse como zona franca, para facilitar la importación de sus equipos, y las adquisiciones de nuevas facilidades.

Por eso, la exención durante los primeros 10 años del periodo productivo, a los cultivos de tardío rendimiento y a aquellos que son fuente para energías alternativas.

Todo esto, combinado con la norma que permite hacer acuerdos de estabilidad durante 20 años con los inversionistas, para que tengan motivos de más confianza en Colombia, nos viene aumentando la tasa de inversión.

Hace seis años, compatriotas, de cada 100 pesos que producíamos invertíamos 12. El año pasado, en el tercer trimestre, se invirtieron 27.

Un gran objetivo, que es a su vez un medio: evitar que la tasa de inversión se ponga por debajo del 25, para que nos sirva como medio, para que esta Patria nuestra erradique la pobreza, y con la responsabilidad social de la inversión, construya equidad.

Esto último es, lo que finalmente, al legitimar la seguridad y la inversión, las hará sostenibles en el largo plazo, en una democracia de controversia y en un pluralismo de crítica.

Y reiteramos todo nuestro compromiso con Cartagena, doctor Gerardo (Araujo), señora Alcaldesa, señor Gobernador.

He escuchado con mucha atención la exposición de la señora Alcaldesa sobre Tierrabomba, recogida esta noche en la intervención del doctor Gerardo Araujo.

He sugerido el camino de que se constituya un patrimonio autónomo con los derechos de la ciudad sobre Tierrabomba, que se avance en el saneamiento de la posesión y de la tenencia, y que sobre ese patrimonio autónomo, a medida que se puedan mostrar avances en protección, en saneamiento de la posesión y de la tenencia, la Nación ayude a obtener los recursos necesarios para el gran programa de erradicación de la pobreza en Cartagena. Asumimos ese compromiso.

Solo pedimos que para no tener mayores tropiezos con la Banca Internacional, que recibiría para el efecto el aval del Gobierno de Colombia, nos ayuden avanzando rápidamente en el patrimonio autónomo, y en la garantía de que así sea gradualmente, se va saneando la tenencia y la posesión cada vez de un hectareaje mayor, hasta llegar al saneamiento total de la cabida de Tierrabomba. Estamos comprometidos es esa idea.

Se han adjudicado unas concesiones viales importantes, y vienen otras que hacen parte de la Transversal de las Américas, de Paraguachón a Palo de Letras.

Confiamos que con la doble calzada, un tramo de esa gran transversal, del aeropuerto de Barranquilla, en dirección sur a Palmar de Varela, girando al sureste hacia Sabanalarga, por la vieja Cordialidad hasta la ciudad, en busca de El Viso, donde habrá de encontrarse con el otro tramo que viene de Montería y Sincelejo hacia Cartagena, y regresándonos a la ciudad; y con la otra doble calzada turística, por la Carretera del Mar, entre Barranquilla y Cartagena, podamos en ese esquema de concesiones unir la Cordialidad con la Carretera del Mar, a través de la Ciénaga de La Virgen, donde ya hay un principio con la Vía Perimetral.

Y haremos todos los esfuerzos para que el Sistema de Transporte Masivo de la ciudad, Transcaribe, sea una realidad.

Gabriel (García Morales, Viceministro de Transporte), consiga la plata que le hace falta, yo le ayudo, pero consígala. Para eso, aplique la contabilidad de don Pepe Sierra: tiene que haber.

Y le voy a pedir un favor: usted va a tener que hacer un esfuercito mayor para conseguirla, porque no estoy en condiciones de nombrarlo a usted, que es Viceministro de Transporte, no estoy en condiciones de nombrarlo Ministro de Hacienda. Pero cuente con todo nuestro apoyo desde la Presidencia.

Me preocupa el deterioro de algunas partes de la Avenida San Martín. Yo creo, señora Alcaldesa, que debemos proceder con criterio de evitar desastres de la Avenida Santander.

Hagamos lo siguiente: busquemos unos recursos para lo fundamental, a través del Fondo de Atención de Desastres. Haber cómo podemos poner allí los refuerzos que nos eviten mayores dificultades.

Doctor Alejandro Galvis, vamos a ver cómo en las próximas tres semanas puedo ir a la ciudad de los parques, a esa gran Bucaramanga, con un compromiso cierto de que ya hayan empezado las obras de la concesión del área metropolitana, de que estemos ya en terreno firme para la doble calzada Cúcuta – Bucaramanga, y le ruego hablar con el Ministro cartagenero de Minas y Energía, el doctor Hernán Martínez, sobre la buena idea suya de que la venta de la electrificadora tenga un proceso de democratización.

Yo sugeriría dos elementos: que no nos afecte la necesidad de tener un socio estratégico que administre, para poder garantizar la buena administración en el largo plazo; y que optimicemos el valor, para no entrar allí en ninguna dificultad frente a la obligación nuestra del máximo cuidado a los bienes de la Nación.

Vamos a ver cómo podemos responderle a Bucaramanga y a Santander con esa aspiración.

Cuando desde aquella oficina me mostraban las murallas que sostienen el Castillo (de San Felipe). Decía yo: “Ubicaron bien El Universal, mirando aquella fortaleza, para que en ninguna hora se debilite”.

Rindo un homenaje a estos 60 años de periodismo libre e independiente, en medio de las dificultades.

Solamente un breve lapso de censura de prensa, pero muchos años de amenazas por el terrorismo, por la única razón de querer ejercer de manera independiente y libre el noble oficio de escribir.

Pero El Universal también es fiel epígono de aquellos que resistieron el sitio de Cartagena, y antes, tantos embates y tantas dificultades.

En el Universal hay valor acumulado en la historia de la ciudad. En El Universal también hay la otra característica del señor Núñez: la división.

Cuando los colombianos unos celebramos y otros critican la acción de Núñez contra el desorden y la violencia, parece que olvidáramos al otro Núñez, al erudito, que tuvo esa profunda formación en banca y moneda durante 12 años en Inglaterra, al Núñez que se anticipó en esas materias, por 50 años, al resto de América Latina.

En El Universal también ha existido la erudición del señor Núñez y los valores culturales de esta ciudad, y el refrescamiento con el valor periodístico de Alejandro Galvis Galvis.

A todos, muchas felicitaciones por esta gran obra de El Universal, desde la región Caribe, para toda la Patria colombiana”.

 
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