Palabras del Presidente Álvaro Uribe
al condecorar a la Fundación Compartir

 
Mayo 14 de 2008 (Bogotá)
 
 

“Otorgamos hoy la Medalla Cívica General ‘Francisco de Paula Santander’ a la Fundación Compartir por esta gran labor a lo largo de 29 años de existencia.

La Fundación, su fundador, Doctor Pedro Gómez, quienes lo han acompañado, encarnan una tradición filantrópica y empresarial que debe permanecer y expandirse. Su pujanza se expresa tanto en la creación de industria y riqueza como produciendo solidaridad bienhechora.

Ustedes evidencian que generar empresa desde la iniciativa particular no es incompatible con el humanismo. Este es un principio esencial de la prosperidad empresarial.

Ustedes testimonian la fecunda producción de bienestar colectivo que pueden aportar los particulares cuando hay transparencia, desprendimiento, solidaridad.

La actividad altruista del sector privado es complemento necesario y alternativa indispensable a los esfuerzos y estímulos gubernamentales, ejemplo a la sociedad, porque no todo puede hacerlo el Estado, y el deber de la sociedad no puede ser cumplido solamente por unos pocos.

Con su iniciativa, Doctor Pedro, nació Compartir, con el propósito de atender a las 25 mil familias damnificadas por los desastres de 1979. Sus programas audaces y ambiciosos le han llegado al país en el momento oportuno, con la celeridad que han demandado las circunstancias. Ha sabido mirar críticamente el pasado, corregir el presente, planear el futuro.

Usted, sus empresas, la Fundación, han estado presentes en un largo período de dificultades y de avances en la historia de la patria, y siempre han estado en la primera línea.

Los primeros proyectos de la Fundación se centraron en el desarrollo de vivienda para las poblaciones más desprotegidas, y continuaron expandiéndose.

De construcción de 150 viviendas en El Charco, Nariño, de 2.790 en Patio Bonito, Bogotá, entrega de lotes con servicios en el Barrio Meissen, ciudadela Compartir de Soacha, Suba y Bochita, construcción de vivienda digna en otras localidades de Cundinamarca y en otros departamentos.

El trabajo, que ha sido fundamental en su vida, Doctor Pedro, lo llevó a usted y a sus compañeros, en esta noble tarea, a crear el programa de capacitación para microempresarios, a fin de que mejoraran sus negocios y garantizaran la estabilidad en sus iniciativas de emprendimiento.

El Programa de Desarrollo Empresarial (Prodem) de 1981, el Premio al Mejor Microempresario de 1994, el Centro de Desarrollo Productivo de la Confección de 1997, el Programa de Capacitación de Operarias de la Confección de 2002 y la Comercializadora Internacional.

Paralelamente, les han dado gran apoyo a los artesanos de Cucunubá, en capacitación en producción para rescatar su tradición tejedora y generar empleo en la región.

Sus esfuerzos también se han centrado en la educación. Usted nos ha dado un enorme ejemplo: la manera de entender y de comprometerse con la educación en Colombia.

Ha contribuido a cubrir la demanda escolar, con programas de la más alta calidad, teniendo en cuenta que la educación es la semilla para cultivar una nueva sociedad. Usted nos ha enseñado a los colombianos a reconocer al maestro, a querer al maestro, a valorarlo.

Usted ha sido un puente que ha construido la relación entre la sociedad colombiana y sus maestros. Usted ha hecho que la sociedad colombiana admire a sus maestros, y que los maestros sientan ese reconocimiento de la sociedad colombiana.

Si algo emociona es constatar su tarea, con la Fundación, de premiar a los mejores maestros de la Patria, en un concurso que se protocoliza un día, pero que se surte durante todo el año.

Como quiera que reciben centenares de hojas de vida, envían a los investigadores a mirar la tarea de cada uno de los postulados, hacen un examen exhaustivo, y lo presentan de la manera más didáctica para poder hacer de esos premios unos puntos de extensión de programas de maestros para todo el país.

Este país es un país con más vocación de emprendimiento que de subalternidad laboral. Y ustedes así lo han entendido y así lo han promovido, al vincular esa educación para el emprendimiento con todo lo que es el apoyo a los microempresarios.

Muchas gracias, Doctor Pedro, a usted, a la Fundación Compartir, por todos estos esfuerzos en bien de Colombia.

Mañana, con motivo del Día del Maestro, los colombianos que conocemos su obra, que somos muchísimos, diremos: gracias, Compartir, por enseñarnos a valorar a los maestros de la Patria.

Gracias, Compartir, por hacernos mirar a todos aquellos que han hecho el bello recorrido de la enseñanza en la historia de la Patria, empezando por Don Simón Rodríguez, el maestro de Bolívar, que debería ser el paradigma de los maestros de Colombia.

La huella profunda que Don Simón Rodriguez imprimió en El Libertador, hizo que éste se propusiera la ambiciosa meta, consagrada como norma constitucional en 1821, de desterrar el analfabetismo para el año de 1940.

Qué bueno que un empresario, con el patriotismo suyo, haya sido el abanderado de la reivindicación de los maestros de Colombia y sea el líder de la vinculación entre la sociedad y los maestros.

Muchas gracias, Doctor Pedro; muchas gracias, Doctora Luisa; muchas gracias, apreciados compatriotas, que con su esfuerzo han mantenido esa fecunda tarea de la Fundación Compartir".
 
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