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Palabras del Presidente Álvaro Uribe durante la instalación del IV Congreso Mundial de Microseguros

Noviembre 05 de 2008 (Cartagena, Bolívar)
     
 

“Muchas gracias por realizar este Congreso tan importante en Colombia, en la ciudad de Cartagena. Muchas gracias a Fasecolda, muchas gracias a la Fundación Munich Re, muchas a la Organización Internacional del Trabajo, a la CGAP por este gran esfuerzo, Y a todos ustedes.

Allí hay un elemento muy importante para enfrentar varias necesidades. El requisito de formalizar la economía, el requisito de darle a los sectores pobres posibilidades de enfrentar los agravados riesgos ambientales de nuestra época, y los que habrán de venir, y también la posibilidad de ampliar, lo que en el lenguaje de Prahalat se llama: ‘La base de los negocios’.

Lo primero que tenemos que ver en este tema es que los microseguros son necesarios. Hay que convertirlos en accesibles a los sectores populares, no son una acción de caridad, finalmente son un negocio, útil para el asegurado y útil para el asegurador.

Dicho esto, a guisa de introducción, permítanme hablar de los elementos fundamentales de nuestro Gobierno, para descender en una herramienta que consideramos muy importante. Que es el microcrédito, y que puede ser la compañía de expansión del microseguro en Colombia.

Nosotros, apreciados visitantes y compatriotas, estamos trabajando para construir confianza en Colombia, soportada esa confianza en la Seguridad Democrática, en la Confianza Inversionista, ahora sí que la necesitamos en este momento de gran crisis de la economía mundial, y en la política social, donde los microseguros tendrán que jugar un papel trascendental.

La confianza inversionista y la seguridad democrática generan un marco de prosperidad que hace posible la política social, y esta, a su vez, es el gran validador de la seguridad y de la confianza inversionista.

Anoche, en la instalación del Consejo de Fasecolda, tuvimos oportunidad de hablar en extenso del tema de seguridad, del tema de confianza inversionista, cómo ha evolucionado la inversión en Colombia, qué ha hecho Colombia para promoverla, qué hemos ganado en confianza inversionista, qué fortalezas tenemos para enfrentar esta crisis de la economía mundial y qué riesgos se derivan para Colombia de la realidad de esta crisis.

Permítanme referirme al tercer capítulo de nuestra estructura de confianza, el capítulo de la construcción de cohesión social para llegar allí, al tema de microcrédito.

Nosotros nos hemos propuesto llevar la construcción de cohesión social a la par de confianza inversionista y de la seguridad democrática, para que opere como un validador de opinión de estas dos últimas.

En materia de educación básica, y este tema sí que es importante, porque en la medida en que avancemos más en educación, mayor es la conciencia y la sensibilización sobre el microcrédito, el microseguro, etcétera.

Familia educada, es una familia que tiende a cumplir con la diligencia de asegurarse. Es inseparable el avance en educación, el avance en microcrédito, el avance en microseguros.

La línea de avance nuestra es el año 2002. Teníamos un 78 por ciento en cobertura de educación básica, ahora un 96 por ciento; estamos procurando lograr en el 2010 un ciento por ciento de cobertura en educación básica.

Apenas estamos empezando la masificación de la cobertura educativa para niños menores de cinco años, donde hemos avanzado mucho en el tema de nutrición, al que me voy a referir más adelante.

En educación universitaria nuestra cobertura era del 22 por ciento, hoy es del 33 por ciento. Aspiramos al final del Gobierno dejar una cobertura superior al 35 por ciento.

Información vocacional hemos avanzado mucho. Colombia tiene una institución estatal que hace parte de las 411 entidades del Estado reformadas en este Gobierno, que es una entidad que avanza mucho, tiene prestigio popular y es bastante reconocida nacional e internacionalmente, y se llama el Sena, Servicio Nacional de Aprendizaje.

Se sostiene, se financia con una parafiscalidad pagada por los empleadores, que equivale al dos por ciento sobre las nóminas. Un impuesto de nómina, tarifa del dos por ciento.

Entidad fundamental en la preparación de microempresarios y en el acompañamiento de microempresarios. Y creo que esa entidad es una entidad que hay que tener en cuenta para un avance hacia la masificación del microseguro en Colombia; porque esa entidad sensibiliza, esa entidad prepara y esa entidad acompaña.

Cuando nuestro Gobierno empezó, esa entidad capacitaba un millón cien mil colombianos por año. Este año le llega a casi seis millones de Colombianos. Ha pasado de dar cinco millones de horas de enseñanza al año, este año dará casi 16 millones de horas de enseñanza.

Se ha convertido en el gran instrumento para masificar la enseñanza del inglés en Colombia. Está llegando ya a 500 mil estudiantes permanentes de inglés, con acceso gratuito, y a través de Internet.

Esa entidad, también a través de Internet está llegando, en programas vocacionales, a dos millones de colombianos al año. Formación a distancia, pero virtual. Han mejorado mucho la empleabilidad de sus empleados: ha pasado del 40 por ciento a niveles superiores al 80 por ciento. Hay más pertinencia, que es uno de los objetivos de nuestra política educativa.

Y uno de los cambios fundamentales que hemos introducido es el de la educación por ciclos. Esto es: el joven bachiller, antes de graduarse como bachiller, en él se fomente todo lo que son las competencias laborales; que el técnico o el tecnólogo, posteriormente en cualquier momento de la vida pueda llegar a una universidad, cursar los créditos que haga falta y acceder al grado de educación superior, y así sucesivamente.

La educación por ciclos nos ayuda mucho a despertar en los colombianos la necesidad de estudiar y de trabajar toda la vida.

Para apoyar la expansión universitaria tenemos un instituto de crédito bien importante, con el cual también se deberían trabajar los microseguros, que es bien importante llegarles a los estudiantes universitarios con microseguro. Ese instituto se llama Icetex.

Ese instituto tenía 60 mil estudiantes con crédito cuando empezó nuestro Gobierno, termina este año con 235 mil estudiantes con crédito. Ha sido fundamental para expandir las posibilidades de los colombianos, del acceso a la universidad, del acceso a las maestrías, a los doctorados.

Menciono, pues, este esfuerzo educativo, porque allí hay eslabones para conectar con una política que debe promover el Estado, pero que tiene que tener como actor principal al sector privado, parta la masificación del microseguro.

Hemos avanzado también mucho en materia de nutrición. El país ha pasado de programas estatales que le llegaban a 3 millones 300 mil niños, hoy tenemos 10 millones de niños en programas de nutrición. Pero hay que llegarle por lo menos a otros dos millones de niños.

Hemos avanzado mucho en el tema de salud. Teníamos 23 millones de colombianos asegurados, hoy tenemos 38 millones de colombianos asegurados. La meta es llegarle a los 44.6 millones de colombianos con seguro de salud. Tiene esto todavía algunos faltantes.

Faltan unos 6,6 millones de colombianos por seguro básico de salud, pero tenemos que avanzar en calidad. Y hay que advertir que tenemos dos sistemas: un sistema de salud para los trabajadores formales que tiene una cobertura de riesgos muy superior al sistema de salud subsidiado para los trabajadores informales, que tiene una cobertura de riesgos inferior.

Uno de los restos de los próximos años, a la par que se avance en completar la cobertura, en mejorar la calidad, es que el país empiece a subir el nivel de aseguramiento de los trabajadores de la economía informal, para ponerlo en el mismo nivel con los trabajadores de la economía formal. Yo creo que ahí tenemos que pensar en el microseguro.

Por ejemplo, veo difícil que en corto plazo las finanzas del Estado alcancen a proveer a los 44,6 millones de colombianos, con un seguro de salud que tenga la misma cobertura del seguro que hoy se ofrece a los trabajadores formales.

Hemos avanzado en un programa que se llama Familias en Acción. Este es un programa que subsidia a las familias más pobres, pero es un subsidio condicionado. Ellas tienen que demostrar que sus hijos están asistiendo a las escuelas, se están sometiendo a los controles médicos y a los controles de nutrición.

Hoy tenemos un millón 700 mil familias en acción. Cuando empezó el Gobierno teníamos 220 mil. El año entrante -y eh ahí un reto por las dificultades de ingresos, derivadas de esta crisis- debemos llegar a tres millones de Familias en Acción.

Difícil, por la contracción de los ingresos; pero es un imperativo, dado que en época de dificultades, y es todavía más obligante proteger a los sectores más pobres de la población.

Con Familias en Acción hay un universo bien importante para trabajar el tema de microseguros.

Antes de referirme al Banca de Oportunidades, que es el tema nuestro que más conecta con microseguros, permítanme decir que estamos adelantando una estrategia que se llama Juntos, para llevar allí al millón y medio de las familias más pobres de Colombia, a fin de que todas esas familias sean receptoras de los programas de educación, de salud, de nutrición, de Banca de Oportunidades, de vivienda; y poder rescatar esas familias, poder rescatar esas familias de la pobreza.

Sugiero al sector privado asegurador entrar en contacto con Planeación Nacional y con Acción Social, para trabajar la exploración de un sistema masivo de microseguros, al grupo de millón y medio de familias colombianas más pobres, que están entrando en el programa Juntos.

Banca de Oportunidades

Eso no es un nuevo banco, es un programa. ¿Quiénes lo integran? ¿Qué hace el Gobierno? ¿A quién se dirige? ¿Qué resultados ha producido?

Lo integran generalmente todos los bancos, de primero, de segundo piso. Lo integran la banca pública, la banca privada, el Fondo de Garantías del Estado, que tiene bastantes sucursales, las fundaciones, ONG’s dedicadas al microcrédito, nacionales e internacionales.

¿Qué hace el Estado? El Estado lo ha facilitado con reglamentaciones, en la fijación de tasas de usura, que es la tasa que le pone techo a las tasas activas del sector financiero colombiano.

El Estado lo ha promovido autorizando los corresponsales no bancarios, sedes financieras que funcionan en cualquier tienda, en cualquier pequeño almacén, en un kiosco bastante informal, pero con una conectividad que tenga todos los servicios. Eso nos está permitiendo llegar a muchas regiones de Colombia con este servicio.

El Estado también le inyectados tipos de recursos. Unos recursos de aportes no reembolsables, y otros recursos de inyecciones de crédito.

Los primeros, provienen del prepuesto nacional y van dirigidos, por ejemplo, a financiar la expansión de los corresponsales no bancarios, que podrían llegar a ser corresponsales de promoción de microseguros. Ahí hay manera de llegarle a los sectores más pobres de la población, con el tema de los microseguros.

Y el Estado también le inyecta recursos de crédito. Muchas ONG’S acuden a fondos del Estado, un Banco del Estado de segundo piso, que se llama Bancoldex, por recursos de crédito para poder aumentar sus programas de préstamo directo a los microempresarios.

El Estado tiene el Fondo de Garantías, que ha sido bastante útil. Y el Estado tiene instituciones como el Sena, que están trabajando mucho en la preparación de los microempresarios y del acompañamiento de los microempresarios.

Hasta ahora hemos encontrado que en el tema de los microempresarios, el problema no es tanto de recursos, el problema es más de organización, de acompañamiento, de selección adecuada de los proyectos.

Yo diría que más que recursos se necesita es orientar bien a los microempresarios sobre los proyectos, acompañarlos, prepararlos, etcétera.

Es una tarea que exige mucha insistencia, no es fácil. Por ejemplo, nosotros semanalmente tenemos una reunión de Banca de Oportunidades, y hay semanas que tenemos dos o tres, con gran colaboración de todas las instituciones.

Semanalmente se presenta un ejemplo de 30 – 50 microempresarios. Es bien importante promover a quienes ingresan por primera vez al crédito institucional. Semanalmente resaltamos quiénes han ingresado por primera vez, porque este país ha ido lento en bancarización. César, cuando hablamos de que en el último año la bancarización subió del 47 al 57 por ciento, ¿cómo la medimos?

Superintendente Financiero, César Prado: Presidente, estamos hablando básicamente de personas mayores de 18 años que tienen al menos un servicio con el sistema financiero formal.

Presidente Álvaro Uribe: Ha venido subiendo, pero un 57 por ciento que tiene al menos un servicio. El salto ha sido importante en el último tiempo, pero todavía hay un trecho mucho más largo para recorrer.

Entonces nosotros promovemos mucho semana tras semana, que colombianos que nunca han estado en el sistema institucional de crédito, ingresen a el. Y eso nos obliga a una segunda pregunta: ¿Quiénes ya habían recibido créditos del sistema institucional? ¿Quiénes lo están recibiendo por segunda, por tercera, por cuarta ocasión? Porque tenemos que promover el cumplimiento, porque nosotros le decimos a los compatriotas es: pague en la víspera, esto está creciendo mucho y tenemos que ser muy cumplidos, entonces también destacamos semanalmente aquellos que han sido cumplidos, y que en virtud de su cumplimiento, están recibiendo un crédito por segunda, por tercera, por cuarta ocasión.

También es muy importante promover que los ciudadanos hagan el tránsito del mercado negro de la usura al mercado institucional financiero, semanalmente.

Semanalmente, preguntamos a los beneficiarios de esos créditos, quienes deben en el mercado de usura y hacemos todo el esfuerzo para que al recibir el crédito institucional, inmediatamente se pongan a paz y salvo con el mercado de usura.

Nuestra tesis es que es imposible que una persona de los estratos populares, contraiga un crédito con una institución formal y continúe como deudor del sistema del mercado negro de la usura. Insistimos mucho en eso.

Y es bien importante tener en cuenta que las encuestas de calidad de vida, cuando le preguntan a los sectores más pobres de Colombia, en una emergencia a que acudirían, antes que pensar en el microseguro, piensan en la usura.

Entonces así, como nosotros estamos haciendo el esfuerzo para estimular el tránsito del mercado negro de la usura, al mercado financiero institucional, yo creo que es el momento de decirles a los colombianos más pobres. El seguro es la primera opción para una emergencia, pienso que es oportuno lanzar esa campaña, porque las encuestas muestran que los colombianos más pobres, casi desconocen la opción del seguro como la primera para enfrentar una emergencia, y tienen como primera opción para enfrentar una emergencia, la opción de acudir al mercado negro financiero de la usura, eso también lo hemos encontrado.

Nos parece también bien importante, hablar del acompañamiento.

Generalmente les exigimos a las personas que tengan una entidad que los prepare y que los acompañe. El acompañamiento no tiene que ser siempre fianza, no, si una persona, un microempresario apoyado por una fundación seria, que llega a un banco, así las fundación no entre a ser avalista o codeudor, por la simple circunstancia de acompañarlos, de saber el banquero que esa fundación es una fundación seria, que ha preparado al microempresario y que lo acompaña durante la época en la cual el microempresario deba, eso le da confianza al banquero.

Pienso que algo similar se puede caber en el tema de los microseguros. Buscar fundaciones que promuevan y acompañen a los sectores más pobres y los estén sensibilizando permanentemente, sobre la necesidad del microseguro, la conveniencia de mantener la póliza vigente, la conveniencia de pagar al día, etcétera.

Nosotros también creemos que esto necesita flexibilidades. Una de las instituciones estatales importantes de Colombia, se llama el Fondo del Ahorro, finalmente, ha manejado un auxilio de retiro que se llama en Colombia auxilio de cesantía para el sector público, y con base en esos montos hace créditos de vivienda.

Hace dos años, por Ley de la República, abrimos esta institución al ahorro de los sectores más pobres. Entonces el requisito es ahorrar durante un año para que se tenga derecho a un crédito.

No hemos logrado la flexibilidad que quisiéramos, mi tesis es, que seguimos mucho a Prahalat en eso. Es que en las personas de los sectores populares lo primero que hay que hacer es despertar el espíritu de ahorro y de cumplimiento, antes que exigencia de cuantías.

Si tiene que ahorrar durante 50 semanas para recibir un crédito, yo creo que hay que exigirle que ahorre durante las 50 semanas, que tenga vocación de ahorro, pero no confundir eso con la exigencia de una determinada cuantía. Si se le dice que usted tiene que ahorrar un dólar semanal, pero llega una semana en que no tiene el dólar, lo importante es que él acuda y que diga, tengo toda la voluntad, pero esta semana no tengo el dólar, aquí no tengo sino un centavo y que lo ahorre.

Creemos que es más importante la voluntad de ahorrar que la exigencia de cuantía.

Lo mismo en lo del pago. Lo mismo en lo del pago. Nosotros insistimos mucho en que lo más importante es el sentido del cumplimiento que la cuantía pagada.

Si él tiene que pagar 50 cuotas semanales, de a dólar, lo importante es que semanalmente comparezca y que diga: mire, esta semana no tengo sino 50 centavos. Pero que a la semana entrante diga: tengo uno con 50.

Creo que esto se puede trasladar al tema de los microseguros. Un gran sentido de cumplimiento, un gran hábito de cumplimiento, un gran hábito en el sistema de acceso al microcrédito de ahorro, y de pago puntual.

En el sistema de microseguro, una gran sensibilidad sobre la necesidad de que el microseguro sea la primera opción para una emergencia. Una gran sensibilidad para adquirirlo a tiempo, una gran sensibilidad para pagar a tiempo el valor de las pólizas, etcétera.

Hay que tener mucha, mucha flexibilidad en exigir sentido de cumplimiento.

Nosotros en servicios públicos estamos empezando unos programas semejantes, con flexibilización. Aquí la modalidad del teléfono celular nos trajo la tarjetita de prepago, creemos que hay que llevarla a los servicios de acueducto, a los servicios de energía eléctrica, ya en algunas partes del país, se está ensayando esto.

Los sectores populares necesitan que se les ofrezca sistema de mercadeo de los productos, todos los días con innovación y creo que esto es válido en el tema del microseguro, hay que ofrecerle a los sectores más pobres, todas las posibilidades a través de una gran innovación en el mercadeo.

Esto necesita persistencia. Cuando nosotros empezamos el primer Gobierno, con el doctor Roberto Junguito, como Ministro de Hacienda, que no era la primera vez que desempeñaba esa cartera, porque siempre que esta Patria tiene una crisis llama al médico Junguito a que ayude.

En medio de esa crisis propusimos que en el primer Gobierno, desembolsaríamos cinco billones de créditos para los microempresarios, yo mismo lo veía como una cifra distante, pero la cumplimos. Les llegamos a un millón 800 mil familias con microcredito, a través de todo el sistema.

El sistema se llama Banca de Oportunidades y alguien me decía: llamémoslo el Banco de los Pobres. Decía: no. Eso de decir a toda hora que los pobrecitos, que el crédito para los pobrecitos, no, el banco de las oportunidades, para los que quieran salir adelante.

Es muy importante que la gente sienta que allí tiene es una gran oportunidad, no un tratamiento asistencial, esto hay que venderlo como una gran oportunidad.

Para el segundo Gobierno propusimos llegarle a cinco millones de familias. Estamos ya aproximándonos a tres millones, tenemos estos 20 meses, 21 meses para llegarle a dos millones de familias y cumplir la meta de cinco millones de familias.

Hacemos otras mediciones, voy a referirme a cuatro. Primero, ¿cuántas de esas familias por primera vez están accediendo a un crédito institucional? Hasta ahora en el segundo Gobierno llevamos 900 mil.

Segunda medición, ¿cuánto es el saldo de cartera? Cuando empezó el Gobierno el saldo de cartera del sistema financiero que estaba en poder de los microempresarios, ascendida a 732 mil millones. Hoy está alrededor de seis billones. Hay un salto enorme de cartera.

¿Cuánto representa esa cartera? Como porcentaje de cartera del sector financiero, sumando toda la cartera. La cartera que han entregado instituciones sometidas a la Superintendencia Financiera. Acá está el Superintendente. La cartera de ONGS, de cooperativas etcétera, la cartera representaba el uno y medio del total de la cartera financiera de Colombia. Hoy representa más del cinco, o sea que hay un avance relativo bien importante.

Y hay otros temas más difíciles de medir, pero uno obtiene percepciones bien importantes. Por ejemplo, la relación entre oferta y demanda. El microcrédito es lo que produce la más rápida relación entre oferta y demanda. Cuando se estimula el crecimiento de oferta a través del microcrédito, eso produce un efecto inmediato en la agregación de demanda.

Ese microempresario mejora sus ingresos, compra más o su familia aumenta el nivel de consumo, también adquiere una maquina, ofrece más, mejora la calidad, vincula una empleado de inmediato, vincula dos empleados, y eso le va ayudando muchísimo a la economía, estabiliza los hogares, se disminuye la deserción escolar y la deserción universitaria.

A medida en que nosotros hemos avanzado en Colombia en microcrédito, en esas políticas sociales, hemos visto reducir el desempleo en jefes de hogar y la reducción del desempleo de jefes de hogar, desempleo que llegó a esta en el 10, hoy esta en el 5 o 6 por ciento, quisiéramos bajarlo rápidamente a no más del 4 por ciento, hemos tenido que enfrentar toda esta crisis de la economía. Cuando se estabiliza la situación de ingresos del jefe de hogar, hay menos deserción escolar y menos deserción universitaria, eso ayuda muchísimo.

Una medición bien importante. La cartera. Los pobres pagan bien, a mi me sorprende lo sano de las carteras del sector microempresarial, le pregunto yo al Banco Mundial de la Mujer, cartera morosa con más de 30 días, en 0.5 en 1 y así sucesivamente.

Hemos tenido algún problema en un banco oficial, en el Banco Agrario en algunos sectores del país, pero diría yo que la regla es que la cartera microempresarial es una cartera muy sana.

Y uno se pregunta si es sana la cartera microempresarial tiene que obtenerse muy buen resultado también en lo que sería la venta de pólizas de seguros a los sectores más populares.

Yo le redicho a los banqueros, llega un momento que los sectores pudientes no necesitan más crédito, para expandir su negocio tienen que expandirlo buscando la base de la pirámide, lo mismo puede pensarse en el sector asegurador, hay que buscar la base de la pirámide.

Es que realmente los riquitos son muy poquitos, y saturar su mercado es muy fácil, por eso estas políticas obligan llegar a una base comunitaria mucho más amplia, allí hay un norte necesario.

Eso necesita mucha dedicación. Nosotros solemos decir que hacerle un crédito de un millón de dólares a una empresa con buenos balances es muy fácil, se lo mandan, se lo mandan por correo, le hacen una comunicación electrónica diciéndole que quedo consignado en la cuenta, conseguirle un crédito de 200 dólares a una microempresaria de Cartagena es muy difícil, esto necesita una gran dedicación. Pero con dedicación eso va cogiendo una velocidad y se va masificando.

Que bueno que en esta época de tantas, de tantas dificultades se pueda entrar por un camino en el cual se masifique el microseguro. Como ayuda. Este es un país que sufre muchas tragedias. Es posible que nosotros este año nos gastemos 180 millones de dólares atendiendo tragedias de inundaciones y deslizamientos, eso se repite año tras año, mi pregunta es por qué no trabajamos en ese microseguro.

Yo llego ayer a Cartagena y me dice el Almirante, Comandante de la Fuerza Naval del Atlántico, que ayer en el Río Magdalena, cerca, por una inundación se cayó una casita campesina donde dormían unos infantes de marina uno resultó muerto, otro resultó herido, con absoluta certeza esa casita no tenia seguro.

Solamente al dimensionar la magnitud de las tragedias recurrentes por inundaciones, sequías, etcétera, avalanchas, uno ve allí un gran horizonte para incursionar en el tema de los microseguros.

Esto hay que hacerlo con el corazón pero sin espíritu de caridad, esto hecho con el corazón puede redundar en un buen negocio para todos.

Muchos éxitos. Ojala mostráramos grandes cifras en el avance de micro-aseguramiento de los colombianos.

Muchas gracias a los distinguidos visitantes. Al señor Thomas Loster (presidente de la Fundación Munich Re) y al señor Craig Churchill (presidente del Grupo de Trabajo de Microseguro CGAP).

Muchas gracias Ministro, Roberto Junguito (presidente ejecutivo de la Federación de Aseguradores Colombianos, Fasecolda, y ex Ministro de Estado).

Y muchas gracias a todos ustedes”.

 
     
 
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
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