“Muchas gracias por realizar en Bogotá este importantísimo Congreso, por venir a nuestro país. Muchas felicitaciones doctora Lilia Beatriz Sanchez, presidenta de la Sociedad Colombiana de Economistas, por haberlo logrado. Muchas gracias al Profeso Alvin Toffer por esta nueva visita a Colombia, y a su señora Heidi Toffler. Cuando conversábamos antes con él, nos decía que su última visita fue en 1994. Y él siempre nos motiva a pensar cómo no estancamos nuestras sociedades en aquel estatus dañino de la complacencia.
Pensamiento esencial del Gobierno
Permítanme contarles de manera simple el pensamiento esencial del Gobierno que presido. Nosotros asociamos a Colombia con esta figura. Aquí en la parte superior escribimos la palabra ‘confianza’. Confianza para trabajar en Colombia, para estudiar en Colombia, para invertir en Colombia.
La sustentamos en tres pilares: la seguridad desde la democracia. Profesor Toffler: para nosotros eso ha sido muy importante el concepto democrático de seguridad. Porque había mucha prevención en el país, como en América Latina, para avanzar en proyectos políticos de seguridad. La doctrina de la seguridad nacional hizo pensar en algún momento que la seguridad no era un valor democrático sino un camino hacia la dictadura.
El segundo pilar es la confianza inversionista, con requerimientos y con mecanismo para estimularla.
Y el tercer pilar es la construcción de cohesión social.
Simultáneos. Hay que avanzar en la seguridad y en la confianza inversionista, para crear simultáneamente un marco de progreso que permita avanzar en cohesión social. Que, a su vez, tiene una acción de réplica a través de la educación, de investigación, sobre la inversión, y se constituye en legitimante de la seguridad y de la inversión.
Llegan ustedes a Bogota en un momento en que la etapa de prosperidad de América Latina pareciera tener serios nubarrones. El regreso de inflación, las preocupaciones por la energía, por los combustibles del presente y del futuro, y los diferentes modelos.
Nosotros venimos estimulando la confianza inversionista, con requerimientos y con acciones estatales.
Requerimientos: que haya responsabilidad social. ¿Cómo la concebimos? La concebimos con transparencia en las relaciones entre los inversionistas y el Estado. Transparencia en la tributación, transparencia en los contratos, transparencia en toda relación.
La concebimos con solidaridad a los inversionistas con las comunidades en temas tan importantes como en medio ambiente y muchos otros. Y la concebimos con fraternidad laboral, por oposición al odio de clases y al capitalismo salvaje.
Esfuerzos para estimular la confianza
¿Qué hace el Gobierno para estimularla? Primero, crear un ambiente de confianza en el sector privado nacional e internacional. Un ambiente amistoso, un ambiente de garantías.
Segundo, avanzar, a pesar de las dificultades, en el saneamiento macroeconómico del país.
En estos años el déficit del Gobierno Nacional central, que con lo que debe trasladarse al Seguro Social para pensiones cada año, estuvo en 7,5, se ha reducido al 3,2. Todavía alto. Pero ahí vamos, poco a poco, reduciéndolo. Aspiramos a que las dificultades no sean un obstáculo definitivo para continuar en esa reducción.
Por supuesto, hay una discusión importante en este momento. Algunos nos critican con la idea de que nuestros gastos en política social, como Familias Acción, están aplazando la llegada del país al equilibrio fiscal. Nosotros creemos que hay que acelerar la llegada del país a la armonía social. Que el equilibrio fiscal da tiempo. En cambio, la deuda social está en mora.
Por eso, en medio del déficit y de las dificultades, a la par que financiamos una política de seguridad, garantista para todos los colombianos, que también podamos avanzar en una política social.
Incluso pensamos lo siguiente: que para una estabilidad política, es más importante en un país acelerar soluciones sociales, que tener excelentes indicadores macroeconómicos y una profunda confrontación social.
Aquí hay dificultades políticas, muchas. Y son mayores las dificultades políticas que la confrontación social. Creemos que ese es un punto importante, al pensar en Colombia. Y que eso genera para nuestro país un horizonte de mayor confianza a futuro.
El endeudamiento llegó a situarse en el 50 por ciento del PIB (Producto Interno Bruto). Creemos terminar este año con el 26 – 27.
La principal empresa del Estado ha salido de las cuentas de la Nación, porque algo más del 10 por ciento ha pasado a 486 mil accionistas. Es la empresa de petróleos. Esa empresa es acreedora neta. No debe un peso. Si la mantuviéramos en la contabilidad nacional, el endeudamiento había descendido todavía más.
Hemos impulsado los estímulos tributarios. Mucha discusión. En el Banco Mundial, en las agencias internacionales, multilaterales, se encuentra teoría a favor de los estímulos tributarios y teoría en contra.
La realidad es que uno ve en muchas partes del mundo estímulos tributarios que funcionan, que se convierten en un de los factores que atraen inversión.
Nosotros hemos descartado la idea de una reducción general de tarifas, que se invoca en nombre de una reforma tributaria estructural, de una simplificación tributaria total.
Creemos que eso no es garantía para que los ahorros de los contribuyentes se reinviertan. Y en sustitución de esa idea, hemos adoptado la idea de estimular la inversión con incentivos tributarios.
Quien invierte hoy 100 dólares en Colombia, puede deducir 40 de su renta líquida gravable. Y puede disponer del número de años que quiera, utilizando esa deducción como crédito fiscal.
Tenemos estímulos generales como éste. E incentivos específicos. Incentivos específicos al turismo, al ecoturismo, a los biocombustibles, a la investigación científica, al desarrollo de los software.
Tenemos otros incentivos generales, como el nuevo concepto de zonas francas, de zonas económicas especiales, sobre las cuales tenía una oportunidad ahora de hacerle un comentario al Profesor Toffler, en nuestra conversión previa, y a su señora Heidi.
El país llegó a tener 11 zonas francas. Con la nueva legislación ya tenemos 38 aprobadas. Y somos optimistas en que eso va avanzar muy rápidamente. Con unas exigencias laborales bastante importantes: todo el empleo tiene que ser directo, formal, con afiliación a la seguridad social, etcétera.
Hemos avanzado en los acuerdos de comercio. Creemos que se constituyen en un factor muy importante para la confianza inversionista.
Cuando los comparamos con las preferencias unilaterales, rápidamente se concluye que los inversionistas temen a las preferencias unilaterales, porque no anticipan qué puede pasar con ellas en el futuro. En cambio los acuerdos de comercio facilitan la confianza en la inversión.
Uno de los pasos más importantes que ha dado nuestro Congreso, es aprobar una Ley que autoriza al Gobierno a firmar pactos de estabilidad en las reglas de juego durante 20 años con los inversionistas. Eso nos puede ayudar muchísimo.
Estamos ahora en la tarea de examinar cuáles son los nuevos sectores que tiene que estimular la economía colombiana, y entrar en un gran capítulo de innovación permanente de nuestra economía.
Esos son los dos restos para 23 meses que nos quedan de Gobierno.
En los nuevos sectores aparecen sectores muy importantes, como el de las telecomunicaciones y todos sus anexos.
El país hizo un gran desatraso en telefonía móvil, empieza a hacerlo en conectividad, en banda ancha. Aspiramos que al final de nuestro Gobierno el 80 por ciento de los estudiantes de las escuelas públicas tengan conectividad, ojalá, todo ese porcentaje con una buena banda ancha.
El sector de los servicios de telecomunicaciones es un sector que muestra una gran posibilidad en Colombia. Hemos logrado ya 48 mil empleos directos en ese sector, y aspiramos que en 2010 tengamos 100 mil empleos directos en ese sector.
Vemos también muchas posibilidades en el sector cosmético, en el sector farmacéutico. Vemos muchísimas posibilidades en el sector de los biocombustibles, en los software, en las energías alternativas.
Biocombustibles
En biocombustibles nuestro país no había avanzado. Hoy producimos un millón de litros diarios de etanol, a partir de caña de azúcar, y con el ingreso próximamente de la planra de Riopaila, tendremos la capacidad de producir un millón 350 mil.
Aquí están sus principales promotores: el ex senador Amílcar Acosta y el doctor José Cárdenas, quien fuera Presidente de los caficultores y Presidente de la Federación de Productores de Biocombustibles.
Terminaremos el año también con la capacidad de producir un millón de litros diarios de biodiesel, a partir de palma africana.
Hay algunas objeciones a la producción de biocombustibles: el temor a que se destruya la selva, el temor a que se utilice la tierra que debe dedicarse a la seguridad alimentaria, y el temor por la poca eficiencia para producir unidades de energía.
La selva. Colombia tiene más del 51 por ciento de su territorio todavía en selva: 578 mil kilómetros. Nuestro gran esfuerzo, como contribución principal a la lucha contra el calentamiento global, es cuidar la selva.
Por eso ya tenemos 66 mil Familias Guardabosques, otrora dedicadas al narcotráfico, que están cuidando la selva. Son guardabosques, reciben un pago del Estado, tienen que cumplir sus obligaciones ante las Naciones Unidas.
Quien vaya a avanzar en plantas de biocombustibles en Colombia, tiene que tener un sello de que no está destruyendo selva.
El segundo temor: que se sustituya tierra de seguridad alimentaria. Colombia tiene 43 millones de hectáreas de sabanas. Solamente tenemos 5 millones en agricultura, y tenemos 23 millones de cabeza de ganado vacuno. Con 43 millones de hectáreas de sabana, podemos tener un gran avance en agricultura para seguridad alimentaria y un gran avance en biocombustibles.
Aquí el desarrollo de los biocombustibles no compite con seguridad alimentaria. Y, además, las fuentes que hasta ahora se han empezado a desarrollar en Colombia para biocombustibles, son muy eficientes.
El profesor Toffler (Alvin Toffler, sociólogo futurista) y su señora Heidi, me decían que, por ejemplo, la producción de maíz para etanol en los países de estación es muy ineficiente, porque para producir 1,5 unidades de energía, tienen que gastar una.
Nosotros tenemos una producción muy eficiente. Con una unidad de energía, a partir de caña de azúcar, podemos producir siete y ocho, en un producto final que es el etanol.
Allí creo que tenemos una gran posibilidad, como la tenemos en otras fuentes alternativas, tal el caso de la energía eólica, que ya tiene todos los incentivos en nuestro país para salir adelante, empezando por los incentivos tributarios.
Cohesión social
En materia social, estamos avanzando en la educación, en salud, en nutrición. Empezando a dar pasos importantes en investigación. Hemos avanzado, pero falta mucho, indudablemente, en un país que llegó a tener un 60 por ciento de pobreza.
Esperamos que este Gobierno pueda mostrar al final plena cobertura en educación básica. Venimos del 78 por ciento. Apenas estamos empezando unos programas masivos de cobertura, de educación de primera infancia.
En educación universitaria, venimos del 22 (por ciento), ya estamos en el 32 (por ciento), cifra que me corrigió el Ministerio (de Educación) la semana anterior. Aspiramos terminar el Gobierno con el 34-35 (por ciento).
Estamos avanzando mucho en educación vocacional. Uno de los elementos redistributivos más importantes de este país es el Servicio Nacional de Aprendizaje, Sena. Se sostiene con una contribución parafiscal de nómina que pagan los empleadores.
Este Gobierno, a medida que ha defendido y ha impulsado los incentivos tributarios a la inversión, ha defendido que no se eliminen las cotizaciones parafiscales, como la cotización al Servicio Nacional de Aprendizaje, Sena, la cotización al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, líder de nutrición, y la cotización a las Cajas de Compensación Familiar.
El Sena ha pasado, en nuestro Gobierno, de capacitar un millón de trabajadores por año, este año estará a cerca de 6 millones; de dictar 6 millones de horas a la enseñanza, este año estará cerca de 16 millones. Tenía 38 mil estudiantes en el ciclo técnico – tecnológico, estamos ya llegando a los 200 mil. Aspiramos terminar el Gobierno en cerca de 300 mil.
Una reforma bien importante que se hizo allí y que la hemos hecho en la educación, es su integración, su articulación. Los muchachos que terminan hoy un ciclo técnico o tecnológico, sus créditos son recibidos para pasar a una universidad y completar, en cualquier momento posterior en su vida, los estudios que les permitan acceder al grado superior. Una educación por ciclos, que recoge una de las tesis más importantes del Profesor Toffler, que es la educación continuada.
En nuestro país había, como en América Latina, una gran aversión a la formación técnica, tecnológica, y creemos que allí estamos eliminando uno de los factores de esa aversión, y que empiezan los jóvenes a tener más confianza en la formación técnica, tecnológica, en la medida que les abre un camino para la formación superior.
Reforma del Estado
El Sena es una de las 411 entidades del Estado que hemos reformado. Creo que América Latina ha cometido errores en extremos, ha tenido décadas en el extremo del estatismo, décadas en el extremo del desmantelamiento del Estado.
Nosotros hemos reformado el Estado, pero no lo hemos desmantelado. Hemos incentivado el sector privado, pero no hemos desmantelado el Estado. Y hemos estimulado la inversión con un gran énfasis en el pequeño empresario.
La relación del Estado y la inversión, las reformas del Estado. Por ejemplo, muchas empresas estatales se han reformado en este Gobierno, faltan muchas, pero han continuado con una gran presencia del Estado.
La empresa de Telecomunicaciones. La receta era eliminarla, que la sustituyera el sector privado. Nosotros la convertimos en una empresa mixta. Hoy el Estado el dueño de la mitad de las acciones menos una. Se ha ganado mucho porque puede pagar las pensiones, antes no podía. Tiene mucha seguridad en la nómina de trabajadores activos y tiene gran capacidad de inversión.
La empresa de Petróleos. Hicimos la reforma laboral y pensional. La llevamos a al capitalización, que adelantaron 485 mil colombianos. La empresa tiene hoy un futuro más despejado, mayor factibilidad. Ha pasado de una capacidad de invertir 700 millones de dólares al año, a una capacidad de invertir más de 4 mil millones de dólares.
Estamos buscando cómo se reforma el Estado para que cree valor en lugar de destruir, y para que esté más comprometido con las necesidades de la comunidad, que con la mezcla de la politiquería y de los excesos sindicales.
Cuando vemos reformas como la de las clínicas del Seguro Social, y aquí en Bogotá hay una bien importante, clínicas que se han sustraído del Seguro Social. Estas de Bogotá las hemos entregado a una sociedad de Cajas de Compensación Familiar, que para los visitantes, son entidades sin ánimo de lucro, manejan un recurso parafiscal cedido por el Estado, es un impuesto de nómina. Lo pagan exclusivamente los empleadores, son administradas por empleadores y trabajadores. Esas Cajas prestan mucho servicio en Colombia a los sectores sociales.
El otro socio de estas clínicas es la Universidad del Rosario, y uno tercero, la Fundación de Hermanos de San Juan de Dios. Estamos en un proceso que nos da mucho entusiasmo, porque vemos que unas clínicas que vivían en desgreño se están transformando profundamente. Creemos que estamos pasando, no del burocratismo al neoliberalismo, sino del desgreño del Estado a la eficiencia, con la compañía de sectores sociales.
Pensamos que allí puede haber un buen camino para la relación del Estado y la sociedad.
Esas reformas han ayudado en el tema fiscal, nos han traído un ahorro entre 2002 y 2010, de 6,28 puntos del PIB. Y tenemos que perseverar en ellas.
Inflación y tasa de cambio
Tenemos dificultades de inflación, dificultades de tasa de cambio. Creemos que la inflación en Colombia no es una inflación monetaria. Es una inflación de petróleo, es una inflación de alimentos, que ha movido todo.
Cuando nuestro Gobierno empezó, el barril de petróleo valía 26 dólares. Después de haber estado a 142 dólares. Creo que esta mañana estaba cotizándose a 107-109 (dólares). Una caída bien abrupta esta semana, pero viene de 26 y llegó a tocar 142.
Este país produce poco petróleo. Hemos logrado incentivar mucho la exploración, pero todavía no hemos tenido grandes hallazgos. Apenas hemos podido pasar la autosuficiencia en estos años, que estaba hasta el año 2008, está hoy hasta el año 2016.
Aspiramos al final de este año dejar la autosuficiencia hasta el año 2017. Y ojalá en los años que vienen el país tenga un importante hallazgo petrolero.
El Banco Central en Colombia es una institución independiente, pero nosotros creemos que el respeto a la independencia de las instituciones, no es equivalente a eliminar el debate. El Gobierno respeta la independencia del Banco, considera que tomó medidas acertadas y a tiempo.
Creemos que los primeros movimientos de elevación de tasa de cambio fueron una señal muy clara del Banco contra el exceso de confianza en el endeudamiento y contra la posibilidad de que el país se incorporara a una espiral inflacionaria.
Sin embargo nos preocupa que, en la presente coyuntura, cuando esos dos riesgos ya están superados, cuando esos riesgos están disipados, mantener una tasa de interés tan alta, afecte sensiblemente al consumo.
Las empresas hacen los ajustes por la nómina, se nos puede perder la dinámica de la creación de empleo –tuvimos una alerta que preocupa mucho, en el mes de julio–, y la dinámica de reducción de la pobreza.
En estos días ha aparecido esta discusión: ya la inflación de 2008 consumió el incremento salarial que se hizo a principios de año. Entonces muchos preguntan: ¿va a haber inmediato reajuste de salarios? Y otro responde: no se puede. El país no pude incentivar más la inflación. Tenemos que esperar a fin de año y decretar para el año entrante, estimular unas negociaciones o decretar un salario prudente, por estas circunstancias inflacionarias tan difíciles.
Abro un paréntesis para decirles que en los seis años de este Gobierno siempre ha habido incremento real del salario mínimo. Es la primera vez que empezamos a ver unas circunstancias muy difíciles para persistir en ese camino.
Entonces uno se pregunta lo siguiente: si hay bastantes dificultades para restablecerles capacidad adquisitiva a los sectores trabajadores, que se ha visto deteriorada por este proceso inflacionario de 2008, ¿por qué les vamos a seguir quitando capacidad adquisitiva a todos los consumidores con unos costos financieros tan altos?
Creo que el país tiene que pensar hoy en cómo va a manejar ese dilema. Por un lado nos dicen: cuidado con los salarios. Hay que ser muy prudentes, porque entonces si no son productos, estimulan un espiral inflacionario. Pero por otro lado se mantiene una alta tasa de interés. Y entonces no se pueden aumentar los salarios para restituir la capacidad adquisitiva perdida, y se sigue quitando más capacidad adquisitiva, manteniendo unas tasas de interés excesivamente altas. Ese es un buen punto de reflexión para los economistas.
Yo me atrevo a decir las cosas tan directas, porque no soy economista. Y entonces los que hablamos de materias en las cuales no somos graduados, somos más atrevidos. Tengo sí el buen cuidado de preguntarles a muchos economistas, de gastarles mucho celular a los economistas. He sido un lector, toda la vida, del doctor Eduardo Sarmiento, aquí presente, que es un discrepante histórico, para bien del debate dialéctico en nuestro país.
En fin, vamos a ver cómo sorteamos este momento difícil.
Empleo, parafiscales y afiliación a cajas
Nosotros estamos haciendo un gran esfuerzo por el empleo. Creemos que es una economía abierta, finalmente el mejor incentivo al empleo no es abaratamiento de la mano de obra, sino el incentivo a la inversión.
El país ha hecho unas reformas laborales, como las de 1990 y 2002, que racionalizaron, crearon un equilibrio, como la eliminación de la retroactividad de las cesantías, de la cláusula de la estabilidad a los 10 años, la racionalización de los recargos que tanto ha ayudado al florecimiento de la hotelería, del sector servicio, de los restaurantes, de los almacenes en cadena, que formalizan el empleo, etcétera.
Creemos que hoy no hay más espacio político en Colombia para hacer ajustes por vía de los derechos de los trabajadores. Esa es una de nuestras razones para oponernos a las solución, que algunos indican, de eliminar los pagos parafiscales.
Y preocupados por el impacto de los pagos parafiscales, veíamos la siguiente conclusión de un juicioso estudio, la semana pasada. Entre junio de 2007 y junio 2008, Colombia creó 718 mil empleos. De ellos, 442 mil se afiliaron a las Cajas de Compensación. Yo diría que es un buen indicador, porque es el 61 por ciento. Que del total de empleo creado en un año, el 61 por ciento se formalice, para lo que ha sido la trayectoria del país, es un gran avance.
En eso influye que hay una legislación más razonable, y también influye que hay mecanismos del Gobierno para hacer cumplir las normas del Gobierno, como es la Pila (Planilla Integrada de Liquidación de Aportes), que les dice a los empresarios: ustedes ya no me pueden hacer 4 declaraciones de pagos de obligaciones de seguridad social, sino una.
Las cuatro generaban muchos trámites, un peso muy alto en costos de transacción y estimulaban la evasión. Creo que eso ha ayudado también.
Y veíamos lo siguiente: en ese mismo periodo creció muchísimo el número de trabajadores afiliados a las Cajas de Compensación, ya está en casi 6 millones.
En ese mismo periodo crecieron muchísimos las empresas filiadas a las Cajas a de Compensación. Y crecieron las más pequeñas.
Porque lo que me dicen es: es que las pequeñas no pueden pagar esos parafiscales. Esos estudios están demostrando que cuando se organizan, sí.
Pero además tienen unas grandes ventajas. Ese estímulo, apreciados visitantes, es para pagarles un subsidio monetario y prestarles otros servicios a los trabajadores de menos de cuatro salarios mínimos. Allí se sitúan los de la pequeña empresa, generalmente.
Entonces la pequeña empresa que se afilia es una empresa que no le aporta al sistema, sino que recibe del sistema. Ahí tiene un gran beneficio. No compensa al sistema, sino que el sistema la compensa a ella. Y le mejora notablemente el nivel de remuneración integral de sus trabajadores.
Yo me he hecho esta reflexión, que la quiero compartir con ustedes: una pequeña empresa en la cual los trabajadores este afiliados a Bienestar Familiar, a Cajas de Compensación, al Sena, en un momento de dificultades que le estén pidiendo un alza en salarios, que la empresa no pueda soportar, la pequeña empresa puede contestar: mire, estoy haciendo el esfuerzo de mantener estos beneficios, cumpliendo con la ley.
Creo que esos beneficios en alguna forma amortiguan, le crean una especie de equilibrio a ambiciones de alzas salariales en momentos difíciles.
Vamos a seguir defendiendo esto, que tiene que ayudar mucho a que mejore la distribución del ingreso en nuestro país, porque a medida que crezca la economía, con esos factores de distribución, tiene que crecer la cohesión social, que es nuestra gran aspiración.
Tercera Ola
Profesor (Alvin) Toffler: para nosotros es muy importante pensar sus tesis. Déjeme atreverme con esto: para desarrollar la Primera Ola, la Segunda Ola, necesitamos elementos de la Tercera Ola.
Este país es un país que tiene todavía un horizonte muy grande para producir comida, la Primera Ola. Pero tiene que producirla con sistemas de mecanización electrónica, con siembra directa, con siembra de precisión, con fertilización computarizada, con riego computarizado.
Este país tiene muchísimos que avanzar en toda la parte industrial. Yo me estaba refiriendo ahora a sectores como la industria farmacéutica, la industria de los software, la industria de los cosméticos, pero tiene que avanzarse con elementos de la Tercera Ola, con elementos investigativos de toda la profundidad de la Tercera Ola.
Y este país tiene que hacer un desarrollo de la Tercera Ola. Lo necesita.
Cuando uno mira regiones de Colombia, alejadas de estos centros, en un país que todavía tiene el 51 – 52 por ciento del territorio en selva, es más difícil llegar allá con carreteras convencionales que con conectividad.
Es más difícil construir allá una universidad de techos, pisos y paredes, que llevar conectividad para dar una formación virtual a larga distancia.
Creemos que la Tercera Ola se impone en países como el nuestro como una gran necesidad.
América Latina. Creo que América Latina mantiene hoy unas disputas muy agrias, innecesarias. La disputa entre izquierda y derecha. La regla democrática va llevando a todo el mundo al centro. Finalmente hoy, comprometidos todos con la regla democrática, desparecen los elementos que estimularon traer ideas de la izquierda europea, de la posguerra, para combatir nuestras dictaduras de Centroamérica y del Cono Sur.
Estos factores de división han sido bastante polarizantes. Creemos que se puede trabajar con cinco elementos democráticos: seguridad como valor democrático, respeto a las libertades, construcción de cohesión social, estados con instituciones independientes, que sean equilibrio de poderes y transparencia.
Creemos que los procesos de unidad de América Latina no pueden ser excluyentes. De hecho en esta administración pudimos hacer el acuerdo Comunidad Andina-Mercosur. Y que lo acuerdos bilaterales no pueden excluir el avance hacia los multilaterales.
Nosotros hemos hecho acuerdos con Cuba y con Chile. Y con Estados Unidos, todavía no lo han aprobado allá. Y con Canadá. Y ahora lo estamos haciendo con la Unión Europea.
Nos parece que la Unión Europea aporta mucho a América Latina, desde el punto de vista de este Gobierno de Colombia. La Unión Europea ha hecho de Europa un verdadero centro democrático, una exclusión de posibilidades de Gobiernos de extremas. Creo que es una gran contribución al mundo.
La Unión Europeaha creado una gran conciencia en contra del terrorismo y en favor de los Derechos Humanos. La Unión Europea forzó que se superaran enfrentamientos entre países. La Unión Europea ha logrado que muchos países que no le colaboraban sus vecinos en la lucha contra el terrorismo, le colaboren. Así lo reconoce el Gobierno español. Reconoce que la Unión Europea ha sido un gran factor para que Francia entrara a colaborarle en la lucha contra el terrorismo.
Y la Unión Europea ha creado un ejemplo de sociedad de clase media. Creo que ha creado el mayor universo de clase media democrática que el mundo se hubiera podido soñar.
Por eso nos parece también bien importante avanzar hacia sistemas de integración con la Unión Europea, y entre nosotros a sistemas de información semejantes al sistema europeo.
Distinguidos economistas que nos visitan, muchas gracias. Llegan ustedes a un país que ha pasado de una tasa de inversión del 12 al 27, que sufre hoy una desaceleración, pero estamos haciendo el esfuerzo para que esa tasa de inversión no se sitúe por debajo del 25.
Un país que recibía inversión extranjera con grandes altibajos. Era más poca y menos constante que hoy. Aparecía un buen pozo de petróleo, llegaba la inversión, al otro año no llegaba. Ahora es más constante.
Recibíamos 700, 1.000, 1.500, 2.000 mil millones de dólares. En los últimos años, cuando entró una cervecera, recibimos más de diez mil, al siguiente año recibimos 6 mil 500, el año pasado 9 mil 28, a principios de julio de este año se registraban 5.300. En medio de las dificultades de la economía hoy, que nos preocupan.
Ereemos que la inversión extranjera este año puede llegar a 11 mil millones, lo han dicho algunos gremios, y no está toda concentrada en minería e hidrocarburos. El 44 por ciento va a otros sectores. Creo que eso también puede ayudarnos. Por eso hay que mantener esa gran confianza.
Y nos preocupa mucho que el estímulo a la inversión no sea solamente a la empresa formal. Nosotros nos propusimos a hacer un gran sistema de crédito y formación a la pequeña empresa. Se llama Banca de Oportunidades.
Para este segundo Gobierno nos propusimos la meta de llegarles a cinco millones de familias. Hemos llegado a 2 millones 700 mil. De ellas, 900 mil son familias que han pasado del mercado negro de la usura al mercado financiero institucional. Solamente en el último año hemos crecido la bancarización en 10 puntos.
La cartera microempresarial en el sistema financiero representaba el 1,5. Hoy el 5,5.
Tenemos muchas dificultades, todavía hay violencia, lo de Cali ayer nos da muy duro. Hay que reconocerlo, bregar cómo lo superamos. Estamos haciendo todo el esfuerzo, pero llegan ustedes a un país muy dinámico, amigo de todos.
Esta mañana un periodista europeo me preguntaba por ciertas escaramuzas con vecinos. Yo le decía: los problemas nuestros no son con los vecinos sino con los terroristas criollos, que se aprovechan de los vecinos para hacernos daño. Colombia no ha sido un país belicista, no lo será, y es muy grato tenerlos a todos ustedes aquí.
Me preguntaba ese periodista por Cuba. Le decía: nosotros hemos tenido muy buenas relaciones con el Gobierno de Cuba. Nos ha ayudado con un punto de equilibrio: las relaciones de la región. Y lo agradecemos y lo expresamos públicamente.
Nos ha querido ayudar para hacer la paz con el Eln. El grupo terrorista de las Farc le interesó Cuba mientras llegó un día en el cual dijo: ya no la necesito. El día que se volvió narcotraficante y se llenó de plata, empezó a mirar con desprecio a Cuba. Y Cuba ha sido un país muy sincero con nosotros en esta tarea.
Entonces aquí hay una lucha denodada contra el terrorismo, pero hay una total fraternidad con el continente.
Hay que insistir porque muchas veces las escaramuzas presentan una realidad que no es.
Somos firmes contra el terrorismo, pero no hemos sido ni seremos belicistas con nuestros hermanos latinoamericanos.
Muchas gracias por venir a nuestro país”. |