Palabras del Presidente Uribe en la presentación de
‘Colombia es Pasión’ en Washington

 
Septiembre 20 de 2008 (Washington, DC - EEUU)
 
 

“Muchas gracias por poder reunirnos hoy de nuevo. Entramos a este edificio con mucho respeto por los valores democráticos que guían a nuestro país

Aquí dejó impronta uno de los pensadores democráticos mas importantes del mundo, honra de Colombia, quien escribió doctrina, práctico doctrina al interior de las fronteras de la Patria y allende las fronteras de la Patria, Alberto Lleras Camargo.

En este Salón de las Américas rendimos a él un sentido homenaje. Invito a las nuevas generaciones a que lo lean. Quienes no alcanzaron a ser contemporáneos en una porción de su vida, encuentran en él una gran fuente de inspiración al leerlo.

Al interior de estas paredes se preservan muchos de los principios que él inoculo para bien de las Américas.

Ustedes trabajan mucho, apreciados compatriotas, han sido recibidos por la hospitalidad de los Estados Unidos, ustedes saben que la libertad que se goza en este país, que el éxito que se obtiene en este país, que el buen nivel de vida que se adquiere en este país, todo tiene un costo común: disciplina de trabajo.

Y ustedes, que vienen de Colombia, que saben sortear todas las dificultades, no han extrañado aquí la disciplina pero la han debido practicar todos los días.

Cuando la Embajadora Barco me dice que nos vamos a reunir hoy con ustedes y veo que no solamente han venido quienes viven en los alrededores de esta capital, sino que han venido de otras ciudades, yo me lleno de consideración, de gratitud, y se expande el afecto, porque ustedes pasan toda la semana trabajando de sol a sol, muchos tienen que trabajar los sábados, muchos los domingos, descansan apenas a raticos y siempre están presentes en estas convocatorias. Nuestra gratitud llena de afecto.

Yo pienso en las madrugadas en mi Patria, en las noches en mi Patria, en los desvelos en mi Patria. Y pasa uno de revista a las ideas políticas, a los problemas, a las ideas económicas, a los problemas, y de pronto va reduciendo las cosas a las más simples expresiones.

El gran problema de Colombia ha sido falta de real afecto de los gobernantes a la nación entera. Que Dios nos de un infinito afecto para amar a Colombia, a cada uno de ustedes apreciados compatriotas.

Con todo el afecto por ustedes, por su esfuerzo, con toda la admiración por su disciplina de trabajo, acudimos esta mañana a este encuentro con ustedes aquí en este Salón de las Américas.

María Claudia, que pertenece a esa nueva generación de colombianos preparados, capaces, con ideales, con empuje, ha tenido una falla en ese nivel, una omisión en ese video: las vigorosas comunidades colombianas que viven en los Estados Unidos, tienen que aparecer en cualquier video de Colombia es Pasión.

Yo venía esta mañana como preocupado, como destilado porque es un momento muy difícil para visitar los Estados Unidos a pocas semanas de la elección presidencial. El Presidente de Colombia tiene que ser muy prudente, tiene que representar los intereses de 44.6 millones de compatriotas, no puede incurrir en ningún, en ningún desliz en materia de comentarios políticos, tiene que defender los intereses de la Patria con toda la eficacia y con toda la prudencia. Y entonces uno piensa en cada reunión, piensa en cada palabra, pienso cómo la voy a decir en mi paisa english.

Y por supuesto, paso la noche anterior con el desvelo: “y entonces mañana estos temas tan delicados en la Casa Blanca, y la reunión con la comisionada de Derechos Humanos en New York, etcétera”, y uno se va angustiando mucho, pero llego aquí y digo: qué vergüenza, uno destilado y estos colombianos, estos compatriotas rebosantes de energía.

María Claudia incluye estos compatriotas en el video.

Quitemos complejos, quitemos complejos. A muchos les han creado el complejo, se los han creado los analistas de cóctel, aquellos que se creen dueños de la opinión pública, de que el pasaporte colombiano es mal visto.

Algunos en medios de comunicación solamente quieren hablar de unos colombianos que han caído en la desgracia de la droga y están en las cárceles, otros solamente han querido hablar del crimen, que por fortuna se reduce en nuestro país.

Otros hablan de la Colombia de la coca y nos crean complejos, cuando podemos decir que hemos extraditado 841 (personas). Hay que preguntarle al mundo quién tiene un record en la lucha contra la droga como el nuestro.

Cuando podemos decirle al mundo, en los últimos cuatro años con la nueva ley hemos confiscado 10 mil bienes del narcotráfico; cuando podemos decirle al mundo, este año fumigamos 130 mil hectáreas de droga y manualmente erradicamos 100 mil. Esos son hechos para hablar ante el mundo

Quitemos complejos.

En la realidad hay otra cosa: yo me reúno con las gentes de trabajo, no con los especuladores de las teclas de los computadores. Y las gentes de trabajo me dicen: “Presidente, increíble, una comunidad más disciplinada que la colombiana, increíble una gerencia mejor que la colombiana”. Hoy la reconocen en el mundo como una gerencia de la más alta calidad para cualquier nivel de empresa, para la pequeña empresa, para la pequeña empresa familiar donde hay que ser trabajador, gerente, portero, telefonista, donde hay que ser cotero, bulteador, ejercer todos los oficios.

Saludamos al senador Jairo Clopatosfsky, quien nos acompaña este medio día. Muchas gracias Jairo

Quitemos complejos, digamos hasta ahora dos cosas: a la comunidad colombiana se le reconoce en el mundo entero por su disciplina de trabajo, a Colombia se le reconoce en el mundo entero por el nivel elevadísimo de su gerencia.

Todos los inversionistas en Colombia dicen –pero no lo dicen por zalamería, no lo dicen por piropo, lo dicen por convicción- que en Colombia encuentran unos trabajadores con una inteligencia superior, con una capacidad de asimilar nuevas tecnologías y aprender nuevos oficios, de incorporar nuevas habilidades con una capacidad asombrosa.

En Colombia tenemos otro factor para sentirnos orgullosos de él por fuera y al interior del país: reconocen que hacer sociedades con los colombianos es excelente, que son honrados, claros en las cuentas, excelentes socios.

Nuestros soldados son héroes. Ese rescatico del 2 de julio, ese rescatico no lo concibieron de los Silicon Valley del mundo entero, eso fue allá la imaginación de la ladera cundinamarquesa, la agudeza de Boyacá y el carácter santandereano, la espontaneidad caribe, el sentido común de mis paisanos más cercanos. Eso que se refleja en los integrantes de nuestro Ejército, las virtudes del pueblo colombiano, las que han hecho posible esa tarea que viene cumpliendo nuestras Fuerzas Armadas para devolverle la paz a Colombia.

Apreciados compatriotas, en estos 6 años de Gobierno yo no tengo sino gratitud con ustedes, mis compañeros y yo no tenemos sino gratitud con ustedes, su apoyo en todas las horas.

Seguimos luchando para construir confianza en Colombia. Ustedes saben porqué, aquí lo hablamos.

En nuestra primera campaña recorríamos las universidades, le preguntábamos a los muchachos: “¿ustedes han pensado alguna vez irse de Colombia definitivamente?”. Y la mayoría levantaba la mano. Había una especie de sensación de desarraigo, de desprendimiento de la Patria. Eso nos inspiró, después de muchas reuniones con universitarios, a escoger la palabra confianza como la palabra fundamental para guiar una propuesta de Gobierno, y en el evento de obtener la victoria que el pueblo nos dio, una acción de Gobierno.

Y la hemos soportado en tres pilares: seguridad desde la democracia no desde la dictadura, seguridad desde las libertades, seguridad desde el pluralismo, seguridad desde la eficacia y desde el respeto a los Derechos Humanos, seguridad desde la vigilancia internacional, seguridad desde el trabajo, seguridad desde la controversia todos los días, seguridad desde los valores democráticos.

Inversión, inversión pero con responsabilidad social, gran flujo de inversión pero con responsabilidad social. Responsabilidad social es transparencia en el otorgamiento de contratos, transparencia en la asignación de concesiones, transparencia en la tributación.

Responsabilidad social es solidaridad de los inversionistas con las comunidades más allá de los mínimos legales, especialmente en temas tan sensibles como el tema ambiental.

Podemos producir biocombustibles, pero no podemos derribar la selva. Hay que llegar a producir 100 - 110 millones de toneladas de carbón al año, pero no podemos asfixiar las comunidades del Cesar y de La Guajira, no podemos dejarlas sin agua, no podemos tener las minas en el patio de atrás de sus residencias.

Responsabilidad social es fraternidad laboral, no al odio de clases, no al capitalismo salvaje, fraternidad en las relaciones entre empresarios y trabajadores para que este país tenga armonía, para que el conflicto social de la Patria todos los días tienda hacia la armonía.

No importa que haya una Patria con mucha controversia política, pero que haya una Patria con creciente cohesión social.

Y entonces la seguridad y la inversión deben crearnos un marco de prosperidad para avanzar en cohesión social.

Una nación que supere pobreza, que vaya construyendo equidad, una nación con todos los días mejores indicadores en educación, en nutrición, mejores indicadores en salud, en acceso de los microempresarios a Banca de Oportunidades, más Familias en Acción, más Familias Guardabosques, mejor distribución del ingreso, más calidad de vida, menos desempleo.

En un Estado de opinión como el nuestro, finalmente el único validador es el pueblo, y el pueblo validará la Seguridad Democrática y la confianza inversionista, si van llegando los resultados sociales. O sea que la cohesión social es resultado de ellas, pero también es su gran validador y su gran retroalimentador, apreciados compatriotas.

Hay que insistir mucho en que Colombia adopte la Seguridad Democrática en el corazón de cada compatriota como un valor democrático, como una fuente de recursos, para que haya un sentimiento colectivo que exija que la Seguridad Democrática se mantenga siempre como un valor de primera línea, para que las nuevas generaciones puedan vivir felices en el suelo de la Patria.

Mi generación es una de las generaciones que no ha vivido un sólo día de completa paz. Que las nuevas generaciones puedan vivir en paz, tranquilamente disfrutar la Patria, que quien quiera salir del país no tenga que salir como muchos de ustedes que han salido expulsados por la violencia o por la falta de oportunidades en Colombia; que quien quiera salir del país salga del país en ejercicio de las libertades, por buscar una aventura, una opción diferente, una oportunidad empresarial, otro oportunidad científica, no porque el país le niegue oportunidades, sino porque quiera buscar otras oportunidades, en ejercicio de las libertades.

Es muy importante la Seguridad Democrática para todo ello y la confianza inversionista.

Sin un flujo permanente de inversión es imposible concebir y aplicar una política social que nos ayude a supera pobreza, a crear empleo de buena calidad con afiliación a la seguridad social. Que no quepa la menor duda.

Uno tiene que escoger una política social de discursos, sin resultados, o una política social de resultados, y para poder tener una política social de resultados necesita que haya inversión con responsabilidad social.

Esta mañana decíamos en la Casa Blanca que el Tratado de Comercio es una alternativa de inversión. Mucha gente espera la aprobación del Tratado de Comercio para invertir en Colombia. A medida que tengamos más tratados de comercio habrá más confianza inversionista, y esa inversión tiene que traducirse en empleos de buena calidad con afiliación a la seguridad social.

Si la inversión prospera, prospera la pequeña empresa, prospera el pequeño emprendimiento, prospera la posibilidad de cada colombiano de emprender. Nosotros queremos una sociedad de emprendimiento y la inversión fuerte es un presupuesto necesario para una sociedad de emprendimiento.

Unos gobierno hicieron una gran esfuerzo por la seguridad, pero la seguridad no se insertó en el corazón de los colombianos como un imperativo de continuidad, y entonces no pudieron obtener los resultados que querían. Por eso hay que proyectar la seguridad hacia el largo plazo.

Ningún Gobierno de Colombia ha sido hostil a la inversión, pero este Gobierno ha marcado una diferencia: que le ha puesto todo el entusiasmo y toda la fuerza para que Colombia sea un país atractivo de inversión.

Nuestras tasas de inversión eran del 12 – 14. En los últimos años hemos tenido por cada 100 pesos que producimos, 21 de inversión, 24, 27 y medio.

Este año no obstante que ha habido esta desaceleración de la economía, que nos preocupa, la tasa de inversión se ha mantenido.

Colombia siempre ha tenido una inversión extrajera ¿Cuál es la diferencia? Antes era inconstante y menor. Un día la había, al siguiente día no. Se anunciaba Caño Limón, Cusiana, Cupiagua. Esos hechos generaban inversión.

Se anunciaba la apertura de la televisión al sector privado, llegaba la inversión; la apertura de la telefonía al sector privado, llegaba la inversión.

¿Cuál es la diferencia ahora? Que ahora es constante y es creciente. Y vamos a tener unos buenos flujos de inversión todos los años, haya o no especiales proyectos.

Cuando entró la cervecera tuvimos más 10 mil millones (de pesos) de inversión, al siguiente año 6 mil 500 (millones), el año pasado 9 mil 028 (millones de dólares) y algunos están proyectando para este año 11 mil (millones).

El país mantenía flujos entre 700 - 2 mil millones de dólares en inversión. Va un buen porcentaje a petróleo, a carbón y a hidrocarburos. Este año a hidrocarburos y minería se dirige un 56 por ciento de inversión, pero el otro 44 (por ciento) está llegando a todos los sectores.

Cada vez que se abre un centro comercial, un almacén de cadena, nosotros lo medimos preguntado cuántos empleos de buena calidad han creado, con afiliación a la Seguridad Social.

Cuando se amplían las plantaciones de palma africana, de cacao, de café orgánico, de caucho, lo medimos cuántos empleos de buena calidad se están creando.

Cuando se instalan dos plantas de biodiesel en Santa Marta, una Codazzi, las plantas de alcohol carburante en el Valle del Cauca, las zonas francas de Cartagena, los nuevos puertos de Barranquilla, los grandes proyectos de Bogotá, Medellín y Cali, preguntamos cuántos empleos de buena calidad se están creando.

Por eso hay que ser muy reiterativos en el tema de la seguridad y de la inversión y convertir eso en propósitos permanentes de la Patria, que los líderes que vengan tenga compromiso con esos conceptos.

Se los digo, apreciados compatriotas, mirando a la Patria con los ojos con que uno mira a los hijos y espera a los nietos. Ya en unas circunstancias de la vida cuando –como decía Gaitán- la nieve de la existencia ha caído sobre la fase superior, y se me ha caído la tintura del pelo.

Hay que pensar en la Patria alrededor de estos temas, en una Patria en donde todos los días hay que hacer ajustes.

Nosotros hemos sido muy claros en nuestro discurso esta semana. Con mi interlocutor en Estados Unidos hemos dicho: “reivindicamos los avances, pero reconocemos lo que falta”.

Sí, ha disminuido muchísimo el asesinato de sindicalistas, pero todavía los asesinan. Sí, ha disminuido muchísimo el secuestro, pero todavía tenemos 200 secuestros, venimos de 3 mil 500.

Sí, hubo años a los cuales si sumanos las fosas comunes a las cifras oficiales, hubo años de 35 mil asesinatos, pero el año pasado todavía tuvimos 17 mil, 16 mil todavía este año puede ser mucho, llevamos 11 mil 400.

Que se han disminuido mucho las masacres, sí, pero todavía hace dos semanas nos pusieron un carro bomba en la justicia en Cali.

Que hemos pasado de 3 millones 300 mil niños en programas de nutrición a 10 millones, pero hay que llegarles a otros 2 millones.

Que hemos pasado de 23 millones de colombianos afiliados al sistema de salud, a 38 millones. Pero todavía nos faltan 6 - 7 millones por seguro, y el régimen subsidiados tiene un plan de cobertura inferior al régimen contributivo, y todavía el problema es de calidad.

Que hemos pasado de una cobertura del 78 por ciento en educación básica al 94 (por ciento), pero todavía tenemos una falta de cobertura del 6 por ciento.

Que estamos mejorando muchas escuelas, pero la gran mayoría son estrechas y tienen una infraestructura muy deteriorada.

Que hemos pasado de una cobertura universitaria del 22 al 32 por ciento, sí, pero para ponernos en el nivel superior de América Latina debemos llegar no al 34, que es la meta de nuestro Gobierno, sino rápidamente al 43 (por ciento).

Es bien importante que nosotros en el Gobierno, sin perder el optimismo, aprendamos a reconocer lo que falta, cuando reivindicamos lo hecho. Yo creo que eso bueno en el discurso en los Estados Unidos, para que nos aprueben el TLC. Nosotros no negamos los problemas que tenemos, lo que sí reivindicamos es nuestra determinación, nuestra buena fe para resolverlos.

Yo tengo muchos motivos para dar gracias a ustedes.

En los últimos meses lo que hemos hecho es, en lugar de venir muchas veces nosotros aquí, recibir muchas delegaciones norteamericanas acá.

El Gobierno del Presidente Bush, su equipo, su gabinete, han hecho un enorme trabajo. Una semana ha ido el Secretario (de Comercio, Carlos) Gutiérrez, a la otra semana la Embajadora (Susan) Schwab o señora Secretaria de Estado, la doctora (Condoleeza) Rice. Siempre acompañados de delegaciones bipartidistas del Congreso norteamericano.

Y a mí se me arrima un senador de un partido y me dice: “Yo soy de tal ciudad y tengo allí muchos colombianos que son amigos míos y me han hablado del TLC”.

Y se me arrima un congresista de otro partido y me dice: “Yo soy de tal ciudad y allí se arriman los colombianos amigos míos y me dicen, Congresista, el TLC de Colombia”.

Y hablo por teléfono con un senador muy importante y me dice: “yo tengo unos colombianos amigos en Chicago y están muy orgullosos de su Gobierno”. Y yo me alcanzo a sonrojar y digo: estos compatriotas son una machera, los compatriotas son una machera.

Me lo dijo un senador muy importante de Chicago, muy importante, me dijo: “yo tengo allá muchos colombianos amigos, y están muy orgullosos del progreso de Colombia”. Ustedes son una gran comunidad y han hecho un gran trabajo por la Patria, apreciados compatriotas.

Con su estilito, querendón, amable, de presionar con suavidad, mantengan ese Congreso allí, amable y cariñosamente inundado de mensajes, hasta que salga el TLC.

Con mucho afecto acudimos a esta reunión y entonces ahora vamos a abrir el diálogo a ustedes.

Les voy a pedir lo siguiente, para que sea relativamente ordenado: el Gobierno tiene un menú, donde está el tema de Seguridad Democrática, avances, progresos, confianza inversionista, problemas este año de la economía, y ustedes más todo que el mundo los conocen, porque aquí se han originado.

El tema de la política social, sus alcances, la innovación productiva, los problemas de ustedes, quienes viven fuera del país, la atención consular, el tema sobre la ley migratoria, parecería en este momento haber poco tema en los Estados Unidos, yo creo que es un momento en el cual nosotros tenemos que ser muy prudentes.

En fin hay un menú temático muy amplio”.

 
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