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Palabras del Presidente Uribe en la presentación de la Ley que transformó a Colciencias en Departamento Administrativo
Febrero 10 de 2009 (Casa de Nariño)
     
 

“Quiero expresar nuestra gratitud inmensa a todos los compatriotas que intervinieron en esta ley, muy especialmente a la persistencia de nuestro Representante (a la Cámara), el doctor Jaime Restrepo Cuartas, y de nuestra Senadora, la doctora Martha Lucía Ramírez de Rincón; a la persistencia de Conciencias; a la persistencia de la Directora de Planeación, de la Ministra de Comunicaciones; al buen empeño del Congreso de la República y a la muy eficaz compañía de gremios, sector privado, de la comunidad académica. Muchas gracias a todos.

En un principio yo tuve reservas, porque seguir asignando recursos que después no se puedan cumplir, seguir creando rentas de destinación específica en una estructura presupuestal tan inflexible como la colombiana, hace muy difícil el manejo.

También tengo que reconocer que tuve otra reserva. Yo he tenido, apreciados compatriotas, temor a que todo problema en Colombia se quiera solucionar con un ministerio. Creo que la solución burocrática de nuestro país, no ha resuelto problemas, ha creado muchas expectativas y ha traído muchas frustraciones.

Me parece que el proyecto, con una artesanía legislativa de mucha devoción, lo orientaron correctamente.

He preguntado: bueno, ¿pero por qué la insistencia en convertirlo en Departamento Administrativo?, con la reserva que me asaltaba, de que concentrar todo en la Presidencia va creando una especie de estructura plana entre la Presidencia y el resto del Gobierno, que puede conducir a ineficiencias.

Pero dieron unas razones poderosas, y uno tiene que reclamar la razón o aceptar la sinrazón en esta tarea de Gobierno. Dieron la poderosísima razón de que se necesita que el ente rector de la política de ciencia y tecnología, esté al nivel del gabinete, tenga interlocución con el gabinete, no lo vean como un ente subalterno, tenga presencia en el Consejo de Ministros, y tenga presencia como titular también en el Consejo Nacional de Política Económica y Social (Conpes).

Razones muy poderosas que propusieron los ponentes, y que propusieron la Ministra de Comunicaciones, anterior directora de Colciencias, y la señora directora de Planeación Nacional.

O sea que allí hay un tema de estatus, que debe repercutir en una gran capacidad de influir sobre todas las agencias del Estado, para que en cada agencia del Estado haya mayor compromiso con los programas de ciencia y tecnología.

Me decían: ‘mire, necesitamos que cada agencia del Estado se preocupe por el tema de investigación, así como ha empezado a preocuparse el Ministerio de Agricultura, destinando una porción muy importante de la Ley Agro Ingreso Seguro, para apalancar proyectos de investigación’.

Y me agregaban –en esa tarea, yo confieso, que yo les hice las veces de abogado del diablo- y me decían: ‘entonces en la medida que Colciencias gane ese estatus, va a poder tener una influencia sobre las otras agencias del Estado, para que las otras agencias del Estado hagan lo que está haciendo el Ministerio de Agricultura’.

Quiero, pues, agradecer inmensamente este esfuerzo, que me parece que es un esfuerzo que no se dedicó a la vía facilista de capturar unos recursos, convirtiéndolos en rentas de destinación especifica, sino de crear un marco para que sector público, sector privado, entidades nacionales, entidades descentralizadas, lo doméstico y lo internacional, se integren para adelantar un proceso mucho más intenso de investigación en nuestro país.

Hubiera sido más fácil simplemente decir: ‘se destina por Ley de la República tal renta del Estado únicamente a ciencia y tecnología’, pero no habría sido tan responsable como lo que han hecho.

Eso de capturar, de convertir rentas generales en rentas de destinación específica, tampoco ha sido una solución muy eficaz en muchos casos en Colombia.

Yo agradezco ese proceso evolutivo que se dio en todo el proceso de construcción de la Ley. Me parece que es de gran significado y que da ejemplo, porque vemos que en otros temas se sigue con la idea de pretender resolver problemas creando ministerios o capturando rentas, con la figura de rentas de destinación específica.

Permítanme anclar esto en el reto del momento. No apreciados compatriotas por prescindir de la visión de largo plazo, sino porque podemos incorporar la visión de largo plazo al imperativo de enfrentar los retos del momento. La crisis de la economía mundial y su impacto sobre Colombia.

El Ministro de Hacienda y la Directora de Planeación han repetido una y mil veces las ventajas que tiene el país, cómo el país entra en mejores condiciones a un momento tan difícil de la economía mundial.

He creído que es responsabilidad del Gobierno, contarle al país todas nuestras dificultades, la expectativa de que un comercio internacional que en exportaciones había pasado en este Gobierno de 11 mil millones de dólares a casi 40 mil, puede tener este año una caída de alrededor del 15 por ciento.

La preocupación de que un recaudo que había aumentando sustancialmente, puede tener este año un faltante en relación con la meta, de 5 billones.

Por supuesto, yo creo que frente a la crisis no puede existir un optimismo desconectado a la realidad, que después sienta todo el golpe de la tragedia, ni tampoco un análisis negativista que anule emprender iniciativas para poder enfrentar la crisis.

El Gobierno quiere ayudar a crear un ambiente de optimismo y de realismo. Las crisis sólo se enfrentan trabajando.

Para trabajar hay que tener ánimo, hay que tener optimismo, hay que tener ganas, pero no podemos dejar de mirar esto con realismo, con estas dificultades que enfrentamos.

Política anticíclica

Nosotros hemos definido cuatro capítulos básicos, que constituyen lo que es la política anticíclica. Y quiero, en un momento, incorporar ahí este esfuerzo de ciencia y tecnología.

Primer capítulo: infraestructura. Lo hemos venido preparando dentro de lo que es la visión de competitividad del país. Tiene un primer antecedente en el Plan 2019, después lo recogen el Plan de Desarrollo para el período 2006 – 2010, y en buena hora llega para poder enfrentar la fase negativa del ciclo de la economía.

Debemos invertir este año 55 billones en infraestructura: 32 (billones) por parte de concesionarios vinculados con capitales privados a programas del Estado, y 23 (billones) con recursos del Estado. Hay un crecimiento ahí total del 22 por ciento. El aporte privado crece en un 50 por ciento y el aporte estatal entre un 8 y 10 por ciento.

Por supuesto, en ese primer capítulo tenemos el tema de hidrocarburos, tenemos el tema de los proyectos de generación de energía, tenemos el tema de concesiones portuarias, de los aeropuertos, de los ferrocarriles, el tema de las carreteras, el tema de la vivienda, los planes departamentales de agua, los megacolegios, el anticipo a los departamentos de las vigencias para construcciones escolares de 2010 y 2011, a fin de que puedan contratar con los recursos de 2009 una contratación de más largo plazo.

Un tratamiento semejante a las alcaldías para los recursos de vías terciarias, etcétera. Los planes departamentales de agua que se vienen trabajando de tiempo atrás, y que ya están entrando en una obra de más dinámica ejecución, etcétera.

El segundo capítulo es el de la red de protección social. En un momento de tantas dificultades no les podemos trasladar la factura de la crisis a los pobres. Por eso, dentro de nuestra política de cohesión social, el capítulo de la red de protección es de gran importancia este año.

Debemos llegar en el esfuerzo conjunto, Bienestar Familiar, Familias en Acción, departamentos y municipios a 11 millones entre niñitos menores de cinco años y escolares, en los programas de nutrición.

Familias en Acción no empezó en este Gobierno, fue introducida por la administración del ex Presidente Andrés Pastrana, 220 mil Familias en Acción. Nosotros esperamos tener en junio 3 millones de Familias en Acción, para ir logrando toda la cobertura en desplazados, e ir logrando toda la cobertura en estrato uno.

El Gobierno defiende que este no es un programa asistencial, sino profundamente estructural de política social, como quiera que al garantizar la educación de los sectores más pobres de la población, que ha venido mostrando sus bondades al disminuir la deserción, no condena a los hijos de las familias más pobres a tener que reproducir la pobreza. Abre las puertas de la movilidad social, que es un elemento consustancial de la democracia.

Y por supuesto, es lo que finalmente ayuda a crear justicia en las condiciones de distribución del ingreso. Tres millones de Familias en Acción.

Cuando el Gobierno empezó, teníamos un 1.5 por ciento del total de la cartera financiera en microcrédito. Hoy hay un 5.5 por ciento. La meta del segundo Gobierno era entregar a través del esquema Banca de las Oportunidades, cinco millones de microcréditos. La meta ahora no es cumplir eso en agosto del año entrante, sino cumplirlo en diciembre de este año, anticiparlo siete meses, lo cual nos obliga a reforzar mucho la marcha.

En septiembre llevábamos 3 millones 300 mil créditos, esperamos que en diciembre hubiéramos completado 3 millones y medio, y que con millón y medio que asignemos este año, estemos anticipando a diciembre la meta de 5 millones de microcréditos.

Hay otros componentes de la red de protección social a los cuales no me voy a referir para ahorrar un poquito de tiempo.

Confianza inversionista

El tercer capítulo es el tema de confianza inversionista. Para nosotros ha sido fundamental estimular la confianza inversionista en la Patria, con responsabilidad social. Yo diría que América Latina tiene un mal dilema, mal propuesto, que es entre construcción de confianza inversionista y espantar a los empresarios y sustituirlos simplemente por monopolios estatales caprichosos.

Yo diría que lo que necesita América Latina es una gran construcción de confianza inversionista con responsabilidad social. Yo creo que lo que debe crear el dilema es la presencia o la ausencia de responsabilidad social, no la confianza o la desconfianza inversionista.

Me parece muy difícil enfrentar esta crisis y la post-crisis si no hay confianza inversionista, por rico en recursos naturales que sea cualquiera de nuestros países.

Nosotros hemos propuesto en la política anticíclica, especial énfasis en una expresión de la confianza inversionista, que son las zonas francas.

Creadas en la administración (Alberto) Lleras Camargo, era Ministro el doctor Hernando Agudelo Villa, una gran visión en la época. El país había completado 11.

Ahora modernizamos esa legislación, la complementamos con los pactos de estabilidad, y con la nueva legislación hemos aprobado 45 zonas francas. Ayer se aprobaron 4, llevábamos 41.

Ayer se aprobaron 4: dos de call center, más que call center la tercerización de operadores de este tipo de negocios con valor agregado. No solamente recibir la llamadita para separar un tiquete aéreo, sino hacer a distancia, en forma virtual, la investigación, el trabajo de arquitectura, el trabajo de ingeniería, lo que sea, la asistencia contable, financiera.

Yo creo que ahí el país está desbrozando un camino muy importante de construcción de empleo formal, de empleo bien remunerado. Ayer se aprobaron uno para Cota y otro para Pereira.

Y en el nuevo esquema de la salud, donde incorporamos el concepto de zonas francas y el concepto de planes Vallejo, ayer se aprobaron dos zonas francas de salud: una muy grande en Medellín, y otra menos grande en Puerto Colombia (Atlántico).

Y la verdad es que en un momento de tantas dificultades de la economía mundial, da por lo menos un momento de alivio, pensar que en Colombia siguen presentándose el interés por este tipo de inversiones. Yo creo que no todos los países del mundo pueden decir hoy que están recibiendo nuevas propuestas de inversión en este momento de tantas dificultades.

El cuarto capítulo lo hemos llamado de varios. Ahí por ejemplo tenemos una guía, en ese capítulo, que es Bancoldex.

Cuando empezó el Gobierno, Bancoldex en ese final de ese año 2002 acumuló una cartera de 2 billones. Terminó 2008 con una cartera de 6,2 billones. Ha hecho una gran migración de créditos de corto plazo a créditos de largo plazo. Ha venido disminuyendo los créditos de capital de trabajo y aumentando los créditos de reconversión productiva, lo cual es muy importante para la Ley que hoy celebramos.

Bancoldex tenía un presupuesto de colocación de recursos este año de 3.3 billones. Debe colocar 5 billones.

En época de crisis lo primero que tiene que hacer un buen empresario y un gobierno diligente es evitar que se agote la caja. Y sobretodo, cuando se tiene condiciones para poder obtener crédito, no hay excusa para hacer todas las diligencias a fin de que no se agote la caja.

Nosotros queremos con Bancoldex y Finagro, hacer todo el esfuerzo para que a las empresas colombianas manejadas con transparencia, en esta crisis no se les agote la caja, para seguir haciendo todos estos esfuerzos de reconversión productiva.

Por eso ese esfuerzo adicional de colocar este año no 3.3 sino 5 billones en Bancoldex, más las metas también muy exigentes en Finagro.

Y nos parece de la mayor importancia que haya una veeduría cívica. El Gobierno ha venido trabajando todos estos años en los consultorios empresariales en las diferentes ciudades de Colombia. Esta tarde lo vamos a tener en Ibagué, donde ustedes saben, maltrata mucho el desempleo.

Y lo hemos venido haciendo con las Cámaras de Comercio. Entonces, le hemos pedido a Confecámaras que como una nueva etapa del trabajo coordinado con el Gobierno en materia de consultorios empresariales, desarrolle una veeduría cívica sobre la política anticíclica.

Anoche, en el Consejo de Ministros se instruyó a todos los compañeros de Gobierno para que todos estemos atentos a responderle a esa veeduría cívica, a colaborarle con todo el acceso, sin malicia, sin obstáculos a la información, para que esa veeduría cívica les esté diciendo al país y al Gobierno periódicamente, cómo vamos. En esto vamos bien, en esto vamos mal, cuidado que este es un camino equivocado, etcétera.

Ciencia y seguridad

¿Cómo entra aquí el tema de la ciencia y tecnología? Para nosotros es fundamental en los tres pilares de nuestra política de largo plazo.

Nuestra política de largo plazo tiene una palabra líder que se llama confianza. Un país que no investiga, finalmente va logrando en las nuevas generaciones una especie de indiferencia.

Yo creo que un estímulo para la confianza de las nuevas generaciones es un país que investigue. Y es fundamental en los tres pilares que soportan nuestra política de búsqueda de confianza, en la Seguridad Democrática.

Uno tiene que pensar también en el rol de las Fuerzas Armadas hoy, para ser más eficientes, y en el futuro en el sueño de un país en paz –porque para nosotros la Seguridad Democrática no es un fin, sino un medio, un medio de autoridad democrática para llegar a la paz- en el futuro cómo va a ser la contribución de las Fuerzas Armadas, y eso necesita un gran proyecto investigativo.

Lo necesita uno en la industria aeronáutica. Que la industria aeronáutica, a través de la Fuerza Aérea Colombiana, puede ser una industria de vanguardia en el continente.

Tiene un principio de masa crítica, y en la medida que se avance allí en investigación, puede dar una gran respuesta.

Se necesita en el tema de la ingeniería, se necesita en el tema de la Armada.
Y uno ve ahí un gran principio, una gran fuerza inercial. Si ustedes visitan hoy a Cootecmar, la encuentran totalmente reestructurada, y produciendo unas embarcaciones para el patrullaje de nuestros ríos, que nos han costado un 25 por ciento de lo que hubiera costado comprarlas en el mercado internacional, y que tienen un gran agregado.

Entonces yo quiero invitar que la política de Seguridad Democrática en el presente y en una visión de largo plazo, en un Estado de opinión, tenga mucha atención por parte de la política de investigación.

Cohesión social

El tercer pilar, el de la cohesión social, necesita investigación todos los días para saber cuáles son las políticas sociales y cómo se deben proveer, para poder hacer de Colombia una sociedad justa.

El segundo pilar, que es la inversión con responsabilidad social, yo diría lo siguiente, apreciados compatriotas, de manera muy elemental:

Primero, la seguridad es necesaria en todo momento para que haya inversión, pero no suficiente. Si hay seguridad, pero no empieza una etapa de activación en el uso de la capacidad instalada, una segunda etapa de agregación de nueva capacidad instalada, rápidamente la seguridad deja de mostrar efectos benéficos sobre la economía y sobre el tejido social.

Cuando uno compara, por ejemplo a Colombia con Argentina, y escucha a los economistas hacer la presentación del crecimiento potencial, el PIB potencial en una y otra, encuentra que no solamente por dotación de recursos naturales, empezando por el recurso tierra, sino por toda la instalación de capital productivo, Argentina tiene mucha mayor capacidad instalada. Una crisis se supera utilizando la capacidad instalada. En cambio Colombia, a Colombia le falta instalar mucha capacidad.

Colombia, para poder superar la crisis, tiene no solamente que utilizar la capacidad que un momento hubiera dejado de utilizar, sino agregar capacidad instalada –capital físico y capital humano- con mucha mayor velocidad. Y esto exige un proceso investigativo permanente. Y llega un momento en que si no hay innovación, también se estanca.

Entonces, hay que crear un esquema de permanente construcción de capacidad productiva, y eso tiene que estar dinamizado por una constante, que es innovación, de lo contrario nos estancamos.

El Ministro (de Comercio, Luis Guillermo) Plata ha traído una muy buena concepción, que es definir en lo viejo que producimos qué podemos agregar valor, y cuáles son los nuevos sectores a desarrollar.

Yo miraría esta política de ciencia y tecnología de manera muy simple, así:

Primero, una visión: mantener una constante innovativa en la economía y en el tejido social de Colombia.

Segundo: unos actores. Me parece que lo trae muy bien la Ley. El nuevo status a Colciencias, sobre lo cual ya me referí, y reconozco que no fui actor, sino finalmente convencido. Y digo convencido, por vanidoso, si fuera humilde diría ‘derrotado’. Para hablar con mucha claridad.

Sigamos hablando de actores.

Actores en el tema de la ciencia

Me parece muy bien la concepción de vincular sector privado y universidad; sector nacional y sector descentralizado.

Los estudiosos del tema nos indican cómo en alguna década en el Japón, se perdió un esfuerzo de 10 años en investigación porque lo concentraron todo en el sector privado, y la universidad no se nutrió de ese esfuerzo.

Y en otra década en los Estados Unidos perdieron el esfuerzo de investigación, porque lo concentraron todo en la universidad y el sector privado se desvinculó. Y los grandes descubrimientos en las universidades tuvieron que vendérselos, para que los patentaran, a empresas no norteamericanas. Allá mismo se dolieron mucho de que eso hubiera fracasado.

Por eso, parece que tiene toda la lógica aquí esta integración tan equilibrada entre comunidad científica y comunidad productiva.

En el país yo creo que el problema no es falta de descentralización, sino falta de recursos.

Cuando uno mide la descentralización en Colombia, no solamente por el tema político –que la elección de nuestros alcaldes, nuestros gobernadores, la necesidad de construir gobernabilidad, con mucha delicadeza en el entendimiento con todos ellos, independientemente del origen político de su elección- cuando uno trasciende el tema político y busca otra medida de descentralización, y se pregunta del total que invierte el Estado colombiano cuánto invierte en las regiones, encuentra que invierten el 51 - 52 por ciento.

Es un país bastante descentralizado. El problema es que al municipio colombiano le faltan recursos y al departamento recursos y a la Nación recursos. Yo diría que el problema hoy en Colombia es un problema de tener más recursos y mejor administración para todos los niveles del Estado.

Entonces vincular todas las entidades territoriales en un proceso de descentralización, a hacer partícipes de este Fondo, también es visionario. E introducir la idea, la norma de que puede haber una flexibilidad en el uso de las regalías regionales, para poder nutrir el Fondo de Ciencia y Tecnología. Yo creo que eso puede ayudar muchísimo.

Nos toca ahora es la tarea de animar a las entidades territoriales para que lo haga. La tarea de que los administradores del Fondo comprometan a cada gobernador de la Patria, a cada alcalde de la Patria, para que haga su aporte en el Fondo. Yo creo que ahora, creado el marco legal, toca es una tarea de convicción.

Allí está muy bien lo de los actores.

Relación Sena - Colciencias

Otro actor: el Sena. Ustedes saben que el Sena en estos años ha pasado de un millón y medio de estudiantes en formación por año, el año pasado casi seis millones; de cinco millones de horas de enseñanza a casi 16 millones.

Yo creo que es una entidad bien transformada, se ha liberado de controles de excesos sindicales, de politiquería. No ha sido fácil esa reforma. Hoy le piensa llegar a 500 mil colombianos con un programa de enseñanza del inglés como segunda lengua a través de Internet. La mayoría de los profesores están desde San Andrés.

Como hay limitaciones porque utiliza Internet satelital, el Ministerio de Comunicaciones está ahora en el proceso de dotar a San Andrés de un cable. San Andrés puede ser un gran centro de informática para el país.

Me quiero referir a la relación del Sena – Colciencias. No ha sido fácil. ¿Para qué nos vamos a poner aquí con cortesías, a ocultar realidades? Y como yo soy un Presidente metido, entonces me toca estar hablando con el uno y con el otro. Pero yo creo que ambos tienen una tarea muy importante que hacer.

Como lego, creo leer en la mente de ustedes, apreciados científicos, lo siguiente: en un país con tantas necesidades, si no hay transferencia veloz, no se entiende el valor de investigar, y si solamente nos quedamos en la aplicación y en la transferencia inmediata y no se investiga, se nos agotan las posibilidades.

Yo creo que ese equilibrio muestra la necesidad de Sena y de Cociencias. Pienso que en el tema de aplicación inmediata, es fundamental lo del Sena.
Entonces nos toca trabajar todos los días por el mejor entendimiento entre el Sena y Colciencias.

Ministerio de Educación

Otro actor bien importante: el Ministerio de Educación. Esta Patria nuestra esta muy descentralizada en educación. Hoy, entre departamentos y ciudades que manejan autónomamente la educación, hay 84 entidades certificadas. Lo veíamos anoche en el Consejo de Ministros.

Y me dirán: ‘¿pero por qué, si son 1.102 municipios?’. Los municipios que no están certificados, que no han ganado la autonomía en educación, la educación se la maneja no la Nación, sino su departamento. Es una educación descentralizada, pero el Gobierno Nacional mantiene unos instrumentos de influencia.

Me parece que allí ha habido una actividad bien importante de la Ministra, que debe hacer parte de todo este proceso, de promover el espíritu investigativo en los niños.

La Ministra tiene un programa que es la promoción de competencias: competencias laborales, competencias cívicas, competencias de manejo del idioma y competencias investigativas. Ella reúne periódicamente proyectos de investigación, prácticamente de primera infancia, y eso es muy exitoso. Yo invitaría a que le asignemos toda la importancia a eso.

Definitivamente un país que quiera tener la innovación como una constante permanente, necesita inculcar el espíritu investigativo en los niños, y responde de manera magnífica.

Nos ha tocado ver una exposición de 600 colegios mostrando los proyectos investigativos, y uno se llena de alegría al ver el entusiasmo de esos profesores de primaria, y al ver el entusiasmo de esos niñitos por sus proyectos investigativos.

Otros actores

Otro actor de gran importancia: el Ministerio de Agricultura. Ya me referí a ello, cómo están dedicando de los 550 mil millones de la Ley Agro Ingreso Seguro, este año van 100 mil millones a apalancar proyectos de investigación. El año pasado –aquí está el doctor Rafael Mejía (presidente de la Sociedad de Agricultores)- creo que fueron los mismos 100 mil, y eso ayuda muchísimo.

Necesitamos hacer lo mismo en el Ministerio de Ambiente y en las corporaciones ambientales. Mi percepción es que las corporaciones ambientales no están haciendo el esfuerzo de investigar nuestros recursos del medio ambiente, no han hecho el esfuerzo de investigar debidamente nuestras selvas.

Creo que ahí tenemos una falencia, e invitaría a Colciencias, a su junta directiva, al Fondo, a llamarnos la atención y exigir que el Ministerio y cada una de las corporaciones ambientales asuman su tarea en esa materia.

Creo que la concepción del Ministro de Comercio, de Industria (y Turismo), de definir en un proceso democrático, no impuesto desde el Gobierno, en un proceso de auscultación de la realidad nacional, de diálogo con todos los actores, cuáles de los sectores tradicionales de la economía pueden agregar valor, y los sectores nuevos en los cuales debemos poner todo en énfasis, yo creo que es un esfuerzo meritorio, pero está concebido, ahora hay que llevarlo a la práctica.

Si la memoria no me falla, ahí aparecen unos sectores nuevos para poner todo el énfasis: medicamentos, cosmética, zonas francas de salud, este tema de los call center que llaman los anglicistas, pero con valor agregado, y el software.

Biocombustibles

Y creo que el avance que viene haciendo el país en materia de biocombustibles es muy importante.

Déjenme compartir con ustedes esto que creo que nos ha entusiasmado mucho: hace cinco, seis años el país no producía un litro de biocombustibles, hoy está produciendo un millón 50, millón cien mil litros diarios de etanol a partir de caña.

La semana pasada entraron dos plantas de biodiesel a partir de palma africana en Santa Marta (Magdalena), está para entrar una que ya se encuentra en pruebas aquí en Facatativá (Cundinamarca), y creo que está muy adelante otra en San Carlos de Guaroa, también del sector privado, en el Meta.

En junio, cuando entre también la de Ecopetrol, el país debe tener una capacidad para producir un millón 800 mil litros diarios de biodiesel a partir de palma africana.

Si bien Brasil nos gana de lejos en el tema de etanol, porque mientras nosotros tenemos 250 mil hectáreas de caña de alta productividad, Brasil de buena productividad tiene 8 millones. Nosotros tenemos la mayor productividad del mundo en caña, en el Valle del Cauca, pero así como es de bueno es de chiquito. Y tenemos otras 250 mil hectáreas pero en caña de ladera.

Si bien Brasil va muy en la delantera en eso –allá visionariamente lo empezaron hace 40 años- nosotros nos hemos convertido en el segundo país de la región y el primero en biodiesel. Es el país que ha dado el gran salto en biodiesel y hoy es el primero en biodiesel. En julio este país deberá sentir un motivo de contento, al saber que está produciendo un millón 800 mil litros de biodiesel al día.

¿Pero qué es lo importante? Cundo fuimos a empezar, teníamos enormes dificultades para adquisición de tecnología: que la de etanol había que comprarlo en Brasil, en la India, en Suecia, en Italia; que la de biodiesel era muy escasa, muy difícil; que no había casi desarrollos. Creo que se ha hecho una gran agregación de valor en estos años en las plantas grandes, y un gran avance de investigación en las plantas pequeñas.

Nos encontramos con este problema: nos decían los campesinos productores de palma en Tumaco, o los productores de caña en la hoya del río Suárez: ‘es que aquí no nos sirven las plantas de gran escala que ofrece la industria brasilera, la industria sueca, la industria italiana, aquí necesitamos plantas de pequeña escala’. Y el país las ha desarrollado. Ustedes van a Tumaco (Nariño) hoy, ven una plantica de pequeña escala comprándoles aceite de palma a los campesinos y produciendo diesel biológico para las plantas de generación del Pacífico.

Cerca de Cúcuta, lo mismo, en la hoya del río Suárez una pequeña planta de etanol, y allí ha habido en toda esa tecnología para pequeña producción, para poder atender producción campesina, una gran investigación colombiana, una gran incorporación tecnológica colombiana.

Yo creo que en ese sector tenemos mucho que hacer, en la cadena hacia arriba y en la cadena hacia abajo.

Por ejemplo en la cadena hacia arriba, la investigación sobre las plagas de la palma. El esfuerzo de este Gobierno en algunas formas ha sido afectado, porque tenemos que renovar 35 mil hectáreas que se han afectado por la pudrición del cogollo en Tumaco, y no hay investigación en el mundo sobre el tema.

Entonces se está reemplazando allí con un híbrido nuestro, y todavía no hay la total seguridad de que pueda repeler absolutamente la causa de esa pudrición del cogollo. Ahí tenemos que hacer una gran investigación, allí hay un formidable reto, y en la cadena hacia abajo, para no quedarnos solamente en la producción del aceite crudo, del aceite refinado o del biodiesel, sino también desarrollar toda esa industria de medicamentos y de cosmética a partir de estos aceites vegetales.

Y mirar todas las otras alternativas. Uno ve en el país una gran posibilidad con la higuerilla, una gran posibilidad con la jatrofa. En el Vichada le dicen a uno: ‘eso podría ser un gran laboratorio mundial de aceites biológicos’. En fin, allí hay mucha posibilidad. Eso lo miramos con mucho entusiasmo.

Ojalá estos esfuerzos del Ministerio de Agricultura, que se ha recuperado mucho Corpoica (Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria) y se ha recuperado mucho el ICA (Instituto Colombiano Agropecuario), los podamos también replicar en el Ministerio de Medio Ambiente.,

Ahora, hay que hacer muchos esfuerzos. Yo diría que lo que hemos avanzado en los dos últimos años en el ICA, nos obliga ahora hacer un avance análogo en el Invima (Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos). El Gobierno es consciente que así como hay avances también hay muchas dificultades, y ustedes son fundamentales para ayudarnos.

Voy a tener una osadía, especialmente al oído de la comunidad científica que nos acompaña: este país se ha quejado mucho de la poca disponibilidad de recursos para investigación, pero no ha ponderado lo mucho que ha logrado con poquita plata.

Yo visito Cenicaña: más de 200 variedades de caña desarrolladas en este país, con platica.

Cenicafé: pasamos de los cafés arábigos al caturra, a la variedad Colombia, y ahora otro que se llama variedad Castilla, y estoy seguro que van a lograr un café de alta productividad, pero con sombrío, para evitar el problema de la erosión de los suelos. Ahí hay cosas formidables.

Ve uno la investigación en el tema del cacao, contra la ‘escoba de la bruja’; la investigación en otros cultivos, y ha producido unos resultados formidables.

Uno se siente muy orgulloso de la investigación médica en Colombia, y le quiero rendir un homenaje a esa investigación y a uno de sus líderes, al doctor Jaime Restrepo Cuartas, ponente de esta ley, que además él y Martha Lucía (Ramírez) son ejemplos de transformación de la política.

Uno se siente muy orgulloso del reconocimiento de la comunidad científica internacional al avance de la investigación médica en Colombia. Yo diría que Colombia ha tenido muy poquito presupuesto de investigación, pero muy buenos resultados gracias a su factor humano.

Poquita plata, extraordinaria calidad de investigadores. Ojalá, pues, este esquema le de más oportunidad de producir más y mejores resultados a la extraordinaria calidad de investigadores de nuestra Patria. Y yo como buen oportunista me pego hoy de la Ley. Muchas Gracias”.

 
     
 
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
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