“Estábamos en mora de entregar la Órden al Mérito Comercial a don Moisés Chehebar Esses (fundador de almacenes Pepe Ganga). Es una institución anclada en el corazón de los colombianos. La verdad es que si uno les pregunta a los colombianos si recuerdan el nombre de fulano de tal que está en la política, no la recuerdan. Sí recuerdan el nombre de alguna de las empresas de don Moisés, inmediatamente las recuerdan.

Yo diría que son tan famosas en Colombia, como pueda ser el más querido de los artistas del país.

Y ha sido una tradición muy larga, sin altibajos. Es una cosa bien importante. Uno nunca las ha oído en crisis ni en complicaciones ni en enredos ni en dificultades. Siempre en un proceso ascendente del servicio al país, diría yo que con una credibilidad muy sólida en el corazón de los colombianos.

Nosotros hemos venido trabajando en Colombia para construir confianza.

Yo les diría, apreciados compatriotas, que los gobiernos tienen que tener unas líneas elementales que los guíen, que hay que repetirlas, y procurar cimentarlas en el corazón de cada ciudadano.

Finalmente el tema es más de líneas fundamentales, de principios, de valores (guiadores), que de la perspicaz discusión sobre las personas.

Nosotros hemos venido trabajando para construir confianza en este país.

Hace 7 años, cuando estábamos en plena campaña presidencial de 2002, yo les preguntaba a los jóvenes universitarios si habían pensado irse, en algún momento, de Colombia. Y la mayoría levantaba la mano. Pero lo preocupante es que agregaban que pensaban irse de Colombia sin tiquete de regreso.

Eso nos llevó a buscar que la palabra clave para nuestro Gobierno fuera ‘confianza’ en Colombia. Y eso lo hemos querido soportar en tres valores:

Una lucha de todos los días por la seguridad, con valores democráticos. Por supuesto no la hemos ganado totalmente. Hay reveses, dificultades, pero yo creo que lo que prima allí es no tener vacilaciones; tener una determinación total de ganar la seguridad.

Segundo, la confianza inversionista con responsabilidad social. Muchos países del continente acabaron con la confianza inversionista. Han espantado a la inversión, la han ahuyentado. Nosotros hemos querido que un signo de nuestro Gobierno sea la confianza inversionista con responsabilidad social.

Seguramente, estos años de crisis van a ser muy difíciles. Pero es necesario hacer sentir en la conciencia de cada colombiano, que el mundo mira a este país con mucha confianza. Que mientras hay países que infortunadamente han perdido esa confianza, los inversionistas nos quieren ir allí por temor, por dudas, la inversión quiere llegar a Colombia.

Puede ser que se nos disminuya ahora con estas dificultades de la economía, pero en el momento en el cual la economía mundial empiece a respirar con fuerza, si Colombia mantiene el camino de confianza inversionista, aquí llegará esa inversión.

Y lo tercero es la lucha por la cohesión social: que la educación, que la nutrición infantil, que el microcrédito, que el Sena, que la universidad, que el Icetex, que Familias en Acción, que Familias Guardabosques, que los programas de nutrición de ancianos.

Eso, en lo cual hay en el país avances y todavía muchos faltantes, solo se puede lograr en un país con prosperidad. Y la prosperidad es fruto de que haya seguridad y confianza inversionista.

Usted, muy apreciado don Moisés, representa la confianza inversionista con responsabilidad social y, por ende, la cohesión social. Sus proyectos no han sido proyectos de especulación en Colombia, sino proyectos de servicio al pueblo colombiano desde el sector privado.

Han sido proyectos para darle al pueblo colombiano oportunidades, confort, calidad de vida, para hacer que a los colombianos les rinda más la platica al comprar lo básico; al satisfacer sus necesidades.

Eso es bien importante en el concepto de inversión.

Yo creo que mundo tiene que replantear el concepto del capital. El capital no puede ser un capital especulativo. Pienso que en el mundo hoy, equivocadamente, se piensa por parte de algunos, con sesgos ideológicos, que ha fracasado la iniciativa privada. Yo creo que no. La iniciativa privada es fundamental; la iniciativa privada es imaginación, es creatividad.

Lo que ha fracasado es sustituir la producción por la especulación. Lo que ha fracasado es el capital especulativo. De ahí que nosotros tenemos que premiar los esfuerzos de producción y de servicios que se oponen a las maniobras especulativas.

El esfuerzo suyo ha sido un esfuerzo de producción y de servicios; de generación de empleo y de generarle bienestar, alegría, familiaridad al pueblo colombiano.

Por lo que yo les oigo a mis compatriotas, los clientes de sus empresas van allí con sentido de familia. No se sienten como un comprador extraño que llega a comprar y me voy, sino como alguien de la familia. Van es allí a algo que les es familiar, que está en su alma, que está en el lenguaje de la familia de todos los días.

Yo creo que ahí hay una gran responsabilidad social: esa visión de largo plazo de prestarle un servicio al pueblo colombiano; de trabajar por el bienestar del pueblo colombiano, desde la iniciativa privada.

Y esas contribuciones grandes a la Corporación del Día del Niño, a la Pastoral Social, al Colegio Menorah, a Tejido Humano, a tantas entidades.

Le queremos agradecer todo eso; animarlo.

En época de dificultades tenemos dos extremos rechazables: no nos podemos llenar de un optimismo vano, que no está aterrizado. Tampoco nos podemos ir al extremo de la moridera.

Yo diría que tenemos que tener optimismo con realismo. Trabajar conscientes de las dificultades y tratar de superarlas.

Nosotros estamos haciendo un esfuerzo para poder poner en marcha una política anticílica. Está el capítulo de infraestructura, la red de protección social.

Ayer completamos 45 zonas francas aprobadas. Ayer aprobamos otras 4: dos de salud, una zona franca de salud en Medellín, otra en Barranquilla; una zona franca de call center en Cota, aquí en Cundinamarca; la otra en Pereira.

Con esto se completan 45, gracias a la legislación de estímulos tributarios de este Gobierno. Y en un momento de tantas dificultades de la economía, eso entusiasma.

El otro capítulo, es el capítulo de varios. Por ejemplo, queremos este año que Bancoldex coloque 5 billones en créditos. El año pasado colocó 3 billones 900 (mil pesos). Porque hay que anticiparse con los créditos para que a las empresas la crisis no les seque la caja.

Con sentido pragmático, porque el diablo sabe más por viejo que por diablo, yo les he dicho a mis compañeros de Gobierno que en época de crisis lo primero que se necesita es evitar que se seque la caja.

Una vez estaban mis hijos muy pequeños, el país estaba en una gran crisis económica, los monté en un pequeño Jeep Daihatsu, y me los llevé para todos los bancos de Montería. Y me vieron contraer un crédito en cada banco. Y estaban muy asustados y les dije: ‘No se asusten, que como estamos entrando a crisis necesitamos tener la caja fuerte; que no nos cojan aquí sin caja’.

Eso tenemos que hacer con las empresas colombianas hoy, y por eso el ánimo de colocar 5 billones a través Bancoldex. Sobre todo que nos prestan. Que estuviéramos en las condiciones de aquellos países a los cuales no les prestan, pues esto sería imposible predicarlo, porque no habría manera de practicarlo. Pero un país que tiene good will, tiene que aprovechar ese good will en crisis para tomar unos dineros prestados y para evitar que se les seque la caja a las empresas.

Y vamos a ver cómo colocamos adicionalmente millón y medio de microcréditos este año. Haremos todo el esfuerzo.

Diría yo que el quinto capítulo, el más importante, que tiene Colombia para salir delante de esta crisis son sus ciudadanos: empresarios como usted, don Moisés.

Usted es una esperanza permanente de la Patria y, ahora, en esta época de dificultades, hace parte usted de lo que nosotros llamamos la fortaleza humana de Colombia contra la fase negativa del ciclo económico.