“Un saludo lleno de afecto.
El país, diría yo que es la suma de esfuerzos con afecto de todos los días. La vida pública tiene que emprender mil esfuerzos todos los días, y apenas va logrando un pequeño resultado.
Por eso, al amanecer de cada día, hay que emprender, con revigorizadas energías, otros mil esfuerzos.
Me alegro mucho por este avance. Soy conciente de todo lo que falta y cómo cuenta cualquier pequeño progreso, todo el tiempo que tome.
Le voy a pedir a la señora Viceministra, la doctora Leyla Rojas, que nos explique este progreso y que nos cuente cómo ve el Ministerio el Plan Departamental de Aguas y que pueden esperar mis compatriotas de esta línea costanera del Atlántico, sobre avances en el tema de alcantarillado.
Quiero agradecer al Congreso de la República. Este Congreso no ha tenido auxilios parlamentarios. Ha hecho un enorme esfuerzo. Ha dedicado un billón 400 mil millones a apoyar los planes departamentales de agua.
En nuestro primer Gobierno, en lugar de auxilios hubo audiencias públicas para acueducto y para carreteras.
En nuestro segundo Gobierno, en lugar de auxilios parlamentarios ha habido la suma de un billón 400 mil millones, destinada por el Congreso de la República para los planes departamentales de agua.
El Alcalde, en alguna forma, nos inspiró los planes departamentales de agua. Porque en lugar de tener, aisladamente, asignaciones a un municipio o a otro, premiando a uno y castigando a diez, creemos que es muy importante fortalecer ese nivel intermedio de Gobierno que son los departamentos, y poder aglutinar alrededor del ente departamental a la totalidad de los municipios.
Cuando abro esta llave veo que los esfuerzos de todos: de la ciudadanía, de la empresa privada, de la Gobernación del Atlántico, del Congreso, del Presupuesto Nacional, el subsidio a las tasas de interés para los créditos de agua de los departamentos; esfuerzos del Viceministerio de Agua, una labor entregada a la Patria de la doctora Leyla Rojas; esfuerzos de compatriotas, que desde la base comunitaria todos los días luchan por el bienestar de su pueblo, como Silvio Charry, a quien saludo con tanto afecto.
Estos esfuerzos van produciendo pequeños progresos.
La zona tiene un presente y un futuro inmensos.
Diría yo que toda esta línea de costa entre Cartagena y Barranquilla está llamada a ser uno de los primeros polos de desarrollo del continente. Y hay que prestarle toda la atención.
Es muy importante mirar cómo Colombia puede proyectar equilibradamente tres temas: la seguridad, la inversión y la política social.
Ahora que hemos estado ambientando la necesidad de prolongar un impuesto de patrimonio para que los sectores más pudientes del país continúen haciendo ese esfuerzo que nos permita avanzar en seguridad democrática, les repito a mis compatriotas, en todos los sitios del país, en todos los puntos de la geografía de la Patria, que la seguridad se convierte en un corazón de cualquier obra de progreso.
Si no hay seguridad, no se crean las condiciones mínimas para que haya inversión en Colombia. Si no hay inversión, no se expande la base para pagar impuestos, de contribuyentes, la base de liquidación de impuesto.
Sin eso, no se generan los recursos para que el Estado, en sus diferentes niveles, pueda atender estas obras de progreso.
Por eso, es tan importante avanzar, por un lado, en la seguridad; por otro lado, en la inversión; por otro lado, en la política social: que Familias en Acción, que planes departamentales de agua, que cobertura del régimen subsidiado, que microcrédito, etcétera.
En materia de inversión, quiero recordar que el Congreso nos aprobó una ley importante:
Todo nuevo desarrollo hotelero que se construya en Colombia -y lo digo en una región que tienen una prodigiosa vocación y unas prodigiosas proyecciones turísticas- todo nuevo desarrollo hotelero que se emprende en Colombia tiene hoy 30 años de exención de impuesto de renta.
Creemos que esto tiene que ayudar muchísimo.
De hecho, eso, más la seguridad, ha hecho posible que Colombia, en el periodo 2007-2011, construya más de 14 mil habitaciones hoteleras.
Y quisiéramos ver los mejores desarrollos en plena armonía con el medio ambiente, contribuyendo al mejoramiento del nivel de vida, al empleo de buena calidad, en esta zona privilegiada de la Patria.
Sabemos que quedan faltando muchas líneas de acueducto. Que hay ese gran desafío que es el alcantarillado.
Ahora, la urgencia es poder desarrollar, con las autoridades departamentales, las corporaciones, los municipios, con todos los actores, los planes departamentales de agua en todo el país, e ir mirando esos planes cómo se van enriqueciendo.
Hay obras de gran importancia. Estas dobles calzadas. El Gobierno está empeñado en avanzar en estas dobles calzadas Cartagena-Barranquilla, y en la gran carretera del Caribe, de Palo de Letras, en la frontera con Panamá, a Paraguachón, en la frontera con Venezuela.
Inicialmente se había adjudicado aquí, por gobiernos anteriores, una concesión de mantenimiento de esta vía del litoral, entre Barranquilla y Cartagena.
Este Gobierno le ha entregado 150 mil millones del Presupuesto Nacional, además de lo que recaudan de peajes, para empezar esa doble calzada. Están ya construyendo esos primeros 11 kilómetros en la salida de Cartagena hacia acá. Habrá que seguir en la mira de que quede una doble calzada a lo largo de todo el trayecto, de las mejores especificaciones.
Está en licitación hoy, todo lo que queda faltando para garantizar la doble calzada, está en licitación en lo que se llama el contrato para convertir todas las concesiones del Caribe en una sola, que comprenda los tramos actuales y los nuevos, a fin de que se garantice todo ese tramo entre Palo de Letras, en Panamá, y Paraguachón, en la frontera con Venezuela.
Otro tramo, que ahora se llama ‘Ruta Caribe’, y que se complementará en la gran licitación que está en marcha, para contratar esa Transversal de Las Américas, es la doble calzada por La Cordialidad.
Esa doble calzada empezó con 40 mil millones de peaje y 200 mil millones del Presupuesto Nacional.
Ahora se ha extendido el periodo del peaje para que agregue otros 200 mil millones, y ya están avanzando en unos trabajos cerca de Bayunca, y vamos a ver si unos trabajos que se han anunciado en frente de Santo Tomás empiezan a avanzar, como lo confirmaron hace una semana en la reunión a la cual nos convocó el doctor Tarquino (Pacheco) en la ciudad de Barranquilla.
Tenemos un problema difícil, que es la reubicación de servicios públicos entre la Treinta y Malambo, en una concesión que inicialmente vale 260 mil millones, que se va a subir a 400 (mil millones). Esa reubicación de servicios públicos cuesta 120 mil millones. Yo no creo que nosotros podamos dedicar el dinero de concesiones, en lugar de avanzar en las dobles calzadas y en el mejoramiento de las carreteras, hacer esa reubicación de servicios.
Estamos buscando alternativas con las empresas de servicios.
Andesco (Asociación Nacional de Empresas de Servicios Públicos Domiciliarios y Actividades Complementarias e Inherentes) hace una semana nos decía que hay mirar si esas líneas están amortizadas o no. Nos trajeron un ejemplo de Medellín: si las empresas de servicios ya amortizaron las líneas, pues deben ser ellas las que reubiquen las líneas. Vamos a seguir mirando eso con todo el cuidado.
Hay un tema que nos preocupa mucho que es la erosión en la línea de costa.
Voy a pedirle a Natalia Jaraba (Asesora de la Alta Consejería para el Caribe) que aceleremos a ver cómo este Gobierno logra dejar por lo menos iniciado el gran estudio, que no puede ser una teoría más; que, además, desde unos principios generales, tiene que ir localizándose en segmentos, para toda esta erosión que se está presentando en nuestro Caribe.
A ratos pienso que la Dimar (Dirección General Marítima) va a tener que empezar a orientar a los particulares sobre cómo se van haciendo obras de defensa. Porque hay días en que presiona tanto el mar, y que se vuelve tan asustadora la erosión, que uno llega a creer que no va a dar tiempo a que lleguen los estudios y a que lleguen los recursos presupuestales.
Entonces, yo creo que debemos trabajar ahí en dos vías:
Una vía, que los dos ministerios, Transporte y Ambiente, avancen en la parte del estudio, en lo cual deben contribuir todas las corporaciones que tienen jurisdicción en el Litoral.
Y una segunda vía, que la Dimar vaya mirando los tramos más prioritarios y vaya haciendo unos acuerdos con los particulares que están en la línea de costa, a ver cómo se van orientando las construcciones de las obras más exigentes.
He tomado atenta nota de la preocupación del señor Alcalde (Edellberto Echavarría) sobre la necesidad de intervención del hospital. Y Natalia (Jaraba) me ayudará para tramitar esto con el Ministerio de Protección y tramitarlo también con el Ministerio de Ambiente”. |