“Recibimos con todo el afecto a esta delegación empresarial del Brasil. Les damos la bienvenida. Nos complace muchísimo tenerlos en Colombia. Apreciamos inmensamente a Brasil. Admiramos todos sus logros. Creemos profundamente en su futuro.
Hemos buscado avanzar en esta integración con Brasil. Mis ilustres antecesores, en el uso de la palabra, han destacado los pasos dados. En 2003 iniciamos con el Presidente (de la República Federativa del Brasil, Luiz Inácio) Lula (Da Silva), el proceso para el Tratado de Mercosur y la Comunidad Andina.
Recuerdo que no fue fácil. Porque se había mantenido en la indiferencia, era la apariencia. Pero detrás de la indiferencia había, de un lado desinterés, y de otro lado temor. Creo que fue bien importante haber avanzado en ese paso del acuerdo entre la Comunidad Andina y Mercosur.
Hemos avanzado en la Unión Suramericana. Lo han dicho los doctores (José Fernando) Greiber (director Financiero de la Federación de las Industrias del Estado de Sao Paulo, Fiesp), y Luis Carlos Villegas (presidente de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia, Andi), cómo ha crecido mucho el comercio en los últimos años.
Pero es poco para una comunidad de más de 240 millones de habitantes que integran Brasil y Colombia. Un comercio que tiene un alto déficit para Colombia, pero que nosotros persistimos en la necesidad de integrar estas dos economías.
Suelo decirle permanentemente a mis compatriotas industriales: intégrense con el Brasil. Hace 15 días a un foro de autopartistas les decía: ‘Miren el Brasil, un mercado de más de dos millones de vehículos al año. Aprendamos del Brasil, integrémonos con Brasil’.
Nosotros tenemos muchas expectativas de que esta integración avance y tenemos mucho entusiasmo con esta delegación que ustedes integran. Llegan a un país que ha sido su vecino y su hermano, pero que por mucho tiempo, como se anotó esta mañana, esa hermandad y ese vecindario se mantuvieron congelados.
Aquí vamos a ver si no me tiembla mucho la mano. En este país no le debería temblar la mano al Presidente.
Aquí está uno de nuestros puntos de frontera amazónico. Ahí está Tabatinga (Brasil) y está Leticia (Colombia). Por esta línea, hasta aquí, está la Piedra de Cocuy. Tenemos más de mil 600 kilómetros de frontera. Mil 600 y algo más de espesa selva, que la tenemos que cuidar. Creo que la gran contribución de nuestros dos países en la lucha contra el calentamiento global es cuidar esa selva.
Esta Colombia que los recibe a ustedes con todo afecto, tiene un millón 160 mil kilómetros cuadrados. ¿Brasil tiene alrededor de ocho millones? Aquí hay 45, 46 millones de habitantes. Ustedes ya están tocando los 200 millones de habitantes.
Podríamos dividir a Colombia en dos grandes áreas: la región suroriental y la región noroccidental. Vamos a trazar esta línea. Una especie de línea por el pie de monte por la Cordillera Andina.
Colombia al suroriente de esta línea tiene 640 mil kilómetros. Es una zona bastante despoblada. La gran concentración poblacional de Colombia se ubica en la Región Andina y en la Región Caribe.
Este sureste colombiano, de 640 mil kilómetros, lo podemos dividir en dos áreas. Un área aquí, al sur de los ríos Guaviare y Vichada. Esa es un área selvática de 480 mil kilómetros, 460 mil kilómetros. El gran compromiso de Colombia es preservarla en selva. La administración del Presidente Virgilio Barco avanzó mucho en entregarles los títulos de esa selva a las comunidades indígenas. Creo que eso se constituyó en un gran paso de construcción de cohesión social en Colombia.
Familias Guardabosques
El gran enemigo que hemos tenido de esa selva es el narcotráfico. Aquí ha hecho mucho daño. En esta parte ha destruido alrededor de dos millones de hectáreas. Lo combatimos con toda intensidad y la ayuda del Brasil es fundamental.
Tenemos un programa bien interesante. Se llama Familias Guardabosques. Es un programa que ha introducido Colombia para hacer acuerdos con familias rurales, a fin de que ellas no participen más en el negocio de las drogas ilícitas. Cuiden un área libre de droga. El Estado les paga dos mil dólares, aproximadamente, familia por año.
Hemos hecho acuerdos con 95 mil familias. Hoy tenemos unas 65 mil familias activas en ese programa. Solamente se les paga cuando Naciones Unidas certifica que esas familias están cumpliendo bien sus dos tareas principales: mantener el área libre de droga y contribuir a la supervisión de la recuperación de la selva.
Ojalá pudiéramos tener muchas más familias guardabosques. Creo que la protección del bosque empieza a ser para la humanidad algo tan importante, que lo que parecía extraño hace seis años, siete años, cuando Colombia lo propuso, que es pagar guardabosques, hoy tiene muchísima aceptación.
Creo que para el mundo va a ser mejor gastar un dinero en pagar para que se proteja esa selva, que tener que asistir a la destrucción de esa selva.
Y lo planteo porque esto está en el corazón. Esta es la zona de aproximación de Colombia a esa gran frontera con Brasil, de más de mil 600 kilómetros.
Seguridad alimentaria y biocombustibles
Sigamos en esta parte suroriental de Colombia. Entonces ya vemos que aquí hay 460 mil kilómetros de selva. Pero en esta otra partecita, que es la norte, que va de la Cordillera Andina al río Orinoco, ahí tenemos 180 mil kilómetros con un gran predominio de sabanas, donde el país tiene una gran posibilidad de crecer seguridad alimentaria y biocombustibles. Una tierra muy parecida al Cerrado brasilero, pero con mejores lluvias.
Allí se han hecho unos experimentos en los últimos años, magníficos, con el apoyo de Embrapa, para mejorar esos suelos, para construir capa vegetal, para disminuir acidez, para romper esos suelos y hacerlos permeables.
En esos ensayos se han venido logrando unas muy altas productividades de soya, de maíz. Se está integrando con la industria avícola, con la industria porcícola.
Y además hay grandes avances, bastante promisorios, que nos crean una gran esperanza sobre toda esa región en reforestación comercial en palma africana. Esa es una región bien, bien importante.
El país en su totalidad tiene un 51 – 52 por ciento del área todavía en selva, porque además de esta selva, tenemos selva en muchas otras áreas del país. Y creo que hoy hay una gran conciencia para preservarla.
Pilares de la confianza
Llegan ustedes a un país que admira al Brasil, que quiere al Brasil, que los necesita a ustedes haciendo un gran esfuerzo de inversión en Colombia. Un país que esta empeñado en una tarea, muy apreciados visitantes: construir confianza.
Si ustedes me preguntaran la palabra que lidera la acción de nuestro Gobierno, es construir confianza. Confianza en Colombia. Nosotros queremos hacer de Colombia un sitio del mundo en el cual haya el mayor nivel de confianza para la comunidad doméstica y para la comunidad internacional.
Y estamos haciendo todos los días esfuerzos para que esa confianza repose en el avance de la seguridad con valores democráticos, con libertades, con legislación civilista; en la inversión, y en la política de cohesión social.
Esta semana, en reuniones con el Gobierno norteamericano, destacaron algo bien interesante que quiero repetir. Dijeron: observamos que el esfuerzo que hace Colombia es un esfuerzo balanceado, integrado. Porque está haciendo un gran esfuerzo en seguridad, también en inversión y también en política social.
Creo que ese balance, ese equilibrio, ayuda a que estas políticas se puedan se sostener por parte de la adhesión de la gran mayoría de la opinión pública en el largo plazo.
Seguridad Democrática
En todo hemos avanzado, pero falta mucho. Ustedes encuentra un país más seguro, pero lo que es más importante: un país con toda la determinación de recuperar totalmente la seguridad.
Una seguridad que ha venido ganando y ganando apoyo en la ciudadanía, porque se ha practicado con valores democráticos, con respeto a las libertades públicas, con un gran compromiso para que el país, al recuperar la seguridad, pueda decir que ha recuperado totalmente el imperio de los derechos humanos.
Inversión
La inversión ha mejorado en nuestro país. Nosotros teníamos tasas de inversión del 12 – 14 por ciento. En los últimos años han sido tasas del 24 – 28.
En el primer trimestre de este año, no obstante la crisis de la economía, y tuvimos un decrecimiento del 0,6 en relación con el primer trimestre del año anterior, pero cuando miramos la tendencia en los consecutivos, hubo un pequeño repunte del 0,2 frente al último trimestre del año pasado.
En cualquier circunstancia es muy malo. Y nosotros tenemos que superar eso, porque este país necesita una tasa muy elevada, sostenida, de crecimiento.
En medio de esas dificultades, la tasa de inversión en el primer trimestre se sostuvo en el 25 por ciento. El objetivo del Gobierno aquí es que la tasa de inversión no se caiga del 25 por ciento.
La inversión extranjera directa en Colombia, en los últimos años, ha sido en un año de 8 mil 500, en otro año de 6 mil 500, el año 2007 fue de 9 mil 28 millones de dólares, el año pasado de 10 mil 564 millones de dólares.
A 20 de junio de este año, la cuantía de inversión extranjera directa es de 3 mil 600 millones de dólares.
Hay una caída del 15 – 16 por ciento frente al año anterior. Mucho menos de lo que se esteraba. Pero 3 mil 600 millones de dólares de inversión extranjera a 20 de junio, es una cifra muy superior a lo que en periodos anteriores se presentaba durante todo el año. Eran años de 500, 700, 1.500, picos de 2 mil millones de dólares.
Tenemos ahora unas tasas de inversión, domésticas, internacionales y generales, mucho más elevadas y sostenidas, lo cual es bien importante.
La inversión extranjera el año pasado fue bastante diversificada, este año no, confiamos que se recupere el ritmo de diversificación.
El año pasado, de esos 10 mil 564 millones de dólares, el 54 por ciento se dirigió al sector de minería e hidrocarburos y el 46 por ciento a otros sectores de la economía.
Este año lo que teníamos hasta principio de junio mostraba un 86 por ciento en el sector de minería e hidrocarburos. Nosotros necesitamos que esa inversión crezca más velozmente, sea sostenida y esté mas diversificada.
Colombia, en el 2007, todavía no tenemos el comparativo del 2008, en el 2007 tuvo la inversión extranjera directa per cápita ubicada en el tercer puesto en la región latinoamericana, después de Chile y Uruguay. Y Colombia, después de Brasil y de México, tiene la tercera población de la región, con 46 millones de habitantes.
Estamos haciendo ese esfuerzo para que tengamos la mayor inversión per cápita, y ojalá la mayor tasa de inversión sostenida.
Colombia busca atraer inversión
¿Qué hace el Gobierno para atraer inversión? Un esfuerzo todos los días por la seguridad, un esfuerzo de confianza al sector privado. Mientras en muchos países de América Latina se ahuyenta la inversión, en Colombia todos los días buscamos atraerla.
Esta semana, en una reunión con pensadores de los Estados Unidos, antes de la reunión con el Presidente (Barack) Obama, uno de ellos, del Partido Demócrata, decía: ‘Lo que está haciendo Colombia es afortunado, porque en el continente americano ha habido la equivocación de creer que la iniciativa privada no tiene riesgos, que el camino de la iniciativa privada es un camino asegurado’.
Y decía ese analista: ‘Lo que ha pasado en muchos países de desafío a la iniciativa privada, desvirtúa la presunción que se tenía de que la iniciativa privada estaba por encima de cualquier riesgo’.
Y destacaba el esfuerzo de Colombia para destacarse como un país que promueve totalmente la inversión, en un momento político en el continente en el cual en muchos países ha habido señales preocupantes de hostilidad hacia la inversión. Nosotros damos todos los días señales claras para atraer la inversión.
Creemos que solamente una tasa sostenida de inversión con responsabilidad social, puede crear un marco de prosperidad para que países como Colombia superen la pobreza y construyan equidad.
Y lo decimos con total buena fe, con total convicción: necesitamos esa tasa de inversión.
Inversión con responsabilidad social
Nos preguntan: ¿qué significa para el Gobierno de Colombia responsabilidad social? Transparencia en las relaciones entre la inversión y el Estado, en la tributación, en los contratos, en la solución de disputas.
Compromiso de los inversionistas con las comunidades. Cuando, por ejemplo, hemos tenido problemas entre las comunidades y los productores de carbón, por razones ambientales en algunas zonas, lo que les voy a contar les indica a ustedes los principios que guían al Gobierno de Colombia.
Nosotros no hemos maltratado a las comunidades, pero tampoco hemos ahuyentado al inversionista. Lo que hemos hecho es promover unos diálogos muy constructivos entre comunidades e inversionistas, para que se genere esa confianza, para que haya una inversión sostenible, para que las comunidades se sientan cómodas con el inversionista y el inversionista se sienta responsable del bienestar de esas comunidades. Y creemos que eso ha sido muy útil, apreciados asistentes.
Responsabilidad social para nosotros es fraternidad laboral. No podemos tener unas relaciones laborales de odio de clases, ni tampoco unas relaciones laborales de capitalismo salvaje.
Legislación laboral
Colombia tiene una legislación laboral hoy bastante equilibrada, que da un amplio margen de flexibilidad a los empresarios y también muy buenas garantías de estabilidad a los trabajadores.
Diría que es un objetivo de este Gobierno, y ojalá de los que vengan y del Congreso de la República, es garantizar esa estabilidad fundamental en la legislación laboral.
Hemos venido creando una especie de pedagogía, para construir en el país esa idea prevalente de la necesidad de dar una estabilidad en lo fundamental en la legislación laboral.
En esta época de crisis, muchas veces se expresan propuestas radicales. Y en lo laboral sí que se da.
Nosotros hemos visto en el Congreso de la República propuestas radicales en uno y otro sentido. Una, que quería devolver un gran avance en nuestro país, que la reforma laboral del 2002. Otras, que quitar unos beneficios de los trabajadores. Hemos dicho: ni lo uno ni lo otro. No quitemos beneficios de los trabajares ni le creemos más obstáculos al empleo.
Ventajas de invertir en Colombia
Ustedes en Colombia encuentran hoy muchas ventajas para invertir: esa legislación laboral equilibrada. Encuentran muy buena gerencia en Colombia. Una gerencia reconocida nacional e internacionalmente. Encuentran una clase trabajadora muy buena. Y ustedes encuentran magníficos socios en Colombia.
A uno le dicen: uno de los presupuestos para la inversión extranjera, es que el inversionista en el país receptor, encuentre con quién desarrollar sus proyectos.
Muchos de ustedes lo han probado. Y los que por primera vez llegan podrán encontrar el testimonio de una realidad: en Colombia ustedes encuentran magníficos socios para adelantar sus proyectos de inversión.
Este país ha venido adelantando una serie de reformas estructurales: que en pensiones, en lo laboral, en lo tributario, en las transferencias a las regiones. Ahora se acaba de aprobar una muy importante en lo financiero. Y no estamos estancados. Vamos a seguir con esas reformas hasta el final del Gobierno.
Ahora el énfasis en la legislatura que empieza el 20 de julio, una de las reformas en las cuales se hará todo el énfasis es la reforma para que la justicia colombiana pueda actuar más eficazmente, más ágilmente.
¿En lo tributario qué nos ha guiado? Nos ha guiado la idea de no detener una gran reducción de tarifas para todo el mundo, sino estimular la inversión.
Creemos que en un país que necesita tanta formación de capital humano y de capital físico, no se le puede dar el mismo tratamiento a aquel que no invierte, frente al tratamiento que se le ofrece a aquel que sí invierte.
Guía de nuestra legislación tributaria ha sido estimular la inversión. Y a fe que lo hemos logrado. Los incentivos que ha introducido Colombia son bien importantes: incentivos generales, incentivos sectoriales, posibilidades de acuerdos para firmar contratos de estabilidad entre el Gobierno y los inversionistas.
Impuesto al patrimonio
La situación fiscal nos hoy llama la atención sobre la necesidad de introducir unos ajustes. Y lo digo a la opinión pública nacional e internacional. Ajustes que no afecten lo fundamental.
Por ejemplo, un ajuste: vamos a pedirles a los sectores más pudientes del país un esfuerzo adicional para financiar la seguridad.
Este país tiene mucho debate político, pero diría, y sería muy bueno que lo observaran politólogos y sociólogos, en Colombia es más intenso el debate político y menos intenso el conflicto social.
Este país ha venido ganando una gran gobernabilidad social. Este país ha venido superando antagonismos, y creo que todos los días se ha logrado avanzar hacia el tema de la cohesión social, con un apoyo creciente de ciudadanos.
Para eso es muy importante la decisión tomada en el pasado de que el gran esfuerzo de contribución para sostener la seguridad, lo hicieran, como en efecto lo han hecho, los sectores más pudientes del país.
Eso ha dado un gran discurso de cohesión social, porque aquí se decía: llegó el Gobierno de Uribe, el Gobierno de la guerra, a sacrificar todo lo social para financiar la guerra.
Se ha hecho todo lo contrario. Se ha avanzado mucho en la seguridad y se ha avanzado mucho en lo social.
La seguridad la hemos sostenido con la contribución de los sectores más pudientes del país. Colombia puede decir, cuando está completando siete años de la política de Seguridad Democrática, que la seguridad se ha financiado sin afectar lo social. Que hemos avanzado en seguridad, sin hacerlo a expensas de lo social. Que estamos avanzando en seguridad y, al mismo tiempo, en lo social. Para la construcción de cohesión social eso es fundamental.
Y si este país puede decir ahora nuevamente que los sectores más pudientes hacen un sacrificio con unos impuestos sobre patrimonio para seguir sosteniendo la seguridad, para que el país pueda tener un camino despejado en lo fiscal y lo financiero, y que entonces esta situación difícil financiera fiscal no va a afectar la política de seguridad y no va a afectar la política social, porque se introducen unos ajustes, unos ajustes que se hacen manteniendo las líneas básicas que nos hemos trazado, como la línea de promoción de inversiones, si este país puede agregarle a su historia este punto ahora, creo que será muy útil para la cohesión social.
Ustedes pueden tener la tranquilidad, lo pueden tener la opinión nacional y la opinión internacional, que el Gobierno tiene mucha claridad en que hay que hacer ajustes manteniendo el objetivo fundamental que es la confianza, la inversión, la promoción de la inversión. Que esos ajustes son ajustes prudentes, que tienen que contribuir a la cohesión social.
Otro ajuste
Por ejemplo, otro ajuste: el Gobierno inicialmente introdujo en la ley una deducción del 30 por ciento, una especie de exención a la reinversión de utilidades. Y eso venía bien. Eso se introdujo en el 2003, en el 2006, y el Congreso dijo: es muy poco, hay que subirlo al 40 por ciento.
Nosotros creemos que con el 30 por ciento es suficiente. Nuestro sondeo al sector privado así nos lo dice. Y que esa deducción en los años que vienen no sea del 40 por ciento sino del 30 por ciento, ayuda mucho en lo fiscal y no afecta la política de estímulos a la inversión.
Los contribuyentes han entendido que no se puede acumular el beneficio de zonas francas con el beneficio de la deducción. Y así se ha expresado en los contratos de estabilidad jurídica. Ahora, lo que necesitamos es que eso quede claro en la ley. Que esos beneficios son excluyentes.
Entonces los ajustes son ajustes de esta naturaleza, que en nada afectan los estímulos a la inversión, que los hacen más sostenibles en el tiempo. Porque en la medida en que se diga que el Gobierno tiene toda la responsabilidad por el frente fiscal, estos estímulos en la opinión –y la expresión superior del Estado de Derecho es el Estado de Opinión–, estos estímulos en la opinión se hace más razonables, la opinión les da mejor recibo.
Entonces ustedes pueden estar tranquilos de que nosotros tenemos una línea, que vamos hacia una meta: Colombia uno de los mejores destinos de inversión del mundo. Que hacemos ajustes, sin salirnos de la línea que nos conduzca a esa meta.
Ahora: en un país con dificultades como Colombia, hay que tener una meta con mucha claridad, y también hay que hacer ajustes que ayuden a llegar a esa meta.
Nosotros hemos dicho: ni estancamiento ni bandazos. No tendría la palabra ni en portugués o en portuñol para decir ‘bandazos’. Sería muy importante, profesor Greiber, que la halláramos. Ni estancamiento ni bandazos, ajustes, teniendo siempre la claridad hacia dónde queremos avanzar.
Cohesión social
Encuentran ustedes un país que está haciendo unos grandes esfuerzos en la inversión social.
Para hablarles sólo de educación. Este país tenía un 78 por ciento de cobertura en educación básica, y está llegando al ciento por ciento.
En educación media ha pasado del 57 por ciento al 78 por ciento. Cuando empezó este Gobierno teníamos menos de un millón de estudiantes universitarios, y en este momento estamos llegando a un millón 700 mil estudiantes universitarios.
Financiábamos con una institución del Estado 60 mil estudiantes universitarios, yahora estamos ya pasando de 250 mil y nos acercamos a 300 mil créditos para estudiantes universitarios.
Este país tiene un gran avance en formación vocacional. Esa formación vocacional en Colombia la pagan los empleadores con un impuesto de nómina del 2 por ciento. Y se da no solamente en favor de los trabajadores de las empresas contribuyentes sino de la población en general.
Ustedes encuentran una Colombia que este año está dispensando formación profesional a 6 millones de ciudadanos. Hemos dado un salto en esa entidad, de 42 mil personas matriculadas en programas técnicos y tecnológicos, a 298 mil.
Y ahora estamos agregando, como parte de la política anticíclica, otros 250 mil, especialmente para nuevos programas, para nuevos empleos. Porque somos conscientes de que tenemos que ponernos en la vanguardia de la exploración de los nuevos empleos, de las nuevas posibilidades de emprendimiento.
Nuevos sectores
Eso va de la mano con el esfuerzo del Ministro de Comercio (Luis Guillermo Plata), quien ha venido concertando con el sector privado qué hay que hacer en los sectores tradicionales de la economía para agregarles valor, y cuáles son los nuevos sectores. En los nuevos sectores aparece uno, que hemos tomado del Brasil: los biocombustibles.
Nosotros ya estamos produciendo millón 50 mil litros diarios de etanol, y bien importante: un millón 800 mil litros diarios de biodiesel, a partir de aceite de palma africana.
En los sectores nuevos está el sector farmacéutico, el sector de la cosmética, el sector del software. Colombia es un país con grandes posibilidades para atender turismo de salud. Se están desarrollando en el país zonas francas de salud de gran importancia. En fin, hay una serie de sectores en los cuales el Ministerio, en concertación con el sector privado, viene abriendo caminos. Y eso está en concordancia con la orientación de la formación vocacional.
Estamos llegando con esta entidad a formar este año un millón de ciudadanos, enseñarles inglés como segunda lengua. Ahora tenemos que ponernos en la tarea del portugués, mientras se oficializa portuñol. Y eso se está haciendo a través de Internet, gratuitamente, por intermedio de esta organización que se llama Servicio Nacional de Aprendizaje, Sena.
Hemos avanzado mucho en las políticas públicas de nutrición. Colombia entrega hoy 14 millones 156 mil porciones alimentarias al día, lideradas por un instituto estatal, que también pagan los empresarios con un impuesto de nómina de tres puntos, que se llama Instituto Colombiano de Bienestar Familiar.
Nosotros tenemos un programa que ya está alcanzando 2 millones 700 mil familias, semejante a lo del programa Bolsa Familia del Brasil, que creo que tiene 11 millones de familias. Nosotros ya estamos en 2 millones 700 mil y vamos para 3 millones de familias que reciben un subsidio para garantizar la asistencia escolar de sus hijos y los programas de nutrición.
Muchas veces de Colombia se habla solamente por violencia o por la política de seguridad. Pero yo quiero que ustedes lleven en la mente lo que decía esta semana un alto funcionario del Gobierno de los Estados Unidos: Colombia esta avanzando en un programa muy balanceado de seguridad, inversión y de política social.
Me dirán ustedes: ¿y problemas? Muchos. Por ejemplo, el crecimiento de las coberturas escolares nos ha desbordado totalmente la infraestructura escolar. Hemos avanzado mucho en nutrición de niños, estamos llegando al ciento por ciento de cobertura, pero todavía tenemos un gran atraso en cobertura escolar para niñitos menores de 6 años.
Me preguntaran ustedes: ¿y en salud? Tenemos 41 millones de colombianos hoy con seguro en salud: 41 millones de colombianos con seguro de salud, pero todavía los sectores informales tienen un plan de atención bastante inferior al plan de atención de los sectores formales. Tendríamos que gastarnos anualmente 3 billones de dólares adicionales en el presupuesto para nivelar los dos planes.
El camino que nos queda es avanzar velozmente con la formalización de la economía, para ir trasladando a las personas más vulnerables a la economía formal, y por ende para que vayan pasando de ese plan subsidiado de salud al plan formal, que pagan por tres cuartas partes el empresario y una cuarta parte el trabajador.
Colombia hace unos esfuerzos enormes de responsabilidad social. Los hacen nuestros empresarios. El empresario formal en Colombia tiene unas cargas bastante elevadas, y en parte eso nos ha llevado también a invocarlo como razón a los estímulos a la inversión que se han introducido en nuestro país.
Pensiones
Si me preguntaran por problemas, les diría: pensiones. Colombia tiene unos fondos de pensiones extraordinarios. Creo que han quedado fortalecidos con la nueva reforma, que aprobamos hace tres semanas.
Colombia está haciendo un ahorro mensual bien importante en esa materia. Pero de una población ocupada de entre 18 y 19 millones de personas, hay 11 millones sin expectativa de pensión. Apenas les estamos llegando con un auxilio a 860 mil ancianos pobres.
Esfuerzo de los próximos años en Colombia -y ya se dio el paso constitucional y se acaba de dar el paso legal-: que los sectores vulnerables que están en la población ocupada, que no están en el sistema formal de pensiones, vayan haciendo un pequeño ahorro, y que ese ahorro sea estimulado por un aporte del Estado que les garantice un ingreso de retiro. Ahí tenemos un gran desafío, pero lo vamos a enfrentar.
Infraestructura
Otro gran desafío: infraestructura. Pero el plan es bien grande, bien importante y hay mucho interés, hay mucho interés de las empresas de Brasil.
De esta ciudad al Pacífico, hay 580 kilómetros y una topografía abrupta. De La Paz al Pacífico hay 540, de esta ciudad al Caribe hay mil kilómetros.
De esta ciudad al Pacífico tenemos en plena construcción una carretera de muy buenas especificaciones, con túneles, dobles calzadas.
Y estamos avanzando también de esta ciudad hacia Caracas, por Boyacá, por el Casanare, por Arauca.
Y esperamos antes de que concluya este año, que podamos haber adjudicado una carretera de excelentes especificaciones de Bogotá a Santa Marta. Ahí vi varias firmas brasileras interesadas. Se llama la Ruta del Sol.
Hay un programa de infraestructura bastante importante. Hemos avanzado mucho en concesión de aeropuertos. Verán ustedes, al llegar a Bogotá, al salir del aeropuerto hacia la ciudad, se ve la obra que se está haciendo para convertir el aeropuerto El Dorado en uno de los aeropuertos más importantes de todo el continente.
Estamos construyendo nueve sistemas de transporte masivo. Ustedes habrán sufrido alguna incomodidad del aeropuerto hacia el centro, por la construcción de una nueva línea de transporte masivo. Eso se está adelantando en nueve ciudades colombianas.
Diría que lo que le falta a Colombia de infraestructura, se constituye hoy en una gran posibilidad de atraer inversión para desarrollar esa infraestructura.
Quedarse en Colombia
El Ministerio y Proexport tienen una publicidad que dice a los turistas: el único riesgo que ustedes tienen en Colombia es el riesgo de quedarse en Colombia, de querer quedarse.
Nosotros queremos que a ustedes se les haga eficaz ese riesgo. Que ese evento potencial sea un evento real y que se queden en Colombia. Los necesitamos.
Con unas inversiones de ustedes con responsabilidad social, como ya las muchas que hay en Brasil, nos ayudan a que Colombia salga adelante. Los necesitamos, se los confieso, comprométanse a ayudarnos en Colombia, y verán que les va bien a ustedes y a los colombianos que se vinculen al programa de inversiones de ustedes en nuestro país.
De verdad, bienvenidos. De corazón, requerimos de su presencia en Colombia. Muchas gracias. |