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Palabras del Presidente Álvaro Uribe Vélez luego de
recorrer la mina de carbón de El Cerrejón, en Albania, La Guajira

Julio 31 de 2009 (Albania, La Guajira)
     
 

“Muchas gracias. Para mis compañeros de Gobierno y para mí ha sido una magnífica experiencia. Niños, muchas felicitaciones, una preciosidad. Y además que qué repertorio, un repertorio universal de la Patria entera. Los aplaudimos de corazón y los volvemos a aplaudir.

Siempre exíjanle al público que los aplauda, que ustedes lo hacen muy bien. Vicente Fernández, quien por razones de familia es amigo mío, nos decía un día: ‘Yo suelo decirle al público: mientras ustedes no se cansen de aplaudir ‘Chente’ no se cansa de cantar’.

Y aquí nos estaba contando el doctor Teicher (León Elías Teicher Grauman,
Presidente De El Cerrejón) y el doctor Julián (Julián Bernardo González González, Gerente de Responsabilidad Social y Asuntos Públicos de El Cerrejón) cómo ustedes hacen ese esfuerzo todos los sábados y todos los domingos, vienen de su lugar de residencia, están todo el día ensayando, vuelven en la noche el sábado, regresan el domingo en la mañana, vuelven en la noche el domingo. Una preciosidad, un gran esfuerzo. Además todos tienen un enorme talento artístico. Los felicitamos.

Y quiero felicitar a todos los directivos, a todos ustedes, querida familia de El Cerrejón, por este gran aporte a la Patria, doctor Teicher.

Hoy primero aterrizamos en el aeropuerto allá de Puerto Bolívar (La Guajira). Primero esa belleza el paisaje guajiro; cómo se va demarcando el Cabo de la Vela, las pequeñas bahías, después Portete, el puerto de ustedes ahí en toda la gargantita de entrada por Tete.

A mí me preguntan mucho: ‘Bueno, Presidente, ¿pero por qué no ha pavimentado la carretera de Uribia a Puerto Bolívar?’ Si el país está muy pobre y Cerrejón la mantiene muy bien, la mantiene una maravilla. O sea que el buen trabajo de ustedes le da a uno muchas disculpas.

Y excelente el manejo portuario allá, porque, por ejemplo, nosotros confiamos que en Santa Marta (Magdalena) se pueda resolver, con el nuevo puerto de Ciénaga, a la manera como ustedes lo resolvieron aquí: un embarque directo, con unas bandas encapsuladas, donde no hay lugar a volatilidad de polvillo de carbón.

Allí no encuentra uno con polvillo carbón ni los vidrios de la oficina.

Primero nos llevaron al Centro de Control y yo miraba muy bien los vidrios a ver si en la parte exterior tenían alguna impregnación de polvillo carbón y no lo había.

Porque nosotros hemos tenido un problema: en Santa Marta me dicen: ‘Venga, Presidente. Venga vea los vidrios de esta habitación de este hotel. Vea, a cada momento los tenemos que limpiar por el carbón. Y toque aquí esta mesa de acrílico que tenemos para los turistas: cada momento hay que pasarle el trapo porque ahí está la película de carbón’.

Entonces, lo que vimos hoy de ustedes nos indica que eso de Santa Marta lo podemos resolver. Hay una banda transportadora de carbón al lado del mar y no se ve polvillo de carbón en parte alguna. Eso es una cosa muy organizada y le permite a uno ver con claridad cómo se puede responder a las angustias, demandas de los colombianos en otras partes como en Santa Marta.

Y aquí vimos lo que admiramos todos los colombianos en esta gran empresa.

Después nos mostraron el puerto, vinimos a la mina. ¿Cómo se llama el lugar del cual divisamos? Tajo Tabaco. Eso es enorme. Siquiera nos llevaron allí. Yo lo he mirado muchas veces desde el helicóptero o el avión y no. Y uno cree que viéndolo ahí a un ladito es suficiente, no.

Nos llevaron allá, donde tienen instalado un trailer. Un morrito del cual se divisa casi todo. Eso es espectacular. Eso hay que ir a verlo. Inclusive, yo no sé si llegan excursiones de universitarios, de turistas a verlo.

¡Es que desde ese lugar ve uno eso tan grande! Maquinaria con la que uno nunca soñó. Yo veía muy grande un camión 350, después un camión 600. Para mí era una sorpresa una tractomula de 15 toneladas y ver ahí esos camiones de 300 toneladas, le parece a uno viendo ‘Informática en Desarrollo’, de Julio Verne. Una maravilla.

Y uno no se explica cómo logran hacer los rellenos, porque uno ve la excavación tan profunda y se pregunta cómo logran el nivel que inicialmente se tenía.

Y mientras íbamos haciendo el recorrido en los buses nos mostraban una serie de cuadros y empezaron con los cuadros geográficos: la ubicación, los municipios, los tajos, los contratos, los desarrollos, con lo que empezaron; cómo han llegado a más de 32 millones de toneladas haciendo un esfuerzo muy grande; el material que llaman estéril, el material que tienen que extraer para poder dar con los mantos de carbón.

Muy grata la sorpresa de ver el descenso en los accidentes de trabajo, en ese índice que se obtiene al medir los accidentes en relación con cada 200 mil horas de trabajo. Hay una tendencia descendente bien importante. Impresiona gratamente.

Bien importante mirar cómo las algo más de 10 mil hectáreas que han explotado ya tienen recuperadas para el medio ambiente 2 mil 600. Allá nos llevaron y realmente es difícil distinguir entre lo que podríamos llamar el bosque primario tropical seco que se conserva en La Guajira, de este bosque de recuperación tropical seco.

Tiene que entrarse uno y pisar y ver que aquí todavía, en el recuperado, hay algunos vestigios de suelo movido, que tiene que ser uno curioso y ponerse a observarlos. Pero a primera mirada uno ve igualito el bosque recuperado, que es un bosque más que secundario -yo no sabría cómo llamarlo- que lo que generalmente se ha llamado bosque secundario es la resiembra. Aquí hay resiembra, pero después de haber hecho ese movimiento tan grande. Y a ojo de buen cubero uno lo ve igualito al bosque primario, aquel que no ha sido intervenido por el hombre.

Entonces, yo creo que eso indica muy bien por El Cerrejón.

Después nos llevaron al taller, a uno de los talleres, al de maquinaria de minería. Pero ahí nos explicaron como tienen que tener taller en el puerto; taller para el ferrocarril, para los vehículos pequeños; taller de maquinaria de minería y una especie de talleres flotantes para reparar en el sitio de trabajo algunas máquinas, como las grandes grúas, que no las pueden mover.

Y cuando entramos al extremo sur de este taller de maquinaria y minería mira uno allá al extremo norte norte y pregunté: ‘¿Qué longitud tiene?’. Y me dijeron: ‘Casi un kilómetro’. Y sumamente organizado. Fue patrióticamente muy emocionante ahí saludar a muchos de los trabajadores. Claro, yo quisiera haber saludado a todos, con muchos intercambiar dos palabritas.

Yo suelo decirles a mis compatriotas de la comunidad internacional que entre los muchos atributos que Colombia tiene para que se invierta en el país están la buena gerencia. La gerencia colombiana es muy reconocida nacional e internacionalmente. La calidad de los trabajadores. Es un país en el que la comunidad internacional de inversionistas encuentra muy buenas personas naturales y jurídicas con quien asociarse. Quien venga a invertir a Colombia encuentra muy buenos socios.

Legislación laboral equilibrada

Y yo veo que Colombia ha logrado una legislación laboral muy equilibrada y lo veía al repasar el taller. Una legislación laboral que da todas las garantías a los trabajadores y garantías de estabilidad, garantías colectivas, pero al mismo tiempo también le permite a las empresas trabajar.

Yo diría que se ha puesto en el equilibrio. Que necesita ese equilibrio entre ese margen de flexibilidad que necesitan las empresas para poder trabajar, y ese margen de estabilidad que necesitan los trabajadores para su dignidad.

Fue muy estimulante el sentimiento patriótico, poder saludar a un buen grupo de trabajadores que estaban en el taller. Uno ver cómo reconstruyen ahí motores, motores de esos tamaños. Uno pregunta por el caballaje de esos motores y uno no se imaginaba que existiera. Por el tamaño, milímetros cúbicos, no se imaginaba que existieran.

Cuando nos invitaron a subir a uno de esos camiones que cargan, de 300 toneladas, es impresionante. Uno pregunta, desde arriba, desde la cabina: bueno, ¿pero cómo puede el conductor controlar este camión en la vía? Un tamaño impresionante. Tal vez a ustedes se les ha vuelto rutinario porque ustedes han hecho eso. Pero para quien llega, como en el caso nuestro, causa un gran asombro.

Yo había tenido la oportunidad, antes de un consejo comunitario, alguna vez aquí cerca de dormir aquí y de admirar la buena calidad de vida que tienen aquí en esta ciudadela.

El colegio. Me contaba el doctor León cómo el colegio es uno de los mejores o el mejor colegio bilingüe del país. Qué bueno para los niños que se han formado en este colegio. Que han tenido la oportunidad de vivir aquí en medio de la naturaleza, respirando aire puro del campo, y al mismo tiempo con todas esas buenas condiciones.

Quiero, pues, agradecerle y felicitarlos.

Confianza

Permítanme hacer una asociación: El Cerrejón, con lo que nosotros pensamos de Colombia. Y también hacer unas apuntaciones sobre La Guajira.

Nosotros pensamos de Colombia, y lo repetimos todos los días, y hay que repetirlo, apreciados compatriotas, porque los colombianos tenemos que tener unas ideas básicas: dónde queremos ir, cómo nos queremos mover; interiorizarlas, luchar por ellas, que finalmente son elementales.

La idea que jalona nuestro Gobierno es construir confianza en Colombia, de propios y extraños, sobre tres bases: la seguridad con libertades, la inversión y la política social.

Ahora me demoré algo para desmontarme del bus porque me estaba llamando el Alcalde de Barranquilla (Alejandro Chaar) a decirme que estaba muy emocionado porque ayer, con el programa del Gobierno Nacional de Familias en Acción, habían completado el ciento por ciento del estrato uno de Barranquilla: 57 mil familias.

Entonces, hay que combinar las tres cositas: seguridad, confianza e inversión y política social. Y aquí lo veo: si hay una empresa que necesita seguridad es El Cerrejón. Si todavía nos amagan y todavía hay dificultades, qué tal que hubiéramos perdido el día de estos siete años. En eso no se puede bajar la guardia.

Por eso, a mí me toca repetirles todos los días a mis compatriotas; no hay que decirlo, ahí calladitos, pero apoyemos la Fuerza Pública que esto hay que hacerlo, para que este país recupere totalmente la seguridad.

Yo creo que el país ha venido creando una relación que antes no existía en el imaginario colectivo: sin seguridad no hay posibilidades de que fluyan los recursos para hacer política social.

En el imaginario de los colombianos, en la racionalización de los colombianos no estaba esa relación entre la seguridad y la política social. Si no hay seguridad no hay inversión, no se expande la economía, y sin un proceso de expansión de la economía no hay fuente que produzca recursos para dedicarlos a ese uso que es la política social. Se necesita llevar eso de la mano.

La seguridad uno sí que la ve necesaria en esta zona de la Patria tan bella, en esta Guajira de ensueño, y en una empresa como El Cerrejón.

Confianza inversionista

La confianza inversionista, fundamental. Un país con 46 millones de habitantes, sino tiene una tasa sostenida de inversión, no sale adelante. En medio de la crisis de la economía, nosotros logramos mantener en el primer trimestre de este año una tasa de inversión del 25 por ciento. Por cada 100 pesos del producto, 25 de inversión. Antes el país invertía 12, 14 (por ciento). En los últimos años, entre 24 y 28. La meta es no dejar caer esa inversión por debajo del 25 (por ciento).

En la primera semana de julio habíamos completado casi 4 mil 500 millones de inversión extranjera en el año. Un 12 por ciento menos que el año pasado, pero mucho más que en periodos anteriores. En los periodos anteriores la inversión extranjera era de 700, 1.000, años de picos de mil 500, de dos mil millones de dólares, muy escasos, excepcionales.

En los últimos años hemos tenido: que un año, 8 mil 500; que el siguiente, 6 mil 500; que en 2007, 9 mil 28 millones de dólares; que el año pasado 10 mil 564, y en la primera semana de julio de este año habíamos acumulado cerca de 4 mil 500. Menos que el año pasado, pero mucho más que en periodos anteriores.

Sobre reporte del Banco de la República

La inversión es una necesidad. En el reporte de la Junta del Banco de la República hoy se dice que Colombia ha logrado resistir esta tormenta tan grave de la economía. Entre otras cosas, gracias a que estaba mejor preparada y gracias a que los colombianos han aumentado la tasa de ahorro.

Ustedes saben que fundamentalmente la tasa de ahorro se refleja allá en la inversión. Esa es una buena noticia que nos dio el Banco de la República hoy.

Cifra de desempleo

El 30 de cada mes, yo amanezco con cólico. Digo: ‘¿Dios mío, qué va a aparecer de la tasa de desempleo?’. Ustedes saben que el país la tuvo entre el 18 y el 20 (por ciento). Nosotros la habíamos rebajado al 10 y medio, 11 (por ciento). Yo estaba confiando que terminábamos el Gobierno con una tasa de empleo no superior al 8. Se nos vino este chaparrón tan duro de la economía.

Yo diría que la noticia de hoy es mala y buena. Mala, porque todavía tenemos un desempleo muy alto, marcó 11,4 (por ciento). Buena, porque la situación de la economía era para que nos fuera mucho peor. Buena, porque de todas maneras en el periodo de junio de 2008 y julio de 2009, aparece un millón 400 mil más colombianos más en la población ocupada. Eso no lo hace fácilmente una economía en la región.

Ahora, los economistas miden, y lo publicado del Dane (Departamento Administrativo Nacional de Estadística), no solamente cuántos ocupados hay, cuántos desocupados, sino también, de la población en edad de trabajar cuántos están buscando empleo. De la población económicamente activa, llaman tasa de participación a aquellos que están en el mercado laboral activamente o trabajando o buscando empleo. Eso ha aumentado. Como ha aumentado también mucho la población ocupada.

Entonces, yo diría que tenemos un desempleo alto, menos grave que el que podríamos tener en esta época tan delicada de la economía, y que nuestra economía ha seguido creando empleo y mucho empleo, lo que pasa es que tenemos que crear más.

Ahora, hay preocupaciones puntuales muy graves como la de Pereira. Una preocupación puntual muy grave que estamos enfrentando.

Responsabilidad social

Pero esto fundamentalmente necesita inversión con responsabilidad social. Allá nos detuvimos en el taller de maquinaría de minería a mirar ahí unas publicaciones de cómo entiende El Cerrejón la responsabilidad social. Magnífico.

Lo que nos mostraron hoy es responsabilidad social. Responsabilidad con el ser humano, responsabilidad con la comunidad -aquí tenemos esta orquesta infantil (orquesta Sinfónica Cerrejón)-, responsabilidad con el medio ambiente.

Nosotros pensamos que la responsabilidad social, apreciados compatriotas, hay que medirla en estos elementos: transparencia en las relaciones entre inversionistas y el Estado, en la tributación, en los contratos, en la solución de disputas -aquí hay transparencia-. Eso es fundamental en responsabilidad social. Hacer los esfuerzos más allá de los mínimos legales en temas tan sensibles como el tema ambiental. Hoy lo hemos encontrado.

Responsabilidad social es una relación fraterna en las relaciones laborales: ni odio de clases ni capitalismo salvaje. Creemos que ese equilibrio de la fraternidad lo logran aquí. Inclusive fue muy grato escuchar ahí a unos trabajadores, porque los colombianos tenemos que hacer el esfuerzo todos los días de que donde haya antagonismos crear fraternidad. Este país necesita eso.

Inclusive, cuando me llamaba ahora el Alcalde de Barranquilla yo confirmaba una tesis: a mí me parece que Colombia hoy es un país que tiene mucho conflicto político, pero menos conflicto social.

Uno encuentra relaciones laborales bien conducidas aquí. La situación con los maestros en Colombia ha mejorado mucho.

En la medida en que avancemos con todos los programas de educación, Familias en Acción, nutrición, Bienestar Familiar, etcétera, yo creo que vamos creando una situación social más amigable, más fraterna.

Esos son los temas de responsabilidad social. Pero yo sí quiero llamarles la atención sobre la necesidad de que este país tenga todos los días un gran compromiso con la seguridad y con la inversión.

Ahora, la inversión no es un fin en sí mismo, es un medio para que a través de la responsabilidad social se genere empleo de buena calidad, haya oportunidades de emprendimiento, podamos superar la pobreza y construir equidad.

Reservas de carbón

La Guajira -lo decía el doctor Teicher en su intervención, que mucho le agradecemos, aquí, pues, afortunadamente hay reservas de carbón para muchos años.

Yo le he dicho a los compatriotas de Arauca: ‘Miren, yo veo con mucha preocupación las reservas de petróleo en Arauca y las regalías en Arauca, porque hay una producción declinante. Y mientras en el Meta y en Casanare han encontrado petróleo; en Arauca, no.

Entonces, ¿qué van a hacer acostumbrados a esas regalías tan altas, unas reservas de petróleo acabándose? Eso puede tener un futuro muy preocupante.

Uno tiene que hacer, ponerse en esa situación en La Guajira, y no obstante saber que aquí no se van a acabar las reservas de carbón mañana, que hay carbón para mucho rato y que seguramente, con los desarrollos ambientales, al carbón le van a encontrar más usos todos los días, de todas las maneras el carbón hay que sembrarlo. Dura la bonanza unos poquitos años, como se prevé en Arauca; muchos años como se prevé aquí, si esto no se siembra, mañana o pasado mañana, dos o tres generaciones, lo que encontrarán será nuevamente un desierto con unas construcciones viejas que quedan ahí de edificios viejos, y con una maquinaria arrumada que quede aquí de recuerdo.

Por eso hay que hacer un esfuerzo muy grande en La Guajira, y eso lo tiene que revisar cada ciudadano de La Guajira y cada gobernante.

El Gobierno Nacional se ha empeñado en sacar adelante el Proyecto Multipropósito del río Ranchería. Esta primera etapa nos cuesta casi medio billón.

Hoy me informaba el Ministro de Agricultura (Andrés Fernández) que para octubre vamos a tener el estudio de Corficolombiana que nos dice cómo debe contratar el Gobierno la concesión para construir las conducciones secundarias y ya las acometidas de los usuarios, lo que llaman ‘lo intrapredial’.

Pero ese es un proyecto fundamental para tener 18 ó 20 mil hectáreas con riego, ojalá por riego con goteo, una producción agropecuaria de alto valor agregado que les dé buena calidad de vida a muchos ciudadanos de La Guajira. Y que sirva de fuente para acueductos de la región.

Yo diría que pensando en el futuro, eso es fundamental. Va bien.

La Guajira tiene que, yo creo que La Guajira tiene 400 kilómetros de playa; allí hay una gran posibilidad.

Este Gobierno, entre los estímulos que ha expedido, está el de la exención a los hoteles y a los desarrollos turísticos durante 30 años.

Y hemos pavimentado los primeros kilómetros de La Guajira a Manaure por la orilla del mar, ahí buscando El Pájaro. El día 2 de febrero, cuando se logra en La Guajira -el día de Nuestra Señora de Los Remedios, algunos de mis compañeros y yo acostumbramos venir el 2 de febrero-, después de haber ido a la iglesia, este año fuimos allá a la carretera que se está pavimentando hacia El Pájaro con algunos hoteleros.

Yo creo que ahí necesitamos promover un gran desarrollo turístico.

Cuántos países del mundo quisieran tener 400 kilómetros de base al Caribe que tiene La Guajira, y con esa belleza. Cuántos quisieran eso.

Exportación de energía

Yo pienso que es fundamental, pensando en el futuro estructural de La Guajira, la exportación de energía desde aquí, a través de cables submarinos.

La integración energética con el continente es muy importante. Nosotros le debemos estar vendiendo hoy, Ministro (Hernán Martínez, Ministro de Minas y Energía), al Ecuador 60, 80 mil kilovatios; en algún momento del año le estuvimos vendiendo 500 mil.

No obstante la riqueza energética de la hermana Venezuela, hoy le suministramos, por problemas de conexión que ellos tienen en alguna parte, 60 mil kilovatios. Y un país pobre en gas, como Colombia, hasta ahora, le vendemos 300 millones de pies cúbicos al día.

Mañana o pasado mañana que a nosotros nos faltara gas -Dios quiera que no, Dios quiera que Colombia encuentre- lo obtendríamos comprándoselo al hermano país.

Es urgente que avancemos en la línea de interconexión con Panamá. Lo básico está acordado. Yo veo al Gobierno de Panamá con todo el empeño, necesitan esa energía.

Esta semana, en la reunión de los presidentes del Plan Panamá-Puebla, en Costa Rica, mi percepción es que todos quieren energía de Colombia, por el precio de la energía de Colombia y por la seriedad del país.

Donde nos encontramos a alguien del Gobierno de República Dominicana dicen: ‘Bueno, Presidente, ¿y el cable submarino?’. Yo creo que tiene que ser un proyecto estratégico que Colombia se empeñe en sacar, que es la conexión de La Guajira, mediante un cable submarino, con República Dominicana, Puerto Rico y Haití.

El primer experimento de cable submarino se va a dar en 60 kilómetros, de los 600 del trayecto de conexión con Panamá. Así está definido. Pero yo creo que este proyecto hay que sacarlo.

Lo que dijo el doctor Teicher nos pone a pensar en eso. Lo que se ha hecho hoy en minería está muy bien, es un ejemplo para el país, pero La Guajira tiene que pensar, no al año 2019, sino tiene que pensar 200 años adelante, para garantizarles una gran calidad de vida a todos sus ciudadanos.

Las regalías de La Guajira

Cerrejón es un medio, que bien aprovechado, esas regalías bien sembradas, puede convertirse en el gran motor de la calidad de vida para La Guajira.

Peor hay que hacer una reflexión –yo la voy a decir mañana-: es que hoy quedan probados unos 700, 800 millones de reservas de carbón. Eso dice mucho y va a aparecer más. Y que bajo el lecho del río Ranchería hay otros yacimientos sumamente grandes. Hablemos de 700 u 800.

Eso es apenas el doble de lo que hasta ahora se ha vendido. Y lo que hasta ahora se ha vendido uno todavía no lo ve por fuera de El Cerrejón, en el departamento, su efecto.

Yo me pregunto: ¿A dónde están las regalías de 400 millones de toneladas de carbón que se han vendido desde La Guajira, más las regalías del gas? A mí me preocupa eso.

Es que la cuenta es muy monumental: si vamos a exportar otras 800, ¿por qué no le hemos sacado todo el beneficio social y productivo a los 400 millones exportados?

Creo que La Guajira necesita hacer una gran reflexión sobre ese tema, porque El Cerrejón es un gran medio, pero ese dinero que le produce a todas las entidades públicas, hay que llevarlo a garantizar el gran futuro de La Guajira, que tiene todas las posibilidades.

Un departamento que tiene desde los picos nevados hasta el desierto, y 400 kilómetros de base alcalina; tiene todos los pisos térmicos, todos los climas. En su himno hay un canto al café, y en la Sierra Nevada, como en la ladera andina del sur, en el Nariño y en el Cauca y en el Huila, se produce el café de mejor calidad del mundo. Hasta eso.

Creo que el observador que piense en La Guajira lo último que se imagina es el café. Generalmente la gente no asocia La Guajira con el café. Lo destaco para resaltar la importancia de toda la riqueza de este departamento. Pero yo diría que todo esto hay que verlo traducido no en esperaza sino en hechos, y ustedes son un ejemplo de hechos, lo que han logrado aquí en El Cerrejón.

Quiero saludarlos a todos muy afectuosamente; agradecerles lo que hacen por Colombia, con su trabajo, su formación profesional, su disciplina, los años que han vivido aquí; desde aquí sirviéndole a la Patria enormemente, como le han servido con este desarrollo. Es un desarrollo que los colombianos pueden mostrar todos los días con orgullo.

¿Cuántos años tiene la mina? ¿20 años? ¿Desde el 84? Tiene 25 años. Veinticinco años que es un motivo de orgullo.

Y todos los días hay más razones para tenerla como motivo de orgullo y se debe a ustedes, al doctor Teicher, a todo el equipo, a la Junta Directiva -está el Ministro Luis Ernesto (Luis Ernesto Mejía, ex ministro de Minas).

A todos ustedes nuestras felicitaciones, y nuestra gratitud por todo lo que hacen por Colombia.

Muchas gracias”.

 
     
 
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
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