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Palabras del Presidente Álvaro Uribe Vélez en la inauguración
de la Cumbre Regional de Microcrédito para América Latina y el Caribe

Junio 08 de 2009 (Cartagena)
     
 

“Bienvenidos a Cartagena. Nos sentimos muy orgullosos de que ustedes se reúnan aquí, y muy confiados de que nos den luces en este difícil momento de la economía.

De alguna manera siento como si estuviera en un examen, porque hace algunos años, cuando el Profesor Yunus vino (Muhammad Yunus, Director de Grameen Bank y Premio Nóbel de Paz 2006) –y quiero recordar a la Fundación Alvaralis y a Paz y Bien, a doña María Eugenia Garcés Echavarría, que hicieron tanto esfuerzo porque Colombia tuviera ese privilegio de la visita del Profesor Yunus- lo escuchamos atentamente, con el mismo interés de siempre, y nos propusimos un trabajo en materia de microcrédito.

Y hoy me siento como ante esa obligación, de darle, en presencia de ustedes, una rendición de cuentas; de presentarle ante todos ustedes una especie de examen.

Voy a tratar de ser lo menos subjetivo posible, para contarle en qué creo que vamos bien y en qué creo que vamos mal, para que ustedes nos ayuden en esta Cumbre a despejar caminos.

Creo que Colombia le asigna hoy una gran importancia al microcrédito; que hay una gran conciencia nacional sobre el tema; que se ha constituido en un elemento transversal para la solución de los problemas de la vida nacional.

En los principios elementales del Gobierno Nacional, liderado por la palabra ‘confianza en Colombia’, por la búsqueda de la seguridad con valores democráticos, de la promoción de la inversión y de la cohesión social, el microcrédito es un elemento transversal.

En la política anticíclica para enfrentar esta difícil coyuntura de la economía, el microcrédito es un elemento fundamental.

En la Red Juntos, que incorpora a los sectores más pobres de la vida colombiana, como destinatarios de todas las herramientas de política social, el microcrédito es un elemento fundamental, en un país que tiene mucha más vocación al emprendimiento que a la subalternidad laboral. Eso es bien importante tenerlo en cuenta, y yo creo que fertiliza muchísimo el campo para que avance en microcrédito.

Cuando hablamos del Banco de los Pobres con el Profesor Yunus, hace algunos años, le hacíamos ver las dificultades que la extensión geográfica de Colombia nos proponía; la diversidad regional para lograr tener un solo banco que canalizara todos los esfuerzos en la materia.

Por ejemplo, mirábamos todas las sucursales que tenía el Banco Agrario y eran insuficientes para lograr ese propósito. Habíamos intervenido, pero todavía no habíamos vendido el Banco del Café; con 300 oficinas era totalmente insuficiente para lograr ese propósito.

Bajo el programa Banca de Oportunidades nos hemos propuesto que todos colaboren: las fundaciones del sector privado; la banca privada; las alcaldías; las gobernaciones; los programas especiales del la mujer –aquí esta nuestra Consejera para los Programas Especiales de la Mujer-; el Gobierno, con un banco estatal de primer piso, con unos bancos estatales de segundo piso, con los fondos de garantías, con la promoción, con el redescuento, con la regulación.

Diría yo que el concepto de Banca de Oportunidades en Colombia es un concepto donde todos colaboran, donde todos se han involucrado y los que aún no se han involucrado tienden a involucrarse.

El Ministro Luis Guillermo Plata (de Comercio, Industria y Turismo) se refería al problema que hemos tenido de falta de presencia de instituciones financieras en muchos sitios del territorio nacional.

Han llegado bancos nuevos, y algunos dedicados al microcrédito. Eso lo celebramos.

En los últimos años, el Gobierno dictó la reglamentación para que surgieran los corresponsales no bancarios -ya el Ministro Plata daba la cifra-. Tenemos más de cinco mil. Es lo bueno.

Lo malo, para presentarle al Profesor Yunus este examen: todavía la gran mayoría de estos corresponsales no bancarios no han entrado en el estudio de otorgamiento de crédito. Están en mora de hacerlo.

Ayudan mucho porque son canales para que los ciudadanos hagan pequeños ahorros; permiten que el ciudadano tenga menos dificultades y más seguridad para sus transacciones en dinero; ahorran distancias, riesgos; facilitan también el pago de servicios públicos. Pero están sumamente atrasados en el estudio y en la colocación de crédito.

Y hemos hecho compromisos con algunas de estas instituciones, y han pasado las fechas y no han entrado todavía en la colocación de crédito. Ahí tenemos una dificultad.

Hemos avanzado en incentivos tributarios. Por ejemplo, Colombia sufrió el año pasado un fenómeno muy grave de pirámides, que hay que relacionarlo en el estudio del microcrédito.

¿Qué nos ha pasado? Además del narcotráfico y el terrorismo, grandes promotores de pirámides, ¿qué nos ha pasado? ¿Qué nos ha faltado en materia de más dinámica en microcrédito para poder evitar esos fenómenos, como ese fenómeno de pirámides?

En virtud de una legislación de emergencia que dictamos para enfrentar el fenómeno de pirámides, se otorgaron unos incentivos muy importantes al sector financiero para prestar servicios de microcrédito, para hacer presencia regional.

Durante todo este año 2009, las adquisiciones que haga el sector financiero para mejorar su equipamiento y poder hacer presencia en las regiones de Colombia donde no está, esas adquisiciones no pagan arancel ni pagan el Impuesto al Valor Agregado, el IVA.

Incentivo que se ha dado por un año en Colombia, y que confiamos ayude a la dotación de estas entidades para tener mejor presencia en todas las regiones y para aumentar esa bancarización, que si bien ha crecido en más de 20 puntos en este Gobierno, todavía es muy baja. En un 59 por ciento todavía es muy baja.

En Colombia ha habido una institución estatal que se llama el Fondo Nacional de Ahorro. Maneja el auxilio de cesantía, que es una prestación a cargo de los empleadores. Lo digo al oído de los visitantes internacionales: los empleadores colombianos tienen, ente las prestaciones, la obligación de pagar un mes de salario, cada año, a los empleados y trabajadores, que ellos lo van ahorrando a manera de auxilio de retiro, que aquí se llama ‘auxilio de cesantía’.

Esa institución estaba creada solamente para manejar ese auxilio de cesantía para los trabajadores y los empleados públicos. Después se abrió para manejarlo para los del sector privado. Y la última Ley, impulsada por nuestro Gobierno, le permite constituirse, también, en una entidad de ahorro y crédito para los sectores vulnerables, para los sectores más pobres, los sectores informales de nuestra economía.

Esa entidad se va aproximando ya a 300 mil nuevos ahorradores de los sectores informales y yo creo que ahí tenemos un gran avance.

Cada persona, al completar allí un año de estar realizando un ahorro periódico, tiene derecho a un crédito. Esta institución se suma, pues, a las posibilidades para el ahorro y el crédito de los colombianos.

Hemos observado que el emprendimiento depende mucho de lo que logremos avanzar en educación, en formación vocacional, en capacitación técnica y en acompañamiento.

Este país viene de lo que yo llamaría una Revolución Educativa imperceptible, continuada, bien importante.

En educación básica hemos pasado de un 78 por ciento de cobertura a un ciento por ciento. En educación media, de un 58 por ciento a un 78 por ciento.

Tenemos un atraso todavía en educación para la primera infancia. Allí hemos avanzado muchísimo en nutrición.

Este país entrega hoy 14 millones 156 mil porciones alimentarias al día, especialmente orientadas a niñitos y escolares. Hay un gran avance en nutrición, pero todavía hay un gran atraso en cobertura educativa de los sectores pobres en la primera infancia.

En educación universitaria hemos pasado de menos de un millón de estudiantes universitarios a más de millón y medio.

En crédito para estudiantes universitarios, que es bien importante -y tendríamos que sumarlo aquí, porque en el concepto lo miramos dentro del microcrédito- Colombia atendía a 60 mil estudiantes universitarios con crédito. Hoy está atendiendo 300 mil estudiantes universitarios con crédito, a través de una institución estatal que ha sido parte de las instituciones estatales reformadas.

Diría yo que lo que más directamente se conecta con el microcrédito es la formación vocacional.

Colombia formaba un millón 100 mil personas al año en oficios vocacionales. Ahora está formando más de seis millones de personas.

Nosotros tenemos una institución que se llama el Servicio Nacional de Aprendizaje (Sena). Esa institución se financia con dos puntos de la nómina que pagan los empleadores.

Esta mañana le explicaba al ex presidente (Alejandro) Toledo (ex presidente de la República del Perú), que en Colombia, de cada peso, de cada dólar que se paga de salario, la carga prestacional, la carga de parafiscales suma 78 centavos.

Allí hay dos puntos que los empleadores dedican a esta entidad de formación vocacional, que hoy tiene gran incidencia en el microcrédito, porque es la institución que más viene trabajando en la formación de personas para el microcrédito y en el acompañamiento.

Esa institución, hoy, también está logrando tener una matrícula de 298 mil colombianos en programas técnicos y tecnológicos. Tenía 41 mil.

Y ahora, para enfrentar la crisis de la economía y abrir el camino hacia los nuevos empleos, esa institución está abriendo cupo para otros 250 mil colombianos en programas técnicos y tecnológicos, que tenemos que conectar con los créditos de emprendimiento.

Esa institución capacita hoy a un millón de colombianos a través de Internet, y se ha convertido en la primera entidad en enseñanza del inglés como segunda lengua. Le está llegando a un millón de colombianos enseñándoles inglés como segunda lengua, a través de Internet, especialmente originados los programas en nuestro Archipiélago de San Andrés y Providencia (y Santa Catalina), donde los compatriotas nacen con nuestra lengua castellana y también con el inglés como segunda lengua madre.

Confiamos mucho en la tarea de esta institución en formación para el emprendimiento.

Además, esa institución, gracias a las reformas, ha pasado de tener 30 mil aprendices, hoy tiene 102 mil aprendices. Y los decretos recientes permitirán que crezca mucho el número de aprendices. Porque teníamos un techo para 300 mil aprendices en Colombia. Los nuevos decretos permiten un techo para un millón 300 mil aprendices en Colombia. Y vemos una gran relación entre lo que es el esfuerzo en esa formación en el contrato de aprendizaje y los proyectos de emprendimiento, por supuesto, en una amplia mayoría relacionados con el microcrédito.

El otro tema es el acompañamiento. El acompañamiento es la gran garantía operativa.

Un microempresario entra a un banco, entra a una institución de crédito, si va acompañado por una entidad seria, por una fundación seria, de las tantas aquí presentes, por el Sena, etc., eso se convierte en una garantía de confianza y le prestan con menores dificultades que si va solo. Allí se ha hecho un gran esfuerzo. Reconocemos todo lo que falta.

En las metas. Nos habíamos propuesto, profesor (Muhammad) Yunus, llegarle en este segundo Gobierno a cinco millones de colombianos con microcrédito. Todo este esquema le ha llegado a 3 millones 900 mil.

Para este año hemos fijado una meta de un millón y medio. Hace parte de la política anticíclica para enfrentar esta fase negativa del ciclo económico.

Lo más importante es que de los casi cuatro millones de colombianos que han recibido microcrédito, un millón 190 mil lo han recibido por primera vez.

Hacemos un esfuerzo, sábado tras sábado y entre semana, para promover que los colombianos se vayan trasladando del mercado financiero informal, de la usura, al mercado financiero institucional.

Y todavía, especialmente en algunas regiones, la dependencia de los colombianos pobres al mercado financiero de la usura es muy alto.

Todos tenemos que incrementar ese esfuerzo a ver cómo hacemos ese traslado.

Se ha aumentado mucho el dinero en poder los microempresarios colombianos. Lo decía el Ministro (de Comercio, Industria y Turismo, Luís Guillermo) Plata. Es bueno recordarlo.

Cuando empezó nuestro Gobierno, los microempresarios en Colombia tenían saldos de crédito de 350 millones de dólares. Hoy, el saldo de crédito de los microempresarios, crédito en sus manos, la cartera en sus manos, se ha multiplicado por 10. Ha pasado de 350 millones de dólares, a tres mil 500 millones de dólares. Allí hay un gran aumento.

La cartera del microcrédito representaba en Colombia el uno y medio por ciento del total de la cartera del sector financiero vigilado. Hoy, la cartera total del microcrédito representa el 5,6 de la cartera que tiene el sector financiero vigilado.

El banco de segundo piso del Estado ha crecido enormemente en los redescuentos a las diferentes instituciones privadas, para que ellas puedan atender mejor los requerimientos de microcrédito.

Y el Fondo de Garantías ha crecido muchísimo. En algunas regiones de Colombia se han hecho acuerdos con gobernadores y con alcaldes para que ellos refuercen el Fondo de Garantías.

Tenemos dificultades.

Por ejemplo, una de las lecciones que en aquella época nos dio el Profesor Yunus fue, yo le tomé nota y la entendí de la siguiente manera: hay que tener más disciplina en el hábito de ahorro y en el hábito de pago que en la cuantía.

Nosotros hemos asimilado el concepto en Colombia, pero no hemos encontrado la suficiente flexibilidad en las entidades para desarrollarlo.

Por ejemplo, le hemos dicho al Fondo Nacional del Ahorro (FNA), que tiene restricciones legales: ‘Usted lo que tiene que hacer no es exigirle a la gente que tiene que ahorrar 50 a la semana; sino que ahorre. Lo importante es el hábito’.

‘Que me comprometí a ahorrar todos los viernes, que este viernes no puedo llegar con 50, que no puedo llegar sino con dos’. Ir y llegar con dos. ‘Que este viernes no pude ahorrar’, Entonces, de todas maneras, voy a la entidad y le digo: ‘Por alguna circunstancia hoy no pude, pero aquí vengo disciplinada, cumplidamente a darles la cara’.

Nosotros creemos que ese es un camino totalmente necesario y no hemos podido avanzar en él.

Lo mismo en la disciplina del pago. Creemos que antes que la cuantía, lo que importa es la disciplina del pago.

‘Que me comprometí a pagar hoy 20 pesos. No pude pagar 20, no pude pagar sino 5’. Llegar y dar la cara y pagar los 5.

Yo creo que en concepto de flexibilizar cuantías para poder crear una mejor disciplina de ahorro y de pago, en Colombia tenemos claridad, pero todavía no hemos podido avanzar suficientemente.

Tenemos unos programas que nos facilitan la promoción del microcrédito.

Por ejemplo, uno de los programas sociales más importantes de Colombia se llama Familias en Acción. Nosotros estamos llegando, ahora, a dos millones 600 mil Familias en Acción. Vamos para tres millones.

Son las familias más pobres que están recibiendo un pago del Estado para garantizar todo el ciclo escolar de sus hijitos. Hacen parte de lo que se llama la Red Juntos, que es el programa que busca rescatar millón y medio de familias colombianas de la miseria.

Nosotros creemos que ahí podemos tener un gran trabajo con Banca de Oportunidades, para que esas familias hagan un pequeño ahorro y se les pueda estar proveyendo de créditos.

En este Gobierno hemos tenido 65 mil familias, en promedio, en lo que se llama Familias Guardabosques. Familias campesinas que en algún momento estuvieron vinculadas a la droga, y el Gobierno las apoya durante tres años con un pago anual de dos mil dólares familia, beneficios en educación, en salud, etcétera, a condición de que esas familias se comprometan a no relacionarse más con la droga y mantengan el área libre de droga y se comprometan, además, a supervisar la recuperación de los bosques.

Este país tiene un 51 por ciento del territorio todavía en bosques. Esas familias han hecho muy buen uso del microcrédito. Allí hay un gran avance y tenemos que seguir trabajando con ellas.

La organización de mujeres. En todo el país ha puesto muy buenos semilleros de crédito, podríamos avanzar muchísimo más.

Y hay un tema de microcrédito de gran transcendencia que es con los desmovilizados.

El país ha tenido más de 50 mil desmovilizados que vienen de los grupos terroristas. Esa es una cifra muy grande, muy difícil de manejar, costosa, y allí el microcrédito juega un papel muy importante. Ellos reciben una especie de subsidio estatal monetario, mes a mes.

Yo creo que no hemos podido avanzar lo suficiente para que ahorren algo, como requisito para que puedan recibir un crédito. Allí tenemos otro filón para trabajar.

Así como encontramos mucho cumplimiento en el pago en algunas regiones, también encontramos regiones con un paternalismo que se traduce en mora, en una morosidad muy alta que nos ha afectado los programas.

Sería muy bueno que nos ayudaran a pensar cómo logramos superar ese paternalismo que se traduce en morosidad.

Uno de los problemas que teníamos era el reporte de las personas, algo se ha lidiado. El país produjo una nueva ley de Habeas Data y ha traído unos alivios para aquellos colombianos reportados.

Me preocupa la tasa de interés, porque con esa carestía de las tasas de interés a finales de 2007, en el año 2008, aquí la tasa del microcrédito se elevó mucho. Este país no tiene, este país todavía fija administrativamente techos de usura y el techo de usura de la tasa de microcréditos sigue en el 32 por ciento. Generalmente, las instituciones se van al techo. Y a eso se le suman 7 puntos de comisión por el costo de administración del microcrédito. Son 39 puntos.

¿Qué me preocupa a mí? Es una tasa hoy muy alta. La tasa de referencia del Banco Central en Colombia está en 5 puntos; la tasa de colocación de títulos de ahorro a término fijo está alrededor de 6 puntos; la tasa de interés de los créditos de las grandes corporaciones está hoy, más o menos, en esa Dtf, de 6 puntos más 4, más 6.

El crédito comercial, que sigue muy caro, está en 22 puntos, y esta tasa del microcrédito está en 32, más 7 de la comisión, y me preocupa que las instituciones bien importantes en el país siguen diciendo que es insuficiente para poder llegarles a los sectores más pobres de la población con los menores créditos.

Inclusive, uno de los temas que ha venido discutiendo Banca de Oportunidades, y yo no he estado de acuerdo con él, es que el Estado ha venido dando subsidios: que a la instalación de los corresponsales no bancarios, que el Fondo de Garantías, una cosa y la otra. El Estado ha hecho un gran esfuerzo.

Es que se cree otro fondo para poder hacer un pago adicional de tasa de interés para los créditos más pequeños, aquellos créditos que estén por debajo de 500 mil pesos, que son 250 dólares.

A mí me preocupa que dado ese nivel de la tasa de interés, más la comisión, el Estado tenga que pagar otros puntos para poder llegarle más masivamente a estos sectores.

Tenemos otra dificultad que son los desequilibrios regionales.

Uno muestra grandes avances numéricos del microcrédito en Colombia. Pero cuando se examinan regionalmente, encontramos ciudades que han avanzando mucho, y en las ciudades podemos incluir una especie de división de áreas: unas áreas de unas ciudades con un gran avance, otras áreas con un gran retroceso; unos departamentos con un gran avance, otros departamentos muy atrasados. En unos departamentos, la ciudad capital muy bien, los municipios muy atrasados.

Yo creo que uno de los problemas que seguimos teniendo en Colombia en microcrédito es el tema de los desequilibrios regionales, que es uno de los retos a ver cómo podemos superarlo. Podemos tener el avance en microcrédito alcanzando buenos niveles, pero en todo el territorio nacional.

Creemos que es una gran solución para esta crisis de la economía.

Colombia no tiene mucho espacio para poder financiar las políticas anticíclicas. Y si esta crisis se prolonga, la situación fiscal se nos puede volver muy difícil. Un país que ha saneado mucho su macroeconomía, que ha saneado mucho su déficit y su endeudamiento, pero que no tiene mucho espacio para resistir, con una política anticíclica costosa, una crisis severa y prolongada de la economía.

El microcrédito es la mejor solución al menor costo. Si todos hacemos un gran esfuerzo en microcrédito, eso implica la mejor solución al menor costo fiscal.

Si ustedes me preguntaran: desde el punto de vista de la observación de los ingresos y gastos del Estado qué aprecio del microcrédito, (diría que) es la solución para esta fase crítica de la economía que menos costos fiscales implica.

Para resolver un problema a través del microcrédito hay que invertir en costos fiscales mucho menos que a través, por ejemplo, de infraestructura, que a través de otras actividades.

Y el microcrédito es donde más fácil y más rápidamente se da esa transmisión de efectos de la oferta a la demanda. Que eso también ayuda mucho a superar esta fase crítica de la economía.

Y tenemos un problema:

En Colombia se quejan mucho los dueños de los nuevos proyectos de emprendimiento de falta de recursos de capital de riesgo. El país está haciendo allí esfuerzos, pero todavía insuficientes.

Sí, hemos llegado en este segundo Gobierno a 3 millones 900 mil colombianos con microcrédito, millón 190 mil que por primera vez han ingresado. Hay muchas instituciones que tenemos que aplaudir, a las que tenemos que agradecer, vinculadas al microcrédito, pero el camino que nos queda es un camino mucho más largo.

Profesor (Muhammad) Yunus, he tratado de decirle cosas buenas y también los faltantes, porque sentía que le tenía que rendir un examen.

Nos sentimos muy orgullosos de que haya regresado a Colombia. Usted para nosotros, como para tantas naciones del mundo, es un gran ejemplo. Aquí lo citamos a diario, lo mencionamos a diario, lo ponemos de ejemplo cada ocho días en las regiones donde trabajamos Banca de Oportunidades.

Lo único que puede saber es que nosotros nos dedicamos también a este tema con toda, con toda la devoción, porque este tema necesita gran afecto, entregarse con todo el amor, a ver cómo vamos superando dificultades.

Y nos honra mucho la presencia de todos ustedes aquí.

Muchas gracias al Presidente Toledo (ex presidente de la República de Perú, Alejandro Toledo Manrique), a quien tanto admiramos, gran amigo de Colombia, primero como Presidente del Perú, hoy desde su fundación, en la Universidad Stanford. Él es un gran apoyo de Colombia para las relaciones internacionales de Colombia, un gran apoyo de Colombia para que lleguemos a obtener el Tratado de Libre Comercio (TLC), su aprobación en el Congreso de los Estados Unidos.

Y también, muchas gracias a Sam Daley (Sam Daley – Harris, Director de la campaña de la Cumbre de Microcrédito) por esta gran promoción de la Cumbre del Microcrédito, y bienvenidos a todos los asistentes a este Congreso.

Muchas gracias”.
 
     
 
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
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