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Palabras del Presidente Uribe en el encuentro
con beneficiarios del programa ‘Desayunos Infantiles’

Junio 25 de 2009 (Bogotá)
     
 

"En el año 2002, en agosto, empezamos la política de Seguridad Democrática, y una de las primeras decisiones fue acompañarla con una política social. Por eso, de inmediato se lanzó este programa (Desayunos Infantiles con Amor) que en esos últimos meses de 2002 apenas alcanzó unos 72 mil, 78 mil cupos. Y ha venido creciendo año tras año. Puede terminar este año con un millón 300 mil cupos. Ayuda bastante.

Diría que es fundamental en el proceso de que el país marche por un camino de confianza. Seguridad por un lado, estímulo a la inversión por otro, y estas políticas sociales, validándolo todo y convirtiéndose en la razón de ser de los esfuerzos de seguridad y de inversión.

Si no tenemos seguridad no hay inversión, y si no hay inversión no hay a quien cobrarle el parafiscal para poder sostener el Instituto (de Bienestar Familiar). En el Instituto, sí que se ve la relación.

¿Cuál es la razón de ser de la democracia? La felicidad de la comunidad.

En la medida que nosotros podamos, con estos programas, hacer posible que estos niños tengan un desarrollo como lo decía nuestro representante del Programa Mundial de Alimentos (Praveen Kumar Agrawal) que nos presentó allí unas fotografías impresionantes: el desarrollo cerebral del niño bien nutrido versus el subdesarrollo cerebral del niño mal nutrido, impresionante.

Eso nos tiene que quedar en la memoria de esta mañana.

En la medida en que nosotros, a través de estos programas, podamos garantizar –óigase bien- el ciclo educativo completo de todos estos niños y de los niños colombianos, el país tiene que ir superando la pobreza y construyendo equidad.

Esto no es por entregar un desayuno. Esto es por garantizar todo el desarrollo en la edad temprana de nuestros niños, por ponerlos en condiciones de que puedan avanzar y completar todo su ciclo escolar, y que puedan contribuir a que tengamos una Patria que supere la pobreza y construya equidad.

El Instituto (Colombiano de Bienestar Familiar), fundado en la administración del Presidente (Carlos) Lleras Restrepo, ha sido algo muy bueno para Colombia.

El Presidente (Virgilio) Barco –porque es muy bueno estar contando también la historia de la parte positiva del país- el Presidente Barco llegó con la idea de las madres comunitarias. En esa época aprobamos en el Congreso que la parafiscalidad, que era de dos puntos, pasara a tres, a fin de poder darle sostenimiento al programa de madres comunitarias.

Madres comunitarias que han mejorado bastante en este Gobierno, y se lo agradezco al Congreso, y ahora voy a hacer una referencia a eso.

Avances en programas sociales

Y en este Gobierno hemos podido crecer bastante, porque ha habido seguridad, porque ha habido más inversión, por el Programa Pila (Planilla Integrada de Liquidación de Aportes).

Apreciada comunidad, mire: antes del programa Pila un empresario tenía que hacer muchos pagos, tenía que hacer un pago para cumplir sus obligaciones con el Sena, Bienestar Familiar y las Cajas de Compensación, un segundo pago para la salud de sus trabajadores, un tercero para las pensiones, un cuarto para riesgos profesionales.

Mucho trámite y mucho riesgo de evasión. Hoy hay solamente una declaración y un pago. Hay menos trámites y menos riesgo de evasión.

Yo creo que eso ha fortalecido mucho al Instituto, al Sena, a las cajas y estos programas.

Tenemos un programa muy bello, el de los Restaurantes Escolares.

Cuando empezó nuestro Gobierno, Colombia tenía –óigase bien- 2 millones 200 mil jóvenes beneficiarios de restaurantes escolares. Hoy tiene casi 4 millones.

Hemos pasado en los restaurantes escolares de 122 días a 157 días. Pero es poquito. El Gobierno no puede bañarse en agua de rosas, hay que mirar todos los días cómo ajustamos y cómo mejoramos.

Ese programa de los Restaurantes Escolares sí que ha crecido: 2 millones 200 mil a casi 4 millones de niños atendidos. Y además de 122 días a 156.

Yo veo un gran avance en el Instituto, y esto hay que concordarlo con Familias en Acción, porque las Familias en Acción, señor Representante del Programa Mundial de Alimentos, también ayudó mucho: hoy son 2 millones 600 mil familias, vamos para 3 millones.

En Bogotá llevamos 141 mil Familias (en Acción) debemos llegar a 160 mil las familias más pobres que están recibiendo un apoyo, para contribuir también a la nutrición, a la atención médica, y a la educación de sus hijitos.

Y a esto ha que sumarle otra cosa de gran importancia: es lo que aprobaron también los congresistas en la Reforma Constitucional de transferencias: en los años que la economía crezca por encima del cuatro por ciento, se aumentan las transferencias para que haya más recursos para primera infancia.

El año pasado el Instituto (Colombiano de Bienestar Familiar) entregó 270 mil millones a los municipios, Conpes 115. ¿Este año cuánto? Este año 360 mil (millones) para avanzar en jardines infantiles, en hogares múltiples y para avanzar en los programas de escolarización de la primera infancia.

Los hogares múltiples, los jardines infantiles, diría yo que se constituyen en una infraestructura extraordinaria para los sectores más pobres. Esto es una infraestructura que se la soñaría cualquiera.

Es muy importante tener a los niños en las mejores comodidades. Uno de los problemas que hemos tenido de pronto con algunos sectores de madres comunitarias, donde no hemos podido ayudarles a arreglar la casa, es que los niños salen de un tugurio de su familia, para un tugurio de la madre comunitaria.

El hogar múltiple ayuda, el jardín infantil ayuda muchísimo a que los niños tengan la mejor infraestructura, las mejores comodidades, y eso produce –lo dicen los científicos- un gran impacto en toda la evolución psicológica del niñito.

Yo creo que allí hay un programa muy bueno.

Si ustedes me preguntaran: ‘Presidente ¿y en qué vamos atrasados? Ya nos contó lo bueno’.

Vamos atrasados en lo siguiente: así como hay que empezar la nutrición desde que el niñito es concebido, también hay que empezar la educación desde la primera infancia.

El país ha avanzado muchísimo en la nutrición de los niñitos en la primera edad, pero todavía tenemos un gran atraso en la educación de los niñitos de la primera edad.

Por eso nos hemos propuesto con la Ministra de Educación (Cecilia María Vélez), la señora Directora de Bienestar (Elvira Forero) y el Congreso, que este año sean 300 mil niñitos, de los sectores pobres, que estén en cobertura escolar de primera edad, y que el año entrante sean 400 mil, para que el país supere esa gran barrera.

Tenemos que lograr ciento por ciento de nutrición infantil en Colombia. Esa es una meta con todo el corazón.

Agradecimientos al Congreso

Yo quiero agradecerle varias cosas al Congreso. Este es un Congreso que le ha tocado trabajar con un Gobierno donde no ha habido auxilios parlamentarios. Un Gobierno que introdujo el concurso maestros, y ahí se acabó el clientelismo, la reforma de las clínicas del Seguro Social, ahí se acabó el clientelismo, la reforma de 427 entidades del Estado, ahí se acabó el clientelismo.

El concurso notarial, otros 120 mil cargos a carrera administrativa, que los colombianos lleguen a esos cargos por mérito, no por recomendación política, los notarios por mérito, los maestros por mérito.

Un Congreso que le ha tocado un gran salto en la praxis política del país. Y yo quiero destacar que el Congreso, por ejemplo, les trajo una gran reivindicación a las madres comunitarias sin llegar al extremo del populismo y la irresponsabilidad.

Se ha mejorado mucho la situación de las madres comunitarias y la vamos a mejorar, pero también el Congreso nos ha ayudado a esto: ellas no se pueden volver dependientes laborales del Instituto, porque por hacerles un bien a ellas quebramos el Instituto, y entonces les hacemos un mal a ellas y al millón de niños que depende de ellas.

El Congreso había sido muy equilibrado con un mejoramiento para las madres comunitarias y al mismo tiempo una defensa del Instituto.

Parece que nos ha ayudado mucho con los presupuestos de los hogares múltiples, de los hogares infantiles, que nos ha ayudado muchísimo, muchísimo con la reforma para la escolarización de la primera infancia, esa fue reforma constitucional que se está aplicando por segundo año. Yo creo que allí hay un gran avance.

Yo quiero agradecerles esto, y le quiero agradecer otra cosa, el Congreso, decía (Winston) Churchill, hay que medirlo más por los malos proyectos que ataja que por las leyes que aprueba.

Este Congreso aprobó ahora, en esta legislatura, 14 leyes muy buenas, leyes serias, unos textos legislativos respetables, y evitó unos proyectos muy peligrosos, como por ejemplo un proyecto para desmontar los parafiscales.

Si prosperara un proyecto para desmontar los parafiscales, ¿cómo funciona Bienestar Familiar?, ¿cómo paga los costos de estos programas sociales? No habría manera.

Pero miren el equilibrio del Congreso. Unos querían, por muchas razones, echar para atrás la reforma laboral de 2002, y el Congreso nos atendió una razón: miren no le podemos crear esos obstáculos al empleo, menos en este momento tan difícil de la economía.

Puede ser, sí, se desmonta esa reforma laboral y puede que los aplaudan, pero se crea un problema muy grave en el empleo de los hoteles, de los restaurantes, de los hospitales, donde hay que trabajar las 24 horas, dominicales, festivos. No se le puede crear esos obstáculos al empleo.

Pero también desde el otro lado, dijo el Congreso, y el Gobierno ha venido participando, impulsando esa idea, nosotros no podemos exonerar a los colombianos, a los empleadores, de pagarle a Bienestar Familiar, al Sena y a las cajas, porque entonces cómo sostenemos estas instituciones.

Yo creo que ha sido una legislatura seria, y con la ayuda de Dios, la que empieza el 20 de julio va a ser muy seria, igualmente constructiva para el país.

Porque ahí tenemos unos retos muy grandes en lo que viene. Y lo vamos a hacer bien.

Entonces yo les ruego a esta comunidad aquí presente, que le voy a hacer llegar un mensaje al Congreso de la siguiente manera: para que defienda Bienestar Familiar integralmente.

No se le puede quitar el ingreso, pero tampoco se le puede crear costos que anulen al Instituto. He ahí el equilibrio: ni quitarle el parafiscal, ni recargarlo de costos para que el Instituto se quiebre.

Vamos a mandar un mensaje de energía positiva. A través de quienes están aquí, a ellos los vamos a aplaudir para que le lleven ese aplauso al Congreso. ¿Pero cómo? Esperen un momentico, un aplauso interesado, interesado, para que nos sigan defendiendo estos programas, y nos sigan defendiendo con equilibrio al Instituto Colombiano de Bienestar familiar.

Los aquí presentes son: el Senador Darío Angarita, póngase de pie Senador, que le van a dar un aplauso interesado; un aplauso interesado al Senador Jorge Enrique Gómez; un aplauso interesado al Senador Jairo Tapias; un aplauso interesado al Representante Fernando Tamayo; un aplauso interesado al Representante Luis Enrique Salas; y un aplauso interesado al Representante Luis Felipe Barrios, interesado.

Porque todos vamos para tener una Colombia, amigos de los medios de comunicación, una Colombia con total nutrición en la totalidad de sus niñitos. Ese es el camino, ese es el camino.

Y el Instituto ha trabajado con mucha abnegación en sitios donde hemos tenido muchos problemas.

Mire, llevarle por ejemplo los programa de nutrición a comunidades indígenas es muy difícil, por zonas donde viven. Yo recuerdo con esas inundaciones del río Atrato, en el norte de Chocó, en la selva.

Inundación, selva, mosquito y zancudo, y nuestros compatriotas indígenas desnutridos, sus niñitos en una desnutrición que le perturba a uno totalmente el alma.

Aquí hay que reconocer varios méritos también: el esfuerzo del Instituto, el esfuerzo de los empleadores colombianos que pagan esta platica.

Hay que construir fraternidad en Colombia. Una Patria alegre, donde todos aportemos, trabajemos, demos lo mejor. El esfuerzo de los operadores, de quienes llevan hasta esos lugares de la Patria, con muchas dificultades de comunicación, esta nutrición.

El esfuerzo de los productores, de los industriales, y una cosa buena: la transparencia en la contratación, que no quede la más mínima sombra de duda sobre la manera transparente como se hace esta contratación”.

 
     
 
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
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