“Un saludo lleno de afecto a todos ustedes. Muchas gracias.
Hoy es jueves, un día de trabajo, y muchos de ustedes han hecho el esfuerzo de sumarle a una larga jornada de trabajo esta reunión. Y muchos han venido desde lugares muy lejanos. Muchísimas gracias. Un compromiso muy grande con ustedes y con Colombia.
Quiero agradecer a nuestro Alcalde (de Central Falls, Charles Moreau):
Alcalde, muchas gracias, por su hospitalidad con tantos colombianos.
En nuestra reunión, antes de venir aquí, él me dijo que esta ciudad de Central Falls la gran mayoría de latinos son colombianos.
Pero estoy muy orgulloso porque usted me dijo, me hizo unos comentarios adicionales. Usted me dijo que los colombianos son excelentes gerentes, excelentes trabajadores, excelentes estudiantes y excelentes ciudadanos.
Quiero felicitarlos, compatriotas, porque se siente mucho orgullo al oír estas referencias a nuestros compatriotas colombianos. Ustedes, con su trabajo, con su estudio, con su lucha disciplinada, honran el nombre de Colombia.
Quiero felicitar a los niños por estas danzas que nos han presentado, que muestran todo el esfuerzo que ellos están haciendo. A ellos y a los papás, nuestras felicitaciones.
Señor Alcalde, gracias por los niños de la ciudad. En los años sesenta del siglo pasado, uno de sus predecesores abrió la ciudad para Colombia. Muchos colombianos han venido aquí durante casi 50 años y han sido muy bien recibidos aquí. Los han recibido con toda la hospitalidad. Estos niños constituyen un símbolo para mí, un símbolo que representa la generosidad que usted ha tenido con los muchos colombianos que han recibido la apertura de sus corazones en esta ciudad. ¡Gracias, señor Alcalde!
Y mi gratitud para el Concejo de la ciudad; muchas gracias por esta bienvenida con los legisladores del estado, con la representante del senador ‘Jack’ Reed. Para todos ustedes, nuestra gratitud.
Estamos en un momento muy difícil, apreciados asistentes, querida comunidad, de la economía del mundo.
Nosotros, en Colombia, seguimos trabajando un esquema muy simple: queremos construir confianza en Colombia, para que cuando los ciudadanos salgan, salgan del país en ejercicio de sus libertades; para tener mejor experiencia, para estudiar, para trabajar. Pero no salgan forzados, no salgan desplazados.
Uno de los objetivos es que Colombia pueda llegar a cero desplazamientos. Que Colombia pueda tener toda la confianza de los ciudadanos para vivir, trabajar, estudiar en el país. Para esa confianza, buscamos la seguridad; buscamos la inversión; buscamos la cohesión social.
En seguridad hemos avanzado mucho, pero nos falta.
Por eso, en el Gobierno hay que hacer mil esfuerzos para lograr un resultado. Pero hay que pedirle a Dios energía y al siguiente día hay que amanecer con todas las fuerzas renovadas, para emprender otros mil esfuerzos, así se obtenga apenas un pequeño resultado. De resultado en resultado se va respondiendo a la Patria.
Todavía tenemos áreas donde se presenta desplazamiento. Todavía tenemos áreas donde la guerrilla maltrata a los ciudadanos. Áreas donde las bandas criminales del narcotráfico, en asocio con la guerrilla, hacen mucho daño.
Recientemente, hemos acordado con la Cruz Roja Internacional, que la Cruz Roja Internacional no solamente nos ayudará a reaccionar para apoyar a los desplazados, sino que también conocerá, de antemano, de nuestras Fuerzas Militares, la planeación de nuestras operaciones. Y estará enterada de todos los esfuerzos que hacemos para crear confianza entre la Fuerza Pública y las comunidades rurales, a fin de evitar el desplazamiento.
Las víctimas en Colombia
En víctimas. Los colombianos no reclamaban sus derechos. Las víctimas temían hacerlo o lo encontraban inútil.
Hoy tenemos registradas 220 mil víctimas. En la lista de las víctimas que Colombia se propone reparar, y en este mes de junio empieza el proceso de reparación en medio de las difíciles situaciones presupuestales, en este mes de junio, con una suma de 100 millones de dólares, empezaremos a reparar las primeras víctimas.
Reparación total no hay, apreciados colombianos, pero todo esfuerzo que se haga en reparación, es un esfuerzo que anula gérmenes de venganza; es un esfuerzo que elimina odio.
Nuestros esfuerzos para reparar nuestras víctimas constituyen un gran paso hacia adelante de Colombia, con el propósito de eliminar el odio, con el propósito de anular cualquier expresión de venganza, distinguida audiencia.
Vamos a seguir en esa tarea.
Derechos humanos
Los derechos humanos. El Gobierno soporta, les da todo el apoyo a los soldados y policías de Colombia; son muy abnegados. Este año han sido asesinados casi 300.
Un país que ha vivido tan golpeado por la guerrilla y por los paramilitares, tiene que apoyar a los soldados y policías. Es el único camino.
Pero también, el gran honor de la Fuerza Pública radica en derrotar el crimen y en cumplir con los derechos humanos.
Por eso, cuando hay una violación de derechos humanos, en Colombia se denuncia y en Colombia se sanciona.
Pero también, el Presidente de Colombia tiene que decir que así como tenemos la determinación para sancionar cualquier violación de derechos humanos, también tenemos que tener todo el valor para defender a nuestros soldados y policías, nosotros tenemos que tener toda la fortaleza para decir que muchas personas hacen falsas acusaciones. Porque, en muchas ocasiones, cuando nuestra Fuerza Pública avanza en contra de los criminales, para tratar de parar el avance de nuestra Fuerza Pública, algunos presentan falsas acusaciones.
Hay que tener determinación para sancionar cualquier violación a los derechos humanos y fortaleza para denunciar falsas acusaciones que tratan de hacerle daño al honor de las Fuerzas Armadas de Colombia. Fortaleza y derechos humanos.
Esta política de seguridad se ha adelantado con libertades. En Colombia es un país en el cual se goza de un avance de la seguridad y se disfrutan las libertades.
Otros países avanzaron en seguridad estableciendo dictaduras. En Colombia avanzamos en seguridad con el pleno ejercicio de las libertades.
Inversión
El país ha avanzado en inversión. Mucho. Antes se invertían en Colombia mil millones de dólares al año. En los últimos cuatro años, en un año se invirtieron 8 mil 500; en el siguiente, 6 mil 500; en el 2007, 9 mil 28; el año pasado 10 mil 564 millones de dólares.
Este año, en esta desaceleración por la crisis de la economía, en los primeros cuatro meses se invirtieron 2 mil 900 millones de dólares. Menos que el
año pasado, pero en los primeros cuatro meses se invirtieron 2 mil 900, cuando en años anteriores, en todo el año, apenas se invertían 700, 1.000, a lo sumo 1.500 millones de dólares.
Hemos introducido beneficios a la inversión, para que sea inversión fraterna, inversión que cree empleos de buena calidad, que le ayude al emprendimiento.
Cuando reiteramos nuestra determinación de luchar para que el Congreso de Estados Unidos finalmente pueda aprobar el Tratado de Comercio con Colombia es por lo siguiente:
Colombia es un gran aliado de Estados Unidos; un país que comparte los valores democráticos. Los dos países tenemos ese sentido de las libertades, ese sentido de los valores democráticos, y la aprobación de ese Tratado es una necesidad para que el mundo confíe en Colombia.
Nosotros estamos negociando con muchos países, y otros países pueden preguntarse: ¿por qué vamos a negociar con Colombia, si todavía los Estados Unidos no ha ratificado el Tratado con Colombia?
La ratificación del Tratado con Colombia es un gesto que es recibido en todo el mundo; es una señal para que la inversión fluya a Colombia.
Para acabar el narcotráfico hemos trabajado con la extradición. Hemos extraditado más de mil narcotraficantes en este Gobierno. Fumigamos cultivos de narcotráfico, erradicamos manualmente cultivos de drogas ilícitas.
Colombia es el país que más avanza en el continente en confiscación de riqueza ilícita. Pero también necesitamos, además de los esfuerzos que hoy hacemos para darles a los colombianos alternativas de ingresos, también necesitamos que fluya más la inversión. Por eso el Tratado de Libre Comercio.
El Tratado de Libre Comercio tiene que ser un paso en la dirección correcta para que Colombia elimine el narcotráfico y el terrorismo, que se financia con el narcotráfico.
Apreciados compatriotas y ciudadanos estadounidenses que nos reciben con tanta generosidad:
La seguridad y la inversión tienen que ayudar a que haya prosperidad social.
Política social
La pobreza había tocado en Colombia el 60 por ciento de la población. Hoy está alrededor del 44 (por ciento). Todavía es muy alta. Pero si la pobreza se examina en coordinación con los apoyos que da el Estados hoy a los sectores más pobres, esa pobreza, con esos apoyos, debería estar por debajo del 35 (por ciento).
No estamos satisfechos. Queremos superar totalmente la pobreza en Colombia. Pero en un país con 46 millones de habitantes, eso no se logra de la noche a la mañana. Hay que perseverar en estas políticas.
Ustedes saben que en el año 2000, hace 9 años, el desempleo tocó en Colombia el 20 por ciento. Nuestro Gobierno lo redujo al 10 y medio. Venía una muy firme tendencia de reducción. Ahora se nos ha aumentado otra vez el desempleo por la crisis. Se ha puesto en el 12,1 (por ciento).
Todavía no hemos destruido empleos.
Inclusive, en el último mes, hemos creado empleos, pero no con el número suficiente. Necesitamos la creación de muchos más empleos para poder tener de nuevo la tendencia decreciente de la tasa de desempleo.
Hemos aumentado la afiliación a la seguridad social, pero tenemos un problema: Colombia tiene 19 millones de trabajadores, y en el sector formal hay apenas 8 millones de trabajadores.
Solamente con una tasa sostenida de inversión podemos crear condiciones para que nuestro país formalice la economía, para que todos nuestros trabajadores estén afiliados a la seguridad social.
Estamos en la víspera de que el Congreso de la República apruebe una nueva ley que le permitirá al Gobierno pagar una cotización para que los colombianos que no tienen expectativas de pensión, los más pobres y vulnerables, puedan hacer un pequeño ahorro. A eso se le suma el ahorro que el Gobierno hará por ellos para que puedan tener un ingreso de retiro.
Tenemos que luchar con toda la fortaleza contra la violencia y, también, para reivindicar a los pobres.
En medio de las dificultades hay buenas noticias, apreciados compatriotas:
En educación, teníamos un 78 por ciento de cobertura en educación básica, y en muchas partes del país hemos llegado al ciento por ciento.
En educación media teníamos un 57 por ciento. Estamos llegando al 78 por ciento.
En educación universitaria teníamos menos de un millón de estudiantes universitarios. Hoy tenemos cerca de millón 600 (mil).
El Icetex, el instituto colombiano para créditos estudiantiles, les prestaba a 60 mil estudiantes. Hoy le presta a 300 mil.
Hemos hecho progresos, pero necesitamos mucho más.
¿Quiénes de ustedes han oído hablar del Sena, el Servicio Nacional de Aprendizaje? Con él hemos hecho una Revolución.
El Sena se paga por una contribución del dos por ciento de las nóminas que pagan los empleadores colombianos. Esto es bueno difundirlo, porque el país hace muchos esfuerzos para mejorar el tejido social.
Antes, el Sena capacitaba un millón 100 mil por año. Este año capacita seis millones de colombianos.
Antes. Pero necesitamos mucho más.
Antes el Sena tenía 41 mil colombianos matriculados para estudiar técnicas y tecnologías. Hoy tiene 298 mil. Ahora está agregando otros 250 mil en los nuevos oficios.
Tenemos que buscar los nuevos oficios, las nuevas posibilidades.
Hoy en Colombia, a través de Internet, gracias al Sena, están estudiando inglés un millón de colombianos. ¡Un millón de colombianos en Internet, gracias al Sena, estudiando inglés!
¿Ustedes saben de dónde son la mayoría de los profesores? De San Andrés, nuestro Archipiélago, porque allí los colombianos nacen con dos lenguas maternas: el español y el inglés, como nace la generación de colombianos que ha nacido en los Estados Unidos.
Y ya estamos instalando un cable submarino para que San Andrés pueda ser un archipiélago revolucionario en comunicaciones. Por ahora, los programas se difunden a través de Internet satelital, pero ese cable submarino nos va a facilitar una gran revolución en conectividad desde San Andrés.
El país ha avanzado mucho en nutrición infantil.
Hoy se distribuyen 14 millones 156 mil porciones alimenticias a niños menores de 5 años, a escolares.
También apoyamos 860 mil ancianos, pero no estamos contentos. El país tiene dos millones de ancianos pobres.
Hemos avanzado mucho en nutrición infantil. ¿Pero saben qué nos falta? Las familias pobres han tenido muy poca posibilidad de que los niñitos menores de 6 años vayan a la escuela.
Estamos trabajando para lograr que los primeros 400 mil niñitos menores de 6 años vayan a la escuela. Hemos hecho un gran esfuerzo para construir jardines infantiles, hogares múltiples de Bienestar Familiar en todo el país.
Estamos haciendo un gran esfuerzo para que avance el microcrédito en Colombia.
Al principio de esta semana, el lunes de esta semana -hoy es jueves, su día de trabajo, y ustedes han hecho este enorme sacrificio- recibimos en Cartagena al Premio Nóbel, el Profesor Mohammad Yunus. Él fue a Colombia a hablar nuevamente de microcrédito.
Este año, para enfrentar la crisis de economía, el propósito es asignar millón y medio de microcréditos en Colombia. Lo estamos logrando, propusimos para el segundo Gobierno 5 millones de microcrédito. Llevamos 3 millones 900 mil.
Pero lo más importante es que un millón 150 mil microempresarios han recibido crédito por primera vez.
¿Saben ustedes dónde tomaban ellos el crédito antes? En el mercado de la usura, en el ‘gota a gota’. ¿Ustedes saben cuánto cuesta eso, las dificultades?
Por eso, sábado tras sábado, en todas las regiones de Colombia hacemos un esfuerzo para estimular el microcrédito, para que los colombianos abandonen la usura y vengan al crédito institucional.
Este sábado, Dios mediante, los haremos nuevamente en uno de los lugares pobres, pero promisorios de Colombia: en Tumaco, la cuidad nariñense de nuestro Pacífico del sur.
Cuando nuestro Gobierno empezó, Colombia tenía 220 mil Familias en Acción. En este momento estamos llegando a 2 millones 600 mil. Nuestra meta es llegar a 3 millones.
Son las familias más pobres que reciben un subsidio para que sus hijos puedan estudiar. No podemos permitir que los hijos de los pobres en Colombia, por falta de estudio, estén condenados a ser pobres.
El gran valor de las sociedades democráticas es abrir los caminos de la movilidad social.
Por eso, nuestro objetivo es que a pesar de la falta de dinero hay que llegar a 3 millones de familias pobres, para garantizar todo el ciclo escolar de sus hijos. Se hacen grandes esfuerzos, pero entendemos todo lo que falta.
Lo que necesitamos es que a Colombia no le falte amor. Para que podamos ir supliendo todas las otras falencias, que ningún día de la vida nos falte amor por Colombia; que todos los días amemos más a Colombia para resolver muchos de sus problemas.
Le voy a pedir la doctora Viviana Gómez, nuestra muy destacada Cónsul en Boston, que nos coordine las intervenciones de ustedes.
Quisiera saludar a cada uno de ustedes con un apretón de mano, abrazar a cada una de las mujeres aquí presentes.
A todos, quiero decirles que los queremos muchos, que los admiramos mucho, que nos sentimos muy, muy orgullosos de ustedes, porque cuando se habla de gentes de trabajo, los más trabajadores son los colombianos; cuando se habla de buenos estudiantes, los colombianos son estudiantes excelencia; cuando se habla de magníficos profesionales, los colombianos son un orgullo.
He encontrado hoy colombianos destacadísimos en la medicina, en la nutrición infantil, en las instituciones de bienestar familiar, que han recibido la confianza de Providence, de Central Falls, Rhode Island, para dirigir instituciones sociales de gran trascendencia.
Cuando hablamos de colombianos que son muy buenos gerentes, esos colombianos se destacan como los mejores gerentes del mundo.
Todos los países tienen que luchar porque hay problemas. Que el mundo sepa: nosotros reconocemos cuando hay criminales, y hacemos todo el esfuerzo para llevarlos a la cárcel.
Hemos extraditado mil criminales a los Estados Unidos, pero defendemos el honor de las grandes mayorías de colombianos, porque hay 46 millones de colombianos abnegados, honestos trabajadores.
Hay que hacer una gran alianza con el pueblo y con el Gobierno de Estados Unidos: la eliminación total de la droga.
Todos tenemos dificultades.
Yo ya no divido al mundo entre productores y consumidores. Ahora tenemos un millón de consumidores. Cada país tiene el riesgo de ser productor, centro de narcotráfico, país de precursores químicos y país de consumidores.
Por eso, nuestro Congreso está aprobando una enmienda constitucional para ilegalizar el consumo de drogas.
Un grave problema en el mundo es darle legalidad al consumo de drogas, la permisividad con la dosis personal. El mundo tiene que eliminar eso.
Es muy difícil derrotar el narcotráfico si hay esa permisividad con el consumo.
A mí me dicen: ‘Presidente, la Policía capturó 14 distribuidores de cocaína en Cartagena. Pero los tuvo que poner libres. O capturó 10 en el sur de Bogotá y los tuvo que poner libres, o en una comuna de Medellín y los tuvo que poner libres’. ¿Por qué? Porque les encontró una dosis personal en el bolsillo.
Entonces, ahora nuestro Congreso, y espero que desde aquí se le pida que lo apruebe totalmente, está aprobando una enmienda constitucional para que la dosis personal de droga sea ilegal.
Jamás olvidaré lo que me decía una señora colombiana en el parque Los Naranjos, en Bosa (Bogotá). Decía: ‘Mire, Presidente, aquí sale un niñito de la casa, va a jugar al parque y lo llaman unos distribuidores de droga y lo enganchan en la distribución de droga. Y la distribución de droga lleva a ese niñito a cometer crímenes’.
La criminalidad infantil está asociada indisolublemente con la permisividad para el tráfico de droga.
Si queremos luchar contra la criminalidad infantil hay que eliminar cualquier posibilidad de legalidad del tráfico de droga. Por eso nosotros queremos esa enmienda constitucional.
Alguien me dice: Presidente, pero es que al enfermo drogadicto no lo pueden meter a la cárcel. Eso está bien, lo aceptamos. Pero es que, además de los enfermos drogadictos -y a los enfermos hay que darles la posibilidad de rehabilitación, de asistencia- además de ellos hay muchos criminales.
¿Saben ustedes cómo distribuyen droga para que no los metan a la cárcel?
Llevan en el bolsillo una dosis personal, la venden y después regresan por otra. Y de dosis personal en dosis personal envenenan a la comunidad. Estimulan niñitos a la criminalidad. A esos sí hay que llevarlos a la cárcel y en eso no podemos tener debilidades.
Les ofrezco la palabra a ustedes, compatriotas y ciudadanos de Estados Unidos.
Muchas gracias a este país por la generosa hospitalidad. Muchas gracias a Central Falls y a ustedes, muchas gracias, porque con su trabajo, su abnegación, su honestidad nos crean motivo de orgullo a todos sus compatriotas.
¡Qué viva Colombia! y qué viva Estados Unidos!”. |