Palabras del Presidente Álvaro Uribe en el Consultorio Empresarial de Cúcuta  
Marzo 3 de 2009 (Cúcuta, Norte de Santander)
 
 

“El Gobierno ha procurado tener un esquema comunitario, de diálogo permanente en las diferentes formas con el pueblo colombiano, a lo largo de seis y medio años de administración.

Ha sido particularmente importante el diálogo con mis compatriotas de Norte de Santander. Recuerdo que aquí celebramos uno de los primeros consejos comunitarios, y el problema mayor que aparecía era el problema de la empresa de acueducto. Me parece que fue ayer. Una deuda que ascendía en ese momento, con la Nación, alrededor de 100 mil millones, y una situación muy, muy difícil.

Hemos vivido altos y bajos en el tema del comercio internacional. En uno de los momentos más difíciles, a través del diálogo se pudo definir también aquí un crédito que tuvo un componente de tasa de interés subsidiada –a lo cual nos ayudaron los congresistas nortesantandereanos- componente que pagó el presupuesto nacional a Bancoldex.

Nosotros este tipo de reuniones las hemos venido celebrando periódicamente. Lo que pasa es que de pronto les cambian de nombre, pero yo creo que en todos estos años de Gobierno, además de los consejos comunitarios, hemos podido reunirnos con los sectores productivos de Norte de Santander para ver sus dificultades. Y corresponde más en esta hora de dificultades de la economía mundial.

Yo voy a proponerles lo siguiente, apreciados compatriotas: voy a hacer una introducción sobre fortalezas, debilidades de nuestra economía en esta crisis, lo que hemos llamado la política anticíclica, y le pediré al doctor Pedro Sayazo (Director de la Cámara de Comercio de Cúcuta), que me haga una enumeración uno por uno de los puntos que han traído él, el señor Presidente de la Junta Directiva de la Cámara de Comercio, el doctor García Herreros; el señor gobernador, el doctor William Villamizar; la señora alcaldesa, la doctora María Eugenia Riascos, que como lo ha destacado el doctor Sayago, hay algo bien importante para aplaudir hoy en Norte de Santander: esa integración entre su gobernador, su alcaldesa, sus gremios, su sector privado, sus sectores sociales, el Congreso de la República, los honorables diputados, los honorables concejales, los alcaldes de todo el departamento.

Celebro bastante que eso ocurra.

Y por supuesto, muy puntualmente en cada uno de los temas que vaya trayendo el doctor Sayago, me ayudarán el Gobernador, la Alcaldesa y él mismo, para escuchar a quienes nos acompañan hoy, quieran introducir algún elemento.

Primero quiero recordarles, apreciados compatriotas, que el Gobierno trabaja dirigido por una palabra, crear más confianza en Colombia, confianza integral en Colombia soportada en tres valores: la seguridad con libertades democráticas, la inversión con responsabilidad social, y la política social, a la cual generosamente, en el último capítulo de su intervención, refería la señora alcaldesa, la doctora María Eugenia.

Cuando entraba aquí, estábamos de paso viendo las ambulancias que hoy se entregan, gracias al gobernador, a los alcaldes, a las EPS a las ESE.

Veo con satisfacción que el gerente hoy del (Hospital) ‘Erasmo Meoz’ nos hablaba de buenas cifras. Eso era otra de las grandes dificultades al comienzo del Gobierno, porque también este proceso evolutivo como que le va enseñando a uno dónde hemos avanzado, dónde tenemos retrasos, cuáles son las dificultades de la coyuntura, cuáles son las dificultades estructurales, y hoy en ese frente del balance hospitalario, habría un poco de más tranquilidad, de acuerdo con los informes que recibí al entrar a este recinto del director del hospital.

Y el informe que agregó el señor Gobernador, sobre cómo al hospital universitario se adicionaría la clínica del Seguro Social, mediante acuerdo con la Gobernación y con la Universidad de Pamplona.

Allí se entregaron unas ambulancias que ha financiado con esfuerzo la gobernación, los alcaldes, el Ministro de Protección Social, Diego Palacio, bien comprometido con sus parlamentarios, bien comprometido con ustedes.

Lucha contra las bandas criminales

Y algunos alcaldes se me acercaban, me contaban allí, no hablé con el alcalde, pero me decían que hay bandas criminales en La Esperaza, y que hay bandas criminales en los alrededores de Ocaña.

A esos bandidos hay que acabarlos. Yo le pedí a mi general Vargas (Ricardo, Comandante de la Segunda División del Ejército) y a mi general Rodríguez (Hugo, Comandante de la Brigada 30 del Ejército), que sin dilación acabemos esos bandidos.

Yo quisiera poder tener una satisfacción del alma, de venir un día a Norte de Santander, y poderlo encontrar en plena paz. Además aspiro a ello, porque es que lo hemos luchado. Yo no he pasado de agache aquí frente a esos bandidos, esto estaba prácticamente perdido cuando empezamos el Gobierno, y yo creo que lo debemos recuperar pero no a medias, sino del todo.

Y yo le decía a Monseñor Prieto (Jaime, Obispo de Cúcuta), alguna vez lo llamé yo siendo Gobernador de Antioquia, y era muy bravo conmigo. Yo creo que a él lo distorsionaban. Seguramente a él allá le decían: ‘cuidado con ese Gobernador de Antioquia que es paramilitar, mafioso’, con lo cual se han acostumbrado a tratar de descalificarme a mí en lo nacional o internacional.

Yo creo que él se ha dado cuenta de la imparcialidad y de la verticalidad, y de la transparencia de esta batalla.

Decía a Monseñor Prieto: mire Monseñor, el día que yo me vaya a confesar, seguramente me tengo que confesar de muchos pecados, peor le voy a decir al Padre que me rebaje la penitencia, porque yo he procurado proceder con honestidad y darle madera por igual a todos estos bandidos, sea cualquiera el origen.

Entonces aquí habían crecido esos paramilitares a más no poder, después de 40 años de guerrilla, y esto se había perdido en manos de unos y otros.

El Gobierno ha sido tan firme como generoso, para permitir la reinserción de 50 mil, y estos que han reincidido ya no como paramilitares sino como simples bandas del narcotráfico, porque una de las cosas buenas es que el país ha recuperado el monopolio del Estado para combatir a los violentos, por eso en todas partes yo digo, apreciados compatriotas, que en Colombia ya no hay paramilitares, la palabra paramilitar surgió para denominar bandas privadas criminales, cuyo objetivo era combatir a la guerrilla, si algo ha ocurrido y se debe resaltar como un intangible altamente saludable para la democracia, es que se ha recuperado el monopolio del Estado para combatir a los criminales, y se ha recuperado el monopolio de la justicia gracias a la Seguridad Democrática.

Recordemos, en unas partes los pleitos de familia, los pleitos de vecinos, la manera de reprender a los muchachos, todos esos pleitos ya no los podía manejar la justicia colombiana, sino que los administraban paramilitares y/o guerrilla. Ese monopolio de la justicia se ha recuperado en Colombia.

Entonces tenemos unos avances, pero lo que nosotros no podemos permitir es que estos bandidos nos sigan haciendo daño.

Entonces yo recuerdo un 24 de diciembre que estuvimos en Puerto Santander, y la gente se me acercaba al oído y me decía: ‘Presidente mucho cuidado que aquí hay todavía Eln, Farc, y hay unos paras que no se han desmovilizado’.

Combatimos eso, y a mí me duele mucho entonces, todavía, ver que un día esos bandidos del Eln ponen un carro bomba aquí, asesinan personas, hacen daño; y que todavía siguen tratando de extorsionar esas bandas criminales, que vienen en alguna forma de paramilitares que se desmovilizaron y han reincidido ya no como paramilitares, sino simplemente como extorsionistas, como narcotraficantes, y que están en muchas partes en alianza con la guerrilla, como lo hemos venido comprobando en muchas regiones de Colombia.

Por eso, apreciados generales y apreciados coroneles, tanto de Ejército como de Policía, yo les pido que la crítica sea al revés, que nos digan: ‘hombre, no los acaben tan rápido, no los acaben tan rápido’. Pero acabémoslos, acabémoslos, que a uno le duele mucho después de seis años y medio encontrar que todavía aquí los compatriotas de Norte de Santander tienen motivos de queja por esos bandidos.

Por ejemplo, un tema que quiero examinar es que al Ministro de Minas (y Energía, Hernán Martínez) le informaron que los programas de electrificación acordados con la Gobernación (de Norte de Santander), con los congresistas, con los alcaldes, para el área de Tibú y El Tarra, que han venido desarrollándose lentamente por interferencia de grupos violentos. Eso no puede ser.

Yo le pediría a los señores generales y coroneles que de una vez hablaran con el Ministro de Minas aquí, y que esta tarde se abriera un espacio para escuchar a todas las personas que tengan quejas de orden público.

Le voy a pedir a la doctora Alicia Arango (Secretaria Privada de la Presidencia), al General Flavio Buitrago (Secretario de Seguridad de la Presidencia), que de una vez se hablen con el señor Ministro de la Defensa, con el señor General Padilla (Freddy, Comandante de las Fuerzas Militares), con el señor General Naranjo (Óscar, Director de la Policía Nacional), para hacer rápidamente otro consejo de seguridad aquí y mirar este tema.

Ahora, el Presidente de la República no puede dejar estas cosas en silencio. A mí me corresponde la tarea de denunciar estos bandidos en todas partes, y de animar a la Fuerza Pública a que los acabe.

Eso sí, mientras por allá en Europa hay unos tipos que están bregando cómo me llevan a la Corte Penal Internacional, mientras me dan un tiempito, mientras adelantan esas diligencias, yo voy a seguir aquí haciendo todos los esfuerzos para acabar con todos estos bandidos. Por lo menos para poderme ir tranquilo.

Mi General Vargas y mi General Rodriguez, y señores coroneles, mi Coronel Portilla (Richard Alexander, comandante del Departamento de Policía de Norte de Santander) y mi Coronel Florez (Jorge Iván, comandante de la Policía Metropolitana de Cúcuta), hagamos este esfuerzo. Hagamos este esfuerzo, que no quede un bandido de esos ni para el recuerdo. Porque da tristeza, una región con ese potencial e interferida.

Crisis de la economía

Ventajas de Colombia y dificultades en esta crisis de la economía mundial.

Ventajas: nosotros pasamos las reservas de 10 mil 600 a 23 mil 600 millones de dólares. El seguro de depósito pasó de 400 millones de dólares a 3 mil millones de dólares. Las coberturas de los bancos frente a cartera mala pasaron de 39 centavos por peso, de cartera demorada, a 1 con 10.

En el interior del país, fundamentalmente, en estos años desmontamos el subsidio a la gasolina.

Ustedes se imaginan que hoy nos hubieran dicho, ‘con esta situación económica tan mala el Estado no es capaz de pagar ese subsidio, desmóntenlo con un decreto, con una medida de choque’, la turbulencia social que eso hubiera creado.

Hay más confianza para invertir en Colombia.

Y alguien me decía: ‘hombre, Presidente, pero qué nos ganamos si hay confianza para invertir en Colombia, si por esta crisis la gente no invierte, entonces Colombia va a quedar igual a los países en los cuales no hay confianza’. Yo le dije: yo de todas maneras creo que así suframos una disminución de inversiones por la crisis, deberíamos tener inversiones a pesar de la crisis.

Y lo viene registrando el proceso de las zonas francas, que a propósito me preocupa que no haya empezado en Norte (de Santander).

Ustedes saben que este Gobierno adoptó, gracias al Congreso (de la República), una legislación sumamente flexible para esas zonas económicas especiales, para esas zonas francas. Hoy es fácil cumplir los requisitos y las ventajas son muchas.

Primero, quiero recordarles, se puede instalar una zona franca en cualquier sitio de la geografía. No necesita que sea pública. Se dan todas las ventajas para que lo haga el sector privado por propia iniciativa.

Esa zona franca puede ser de una sola empresa o de muchas empresas. Esa zona franca no paga IVA, ni paga arancel.

Imagínense ustedes los equipos, por ejemplo, para destilar alcohol, lo que cuestan. Esos equipos a la zona franca entran sin IVA y sin arancel.

La tarifa de renta en Colombia al principio del Gobierno la pasamos del 35 al 38 y medio (por ciento). Pero se ha reducido al 33 (por ciento). La de zonas francas es del 15 (por ciento). O sea que eso es altamente benéfico.

Sí hay unos requisitos de empleo. Tienen que crear empleo directo, de buena calidad, con afiliación a la seguridad social, sin intermediarios, con contrato a término indefinido. Pero es que eso es lo que necesitamos en Colombia, mejorar la calidad del empleo.

Entonces yo sí animaría a Norte de Santander, y que el Ministerio (Comercio, Industria y Turismo) les ayude, a ver cómo pueden avanzar las zonas francas.

En el peor de los casos, que se nos detenga mucho la inversión en Colombia, lo que uno ve positivo es que si Colombia persevera en la construcción de confianza, una vez se empiece a recuperar la economía mundial –que se tiene que recuperar- ese dineral que están aportando en todos los países, empezando por los Estados Unidos, eso no puede pasar en vano, ni irse por las alcantarillas, eso tiene que ayudar a recuperar la economía mundial.

Entonces en el momento que empiecen a aparecer signos de recuperación de la economía mundial, la inversión tiene que llegar allí donde hay confianza, y uno de los países que ha construido confianza es Colombia.

Tenemos problemas, apreciados compatriotas. Nosotros en el comercio internacional registrado, en pocos años pasamos de 11 mil 600 millones de dólares a 37 mil (millones de dólares). Pero este año puede haber una disminución. Alguien la estimaba en el 15 por ciento, otro me decía: va a ser del 20.

Esta situación ha afectado a todos los países, nos afecta a nosotros, afecta a nuestros vecinos.

Uno con toda la prudencia espera que Venezuela pueda ponerse al día en todo lo de Cadivi, y vemos con preocupación, por supuesto con respeto, las decisiones que en esa materia ha tomado también la hermana República del Ecuador. Pero es una situación difícil. Y esto nos afecta el recaudo.

Cuando yo veo todas las necesidades, yo digo: tienen razón. Pero nosotros tenemos problemas. Este país estaba muy quebrado. Y todavía esta convaleciente.

Nosotros llegamos a tener un déficit del Gobierno Nacional Central del 7.5 por ciento. El año pasado fue del 2.6 por ciento. Pero este año se nos puede crecer mucho.

Y uno no tiene el déficit que quiera, sino el que pueda financiar. Si uno se excede en el déficit y afecta las condiciones de financiamiento, se pierde la confianza en el país.

Diría yo que el límite del déficit lo da un espacio en el cual uno se pueda mover en endeudamiento, sin que cree alarmas sobre el país. Me corregirá el Ministro Zárate (Juan Pablo, Ministro encargado de Hacienda y Crédito Público), que próximamente se posesionará como codirector del Banco de la República.

Yo creo que el déficit tiene un límite, financiarlo con un endeudamiento que no alcance a crear alarmas sobre el país. Si uno se excede en el déficit y empieza a buscar un endeudamiento que genera alarmas, quiebra al país, porque la gente no le va a prestar o le va a prestar a una tasa de interés muy alta, y se va a generar rumor muy dañino para el país.

Nosotros hemos mejorado, también, el endeudamiento. Claro, hemos pasado de un endeudamiento del 48 (por ciento) a un endeudamiento neto del 22 (por ciento). Este año algo se vuelve a aumentar.

Debíamos un 70 por ciento en moneda extranjera, hoy debemos un 30 por ciento. Seguramente, las condiciones nos llevan a aumentar algo en moneda extranjera.

Tenemos que ser muy cuidadosos con la financiación nacional, porque en la medida que hemos disminuido la porción de la deuda contratada en moneda extranjera, y correlativamente la hemos aumentado en moneda nacional, pues quiere decir que somos menos vulnerables frente al mercado financiero internacional, pero tenemos que ser más cuidadosos frente al mercado financiero nacional.

Si el Estado se desboca a tomar dinero prestado en el mercado financiero nacional, le hace mucho daño a las tasas de interés y deja al sector privado sin financiación.

Entonces por eso nosotros tenemos la reducción de recaudos este año. Con el Congreso de la República aprobamos un presupuesto, y el Gobierno le ha dicho al país, con toda franqueza, que vamos a tener un menor recaudo del esperado, y no poquito, no poquito. Ahí tenemos dificultades.

Política anticíclica

Política anticíclica son cuatro capítulos, apreciados compatriotas: infraestructura, la red de protección social, el tema de cuidar los proyectos de inversión en Colombia y finalmente, cuarto capítulo, la financiación del Estado y del sector privado.

En infraestructura se deben invertir este año 55 billones de pesos, 32 por concesionarios y asociados al Estado.

Asociados: los de las hidroeléctricas, que han hecho unos contratos con el Ministerio de Minas y Energía, y que tienen que empezar a hacer unas inversiones como Sogamoso, en Santander.

Concesionarios: como la concesión del área metropolitana de Cúcuta, bastante reducida. Recordarán ustedes todo el diálogo que se tuvo aquí, no fácil. Yo acudí finalmente sobre el tema de los peajes.

Y el Estado debe (invertir) de esos 55 billones, con dineros directos del Estado unos 23 billones. Algunos los critican dicen: insuficientes. Otros dicen: más de lo mismo.

Yo le he dicho al Gobierno, tenemos que cerrar los oídos frente a la crítica. Lo que necesitamos es ejecutarlo rápido. Ejecutarlo rápido.

El segundo capítulo es la red de protección social. Los pobres no son los culpables de esta crisis. Por eso no les podemos trasladar la factura. En la crisis es cuando más hay que proteger a los pobres.

Esta mañana me decía en Bogotá, la Ministra de Cooperación Internacional de Suecia (Gunilla Carlsson), me decía: ‘¿y ustedes sí van a poder sostener Familias en Acción? Le dije: vamos a hacer todo el esfuerzo.

Todo lo que nos toque recortar, lo recortaremos, pero programas como Familias en Acción lo vamos a sostener.

Entonces en la red de protección social yo destacaría lo siguiente: Familias en Acción, el Presidente (Andrés) Pastrana lo introdujo en un programa experimental, yo llegué a la Presidencia, tenían un experimento de 220 mil familias.

Uno no se puede poner con vanidades: ‘que esto se le ocurrió a fulano y que como no es idea mía entonces la mato’. Dije no, esa idea está muy buena, crezcámosla, y por eso el Gobierno convirtió el programa en permanente.

Terminamos diciembre con un millón 700 mil Familias en Acción, y ahora, con la ayuda de Dios, antes de que termine junio vamos a tener 3 millones de Familias en Acción.

Me decía la señora alcaldesa (de Cúcuta) que hoy están en plena inscripción aquí. Yo creo que este país, con 3 millones de Familias en Acción, siente un alivio social importante.

Cuando el Gobierno empezó, las raciones alimenticias que se daban al día eran de 3 millones 400 mil, este año Bienestar Familiar con apoyo de departamentos, municipios, está llegando a 13 millones de raciones alimenticias al día, ahí está incluido también Familias en Acción. Yo creo que ahí hay un buen avance.

Banca de Oportunidades –y anoto el pedido de Cúcuta, lo debe hacer Carlos Moya (Director de Banca de Oportunidades)- debe entregar este año millón y medio de microcréditos.

El tercer capítulo, proteger las inversiones definidas en Colombia. Hay que proteger que se cumplan con las inversiones en las Zonas Francas y promover zonas francas donde todavía no las hay. Por eso me parece de la mayor prioridad promover la zona franca en Cúcuta. Ojalá la podamos hacer para alcohol carburante.

Ahora, no es que el Estado venga y haga la inversión, el Estado ha creado el marco de beneficios.

Yo lo que diría es que el Ministerio tiene que ponerse con las fuerzas vivas del departamento a promover que la hagamos, que empresarios colombianos, que de otras partes, que nortesantandereanos.

Mirar a ver cómo se ayuda a financiar a los que quieran aportar aquí. Que si la iniciativa de la hermana Venezuela, su Gobierno, quieren entrar, en fin, promoverla ampliamente. Yo creo que hay un buen principio.

¿Por qué lo digo? Con el Ministro (Andrés Felipe) Arias, antes de que él dejara la cartera de Agricultura, me contó sobre el pequeño experimento de la planta -¿la que se hizo aquí es de etanol o de biodiesel?, es con aceite de palma y la que se hizo con biodiesel ¿esa va bien?, ¿pero es chiquita?, ¿es experimental? Bueno, eso se han hecho varias en el país a manera experimental- él me decía que una de las cosas interesantes sería promover una gran planta de alcohol carburante aquí, aprovechando los sembradíos de caña que hay en el departamento y el potencial que eso tiene.

Ojalá, yo lo sugeriría respetuosamente.

El cuarto capítulo de la política anticíclica es garantizar la financiación del Gobierno y del sector privado.

En crisis, creo yo apreciados compatriotas, si uno tiene buen nombre tiene que recibir toda la que le presten, llenar la caja, pero gastarla muy despacio.

Colombia es un país que tiene buen nombre y se tiene que financiar. Colombia merece que lo financien, nunca ha quedado mal y nunca va a quedar mal.

Nosotros ya tenemos financiado el año 2009 para el Estado, ahora hay que buscar ventanas de oportunidad para financiar 2010. Pero también tenemos que preocuparnos para que no se seque la caja de las empresas colombianas generadoras de empleo. Por eso nuestro afán de promover esta línea de crédito de ciento sesenta y tantos mil millones de pesos para la mediana y pequeña empresa de frontera.

Unas condiciones relativamente favorables que se pueden renovar en el tiempo, a fin de que no se les seque la caja.

Cuando anunciamos eso el viernes, dijimos que sería lanzada hoy aquí y rápidamente en las ciudades de Ipiales (Nariño) y Pasto. Le dije al Ministro de Comercio: no te sueñes que eso se puede anunciar desde Bogotá y que la montaña viene a Bogotá. No, hay que ir con esa línea de crédito a Cúcuta, hay que ir a Arauca, hay que ir a La Guajira, hay que ir a Ipiales, a Pasto, a Tumaco, para dinamizar muy bien el comercio fronterizo.

Les hemos pedido a las cámaras de comercio que hagan una veeduría cívica, doctor Pedro (Sayago), para que el Gobierno cumpla la política anticíclica. Yo creo que en el Gobierno de hoy estamos retados es para hacer las cosas con velocidad.

Yo no quiero entrar por iniciativa propia en ninguno de los temas específicos. Pediría esta metodología, si les parece, que el doctor Pedro nos sirva de coordinador, y me vaya diciendo: tal tema. Y yo procuro dar una respuesta, el compañero de Gobierno que me acompañe, y sobre ese tema tomamos intervenciones también muy puntuales de la comunidad de asistentes. Yo creo que esa metodología de pronto nos puede ayudar a hacer un repaso rápido de esta temática.

Alicia (Arango), por qué no hablamos con la Ministra de Cultura y con María Cecilia Donado (Alta Consejera Presidencial para el Bicentenario de la Independencia) para mirar con motivo del Bicentenario, cómo se le da un apoyo al Mausoleo del General (Francisco de Paula) Santander. Esos temas tocan muchas sensibilidades.

Ha pedido el doctor Pedro Sayago que se considere trasladar los restos de Bogotá a Villa del Rosario (Norte de Santander), si bien le entendí eso. Yo le rogaría al Ministerio de Cultura y a María Cecilia Donado que miren eso. No echemos eso en el olvido, yo quiero tratarlo con toda la delicadeza, pero no se puede echar al olvido”.

 

 
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