“Muchas gracias, señor Embajador (de Francia en Colombia, Jean Michel Marlaud) a su Gobierno, a usted, por imponerle a nuestro ilustre compatriota, el doctor Darío Montoya, esta orden de las Palmas Académicas.
Compromete mucho al Sena, compromete mucho a todo nuestro país, y es un gran estímulo a la gran tarea del doctor Darío Montoya.
Muchas gracias Pierre (Padilla, Director de la Escuela Nacional de Ingenieros de Metz), porque lo hemos sentido nuestro compatriota hace muchos años. Hoy simplemente se formaliza algo, que estaba profundo en la materia y en el contenido desde hace mucho tiempo.
Y muchas gracias por la integración de la Escuela de Ingenieros de Metz con el Sena y con todos nuestros programas. Esto es de gran utilidad.
En buen momento Francia entrega esta condecoración al Director del Sena. Este momento de muchas preocupaciones por el impacto del empleo, el impacto de la crisis económica en el empleo.
Colombia llegó a tener niveles de desempleo del 17 - 20 por ciento, bajamos esos niveles de desempleo al 10 - 12 por ciento y volvemos a tener niveles de desempleo entre el 11 y el 14.2 (por ciento).
Hemos venido creando empleo –todavía no estamos destruyendo empleo, ojalá no lleguemos allá- pero no en la cantidad que lo necesitamos.
Aparecen varios debates. Un debate: ¿pueden continuar los parafiscales?
Otro debate: ¿qué se debe preferir?, ¿la masificación del empleo o el empleo de calidad?, ¿son compatibles?
Entonces, sobre el primer tema, sobre el tema de los parafiscales, yo creo apreciados compatriotas que hay que ponerlos en un contexto, en el contexto histórico.
Legislación laboral
Yo diría que este país ha llegado a una legislación laboral de equilibrio, una legislación laboral que tiene un suficiente espacio de flexibilidad para los empleadores, y también garantías de calidad y de estabilidad para los trabajadores.
No podemos perder de vista que en 1990 hicimos una reforma laboral profunda. Las llamas de su controversia todavía se ven en el espacio político colombiano.
Sustituyó la retroactividad de las cesantías por la liquidación anual.
Los empresarios reclamaban que la retroactividad de las cesantías no les permitía proyectar debidamente los costos laborales, y para los trabajadores, en las contabilidades aparecían unos resultados extraordinariamente buenos.
Pero también a medida que desaparecían empresas, que se quebraban empresas –recuerdo el caso de Aerocondor- los resultados finales eran muy malos. Esos créditos desaparecían, no obstante el carácter de crédito privilegiado que a estos créditos laborales les ha asignado nuestra legislación.
Esa reforma también eliminó la acción de reintegro para trabajadores despedidos con más de diez años.
En 2002, siendo Ministro el doctor Juan Luis Londoño, cuando iniciaba nuestro Gobierno, introdujimos otra reforma laboral, que ha sido bastante controvertida, impugnada ante la Corte Constitucional, finalmente la Corte Constitucional le dio el visto bueno.
Una reforma que creemos ha ayudado muchísimo, especialmente en el sector turismo, en el sector de servicios en general, porque es una reforma que adecua más los horarios, una reforma que define con más racionalidad las horas dentro de las cuales hay que pagar un recargo, aún por el periodo de la jornada ordinaria de trabajo.
Esa reforma también le introdujo enorme flexibilidad al contrato de aprendizaje, hasta el punto que antes de esa reforma el Sena tenía 30 mil aprendices, hoy gracias a esa reforma tiene más de 100 mil aprendices. Y esa reforma ha creado la fuente noticia para el Fondo Emprender del Sena, que también bastante le ayuda a los colombianos.
Nosotros hemos hecho otras reformas, estructurales todas: la reforma constitucional de pensiones, que elimina los privilegios pensionales; la reforma constitucional de transferencias a las regiones; y hemos reformado 425 instituciones del Estado, con dificultades políticas enormes.
Solamente la reforma del Sena es un gran paso. Yo recuerdo con algunos sectores políticos y sindicales de Cali, las dificultades para sacar adelante la reforma del Sena, porque el Sena la verdad es que en este Gobierno se ha desburocratizado y se ha integrado muy bien con el sector privado. Prueba de ello es que el 70 – 75 por ciento de su capacitación lo está haciendo en directa integración con el sector privado.
Y eso ha ayudado a que haya más pertinencia en los programas del Sena, y a que haya más empleabilidad de los egresados del Sena.
Adicionalmente, la reforma con la Ministra de Educación, de la educación por ciclos, que permite que aquellos graduandos de los ciclos titulados del Sena, técnicas y tecnologías, puedan hacer valer esos créditos para después avanzar en una universidad hacia el título de educación superior.
Esos créditos se les reconozcan, complementen sus estudios y accedan al título de educación superior.
No a eliminación de parafiscales
Yo diría que todas estas reformas hay que mirarlas cuando se habla de eliminar los parafiscales.
El Gobierno está considerando todas las opciones posibles para enriquecer la política anticíclica, pero tenemos inmenso temor en dar cualquier paso que afecte los parafiscales.
Es un país con pobreza, con inequidad, y los parafiscales se han convertido en un gran instrumento de avance hacia la equidad social.
Miremos el Sena. Sí, en efecto los empleadores colombianos pagan dos puntos, es un impuesto de nómina, ¿pero qué ha pasado con el Sena?
Cuando nuestro Gobierno empezó, el Sena formaba en oficios vocacionales 1 millón 100 mil personas al año, el año pasado formó más de 6 millones de colombianos. Ha pasado de 5 millones de áreas de enseñanza a más de 15 millones de áreas de enseñanza; y está ya alrededor de 250 mil compatriotas en técnicas y en tecnologías, y eran 38 (mil) – 43 mil. O sea que en el Sena hay un gran avance.
Y uno lo podría mirar en las Cajas de Compensación y lo podría mirar en el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (Icbf).
He creído que lo que se necesita hacer sí es avanzar en agrupamiento en las Cajas de Compensación Familiar, no obstante que en este Gobierno se han eliminado 18 cajas, lo cual ha contribuido enormemente a la eficiencia, yo creo que hay un gran espacio para seguir avanzando en agrupamiento.
Pienso que es un momento muy difícil, pero que el país no se puede desesperar y tomar medidas que podrían crear un inmenso riesgo social, como sería aquella medida de eliminar los parafiscales.
Hemos venido escuchando propuestas. Alguien dice: ‘bueno, eliminemos los parafiscales, pero eso no implica eliminar al Sena, ni a Bienestar Familiar, ni a las Cajas, simplemente les pagamos con ingresos corrientes de la Nación’. Imposible.
Hablan del IVA. Entonces habría o que ampliar la base del IVA, o que aumentar la tarifa. Nosotros llegamos hasta un límite en ampliación de base.
Cuando este Gobierno empezó, la base del IVA gravaba el 37 por ciento de los bienes y servicios, hoy grava el 54 (por ciento).
Para ampliar el gravamen sobre la base del IVA, tendríamos que gravar matrículas escolares, matrículas universitarias, tendríamos que gravar compra de medicamentos, tendríamos que gravar consultas médicas, tendríamos que gravar alimentos básicos y tendríamos que gravar la factura de servicios públicos.
Eso tiene bastantes dificultades de índole social y de índole política.
La otra opción sería aumentar la tarifa. Y cada punto de los 16 puntos de la tarifa de IVA nos representa 900 mil millones (de pesos). Estos parafiscales valen entre 5.4 (billones) y 6 billones. O sea que también parece bastante imposible entrar a sustituir esta fuente por la vía del aumento de la tarifa ordinaria de IVA.
En el año 2000 se produjo la ley 590. La ley poco se había aplicado, en mi concepto no requería reglamentación. Era un texto tan claro, que debería haberse entendido de aplicación inmediata. Su resultado ha sido pobre.
Este Gobierno, haciendo un esfuerzo adicional, acaba de reglamentarla. Se produjo el decreto.
Esa reglamentación, al repetir y permitir despejar cualquier duda, a fin de que el efecto de la ley se cumpla, dice lo siguiente: las nuevas pequeñas y medianas empresas que se creen en Colombia, tienen un periodo de transición para pagar parafiscales; durante el primer año de vida pagan el 25 por ciento, durante el segundo año de vida el 50 por ciento, el tercer año de vida el 75 por ciento y solamente en el cuarto año llegan al ciento por ciento de los parafiscales.
Allí hay una gradualidad que debería ayudar en este difícil momento de la economía.
Política anticíclica
Nosotros tenemos una política anticíclica de cuatro capítulos: primer capítulo infraestructura, segundo capítulo la red de protección social, tercer capítulo el buen cuidado para que se cumpla con los proyectos de inversión que hay en Colombia, y cuarto capítulo la financiación del Estado y del sector privado.
La idea de infraestructura es invertir este año 55 billones (de pesos): 32 (billones) por parte de concesionarios y contratistas vinculados con el Estado; que los concesionarios de carreteras, que los contratistas de las empresas generadoras de energía recientemente adjudicadas; y los otros 23 billones están a cargo directamente del presupuesto del Estado.
Le he dicho a mis compañeros de Gobierno que en el tema de infraestructura lo que corresponde ahora es no discutirlo más, sino ejecutarlo.
Tenemos abierto una serie de licitaciones de gran importancia. Adjudicada la segunda etapa del Túnel de La Línea. Una de las licitaciones es la de los corredores de competitividad, para rectificar y pavimentar 1.600 kilómetros de vías. Eso contiene unos corredores de competitividad de gran importancia.
Salvo la carretera del Caquetá, desde Fragua, en el sur, pasando por Florencia hasta San Vicente del Caguán, que se haría en asfalto, las otras se harían en placas de concreto, para generar empleo durante el periodo constructivo, y para garantizar mayor duración antes de entrar a hacer mantenimiento. Lo que nos parece conveniente, dado que en el país hay una cultura y una serie de dificultades estructurales para los recursos de mantenimiento.
Estamos acelerando ese proceso, a ver cómo esas obras empiezan a ejecutarse en el mes de junio. Y así sucesivamente hay una serie de obras de gran importancia en el tema vial, en el tema de acueductos, y también en el tema de vivienda social.
El segundo pilar de la política anticíclica es lo que llamamos la red de protección social.
La idea es llegar en junio a tres millones de Familias en Acción, las familias más pobres del país. Un subsidio condicionado para educación, para salud.
Nos parece que el avance de Familias en Acción es un avance social estructural, porque en la medida que se evite la deserción escolar, se garantice que se complete el ciclo, pues estas familias van a lograr que sus hijos no estén condenados como sus padres a ser pobres.
Es solamente a través de un proceso educativo que se abren los caminos de movilidad social propios de la democracia.
Y creemos que eso nos tiene que ayudar en el corto plazo, porque el dinero que reciben estas familias, todo va de inmediato a la demanda. Eso es más calzado, es más vestuario, es más alimentación, y nos ayuda a contener esta caída preocupante de la economía.
Por el lado de Bienestar Familiar, el país hace 6 años entregaba 3 millones 400 mil raciones alimenticias al día. Este año entrega 13 millones de raciones alimenticias al día, para niños menores de 5 años, para escolares; y en un programa que les llega a 857 mil ancianos hay 400 mil raciones alimenticias por día.
Ahora vamos a incluir, con un aporte del Ministerio de Agricultura, otros 300 mil niñitos en un programa de donación de leche, con recursos del presupuesto nacional. Ahí estamos haciendo un gran esfuerzo.
Otro elemento de ese capítulo de la red de protección social es Banca de Oportunidades.
Banca de Oportunidades debe prestar este año millón y medio de microcréditos. Cuando empezó el Gobierno, el crédito a favor de los sectores populares representaba el 1.5 (por ciento) de la cartera del sistema financiero. Este año debe terminar en cerca del 6 por ciento.
El crédito en manos de los microempresarios era de 732 mil millones, ahora pasa de 6 billones.
Vamos a ver cómo aceleramos lo de Banca de Oportunidades este año, como parte de la política anticíclica.
El otro capítulo es el buen cuidado con la inversión de los particulares, empezando por los 45 planes de zonas francas que están debidamente aprobados. El seguimiento riguroso que estamos haciendo, es para que todos los adjudicatarios de zonas francas puedan cumplir sus planes de inversión, y además, para que podamos aprobar las otras solicitudes de zonas francas que nos han venido llegando, y ojala continúe esa dinámica.
El otro capítulo es la financiación del Estado y del sector privado.
Nosotros tenemos al Estado financiado para el año 2009. Estamos buscando las ventanas de oportunidad para financiar 2010.
Nos preocupa lo que pueda pasar con el sector privado: firmas que tengan unos proyectos de inversión en Colombia y que empiecen a encontrar dificultades para el cierre financiero.
A fin de que no se seque la caja de los empleadores, estamos haciendo un gran esfuerzo para tener un presupuesto récord en Bancoldex. Bancoldex, que era una entidad que entregaba un billón 800 mil millones (de pesos) al año, este año está asignando créditos y debe desembolsar créditos del orden de cinco billones.
Estamos haciendo todos los esfuerzos, los seguiremos haciendo. Por supuesto, hay que poner cuidado en algo: esta crisis puede generar otras crisis, puede generar una crisis sobreviniente de escasez de energéticos, lo que pase ahora con el desestímulo de los energéticos podría crear una nueva crisis en oferta de energéticos en el futuro.
Y tememos que la duración de esta crisis, el manejo imprudente de esta crisis, pueda engendrar una nueva crisis de deuda.
O sea que Colombia tiene que ir con toda prudencia, para enfrentar con una política anticíclica esta crisis, y también para evitar una nueva crisis de deuda, para que el país –que nunca le ha tocado, porque ha sido prudente siempre en el manejo de su endeudamiento- no vaya a caer en una crisis de deuda.
Situación fiscal
Nosotros en estos años hemos pasado el endeudamiento del 48 por ciento del PIB (Producto Interno Bruto), al 22 por ciento. Seguramente este año algo lo tenemos que crecer.
Hemos pasado el déficit del Gobierno Nacional Central del 7 (por ciento), el año pasado un déficit del 2.3 (por ciento).
Yo le decía esta mañana a la Junta del Banco de la Republica que cuando se habla de austeridad, lo que hay que hacer es mirar qué ha pasado con ese déficit.
Un Gobierno que ha tenido que atender estos inmensos compromisos, como el de Seguridad Democrática, el de los desplazados, el de la reinserción, etcétera. Solamente en los desplazados nuestro presupuesto ha habido que pasarlo de 80 mil millones por año a más de un billón por año.
Y sin embargo hemos bajado el déficit del Gobierno Nacional Central del siete y medio al 2.3 (por ciento).
Prácticamente el país estuvo en equilibrio el año pasado, porque el déficit consolidado fue del 0.1. Seguramente este año, vamos a tener que crecer el déficit a 0.7 - 1 por ciento.
Lo importante es que esto sea sostenible, porque el temor que tenemos es que resolvamos el problema a un año, pero si no se recupera la economía y hay que hacerlo otro siguiente, y en el próximo año, pues entonces puede haber una acumulación de deuda que nos puede ir a subir enormemente el endeudamiento, que lleve a otros países a una crisis de deuda y puede haber una acumulación de déficit presupuestal tras déficit presupuestal, que nos cree de nuevo un alto déficit fiscal difícil de manejar. Por eso el Gobierno tiene que ser muy cuidadoso en estas materias.
Oficios innovativos
Tenemos una ilusión: es el viernes poder anunciar con el Sena y el equipo económico, un nuevo compromiso del Sena, que lo vamos a insertar en el capítulo segundo de la política anticíclica, en la red de protección social.
Se están definiendo todos los mecanismos para que el Sena quede con los recursos que requiere, a fin de que en las próximas semanas vincule 250 mil colombianos jóvenes a un programa de duración de año y medio, con titulación de técnicos en oficios frescos, en oficios innovativos.
Una de las discusiones que hay hoy en el mundo entero es acerca de muchos oficios que se han perdido, y que seguramente no van a recuperar una gran dinámica en la estructura del empleo.
Vemos de la mayor conveniencia que el Sena rápidamente salga con esta oferta, y nos pueda ayudar mucho.
Doscientos cincuenta mil jóvenes vinculados en el Sena, gratuitamente, en un programa de año y medio, aprendiendo este tipo de oficios.
La idea del doctor Darío (Montoya, director del Sena) es que la mayoría de los instructores sean personas de un alto nivel de capacidad, que por alguna circunstancia en este momento, dada la crisis de la economía, estén sin empleo directo en el sector productivo.
Ojala podamos pues, no solamente hacer ya el anuncio completo el viernes de esto que se viene estudiando, sino empezar rápidamente a abrir la matrícula, y confiamos mucho en el Sena, en lo que ha hecho el doctor Darío, en lo que ha hecho su equipo.
Empleo de buena calidad
Creo, apreciados compatriotas, que un tema sobre el cual hay que reflexionar también, es la aparente discusión, contradicción entre masificación del empleo y empleo de buena calidad.
Cuando uno empieza a mirar las discusiones de empleo en todo el mundo. Por ejemplo en el Japón, que existía siempre el empleo de toda la vida, con toda la calidad, en los últimos lustros eso se ha deteriorado, y han creado una nueva categoría que es el empleo informal, y hoy hay una discusión política y social bastante agria.
Yo diría que tenemos una gran urgencia por el empleo, pero eso no se puede responder con una afectación de la calidad del empleo. Nosotros no hemos podido crear suficiente empleo, pero hemos avanzado mucho estos años en la formalización del empleo.
Miren, ustedes tienen todos en la memoria que el 16 de febrero de cada año se paga la contribución de los empleadores a los fondos de cesantías. En el año 2002 estaban 2 millones 200 mil trabajadores afiliados a los fondos de cesantías. En la liquidación que se acaba de presentar, se afiliaron 5 millones y medio a los fondos de cesantías.
Yo creo que ahí hay un buen avance, y que ese dinero, junto con la fortaleza de los fondos de pensiones, puede ayudar mucho en este periodo crítico de la economía.
Nosotros, las afiliaciones a régimen contributivo las hemos visto crecer velozmente. Cuando el Gobierno empezó, teníamos 13 millones de colombianos beneficiarios del régimen contributivo de salud, hoy hay 18 millones.
Si a eso se le suma 23 millones de colombianos que están en régimen subsidiado –eran 10 millones 600 mil- vemos que el país ya tiene mas de 40 millones de colombianos asegurados en salud.
Es decir, no obstante que todavía en algunas regiones hay problemas de calidad, y que tenemos el reto de ir nivelando el plan que se le ofrece al sector subsidiado, con el plan que se le ofrece a los trabajadores formales, nosotros hemos duplicado los afiliados a pensiones y los afiliados activos a pensiones en este Gobierno, y hemos duplicado los afiliados a riesgos profesionales.
Y ha habido un enorme crecimiento de las cajas de compensación familiar. O sea que ese es un capitulo de calidad del empleo, que es importante registrar.
Vamos pues a seguir haciendo todos los esfuerzos, tenemos toda la preocupación, pero el Gobierno tiene que ser cuidadoso, debe mirar a ver cómo, estos elementos de calidad del empleo, como es el Sena, no se desfinancian.
Y también nos da temor esto: que de pronto por la afugia, por esta angustia que nos está creando este problema, entonces llegáramos y elimináramos los parafiscales.
También hay estudios que dicen que una eliminación de parafiscales solamente nos crearía 150 mil empleos por una vez. ¿Se justifica eso? He ahí pues, otro motivo de gran preocupación.
Entonces uno piensa y piensa esto, y dice: breguemos a generar empleo sin sacrificar su calidad.
Este país tiene un factor a favor: este país ha construido confianza inversionista, lo muestran no solamente las tasas de inversión sino la percepción.
Hay que preservar la confianza inversionista en este momento de dificultades. En el peor de los casos puede que no aumente la inversión, que se caiga del todo en este periodo de crisis, pero superada la crisis ¿dónde va a llegar la inversión?, a los países que tienen confianza, y Colombia es un país destacado hoy por la confianza inversionista.
Felicitaciones doctor Darío. Usted sabe que con las dificultades de Colombia el que se acredita le exigen más. Entonces a usted le va a tocar ahora, rápidamente, mostrarnos otros 250 mil muchachos matriculados en el Sena, en oficios innovativos, rápidamente, muchos de ellos con subsidio de alimentación y con subsidio de transporte.
Muchas gracias Embajador. Pierre ha sido nuestro compatriota, y ya hoy lo eres por partida de matrimonio católico, que es la carta de ciudadanía.
Muchas gracias”. |