“El Gobierno, en esta tarea de enfrentar la fase negativa del ciclo económico, este inmenso riesgo para la economía colombiana, para el empleo, para el tejido social, ha venido poniendo en marcha una política de lo que los economistas llaman contraciclo, una política para contener este grave deterioro de la economía.

Nosotros tenemos los cinco capítulos de esta política contracíclica: el capítulo de infraestructura, el capítulo de las redes de protección social, el capítulo del buen cuidado a la confianza de los inversionistas, el capítulo de la financiación del sector privado y de los empleadores y el capítulo de los alivios fiscales, que se venía incorporando en las reformas tributarias en nuestro país.

Dentro de estos capítulos, en las últimas semanas hemos empezado a trabajar un crédito de 165 mil millones, de Bancoldex, para activar la economía de frontera; un crédito de 500 mil millones de Bancoldex, para que los colombianos puedan adquirir automóviles de fabricación nacional en la modalidad de carro popular, para que los colombianos puedan adquirirlos con plazos de cinco años, para que los colombianos puedan adquirir electrodomésticos de fabricación nacional con plazos entre 24 y 48 meses; un crédito del Banco Agrario, para que los colombianos puedan adquirir materiales a fin de mejorar sus viviendas, tanto en la ruralidad como en las grandes ciudades colombianas.

Y encontramos que uno de los problemas más graves del empleo es la falta de armonía entre los nuevos oficios, los requerimientos laborales de los nuevos oficios, y el porcentaje de colombianos capacitados para esos nuevos oficios.

Esto es: hay nuevos oficios que están creciendo en el mundo entero y en Colombia, y nos falta dar la oportunidad a muchos más colombianos de que estén debidamente capacitados para desempeñar esos nuevos oficios.

Algo que se ha indicado, es que una de las soluciones estructurales para esta crisis, es poder vislumbrar los nuevos oficios, poder capacitar a los ciudadanos para que desempeñen nuevos oficios, oficios que agregan valor, oficios que pueden atender las nuevas demandas por bienes y servicios en Colombia y en el mundo entero.

Uno de los instrumentos de política social y de empleo más importante con que cuenta Colombia es el Sena.

En los últimos años el Sena ha pasado, en grandes cifras, de capacitar millón cien mil ciudadanos por año, a capacitar alrededor de seis millones de ciudadanos por año. Ha pasado el Sena de ofrecer cinco millones de horas de enseñanza al año, a ofrecer cerca de 16 millones de horas de enseñanza al año.

Cuando nuestro Gobierno empezó, el Sena tenía 43 mil estudiantes matriculados en cursos de nivel técnico y tecnológico, hoy tiene 298 mil cupos, un salto enorme en el nivel técnico y tecnológico, de 43 mil estudiantes a 298 mil.

Sin embargo, creemos que dada la crisis hay que hacer un esfuerzo superior. Por eso, por iniciativa del Ministro de Protección, el Sena está lanzado hoy un esfuerzo superior para vincular en los próximos meses más de 250 mil jóvenes colombianos a programas técnicos y tecnológicos, de duración de año y medio, que además se orientan hacía los nuevos empleos, hacia empleos con valor agregado, hacía aquellos empleos por los cuales el mundo y Colombia empiezan a requerir personas con los debidos conocimientos, con la debida calificación.

Debo recordar también, que uno de los esfuerzos de la Revolución Educativa es la integración del Sena hacia arriba con las universidades y hacia abajo con la educación del bachillerato.

Los estudiantes que terminan hoy una carrera técnica, una carrera tecnológica, tienen la oportunidad después de ingresar a la universidad, completar los créditos, acceder al grado de educación superior. Y ya tenemos más de medio millón de bachilleres, de estudiantes de bachillerato, que se están formando en una competencia laboral.