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Palabras del Presidente Álvaro Uribe
durante la celebración del Banquete del Millón

Noviembre 26 de 2009 (Bogotá)
     
 

“Acudo esta noche a expresar los agradecimientos al Minuto de Dios, por la gran obra que realiza en favor de Colombia. Permítanme destacar apenas una de las tareas.

Cuando aún no habían transcurrido las elecciones presidenciales de 2002, acudí a una entrevista con el Padre Camilo Bernal, Rector de la Corporación Universitaria. Me dijo que tenían 2.300 estudiantes universitarios. Hace poco, con el Minuto de Dios, el Gobierno Nacional y la Gobernación de Cundinamarca, mirando unas pequeñas universidades regionales en municipios, también en Ciudad Bolívar, se me ocurrió preguntarle: Padre Camilo, ¿cuántos estudiantes hoy? Está llegando a 40 mil. Un salto de 2.300 a 40 mil. Solamente para destacar uno de esos grandes logros y expresar toda la gratitud.

Padre Diego, muchas gracias, por su ejemplo a Colombia. Muchas gracias por darle continuidad a esta gran obra del Padre García-Herreros. Nos conmovió mucho esta noche con los pensamientos sobre tantos temas de importancia del Padre García-Herreros, que nos trajo.

Acudo esta noche a expresar la gratitud a todos ustedes, compatriotas, por su solidaridad con el Minuto de Dios. Este año ha sido un año muy difícil de la economía. Los bolsillos de los colombianos están bastante escasos, pelados, y sin embargo esta audiencia tan numerosa, integrada por ustedes, representa la gran solidaridad de Colombia. Es muy bello.

En un año de dificultades de la economía, de la mayor crisis de la economía después de la Gran Depresión de los años 30, es muy bello verificar que por encima de cualquier circunstancia se expresa la solidaridad de los colombianos y con el Minuto de Dios. Muchas gracias, apreciados compatriotas.

Y acudo a rendir un homenaje al conmemorar los cien años de su nacimiento, a uno de los más grandes colombianos de todas las épocas: al Padre Rafael García-Herreros. El Libertador debe estar contento desde las colinas de la historia, al saber que, así sea de manera póstuma, hoy se ha entregado a la memoria del Padre García-Herreros la Cruz de Boyacá, en su mayor expresión.

El Padre García-Herreros nos dio tantas lecciones. Una de ellas: el servicio a la comunidad no es de días excepcionales. El servicio a la comunidad no es un hobby. El servicio a la comunidad es una vocación. Es de todos los días. De todos los días de la semana, de todos los días de la juventud, de la madurez, de la vejez. Es de toda la vida. Él nos enseñó que el servicio a la comunidad es una misión de vida.

A ese gran apóstol de la Patria, que así como nos enseñó a servir durante toda su vida en esta tierra, y estamos seguros que desde allá ha continuado su misma vocación de servir a la comunidad, le pedimos para que desde el Cielo nos ayude por el bienestar de Colombia y de los colombianos.

Esta Patria en los dos siglos de historia independiente, ha tenido buenos gobiernos, buenos líderes, buenas políticas públicas. No ha progresado lo suficiente. Uno de los obstáculos durante 200 años, apenas hemos tenido 47 años de paz.

Necesitamos que este sea el siglo del desquite, el siglo de la prosperidad colectiva, el siglo que les dé todas las oportunidades a las nuevas generaciones. Y necesitamos que muchos colombianos nos ayuden. Que el Padre García-Herreros nos ayude desde el Cielo.

Muchas gracias a todos”.
 
     
 
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
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