“Quiero felicitar muy de corazón a quienes en buena hora concibieron el programa Computadores para Educar.
A usted, señora ex ministra (de Educación) Claudia de Francisco Zambrano, le hacemos llegar nuestra inmensa gratitud y un aplauso muy grande por la buena concepción.
Al Presidente Andrés Pastrana Arango, fue en su Gobierno cuando usted, siendo Ministra de Comunicaciones, concibieron y pusieron en marcha esta gran idea para Colombia.
Quiero felicitar y agradecer inmensamente a una ministra que hizo una revolución en la institucionalidad de las telecomunicaciones de Colombia: a Marta Helena Pinto De Hart (Ministra de Comunicaciones 2002-2006), hoy Presidenta de Camacol. Muchas gracias, ministra.
Quiero agradecer a una ministra que es - présteme el aparatico ese, yo le digo cómo es la Ministra-, la Ministra trabaja a toda hora, pero con una diferencia: este aparatico para, la Ministra no para. Es una persona con mucho entusiasmo, con toda la devoción por las tareas que cumple, con todo el patriotismo. Una trabajadora infatigable por la Patria. Muchas felicitaciones a la Ministra María del Rosario Guerra, Ministra de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones) y al equipo que la acompaña. Muchas gracias, Marta Castellanos (Directora del Programa de Computadores para Educar, del Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones).
Ese entusiasmo que ustedes le ponen, así debería ser todo el Estado, con ese entusiasmo, con esas ganas, con esa vocación, con ese compromiso. Muchas gracias a Todo, a todo el equipo.
Y muchas gracias a quienes han dirigido la corporación en estos años. Su primera Directora, la doctora María Isabel Mejía, hoy Directora del Gobierno en Línea. Muchas gracias, doctora María Isabel.
Muchas gracias a los donantes, a los promotores, a los coequiperos, a los alcaldes, a los gobernadores. Un programa de gran utilidad para la Patria.
Ustedes saben que yo mantengo tres obsesiones: una Colombia segura, una Colombia con promoción de la inversión y una Colombia con una política de cohesión social. Y eso hoy es imposible sin comunicaciones.
Por ejemplo, en el tema de la seguridad, las Fuerzas Armadas tienen que mantenerse en la vanguardia de la incorporación de las tecnologías de la información. Si no, se atrasan.
Hace pocos días me mostró el doctor Santiago Montenegro un estudio de la Universidad de Los Andes muy interesante: hay una correlación entre el avance de las comunicaciones, por ejemplo el cubrimiento de algunas zonas del país con la telefonía celular, y el mejoramiento de la Seguridad Democrática.
Yo recuerdo que cuando empezamos nosotros el programa de la Seguridad Democrática, en la mañana del 8 de agosto de 2002, en la ciudad de Valledupar -que la ciudad la tenían aislada, no se podía salir hacia Bucaramanga ni hacia Riohacha ni hacia Santa Marta por los retenes de los grupos terroristas, y además a los ciudadanos ya los estaban atropellando en sus propias residencias- uno de los obstáculos que teníamos es que en esas carreteras no había señal de celular. Entonces, ¡oh dificultades en los primeros meses de Gobierno! Entonces que había que montar unas antenas, poner un equipo de radio, etcétera.
A medida que ha venido entrando el celular, y toda esta revolución de las comunicaciones, se ha facilitado mucho y opera muchísimo el tema de los cooperantes. Es que los cooperantes no son personas con armas, son personas con equipos de comunicación o con un celular o con un Avantel. Y eso ha ayudado muchísimo.
Hace poco que tuvimos por allá una presencia, que hace días no se presentaba, de grupos terroristas en el norte de Boyacá, lo primero que me pidió la ciudadanía y la Fuerza Pública cuando llegué allá a mirar qué pasaba, es que todavía no tenían extensión de celular; no tenían allá la señal. Entonces, antes que llamar al Ministro de la Defensa, llamé a la señora Ministra de Comunicaciones.
Inversión
Uno ve el tema tan importante de la promoción de inversiones. Este país en eso va bien. En este país hoy tienen mucha confianza.
En el mundo entero este año la Inversión Extranjera Directa ha caído un 44 por ciento. En Colombia apenas un 10 (por ciento).
A 30 de septiembre, Colombia tenía acumulados 6 mil 700 millones de dólares de Inversión Extranjera Directa. Cae un 10 (por ciento), pero es que el año pasado fue un año récord de la historia, fue de 10 mil 574 millones de dólares, en un país que en el pasado invertía entre 400 y dos mil millones de dólares.
Colombia es un país que hoy tiene confianza inversionista.
En medio de las dificultades de la economía, en el primer semestre la tasa de inversión en Colombia –esto es cuánto invertimos por cada 100 pesos que producimos- esa tasa de inversión se situó en el 25.9, que también es muy buena en estas condiciones de la economía.
Entonces, de qué depende la inversión. La inversión depende de que haya unas políticas y una vocación política garantista de la libertad de emprendimiento, que haya seguridad, que haya seguridad jurídica, que se hagan las reformas a tiempo. El Gobierno viene introduciendo una serie de reformas estructurales. Ahora estamos a la espera de que el Gobierno apruebe otras, como la que agiliza la Justicia, etcétera; de avanzar en competitividad.
Y yo creo que Colombia tiene tres, entre muchos retos, para un gran avance en competitividad. Que venimos avanzando. Los reconocimientos recientes en el escalafón del Doing Business del Banco Mundial, en el Foro Económico Mundial, nos muestra que estamos avanzando. Por tercer año consecutivo nos hemos ganado el avance, el registro de avance en el Doing Business del Banco Mundial; el Foro Económico ha dicho que hemos mejorado cinco posiciones; el Banco Mundial dice que Colombia pasó del puesto 80 al puesto 27, que somos hoy el primer país latinoamericano en ese escalafón de competitividad.
Pero todavía nos falta mucho. Yo diría que entre todo lo que hay que pensar para que el país aumente su hay tres cosas:
Este sector (el de las comunicaciones), el tema de infraestructura y este sector integrado al área educativa. Yo diría que esos son tres componentes fundamentales para que el país pueda tener un ritmo creciente, que nunca se estanque en materia de ganancias de competitividad.
Que esas son ganancias de ingreso. La competitividad hay que hacerla equivalente al ingreso y al ingreso social. Un país con competitividad es un país que tiene mejores posibilidades de aumentar el ingreso para todos los ciudadanos y también de mejorar la equidad distributiva.
Cohesión social
Y en el tema de la cohesión social, donde uno ve, todas las políticas sociales tienen que ver hoy con este sector.
Por ejemplo, la revolución educativa, donde hemos avanzado mucho. Colombia graduaba, cuando nosotros llegamos, 414 mil bachilleres. Este año en grado 11 hay 737 mil.
Teníamos nosotros menos de un millón de estudiantes universitarios. Hoy más de millón y medio. Con los nuevos del Sena vamos para millón 700. En fin, ahí hay una gran revolución. Pero esa revolución no opera sin esta gran revolución de las comunicaciones.
Yo creo que lo que ha hecho Computadores para Educar para fomentarles a los niños colombianos esta integración a la economía mundial es formidable. Yo creo que esa sí es una verdadera revolución. Ese es un programa revolucionario, que el país lo va a cosechar en aumento de ingresos y en mejoramiento de la distribución del ingreso.
Este sector y la salud. Colombia hoy tiene 41 millones de ciudadanos con seguro de salud. Estados Unidos, un país que tiene más de 10 veces nuestro ingreso per cápita, está hoy en ese gran debate a ver cómo aprueban un mecanismo, un sistema legal que les permita a los norteamericanos –sin ese exceso de gasto- poder llevar al seguro de salud a 47 millones de trabajadores norteamericanos que aún no lo tienen.
Nosotros hemos avanzado bastante, no obstante los retos que nos quedan en salud, que son muchos. Pero este sistema es fundamental.
Uno necesita tener una comunicación permanente de asegurados a aseguradores, prestadores de servicio, ministerios, secretarías, Superintendencia. Eso es la garantía para que haya un servicio de salud oportuno y con calidad, y eso solamente se da con la revolución de los computadores.
Que todo aseguro pueda tener una conexión inmediata a través de un e-mail, a través de Internet, con el asegurador; que el que esté en el Régimen Subsidiado o en el Régimen Contributivo inmediatamente se pueda comunicar con el asegurador, con la respectiva IPS, pueda hacerle llegar de inmediato la queja a la Superintendencia, etc.
Yo no veo posibilidades de hacer control en la Superintendencia de Salud sino a través del sistema electrónico.
Esto, mucho más que tener hoy un batallón de ciudadanos en todas las regiones de Colombia revisando las instituciones de salud, lo que se necesita es tener el control en línea.
La conexión de la Superintendencia con todas las instituciones prestadoras para ejercer el control en los juegos, en las rentas de la salud. Eso es lo que se necesita.
La administración de impuestos en Colombia. Yo creo que si hay algún programa revolucionario es el programa Muisca. Entiendo que ya el 80 por ciento del recaudo del impuesto de renta es de contribuyentes que están vinculados con la administración a través de el sistema electrónico, el 80 por ciento del recaudo. Eso es bien importante, es un gran avance.
Uno se pone a ver las regiones alejadas de la Patria. La mejor manera de atenderlas en salud es con la telemedicina.
Los pocos centros de telemedicina que ya hemos visto en algunas regiones de Colombia permiten, por ejemplo, que un paciente no lo tengan que remitir de Puerto Inírida a Bogotá. Lo llevan allí, al centro de telemedicina, ahí le toman la radiografía, el scanner, lo que sea; lo remiten por Internet a Bogotá, aquí lo analizan los médicos, recetan, etc., y ya están haciendo vía Internet cirugías a distancia.
Y en el tema de universidades, para seguir creciendo. Yo no creo que nosotros podamos tener en todas las poblaciones del Pacífico, para referir solamente a una región de Colombia, una réplica de universidad convencional. Imposible, por los costos de inversión, los costos de mantenimiento, la movilización de los profesores, etc. La educación a distancia, pero virtual.
Los profesores. Cuando yo era gobernador de Antioquia, que el departamento se certificó en educación, los profesores me pedían una cita y me decían: ‘Mire Gobernador, yo necesito que me traslade; estoy en tal municipio y quiero venirme a Medellín.
- ¿Por qué, profe?
- Porque quiero hacer una maestría’.
Hoy no necesitan hacerlo, porque hoy se puede hacer la maestría virtual, a distancia. Esta es una gran revolución para el país.
Y uno ve muchos avances en el país, indudablemente. Lo importante es que podamos avanzar al ritmo que avancen los países que van más velozmente en el mundo. Porque esta es una carrera inmensa en el mundo entero.
Así que a todos muchas felicitaciones, y muchas gracias.
Muchas gracias a todos los que han concebido, operado, animado y hecho posible este gran instrumento para Colombia, que es Computadores para Educar.
Muchas gracias”. |