“Un saludo muy respetuoso. Ofrezco mis excusas por esta tardanza para esta reunión con ustedes, pero había una tormenta sobre el aeropuerto de la ciudad de Cartagena, y tuvieron el avión sosteniendo casi hora y media.
Vengo con vergüenza por esta demora y preocupado por otros compromisos que tengo que atender esta tarde, previos a un Consejo Comunitario de mañana en la ciudad de Apartadó.
Quiero ofrecerles, muy respetuosamente, que esta reunión de hoy apenas sea el inicio, y reprogramamos para poder llegar a tiempo y tener una reunión con todo el espacio que se amerita.
Los saludo afectuosamente, y de acuerdo con lo que tengan previsto, quisiera escuchar a algunos de ustedes, iniciar los temas y reprogramamos nuestro encuentro para los próximos días.
Estos años de diálogo con los compatriotas han sido muy útiles. El Gobierno se ha educado para ser menos promesero y más comprometido. Eso es bien importante.
El Gobierno no puede ser promesero, porque hace una promesa hoy aquí y mañana tiene que rendir cuentas. Un Gobierno que esté en permanente diálogo con la ciudadanía, tiene que cuidarse mucho, porque todos los días lo están examinando, le están exigiendo rendición de cuentas. Pero sí se tiene que ser más comprometido a buscar opciones, a buscar soluciones.
El Gobierno no puede ser un Gobierno de sí-sí o un Gobierno de no-no. No puede decirle a todo que sí, porque queda mal, afecta la credibilidad. Es más importante la credibilidad que el acuerdo. Muchas veces es mejor el desacuerdo, pero no afectar la credibilidad.
Y también el Gobierno no puede ir al otro extremo de decir no-no. Muchas veces decir no-no, es simplemente encontrar argumentos para refugiarse en la pereza y en la falta de compromiso.
De otro lado, las comunidades de la Patria están hoy más informadas, en buena parte gracias a este diálogo permanente, tienen mejor sentido de las prioridades.
Algún día escribiré sobre este diálogo. Ha sido muy importante para la institucionalidad democrática de la Patria. Inmensamente. Un equilibrio enorme entre la franqueza y el respeto.
Es un diálogo franco sin ser irrespetuoso. Y es un diálogo respetuoso sin ser zalamero, sin fingir, sin esconder la verdad de lo que se quiere decir.
Diría que la Patria tenía era siempre una intención de diálogo con los que no querían oír de dialogar: los violentos. Pero un diálogo de todas las horas con los compatriotas, era bien ausente.
Y diría que el diálogo popular en la Patria hoy, es un diálogo que fluye mejor que el diálogo político. De pronto el diálogo popular en Colombia hoy tiene que convertirse en un espejo que le enseñe al diálogo político.
Los saludo con todo afecto. Y en la forma en que lo tengan dispuesto, los escuchamos también con todo afecto”. |