“Además de esta placa, conservaré hasta el último día de la vida la gratitud y la admiración por ustedes.
Ayer tuvimos aquí una especie de evaluación de la Función Pública, y una de las cosas que mayor entusiasmo nos crea por Colombia es la gran certificación de calidad en Secretarías de Educación. Era impensable.
A mí me correspondió gobernar Antioquia, cuando Antioquia fue el primer departamento en certificarse en la descentralización. Y nunca pensé, viendo el proceso de organización, todas las dificultades, lo que heredábamos de los fondos regionales, etcétera, que fuera posible obtener certificaciones de calidad.
Ver hoy que hay 27 Secretarías de Educación con certificaciones de calidad es muy ilusionante para Colombia. Conservaré esa admiración.
Lo que se haya podido hacer por la educación, lo han hecho ustedes, la Ministra (de Educación, Cecilia María Vélez), la Viceministra (de Educación, Isabel Segovia), el equipo del Ministerio. Yo he sido simplemente un animador.
Ustedes saben que hay animadores para todos. El Campeonato Mundial de Fútbol tiene quien mete los goles y quienes están animando desde la tribuna. En la educación he sido un animador desde la tribuna. Ustedes son los que han metido los goles.
Muchas gracias por su trabajo, con la Ministra, con la Viceministra, con el equipo del Gobierno, conmigo. Ha sido muy grato.
He creído, apreciados compatriotas, en ese triangulito sobre el cual tanto repito. Creo que la repetición es un tema que obedece a la convicción de que hay que hacer no política, pero sí educación sobre políticas. Y por eso repito tanto que hay que construir confianza en Colombia con Seguridad Democrática, con inversión con fraternidad y con política social. Inseparables.
Cuando yo era joven no se podía hablar de seguridad. Eso se interpretaba como un camino a la dictadura. Hoy las grandes mayorías colombianas reclaman la seguridad como un valor democrático, una fuente de recursos.
Cuando yo era joven se reclamaba lo social, como hoy se reclama, pero no había preocupación por la fuente económica para lo social. Las grandes mayorías de mis compatriotas hoy reclaman la inversión que, de la mano de la seguridad, se convierten en las fuentes de financiación de lo social. Lo que a su vez se constituye en el gran validador, en una sociedad democrática, de la seguridad y de la inversión.
Revolución educativa permanente
Si ustedes me preguntaran qué encabeza lo social, la educación. Y si ustedes me preguntaran qué ata lo social con la inversión y con la seguridad, les diría: la educación.
¿Y por qué? Porque la inversión tiene que tener un permanente proceso de agregación de valor, si no se estanca la inversión. Y ese proceso de agregación de valor solamente lo sustenta la educación. Y porque la seguridad como valor democrático, tiene que tener una ciudadanía muy responsable y muy comprometida. Y eso solamente lo logra la educación: la educación integral, la educación de toda la vida, la educación desde el vientre, la educación desde la primera infancia, la educación en valores.
La educación es un elemento transversal a esas tres políticas nuestras. En esta discusión sobre el empleo, la equidad y la superación de la pobreza, en mi concepto la educación juega un papel fundamental.
Nuestro camino del empleo y de la prosperidad, funcionó bien entre el 2003 y el 2007, porque hubo un gran crecimiento de la economía, se redujo en la misma proporción el desempleo y la pobreza, pero sobrevinieron esas dos crisis: la de la economía internacional y la de la Venezuela, que estamos superando con menos traumas de lo que esperábamos.
En América Latina el año pasado aumentó la pobreza. Aquí, a pesar de esas dos crisis, se redujo levemente. Creo que ustedes en el sector educativo sintieron que hubo mejor manejo de esta crisis, porque no se dio la deserción escolar y universitaria de las anteriores crisis. Aquí siguió avanzado la escolarización y la cobertura universitaria en medio de la crisis.
Y uno se pregunta: ¿entonces cuál es el camino para el empleo y la prosperidad? Creo que la persistencia en ese triangulito de confianza que se puede desarrollar, además, de esta manera: la seguridad, la inversión. El país ha ganado mucho en confianza de inversión. Por eso el celo que uno tiene para que el país conserve la confianza de inversión.
Es que 47 millones de ciudadanos tenemos dos opciones: o repartir pobreza o repartir prosperidad. Y para repartir prosperidad hay que tener un chorro de inversión grande y permanente, con fraternidad.
Y ahí juega un gran papel la educación. Decir: bueno, ¿qué es fraternidad? ¿Qué es responsabilidad social? Pero eso no se puede enseñar una vez y olvidarse. Eso hay que enseñarlo todos los días, hay que enseñarlo en el hogar, hay que enseñarlo en todos los niveles de educación, y hay que educar hoy para que el educando transmita los valores que obtenga en la educación en toda su interlocución con los seres humanos.
Es la única manera de sembrar la fraternidad, que es lo que legitima la inversión, porque la inversión no es un fin en sí mismo, es un medio para superar pobreza, para construir equidad. Y para que cumpla esa finalidad, la inversión tiene que ser fraterna. Y para que sea fraterna, se requiere una gran educación continuada desde la cuna hasta la tumba.
Acceso a mercados
Y por supuesto, el acceso a mercados. Ese es el tercer elemento. Porque la inversión se pregunta: ¿me voy a instalar en Colombia? ¿Y sí tengo acceso a mercados desde Colombia? La inversión que no tiene acceso a mercados es una inversión que se restringe. Nosotros por eso hemos creído que hay que dar ese tránsito de la apertura unilateral al acceso a mercados.
Hoy hubo la buena noticia de que China firmó con el Ministro Luis Guillermo Plata el acuerdo para declarar a Colombia destino de turismo chino. Mientras estábamos anoche, en horas de la noche, aquí, en Corea estábamos en horas del día, y se firmó el Acuerdo de Promoción de Inversiones entre Colombia y Corea. Y estamos empujando a ver si antes del 7 de agosto podemos firmarlo con Japón. Integrarnos con la economía mundial, pero no abriéndoles nuestros mercados sino abriendo los de ellos.
Pero eso tiene otra pregunta: ¿y qué les vamos a vender a esos mercados? A esos mercados no podemos llegar nosotros con café verde o con confección básica. No. Hay que llegar con productos de valor agregado para tener éxito.
Este Gobierno ha definido la agregación de valor en los sectores tradicionales de la economía. Y la definición de unos nuevos sectores en lo que Colombia puede ser muy competitiva: que los biocombustibles, que los medicamentos y la industria cosmética, a partir de recursos naturales, no a partir de productos de gran elaboración química.
Que el turismo de salud: ya hay siete zonas francas en construcción en Colombia de salud. Este país por la localización geográfica, el prestigio de nuestra medicina, los relativos bajos costos comparativos, ahí tiene una gran posibilidad. Y está acreditada.
Además no creo que sea una exageración propia de un comarcano como yo decir esto: hay cuatro millones de colombianos en el extranjero, y les duele una muela y ahí mismo dicen: me voy para Colombia a buscar el odontólogo. Y ahorran para venir aquí. Es impresionante. Lo digo por los que conozco cercanos. La única manera que uno tiene que vengan a visitarnos es cuando se enferman, porque vienen a ver el médico.
El sector de los biocombustibles, el sector de software. El 13 de julio una gran empresa internacional anunciará en Colombia una primera inversión para generar inicialmente mil empleos de alto valor tecnológico.
Pero eso obedece, obliga a una quinta pregunta: ¿y eso cómo se logra? Con una gran revolución educativa, permanente. Si no, no hay innovación productiva.
Si no hay innovación productiva, no hay éxito en los mercados a los cuales se acceda. Si no hay éxito en esos mercados, se fatiga la inversión. Y si la inversión se fatiga, se vuelve insostenible la seguridad. O sea que eso es como el retruécano: tiene una hilvanación de arriba a bajo y otra de abajo a arriba. He ahí la importancia de la educación.
Infraestructura
Por supuesto, uno tiene una sexta pregunta: ¿y cómo sortea este país ese problema de infraestructura? Ahí estamos. Una serie de contratos que se dejan, primero, adjudicados con toda transparencia, en audiencia pública.
Esta ciudad de Bogotá queda con unas vías de doble calzada en construcción que las comunican con todos sus destinos económicos: que con Sogamoso. Y allá sigue la vía esa para bajar a Cusiana, esa ya de una sola calzada, pero de un gran mejoramiento.
Que Bogotá a Villavicencio: 105 frentes construyendo la doble calzada. Que Bogotá, Girardot, Ibagué, Buga, Buenaventura en plena construcción, con el túnel.
Que Bogotá – Santa Marta: adjudicados los dos, primero en avance hasta Villeta; segundo, adjudicados los dos tramos grandes, que van hasta San Roque en el Cesar. Y a 15 días de adjudicar el tercero, de San Roque en el Cesar a Santa Marta, con una derivación a Valledupar y otra derivación a Cartagena.
Yo tengo mucha fe en todo eso. Ayer que inaugurábamos la zona de carta de El Dorado, decía: bueno, se deja un proceso que lo va a volver a ser El Dorado, el más moderno de América Latina.
Hemos procurado empezar este desatraso en infraestructura en toda la patria, faltando mucho, faltando mucho.
Exportación de servicios
Este país puede ser un gran exportador de servicios, entre ellos de ingeniería. Empieza a ser un gran exportador de servicios de call center, del business process outsursing. Eso ha ayudado a reducir enormemente el desempleo en ciudades como Manizales, pero eso no se sustenta sino en una gran tarea educativa.
Bilinguismo
Mire: uno pensando en infraestructura y comunicaciones, este país necesita el bilinguismo. El bilinguismo ayuda a mejorar el español. Quien estudia bien una lengua foránea, mejora la propia, porque es más consciente el manejo de la gramática, del acertado manejo del vocabulario, etcétera.
El Sena ha dado un buen paso: está enseñándoles inglés hoy, a través de Internet, a un millón de colombianos. La mayoría de los profesores son de San Andrés.
Allí estamos instalando un cable para que habilite a San Andrés como un gran centro de informática. Pero eso va a necesitar muchos más profesores. Entonces se necesita acelerar ese proceso educativo. Por donde uno voltee, se necesita ese proceso educativo.
Avances educativos
Yo me siento exonerado de mortificarlos a ustedes repitiendo todas estas cifras. Yo he sido un lorito repitiendo cifras de educación a lo largo de estos ocho años. Simplemente voy a contarles unas deficiencias.
Creo que en nutrición infantil el país ha avanzado mucho con Bienestar Familiar en estos años, y la colaboración de muchos departamentos y municipios. Pero apenas estamos poniendo los primeros pasitos para cobertura de primera infancia…
Enseguida está la básica. Creo que la básica está logrando un ciento por ciento de cobertura. La media es a la que le falta todavía. Pero en la básica, ¿qué falta en mi concepto? Mucha infraestructura. Porque Bogotá y Medellín están muy bien. El resto del país tiene mucha deficiencia de infraestructura. Esto es: las coberturas superaron las posibilidades de infraestructura. Ahí necesita el país un gran esfuerzo.
En la media hemos pasado del 57 por ciento. Ahí queda todavía un trecho para llegar al ciento por ciento.
Lo del Sena no vamos a verlo al interior del Sena. Se hizo una muy generosa alusión a lo del Sena. Vamos a verlo integrado con la básica. Creo que estamos con unos 350 mil integrados. El país hace ocho años graduó 424 mil bachilleres, este año gradúa 730 mil.
Y la verdad es que con 350 mil que están integrados, para tener la integración de la media con la técnica y tecnológica, todavía queda un trecho.
Ahora veamos: uno de los puntos nodales del proceso fue la educación por ciclos. Entonces veamos la integración de la técnica y la tecnológica con la universidad.
El concepto está, pero todavía no veo integración práctica masiva: que el muchacho que se gradúe de técnico, tecnólogo, pueda entrar a la universidad en cualquier momento posterior, completar los créditos y acceder a un grado de educación superior.
Ya el Sena tiene acuerdo con muchas universidades, etcétera. Me parece que va a funcionar muy bien al interior de universidades, por ejemplo, lo del Minuto de Dios. Porque esos 10 mil técnicos, tecnólogos, que tiene el Minuto de Dios, se gradúa un muchacho de esos hoy, creo que la universidad le permite volver, en cualquier momento posterior, a completar los créditos y acceder al grado de educación superior.
Creo que eso es muy bueno. Recuerden que en Colombia en algún momento hubo una cifra muy preocupante: que mientras en los países desarrollados teníamos más técnicos que graduandos de educación superior, aquí era al revés, pero hoy ha venido mejorando mucho en Colombia.
Porque esa es una noticia, y todo el crecimiento del Sena: el Sena ha pasado de 41 mil matriculados en programas técnicos y tecnológicos, y este año tendrá 500 mil.
Entonces hay un gran ánimo en los muchachos por esas posibilidades, y porque saben que no se van a estancar, que en un momento posterior pueden acceder al grado de educación superior. Pero eso hay que masificarlo, porque esa es una gran revolución para el país, eso da la posibilidad de estudiar y trabajar toda la vida en esa integración.
En la universidad el salto de cobertura ha sido muy bueno. Lo que hay hoy en mayor proporción de profesores con maestría, de profesores con doctorado, de apoyos del Icetex, que cumple hoy 60 años, eso ha sido muy bueno.
Veo la posibilidad de que así como este Gobierno pasó del 21,6 – 22 por ciento, a coberturas universitarias del 35 – 36, las próximas administraciones presidenciales en no mucho tiempo lleguen al 50. Y de ahí la reforma que se propone a la Ley 30.
Y la virtualidad ayuda mucho. Diría que un reto del país es llegarles a todas las zonas de las grandes ciudades. Un muchacho pobre de Ciudad Bolívar es muy complicado tener que ir a una universidad a la cual se gasta 50 minutos, una hora.
Lo que han hecho allá los Ceres, yo fui a la inauguración de uno con el Minuto de Dios, es una cosa muy buena. Creo que eso hay que complementarlo mucho con la virtualidad. Que esos muchachos puedan tener unos salones comunales donde estén sus computadores, etcétera. Y estar muy integrados a la universidad, porque la universidad también los tiene que controlar, no es virtualidad pura, es también con unos apoyos presenciales.
Eso lo ve uno necesario en las grandes ciudades y en las comunidades rurales remotas, y lo ve necesario, por ejemplo, para la permanente calificación del profesorado.
Ese programa que nos habíamos trazado de ofrecer posgrados a los profesores vía Internet, apenas se está empezando; o sea que hay un reto muy grande de avanzar. En fin, son muchos los retos.
Estabilidad en el Ministerio de Educación
Les agradezco a ustedes tanto la integración con la Ministra, porque es que los problemas han sido muchos: que el pago de los administrativos, que si alcanza la plata o no, que el desatraso de cesantías, que la afiliación a la seguridad social, que los provisionales, que no los pueden vincular, porque hay que vincular es a los que pasaron el concurso.
Yo voy en un bus en Santa Marta; a mí todos los retenes sociales me han hecho bajar del bus; afortunadamente se acabaron aquellos otros; porque a mí me cogieron el tiro: llego a una ciudad y hay un problema social, y ahí mismo se atraviesan en la carretera, porque saben que paro la buseta y me bajo a hablar con ellos.
Y siempre recuerdo unos pagos, en Santa Marta los provisionales. Han sido problemas muy delicados que se han venido resolviendo, gracias al ingente esfuerzo de ustedes con la Ministra y al equipo del Ministerio.
Colombia tenía un récord: en 100 años, 120 ministros de educación. Ahora ha habido una Ministra con gran estabilidad, con condiciones excepcionales, con un gran equipo, a quienes no hemos dejado que afecten las vicisitudes de la política.
Algo parecido hice en la Gobernación de Antioquia, cuando me acompañó en todo el periodo, que era de tres años en la época, la actual Directora del Icetex, Martha Lucía Villegas. Creo que esa estabilidad es importante y darle a la educación estatus de primer orden, pero de verdad, que no sea solamente en el discurso sino en la realidad.
Y tengo que celebrar el reracionamiento con los profesores, tengo que celebrarlo. Yo llego a la Presidencia de la República, entonces mis adversarios: ‘que Uribe paramilitar, que Uribe tal cosa, que Uribe dictador, que Uribe fascista’. ¿Entonces qué era de esperar de un Gobierno así, con un sindicalismo del Magisterio con muchos sectores radicales? Huelga de ocho años.
Sin embargo, creo que han sido los años de menos días de huelga, Isabel, sácate esa cifra, a mí me ha sorprendido, de pronto hasta hicieron falta. Pero no. Porque fue mínimo, fue mínimo, es que no se notó. Ocho años, ocho años. Era el Gobierno que más razones políticas había dado a la oposición para que se mantuvieran en permanente huelga. Y no se dio, no se dio.
Yo les agradezco de corazón todo lo que han hecho, esa placa me honra mucho. A los animadores no se les da sino una camiseta. Esto es pura generosidad de ustedes. Un equipo como el que ustedes integran es muy importante para un país. Nadie consigue una certificación de calidad si no es porque tiene mística.
La mística en el sector educativo
Y hay una diferencia de la noche al día: un Estado cuyos funcionarios están apelmazados o un Estado cuyos funcionarios tienen mística.
Entonces es muy importante la mística general en el sector educativo, en el privado, en el público, en todos los niveles. Y ustedes expresan esa mística. Incluso, no sé, mi percepción es que he visto un Ministerio de Educación en estos años vibrante, con mística.
He asistido a tantos eventos, por ejemplo, todos esos foros que hicieron para preparar la evaluación y el lanzamiento del nuevo Plan Decenal Uno veía era un Ministerio de Educación vigoroso, integrado vigorosamente con ustedes. Creo que la mística es muy importante.
Los felicito. Mi gratitud. Me voy de la Presidencia de la República con un infinito agradecimiento por ustedes. Esta placa me honra mucho, la llevo conmigo hasta el último día, llevo el recuerdo agradecido de que mis compañeros, encabezados por la Ministra y yo, hubiéramos podido trabajar todos estos años con ustedes.
Muchas gracias”. |