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Palabras del Presidente Álvaro Uribe Vélez
durante el almuerzo con gremios y sindicalistas

28 de julio de 2010 (Bogotá)
     
 

“Llegamos al final de este periodo en el cual ustedes nos contribuyeron enormemente con el dialogo.

Yo pienso que independientemente de que haya buenos o malos resultados, hay la construcción de una gran deliberación que esta Patria tiene que mantener, que es finalmente lo que la une.

Yo creo profundamente en que la deliberación constructiva, en lugar de estimular el antagonismo, tiene que construir fraternidad.

Yo quiero agradecerles muy, muy de corazón, su concurrencia a este dialogo todos estos años. Ha sido muy importante para la democracia de la Patria.

Ustedes representan diferentes sectores de la vida social y económica, pero todos representan a la Patria. Cualquier diferencia de matiz, de aproximación tiene un elemento que la sintetiza, que es la Patria.

Colombia es un país que ha sufrido todos los problemas de orden público y todos los problemas sociales, y ser dirigente de los trabajadores, de los empresarios en esta Patria es muy difícil, es muy difícil porque es una Patria con muchísimos, con muchísimos problemas.

Yo veo hoy la tendencia de un diálogo más positivo, un diálogo igualmente reclamante pero más calido.

La verdad es que con los gobiernos que he hablado de diferentes orientaciones, ellos ven con extrañeza que Colombia tenga este diálogo; no lo creen. Y este dialogo ha ayudado bastante, en lo nacional y lo internacional.

Yo tengo que celebrar que ustedes hayan hecho esa tarea conjunta con el Gobierno y con la Fiscalía (General de la Nación) para avanzar en la protección de los trabajadores de la Patria. Todavía no se ha logrado a plenitud. Todavía se presentan hechos que nos duelen. Pero creo que con perseverancia, con toda la buena fe, con el más constructivo ánimo, tarde que temprano Colombia va a llegar a la derrota total de los criminales.

Yo tengo que celebrar que en medio de dificultades, de apreciaciones diferentes, la Patria pueda decir que este año ha sido excluida de la lista de países sancionados de la OIT (Organización Internacional del trabajo).

Creo que eso nos da una motivación, no para sentarnos a bañarnos en agua de rosas, pero sí para seguir trabajando por Colombia, para seguir mirando cómo mejoramos, cómo consolidamos ese avance del país.

En un país donde sus trabajadores y sus empresarios afrontan tantas dificultades, la tarea de todos es una tarea que tiene enormes merecimientos.

Por eso he querido, en la hora final de este Gobierno, expresarles a ustedes nuestro afecto, nuestro reconocimiento, en nombre de todos los colombianos, desconsiderando cualquier matiz político, cualquier orientación ideológica. Simplemente teniendo en cuenta que todos, todos tenemos ese elemento que nos une, que es al amor a Colombia.

Agradecimiento a Julio Roberto Gómez, de la CGT

Muchas gracias, doctor Julio Roberto (Gómez, Secretario General de la Confederación General de Trabajadores, CGT). Aquí ha estado usted presente todos estos años, en esta lucha; con su vigor, con su persistencia, en los foros nacionales e internacionales.

Nosotros sentimos mucha gratitud por habernos permitido usted tener su interlocución y por su trabajo permanente por Colombia.

A Gerardo Sánchez, de Sintracontexa

Quiero destacar, en la persona de don Gerardo Sánchez (Presidente del Sindicato de la Confección y los Textiles de Antioquia, Sintracontexa), tantos años de servicio a los trabajadores colombianos, con gran realismo.

Permítanme hablar en primera persona. Soy testigo de esa vida sindical de don Gerardo. Cómo le ha tocado defender a los trabajadores en quiebras empresariales, en concordatos. Y cómo ha ayudado a que salgan adelante los procesos de transformación empresarial y, por supuesto, la reivindicación y el respeto de los derechos de los trabajadores.

Una mente siempre evolutiva, refrescante. Cómo ha ayudado en algo en lo que creemos muchísimo: en la construcción de ese sindicalismo de participación, donde las empresas confíen más en sus trabajadores, se preocupen más por ellos, y los trabajadores no solamente defiendan sus reivindicaciones, sino también la competitividad y la estabilidad de las empresas.

Este Gobierno, ustedes saben que no se quedó refugiado en unas oficinas un Primero de Mayo, llamando a la Policía a ver cómo iban las protestas, cuántos ciudadanos salieron a protestar y cuántos vidrios quebraron.

Nosotros procuramos tener una participación activa en todos estos primeros de mayo, que en (Acerías) Paz del Río, que en el proceso de salvación de esa empresa, que en el proceso de las centrales eléctricas, que en el proceso de hospitales. En todos buscando ese esquema en el que tanto creemos de sindicalismo de participación.

Y don Gerardo es una persona que ha dado tantas luces, ha ayudado tanto, con rigor en la defensa de sus trabajadores, pero con un patriotismo para estar buscando siempre renovados caminos.

A Luis Miguel Morantes, de la CTC

Quiero agradecer a la CTC (Confederación de Trabajadores de Colombia), doctor Luis Miguel Morantes (Presidente de la CTC), a usted.

Ustedes saben cuánto discutí en mi vida con Apecides (Apecides Alviz, q.e.p.d). Y también dije desde el alma, en el momento en que acudimos a sus exequias, que era un contradictor noble y fraterno.

Quiero rendirle un homenaje a él, a usted, a la CTC. Expresarle la gratitud por haber podido conducir este diálogo con ustedes todos estos años.

Es que el diálogo no es un diálogo para que se tenga que decir sí o estamos de acuerdo en todo. El diálogo es para buscar siempre opciones, para poner la mente humana en la deliberación a ser creativa. Si el ser humano no es creativo, que tiene todas las posibilidades de la razón, entonces a quién le dejamos esa tarea.

Muchas gracias, doctor Luis Miguel.

A Clemencia Duppont, de Confecoop

Muchas gracias, doctora Clemencia Duppont (Presidenta Ejecutiva de la Confederación de Cooperativas de Colombia, Confecoop). Sé las dificultades que ha tenido el cooperativismo. Cómo casi sucumbe en la crisis financiera.

Creo que en estos años lo pudimos recuperar mucho, empezando por la gran cooperativa de Santander y las grandes cooperativas financieras que estaban quebradas y se recuperaron.

Desde la oficina que hoy ocupa la Ministra Consejera, Claudia Jiménez Jaramillo, Juan Lozano (senador y ex ministro), José Roberto Arango, el mismo Óscar Iván, hoy Ministro de Hacienda, Óscar Iván Zuluaga, trabajaron mucho con ustedes por el rescate de ese cooperativismo.

Usted sabe mi afecto por el cooperativismo colombiano, de toda mi vida. Mi particular admiración por usted, ese liderazgo de todas las horas. Muchas gracias, apreciada doctora Clemencia.

A Magnolia Karin Feria Bello, de Conacta

Muchas gracias, doctora Magnolia (Presidenta de la Confederación Colombiana de Cooperativas de Trabajo Asociado, Conacta, Magnolia Karin Feria Bello). Sabemos que ha habido una gran contradicción alrededor del cooperativismo de trabajo asociado.

Aquí nos han expresado con franqueza, con patriotismo, las centrales obreras que no están de acuerdo con la vinculación de trabajadores a través del cooperativismo de trabajo asociado. Y ustedes han defendido la modalidad.

En el curso del diálogo de estos años, primero produjimos un decreto. Pensé que era un reglamento constitucional que tendría toda la aceptación en los organismos de control. Sin embargo, el Consejo de Estado lo declaró inexequible.

Y después nos demoramos más de dos años en la concertación de esa Ley, cuyos puntos principales son el de la remuneración: que la compensación al trabajador de la cooperativa, que es el propio asociado, no pueda ser inferior a la remuneración legal, y que se deba cumplir con todos los aportes a la seguridad social.

Punto fundamental de esa Ley es la norma que dice que las cooperativas de trabajo asociado tienen que ser prestadoras de servicio y no intermediarias laborales. Creo que para la legitimidad de la figura es muy importante defender que así sea.

En esa discusión aquí comparecieron muchos. Porque un día Julio (Roberto Gómez), el doctor Morantes decían: ‘Hay que eliminarlas’.

Pero también llegaban unas cooperativas y decían: ‘¿Pero cómo nos van a eliminar a nosotros, si aquí hay un hospital en forma de cooperativa, si aquí hay tal empresa en forma de cooperativa?’.

Yo diría que ha habido consenso cuando la empresa tiene la forma de cooperativa. El disenso se da cuando la cooperativa presta servicios que tiendan a confundirse con intermediación laboral. Allí hay que poner todo el cuidado, creo yo -y lo digo con afecto patriótico-, en los años que vienen.

Porque así como hemos tenido que reformar tantas empresas donde había excesos, no puede haber excesos en contra de los trabajadores.

Creo mucho en la ‘tercerización’ a través de las organizaciones de los propios trabajadores. Ojalá se vaya avanzando hacía allá. Que se vaya creando una gran asociación entre las cooperativas de trabajo asociado y los sindicatos, para desarrollar la asociatividad y expresarla también en el contrato sindical.

Muchas gracias, doctora Magnolia. Sé cuán difícil ha sido la tarea de ustedes en el cooperativismo de trabajo asociado.

A María Mercedes Cuéllar, de Asobancaria

Quiero agradecer inmensamente a Asobancaria, a la doctora María Mercedes (Cuéllar, Presidenta de Asobancaria). Nos acompañó todos estos años y lo hizo con gran dedicación. Y además, nos ayudó inmensamente en el proceso de Banca de Oportunidades.

Cuando nuestro Gobierno empezó, la cartera en favor de los microempresarios colombianos valía 732 mil millones. Esa cartera vale hoy 8 billones. Yo le digo a la comunidad internacional y no creen: mire, es que aquí el préstamo vigente a los microempresarios valía 360 millones de dólares, y hoy vale 4 mil millones de dólares. Ocho años después.

Y representaba el uno y medio por ciento de la cartera total, hoy representa el seis y medio.

Tengo que agradecer la permanente concertación que nos permitió Asobancaria, la doctora María Mercedes, y por su conducto, doctor Gómez Sarmiento (José Manuel Gómez Sarmiento, Vicepresidente Jurídico de Asobancaria), ruego expresarle a ella todo nuestro agradecimiento.

A Félix Antonio Niño, de Acopi

Quiero agradecer inmensamente a Acopi. A los mediados y pequeños empresarios de Colombia. Doctor Félix Antonio Niño (Presidente de Acopi), a usted. Durante todos estos años tuvimos una gran concertación con ustedes. No solamente en este escenario. En muchas de sus asambleas gremiales salimos con un acta de puntos a desarrollar para ser presentado el balance a la siguiente asamblea.

Su antecesor, el doctor Juan Alfredo Pinto Saavedra, fue nuestro compañero en esa concertación como Presidente de Acopi en todos los primeros años, y después ha hecho una gran labor, una gran labor como Embajador de Colombia en la India. Nuestros agradecimientos infinitos.

A Rafael Mejía López, de la SAC

Quiero agradecer de todo corazón al doctor Rafael Mejía López (Presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia, SAC). Qué difícil ser Presidente de la SAC, en un país con violencia, en un país con inundaciones, con sequías; en un país que vio destruir parte de su agricultura por la violencia y por la apertura unilateral.

Y qué difícil decirle a un gremio que hay que acceder a mercados internacionales, cuando ese gremio se llenó de pánico por la apertura.

Me parece muy valeroso. Un gran patriota usted, doctor Rafael, que nos ayudó a que la agricultura le perdiera el miedo a la internacionalización; que no confundiera el acceso a mercados con la apertura unilateral. Hacer esa diferencia con una agricultura ‘empanicada’ es muy difícil. Y le ha tocado otro tema muy delicado, que es este tema de la revaluación.

Nosotros queremos agradecerles inmensamente a ustedes todos estos años de apoyo, de concertación.

Qué bueno que el campo colombiano en unos años pueda decir que todos los trabajadores del campo colombiano están afiliados a la seguridad social. Ahí todavía vemos un problema, una tarea para realizar.

Todavía vemos fenómenos que nos duelen, especialmente en algunos sectores del país, donde el trabajador del campo tiene que obtener un carné de Régimen Subsidiado y todavía no se cumple con él en la obligación de afiliarlo a la seguridad social como manda la Ley.

Pero cuando hay gremios con esa responsabilidad patriótica, como la SAC, y dirigentes como usted, confiamos en que eso salga adelante.

A Guillermo Botero Nieto, de Fenalco

Quiero agradecerle inmensamente al doctor Guillermo Botero Nieto (Presidente de Fenalco). El doctor Sabas Pretelt nos acompañó como ministro (del Interior y de Justicia), con su entusiasmo, con su devoción por la Patria. Ha hecho una gran Embajada en Italia.

Confiamos que las dificultades que han pretendido crearle se puedan superar. Nada más injusto que ese maltrato al doctor Sabas Pretelt.

Usted es un hombre sumamente talentoso, doctor Guillermo Botero. Un gran patriota, un luchador de todas las horas. Muchas gracias por su contribución a esta concertación, la de su gremio. Sabemos las dificultades que tiene su gremio en este momento en la zona limítrofe con la hermana Venezuela. Confiamos que las medidas que empezaron a tomarse ayer algo ayuden.

A Luis Carlos Villegas, de la Andi

Queremos agradecer inmensamente a la Andi (Asociación Nacional de Empresarios). Al doctor Luis Carlos Villegas, al doctor Alberto Echavarría (Vicepresidente de Asuntos Jurídicos y Sociales de la Andi). El doctor Albero siempre ha estado aquí como delegado del doctor Luis Carlos. Cómo nos ha ayudado, cómo nos ha ayudado en tantos momentos difíciles, tanto en el país como en la comunidad Internacional.

Doctor Luis Carlos usted es un consagrado servidor de Colombia. Usted hace parte de esa nómina de colombianos que han hecho de los gremios no unos grupos de interés, sino una representación para defender los superiores intereses de la Patria.

No podremos olvidar usted acompañando al Ministro Luis Guillermo Plata (Ministro de Comercio, Industria y Turismo), casi de maletín en mano, abriendo puertas para que le abran mercados a Colombia.

Eso del acceso a mercados ha producido también una mutación de pensamiento en el país bien importante.

Yo quiero decirles a las centrales obreras que hemos sido cuidadosos para que estos acuerdos de accesos a mercados tengan tres capítulos que son los que caracterizan lo que tiene que ser la nueva era de la globalización, la globalización social: el capítulo de los derechos humanos, el capítulo de los derechos laborales y el capítulo de la protección, del respeto a las normas ambientales.

Yo creo que eso tiene que dejarnos más tranquilos a todos y eso disipa preocupaciones que en algún momento expresaron más las centrales obreras.

Al llegar al punto final de estas reuniones yo hago votos por la ventura personal de ustedes, de todas las entidades que representan.

Hago votos para que Colombia construya definitivamente un camino de gran fraternidad. Hago votos por el éxito de la administración presidencial del doctor Juan Manuel Santos, para que el país (vaya) recuperando un ritmo acelerado de crecimiento. Yo creo que el país va a volver a crecer establemente por encima del 6 por ciento; las tasas de inversión que se están dando; el acceso a los mercados; los procesos de innovación productiva conducen el país hacia allá.

Nosotros estaríamos creciendo al 6 (por ciento), 7 (por ciento), si no se nos atraviesan estas dos crisis: la crisis de la economía internacional y la crisis de Venezuela. Nuestra aspiración era dejar el desempleo en el 8 (por ciento). Ustedes saben que lo encontramos oscilando entre el 16-18 (por ciento), cuando había tocado el 20.

Yo creo que, si la memoria no me falla, en diciembre del 2008 tocó el 9 y tuvo algún periodo de promedios del 10,7. Teníamos toda la esperanza de dejarlo en el 8. Estas dos crisis nos lo impidieron.

Y se recuperan más fácilmente unos países que tienen mejor canasta exportadora. Por ejemplo, la recuperación de la economía de Chile, de Perú, de Brasil, porque ellos tienen una canasta exportadora de mucho recibo en ese motor de la economía mundial que es Asia. Nosotros por eso tenemos que seguir en ese proceso de inversión, acceso a mercados, innovación productiva, para poder garantizarle a este país crecimientos por encima del 5 (por ciento), establemente.

Yo he sido pesimista sobre la rapidez de la recuperación de la economía colombiana por la crisis con Venezuela y porque todavía nosotros no hemos resuelto problemas estructurales, como ese problema de acceso a mercados, de canasta exportadora, etcétera.

Sin embargo, vemos que el ritmo de este año es muy acelerado, el ritmo de recuperación.

Me sorprende que el mismo Banco Central ya -cuando todos hablábamos de un año del 2 (por ciento), 2 y medio (por ciento)- el Banco Central este hablando de un año del 4 y medio.

Creo que tener una política de inflación de país desarrollado es sumamente importante para Colombia. Yo creo que eso les va a facilitar mucho a ustedes el tema del salario mínimo.

Porque miren las dificultades: las centrales obreras siempre tienen dificultades con sus asociados para explicarles los decretos de salario mínimo; los gremios también. Y mientras unos reclaman por un salario mínimo que se elevó de manera muy baja, los otros reclaman que es un salario mínimo que no refleja lo que es la situación remunerativa de la mayoría de los colombianos, que es nominalmente alto, sobre todo cuando se dan estos fenómenos de revaluación.

Yo pienso que una senda estable de inflación baja va a dar una contribución muy grande a resolver ese problema. Y va a dar una contribución muy grande a que el país pueda tener más crédito de largo plazo y a menos tasa de interés.

Anoche lo veíamos con el Fondo Nacional del Ahorro, que yo creo que ha sido un éxito en esta administración. Cuando el Gobierno nuestro empezó en toda su vida anterior el Fondo Nacional del Ahorro, que creó el Presidente Carlos Lleras Restrepo, había adjudicado 135 mil créditos.

En nuestro Gobierno es una de las 464 entidades reformadas. Se le permitió empezar a vincular los sectores informales. Hoy tiene 430 mil ahorradores independientes, que han ahorrado más de 50 mil millones, y entrega en este Gobierno 250 mil créditos, en una situación de plazo y de tasa de interés que favorece mucho a la ciudadanía y que no afecta las finanzas del Fondo Nacional del Ahorro.

Y tengo yo muchísima fe en la gran contribución de la agricultura colombiana a que tengamos esa inflación baja. No creo que se pueda desconocer esa contribución. Es que el país hace ocho años tenía 4 millones de hectáreas de agricultura y hoy tiene 5. Eso tiene que traducirse en esa mayor oferta de alimentos. Yo creo que ha sido un factor muy importante para contribuir a tener baja inflación.

Deseo, pues, todo lo mejor a ustedes. Haremos fuerza, desde la tarde del 7 de agosto, al regresar al bello oficio de simple ciudadano de Colombia, haremos fuerza para que ese desempleo baje, para que baje la pobreza, para que este país sea más equitativo, y el diálogo social en Colombia todos los días pueda ser más productivo.

Yo no vengo a darle las gracias a ustedes por acuerdos ni a reclamarles desacuerdos. Vengo a darles las gracias por su patriotismo de acudir todos estos años a este diálogo y de habernos ayudado tanto con este diálogo. Es el ser humano el que tiene que construir la opción en el diálogo, de resto quién.

A sus familias, nuestro agradecimiento por el apoyo que les dan. No es fácil para las familias de los dirigentes gremiales y sindicales, en una Patria en la cual ha habido tanta violencia. Sufren mucho las familias. A todas ellas hago llegar mi voz de agradecimiento.

Y quiero agradecer inmensamente a Juan Luis Londoño (ex ministro de Protección Social, q.e.p.d), que está en el Cielo, a su familia. Al Ministro Diego (Diego Palacio, Ministro de Protección Social), a sus viceministros, su dedicación todos estos años en una tarea tan difícil.

Me parece que uno de los activos importantes del Ministro Diego es que tuvo siempre un diálogo amable, sin interrupciones, con las centrales obreras de Colombia.

Y algo pasa en esta Patria. Hoy no hay una sola huelga. Y este Gobierno no ha sido el Gobierno para reprimir las huelgas. Ustedes saben la Ley que tramitamos, que todos ustedes apoyaron -no era fácil- para que sea la justicia, no el Ejecutivo, para que sea la justicia la que califique el ajuste o el desajuste de la huelga a los procesos legales.

Yo creo que eso es algo bien importante, que las centrales obreras lo pueden reclamar como una gran reivindicación y los gremios, como una gran expresión de su patriotismo, de su fraternidad social. Y el Ministro Diego lo puede reclamar como otro nuevo avance en la configuración democrática de esta Nación.

Lo decía ayer en un foro de calidad de educación, cuando yo empecé la Presidencia, con esa prevención de tantos sectores: ‘No, este hombre es fascista, que irá a pasar aquí’. Y dije: ‘No, aquí no va haber un día de clases, van a pasar los maestros en huelga’.

No tuvimos una sola huelga nacional de maestros. Y yo lo agradezco inmensamente. Pero no fue un sector reprimido ni estático. Hubo toda la deliberación en estos años, intensa deliberación. El nuevo escalafón, el nuevo plan decenal, las pruebas, la meritocracia. Hubo toda la deliberación. Y yo creo que ha habido un gran entendimiento con la mayoría de los maestros de Colombia.

Ocho años y poder decir, en el Gobierno de la Seguridad Democrática, que no hubo una sola huelga nacional de maestros, es para agradecerle inmensamente a la comunidad educativa, que trabajó todos estos años con deliberación, con debate democrático y sin perder el tiempo.

Yo creo mucho en el diálogo. Esa situación de La Jagua (La Jagua de Ibirico, departamento del Cesar), de la Loma (departamento del Cesar), no se hubiera resuelto si no es con un profundo diálogo.

Cuando se han presentado esas situaciones en otros países de América Latina, las normas han sido: o ir con el Ejército a reprimir a la comunidad o expropiar a las empresas. Aquí no se hizo ni lo uno ni lo otro. Aquí fomentamos un diálogo profundo, con participación de la comunidad, de las autoridades locales, los sindicatos, el Gobierno. Y ese diálogo ha permitido superar todas, todas esas dificultades.

En un país que necesita esos grandes desarrollos, hay que poner todo el buen cuidado para el entendimiento entre las empresas, los trabajadores, las comunidades y el Gobierno.

A todos, infinita gratitud. Muchas, muchas gracias por su concurrencia a este diálogo todos estos años. Muy amables”.
 
     
 
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
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