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Palabras del Presidente Álvaro Uribe Vélez en la presentación del libro del Bicentenario ‘Historia de la Independencia de Colombia’

28 de julio de 2010 (Bogotá)
     
 

“Quiero expresar mis agradecimientos a todos. A María Cecilia (Donado, Alta Consejera para el Bicentenario), por ese esfuerzo de todos estos meses; a la doctora Diana (Uribe, historiadora), por este apoyo en la Fundación; al sector privado. Muchas gracias a todos ustedes, que le dejan estos dos libros tan importantes a Colombia, en esta conmemoración del Bicentenario.

Quiero destacar la calidad de esta obra, que ha tenido esa especie de monitoria, de dirección, de un gran historiador de la Patria, de Álvaro Tirado Mejía; que ha tenido compiladores tan importantes como Armando Martínez (Doctor en Historia), como Pablo Rodríguez (Doctor en Historia). La presencia de ellos aquí ha sido garantía de una gran calidad en la investigación.

Quiero destacar a cada uno de los historiadores: Ana Catalina Reyes, de la Universidad Nacional de Colombia; Ana Luz Rodríguez González, profesora de historia de la Universidad Autónoma; Andrés Escobar Herrera, de la Pontificia Universidad Javeriana; Carlos Páramo Bonilla, profesor de la Universidad Nacional, docente investigador de la Universidad Externado; Catalina Villegas del Castillo, profesora de la Universidad de Los Andes; Cecilia Restrepo Manrique, de la Universidad del Rosario, integrante de la Academia Colombiana de Historia; Daniel Gutiérrez Ardila, del Centro de Estudios en Historia de la Universidad Externado de Colombia; Stella Restrepo Zea, profesora de la Universidad Nacional, investigadora especializada en historia de la medicina; Gilberto Loaiza Cano, profesor del Departamento de Historia de la Universidad del Valle; Hugues Sánchez Mejía, profesor en historia de la Universidad del Valle; Iván Espinosa Campos, profesor de la Universidad Externado; Jairo Gutiérrez Ramos, profesor de la Escuela de Historia de la Universidad Industrial de Santander; Jorge Conde Calderón, profesor titular de la Universidad del Atlántico, Director de la Revista Historia Caribe; Marcos González Pérez, profesor del Instituto de Estudios en Comunicación y Cultura de la Universidad Nacional; María Astrid Ríos Cárdenas, profesora e investigadora en historia del arte, el diseño, la cultura material, de la Universidad Nacional Palmira; María del Pilar López Pérez, profesora del Instituto de Investigaciones Estéticas de la Universidad Nacional; Marina Lamos Obregón, investigadora de teatro colombiano; Martha Elisa Luz Martelo, Editora de la revista Historia Crítica, de la Universidad de Los Andes.

Muchas gracias a todos los que de una u otra manera han ayudado. A María Lía Neira Restrepo (Directora Editorial), a Melissa Restrepo Molina (Coordinadora Editorial), a Rosita Fajardo (Diseño). Yo creo que le dejan un gran trabajo al país.

Yo diría que esta Independencia nuestra tiene unas características:

Primero, a pesar de que fue un movimiento continental, no hubo en todas partes esa gran conciencia de participación ciudadana que aquí se dio; de formación de lo que podríamos llamar las bases del Estado de Derecho.
Cuando uno vuelve sobre la Revolución de los Comuneros, encuentra que hay ahí un hito en la formación del Estado de Derecho.

Y tampoco es fácil encontrar un movimiento doméstico, independentista, creador de doctrina política, como el que se dio en Colombia. Uno ve, sí, una agitación en las provincias del norte de Argentina, pero no tan intensa como la de aquí, ni en tantos sitios ni con tanta participación ni tan prolija.

El propio Chile. La verdad es que cuando San Martín, en Mendoza, recibe a O’Higgins (Bernanrdo O’Higgins, político y militar chileno) derrotado, y regresa con él a Chile, se consolida esa Independencia sin las dificultades de aquí. Y había menos, yo diría que menos agitación, menos participación. Y uno podría seguir haciendo esta comparación.

Lo nuestro fue muy rico en participación. No es sino sumar las actas de Independencia que se dieron en lo nuestro. Y todas son, a mi juicio, lo digo muy respetuosamente frente a los historiadores, unos documentos de alta política.

Es bueno mirar cómo lo nuestro interpretó la Constitución de Cádiz, y de pronto fue más allá. Yo no he visto con tanta claridad, en esta América Hispana, lo que sí hubo acá, de no aceptar que la solución fuera la llegada de Fernando VII, sino de exigir el gobierno del pueblo.

En las actas de Independencia nuestra se plasman unas exigencias para el libre sufragio que son premonitorias. En las actas de Independencia nuestras hay unas reivindicaciones del respeto al derecho ajeno, que se anticipan en 50 años a la lucha de Benito Juárez (político mexicano).

Creo que lo nuestro es muy importante. Y uno ve de aquella época a hoy una gran relación. Uno podría decir de lo que pasó, en los días siguientes al Grito del 20 de Julio, que nos embarcamos en esa primera Guerra Civil, el Ejército centralista de Nariño (Antonio Nariño), el Ejército federalista de Camilo Torres, que a eso apenas medianamente se le vino a responder en los últimos lustros, con la aprobación de la elección popular de alcaldes, de gobernadores, con los recursos de descentralización.

O sea que es una lucha muy larga, muy difícil.

En aquel momento, esa lucha nos llevó a perder la posibilidad de consolidar más rápidamente la Independencia, como lo dijo el propio Nariño en la Bagatela (Periódico funando por Antonio Nariño). Pero también nos puso los pilares de aquello a lo cual apenas hemos podido responderle en las últimas décadas.

Hay muchos esfuerzos. Pero uno ve que los reales esfuerzos por la descentralización, de pronto, doctor Álvaro (Tirado Mejía), empiezan en el situado fiscal de la Reforma Constitucional del 68, del Presidente Lleras Restrepo, y a pesar de tantos intentos, la elección popular de alcaldes llega a finales de los años 80 en el Gobierno del Presidente (Belisario) Betancourt, el partido que se había opuesto a ella. Y es de quien menos se pensaba, el autor de ese proyecto de reforma constitucional, el doctor Álvaro Gómez Hurtado.

En fin, la verdad es que de pronto ha habido lógica en la historia de Colombia. Cuando uno ve qué pasó en aquello años y qué ha pasado en el desarrollo constitucional de Colombia. Pero muchas demoras y muchas dificultades y mucha sangre.

Yo invito a mis compatriotas a leer esta obra con toda dedicación y les agradezco mucho porque a mí me cae como anillo al dedo, para empezarla en la tarde del domingo 8 de agosto, ya muy próximo. Voy a leerla detenidamente y a hacerle noticas. Y además, la voy a leer con toda devoción y con todo respeto.

María Cecilia (Donado), yo quiero hacerles llegar a todos los que han participado mis agradecimientos infinitos, infinitos, porque esto queda, lo tengan todas las escuelas colombianas y que se pueda consultar por Internet. Yo creo que es un gran legado que deja el trabajo de todos ustedes.

Muchas gracias”.
 
     
 
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
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