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Palabras del Presidente Álvaro Uribe Vélez durante su visita al Ministerio del Interior y de Justicia

13 de julio de 2010 (Bogotá)
     
 

“Mi propósito era llegar al Ministerio a expresar a todos ustedes la gratitud por estos ocho años de una compañía eficaz, honrada, con mística, como la que nos han dado ustedes.

Ocho años se vuelven inolvidables. Mis compatriotas me dieron la posibilidad de estar en la Presidencia por ocho años, y ustedes me dieron la posibilidad de ser mis compañeros en este trabajo.

Por eso he querido venir es a darles los agradecimientos. Allá no debería decir: ‘Gratitud eterna, señor Presidente’. Esa valla debería ser escrita por mí y decir: ‘Gratitud eterna, apreciados compañeros del Ministerio de Interior y de Justicia’. A expresarles eso vengo.

Quiero agradecer a todos, a todos aquellos que han estado al frente de la cartera: Fernando Londoño Hoyos (ex ministro del Interior y de Justicia), nuestro aplauso a su carácter, a sus convicciones.

Nuestro aplauso al doctor Sabas Pretelt (ex ministro del Interior y de Justicia), su laboriosidad y sentido humano.

Nuestro aplauso al doctor Carlos Holguín Sardi (ex ministro del Interior y de Justicia), por su seriedad, su tino, compañero de todas las horas.

Nuestro aplauso lleno de afecto a quien ustedes han descrito muy bien: un Ministro que le llega al alma popular de la Nación, a nuestro compañero, el doctor Fabio Valencia Cossio (Ministro del Interior y de Justicia).

A los ex viceministros aquí representados hoy por el doctor Guillermo Reyes (ex viceministro del Interior). Guillermo, muchas gracias.

A los viceministros: Miguel (Ceballos, Viceministro de Justicia), doctora Viviana (Manrique, Viceministra del Interior), a nuestra Secretaria General (del Ministerio de Interior y de Justicia, María del Pilar Serrano), a cada uno de ustedes ruego transmitir mi gratitud a sus familias por el apoyo que les han dado para su laboriosidad en todos estos años.

La gratitud a los que están al frente de todos los programas del Ministerio.

Creo que se hizo un Ministerio grande e importante. ¿Por qué pensamos que debería ser uno? Antes de la Constitución del 91 y antes de la elección popular de alcaldes, el Ministerio de la Política tenía que participar en el nombramiento de todos los gobernadores, de todos los alcaldes y hasta de los inspectores de policía.

Cuando aparece la elección popular de alcaldes y posteriormente la Constitución del 91, todo cambia. Es cada ciudadanía de cada municipio, de cada departamento, quien elige a sus autoridades. Y decíamos: no podemos tener un Ministerio de la Política, cuya única tarea sea entenderse con el Congreso, cuya única tarea sea adicionarle a esa un diálogo con alcaldes y gobernadores.

Antes de la Constitución del 91, el Ejecutivo manejaba el presupuesto de la justicia, en alguna forma la orientaba, existía la Dirección de Instrucción Criminal del Ministerio. ¿Qué pasó? La Constitución del 91 trajo el Consejo Superior de la Judicatura, el principio de una justicia autónoma, independiente; trajo sus autoridades para la parte administrativa y para la parte de gestión de justicia, y creó una cabeza, al nivel del Presidente de la República, que es el Fiscal General de la Nación.

Todo esto nos llevó a pensar que lo más importante era tener un Ministerio sólido, y creo que ha sido un Ministerio fuerte todos estos años. El país habrá de hacer una reflexión sobre estos temas.

Logros en la parte legislativa

Si uno mencionara logros –y no era mi propósito hacerlo, quería venir solamente a expresarles cariño, gratitud enorme–, los logros son muchos.

En la parte legislativa, empecemos por esto. Esta mañana, Ministro, fueron sancionadas dos leyes de gran trascendencia para Colombia: la Ley de Descongestión de la Justicia y una reforma tributaria que crea el arancel judicial, y que le da un ingreso importante a la justicia. Dos leyes por las cuales se venía luchando hace rato.

Mire: por sus obras los conoceréis. El problema de la justicia en Colombia no es un problema de diálogo en cocteles, no es un problema de conciliábulos, no es un problema de falsas cortesías; es un problema de asuntos de fondo, un problema de que la justicia ayude toda a derrotar toda la criminalidad.

La verdad es que creo que cualquier diferencia con una decisión es respetable, no tiene por qué ser espectacular, pero hay que conocer es la obra de fondo. El la obra de fondo está lo que se ha sancionado hoy: la Ley que descongestiona la justicia.

En la obra de fondo está el arancel judicial. Hay veces que me pregunto si le cayó bien a la justicia o no, por la justicia lo había reclamado.

Recuerdo hace dos años, cuando nos sentamos muchas horas con Asonal Judicial, les tuve que decir: la crisis en que estamos entrando de la economía mundial; hemos hecho unos grandes esfuerzos, pero en este momento tenemos que ser prudentes en materia presupuestal. Y dijimos: vamos a hacer la tarea de buscar el arancel judicial.

Qué bueno poderle decir al país que hoy está ese arancel judicial aprobado, sancionada la Ley. Esas son respuestas de fondo a la justicia.

Cuando nuestro Gobierno llegó, estaba aprobado, en los primeros cuatro debates, el proyecto de acto legislativo que introdujo el Sistema Penal Acusatorio.

Durante nuestro Gobierno se dieron los otros cuatro debates, se dio la aprobación definitiva al Sistema Penal Acusatorio, se reformaron los códigos, se actualizaron, y vinieron otras muchas leyes. Recuerdo la lucha del Ministro Carlos Holguín por la Ley Estatutaria.

Y hay dos leyes de gran trascendencia, que las conozca el país, Ministro (del Interior, Fabio Valencia Cossio), hay que recordárselas al país.

Colombia ha sido un país pionero y ejemplar en la lucha contra la riqueza ilícita. En nuestros últimos tres años de Gobierno se han decomisado más de 15 mil bienes.

¿A cuáles dos leyes me refiero? Siendo Ministro el doctor Fernando Londoño Hoyos, se aprobó una ley que le da mucha agilidad a los procesos de extinción de dominio. Inclusive hubo el temor de que por darle tanta agilidad se considerara que era nugatoria en garantías. Y fue demandada, y afortunadamente contó con el visto bueno de la honorable Corte Constitucional.

Pero siempre falta. En esos años posteriores se empezó a advertir un problemita. La ley, por ser garantista, definió lo que es normal: que en todas las etapas procesales se exija la notificación personal.

Sin embargo, el crimen organizado utiliza las garantías para evadir la justicia. Eso es muy grave. El crimen organizado utiliza las garantías para evadir la justicia. Hicieron de la garantía de la notificación personal un elemento para dilatar la acción de la justicia.

Y con el liderazgo de doctor Fabio Valencia, de sus viceministros, Miguel Ceballos, de nuestra Viceministra, ha pasado una cosa muy importante: en la ley que hemos sancionado esta mañana, Viviana, se incluyó el artículo que dice que en los procesos de extinción de dominio no se requiere la notificación personal, que basta la notificación por edicto.

Ministro, que desde hoy, en estos escasos 15 días de Gobierno, se aplique la nueva Ley para poder derrotar el crimen organizado, despojando al crimen organizado con más agilidad de la riqueza de la cual el crimen organizado ha despojado al país.

Hagamos, hagámoslo. Les entregamos ese instrumento jurídico a los fiscales y jueces de Colombia, a la Policía Judicial, para poder avanzar en la lucha contra el crimen. Son dos leyes muy importantes.

Que el país recuerde a Fernando Londoño Hoyos y a Fabio Valencia Cossio, por esas dos leyes tan importantes. Son trascendentes.

Es que de ahí depende un elemento calve en la derrota de corrupción. Ese es un elemento clave en la derrota del terrorismo: despojarlos de la riqueza. Ese es un elemento clave de buen ejemplo: un país que permite que se enriquezca la corrupción, el narcotráfico, es un país que da mal ejemplo. Un país que despoja la corrupción de la riqueza mal habida, es un país que da buen ejemplo y que dice: la vida es de trabajar de acuerdo con la ley, con toda la perseverancia con toda la dedicación.

Estas leyes son leyes de buen ejemplo, porque hacen posible la derrota de los criminales.

Con el Doctor Carlos Holguín luchamos por una Ley de gran trascendencia: la 1142, para evitar abusos en materia de excarcelación.

Si embargo, hoy reconocemos que a pesar de que se hizo el mayor esfuerzo con el Congreso, quedó allí un capítulo garantista, que se ha utilizado mal.

Se ha utilizado por algunos jueces de garantías, para apreciar que, a pesar de la gravedad en la valoración objetiva del delito, que la tasa la sanción, esas personas en la consideración subjetiva del juez no denotan peligrosidad y los han mandado para la casa. Eso es muy grave.

Por eso uno de los temas pendientes es volver a reformar la Ley 1142, para poder tener a los criminales en la cárcel. Sin ninguna duda, no pude haber en eso vacilación.

Creo que esto se le debe expresar, de la manera más comedida y más clara, al nuevo Gobierno. Es un tema que nos queda pendiente.

Ilegalización de las drogas en todas sus etapas

Se adelantaron una serie de reformas constitucionales de gran trascendencia, como la introducción del Sistema Penal Acusatorio, la Reforma Política; se adelantó el acto legislativo que prohíbe, que declara ilegales las drogas en todas sus etapas. Creo que ese es trascendente.

El Ministro Carlos Holguín, el Ministro Sabas Pretelt, son testigos de excepción de la dificultad de esa lucha, que le tocó concluir exitosamente al Ministro Fabio Valencia y a usted, muchas gracias.

Ahí hay un referente. Yo no desaprovecharía auditorio para decir: el tema no es legalizar la droga, sino ilegalizarla.

Uno no entiende que propongan legalizarla cuando tuvimos legalizada la droga en la etapa más delicada, que es el consumo, durante 14 años.

Entonces a uno le dicen los apologistas de la legalización de la droga, que si la droga se legaliza se acaba el negocio criminal; aquí la tuvimos legalizada 14 años y aumentó el negocio criminal.

Antes era un negocio criminal de exportación, ahora también es un negocio criminal de consumo doméstico.

Se ha utilizado, se utilizó esa dosis personal para involucrar a los niños en la distribución de la droga, para corromper a los adolescentes, para crear esas grandes bandas de criminalidad que estamos combatiendo.

Creo que se ha dado un gran paso, con otro: el proyecto de ley que empieza la parte implementaria de este acto legislativo, hizo transito, quedó aprobado en dos debates, algo muy bueno.

La gobernabilidad del actual Gobierno

Yo les pido a los Ministros que han sido del Interior y de Justicia que le hablen al país sobre la gobernabilidad. La gobernabilidad que ustedes manejaron, apreciados ministros, fue muy importante; de no haber sido, no se hubieran aprobado todos estos proyectos.

Sin gobernabilidad no se habrían aprobado estos proyectos. ¿Pero de donde ha surgido la gobernabilidad en este Gobierno? ¿Cómo era? Álvaro Uribe Rueda solía hablar de una palabra, él mencionaba mucho ‘manguala’, muy utilizada en la política mexicana.

La gobernabilidad en este Gobierno no ha derivado de una manguala entre el Gobierno y el Congreso, una manguala que se expresaba: te doy puestos y contratos, me das votos.

La gobernabilidad de este Gobierno ha tenido como fuente la integración con el pueblo colombiano. Es esa integración la que ha creado un espíritu de gobernabilidad que ha hecho posible sacar adelante estas reformas.

En ausencia de esa gobernabilidad derivada del pueblo, que radica en el pueblo, y un pueblo dando mandatos permanentes al Congreso, habría sido imposible sacar estas leyes.

Alguien me decía: pero es que muy extraña Colombia: a tres días de la segunda vuelta presidencial, se avanzó en todas esas leyes. Y entre ellas se aprobaran dos reformas tributarias: la reforma para la salud y la reforma del arancel judicial. Eso es extraño. Extraño. Y eso es por la gobernabilidad.

A mí me preocupa mucho la gobernabilidad surgida de la amanguala, porque cuando la gobernabilidad surge de la amanguala, la historia de Colombia ha demostrado que se entienden bien el Congreso y el Ejecutivo: yo te doy auxilios, yo te doy puestos, tú me votas; pero los dos terminan deslegitimados ante el pueblo, con desaprobación popular.

En estos años, en los años más difíciles del Congreso, ha habido una gran gobernabilidad, un respeto a la institución, independientemente de lo que haya ocurrido con muchos de sus integrantes.

Y esa gobernabilidad se ha utilizado para bien; no hay una sola decisión del Congreso en estos años, cuestionable. Una gobernabilidad para bien. No surgida de puestos sino de apoyo popular. Una gobernabilidad, a pesar de la meritocracia, gracias al apoyo popular, a la integración con el pueblo.

Una gobernabilidad no surgida de auxilios parlamentarios sino de integración popular, gracias a haber estado ocho años integrados con la base popular de la Nación, buscando soluciones y también reconociendo dificultades, obstáculos insuperables.

Muy importante hablar de la gobernabilidad, ministros.

¿De dónde más ha surgido? Del entendimiento con 1.102 alcaldes y 32 gobernadores, sin detenernos en el origen político de su elección.

Aquí no hemos dicho: como este Alcalde es amigo, le ayudamos; como aquel Alcalde proviene de otro origen político, no le ayudamos.

Hemos trabajado con todos, y lo reconocen. Hemos procurado tratar a todas las regiones de Colombia con afecto y en igualdad de condiciones.

Cuando hemos podido responder inquietudes de las regiones de Colombia, lo hemos hecho en igualdad de condiciones. Y cuando no hemos podido, todas se han sentido privadas de algo por lo cual no hemos podido responder. De ahí también surge la gobernabilidad.

Se ha rescatado la descentralización

La gobernabilidad surge de que se ha rescatado la descentralización. ¿Quién podía hablar de descentralización en Colombia, cuando se asesinaban los alcaldes, se coaccionaba a los gobernadores y los terroristas se robaban los recursos de la salud? ¿Cuántas EPS tuvimos que cancelar por la penetración de guerrillas y paramilitares? O los terroristas asaltaban del Sistema General de Participaciones o asaltaban las regalías.

Proteger a alcaldes y gobernadores, con las garantías eficaces de la Seguridad Democrática; proteger que se roben esos recursos, todo eso han contribuido, primero, a restablecer la eficacia de la descentralización; segundo, eso ha contribuido a restablecer el respeto por la ley.

¿Quién puede hablar de respeto por la ley en un país donde el pueblo, atónito, observa que se roban los recursos del Sistema General de Participaciones, de las regalías? Y eso ha contribuido a construir gobernabilidad.

Las fuentes de gobernabilidad, en estos ocho años que concluyen, han sido unas fuentes de la más pura esencia democrática: restablecer la descentralización, integrarse con el pueblo, invitar al Congreso a ese proceso de integración popular.

Las fuentes de gobernabilidad no han sido fuentes que en el pasado hicieron mucho daño, como la amanguala entre el Ejecutivo y el Congreso, que era rechazada con desaprobación por parte del pueblo.

El tema de la gobernabilidad, que ha estado a cargo de este Ministerio (de Interior y de Justicia), es trascendente para pensar en las instituciones políticas de Colombia a futuro.

Recursos para la justicia

Y pudiéramos seguir hablando de muchas leyes, de muchas realizaciones. Permítanme referirme al presupuesto de la justicia.

El presupuesto de la justicia ha aumentado en un 51 por ciento, en pesos corrientes, reales, en un país con tantas dificultades fiscales. Sería bueno reconocer eso. Por primera vez la Corte Suprema de Justicia ha tenido un cuerpo propio de investigación.

 

¿Ustedes saben cuánto valía la Fiscalía cuando empezó este Gobierno? Valía 600 mil millones. Este año vale billón 456 mil; enorme, enorme.

Recuerde, doctor Carlos Holguín (ex ministro del Interior y de Justicia) lo que le tocó a usted; al doctor Sabas (Pretelt de la Vega, ex ministro del Interior), al doctor Fernando Londoño (ex ministro del Interior): empezar la actualización de salarios de magistrados, de fiscales, de jueces, del personal administrativo.

En los últimos eventos fueron liderados por el doctor Fabio Valencia. Que falta, sí. Pero cuánto se avanzó en actualización de salarios de la justicia. Y se les deja esa fuente tan importante, que es el arancel judicial.

Cuánto se avanzó en el tema de conectividad de los juzgados, de los fiscales, de la rama ordinaria, de la jurisdicción contenciosa, con recursos aportados también por el Fondo Social de Comunicaciones. Cuánto se ha avanzado en protección de colombianos.

Garantías políticas para todos

Es que aquí hay un balance: obras son amores y no buenas razones. Este Ministerio ha tenido a cargo la protección, en promedio, de 10 mil colombianos, con protección individual, eficaz, donde están sindicalistas, periodistas, voceros políticos, amigos de las tesis del Gobierno, voceros de la más radical oposición.

Sí, yo soy un Presidente deliberante, no hay duda. Pero pregunto: ¿cuándo había tenido la oposición radical en Colombia un periodo de ocho años de garantías eficaces y continuas?

¿Van a juzgarnos porque somos discrepantes? No, júzguennos por las garantías eficaces. ¡Uy, por Dios! Es que yo hice una campaña presidencial entre balas y explosivos, para no hablar más atrás, en el pasado.

¿Qué acaba de pasar en Colombia? Una campaña presidencial, todos rodeados de garantías. ¿Cuándo habían tenido los precandidatos tratamiento de candidatos en materia de garantías?

Veamos el proceso electoral de este Gobierno: en 2003 dos elecciones: el referendo y las elecciones generales de las regiones; en 2006, dos elecciones –y van cuatro- la de Congreso y la Presidencial. Las únicas presiones de 2006 fueron de sectores de la narcoguerrilla contra simpatizantes de la candidatura que yo ostentaba; en 2007, elecciones generales de las regiones, con todas las garantías; y ahora, en 2010, elección del Congreso, y las dos vueltas presidenciales.

Eso da ocho certámenes electorales, que demuestran cómo, en favor de las garantías políticas, hemos venido derrotando el terrorismo, que las tenía interferidas. Todo eso lo ha liderado el Ministerio del Interior y de Justicia.

Obras para la Colombia diversa

Y hablemos del diálogo con la Colombia diversa, con este país de múltiples colores, el diálogo con las comunidades indígenas, con los compatriotas afrocolombianos.

Falta mucho, pero si uno recorre el Pacífico encuentra mucho de qué hablar: el Hospital nuevo de Tumaco, para jalonar Tumaco hacia la zona libre de Tsunami; toda la atención a las comunidades afectadas allí por las tragedias invernales; la construcción del nuevo acueducto de Tumaco; el contrato para adjudicarse de esa gran carretera Tumaco-Mocoa, por la variante de San Francisco.

El Pacífico nunca había tenido los niveles de Sena, Bienestar Familiar, Familias en Acción, Familias Guardabosques que hoy tiene.

Y vayamos a Buenaventura, de los afectos del doctor Carlos Holguín: el ferrocarril, la doble calzada, la variante alterna interna, hoy en pleno proceso la inversión de mil millones de dólares en mejoramiento de instalaciones portuarias; toda la política social, en construcción tres mil 500 viviendas y una carretera con la cual nunca podíamos soñar: la doble calzada Buga-Buenaventura, en plena construcción.

Y así podríamos seguir recorriendo la Colombia donde nuestras comunidades afrocolombianas constituyen la mayoría, los centros geo-referenciados, poblados mayoritariamente por nuestros compatriotas afrocolombianos.

El Chocó, falta mucho, pero hemos logrado una cobertura sin antecedentes allí, que en Familias en Acción, que en educación, que en nutrición infantil, llegándoles a las comunidades indígenas en lo más profundo de la selva.

Se ha avanzado mucho en electrificación, en mejoramiento del fluido. Es increíble ver hoy el proceso de electrificación en el Carmen del Darién, en Riosucio, en Murindó, avanzando hacia Vigía de Fuerte y hacia Bojayá; la construcción de Bojayá, la construcción de Bahía Cupica, un nuevo acueducto en Quibdó, manejado ya no por la politiquería, manejado por una empresa seria como Empresas Públicas de Medellín.

Un gran avance en materia de salud, especialmente en Quibdó, que empieza a dar unas señales muy importantes para el resto del departamento.

En proceso de construcción y con buena financiación tres carreteras: la que va de Pereira a Chocó, la que va de Medellín a Chocó, todas en construcción, y la que va del centro del Chocó a Nuquí. Podríamos seguir dando la vuelta por la Patria.

Y nuestras comunidades raizales del bello Archipiélago. El Archipiélago fue en una época turismo de electrodomésticos, en otra época turismo de coca, ahora se está convirtiendo en ecoturismo y se tiene que convertir en turismo para aprender inglés.

Hemos montado ese gran programa con el Sena, para enseñar inglés desde San Andrés. Y como es difícil la programación a través de la señal satelital, está en plena construcción un cable de 54 mil millones para hacer del Archipiélago una gran potencia en materia informática.

Yo agradezco inmensamente la paciencia y el afecto, que ha caracterizado al Ministro Fabio Valencia, en su aproximación, en tantas horas de diálogo y debate con nuestras comunidades de la diversidad.

El Ministro Fabio Valencia ha logrado entendimientos con mucha parte, mucha parte de nuestros compatriotas indígenas. Eso es plausible.

Prevención y atención de desastres

Agradezco esa dedicación. Y uno podría seguir hablando del Ministerio. Es difícil encontrar una institucionalidad como la que tiene este Ministerio para atender desastres en Colombia, y los ciudadanos agradecidos, en toda Colombia.

Hoy está Luz Amanda (Pulido, Directora de Gestión del Riesgo) en Santa Marta. Por todos estos compromisos de final de Gobierno he incumplido lo que he querido tener como norma a lo largo de ocho años: que allí donde haya un dolor de muela, esté el gobierno. Pero allá está ella representándonos.

Y en Soledad y en Barranquilla y en el río Páez. A mí me sorprende hoy, cuando después de todas esas tragedias del río Páez, del municipio de Páez, del caso de Belalcázar, de todo eso que ha ocurrido a raíz de las erupciones, del Volcán Nevado del Huila, en lugar de encontrar un reclamo vehemente, lo que he escuchado en estos días es gratitud por lo que han hecho ustedes.

Inpec, Supernotariado y Estupefacientes

Esas son cosas muy importantes, para agradecer profundamente. La verdad es que estos Ministros del Interior y de Justicia le dejan al país una revolución en materia de cárceles. Diez cárceles nuevas, nunca pensé que las pudiéramos hacer, y honorablemente construidas, que tienen que dignificar muchísimo la vida del recluso.

Queda una Superintendencia de Notariado con un gran avance en materia de conectividad, con el concurso de los notarios. Yo recuerdo al doctor Carlos Holguín trabajando con dedicación, denodadamente, para poder avanzar en el concurso de notarios, que es un gran logro que se deja.

Me parece muy importante la reforma de Estupefacientes. Destacaría dos o tres elementos.

Primero: la necesidad de entregar en administración los bienes a instituciones sobre las cuales no quepa la menor duda; que nadie pueda decir que se están entregando a amigos, que se están entregando por recomendación política, que se están entregando a testaferros de los expropiados.

Entrega institucional de bienes. Qué bueno ver fincas en Caucasia que no están manejadas por amigos ni por testaferros, sino por el Sena o por Corpoica.

Por favor, díganlo, cuéntenle al nuevo Gobierno eso, eso es un paso trascendente.

Segundo, la creación de la nueva entidad parecida a Cisa. ¿Cómo es que se llama? Sociedad de Activos Especiales (SAE). Cisa tiene un gran prestigio. SAE se hizo a imagen y semejanza de Cisa. Tiene que ayudar muchísimo.

Estupefacientes, Inpec, Superintendencia de Notariado, Prevención de Desastres, Derechos de Autor, Imprenta Nacional. Y recuerdo a Fernando Londoño diciendo: ‘Cuiden la Imprenta’, porque en algún momento se pensó en esta reforma del Estado, cerrarla. Y es una gran garantía y además es muy bien manejada. Nasa Kiwe, que tanto ha ayudado en Belalcázar y Páez.

En fin. Uy, eso sí que es importante. El acto legislativo no puede quedar muerto, el que ilegaliza la droga en todas las etapas, hay que desarrollarlo en la ley ya aprobada en dos debates, pero inculcarlo en el alma de los colombianos.

Colombia, libre de drogas

Qué bueno que todos mis compatriotas tuvieran y lucieran una camiseta como la que ustedes tienen: ‘Colombia, libre de drogas’.

Ministro, lo voy a invitar a algo: lo voy a invitar a que usted lidere, después del 7 de agosto, una serie de fundaciones en Colombia que vayan estimulando a que cada municipio sea territorio libre de droga, a que cada escuela sea territorio libre de droga, a que cada barriecito donde haya una acción comunal sea territorio libre de droga, e ir creando una Colombia toda, con esa camiseta, pero en la realidad. Eso sería el mejor, el más bello legado a las nuevas generaciones de colombianos.

Un Ministerio con mística

Bueno, esto se convirtió en una reunión de balance, cuando yo venía era a darle muchas gracias. ¿Saben qué es importante? La mística. Es un Ministerio con mística, con ganas.

La verdad es que un Estado bostezando, con una actitud apelmazada, es un Estado que no atrae a la ciudadanía, que no le da confianza. El Estado tiene que ser todo lo contrario de lo apelmazado, tiene que ser vibrante, tiene que ser vigoroso, tiene que tener mística.

La empresa privada más importante es la que es de toda la ciudadanía. Y si una empresa privada individual hay que manejarla con mística, con cuánta más mítica hay que manejar la empresa privada que es de todos los ciudadanos.

Yo agradezco la actitud de ustedes, una actitud briosa, energizada, entusiasta, que tiene que ser lo que predomina en el Estado. Para que el Estado sea reconocido como líder, todos los funcionarios tienen que ejercer liderzazo.

Y ese liderazgo, al decir de mi profesor John Kotter, exige energía, que es mística; una preparación que se tiene que cultivar todos los días, solvencia académica, y por supuesto transparencia, que está relacionada con un profundo amor a Colombia.

Al regresar a sus casas, por favor lleven un mensaje a sus familias, de nuestro agradecimiento, que sus familias le han dado un apoyo muy grande para que ustedes hayan podido cumplir esta tarea estos años.

De mi parte, en la tarde del 7 de agosto, cuando regrese al bello oficio de simple ciudadano de Colombia, tendré una palabra en mi alma, en mi corazón y en mi mente para referir al recuerdo de ustedes: gratitud, gratitud incancelable.

Muchas gracias a todos”.

 
     
 
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
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