“Es difícil encontrar una misión internacional que haya despertado tanto cariño y tanta confianza entre los colombianos.

En un tema, además muy difícil, que es este tema del desplazamiento, los colombianos no hemos encontrado en usted un torturador, sino un apoyo sincero; no hemos encontrado en usted un verdugo, sino un gran guía.

No hemos encontrado en usted alguien que venga a descubrirnos para acusarnos, sino a conocernos para ayudarnos.

Le agradecemos inmensamente.

Lo único que reivindicamos es que esta tarea para frenar el desplazamiento, que por lo menos se ha reducido, para atender a los desplazados de Colombia, en un presupuesto que pasó de 80 mil millones a billón 600 mil (millones), lo hemos hecho con toda convicción, sin que quede una reserva en el alma.

En un país con los problemas de Colombia lo que uno ve en los funcionarios es que hay una tendencia a mirar con cierta suspicacia al organismo internacional. En su caso, nuestra única mirada es la mirada de afecto y de gratitud.