“El Libertador creó la Orden de Boyacá para distinguir a los mejores hijos de la Patria. Consideraba él que debía llevar el nombre de la batalla con la cual empezó la gesta vencedora de la Independencia.

Porque en tres encuentros no habían podido lograr la Independencia de Venezuela; se había dado la cruenta reconquista. Los ejércitos que se organizaron en Tame cruzaron el Páramo de Pisba, llegaron al Puente de Boyacá.

Y después de esa victoria, el Libertador permaneció poco tiempo en Bogotá. Estableció como Vicepresidente al general Santander y él emprendió la campaña de Venezuela, que en esa ocasión sí triunfó, con la Batalla de Carabobo.

Y después vino la Campaña del Sur: Bomboná, cerca de Pasto; Pichincha, en las lomas de Quito; Junín y Ayacucho, para consolidar la Independencia de Perú, que había empezado el General San Martín, cuando llegó con los ejércitos que organizaron en Argentina y en Chile con el general Bernardo O'Higgins.

El Libertador consideraba que todo lo bueno había empezado en Boyacá. Y que por eso tenía que crear la Orden de Boyacá para exaltar a los mejores. Y los primeros que la recibieron fueron aquellos se consideró que eran los artífices del triunfo.

Hoy condecoramos con la Orden del Libertador a dos ilustres compatriotas, artífices de triunfos.

A don José María Acevedo. Creo que cualquier caso de industria que quisiera analizar cualquier universidad del mundo, tendría que pasar por el caso de Haceb. Una industria que empezó en las manos firmes y puras de don José María Acevedo y de don Bernardo, en un pequeño taller, y que sigue conducida por manos firmes y puras, después de tantos años.

Una industria que dio el salto del taller doméstico a ser una gran empresa transnacional. Una industria que ha mantenido permanentemente inversión, innovación productiva; una industria que ha mantenido fraternidad.

En años muy difíciles de antagonismos con el sindicalismo, cuando la situación parecía insuperable y todo ese veneno del marxismo había hecho profundo daño en nuestra comunidad, Haceb logró mantenerse como un faro de relaciones laborales de fraternidad. ¡Qué gran ejemplo!

Al entregar esta Orden del Libertador a don José María Acevedo –un emblema de esta comarca, de sus valores de trabajo y transparencia, de esfuerzo alegre en todos los momentos, de fraternidad, de tener siempre una actitud positiva, cualquiera sean las circunstancias–, lo destacamos ante las nuevas generaciones como un ejemplo a mirar para construir Patria.

Y hoy proyectamos a Haceb, como se tiene que proyectar toda la industria colombiana, a ser una empresa que brille por su capacidad de competir en todos los mercados internacionales.

Ahora que Colombia está empezando a suscribir los tratados de comercio con Asia; ya suscribimos el Tratado de Promoción de Inversiones con Chile y con India.

Esta mañana hablé con el Ministro Luis Guillermo Plata (de Comercio, Industria y Turismo). Me llamó al aterrizar en Seúl. Pasado mañana se firma el Acuerdo de Promoción de Inversiones con Corea y queda muy adelante el Acuerdo de Comercio con Corea.

Están ultimando las negociaciones para firmar antes del 7 de Agosto el Acuerdo de Promociones con Japón y vendrán después los acuerdos de desmonte de la doble tributación y el acuerdo de comercio.

Pensaba yo que empresas como Haceb y empresarios como don José María Acevedo, son los que están llamados a tener todo el éxito de Colombia en la arena global.

Muchas gracias, don José María, por darnos este ejemplo tan importante de trabajo por la Patria; de estar a toda hora sobre el yunque, con fuerza, con talento, con serenidad y con perseverancia.

Y acudimos a Eafit acogidos por la generosidad del Rector y ex ministro, doctor Juan Luis Mejía, a condecorar a otro gran colombiano, a don Gabriel Harry.

Don Gabriel Harry ha sido un hombre polifacético. Cuando uno lo relaciona con el sector agropecuario, no lo puede ubicar en un sector, porque si bien ha hecho una gran tarea en la industria bananera, también la ha hecho en la ganadería y en otras expresiones del sector agropecuario.

Porque nunca se quedó solamente en la producción individual, sino que dio el salto a ayudar a todos los procesos asociativos para tener éxito en la comercialización internacional.

Y además ha estado en la industria –¡con qué brega!– y además ha estado en las tareas gremiales inmobiliarias de Colombia. Y además ha estado en el servicio a instituciones cívicas: cómo ha servido al Hospital de San Vicente, cómo ha servido a tantas instituciones cívicas, cómo ha servido a la Cámara de Comercio.

Cómo ha servido con civismo, con gran ejemplo que nos da a todos, a las Fuerzas Armadas de Colombia.

En un momento cuando se pensaba que las Fuerzas Armadas de Colombia estaban en el riesgo de la derrota y muchos no se atrevían a expresar su apoyo a las Fuerzas Armadas, o porque les daba pena de la crítica o porque les daba temor de la venganza del terrorismo, Gabriel Harry con toda valentía mantuvo su apoyo confeso, abierto, a las Fuerzas Armadas de Colombia.

Don Gabriel, los ciudadanos que queremos a nuestros soldados y policías, nos sentimos muy orgullosos de tener compatriotas como usted, que nos han dado su ejemplo.

La batalla de nuestros soldados y policías contra el terrorismo y el narcotráfico ha sido tan difícil como fue la de aquellos soldados que descamisados, mal alimentados, vinieron de las llanuras mismas y nos dieron la independencia en Campo de Boyacá.

Por eso nos honra mucho imponer a usted hoy la Cruz de Boyacá, el legado del Libertador para destacar a los mejores hijos de Colombia.

Queridas familias, quiero felicitarlos por tener un padre y abuelo como José María Acevedo, por tener un padre y abuelo como Gabriel Harry. Siéntanse muy orgullosos, que don José María Acevedo y Gabriel Harry son de ustedes, pero también de toda Colombia, por lo que ellos han hecho por el bien de la Patria.