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Palabras del Presidente Álvaro Uribe Vélez en la inauguración del pueblo indígena Seywiuku, en la Sierra Nevada de Santa Marta

23 de julio de 2010 (Palomino, La Guajira)
     
 

“Compatriotas, me emociona mucho asistir a la entrega de este octavo pueblo. Quiero dar las gracias a todos. General Padilla (general Freddy Padilla de León, Comandante de las Fuerzas Militares), a usted y a las Fuerzas Armadas, nuestra gratitud; a la Iglesia, a la Fuerza Aérea, a la Armada, a la Policía. Esto era distinto. Ahora nos referiremos a ellos.

Gobernador, muchas gracias. Nos hemos encontrado un coequipero práctico, con sentido común, ágil. Usted es un referente de los gobernadores que se necesitan.

Muchas gracias, Alberto, a Fonade; muchas gracias a la corporación; Diego (Molano, Director de Acción Social), muchas gracias a usted, a Acción Social. Como le dije a su señora madre y a su señora esposa en la noche del 20 de julio en la Presidencia, usted es un gran patriota, una esperanza de la Patria, un servidor público. ¡Qué acierto! Nos iluminó la vida haber podido contar con personas como Luis Alfonso Hoyos, Embajador en la OEA (Organización de Estados Americanos), y usted, al frente de Acción Social.

A todo el equipo de Acción Social un aplauso con el, inmenso afecto. ¿Dónde está Edward? Edward, muchas gracias por esta gran labor, a todos quienes nos han ayudado; a la junta del sector privado, aquí representada por el doctor Manuel Santiago Mejía, agradecimientos, muchos agradecimientos.

Ellos lo que han hecho es prestarle un servicio muy noble a Colombia en estos años. Muchas, muchas gracias.

Quiero agradecer a todos los que han ayudado: a los arquitectos, a los ingenieros, a los maestros de obra.

Queridas comunidades, muchas gracias, muchas gracias por habernos permitido construir estos mensajes de confianza, de afecto.

Yo quisiera que nadie se me quedara sin darle las gracias. Yo he venido a la Sierra (Nevada de Santa Marta) es a darles las gracias, con todo el afecto. Alicia, muchas gracias por esta delegación de periodistas internacionales que hoy nos acompañan.

Diego (Molano), la Sierra tiene, del piedemonte arriba, en la zona de influencia, 12 mil kilómetros. Yo diría que este es un macizo montañoso de 12 mil kilómetros, con los picos más altos del mundo en proporción a la distancia sobre el mar.

El 2 de febrero yo he acostumbrado a venir a Riohacha (La Guajira), a acompañar a la comunidad guajira en una bella devoción, que es la devoción de Nuestra Señora de los Remedios.

Por esa época, la Sierra se quita la neblina, pero esta vestidita de nieve. Y desde el avión hemos podido observar, en un giro de 360 grados, cómo, desde esos picos, allá, se ve el mar. Eso es una belleza. Eso es indescriptible.

Pero, ¿qué era?

Era una Sierra controlada por el crimen, guerrilla; muchos años estuvieron aquí haciendo daño. Todavía quedan unos poquitos y hay que derrotarlos.

El Estado hablaba de la Sierra y venían a hacerse tomar fotos en la Sierra, pero nada se hacía contra la guerrilla. La guerrilla y el vacío de Estado trajeron la reacción igualmente cruel del paramilitarismo. Esos dos fenómenos: guerrilla y vacío de Estado. ¿Qué encontramos nosotros aquí? Guerrilla, paramilitares y coca, y estas comunidades maltratadas.

Nunca se me olvidará cuando llegamos aquí al Consejo Comunitario en Nabusímake y dijeron los ‘mamos’: ‘Nosotros no podemos tener confianza, Presidente’.

Les dije: ‘¿Por qué?

‘Presidente, porque hace tres semanas vinieron unas personas de uniforme y nos dijeron ser guerrilleros; hace dos semanas otros de uniforme nos dijeron ser paramilitares, y ayer llegaron otros de uniforme y nos dijeron ser soldados que venían, que porque usted estaría hoy aquí.

Ese día nos sentamos y esa triste realidad nos inspiró una figura clave en nuestra política de Seguridad Democrática: los enlaces de confianza. Designamos un coronel del Ejército como enlace de confianza, lo que se ha venido replicando en otras áreas de Colombia. Y se construyó esa gran confianza entre las comunidades indígenas y las Fuerzas Armadas.

Quiero invitarlos a que eso nunca se olvide: la confianza entre comunidades indígenas, comunidades campesinas y Fuerzas Armadas, en la Sierra Nevada. Mantengan esa confianza.

Hoy no hay paramilitares. Quedan unos pocos guerrilleros. Se ha recuperado mucho la paz y se ha eliminado mucho la coca; ya son escasas las matas de coca.

Y para estos distinguidos periodistas algo ambiental bien interesante: yo sobrevolaba la Sierra hace ocho años, hace seis años, y me preocupaba mucho ver las quemas, me preocupaba mucho ver toda la destrucción del bosque. Uno veía era a toda hora era claros, claros y erosionándose el suelo. ¿Por qué? Porque se destruía el bosque para sembrar coca.

En este sobrevuelo que hemos hecho hoy desde Santa Marta a este lugar, lo único que hemos encontrado es una vegetación recuperada. Ya quedan muy poquitos claros. Hay que seguir en toda esa recuperación.

Nuestros compatriotas indígenas tienen la mejor noción del cuidado de la naturaleza y la saben cuidar. Yo diría que a ellos no les gusta mucho ponerse a sembrar banano, plátano o arroz, pero les gusta cuidar el bosque y cuidar las aguas, y lo hacen mejor que cualquiera. Por eso, haber creado aquí el programa Familias Guardabosques y este cordón ambiental es muy interesante.

Quedan ya ocho pueblos circundando los 360 grados del perímetro de la Sierra. Otro en construcción. Y estoy seguro que el Presidente Santos (Juan Manuel Santos Calderón) va a completar los otros que se requieran, para que estén aquí tranquilas las comunidades indígenas. Y desde aquí cuiden la Sierra, estén en su hábitat y también tengan unas comodidades modernas, con toda la sección social, de educación, de nutrición de Bienestar Familiar, de Familias en Acción, de Régimen Subsidiado de Salud, del Programa de Seguridad Alimentaria, que es un programa que completa más de 800 mil familias.

El programa Resa (Red de Seguridad Alimentaria) ha logrado más de 800 mil familias y aquí en la Sierra es un ejemplo. Dos mil beneficiarios en la Sierra, inscritos en el programa de Seguridad Alimentaria.

Yo si quisiera que el mundo viniera a visitarlos amablemente a ustedes. Sé que aquí son renuentes; no les gusta mucho eso y eso hay que respertalo. Pero si vienen visitas amables, un turismo no agresivo, un turismo amable, un turismo ‘querendón’ del medio ambiente, respetuoso de las costumbres de nuestras comunidades indígenas, eso puede ser bueno para Colombia y bueno para la comunidad.

Es todo lo que tengo para decirles. Quisiera no tener que hablar yo, sino que hablara mi corazón, porque los quiero mucho. Les tengo mucho afecto. Quisiera que la Patria toda se recuperara como se ha venido recuperando la Sierra.

Esto nos da la razón de por qué queremos una Colombia sin terrorismo. Comparen ustedes, cuál es la Sierra que se prefiere: ¿la sierra de guerrillas, paramilitares y coca o la sierra de este cordón ambiental, de este regreso de las comunidades indígenas a su tranquilidad ancestral; la sierra revegetalizada? Qué sierra se prefiere: ¿la sierra de las quemas y de la destrucción del bosque para sembrar coca o esta Sierra que nuevamente se va llenando de árboles, se va revegetalizando, gracias al avance de la seguridad?

Ahí quedan unas comparaciones importantes. Agradezco a mis compatriotas haberme permitido estar estos años en la Presidencia de la República. Yo hoy quiero agradecerles haber tenido la posibilidad de trabajar con tantos compatriotas, encabezados por Diego, el Gobernador, las Fuerzas Armadas, en este bello proyecto de la Sierra.

Entonces, me voy para el río, hay que cuidarlo. Y dentro de poco aquí les vengo con un neumático a embarcarme hasta el mar. Te vas a encartar conmigo porque aquí me voy a traer una hamaca y me voy a quedar dos días.

Muchas gracias a todos”.

 
     
 
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
   
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