“Este Consejo Comunitario, que es corto, iba a empezar mucho más temprano, pero las condiciones del aeropuerto no nos permitieron, las condiciones meteorológicas.

Quiero agradecer a las Fuerzas Armadas, al señor general Óscar Naranjo, Director General de la Policía, a los comandantes regionales y locales y a toda la Fuerza Pública, el esfuerzo que están haciendo para que rescatemos tres personas que fueron secuestradas en el departamento y que hacen parte de las firmas que están construyendo las carreteras del Chocó.

Nuestra acción tiene que ser una acción con total determinación para rescatarlos.

Nosotros necesitamos derrotar el secuestro y al mismo tiempo impedir que haga costumbre ahora aquello de secuestrar los ingenieros que están haciendo las grandes vías de Colombia.

Un país que está empezando un gran proyecto de infraestructura, de vías de competitividad, si los dejamos secuestrar se frustra ese proyecto.

O sea que esto que se está haciendo para derrotar estos secuestradores y para rescatar estos secuestrados es fundamental.

Le agradecemos, General, a usted, a todos los comandantes, a las Fuerzas que lo acompañan, y confiamos que ese rescate se va a dar y no muy demorado.

Hasta el último día del Gobierno, apreciados compatriotas, persiguiendo con toda al ardentía a la delincuencia, como tiene que ser.

Vamos a darle un aplauso a las Fuerzas Armadas.

En mis conversaciones recientes con la comunidad siempre llega el tema de la Gobernación. Les voy a hablar con cariño y con mucha sinceridad.

Yo sé que hay protestas por la designación del Gobernador encargado (Antonio Gómez Rodríguez).

Bueno, pero algunos se me quejaron en las emisoras, aquí ahora.

Voy a hablarles con cariño y con mucha franqueza. Este señor es nacido en el Chocó, su madre es chocoana, es un médico muy prestante vinculado a la Fundación Santafé de Bogotá.

¿Nos conocíamos antes, doctor Antonio? ¿Nos habíamos reunido antes?

Llegaron a la Presidencia de la República una serie de personalidades del Chocó, cívicas, honorables, me dijeron: ‘¿Por qué no encarga a Juan Guillermo Ángel?’.

Les dije: El doctor Juan Guillermo tiene ahora un proyecto. Y me puse a oírlos y a oírlos y a oírlos y dije: Doctor Antonio ¿usted por qué no se va y le presta ese servicio a su tierra? Usted nació allá, la quiere, les sirve, cuánto les puede ayudar.

Yo le voy a pedir a los dirigentes políticos que lo apoyen, y a la comunidad. Que este señor, que es un señor honorable, cívico, que es garantía de transparencia porque es que la corrupción no se derrota con discursos ni diciendo que los demás son los malos, la corrupción se derrota con hechos, con los hechos de nosotros en el Chocó.

Que no nos ha temblado la mano para intervenir la educación, no nos ha temblado la mano para intervenir la salud y no nos ha temblado la mano para nombrar como Gobernador un ciudadano ajeno, ajeno a cualquier problema de corrupción.

Es importante tener en cuenta eso, tener en cuenta eso, porque la verdad es que yo no vivo cacaraqueando el tema de la moral. Ese es un tema donde uno tiene que respetar a los seres humanos, pero cada que a uno le dan la oportunidad hay que practicarla.

Un día nos dijeron: ‘Hay estos problemas en la educación del Chocó’. La intervinimos sin que nos temblara la mano; ‘hay estos problemas de la salud’, está intervenida sin que nos tiemble la mano.

Y hay que nombrar, porque han suspendido al señor Gobernador elegido, una persona del mayor rigor moral, no lo vacilamos.

Pero como la lucha contra la corrupción nos tiene que unir a todos y no dividir, yo vengo a proponerles que el Gobernador se una con toda la comunidad y toda la comunidad con el Gobernador; que no haya enfrentamientos ni radicalidad sino una gran unión alrededor de una administración transparente para el Chocó ¿Les parece?

Tengo que decirles un motivo de contento: A mí me gustó más el nuevo aeropuerto de Quibdó que el nuevo aeropuerto de Miami, que el aeropuerto de Nueva York, que el aeropuerto de París. Hay que decirles a los colombianos que se hizo un aeropuerto aquí bellísimo.

Gracias Ministro (de Transporte) y gracias director de Aerocivil.

Y entonces me dirán: ‘¿Pero cómo le gustó más este que el de Nueva York?´.

Claro, el de Nueva York es más grande, este es pequeño pero este es más moderno.

¡Qué belleza de aeropuerto!

Claro, limpio, cálido, agradable. Y me gustó también más por otra bobadita: porque ni el pueblo de Nueva York ni el pueblo de París ni el pueblo de la cochinchina tiene la calidez y el afecto del pueblo chocoano.

Ese es un aeropuerto muy bello, con todos los materiales modernos, un ejemplo para el país, pero además para el pueblo más noble y más afectuoso del mundo, que es el pueblo que integran mis compatriotas chocoanos.

Que ese aeropuerto sirva, nos dé la indicación de que todo lo tenemos que hacer bien hecho, honorablemente, que quede bueno ¿no les parece?

Que sea un ejemplo

¿Cómo se llama ese aeropuerto? ¿Caraño? ¿Qué quiere decir eso?

Yo no sé si cambiarle nombre o agregarle un nombre

¿Por qué no lo ponen aeropuerto ‘el buen ejemplo’, aeropuerto ‘Caraño, el bueno ejemplo?

Déjenle los dos nombres. Un buen ejemplo de que las cosas se pueden hacer bien, que si se hacen honorablemente quedan mejor y que eso es un buen ejemplo para que un día Quibdó tenga todas las casas con la dignidad de ese aeropuerto, para que todas las obras del Chocó queden bien hechas, como está quedando ese aeropuerto.

Ese aeropuerto es un buen ejemplo.

Piénsenlo, déjenle los dos nombres: Aeropuerto Caraño, buen ejemplo. O aeropuerto buen ejemplo de Caraño. Los dos, súmenlos.

¿Quiénes van a pensar eso? Piénsenlo. A ustedes no les parece que es bueno tener una obra así de bonita, que sea un buen ejemplo de cómo quedan bien las cosas cuando se hacen honorablemente.

 Eso queda: aeropuerto ‘buen ejemplo’.

Deben poner ahí una leyenda que diga: ‘Álvaro Uribe, pocos días antes de terminar la Presidencia, le propuso al pueblo del Chocó, con todo afecto, que este aeropuerto sirviera de buen ejemplo para que todo quede bien hecho haciéndolo honorablemente’.

Ahí les digo pues. Ustedes me pelean mucho, pero yo los quiero mucho.

Les dejo esa inquietud. Entonces, a lo que vamos”.