“Nos complace mucho al señor Canciller (Jaime Bermúdez) y a mi persona imponer la Orden Nacional al Mérito a dos distinguidos empresarios de nacionalidad peruana, pero adoptados en buena parte de esta América Latina y con mucho afecto en Colombia.
Estas dos patrias han labrado una historia común. Cuando en las madrugadas y en las noches, y de pronto en un viaje de avión, pude completar hacer poco el libro del historiador inglés John Linch sobre el General San Martín, el protector de Lima, las reflexiones son muchas. La historia quiso separarlos a él y al Libertador Bolívar, pero la tarea fue complementaria y se necesitó la de ambos para esta América Latina.
¿Qué hubiera hecho esta región andina sin Bolívar y qué hubiera hecho el sur del continente y el Perú sin el General San Martín? Uno les encuentra muchas más identificaciones que desavenencias. Los dos creyeron en la necesidad de tener un Gobierno fuerte, no porque estuvieran convencidos de que fuera necesario suprimir libertades o instaurar dictaduras o traer monarcas europeos, sino porque las rencillas feudales entre nosotros mismos imponían eso.
El recorrido de nuestros pueblos ha sido un recorrido de absoluta hermandad. La verdad es que esa hermandad se ha fortalecido mucho en los últimos años, y las circunstancias nos han obligado a hacerlo.
Nosotros los colombianos celebramos por allá en los años 60 el nacimiento de lo que hoy es la Comunidad Andina (CAN). Acudieron el Presidente (Fernando) Belaúnde Terry, del Perú; el Presidente Carlos Lleras, de Colombia; el Presidente Raúl Leoni, de Venezuela, y el Presidente Eduardo Frey, de Chile. No recuerdo el mandatario boliviano que concurrió a la suscripción de los acuerdos del entonces Pacto Andino.
Y ese fue un momento muy importante. Pero en los últimos años las circunstancias difíciles de la región han obligado a que Colombia y Perú tengamos que hacer un recorrido, bastante solitarios.
Quiero destacar muchos valores del Perú: hoy es un ejemplo su economía. La verdad es que ya no espero con tanta expectativa el resultado mensual del crecimiento económico de China e India sino el del Perú. Creo que el Perú está ingresando a ser un gran motor jalonador de la economía continental. Esos crecimientos económicos que tuvo hasta hace dos años y ese rebote de ahora, ya con crecimientos superiores al 9 por ciento mensual, es una maravilla.
Nosotros los colombianos hemos procurado adelantar una política para profundizar la confianza en el país, avanzando en seguridad, en condiciones de inversión, en política social. El Perú se ha constituido en un gran ejemplo para generar confianza en condiciones de inversión. Magnífico.
Qué bueno uno no tener que estar acudiendo al ejemplo de los países del Norte sino al ejemplo de su hermano. Los colombianos hoy en materia de crear condiciones de inversión, no necesitamos ni mirar qué pasó en Asia, qué pasó en Singapur, sino qué ha ocurrido en el Perú, que se ha convertido en un factor tan importante de atracción de inversión, y con mucho talento. Porque es imposible superar los niveles de pobreza, de desempleo e informalidad si no hay una tasa elevada y sostenida de inversión. Y el Perú ha venido dando un gran ejemplo.
Y en eso juegan mucho los empresarios. Cuando colapsó Unión Soviética, hubo mucha dificultad en recuperar sectores económicos y se estudió mucho qué pasaba en el campo soviético, que no se recuperaba. Y algún estudioso hizo un análisis bien interesante que concluyó con esto: Lenin todavía tuvo el acierto de no exterminar a los productores del campo. Stalin sí lo hizo. Estatizó toda la agricultura. Y cuando Gorbachov quiso regresar la agricultura a los campesinos, a los empresarios soviéticos, ya no encontró a quien. ¿Cuál era la moraleja de esa tesis? Es muy fácil destruir la clase empresarial y muy difícil reconstruirla.
Qué bueno para América Latina tener empresarios como nuestros condecorados hoy.
Don Juan Fernando Belmont Anderson. Este decreto lo hemos firmado el Canciller y mi persona, pero han querido firmarlo otros 300 mil colombianos, en representación de 47 millones de ciudadanos de este país; las 300 mil mujeres colombianas, casi todas madres cabeza de familia que han tenido, en esa magnífica idea, en ese multinivel, en ese sistema de permitir que la base de la pirámide resuelva sus problemas de ingreso, han querido firmarlo esas 300 mil mujeres.
Cuando usted vaya a repasar el decreto de la Orden Nacional al Mérito que le entrega su pueblo hermano de Colombia, por favor no lea la firma del Canciller ni la mía; sepa que de corazón ahí esta la firma de 300 mil mujeres colombianas que sienten inmensa gratitud con usted.
Muy apreciado Don Mario (Augusto Brescia Cafferata): qué bueno para el continente tener empresarios como usted. Y con esa dimensión y con ese vigor y trabajando en tantos sectores diferentes. Yo le agradezco inmensamente su vinculación a Colombia. Nos ayuda mucho.
Muchos ciudadanos dicen: ¿por qué Colombia, en la misma cordillera de Perú y Chile, no ha producido minerales, si tiene que tener las mismas vetas, los mismos mantos de minerales que van recorriendo subterráneamente la Cordillera de los Andes? Porque la violencia en Colombia no había dejado explorar sino el 13 por ciento del territorio.
Siguiendo el ejemplo de Perú, el ejemplo de Chile, el ejemplo de empresarios como ustedes, aquí se está haciendo un esfuerzo a ver cómo podemos rápidamente tener explorado el 40 por ciento del territorio, en la seguridad de que esas vetas se prolongan por la Cordillera de los Andes hasta nuestro país.
Muchas gracias por su confianza en Colombia. Yo les he dicho en muchas ocasiones a mis compatriotas que en unas economías recientemente integradas a la economía internacional, lo único que genera empleo de buena calidad es la inversión, y que es imposible distinguir entre estímulos a la inversión y estímulos al empleo. Si uno afecta, por ejemplo, la competitividad de las empresas, so pretexto de darles estímulos al empleo, termina sin empleo.
Hay que estimular es la inversión, en la seguridad de que una inversión competitiva es la que genera los mejores empleos con afiliación a la seguridad social, empleos formales, empleos de alta calidad. Muchas gracias, Don Mario, por ayudarnos a eso.
Muy distinguidos parlamentarios del Perú: a través de ustedes y de estos dos ciudadanos de nuestra América Latina, que con todo afecto hoy condecoramos en nombre del pueblo colombiano, quiero hacer llegar una gratitud al Perú por lo que está haciendo, por el ejemplo que nos ha dado en el crecimiento de su economía, y por otra cosa: el Perú superó más rápido que nosotros los obstáculos del viejo fundamentalismo político que impedían buscar mercados. Cerró más rápido que nosotros la negociación con los Estados Unidos y hoy están aplicando ese tratado. Nosotros todavía lo tenemos congelado en el Congreso norteamericano.
Y el Perú nos puso ahora un paso muy importante en la negociación con la Unión Europea: no obstante las dificultades con otros hermanos andinos, que finalmente, por diferentes razones que respetamos, no quisieron participar en esa reunión, en esa negociación, el Perú fue nuestro compañero y nuestro jalonador. Quiero expresarle toda la gratitud al hermano pueblo peruano, a sus instituciones, al Presidente Alan García, al Congreso del Perú.
Nuestros pueblos tienen que tener muchos mercados. Si los padres de la Comunidad Andina vivieran hoy, seguramente ellos nos habrían dicho que la Comunidad Andina no era para que tuviéramos una economía cerrada entre nosotros, sino que nosotros nos juntáramos como bloque para abrirnos a todo el mundo. Y creo que Colombia y Perú han venido interpretando eso cabalmente. Muchas gracias a todos ustedes.
Llevan ustedes la Orden al Nacional al Mérito, como un reconocimiento de Colombia a dos empresarios magníficos del continente, hijos del Perú, que nos honran a todos y que le producen a nuestros pueblos inmensos beneficios.
Recordemos: es un recurso muy importante para cuidar el empresariado con ética, y ustedes lo representan con creces. Ustedes son unos ejemplares sobresalientes del empresariado con ética de nuestra América Latina. Muchas gracias”. |