Palabras del Presidente Uribe en la entrega del certificado de inclusión de las procesiones de Semana Santa de Popayán en la lista de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad

 
Marzo 23 de 2010 (Bogotá)
 
 

“Hemos anticipado la Semana Santa de Popayán. Este sábado será el octavo y el último, cuando en ejercicio de la Presidencia de la República he asistido a Popayán en compañía del equipo de Gobierno, para el Consejo Comunitario, que ha servido también para rendirle nuestro culto de admiración a la ciudad, y para comprometer más a cada uno de nosotros en la tarea de servir bien a esa gran ciudad y a esa gran tierra. Y también para invitar a los colombianos a acudir a la Semana Santa más bella del mundo.

Han sido unos años que nos han permitido recuperar el más tranquilo peregrinaje de los compatriotas a esa tierra, a ese profundo encuentro con la fe, que se da con motivo de la Semana Santa en Popayán.

Ahora, nos hemos anticipado a aquel, el próximo, que será el último sábado. Por generosa decisión de ustedes, la Presidencia de la República se honra en presentar esta apertura de la Semana Santa de Popayán desde la Casa de Nariño, para invitar a todos los colombianos a sumarse esa reiteración de la fe.

Hoy, con un motivo mediante el cual la humanidad reconoce a Popayán, le entrega la certificación de la Unesco, que incluye las procesiones en Popayán como un componente del Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Nuestro país ya tiene cuatro, encabezados por las procesiones de Popayán, el Festival de los compatriotas negros y de los compatriotas blancos en Pasto, el Carnaval de Barranquilla.

Creo que allí hay un gran avance. Qué bueno poder saber que las procesiones de Popayán, que se han mantenido en alza durante más de 400 años, tienen ese reconocimiento de la humanidad.

Primero, quiero agradecerles a ustedes, y quiero darle una sentida gratitud por su entusiasmo en esta tarea a la Ministra de la Cultura (Paula Marcela Moreno), hija del Cauca, quien, no obstante su juventud, gracias a su prematura madurez, ha cumplido con una gran tarea al frente del Ministerio de la Cultura; agradecer a sus colaboradores, a usted doctor Juan Luis (Isaza, Director del Patrimonio del Ministerio de Cultura), al que tanto debemos los colombianos.

Cuando yo veo la memoria de la Unesco sobre los patrimonios inmateriales, no son muchos en el mundo, para que Colombia tenga cuatro, incluido el de San Basilio de Palenque. Eso de debe a la lucha de nuestros compatriotas para conservarlos, y al esfuerzo de ustedes en el Ministerio de Cultura para presentarlos y defenderlos antes la Unesco.

Quiero agradecer inmensamente que en esta oportunidad recibamos el libro sobre Medicina Interna de la Universidad del Cauca. En estos años de Gobierno ha sido grato poder concurrir a colaborar para que la Universidad del Cauca supere sus asfixias financieras, tenga tranquilidad financiera y pueda dedicarse, sin esas angustias, a la tarea que le corresponde, la tarea de la ciencia.

Presidente agradece imposición de la Alcayata de Oro

Quiero agradecerles inmensamente esta condecoración. Yo me he sonrojado cuando mis compañeros de prensa leían la razón de ser la Alcayata (de Oro), para honrar a quienes han sido cargueros 35 años. Yo solamente he sido animador durante ocho sábados. O sea que quedo en deuda con ustedes. Escriban a ver qué tengo que hacer en el futuro, que yo soy buen deudor. Por lo menos cuenten que el resto de mi vida profesaré admiración por el Cauca, por Popayán, y afecto y respeto profundo por mis compatriotas payaneses y caucanos. Cada vez que voy a esa tierra la disfruto en el alma, me produce un no sé qué difícil de explicar.

Esta sábado acudiré allí con una tristeza, que ha muerto un gran amigo, don Luis Eduardo Garrido, y me dejó una herencia. Me dejó la herencia de las granadillas de Popayán. Hace 20 días, días antes de la muerte, llamó a decir que ya me las estaba recogiendo. Señores embajadores, ¡las mejores del mundo!

Ese Cauca tiene un no sé qué: sus paisajes, todos; el Pacífico caucano, su selva; esa cordillera occidental; esa meseta de Popayán; la cordillera; esa fábrica de agua, ese gran Macizo Colombiano. Los paisajes del Cauca tienen encanto, pero encanto profundo.

Las comidas. Y lo vuelven a uno muy exigente, porque ya no hay parroquia que le dé a uno gusto con las empanadas, después de disfrutar las empanadas de pipián; ya no hay restaurante que le dé a uno gusto con los tamales, después de disfrutar los de pipián.

Yo de viejo me he vuelto remilgado con las comidas. Me había formado en la disciplina de que me gustaran todas las comidas y comía de todo. Y ya cuando me notan remilgón con una sopa, contesto: es que no es de carantanta.

¿Cómo se llama la iglesita que está en un alto desde la cual uno divisa la Ciudad Blanca?

Yo no soy turista. Yo soy afectuoso andariego por las calles de mi Patria. Pero yo sí creo que esa es una de las vistas más bonitas del mundo. A uno no le provoca bajarse de esa iglesita, sino quedarse allí, encontrándose con el alma, con los compatriotas, y teniendo la vista fija en ese observatorio tan bello que es Popayán, con sus calles blancas y ordenadas.

Tan bella la ciudad, tan bello el Cauca.

Esta Semana Santa la han sostenido ustedes en medio de mucha adversidad. Adversidad que esa tierra grande de la Patria va superando.

Les agradezco inmensamente que le hagan este gran honor a la Presidencia de la República, de la lanzar aquí las procesiones.

Y admirable. Eso es increíble. Tiene que contárselo a uno un interlocutor serio para creerlo o vivirlo: que esa música se escucha en la calle como si se estuviera en el salón de mejor acústica. Es difícil de encontrarlo en una ciudad diferente a Popayán, que la música que se ha compuesto especialmente para su Semana Santa, para sus pasos, como esta que ahora escuchamos, la Sagrada Mortaja, para la procesión del Santo Sepulcro, se escuche en las calles de Popayán como en el salón de mejor acústica.

La disciplina de los niñitos y de los mayores; la fe de toda la ciudadanía, de los residentes y de los visitantes.

Estábamos pasados en el tiempo. La Unesco (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) tarda, pero llegó a reconocer este gran aporte de Popayán a la fe del mundo.

Muchas gracias a todos.

Eminentísimo Cardenal (Nuncio Apostólico, Monseñor Aldo Cavalli), representante de su Santidad; excelentísimo Arzobispo (de Popayán, Monseñor Iván Antonio Marín); señor Gobernador (del Cauca, Guillermo González Mosquera), señor Alcalde (de Popayán, Ramiro Antonio Navia); señor Presidente de la Junta (Pro Semana Santa de Popayán, Felipe Velasco); muy apreciados parlamentarios; muy apreciados representantes de la Universidad; muy apreciados integrantes del cuerpo diplomático. Apreciada Ministra (de Cultura, Paula Marcela Moreno), Juan Luis (Isaza, Director del Patrimonio del MinCultura), equipo del Ministerio. A todos, muchas gracias.

Ojalá este año no sean 100 mil personas, sino muchas más las que visiten Popayán.

En la revisión de las noticias, unas buenas, otras no tan buenas. Hoy lo estábamos viendo. Todavía en curso el proceso de la electrificación después de que tuvimos un fracaso. Pero una buena para el sábado: que ya se ha despejado el camino del centro de convenciones que bastante falta le hace a la cuidad.

Yo pienso que la ciudad necesita otros pasos. La ciudad necesita un gran esfuerzo adicional en hotelería.

Quisiera, en los cuatro meses restantes del Gobierno, poder llevar unos inversionistas de hoteles a Popayán. Que la Ministra me ayude con el Viceministro de Turismo (Óscar Rueda); que la ciudad va a necesitar un gran esfuerzo en hotelería. Entender que el centro de convenciones es apenas una primera parte, y tratar de que su turismo no gire alrededor solamente de la Semana Santa. Qué bueno que se pudiera organizar en la ciudad muchísimos eventos, las semanas antes y las semanas después.

La verdad es que no solamente la ciudad tiene un Patrimonio Inmaterial de talla mundial, sino que la ciudad es de talla mundial.

Muchos turistas del mundo, de aquellos, por ejemplo que van a Antigua en Guatemala, cuál sería su positivo asombro si visitaran Popayán. Tenemos que promoverla más.

Propongámonos por lo menos para estos 135 días que faltan de Gobierno llevar un conjunto importante de inversionistas en la parte turística para que miren Popayán y miren las bellezas de ese gran departamento que es el Cauca.

A todos, muchas gracias”.

El único merecimiento que yo tengo para la Alcayata es que soy un entusiasta de Popayán, del Cauca y de su ciudadanía. De resto, como carguero, quedo en deuda.

Muchas gracias”.
 
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