Año 2006 | 2007 |
AÑO 2007
 

ENTREVISTA DEL PRESIDENTE URIBE A RADIOSUCESOS RCN
Enero 17 de 2007

Juan Gossaín, director de Noticias de Radiosucesos RCN: Señor Presidente, tenga usted muy buenos días y reciba nuestro cordial saludo.

Presidente de la República, Álvaro Uribe Vélez: Juan, muy buenos días a usted, a todos sus compañeros de RCN y a todos los compatriotas que nos escuchan a esta hora.

Pregunta: Para ir con los temas del día, acabamos de informar, hace apenas 30 segundos desde Cali, señor Presidente, que siguen aumentando, que siguen creciendo los hallazgos de caletas o escondrijos de dinero en efectivo, dólares, euros, pesos, llegan ya a 42 millones de dólares las cifras decomisadas. ¿Esto es un plan especial de las autoridades, qué información le han entregado ellas a usted, señor Presidente?

Presidente de la República: Bueno, Juan, primero quiero felicitar este procedimiento que viene adelantando la Policía, al Comandante de la Policía, el señor general Castro, al director de la Inteligencia Judicial de la Policía, general Óscar Naranjo.

La determinación política nuestra es que Colombia tiene que ser un país sin guerrilla, sin paramilitares, sin narcotráfico, sin corrupción. Y tenemos que avanzar totalmente, pero totalmente, en la derrota de la droga en todas sus fases: en la fase de la producción, de la transformación, del comercio, del lavado de activos, de los precursores químicos. Y hace parte de eso.

Nos hemos propuesto que el año 2007 sea un año de sustancial avance de nuestra Patria en ese propósito de tener una nación sin esas plagas, una nación sin guerrilla, sin paramilitares, sin narcotráfico, sin corrupción, una nación que avance por un camino de prosperidad, armonía y transparencia.

Pregunta: El otro gran tema del día, sin duda, y de muchos días, señor presidente Uribe, es la versión libre que está presentando, entregando a la Unidad de Justicia y Paz de la Fiscalía el señor Salvatore Mancuso en Medellín. ¿Por qué cree usted, señor presidente Uribe, que Mancuso asegura que presionó el voto a favor de usted en las elecciones del 2002?

Presidente de la República: ¿Dígame cuál fue la declaración de él en ese sentido.

Pregunta: Que habían presionado.

Presidente de la República: ¿Presionado?

Pregunta: Sí, señor. Que habían incluso financiado.

Presidente de la República: Lo que trajeron a mí ayer fue distinto, Juan.

JG: Señor…

Presidente de la República:
Primera noticia que tengo de que él haya dicho que presionaron un voto en favor mío. Yo creo que sería bueno que ustedes miraran exactamente cuál fue la versión. Pero a mí me parece que está bien que digan todo lo que tengan que decir. De mí, le repito lo que les he dicho a los colombianos en una larga carrera política: yo he tenido una actitud totalmente definida contra las guerrillas, y así se demostró en la Gobernación de Antioquia, y eso fue muy claro en mi candidatura presidencial. Pero una actitud en pro de la institucionalidad colombiana. No he sido partidario de enfrentar a criminales con criminales. Por eso nuestro esfuerzo de fortalecer la institucionalidad y de tener un país sin guerrilla y sin paramilitares.

Le repito: jamás he tenido contacto con los paramilitares. No los conozco.

Al país le dije cuando era oportuno, en los procesos electorales, que el único conocimiento que había tenido de ellos era que mucho antes, mucho antes de que él fuera paramilitar, lo vi tal vez, ocasionalmente, una o dos veces en Montería, sin ser amigo de él, al señor Mancuso. Y no he hecho campañas con ellos, no he sido amigo de ellos, no he tenido reuniones con ellos, no mandé emisarios a hablar con ellos. Y yo le rogaría a usted mirar la versión porque el informe que me trajeron ayer a mí no hablan de la palabra presionar.

Pregunta: Aquí la tengo, señor Presidente, he buscado detenidamente la palabra exacta, el adjetivo, los verbos precisos. Algunos medios hablan de presión, pero lo que encuentro en la declaración es que Mancuso dice que las autodefensas sugirieron votar a favor suyo.

Presidente dela República: La verdad es que todos esos departamentos yo perdí. Perdí abrumadoramente en Córdoba en el 2002. En las zonas de Antioquia que perdí fue en las zonas de paramilitares: en Urabá y en el Bajo Cauca. Perdí ampliamente en Sucre. En el Cesar perdí ampliamente, en La Guajira. Gané en el departamento del Magdalena, creo que por siete, ocho mil votos. En todos los otros sitios perdí. Y la verdad es que, le repito, eso es todo lo que tengo que decir: jamás, jamás he tenido un contacto con ellos, jamás he tenido una reunión con ellos, jamás les mandé emisarios. Ellos conocieron mi discurso público, un discurso frontal contra las guerrillas y claro en favor de la institucionalidad. Dije muy claramente: un país sin guerrilla, un país sin paramilitares.

Ahora, me parece que muy importante que sea la justicia la que mire todo esto. Para eso el Gobierno impulsó lo que se llama la Ley de Justicia y Paz, que celebro que esté en plena aplicación.

Pregunta: En ese mismo sentido, señor Presidente, las declaraciones de Mancuso pues estremecen en la búsqueda de la paz y de la verdad en Colombia. Y Mancuso dijo que hubo militares, como el desaparecido general Alfonso Manosalva, que ayudaron a perpetrar masacres, como la del Aro, y que las autodefensas giraban mil millones de pesos mensuales a la Policía en Córdoba para supuestas tareas de inteligencia. ¿Cómo interpreta usted también ese pronunciamiento, que es una verdadera revelación, en aras de la verdad de lo que pasó con el paramilitarismo en Colombia?

Presidente de la República: Si eso fue verdad, que se tomen todas las decisiones. Yo creo que nada tengo que agregar a lo que ha dicho el señor general Padilla de León. El Gobierno y las Fuerzas Militares y de Policía lo que esperamos es la verdad, y aplicar todos los correctivos, que se vienen aplicando. Es muy importante mirar cuándo se sucedieron esos hechos y qué es lo que ha hecho este Gobierno nuestro para restablecer la institucionalidad en Colombia.

Es muy importante mirar cómo unas declaraciones históricas tan hostiles de la oficina del Comisionado de Naciones Unidas en materia de Derechos Humanos contra el Gobierno colombiano, por primera vez empiezan a tener el reconocimiento de unos resultados muy, muy positivos. Yo creo que en el Gobierno nuestro el país lo que ha hecho es avanzar hacia la institucionalidad.

Yo recuerdo el 8 de agosto de 2002: yo había tomado posesión la tarde anterior de ese miércoles 7 de agosto. Antes de las seis de la mañana, cumpliendo la palabra, estaba en Valledupar, para lanzar allí todo el operativo de las fuerzas institucionales para regresarle a ese departamento la seguridad. Y empezamos a combatir por igual guerrilla y paramilitares. Y lo que se sorprende uno es que esos departamentos estaban llenos de paramilitares y de guerrilla. Entonces se había perdido la institucionalidad, el Estado colombiano era un Estado que había perdido su capacidad, que había perdido el ejercicio eficaz de sus competencias en esos departamentos. Y nosotros empezamos ese camino que ha sido muy difícil pero muy importante de rescate de la institucionalidad. Y yo creo que 25 millones de colombianos que se movilizaron ahora por todo el país, pudieron percibir cómo Colombia en este Gobierno, en estos años de gobierno, ha avanzado en el rescate de la institucionalidad.

Pero para volver a la pregunta, lo que busca el Gobierno, lo que se ha querido es que Colombia no tenga paramilitares, que Colombia no tenga guerrilla, que estos procesos, que son unos procesos de paz inducidos por una política de seguridad, pues el país conozca la verdad y aplique los correctivos que tenga que corregir.

Ahora, lo que hay que decirle al mundo (y a veces pienso por qué no se le dice suficientemente), es que este Gobierno tiene en la cárcel a los jefes del paramilitarismo. Eso es algo muy importante. Y que este Gobierno ha dicho: no más paramilitarismo. Aquí se les dio la oportunidad de un proceso de paz. Y que este Gobierno ha señalado como criminales, que no pueden tener connotaciones paramilitares, a quienes persistan en esa actividad, y que la única orden que se ha dado es la orden de desmantelarlos, con una muy determinante política de autoridad.

Pregunta: Presidente, ¿le preocupa que dentro de esa declaración de Salvatore Mancuso se hable de varias personas muertas sindicadas por él, como Carlos Castaño, Doble Cero, el general Manosalva? Varias de esas personas que él acusa están muertas.

Presidente de la República: A mí me gustaría que ustedes vieran las declaraciones que, en su momento, a la prensa (y están por ahí en video), daba Carlos Castaño sobre qué pensaban ellos de Álvaro Uribe, sobre cómo me descalificaban y decían que no se podía votar por mí, que porque yo era guerrerista, porque sabían a que se tenían que atener.

En cuanto a las declaraciones de Mancuso, déjeme, como Presidente de la República, simplemente ayudar a crear un ambiente para que la justicia cumpla su tarea. Nosotros presentamos un proyecto de ley al Congreso de la República, es hoy la ley de Justicia y Paz, es la ley que más ha avanzado en el mundo en el equilibrio entre justicia y paz.

Lo que hemos visto en muchos países del mundo es lo que vimos en Colombia antaño: que esos procesos de paz eran procesos de perdón y olvido, y pasaban del terrorismo al Congreso de la República o a aspirar a la Presidencia. Pasaban de incendiar el Palacio de Justicia con dineros del narcotráfico, a aspirar a los más altos cargos del Estado.

Ahora hay un proceso de paz, con unas sentencias reducidas, por supuesto, pero un proceso de paz sin impunidad, un proceso de paz que busca la verdad, un proceso de paz que además exige que entreguen los bienes para poder indemnizar a las víctimas. Es un proceso de paz, pero es además un proceso de justicia y de reparación.

El Gobierno lo que tiene que sentirse es contento de que por fin haya empezado el proceso para aplicar la ley de Justicia y Paz. Y digámosle al mundo: hoy los jefes paramilitares están en la cárcel, empezando a cumplir con una ley que, si bien les da unos beneficios como es la reducción de las sentencias, es una ley que no permite la impunidad, es una ley que estimula la verdad y es una ley que obliga a que entreguen los bienes para poder reparar a las víctimas.

Pregunta: Señor Presidente, acaba de usar usted la palabra clave: reparar a las víctimas, reparación ¿Cómo va a asegurarse su Gobierno, cómo va a asegurarse el Estado colombiano de que las autodefensas procedan realmente a resarcir a los familiares de las víctimas? En el caso de Mancuso, está echándole por lo general las culpas a personas muertas. ¿Entonces cómo resarcir a las víctimas y sus familias?

Presidente de la República: No, mire, lo que tienen que hacer es cumplir lo que manda la ley, y entregar esa riqueza que adquirieron en esas actividades, entregarla para ese Fondo de Reparación y allí hay una Comisión de Reparación, que debe definir el uso de esos bienes. Inclusive yo le estoy pidiendo a la Policía Nacional que con la Fiscalía tomen las medidas cautelares que haya que tomar, para poder interceptar todos esos bienes y poder dirigir esos bienes al Fondo de Reparación.

Pregunta: ¿Cómo analiza el hecho de que en el denominado escándalo de la parapolítica, la mayoría de los congresistas hoy cuestionados por sus presuntos nexos con los paramilitares hagan parte precisamente de la coalición que lo apoya a usted?

Presidente de la República: ¿Quién me está preguntando?

Pregunta: Juan Manuel Ruíz.

Presidente de la República: Muy bien, Juan Manuel. Veamos. Hablemos uno a uno de ellos. Ándame mencionando cada caso en particular.

Pregunta: Bueno, por ejemplo, se menciona el nombre de Álvaro Araújo.

Presidente de la República: Sí, Álvaro Araújo no me apoyó a mí en el 2002. Sería muy bueno que miraras esa circunstancia. Me vino a apoyar a mí ya mucho rato después de ser yo Presidente de la República. Yo llegué prácticamente con muy pocos congresistas, que me acompañaron en ese proceso electoral. Y me dediqué a buscar una coalición en el Congreso de la República, que era mi deber para poder tener gobernabilidad y aprobar las leyes, que han sido bastante benéficas para Colombia. En el 2002, y creo que la mayoría de los hechos que les imputan son anteriores, él no me apoyó. Y el Gobierno Nacional lo que ha hecho es estimular que la justicia esclarezca todo lo que tenga que esclarecer.

Sigue, porque es muy importante no lanzar esas especies genéricas sino mirar caso por caso y no olvidarse que este es el Gobierno que ha desmontado el paramilitarismo. No me vayan a poner ahora cortinas de humo frente a lo que hemos hecho, porque este es el Gobierno que ha dado de baja a cerca de 2 mil paramilitares y que tiene los paramilitares presos en la cárcel. Pero sigamos con la lista, Juan Manuel.

Pregunta: Por ejemplo, Dieb Maloof.

Presidente de la República: Dieb Maloof me apoyó a mí en el año 2002, es cierto.

Pregunta: Álvaro García.

Presidente de la República: Álvaro García no me apoyó a mí. Encontré el departamento de Sucre totalmente controlado en el Golfo de Morrosquillo por paramilitares y narcotráfico, en los Montes de María y en la sabanas de Sucre por Farc y narcotráfico.

Vaya hoy al departamento de Sucre para que vea como hemos avanzado. Gracias a nuestra política de seguridad, los paras, que con narcotráfico controlaban el Golfo de Morrosquillo, se tuvieron que desmovilizar. Y gracias a nuestra política de seguridad, hemos avanzado sustancialmente en la lucha contra las Farc en los Montes de María y en las sabanas de Sucre. Prueba de ello es que un proceso muy largo, un proceso con toda la dedicación y con toda la paciencia, hemos venido debilitando todos esos bandidos allá y se hizo posible la liberación del señor ex ministro Fernando Araújo. Pero siga con el listado.

Pregunta: Permítame decirle, señor Presidente, con el debido respeto, que la lista, ¿se acuerda usted?, la hicimos con usted uno por uno.

Presidente de la República: Claro, es que me parece que esto es repetitivo de Juan Manuel Ruíz, pero a mí me toca responder tantas veces cuantas me pregunten, Juan.

Pregunta: No, es que creo, señor Presidente, creo que la pregunta de Juan Manuel iba en otro sentido, levemente distinto. Permítame usted tratar de replanteársela. ¿Qué piensa usted, cómo va a afectar, por ejemplo, el trabajo legislativo, el hecho de que esos congresistas, la mayoría de los que están siendo investigados por hechos del pasado, del 2002, etcétera, sean hoy miembros de la coalición, hoy en el año 2007, miembros de la coalición que lo respalda a usted en el Congreso? Creo que en ese sentido era la pregunta.

Presidente de la República: No puede afectar el trabajo legislativo. Y de hecho hicimos un gran esfuerzo en la legislatura anterior, que fue una legislatura pródiga y muy importante para el país, y no se afectó. Y por eso estamos haciendo todos estos esfuerzos. Mire, la tarea de ayer fue una de las tareas más importantes de la historia reciente de la política colombiana: una coalición sentada, durante casi doce horas, examinando todos los temas programáticos y todos los temas de agenda legislativa.

A mí me hubiera gustado que el país hubiera visto en televisión y por directo y hubiera escuchado esa reunión. Nosotros tenemos toda la responsabilidad política para responderle bien al país. Y yo sé que nuestra coalición en el Congreso de la República va a continuar tramitando esta agenda.

Mire, analicemos las cosas por sus resultados, miremos lo que pasó en el período legislativo anterior. Todas esas premoniciones, todos esos anticipos, todos esos cantos de sirena: que no funcionaba la coalición, que no funcionaban las bancadas, que no se aprobaba la agenda legislativa, y toda se aprobó.

Y qué buena. Qué bueno ese gran avance en la ley de salud para Colombia, qué bueno ese gran avance en esa nueva ley que nos va a permitir acelerar la llegada en Colombia a la plena cobertura en el régimen subsidiado en salud.

Qué bueno ese primer período legislativo, que aprobó en primera ronda la reforma constitucional de transferencias, para fortalecer la descentralización sin arruinar a la Nación y ayudar a llegar a las plenas coberturas de educación, salud, agua potable.

Qué bueno lo que se aprobó en reforma tributaria. Colombia, cuando yo llegué a la Presidencia, había visto descender la inversión, como porcentaje del PIB, al 11,13 por ciento. Y la tiene ya en el 25. Eso es un gran avance. Y la reforma tributaria que aprobamos es un marco muy, muy estimulante para la inversión y el empleo en Colombia, porque donde usted la quiera mirar. Y como tiene aspectos tan importantes de justicia social, como lo del 4 por Mil, que se le perdona, quedan exentos del 4 por Mil, aquellos colombianos, en sus cuentas de ahorros, con movimientos mensuales hasta de 7 millones.

Y así podríamos seguir examinando todo lo que pasó. La nueva ley para los concordatos o para los casos de insolvencia. Y sigamos mirando todo lo que pasó en la legislatura anterior, que es de una gran importancia para el país.

Y ahora estamos preparando la nueva legislatura.

Pregunta: Señor Presidente, ¿le quedó algo por agregar de su respuesta anterior o puedo ir para que hablemos precisamente del tema político?

Presidente de la República: De mi respuesta anterior, simplemente decirles lo siguiente: la legislatura anterior fue una legislatura, en resultados, excelente para el país. Y confío que así sean las venideras. Por eso se está haciendo este trabajo, tan a conciencia, de política, de responsabilidad. Por ejemplo, la reunión de ayer no trató un solo tema burocrático. La reunión de ayer se dedicó a los temas fundamentales del país. Y eso es una garantía de que es una coalición que está trabajando con seriedad y que se propone a responderle al país con la agenda legislativa.

Ahora, todo lo que se les haya quedado entre el tintero sobre el paramilitarismo, pregúntenlo, porque este país ha cambiado mucho. Comparen ustedes las elecciones anteriores a mi Gobierno y las elecciones de ahora. Las únicas presiones que hubo en estas elecciones de mayo del año pasado, fueron presiones de las FARC, en algunos departamentos, contra mis electores para que no votaran por mí. Tal vez la generosa cantidad de votos que me dieron los colombianos, no dejó que esos detalles, tan graves para la democracia, se pudieran observar.

Pero es muy importante que el país compare cómo estaba la democracia con ese control de tantos grupos terroristas, y cómo hemos liberado la democracia, cómo hemos aplicado nuestra política de seguridad al rescate de la institucionalidad y al rescate de la democracia.

Eso es muy importante que el país lo mire y que la oposición recuerde dos cositas: primero, que es muy importante que se conozcan también todos los vínculos, de todos los sectores, con todos los grupos terroristas: las Farc, con ELN, con los paramilitares. Y que la oposición recuerde cómo era el país en el 2002 y antes, el proceso electoral que les tocó vivir en marzo y en mayo del año pasado, rodeados de plenas garantías, no retóricas, sino eficaces. Proceso electoral que les permitió recorrer todo el país tranquilamente, con eficaz protección del Estado.

Pregunta: Lo complazco con mucho gusto, señor Presidente, en la petición, en el llamado que no acaba de hacer a los periodistas de RCN: si tienen más preguntas sobre paramilitares o parapolítica, háganlo. Yo tengo esta, señor Presidente: ¿qué piensa usted de la posibilidad que ha surgido ahora en relación con que congresistas comprometidos y detenidos por la parapolítica, el paraescándalo, reciban el privilegio de la casa por cárcel?

Presidente de la República: No, Juan, mire, yo me comprometí, cuando era candidato a la Presidencia, que los privilegios carcelarios los acabaría, que esos clubes de cinco estrellas, donde había algunos presos en Colombia, se iban a acabar. Y lo cumplí. A los 15 días de ser Presidente, ya el doctor Fernando Londoño Hoyos, entonces Ministro del Interior y de Justicia, había hecho los traslados.

Ahora, una cosa es la ley, aquí hay unas leyes de la República que le dicen a los jueces, no al Gobierno sino a los jueces, en qué casos debe haber casa por cárcel. Pero este Gobierno en lo que al Gobierno corresponde, de manejo discrecional carcelario, eliminó ese tipo de privilegios. En eso nos mantenemos.

Otra cosa es que las cárceles tengan que ser decentes, otra cosa es que quienes están en las cárceles tengan derecho, que son parte de los derechos humanos, a que se les trate con toda la dignidad. Y por eso se ha venido, en este Gobierno, construyendo cárceles, mejorando las condiciones locativas de las cárceles, en una tarea de mejoramiento de las condiciones de los presos. Esta es una democracia, una democracia donde lo fundamental es la dignidad del ser humano, y hay que respetar por igual la dignidad del inocente y la dignidad de quien está preso.

Pregunta: Mancuso también dijo ante la Fiscalía en Medellín, que en la campaña electoral de 1998, es decir, cuatro años antes de la de usted, las Autodefensas en la primera vuelta forzaron a la gente, o sugirieron a la gente, o prohibieron o propusieron votar por Horacio Serpa, pero en la segunda por Andrés Pastrana. ¿Usted qué piensa de eso, usted que estaba ya en la política, aunque no fuera candidato?

Presidente de la República: No, Juan, ese año yo estaba en la Universidad de Oxford. En una situación de seguridad muy difícil, porque esos bandidos de las Farc y del ELN me tenían condenado a que me mataban antes de que saliera de la Gobernación de Antioquia, y me hicieron un sinnúmero de atentados. Regresé al país unos pocos días, en la segunda vuelta, a apoyar al doctor Horacio Serpa.

Pero voy a ser muy claro en esto, Juan. Primero, no entro en la discusión, dejémosle ese tema a la justicia. Segundo, como Presidente de los colombianos, en favor de la institucionalidad, la verdad me corresponde decir dos cosas: la primera, el señor ex presidente Andrés Pastrana ha tenido una vida política transparente, limpia, honrada, eso no se le puede afectar. La segunda, el doctor Horacio Serpa, ex Ministro, ex Procurador, ex Embajador en la OEA, ha sido un hombre honesto, independientemente de cualquier desacuerdo, de cualquier crítica que me hagan a mí, de lo que un día exprese el doctor Horacio Serpa o al otro día, yo tengo que cumplir mi deber, como Presidente de los colombianos, y decir que estos procesos de paz no pueden servir para mancillar el liderazgo que ha tenido el doctor Andrés Pastrana o para maltratar el liderazgo que ha tenido el doctor Horacio Serpa.

Cualquiera sea las cosas que diga el doctor Horacio Serpa contra mí, a mí me corresponde mantener la objetividad y la serenidad. La carrera política de Horacio Serpa ha sido una carrera honesta.

Pregunta: Justamente sobre eso quería preguntarle, señor Presidente, porque Horacio Serpa, cuando ha sido contendor suyo en elecciones presidenciales ha dicho que usted es el candidato de los paramilitares.

Presidente de la República: Que diga lo que quiera, mi querida Vicky, cuántas cosas han dicho y la vida se encarga de irlo serenando a uno. Por fortuna, a pesar de que no soy el más sereno, en esas campañas procedí con todo respeto e hice valer mis tesis, pero no maltraté las personas. He procurado, en mi propio, caso estimular una tesis: la tesis de que el debate tiene que ser un debate de ideas, pero de profundo respeto personal.

Cualquier cosa que haya dicho el doctor Horacio Serpa, no me lleva a cambiar lo que pienso sobre él, y que lo tengo que decir en este momento, porque de no decirlo yo, de ponerme a calcular, le haría un mal al país. Tengo que decir claramente, frente a estas declaraciones judiciales ante los jueces, que han salido a la luz pública, que, como Presidente de la República, reitero mi concepto de que la carrera política del doctor Horacio Serpa ha sido una carrera honesta, y que no se puede entrar a mancillar la carrera del señor ex Presidente Andrés Pastrana.

Pregunta: Me pareció oírle o le oí mal, señor Presidente: ¿usted dice de sí mismo que no es el más sereno de los dirigentes colombianos?

Presidente de la República: Sí, Juan, usted sabe que yo soy combatiente. De pronto me jalonan las energías, pero todos los días le ruego al Espíritu Santo que me dé serenidad, Juan.

Pregunta: ¿Y el Espíritu Santo le ha respondido?

Presidente de la República: Hombre, por lo menos me recuerda a cada minuto que la tengo que buscar. Yo vivo buscando la serenidad. De pronto uno no la encuentro en todos los casos, pero sí he procurado ser muy cuidadoso en aquello de adelantar los debates políticos. Que sean debates que no maltraten a las personas, y creo que lo hice en las dos campañas presidenciales. Tuve inalterado respeto por quienes compitieron conmigo por la Presidencia de la República.

Pregunta: Mire, señor Presidente, mi compañero Javier Ayala le tiene una pregunta. Son tantos los temas, para que entremos un poco en el tema de la política de la actualidad. Si se nos ocurre algo nuevo sobre paramilitarismo, volveremos sobre el tema, complaciendo la sugerencia que usted ha hecho, pero por lo pronto Javier y la política.

Presidente de la República: Juan, complaciendo mi sugerencia no, respetando yo el deber periodístico de ustedes. Ustedes saben que de pronto hay cosas que no contesto, pero nunca he irrespetado a un periodista diciéndole: no me pregunte aquello, sí me pregunte aquello. Ustedes me preguntan lo que quieran. Hay veces que por asuntos de interés nacional, tengo que ser muy prudente en las respuestas, y hay veces que he tenido que ser, por asuntos de interés público, elusivo. Pero todos estos temas, en la medida de lo posible se responden y con claridad.

Pregunta: Ayer, en un acto académico, el empresario Julio Mario Santodomingo, al entregar una ayuda a la Universidad de Los Andes, dijo que él sería partidario de promover una nueva reelección suya para un tercer periodo consecutivo. ¿Usted cómo ve esas propuestas que se empiezan a hacer ahora, cuando apenas está iniciándose su segundo mandato?

Presidente de la República: Por Dios, Javier, esos son temas a los cuales ni me quiero referir. Aquí lo que estamos es trabajando para que estos tres años y medio que nos quedan, sean años muy buenos para Colombia.

Yo sueño que nosotros cumplamos la meta de un país con plena cobertura educativa, un país con millón y medio de Familias en Acción, un país con un Banca de Oportunidades con cinco millones de microcréditos, un país con plena cobertura en salud. Sueño un país donde crezca mucho la economía, pero en función de la dignidad del ser humano. Un país que ya ha reducido la pobreza del 60 al 52, vamos a ver el nuevo dato que nos da, y que la tiene que entregar en el 2010 en el 35.

Usted sabe, Javier, que estamos en el propósito del Gobierno, simplemente el país me dio a mí una reelección, y esa reelección yo lo que he tratado es de hacer el mejor uso en favor de los superiores intereses del país. Ese tema ni lo toquemos, mi querido Javier.

Pregunta: Toquemos el tema contrario entonces, señor Presidente. El presidente del Partido de La U, el partido uribista más importante en el Congreso, Carlos García, dijo que el segundo Gobierno del presidente Uribe, lo cito textualmente, no ha arrancado. Es decir, ya que usted no quiere tocar el del señor Santodomingo y una tercera elección, ¿qué dice al “Uribe no ha arrancado”, de su propio senador?

Presidente de la República: No le había oído decir eso, ayer estuvo en esta reunión, que fue una reunión muy constructiva, tenía unas divergencias con la política del Ministerio de Agricultura, y esas divergencias se trataron ayer muy claramente. Ustedes saben que va muy delante la Ley Agro Ingreso Seguro, que ya este año hay un anticipo, un anticipo de 400 mil millones para estimular el agro colombiano, un anticipo de un proceso que no tiene antecedentes en Colombia, y yo creo que fue una reunión muy constructiva.

Ahora, este Gobierno nuestro toma decisiones todos los días. Mire el proceso de la capitalización de Ecopetrol, el proceso ahora del Seguro Social, en fin, hemos estado trabajando todos los días. Y algo tuvimos en claro desde el 28 de mayo, cuando el país nos reeligió, es que el país no se podía estancar. Por eso hemos venido produciendo hechos y hechos todos los días, de acuerdo a una planeación, para tener un país mejor.

Pregunta: Señor Presidente, en ese orden de la situación política, se estaba diciendo, usted sabe que en Bogotá los corrillos políticos son agitados, se está diciendo que hay algunos miembros de la oposición que quieren un acercamiento con el Gobierno, pero que han sugerido que ese acercamiento depende de que Álvaro Leyva Durán ingrese al Gobierno, por ejemplo, como Ministro del Interior y de Justicia. ¿Qué hay de cierto en eso?

Presidente de la República: A ver, yo hablo con muchos miembros de la oposición y los he invitado a que nos apoyen, y se lo he dicho al Oficialismo Liberal, a su director, al ex presidente Gaviria, a muchos de sus parlamentarios, y lo voy a seguir haciendo. Y además en muchas ocasiones hemos tenido muchas ideas de ellos en cuenta, y yo creo que han sido respetados por nosotros en el debate.

Por supuesto, yo lo hago, tengo algunos amigos en el Polo Democrático, que les pido apoyo. Y de allá vienen gentes que me apoyan en el Gobierno tan importantes como Everth Bustamante, director de Coldeportes, como Rosemberg Pabón, que está dirigiendo todo lo que es la política cooperativa del Gobierno, etcétera.

A mí me parece que todo lo que se pueda hacer en esa dirección, me parece muy bien. Pero no le había escuchado a nadie el tema al cual usted se refiere del doctor Álvaro Leyva. Primera vez que lo escucho, Juan, me sorprende, no lo conocía, no lo había escuchado.

Pregunta: Señor Presidente Uribe, a propósito de lo que usted menciona, que tiene digamos algunos amigos en la oposición, ¿cómo avanzan las gestiones para que partidos como el Liberal y el Polo Democrático apoyen algunas de las iniciativas legislativas, que son claves este año, puestas a consideración del Congreso, como el TLC, que es tan fundamental para la economía en el 2007?

Presidente de la República: Qué bueno que eso se lograra, qué bueno que eso se lograra, y yo voy a seguir en esa tarea, voy a seguir en esa tarea. Ustedes saben que mantengo una disposición de estar conversando a toda hora sobre estos temas. Incluso internacionalmente hay una cosa bien importante: el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, con quien he hablado personalmente en dos ocasiones en los últimos días, ha dicho públicamente que él no va a echar para atrás el TLC de Nicaragua con los Estados Unidos.

Creo que es un entendimiento pragmático de que este acceso a los mercados se requiere. Ese tema hoy no es un tema ideológico de libre comercio, sino un tema de acceso a mercados. Y una de las cosas que definió nuestra coalición ayer, en esa magnífica reunión que hoy seguirá, después de las diez de la mañana, yo me voy a incorporar hoy apenas a la una de la tarde, apenas regrese de Medellín, en esa magnífica reunión de nuestra coalición se tiene mucha claridad de que un país como Colombia, con 42 millones de habitantes, lo que necesita es acceso a mercados.

Por eso no solamente tenemos que conseguir el TLC con los Estados Unidos en lo que falta, acordar el TLC con los países centroamericanos, que está en plena negociación, poner en marcha el aprobado con Chile, lograr el de Canadá, con la Comunidad Andina hacer el acuerdo con la Unión Europea. Acabamos de hacer el acuerdo con Cuba, ese sí que es importante, con Cuba. Es que cuando Colombia habla de un TLC Estados Unidos, dice: pero es que lo acaba de hacer también con Cuba. Eso sí que es bien importante.

Yo celebraría que el presidente Chávez tomara la decisión del reingreso de Venezuela a la Comunidad Andina, ojalá eso se dé. Mañana, en una reunión que vamos a tener en Río de Janerio, y voy hacer el esfuerzo de salir por la mañana y volver aquí en la madrugada de pasado mañana, porque es una reunión muy importante de la Comunidad Andina y Mercosur, yo le voy a insistir al presidente Chávez algo que le vengo diciendo hace muchos meses y que se lo han dicho recientemente el presidente Correa del Ecuador y el presidente Evo Morales de Bolivia: el reingreso de Venezuela a la Comunidad Andina. Ojalá eso se dé.

Mire, un país con 42 millones de habitantes como Colombia, necesita para esos 42 millones, inteligentes, laboriosos, recursivos, que haya oportunidad de acceder a todos los mercados del mundo.

Yo creo que esto es muy importante. Y los que dicen: no, lo que hay que hacer es estimular la economía interna para incorporar las grandes masas pobres a las corrientes dinámicas de la economía. Hay que hacerles ver que la economía interna se dinamiza más fácilmente, en la medida que los colombianos tengan más oportunidades de acceso a mercados.

Y voy a proponer otra cosa, Juan. Ayer se la dije a un colega suyo, a Juan Guillermo Ríos, y por segunda vez la digo en público, la voy a proponer mañana en la reunión de la Comunidad Andina-Mercosur. Les voy a decir: miren, armonicemos intereses. Comprendamos que las circunstancias políticas de Ecuador y Bolivia (Bolivia está en plena constituyente, el Presidente ecuatoriano ha anunciado que va a convocar una constituyente), pues nos le va a permitir tener TLC con Estados Unidos para junio de este año.

Entonces comprendamos esas circunstancias, y unidos vamos al Congreso y al Gobierno de Estados Unidos, a decir: por favor, entonces prorroguen las preferencias para Bolivia y Ecuador. Pero también comprendan ustedes que Perú y Colombia necesitan que se aprueben esos TLC, que ya están firmados. Entonces apoyemos todos, armonizando intereses, que las preferencias se las extiendan a Bolivia y a Ecuador, y que se le apruebe el TLC a Perú y a Colombia.

Y yo creo que el mismo presidente Chávez, no obstante que no está en la negociación del TLC con los Estados Unidos, que apenas ha hecho un anuncio por allá de repensar su reingreso a la Comunidad Andina, yo creo que e3l mismo presidente Chávez debería recibir bien eso, porque es una propuesta que, en lugar de buscar antagonismos, busca armonizar intereses.

Y yo creo que si vamos todos, hablamos con el Gobierno de Estados Unidos, hablamos con la bancada demócrata en el Congreso, con la bancada republicana, y les decimos: miren, acá estamos unidos en este pedido, comprendan la circunstancias de Ecuador y Bolivia, extiéndanles a Ecuador y Bolivia las preferencias, y comprendan que con Perú y Colombia se han firmado unos TLC, que deben ser aprobados.

Yo creo que este camino nos puede llevar a tener éxito, a lograr que en los Estados Unidos se les extiendan esas preferencias a Ecuador y a Bolivia, en respeto a sus condiciones políticas actuales, y que se aprueben los TLC firmados con Colombia y Perú, en respeto al proceso arduo de negociación que se sostuvo durante años y que condujo a la firma de esos tratados.

Pregunta: ¿Pero no podría caerse en el tema de que Estados Unidos o los demócratas en el Congreso norteamericano, aprueben las preferencias arancelarias para estos países, pero dilaten la aprobación del TLC y busquen renegociar ese tratado? ¿No sería eso de pronto lo que se puede dar?

Presidente de la República: Eso son riesgos, Javier, indudablemente. Mire, tenemos los siguientes riesgos, el que usted anota es un riesgo, pero hay otro riesgo. La ley norteamericana vigente hoy, aprobada en diciembre, ya muy avanzada la legislatura norteamericana en diciembre, dice: se extienden las preferencias solamente seis meses, y se pueden prorrogar siempre y cuando en Perú y Colombia y en Estados Unidos, los Congresos hayan aprobado los TLC y se hayan negociado con Ecuador y Bolivia.

Ese el otro riesgo, porque mire qué riesgo le veo yo a eso: le veo el riesgo de que, sí, una hipótesis, que tengamos, como vamos a luchar, que tengamos aprobados en los Congresos norteamericano y colombiano el TLC. Que llegue junio y que nos digan: muy bien, están aprobados los TLC de Colombia y Perú, siguen las preferencias, porque se cumplió con la condición. Y siguen las preferencias, mientras se ponen en vigencia los TLC. Porque además de la aprobación de los tratados, se requieren las leyes de implementación, y eso toma tiempo. ¿Y qué tal que se diga esto, y como Ecuador y Bolivia no negociaron esos TLC, se les acabaron las preferencias? Eso me parece que estimularía el antagonismo, la confrontación en la región. Y no es bueno.

Por eso creo que para evitar el riesgo que usted señala, para evitar el riesgo que yo señalo, el camino que debemos adoptar, es el camino de pedir que todos, hablando el mismo lenguaje, que se apruebe una extensión de las preferencias para Ecuador y Bolivia y que se aprueben los tratados que han firmado Perú y Colombia. Yo creo que ese camino nos evita el riesgo que usted advierte y el riesgo que yo acabo de advertirles.

Pregunta: Esta entrevista, que usted amablemente ha concedido a RCN, tiene tantos temas, porque es una especie de introducción al año que comienza, así como a final de año se hacen balances de lo que pasó, nosotros queremos es ver en tantos frentes informativos, por eso esta entrevista le vamos a agradecer que la continuemos con variedad de temas, con diversidad de temas. Son muchos, como usted lo sabe mejor que nosotros. Por ejemplo, ante el caso del ex ministro Fernando Araujo, su liberación, fuga, rescate, y ante las reacciones que han expresado los familiares de otros secuestrados, ¿usted está dispuesto a continuar con la política de rescate de secuestrados por la vía militar?

Presidente de la República: Juan, mire, es un deber del Gobierno: si algo ha ayudado bastante a la derrota del secuestro en Colombia, es nuestro afán de derrotar a los secuestradores, y hemos tenido mucho éxito en la liberación de secuestrados. Usted sabe que el Gobierno en eso es parco en el discurso, pero no ha habido una sola hora de estos cuatro y medio años de Gobierno en que nos hayamos olvidado de los secuestrados. Hemos estado permanentemente en ese tema.

Pregúntele algún día al señor almirante Barrera, comandante de la Armada, y a don Alberto Araújo, qué pasó desde los primeros días de mi Gobierno en el 2002, cuando el almirante Barrera era Comandante de la Fuerza Naval del Atlántico, cómo permanentemente tuvimos en este operativo, que apenas pudo consumarse ahora, y por fortuna exitosamente.

Ahora, quedan muchos temas: el tema de la discusión sobre el papel del Estado en la región, donde Colombia ha dicho: ni neoliberalismo ni estatismo, ni desmantelar el Estado, ni estatización burocrática. Nosotros tenemos un esquema de un Estado que no obstruya a los particulares, que sea eficiente, que se transforme, que garantice lo social. Por eso la nueva reforma, la reforma del Instituto de los Seguros Sociales. Muchos, muchos temas, Juan. Como todo lo que viene en agenda legislativa.

Otro tema de gran importancia: el Año de la Vida, que deberían ser todos los años, la lucha este año para que reduzcamos sustancialmente el homicidio. Si bien ha habido una gran reducción en mi Gobierno, nosotros no podemos estar contentos. Entonces vamos a trabajar este año para crear en los colombianos una gran conciencia de repudio al homicidio.

Porque, ¿qué ha pasado? Todos estos lustros de dominio terrorista llevaron a muchos colombianos a reaccionar con justificaciones ante cualquier homicidio. en lugar de reaccionar con repudio.

Asesinan a alguien, y entonces, en lugar de que salte el repudio colectivo, empieza la pregunta en la comidilla, en tertulia: ¿por qué lo mataron? A buscar justificaciones: que lo mataron porque era narcotraficante, que lo mataron porque era auxiliar de la guerrilla, que lo mataron porque era auxiliar de los paramilitares, que lo mataron porque estaba en una discoteca bailando con la mujer de un narcotraficante.

Entonces todas esas justificaciones crean un ambiente casi de aceptación del homicidio, del asesinato, y un ambiente de impunidad. Eso es lo que hay que derrotar.

Colombia necesita rescatar esas sensibilidad colectiva total en favor del derecho a la vida, de la vida, ese don precioso que nos ha dado Nuestro Señor. Y vamos a trabajar intensamente este año en eso.

En el Consejo de Ministros hace dos noches, cuando se aprobaba la reforma del Seguro Social, que hace parte de nuestra reforma administrativa y que es trascendente para este país, de nuestro concepto de Estado Social, no burocrático, no obstructor de la iniciativa privada, de Estado que no esté al servicio de la politiquería, que no esté al servicio de los privilegios sindicales sino al servicio de la comunidad, a la par que se aprobaba esa reforma en el Consejo de Ministros de anteanoche, también se aprobaban las decisiones para que este año el Gobierno trabaje en lo que es la sensibilización del colectivo de la Patria en favor del derecho a la vida.

Por ejemplo, el Ministerio de Defensa cada mes va a hacer un reconocimiento público a la Brigada y al Comando de Policía que haya hecho estos ejemplares en materia de derechos humanos.

Por ejemplo, el Ministerio de Educación cada mes va a destacar el establecimiento educativo que haya hecho un gran esfuerzo en favor del respeto a la vida.

Por ejemplo, el Ministerio de Cultura va a avanzar también en el tema. El Ministerio del Interior y de Justicia, que tiene que ser el gran articulador de esta política, el doctor Carlos Holguín, cada mes debe destacar a la ciudad y al municipio, por categorías de municipios, que más hayan reducido el homicidio.

Estamos en una verificación diaria, y aquí tengo algunas ciudades: Barranquilla hoy lleva cinco homicidios menos que el año pasado. En el Atlántico once menos. Infortunadamente Cali lleva 18 más. Por eso estamos contra el narcotráfico en Cali. Buenaventura lleva cinco más. El Valle lleva 19 menos, Medellín lleva siete menos (La Metro de Medellín, ojo, lleva uno más), Pereira lleva seis menos, Pasto lleva dos menos.

Esto es una tarea de todas las horas, para que este país derrote el asesinato y el secuestro.

Pregunta: Señor Presidente, ¿qué va a pasar con los trabajadores, los cinco mil trabajadores del Seguro Social, con la infraestructura física de las clínicas, las sedes, las oficinas del Seguro Social, qué va a pasar con todo eso?

Presidente de la República: Muy bien, Javier, se lo voy a decir. Primero, la calidad de servicios del Seguro Social ha dejado mucho que desear. A mí me da tristeza. Y lo hablo sobre mi ciudad de Medellín para tener autoridad moral y no ir a hacer comparaciones en otra ciudad porque me daría pena. Cuando uno ve clínicas de Medellín a la altura de las mejores clínicas del mundo, también ve en la misma ciudad clínicas del Seguro Social con los pacientes tratados como animales en los pasillos. Eso no puede seguir en Colombia. Por eso nuestra obsesión en reformar el Seguro Social.

Segundo: ¿cuál es nuestro concepto de Estado? Ni Estado burocrático, ni desmantelamiento del Estado. Nosotros habríamos podido desmantelar a Telecom. ¿Cómo la hemos recuperado? Y entonces lo mismo tenemos que hacer en el Seguro Social. Por eso lo que hemos hecho ahora es muy bueno, es crear una sociedad entre el Estado colombiano y las cajas de compensación familiar, administradas por empleadores y trabajadores, que hacen parte de esta institucionalidad social de Colombia tan importante. Hemos escogido seis cajas de compensación, eficientes y transparentes, sin ánimo de lucro como son todas las cajas de compensación, para que sean las socias del Estado colombiano en esa nueva EPS.

Tercero: Los derechos de los trabajadores se respetan totalmente.

Cuarto: Los derechos de los pensionados. Este Gobierno tiene la intimidad frente a los pensionados del Seguro. Les digo hoy: pueden estar totalmente tranquilos, les hemos cumplido, y no fácil.

A este Gobierno le tocó enfrentar el agotamiento de las reservas, y cada año hemos hecho un gran esfuerzo del presupuesto nacional para pagar en el Seguro Social las pensiones. El año pasado tuvimos que pagar alrededor de cuatro billones y medio, este año cinco billones 100 mil millones tienen que ser transferidos del presupuesto de la Nación al Seguro Social para pagarles a los pensionados.

No nos hemos atrasado y no nos atrasaremos con los pensionados del Seguro Social, ellos pueden tener la certeza. Inclusive a mí alguien me decía el año pasado: pero es que, Presidente, cuatro billones y medio es mucha plata, con eso pavimenta el país, con eso resuelve el problema habitacional de Colombia, el déficit de vías. Y mi respuesta, ¿cuál fue? El país les tiene que cumplir a los pensionados. Las nuevas generaciones no pueden ser insolidarias con los pensionados. Entonces pueden estar tranquilos.

Los usuarios de la salud pueden estar totalmente tranquilos: en tres, cuatro meses, con celeridad y con buen juicio, se tiene que dar el traslado de todos los afiliados al Seguro Social que, por orden de la Superintendencia ya no puede seguir afiliando, a la nueva EPS o a otra que quieran escoger. Yo creo que eso va a resultar bien, como resultó bien en su momento el traslado de los afiliados de Cajanal a otras EPS, y esa parte se resolvió muy bien en Cajanal. Ahí tenemos un gran reto.

Los trabajadores del Seguro Social pueden tener la tranquilidad de que se les respetan plenamente sus derechos.

Las clínicas. Primero, esta reforma no empezó ahora, esta reforma la empezamos hace tres años. Con el doctor Juan Luis Londoño y el doctor Cadena se concibió una reforma, que hizo Diego Palacio con el doctor Cadena. Fue separar las clínicas de la parte central del Seguro Social. Si eso no se hubiera hecho, esta segunda y la tercera fase de reformas serían imposibles.

Es muy importante que el medio periodístico analice ese paso intermedio tan definitivo, que consistió en haber separado las clínicas de la parte central del Seguro Social.

¿Qué sigue ahora con las clínicas? Reestructuración total.

Por ejemplo, da gusto saber cómo ha mejorado la percepción de los usuarios sobre la calidad de los servicios de la clínica Enrique de La Vega en Cartagena, en su ciudad, Juan. Usted tiene la oportunidad allá de indagar por esto.

Tengo mucha emoción esperando el 15 de febrero, cuando se debe reabrir la clínica del Seguro Social en Santa Marta, ya administrada por la fundación, fundación sin ánimo de lucro, la Fundación Cardiovascular de Bucaramanga, que está haciendo una gran inversión allí. Y esa clínica va a quedar a la altura de las mejores clínicas.

Nosotros tenemos hoy muchos ejemplos para mostrar en materia de reestructuración hospitalaria. Recuerde ese desastre que era el hospital Ramón González Valencia de Bucaramanga. Hace parte de más de 130 hospitales reestructurados en este Gobierno. Hoy es un hospital ejemplo.

Ese desastre que era el hospital universitario de Barranquilla, hoy es un hospital ejemplo. Y así sucesivamente. Vamos a seguir en toda esta transformación. Porque no puede ser que Colombia tenga unas clínicas, con unas fundaciones, excelentes, y unas clínicas del Seguro Social que dan vergüenza. Vamos a poner todas estas clínicas a la altura de las mejores del mundo.

Tenemos en marcha un acuerdo con el señor Gobernador de Caldas, para ver cómo el departamento, un ente administrador especializado de salud, se hacen cargo de la clínica allí, porque hay algún problema en las instalaciones hospitalarias de Manizales, todavía por fallas estructurales de los sismos del pasado.

En Medellín estamos buscando un acuerdo con la Universidad de Antioquia, el Gobierno departamental, las cajas de compensación, para que ellos, a través de una entidad especializada, administren las clínicas del Seguro y las pongan a la altura de las mejores clínicas.

Y anoche la bancada me propuso esto, y se lo acepté: que así como definimos que el hospital Universitario Ramón González Valencia en Bucaramanga fuera universitario, en todas las reformas de las clínicas del Seguro Social se garantice que esas clínicas sean campo de práctica de las facultades de medicina. Nosotros le aceptamos eso anoche a la bancada. Entonces vamos en la dirección de que esta reforma garantice que esas clínicas sean de óptima calidad, y que además sean campos de práctica, sean clínicas universitarias, para las diferentes facultades de medicina.

Yo tengo mucho entusiasmo que vamos a lograr una gran reforma en el Seguro Social, una reforma social, una reforma con una entidad eficiente, transparente, no con un Estado burocrático, gigante, sino con un Estado al servicio de la comunidad.

Pregunta: Pasando por el Seguro Social, queremos llegar finalmente a la América Latina, Colombia y Venezuela, Colombia y Ecuador. Perdóneme, nuestro compañero Antonio José Caballero está llamando desde San Miguel, puente San Miguel, sobre el río Putumayo, en la zona de Sucumbíos, en la frontera entre Ecuador y Perú.

AJC: Señor Presidente, lo saludo desde el puente internacional de San Miguel, sobre el río San Miguel, que marca precisamente la frontera entre las dos naciones. Aquí me preguntan los campesinos con los que he hablado en San Miguel, en Puerto Nuevo, ¿a qué acuerdo llegó definitivamente usted con el presidente Rafael Correa iniciando su Gobierno, cómo va a ser el tema de la fumigación, porque ellos se viven quejando, por supuesto, de los temas de enfermedades en la piel, de malformaciones, en fin, por el glifosato que les llega de allí?

Segundo, los compatriotas que he visto también desplazados aquí, estoy con ellos precisamente aquí, y entonces están reclamando sobre el tema de la repatriación, que les hicieron firmar unos documentos hace tres meses y no les cumplieron, por lo menos hasta hora, señor Presidente, en lo que es el Ministerio de Relaciones Exteriores y el Consulado aquí en Lago Agrio.

Presidente de la República: Ah, usted está en Lago Agrio, usted está del lado ecuatoriano. Usted conoce muy bien, Antonio José, lo que ha pasado allí. Primero, la situación es totalmente diferente: hace cuatro años se fumigaba en el sur de Colombia y las marchas y las movilizaciones, inducidas por las Farc, eran enormes. Hoy eso está tranquilo, es incomparable, quiere decir que hemos avanzado mucho en seguridad. No obstante que estos bandidos de las Farc todavía tienen allí poder criminal. Prueba de ello es que nos han impactado con fusiles varios de los aviones de fumigación.

Segundo, me gustaría que usted mirara un informe de un médico de las Naciones Unidas, que apareció hace poco, donde dice que esas enfermedades no son producto del glifosato, que esas enfermedades son producto de la desnutrición histórica de esas comunidades. Nosotros estamos haciendo un gran esfuerzo con Familias en Acción, con Familias Guardabosques, en el departamento del Putumayo. Un esfuerzo social sin antecedentes.

Tercero, es muy importante mirar el glifosato y compararlo con los precursores químicos. Uno no se puede poner a aspirar glifosato, ni a bañarse con él. Es un herbicida. Pero es un herbicida recomendado científicamente. Se utiliza masivamente en agricultura comercial, y de manera creciente.

Si usted va a un campo agrícola en Colombia o en Ecuador o en cualquier país del mundo que esté aplicando las últimas técnicas agropecuarias, verá que en lugar hoy de utilizar el arado y el rastrillo para la siembra, se utiliza en muy buena parte del glifosato. La gente dice: no utilicemos arado y rastrillo porque voltea la tierra, revienta el peñón y lo voltea y se pierde la capa orgánica que se venía formando, utilicemos mejor el glifosato para quemar las hierbas, las malezas, ellas se descomponen, al descomponerse causan, crean capa orgánica. Eso ayuda mucho a la fertilidad del suelo y se hace siembra directa.

Si eso es creciente en el mundo, en agricultura comercial, ¿por qué entonces lo vamos a criticar cuando se utiliza para combatir la coca? La coca que estimula el terrorismo, el terrorismo que allá en el Putumayo nos asesinó cobardemente con explosivos cinco policías la semana anterior. Ese dolor no se puede ignorar en este momento. Esa es una reflexión.

Durante los últimos 20 días, todos los días a las 7:00 de la mañana, yo le he hablado a una emisora de Ecuador, todo el que me ha querido llamar de Ecuador le he contestado y le he hablado con el mayor respeto y he venido aclarando esto. Yo no soy científico, pero he venido estudiando, informándome, preguntándole a la gente que sabe.

Ahora, miremos los precursores químicos. Mientras el glifosato tiene un nivel menor de toxicidad, los precursores químicos tienen el más alto nivel de toxicidad. La pregunta es: ¿qué es lo que hace daño: sembrar droga o eliminar droga? Lo que hace daño es sembrar droga.

Mire usted estas etapas de la siembra de droga. Primero destruyen la selva, al destruir la selva se presenta un fenómeno de erosión en el suelo, cuando hay lluvia esa erosión va con la escorrentía hacia los cauces de los ríos y se da la sedimentación en los ríos. Y después, para transformar la hoja de coca en cocaína, se utilizan los precursores químicos, que tienen el mayor grado de toxicidad, y con eso se envenena la fauna, se envenena la flora y se hace el mayor daño. Eso es lo que ha ocurrido allí, es muy importante considerarlo.

Ahora, el Gobierno colombiano va a cumplir lo que hemos dicho. El acuerdo de Managua es para garantizar el derecho ecuatoriano de que no caiga glifosato del lado ecuatoriano y que Colombia respete ese derecho ecuatoriano de decir: no nos manden glifosato acá. Y por supuesto que se respete el derecho colombiano de utilizar las fumigaciones para derrotar el narcotráfico en el territorio colombiano.

Entonces uno de los temas que alegan es que, como se aplica aéreamente, se puede producir un fenómeno de volatilidad, de desviación de la mezcla que se aplica, hacia el territorio ecuatoriano. Nosotros hemos dicho que no, y estamos dispuestos a que lo verifiquen los inspectores que va a nombrar el Ecuador, de acuerdo a lo convenido en Managua, a que lo verifique la comisión tripartita internacional. E introducir el correctivo que haya que introducir, porque la voluntad de Colombia es que no caiga glifosato en Ecuador.

¿Qué se está haciendo? Primero, el glifosato tiene la menor volatilidad. Segundo, se le aplica una mezcla que se llama, que es un adherente, que ayuda a que el glifosato se adhiera en las matas de coca y que da más peso para que caiga de manera vertical.

Tercero: se fumiga a muy baja altura, casi a ras de suelo. Me gustaría que usted mirara allá cómo se fumiga.

Y cuarto: cuando hay brisa, no se fumiga.

¿Entonces cuál es la voluntad de Colombia? Cumplir la letra y el sentido de lo convenido en Managua, para garantizar que no caiga glifosato en la hermana república ecuatoriana, en respeto al derecho soberano del Ecuador, a la hermandad de nuestros pueblos, y por supuesto es el respeto soberano a la hermana Nación ecuatoriana, el respeto soberano a Colombia. Entonces, que no caiga glifosato en Ecuador, y que Colombia pueda utilizarlo para derrotar la droga en territorio colombiano.

Pregunta: Antes de terminar, me pareció verlo, tuve la impresión, en la famosa foto, que usted estaba como retraído, como tímido, lejano, de pronto deprimido, al lado de los presidentes Chávez, Morales, Correa, ¿no?

Presidente de la República: Juan, yo pienso, pero pocas veces me deprimo. Ahora lo que vamos es a defender es el modelo colombiano. Por ejemplo, la concepción colombiana del Estado. ¿Qué hicimos nosotros en Telecom? Nosotros no desmantelamos a Telecom.

En el discurso político es muy fácil decir: es un sistema neoliberal. Otra cosa es cuando se viene y se mira eso.

Una periodista ecuatoriana me decía hace días, hace pocos días, en estos 20 días de concederle entrevistas todos los días al periodismo ecuatoriano, me decía: si usted tiene un gobierno de derecha y está con unos gobiernos de aquí del vecindario que son de izquierda. Le dije: ¿usted por qué los cataloga de izquierda, señora periodista? Yo particularmente pienso que en una democracia moderna lo que hay que hacer es garantizar la seguridad, las libertades democráticas, construir cohesión social, avanzar hacia la transparencia total, respetar la independencia de las diferentes instituciones que conforman el Estado. No hablemos de izquierda o de derecha, hablemos de grados de democracia moderna.

Me decía la periodista: sí, pero es que el objetivo de los presidentes, que ella llama de izquierda, me decía ella, es lograr tener unas coberturas en educación y salud. Y le dije: pues, para allá va Colombia, y avanzando aceleradamente. Si eso es de izquierda, súmenme a mí allí también. Una cosa es el discurso y otra cosa es la realidad.

Yo creo que este país está avanzando socialmente mucho más que algunos gobiernos que se auto-catalogan de izquierda, porque es la moda del discurso.

Ahora, nosotros no estamos de acuerdo ni con desmantelar el Estado, ni con tener ese estatismo burocrático de privilegios politiqueros y de privilegios sindicales.

Por ejemplo, Telecom no tenía con que pagarles a los pensionados, habría arruinado a la Nación. No les daba seguridad a los trabajadores y no tenía capacidad de invertir. Hoy es una empresa próspera, al día con los pensionados, está bien con los trabajadores, tiene 650 millones de dólares en caja para que Colombia haga una gran revolución en comunicaciones que hacen falta para la competitividad. Y mire, Juan, lo que logramos: garantizar el buen manejo en el largo plazo.

El Estado es dueño de la mitad menos una acción, y con el socio se garantiza que allá no haya clientelismo. Es muy importante esa garantía: blindarlas contra el clientelismo. ¿Quién va a ir ahora a Telecom a pedir un puesto clientelista? ¿En el pasado cuántos puestos clientelistas se pedían allá? Es que a Telecom no la quebró solamente el sindicato. La quebraron las gerencias, que aceptaron todo lo que los sindicatos propusieron. Y la quebraron los gobiernos, que mandaban los amigos allá a que mejoraran la jubilación o a que completaran la jubilación. Ahora con una empresa reestructurada, que tiene un socio privado, nadie va a ir allá a pedir clientelismo.

A mí todavía me han pedido puestos en Ecopetrol. Y entonces una de las cosas que yo pienso es que cuando se haga esta capitalización de Ecopetrol, ya aprobada por la ley en buena hora, que espero que esa capitalización la suscriban y la paguen los colombianos. Los invito a todos los compatriotas, a los que tengan dos pesitos por ahí debajo de la almohada, que se esperen para que los inviertan en las acciones de la capitalización de Ecopetrol.

Además de lo importante que va a ser eso, para aumentar el patrimonio de Ecopetrol, para buscar reservas, para explotar crudos pesados que no se habían podido explotar, para aumentar búsqueda de petróleo, va a ser muy importante desde el punto de vista del manejo. Porque ese 20 por ciento de propiedad de los ciudadanos garantiza que la empresa quede blindada contra la politiquería, contra el clientelismo, contra los excesos sindicales.

Mire la experiencia de ISA, que la democratizó un Gobierno anterior al mío, una experiencia formidable. El patrimonio del Estado en ISA se ha aumentado, e ISA se duplicó el año pasado con la operación que hizo en Sao Paulo en el Brasil. O sea que nosotros tenemos aquí un modelo de Estado respetable, social, no obstructor de la iniciativa privada.

Estamos buscando toda la inversión privada posible en Colombia y le estamos dando al mundo confianza para que venga la inversión, pero sabemos que el Estado tiene que jugar un papel social muy importante. Por eso ni el neoliberalismo que destruye el Estado, ni el burocratismo que ya fracasó en América Latina. Uno recuerda la revolución brasilera de Julio Vargas, del 30 al 54, la revolución boliviana del 50 al 52. Todos esos procesos de estatismo puro se han ensañado en América Latina con malos resultados.

Creo que el camino colombiano, como este camino de la sociedad del Estado con una entidad social, que con unas cajas de compensación, para reformar totalmente la presencia estatal en la seguridad social, yo creo que es un camino correcto, defensable en nuestro país y defensable internacionalmente.

Juan, me voy a despedir, porque me tengo que ir a Medellín y tengo ya una reunión con los calificadores de riesgo, para mostrarles todo lo que ha hecho Colombia, a fin de que le mejoren a Colombia la calificación. Nosotros aspiramos, una de las aspiraciones de este Gobierno es que Colombia recupere en algún momento el grado de inversión.

Por aquí me llega una noticia, Juan, de que usted está cumpliendo años. De todo corazón lo felicito y deseo que mi Dios le dé muchos, muchos años, para que usted siga viviendo feliz en su Costa Caribe, con su familia, sirviéndole al periodismo colombiano, que ha sido muy, muy enaltecido en su trayectoria.

Juan Gossaín: Usted es muy amable, que Dios le pague sus deseos señor Presidente. Tengo una última pregunta si usted me lo permite.El ex comandante general de las Fuerzas Militares, Harold Bedoya Pizarro, refiriéndose a las declaraciones de Mancuso, para terminar esta entrevista como la empezamos, dijo que: estoy esperando que el ex Gobernador de Antioquia, Álvaro Uribe, salga, se pronuncie y defienda la honra del general Manosalva. ¿Qué le responde usted al general Bedoya Pizarro?

Presidente de la República: Siempre, lo defendí, Juan. Siempre lo defendí, y como he defendido a los generales de la República. Una cosa es defenderlos y otra cosa es obstruir la justicia. Primero que el general Harold Bedoya no me tiene que hacer esos retos, él me conoce, porque él era Comandante del Ejército cuando yo era Gobernador de Antioquia, y creo que no tiene una sola queja sobre mi proceder. Creo que no la tiene. Aquí es más importante el proceder que las palabras.

El informe que tengo es que el señor general Manosalva murió el 17 de abril del 97, y la masacre de octubre fue después, fue el 25 de octubre del 97. El señor Ministro de Defensa me dijo que le iban a entregar estas fechas a la justicia, y es muy importante que los jueces de la República investiguen este tema.

Pregunta: ¿Qué está pasando con ciertos nombramientos de la diplomacia? Hace un semestre fue el lío de los nombramientos de los ex presidentes Samper y Pastrana y ahora este escándalo que está provocando el nuevo embajador en Sudáfrica, el señor Moreno de Caro. ¿Usted qué piensa de todo eso?

Presidente de la República: Bueno, lo primero, Juan, es que le he cumplido al país. Yo acepté que no era bueno lo que yo hice en el primer Gobierno, rectificar es muy difícil, pero hay que hacerlo, porque uno está es defendiendo los superiores intereses del país. EN RCN hicimos ese debate, cuando se nombraron algunos parientes de parlamentarios, y yo dije que no nombraría parientes de parlamentarios en la diplomacia, salvo que hubiera casos de méritos personales, prescindiendo del parentesco. Eso se lo he cumplido al país claramente.

He designado al doctor Moreno Caro en Sudáfrica, porque considero que él puede hacer allí una buena tarea, él quiere estudiar bien ese proceso de paz de Sudáfrica, eso puede ser conveniente para Colombia, y simplemente el Gobierno de Colombia pidió el visto bueno del Gobierno del Sudáfrica y oportunamente el Gobierno de Sudáfrica tramitará esa petición. Es todo lo que tengo que decir. Me parece que es un nombramiento respetable, y creo que él puede hacer una buena labor allí.

Tiene una manera de ser Moreno de Caro, que creo que finalmente no hace daño. Y como todos los seres humanos tenemos que vivir todos en proceso de madurar, y él también tendrá que saber que tiene unas cosas muy amables y otras que tiene que madurar.

Juan Gossaín: Usted ha sido muy amable con RCN, que tenga buen viaje a Medellín, y muchas gracias.

 
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