Año 2006 | 2007 |
AÑO 2007
 

ENTREVISTA PRESIDENTE URIBE A RCN RADIO
Febrero 20 de 2007

Pregunta: Para empezar de una vez con el tema, ¿cuál es el mensaje que usted quiso enviarle al país y a la comunidad internacional con el nombramiento de Fernando Araújo como Ministro de Relaciones?

Presidente de la República: Ayer hubo un comunicado a las cuatro de la tarde, muy corto, en el cual digo que se ha nombrado Ministro de Relaciones al doctor Fernando Araújo Perdomo. Digo ciudadano reflexivo, quien ha sufrido en su propio ser la tragedia nacional que estamos empeñados en superar. Es que el país ha vivido una profunda tragedia. Yo tengo fe que la estemos superando.

Yo conversé con el doctor Araújo hace algunas semanas, largamente, y quedé muy admirado de la manera como ve el país, su futuro. Le escuché unas reflexiones muy importantes, además de manera tranquila, desprevenida.

Y le voy a contar: poca televisión alcanzo a ver en las madrugaditas. Mientras hago deporte, veo por ahí algún canal. Y estaba viendo una canal internacional, tal vez la BBC, y mostraban la renuncia de la Canciller, pero titulaban la noticia diciendo que había sido nombrado Ministro de Relaciones Exteriores, quien estuvo seis años secuestrado por las Farc. Y entonces extrañamente hablaron como un minuto de Colombia. Y me pareció que el nombramiento del doctor Fernando Araújo empezaba a generar una inquietud internacional distinta.

No se limitaron a decir simplemente que había renunciado la Canciller, a hablar de la parapolítica, que ahora está apareciendo y que es de tiempo atrás, anterior a este Gobierno, sino a mostrar la realidad colombiana, que me parece de gran importancia.

Me parece de gran importancia que el mundo vea, conozca el mensaje de la tragedia nacional, no sesgadamente, sino en todas sus expresiones.

Pregunta: Usted acaba de mencionar que vio esta madrugada en BBC Televisión el informe sobre el nombramiento de Fernando Araújo. Nos llegó este informe, aquí lo tengo en mis manos, precisamente, coincidencialmente, porque la BBC es nuestro asociado en Inglaterra. El título del informe a que usted alude es este: ‘Ex rehén de las Farc, designado Canciller de Colombia: de escapar de la guerrilla a dirigir la diplomacia de su país’.

Pero también agrega ese informe de la BBC de Londres esta consideración: ‘El nombramiento de Fernando Araújo como nuevo Canciller fue una hábil jugada maestra del Gobierno colombiano, pero el Gobierno tendrá ahora obstáculos en el camino por dos razones’, dice la BBC. ‘Primero, para conseguir la aprobación del Tratado de Libre Comercio en el Congreso de Estados Unidos, que parece reacio a hacerlo. Y segundo: ¿Está seguro el Gobierno colombiano de la recuperación sicológica del nuevo Ministro, después de seis años de secuestro?’. Le traslado a usted esa pregunta.

Presidente de la República: El tema del TLC la verdad es que ese ha sido un tema muy difícil. Vamos a remontarnos al principio. O como es más largo empiezo por lo del doctor Araújo.

La verdad es que el país entero lo ha escuchado, desde la primera semana de enero, cuando fue liberado. Creo que lo han entrevistado en todas las revistas, en todas las emisoras, en todos los programas de televisión.

Yo no había tenido oportunidad de hablar en la vida con él. Él dice que poco antes del secuestro, cuando yo empezaba la candidatura presidencial, estuvo en una reunión conmigo en Cartagena.

He hablado mucho con su padre, con sus hermanos, con Luis Ernesto, su hijo, quien ha trabajado conmigo, a quien admiro mucho. Y tuve oportunidad de hablar primero con el doctor Araújo, minutos después de haber llegado él a nuestro cerco militar en la zona donde lo estábamos buscando. Hablé con él a través de un teléfono satelital.

Estaba más afectado sicológicamente yo. Quedé impresionado por su serenidad, la manera reflexiva como se expresaba. En cambio yo estaba muy afectado, porque pasaron por mi mente tantas cosas de la vida en el momento en que lo rescatamos.

Y después hablé con él aquí, en la Presidencia de la República, largo rato.

Tengo plena confianza en él. Y creo que su padre, con quien he hablado mucho, es un ciudadano de ejemplar sensatez. O sea que tengo toda la confianza en el doctor Araújo.

El TLC: primero, fue muy difícil empezar a negociar. Aquí no había claridad y en los Estados Unidos no había voluntad. En Colombia había habido intentos en el pasado. Por eso el presidente (Alfonso) López Pumarejo hizo un TLC con los Estados Unidos, que la Guerra no lo dejó aplicar. Después hubo intentos de carteras ministeriales, que no alcanzaron a unificar el criterio de los gobiernos.

Nosotros presentamos la propuesta como una voluntad de gobierno, y recuerdo que en Estados Unidos había mucho desánimo para negociarlo. Logramos negociarlo con muchísimas dificultades. Usted sabe que los TLC con Centroamérica apenas pasaron en el Congreso de Estados Unidos por un voto, casi no pasan, y que la campaña actual que se acaba de hacer en Estados Unidos es una campaña de nuevo proteccionismo. Eso todo causa dificultades.

Ahora, tenemos que mirar un tema político con los Estados Unidos. ¿Cuál es la integración que quiere con nuestros países? Esto va más allá del tema comercial. Hay un tema político: ¿Cuál es la integración que quiere con nuestros países? Esto es difícil, pero estamos haciendo todo el esfuerzo.

Ahora, hablemos de la parapolítica y el TLC. ¡Por Dios! Si algo puede decir este Gobierno es que está desmontando el terrorismo, que se había apoderado de Colombia.

¿De dónde viene lo que este Gobierno encontró y lo que este Gobierno está desmontando? Eso es muy importante y eso se le puede presentar a cualquiera en el mundo.

Yo lo único que pido es objetividad. Que los analistas empiecen a mirar de dónde viene lo que se está destapando. Y que empiecen a ver que, gracias a la política de Seguridad Democrática, se ha venido restando poder a la guerrilla y se ha venido desmontando el paramilitarismo. Y que gracias a la Ley de Justicia y Paz, en Colombia hay un proceso de paz, pero con verdad y con reparación.

Cuando titulan: ‘Comienzan estragos de parapolítica’, deberían pensar de dónde viene eso. Y deberían por lo menos poder un subtítulo amable, de que gracias a este Gobierno se está desmontando.

Es que no se puede jugar contra los intereses del país. ¡Por Dios! Yo creo que si hay alguna cosa importante que ha reunido a las grandes mayorías colombianas, es buscar que la economía colombiana se inserte en la economía mundial. Buscar mercados para generar oportunidades de empleo para nuestros compatriotas.

No somos nosotros los colombianos los que podemos frustrar eso, distorsionando la verdad. Y la verdad es que este fenómeno de la parapolítica es un fenómeno que lo pone en evidencia este Gobierno, gracias a la política de Seguridad Democrática y a la Ley de Justicia y Paz, y que lo estamos desmontando.

Cuando a mí me preguntan, por ejemplo: ¿y qué se hace para que no resurja? La política de Seguridad Democrática. Lo único que frena a los terroristas de rearmarse, de intentar crecer en Colombia, de persistir, es una política severa de seguridad, que los golpee. Como se ha hecho desde las cuatro de la tarde del 7 de agosto del 2002.

Pregunta: Volviendo al caso del nombramiento de Fernando Araújo como nuevo Canciller, el diario El Tiempo de hoy titula: ‘Uribe nombró un símbolo en la Cancillería’. ¿Usted comparte ese titular de El Tiempo? ¿Está de acuerdo con él?

Presidente de la República: A ver, déjemelo pensar, cómo le reacciono. En alguna forma, sí. Es un símbolo de la tragedia nacional, un símbolo además con capacidad, con preparación, con conocimiento del mundo, con serenidad, con reflexión, sin odios.

Una cosa muy importante: una cosa es tener la determinación de que hay que derrotar todos estos bandidos, y otra cosa es acceder al Estado con odios.

Una de las cosas que gratamente me sorprendió a mí, que me impactaron mucho al conversar con el doctor Fernando Araújo Perdomo, fue encontrarlo, después de ese sufrimiento, en esa actitud tan reflexiva, en una gran claridad sobre el país, sobre las soluciones nacionales y, al mismo tiempo, despojado de cualquier odio.

Entonces, sí. Creo que yo compartiría el titular, agregándole que es un símbolo reflexivo, preparado, habla muy bien el inglés, conoce el mundo, un hombre ajeno a los odios, conoce muy bien los intereses superiores del país, y estoy seguro que va a hacer una gran labor.

Pregunta: ¿Pero es un símbolo a favor del acuerdo humanitario el nombramiento de un Canciller que es sobreviviente del conflicto, o es un símbolo hacia la guerra contra el terrorismo?

Presidente de la República: Es un símbolo de que Colombia necesita superar esta tragedia. Entre otras cosas, no se les olvide que estamos desmontando el paramilitarismo, pero vamos a acabar la guerrilla.

A nosotros que no nos vayan a distraer ahora. Una de las cosas que quise recordarles a mis compatriotas, es que esta voluntad del Gobierno Nacional de desmontar el paramilitarismo no nos puede llevar a ignorar la guerrilla. La guerrilla, que tanto daño le ha hecho al país, que le enseñó todas las formas de lucha, cuya verdad no se ha revelado. Ese es un mensaje que va en el nombramiento del doctor Fernando Araújo, ante el mundo.

Por eso esta mañana me gustó mucho la BBC. Si no hubiéramos nombrado al doctor Fernando Araújo, simplemente muestran ahí escenas de la parapolítica. Tuvieron que mostrar esa escena macabra de las Farc, con el doctor Fernando Araújo en cautiverio, cuando lo rescatan y lo entregan en semejantes condiciones físicas.

Y esta mañana dije: bueno, gracias a Dios. Gracias, Espíritu Santo, que nos iluminaste. Porque le va llegando al mundo el mensaje, un poquito más equilibrado, de la realidad que hemos vivido, de la tragedia nacional que estamos superando.

Y ese mensajito a la guerrilla y a los mentores intelectuales de la guerrilla: que se olviden, que se olviden. Están muy entretenidos con el cuento de la parapolítica, porque nosotros estamos desmontando este paramilitarismo, pero que se olviden: vamos a acabar con la guerrilla. Y en ese propósito estamos.

Ahora, usted sabe que para rescatar a los rehenes, a los secuestrados de la guerrilla, nosotros estamos abiertos o al acuerdo humanitario en las condiciones que tantas veces he referido a mis compatriotas a través de RCN, o a través del rescate por intermedio de nuestras instituciones armadas, legítimas y constitucionales.

Pregunta: Usted coincide, como lo ha dicho y lo ha explicado, con el titular del diario El Tiempo: ‘Uribe nombró un símbolo’. Pero hay otros analistas, otros periodistas, otros comentaristas, que dicen que usted lo que quiso dar con este nombramiento fue un golpe publicitario o un golpe de opinión. ¿Qué responde usted a ellos?

Presidente de la República: Nada. ¿Qué voy a responder a eso? Ya le expliqué por qué lo nombré. Y me parecen muy importantes los mensajes que los hechos también le transmitan de Colombia a la comunidad internacional. Solamente ver las imágenes que vi esta madrugada en la BBC, me empezaron a dar la razón de que el nombramiento era muy bueno, para que el mundo conozca más a fondo esta tragedia colombiana, que estamos superando, y nos ayude a superarla. Lo que pasa es que muchas veces hay que salirse de los lugares comunes.

Pregunta: El nombramiento de Fernando Araújo, además de todas las consideraciones que usted se hizo y que se está haciendo aquí en RCN para haberlo nombrado, en materia política, que nunca falta, ¿el nombramiento es un acercamiento de usted al ex presidente Pastrana?

Presidente de la República: Mire Juan (Gossaín), la verdad es ésta: el ex presidente Pastrana se retiró de la Embajada de Washington. Usted sabe cuánto le insistí yo que no lo hiciera. Me referí a él en los más respetuosos términos. He tenido y mantendré la mayor actitud de respeto. Y la verdad es que nadie intervino en este nombramiento. Entonces eso es todo lo que tengo que decirle, con todo el respeto y sin ninguna respuesta cínica. No, no. Nadie intervino en este nombramiento. Las razones de este nombramiento son las razones que acabo de darle.

Pregunta: Quisiera preguntarle a esta hora: ¿Qué lo llevó finalmente a aceptarle la renuncia a la ex canciller María Consuelo Araújo?

Presidente de la República: Solamente un elemento, que quede para la historia: la decisión de ella para retirarse.

Yo pensé muy bien un discurso que pronuncié al inicio del Consejo Comunitario del sábado en Melgar. Consejo Comunitario que dedicamos a revisar los contratos, uno a uno, del Plan 2500 en el Huila, en Cundinamarca, en Tolima, Caldas, Quindío y Risaralda.

Generalmente el espacio de introducción en los Consejos Comunitarios lo utilizo para comentarles a mis compatriotas sobre algunos temas de interés de la vida nacional.

Y dije allí, primero, por qué había nombrado a María Consuelo Araújo. Y dije: la nombré sin ningún motivo político. La nombré porque lo había hecho muy bien en la Alcaldía de Bogotá. Porque seleccioné tres mujeres de la administración de Bogotá que habían hecho excelente trabajo y las traje al gabinete: Carolina Barco, que vino a ser Canciller, hoy Embajadora en Washington; Cecilia María Vélez, Ministra de Educación, y María Consuelo Araújo, a quien traje como Ministra de la Cultura. Las tres venían de la Alcaldía de Bogotá.

Expliqué cómo a María Consuelo Araújo la nombré Canciller por su gran desempeño como Ministra de la Cultura. Uno. Dos: por su juventud, porque he querido darle oportunidades a la nueva generación de colombianos, a los líderes del futuro. Por eso he nombrado tres ministros menores de 35 años: el Director de Invias actual, que es excelente, tiene 31 años. El nuevo Director del Inco, que es excelente, tiene 30 años. Porque he buscado gente joven que tenga posibilidades de dirigir al país, de hacer liderazgo en los próximos 50 años de la vida de esta Nación. Por eso la nombré Canciller, con toda la fe en ella.

Y entonces me referí al tema político. Dije: mire, en el 2002, cuando yo fui elegido Presidente, el grupo político dirigido por la familia de la doctora María Consuelo Araújo en el Cesar, no me acompañó a mí. No me acompañó a mí. Estuvieron con otra candidatura, perteneciendo a un grupo que no me acompañó a mí. O sea, recordándoles a los colombianos cómo en el nombramiento de la doctora María Consuelo Araújo no hubo nada de determinación política.

Enseguida conté cómo la mayoría de estos sucesos que hoy se están investigando, fueron hechos anteriores a mi Gobierno. Y cómo mi Gobierno ha venido en el propósito de desmontar todas esas expresiones criminales.

Enseguida contesté dos preguntas. Porque los colombianos preguntan: Presidente, ¿por qué la política de Seguridad Democrática y por qué la Ley de Justicia y Paz tienen que ver con lo que está pasando ahora?

Contesté: porque la política de Seguridad Democrática es la que ha presionado el desmonte del paramilitarismo y el debilitamiento de la guerrilla. La política de Seguridad Democrática es la que toma la decisión de que Colombia tiene que ser un país sin paramilitares y sin guerrilla. La política de Seguridad Democrática es la que decomisa el computador del señor Jorge 40, que sirve de base probatoria a los organismos de justicia. Y la política incorporada en la Ley de Justicia y Paz, es la que exige la verdad como condición para que obtengan los beneficios judiciales.

En fin, expliqué todo eso. Y enseguida dije: miren, este país, que le ha perdonado a culpables y dolosos, no puede por razones de imagen condenar a inocentes.

Eso lo pensé muchísimo y lo dije allá el sábado en Melgar.

Y expliqué cómo no podíamos ser injustos, ni tampoco cínicos. Dije: no podemos ser injustos con una persona que le ha servido bien a Colombia, que ha hecho una gran labor en la Cancillería. Expliqué por qué me parecía que ella debía continuar en la Cancillería. Expliqué su gestión de seis meses, que ha sido exitosa. Basta mencionar cómo en dos meses, con el liderazgo y el empuje de ella, se logró el acuerdo con la hermana Nación chilena.

Y además expliqué cómo Colombia no podía vivir de imagen. Dije: Lo peor que hay frente al mundo, es tratar de dar una imagen diferente a la realidad que vivimos.

Expliqué cómo la solución no era pasarla para otro cargo porque, dije, eso es una especie de hipocresía. Eso es como pretender ser luz de la calle y oscuridad de la casa.

Y acepté que esto iba a exigir muchas explicaciones, y que había que hacer un esfuerzo muy grande, empezando por la Canciller, para explicarle al mundo lo que estaba ocurriendo en Colombia. Lo acepté, porque no se puede ser cínico.

Yo estaba muy seguro de la continuación de ella en el cargo. Me llamó ella el domingo por la mañana, yo me dediqué a sacar adelante una serie de documentos, a desatrasar unas llamadas telefónicas, a leer ese nuevo libro de Stiglitz sobre cómo manejar la globalización.

Y me dijo que necesitaba hablar conmigo. Y entonces a las seis de la tarde nos reunimos. Ella vino con su esposo. Estaban Lina y la doctora Alicia Arango. Y me dijo que definitivamente ella me agradecía todo el respaldo, pero que, por sus razones, las que dio en la carta, ella no podía continuar en el cargo. Eso es lo único que me lleva a aceptarle la renuncia.

Pregunta: Usted dice justamente que le aceptó la renuncia porque ella se la presentó. Pero el país en varias oportunidades había conocido que ella ya se la había presentado. ¿Por qué esta vez sí?

Presidente de la República: No, no. Ella no me había presentado renuncia. Ella no me había presentado renuncia. Ella en algún momento me sugirió que de pronto yo iba a estar incómodo y eso. Y yo ni siquiera la dejé avanzar en el tema.

Todo lo que yo he dicho es lo que he dicho públicamente.

Y ella el domingo en la noche me dejó sin opción. Ella vino a decirme que definitivamente se tenía que retirar. Ella no me dio opción. No era una renuncia protocolaria sino irrevocable.

Me dejó sin opción, y ahí no tuve qué hacer. Le dije muchas cosas, inclusive de mi vida pública. Le conté, por ejemplo, cuando a los 30 años de edad (ella tiene 36), le narré una experiencia de mi vida cuando, a los 30 años, le dije a mi familia, le dije a Lina: jamás, jamás vuelvo a aceptar una posición por nombramiento. Las que no me consiga por elección, que no lleguen.

En fin, la única razón para haberle aceptado la renuncia fue que ella me dejó sin opción. Me dijo que se iba, se iba. Me presenta una renuncia irrevocable, por las razones que ella le expresó ayer al país en la carta de renuncia.

Pregunta: En ese punto específico, a mí me gustaría saber si usted consideró otros nombres aparte del de Fernando Araújo o le ofreció la Cancillería a otra persona antes que a él.

Presidente de la República: A nadie, Juan (Gossaín). Y anótelo, anótelo para la historia: a nadie. Porque, entre otras cosas, yo no había pensado. Yo estaba seguro. De pronto gástele unos minutitos a lo que yo dije el sábado por allá en Melgar. Unas palabras que las introduje diciendo que quería conectar el alma con el lenguaje. Yo estaba seguro que ella continuaría en el cargo. Estaba seguro que sacarla del cargo sería una injusticia. Estaba seguro que para no ser cínico con los intereses superiores del país, era necesario darle unas explicaciones al mundo, que necesitábamos ese gran balance entre no ser injustos y no ser cínicos. Estaba seguro que el país salía adelante no con falsas apariencias, sino mostrándole al mundo la realidad de su tragedia. A mí me parece que es más fácil salir adelante mostrando la realidad de una tragedia, que ocultándola, que con falsas apariencias.

Y estaba seguro que el país entendería que cuando se le ha perdonado a los culpables y a los dolosos, en aras de la imagen no se puede condenar a los inocentes. Estaba seguro de eso.

Entonces lo que menos pude pensar fue que ella se me fuera a retirar. Ella me llama por teléfono. Yo le digo: bueno, para que ustedes no partan el día y no me lo hagan partir a mí tampoco, reunámonos a las seis de la tarde. Y ella llegó a las seis de la tarde, y, a los diez minutos de estar reunida conmigo, me dijo que se tenía que ir. Y no me dio opción, Juan.

Pregunta: ¿Eso fue el domingo?

Presidente de la República: Sí, eso fue el domingo por la noche. Yo conversé con ella, creo que por ahí hasta las diez y media de la noche, y no me dio opción, Juan, no me dio opción.

Eso es lo único. Yo le tengo que decir la verdad. La verdad es como con el Ministro de Hacienda: cuánto le rogué a Alberto (Carrasquilla), con todo el afecto y la admiración que le tengo, que se quedara. Y María Consuelo no me dio opción. Es la única razón por la cual se le aceptó la renuncia.

Pregunta: Los episodios que usted nos está narrando de su reunión con la Canciller fueron el domingo. ¿Cómo fue su conversación con el vicepresidente Santos el viernes en el Palacio Presidencial?

Presidente de la República: No, nada. La verdad es que yo converso muchas veces con él. Conversaciones privadas, que me sentiría mal si las revelara. Yo a nadie se las revelo. Y converso con él, de la manera más desprevenida. Lo escucho. Además de que es el Vicepresidente, le tengo mucho afecto. Le he dicho siempre lo que siento, porque es un hombre químicamente bueno, desprevenido, espontáneo. Me gusta escucharlo.

El domingo, por ejemplo, hablamos dos veces por teléfono. Primero, lo llamé a un tema, y después hablamos otra vez sobre temas distintos. Nada tuvo que ver con la Canciller.

Por ejemplo, uno de los temas fue sobre una reunión que acababa de tener con Frank Pearl y el proceso de reinserción. Eso es todo.

Yo hablo mucho con el Vicepresidente. Cuando me llama y por alguna razón no me encuentra rapidito, le respondo la llamada. Cuando lo llamo y por alguna razón no lo encuentro rapidito, me responde la llamada. Mantenemos un diálogo muy constructivo. Además yo siempre lo oigo con mucho aprecio.

Pregunta: El senador Álvaro Araújo, hermano de la ex Canciller, hoy capturado por el CTI, en su momento, antes de que empezara la investigación, dijo: Si vienen por mí, vienen por la Conchi, por el Procurador y por el Presidente. Ya cayó la Conchi, el Procurador se ha declarado impedido para las investigaciones de su familia, digamos queda el mensaje del senador Araújo de que el último de la lista está usted. ¿Qué piensa de este mensaje del senador Araújo?

Presidente de la República: ¿Qué se le ocurre a usted? ¿Qué hay detrás de su pregunta? Dígame a ver.

Pregunta: No hay nada malicioso. Quiero es entender usted cómo recibe el mensaje del senador Araújo (las expresiones, las afirmaciones del senador Araújo).

Presidente de la República: No las recibí. Si uno recibiera tanta cosa que se dice, estaría medio loco. Uno tiene que pensar en qué hace: si se pone a moler esas cositas o si piensa en el futuro del país.

Y antenoche sí que me tocó eso. Dije: a mí me toca aquí pensar ya, cuando esta muchachita me ha dicho que no sigue, la doctora María Consuelo, en remorder aquí problemas, o en buscar soluciones.

Vea, le voy a repetir lo que tantas veces he dicho: seguramente yo tengo muchos defectos, muchos errores, pero yo estoy en la vida pública porque quiero mucho este país. Tengo una larga carrera política, seguramente con errores, pero con honradez y con amor a Colombia.

Si vamos a hablar de paramilitares, le quiero decir esto: en mi carrera política jamás me he reunido con ellos, jamás les mandé emisarios, jamás he hablado con ellos por teléfono, jamás me he mezclado con delincuentes.

Mi carrera política ha sido una carrera, seguramente con errores, pero siempre consciente de que no debo ser inferior al profundo afecto que me ha movido con la Patria.

Y lo otro: júzguenme por resultados. Es que hace años en Colombia no se hablaba de paramilitarismo. Hablaban en los cocteles. Pero este país, que estaba dominado entre guerrilla y paramilitares, tenía a todo el mundo amedrentado.

¿Sabe cuándo se perdió aquí el miedo y cuándo empezaron a hablar de los paramilitares? Cuando el Gobierno empezó a perseguir a los paramilitares, a desmontarlos militarmente, que lo hace mi Gobierno.

Entonces yo recuerdo: al único que le decían aquí paramilitar en el año 2002, eran mis contradictores a mí, por razones políticas. Decían: cómo van a votar por Uribe, que Uribe es paramilitar.

Leo una vez un periódico de Ibagué, un mes antes de elecciones, la doctora Piedad Córdoba diciendo: no pueden elegir a Uribe, que Uribe es paramilitar.

Al único que le decían paramilitar, para desacreditarme políticamente, era a mí. De los paramilitares nada hablaban, porque se morían de miedo.

¿Cuándo les pierden el temor a los paramilitares y empiezan a hablar de ellos? Cuando mi Gobierno empieza a desmontarlos militarmente.

En cambio, mire lo que pasó en las elecciones del año pasado: ¿dónde no fue la oposición? La oposición, que cuatro años antes era calladita frente a los paras, el año pasado sí fueron a Valencia y a Tierralta a gritar: abajo los paramilitares.

La única presión que hubo en las elecciones del año pasado fue la presión de las Farc contra mi Gobierno. ¿Y estos paras a dónde están, la inmensa mayoría? En la cárcel. ¿A cuántos les hemos dado de baja? A más de 1.700.

Ayer me reuní con el juez Baltasar Garzón. El proceso de paz nuestro es ejemplar en el mundo, en materia de verdad y de reparación. Eso sí que es bien importante y ejemplar, porque no ha amnistiado ni ha indultado delitos atroces. Y preparémonos para la presión del ELN y las Farc, que van a pedir amnistía e indulto en favor de todos los delitos que han cometido. Que se prepare el país para ello y que tenga desde ya mucha conciencia.

Los procesos de paz del mundo medianamente han reparado víctimas. ¿Y saben con qué lo han hecho? Con recursos del Estado. Este es el primer proceso de paz del mundo que va a reparar víctimas con recursos de los victimarios. Que midan cada una de las decisiones mías, incluida la última, cuando le ordené a la Policía que, con el apoyo de la Fiscalía, decomisaran preventivamente los bienes de los sometidos a la Ley de Justicia y Paz.

Porque ahora, por fortuna, para el cumplimiento de la ley, ellos ya han anunciado (y lo celebro y lo aplaudo por el país), que van a entregar todos los bienes al Fondo de Reparación.

Y ahí están testimonios de gentes ajenas a mi vida política, de pronto en algunos momentos muy críticos, como el doctor Eduardo Pizarro Leongómez, quien ayer estuvo en el Consejo de Ministros. Díganle que les cuente todo lo que me ha oído expresar sobre estos temas y cuál ha sido mi posición en privado y en público.

Entonces la verdad es que llevo una vida política muy larga y tengo una determinación, que es desmantelar paramilitarismo, guerrilla, corrupción, narcotráfico. Y he procedido de manera inclaudicable y sin cálculo sobre eso. Y a eso invito a mis compatriotas: vamos es para adelante a dejar esta Patria sin guerrilla, sin paramilitares, sin corrupción, sin narcotráfico. Vamos para adelante. No nos van a detener aquí con sofismas de distracción, con nubecitas, con fuegos pirotécnicos de pequeña politiquería.

Pregunta: Según su visión de hoy, ¿cómo debe interpretar la Unión Europea el nombramiento del canciller Araújo, es decir, cómo se puede iniciar una nueva etapa para mejorar la imagen de Colombia en Europa?

Presidente de la República: No, la imagen de Colombia en Europa ha mejorado mucho. Una cosa era, cuando yo empecé, el Parlamento Europeo, y otra cosa es hoy. Nosotros hemos tenido un gran apoyo. Pregúntenme por gobiernos. Un gran apoyo del Gobierno español, del anterior del Partido Popular y del actual del Partido Socialista Obrero Español. Un gran apoyo del Gobierno británico, un gran apoyo del Gobierno de Portugal, un gran apoyo de los dos gobiernos alemanes: del anterior del Primer Ministro (Gerhard) Schröder, del Partido Socialdemócrata Alemán, y del actual de la Democracia Cristiana, de la Canciller Ángela Merkel.

Hemos tenido algunas dificultades con Francia por el tema del acuerdo humanitario, pero Francia ha recibido todas las autorizaciones nuestras para hacer gestiones en búsqueda del acuerdo humanitario, y le hemos dado todas las razones a Francia de nuestras exigencias en el acuerdo humanitario.

Yo creo que la publicación del periódico Le Figaro de Paris, de ayer, es muy importante para Colombia. Nosotros hemos encontrado un gran apoyo en los Países Bajos. Y sigamos hablando de la Unión Europea. María Consuelo Araújo avanzó mucho en el acuerdo de asociación entre la Unión Europea y la Comunidad Andina. Es una de las tareas del nuevo Canciller, del doctor Fernando Araújo Perdomo, como pude hablarlo ayer con él.

Le dije: mire, tenemos que hacer todos los esfuerzos para sacar el TLC adelante, para nuestro acuerdo con la hermana República Bolivariana de Venezuela, para la formalización en el Congreso del acuerdo con Chile, para el acuerdo con Canadá, para un acuerdo de inversiones con China, para buscar la solución del diferendo definitivamente con Venezuela, para el acuerdo con la Unión Europea. En eso vamos a seguir trabajando, e intensamente.

Pregunta: Pero de todas maneras la oposición en estos temas no cesa las críticas. Por un lado se dice, por parte de la senadora Piedad Córdoba, que el Congreso (estoy leyendo textual) es ilegítimo. Uribe es ilegítimo. Fueron elegidos con los mismos votos. No se pueden aceptar unas elecciones que se ganaron con masacres y secuestros, dice la señora Córdoba.

Presidente de la República: Mire, la señora Córdoba no le ha dicho al país sus amistades con la guerrilla. Por ejemplo, me contaban ayer que el senador Wilson Borja, representante a la Cámara, salió a decir que debía renunciar la Ministra de Comunicaciones que porque tiene unos primos investigados en Sucre. Me le voy a adelantar a eso de una vez.

Primero, la señora Ministra de Comunicaciones tiene un recorrido académico y personal ejemplar. Ella empezó a apoyarme cuando era Vicerrectora de la Universidad del Rosario, por allá en los años 2000 – 2002. Hizo parte del equipo académico que asesoró mi campaña.

Después ella se fue a hacer una especialización en la Universidad de Harvard. Cuando regresó la nombramos Directora de Colciencias. Después, ya en enero del año pasado, se retiró y participó activamente en mi campaña del año 2006. Y pienso que ha hecho una labor digna, respetable, en el Ministerio de Comunicaciones.

Entonces que se olviden de eso, y que el doctor Borja le diga al país qué es lo que ha pensado su partido político, la fracción en la cual él ha intervenido, tan cercana al Partido Comunista, sobre las diferentes formas de lucha.

Es que en esta batalla política por el futuro de Colombia me toca intervenir, y muy activamente. Y lo tengo que hacer. Esta mañana, mientras hacía deporte, veía ese canal de televisión. Dije: bueno, a las siete me va a llamar Juan Gossaín, y yo tengo dos opciones: o caminar en escarpines, o decirle al país lo que pienso realmente.

Me toca, a pesar de que sea mortificante. Aunque digan que se genera mucha polémica, me toca, porque aquí está el futuro del país. Yo se lo voy a decir a la Sociedad Interamericana de Prensa.

No se puede olvidar la historia. Aquí hay unos grupos políticos, y a ese grupo pertenece el doctor Wilson Borja, a una fracción de un partido político, una fracción de un partido político en que él está ha convalidado la idea de las diferentes formas de lucha.

Y entonces esa guerrilla de las diferentes formas de lucha le hizo enorme daño al movimiento obrero, y al movimiento estudiantil, y al movimiento agrario, y al movimiento campesino, y penetró todos los estamentos de la vida nacional. Penetró periodismo, penetró política, verdad que todavía no se ha establecido, verdad que todavía no ha aflorado, porque eso nunca se judicializó y contó con una especie de manto, una especie de sábana para tapar todo eso.

Entonces el doctor Wilson Borja que, en lugar de preocuparse por los parientes de una mujer respetable desde todos los puntos de vista, como es la Ministra de Comunicaciones, que se preocupe por sus amistades, y que se las cuente al país, y que asuma la responsabilidad de decirle al país por qué la fracción política a la cual él pertenece ha convalidado todas las formas de lucha.

La senadora Piedad Córdoba. La senadora Piedad Córdoba, cuando yo era Gobernador de Antioquia, al principio me apoyó. Siempre estuvo en el Gobierno hasta el último día. Tuvo un representante por allá en una cosa que liquidé, que se llama Acuantioquia. Allá llegó con congresistas de los Estados Unidos, los recibimos en la Gobernación, la traté con todo el respeto, creo que no tiene queja mía.

Cuando se acercaba el proceso electoral se dedicó a hacerme oposición. ¿Por qué? Era la exigencia que le hacían el ELN y las Farc, para que pudiera hacer política en muchas regiones del departamento de Antioquia. Que maltratara al Gobernador y que le dijera ‘paramilitar’.

Es como doña Gloria Cuartas. Yo veo que doña Gloria Cuartas también desorienta el país. Pero es muy importante que le diga al país por qué fue candidata única a la Alcaldía de Apartadó en 1997, impuesta por los grupos armados. Es que el país no se ha detenido a mirar esas cosas.

Y a mí, mis voticos que me los respeten, que yo no me los he conseguido ni con la guerrilla ni con los paramilitares, sino en un diálogo permanente, afectuoso, con el pueblo colombiano.

Y como se trata de defender esta legitimidad, por eso tengo que salir a la palestra y tengo que salir, tantas veces como sea necesario.

Y aquí estamos defendiendo un modelo de Estado. Un modelo de Estado, en el cual no vamos a permitir que florezcan unas tesis totalmente dañinas para el futuro de Colombia. Y como eso es lo que se quiere atacar, este modelo de Estado que nosotros estamos defendiendo, por eso me toca estar en la primera línea de combate defendiéndolo.

Entre otras cosas, porque a este país se le habían acabado los flujos de inversión, y nosotros los hemos recuperado. Y no vamos a dejar, como lo quiere anticipar algún periódico capitalino, que esos flujos de inversión se paralicen, que por cuenta de la parapolítica, la misma que nosotros encontramos, la que estamos desmontando.

Y cuando estamos interesados en recuperarle totalmente a este país la confianza inversionista, es porque creemos que ese es un camino necesario para el desarrollo y para la superación de la pobreza y la construcción de equidad.

Pregunta: A propósito de lo que está respondiendo usted a través de RCN, estamops viendo aquí la columna de Daniel Coronel en Semana, que dice: ‘tragedias familiares’ Y después de nombrar varios de sus colaboradores, por ejemplo, José Obdulio Gaviria, Flor Gnecco Arregoces, Teresita García Romero y Marina Escobar Araújo, dice que los favoritos del Jefe de Estado parecen ser los familiares de personas con antecedentes, y éstos no pueden tener rabo de paja familiar.

Presidente de la República: No. Pero déjenme redondearles una cosita anterior. Es muy bueno que la doctora Piedad Córdoba le diga al país por qué sus frecuentes reuniones con los testigos que declaran en todos estos procesos. Es muy importante que se sepa. Porque a mí me cuentan eso, y la gente no es capaz de decirlo públicamente. Y me toca a mí decirlo públicamente. Es que tenemos una clase política como anonadada, como muerta de miedo. Entonces a mí me dicen: ‘es que usted no tiene escuderos’. ¿Qué hago? Si yo no soy escudero de esta causa… Veo un poco de gente muerta de miedo, cuando se trata es de defender al país.

Muy importante que la doctora Piedad Córdoba y sus amigos le digan al país lo siguiente: la mayoría de estas personas que hoy están en la cárcel no estaban con mi candidatura en el 2002. Los hechos por los cuales se les investiga los produjeron cuando estaban ellos apoyando otras candidaturas. Eso es muy importante saberlo.

Vea, para contarle solamente una historia. El doctor José Obdulio Gaviria, ¿sabe cómo lo conozco yo? Yo había fundado el sector democrático del Directorio Liberal de Antioquia. Estaba aspirando al Senado de la República en 1986. Él pertenecía a un grupo proveniente de la izquierda, que se llamaba Firmes, donde creo que también militaron nacionalmente personajes muy importantes como el doctor Álvaro Tirado Mejía. En Antioquia en ese grupo estaban Jaime Jaramillo Panesso, José Obdulio, el médico Leonardo Betancur, a quien asesinaron en el mismo día que asesinaron al doctor Héctor Abad Gómez. Y eran mis grandes amigos.

El grupo Firmes me dio a mí apoyo en las elecciones al parlamento en 1986. ¿Sabe quién legitimó ese apoyo? El doctor Gerardo Molina, con su presencia y un magnífico discurso que pronunció en la sede del Directorio Liberal de Antioquia, sector democrático, que yo presidía. En ese momento empezó a apoyarme el doctor José Obdulio Gaviria, a quien le ha tocado la ingrata tarea de estar a toda hora en los micrófonos defendiendo este Gobierno.

Anoche hablé a las 10:00 – 11:00 de la noche con el doctor Germán Vargas Lleras. Y me dijo: ahí vamos José Obdulio y yo solos (me dijo el doctor Vargas Lleras) a Europa, a defendernos de toda la oposición, que han invitado también.

Entonces, sí, hay unos pocos voceros que defienden esto, y lo hacen sin temor. Uno de ellos es el doctor José Obdulio Gaviria.

La doctora Flor Gnecco: ella fue elegida senadora de la República por una causa opuesta a la mía en el 2002. Me apoyó en el Congreso. Hizo una gran labor en la Comisión Séptima, donde nos ayudó a sacar todas las leyes tan importantes de la anterior legislatura, en materia laboral, en materia de contrato de aprendizaje, en materia de seguridad social, en materia pensional, etcétera. Y le causó la mejor impresión al señor Ministro de Protección. Por eso está hoy de Superintendente del Subsidio Familiar.

Pregunta: Hace un momento le escuchamos decir a usted (y si estoy equivocado me lo hace caer en la cuenta), ¿que a la Sociedad Interamericana de Prensa –SIP– usted le va a informar que la guerrilla permeó, penetró, que la guerrilla infiltró varios sectores de la vida nacional, entre ellos el periodismo colombiano?

Presidente de la República: Sí, claro. Y lo coaccionaron. Y lo mismo hicieron los paramilitares. Y yo creo que una de las cosas que hemos logrado hoy es recuperar bastante libertad. Hace cinco años, cuando yo recorría el país (lo que podía recorrer), aspirando a la Presidencia de la República, encontraba esa situación del periodismo muy distinta a la de hoy. Hoy encuentro un periodismo que ha recuperado su fortaleza, se ha sacudido de presiones, de coacciones, ha respirado de nuevo aires de libertad. Hace cuatro años en las regiones estaba muy sometido por unos y por otros terroristas.

Yo creo que hemos avanzado bastante, no solamente en la protección efectiva de los periodistas, amenazados y asesinados, mire la cifras, sino en recuperar, gracias a la Seguridad Democrática, el ejercicio de las libertades para el periodismo colombiano en esas regiones donde estaban tan maltratados, tan amordazados.

Y le voy a decir a la Sociedad Interamericana de Prensa cómo aquí, cuando se pasó de las guerrillas partidistas a las guerrillas marxistas, esas guerrillas marxistas empezaron a apelar a lo que se ha llamado la validez de todas las formas de lucha. Y entonces tuvieron complicidades en la política, penetraron el movimiento obrero, el movimiento campesino, el movimiento universitario, penetraron sectores del periodismo. Todo lo hacían en nombre de la validez de las diferentes formas de lucha. Lo que no le han respondido algunos al país, con el doctor Wilson Borja y muchos de sus compañeros de acción política, como el propio doctor Carlos Gaviria.

Entonces esa parte de la historia hay que contársela al mundo. Y el Estado no enfrentó eso debidamente. Por eso se ha hablado de un juicio al Estado. No de unas responsabilidades a personas individualmente definidas, sino un juicio al Estado. Y esa guerrilla, que apeló a todas las formas de lucha, que avanzó en la destrucción del país, que no tuvo un Estado que la enfrentara con toda la contundencia, engendra la otra expresión criminal: el paramilitarismo. Y por eso hay que acabar con los unos y con los otros, y en eso no nos vamos a detener.

Pregunta: Me queda una duda: usted ha hablado sobre las amistades dudosas de los congresistas Piedad Córdoba y Wilson Borja. Pareciera que el Gobierno Nacional tiene pruebas de esas relaciones con la guerrilla de estos dos congresistas. ¿Por qué no los denuncia, señor Presidente?

Presidente de la República: Esto es: la senadora Piedad Córdoba sabe por qué dio el tránsito de apoyarme a mí en la Gobernación de Antioquia, a decirme ‘paramilitar’. No porque yo fuera paramilitar, que ella sabe que no lo he sido. Ella sabe que no he tenido una sola relación con los paramilitares. Yo no soy el político que dice un discurso y manda un mensajito por allá: tranquilos, no se basen en ese discurso que después arreglamos. Yo no soy ese político. Eso le dijo Carlos Castaño a Luis Carlos Restrepo: que en la campaña del 2002, ellos sabían a qué atenerse con Uribe. En cambio otros les mandaban decir: no, nosotros tenemos que ser duros en el discurso, pero después arreglamos.

Yo no he sido ese político. Y la doctora Piedad Córdoba y muchos ignoran que estos congresistas que hoy están siendo investigados, muchos eran del oficialismo liberal en el 2002. No me apoyaron a mí, que hice la campaña en contra y a pesar de ellos. Muchos de ellos ya en el Congreso, elegido yo, me apoyaron, porque a todo el Congreso le insistí que me apoyara la agenda legislativa. Entonces hay que mirar a qué partidos pertenecían, a qué candidatos apoyaban en el 2002, cuando se produjeron estos hechos, y antes. Es que la mayoría de los hechos que se están investigando aquí son del 2002 y anteriores.

Ahora, para que la verdad les quede completita: por ejemplo, Dieb Maloof me apoyó a la candidatura. Hizo un acto en un hotel de Barranquilla, allá estuvo su familia, electores suyos, apoyó mi candidatura. Yo eso no lo puedo negar. Así como digo que él apoyó mi candidatura, es muy bueno que vean los otros qué candidaturas apoyaron, para que la doctora Piedad Córdoba deje de estar deslegitimando esto.

Y el doctor Wilson Borja, que ahora quiere salir lance en ristre contra la Ministra de Comunicaciones, que no mire los parientes de la Ministra de Comunicaciones, que es una mujer respetable desde todos los puntos de vista, que viene de la academia, sino que mire sus amigos y lo que ha sido su tesis política de odio de clases. Porque lo percibí. Era yo senador de la República y tramitaba yo la Ley de carrera administrativa, y recuerdo el odio, el radicalismo del doctor Wilson Borja, que no era senador, sino dirigente sindical. Y después su afiliación a sectores radicales de la política que han tenido asociación con esos sectores de la política que hablan de la validez de todas las formas de lucha.

Entonces como aquí veo una clase política amiga tan anonadada, muchos de los cuales simplemente aparecen a la palestra cuando hay que criticar a su Gobierno, pero no defienden esto, no da la batalla, parece que estuvieran o enfermos, o sin energía, o muertos de miedo, me toca a mí salir a la batalla, me toca ser escudero de estas tesis, porque estamos es en la defensa del modelo colombiano del presente y del futuro.

Pregunta: Mientras hemos estado en esta entrevista con usted en RCN, a través del chat nos han llegado varias opiniones sobre lo que ha sido, volviendo al caso del nuevo Canciller, el nombramiento del ministro Fernando Araujo. Dicen unos que perfecto, que maravilloso. Otros se preguntan si usted tuvo en cuenta que él tuvo algunos líos con la Fiscalía que, de paso, digo, fue precluida esa investigación, por el caso de Chambacú?

Presidente de la República: Esto es: yo le pregunté. Y él me dijo que todo eso estaba superado, que había precluido, yo se lo pregunté.

Pregunta: Efectivamente esa fue una decisión, como usted dice, que fue precluida por la Fiscalía, y el Canciller la explicó en RCN esta mañana.

Presidente de la República: Yo se lo pregunté, y eso me dijo.

Pregunta: Es decir, ¿usted sí tuvo en cuenta ese caso y lo comentó con él?

Presidente de la República: Sí. Yo tenía un vago recuerdo de ese caso, se lo pregunté. La interlocución con Fernando Araújo me ha gustado mucho, por sincera, por reflexiva, por clara frente a la problemática del país, por desprevenida. Porque tiene claridad, pero claridad sin odios. Y me dijo: sí, Presidente, eso está todo resuelto favorablemente.

Juan Gossaín: Señor Presidente de la República, de parte nuestra, de RCN, desde el punto de vista periodístico, muchas gracias por su colaboración y que tenga usted muy buen día.

Presidente de la República: A ustedes, muchas gracias.

 
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