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Tiempos difíciles para la economía: Uribe
En economía, dos asuntos trasnochan por estos días al Presidente, Álvaro Uribe Vélez, y éstos tienen que ver con los riesgos de que aumenten el desempleo y la pobreza, como consecuencia de la pérdida de ritmo en la producción.
En entrevista con LA REPÚBLICA, el Jefe de Estado reconoció que la economía atraviesa por un momento difícil.
También habló sobre la incertidumbre en torno a su segunda reelección. Dijo que le afana que el país entienda que se necesita dar continuidad a las políticas de Seguridad Democrática y de confianza inversionista porque, en su criterio, de eso depende el futuro social del país.
“Hay que redondear faenas”, indicó el mandatario al señalar que históricamente pocos gobiernos intentaron efectuar estrategias similares, pero dejaron la tarea a medio camino.
En el diálogo con éste diario, el Presidente anticipó los pilares del discurso con el que defenderá la aprobación definitiva del TLC en las próximas semanas, cuando tiene previsto viajar a Estados Unidos, para intervenir en la Asamblea General de Naciones Unidas. De otro lado, descartó que pretenda transformar al Banco de la República, pese a que al Gobierno le sigue preocupando el impacto de las altas tasas de interés.
¿Cual es hoy su mayor preocupación en materia económica?
Estamos en un momento difícil para la economía. En realidad me preocupa que se nos vaya a frenar la dinámica de generación de empleo y de disminución de la pobreza.
El Banco de la República tomó unas decisiones oportunas, madrugó con medidas de tasas de interés para que el país no cayera en una fase de excesiva confianza en el crédito.
Pero eso se superó, también las decisiones del Emisor han dado una señal de que Colombia no puede entrar en una espiral sicológica de inflación. Superados esos dos problemas hay que poner cuidado para que las altas tasas de interés no sigan frenando el consumo.
Bajo estas circunstancias, las empresas ajustan presupuestos disminuyendo nómina, se aumenta el desempleo, bajan las cotizaciones a seguridad social y se afecta la lucha que estamos librando contra la pobreza.
¿Le asaltan temores frente a lo que pueda pasar con la producción?
Tenemos que proteger la oferta productiva porque estamos en una dinámica de inflación no monetaria, sino importada por la crisis mundial de alimentos. Hace falta comida en el mundo y esto también está relacionado con el problema de los altos precios de los combustibles.
¿Le incomodan realmente las decisiones del Banco de la República?
No. Hay que dialogar con franqueza, pero en una forma constructiva y así como se critica el gasto público del Gobierno Nacional, nosotros también manifestamos que nos preocupa el alto nivel de las tasas de interés. Ahora bien, la ventaja que tiene Colombia, y que no podemos perder, es que el país ha logrado una gran confianza inversionista. Atravesar un nubarrón de la economía, que es mundial, sin esa garantía sería mas grave todavía.
¿Está pensando en proponer una reforma constitucional para modificar el papel del Emisor?
No. Yo creo que no es conveniente pensar en reformas constitucionales. Reitero, lo que planteamos es un diálogo muy constructivo, respetando la independencia de las instituciones.
Acuerdo Comercial
¿Qué mensaje llevará próximamente a la ONU y, específicamente, qué dirá a quienes tienen en sus manos la aprobación del TLC?
El Tratado de Libre Comercio en el corto y mediano plazo no aumentaría significativamente las exportaciones a EE.UU. Elevar una oferta productiva no es fácil, diversificar aun más las exportaciones tampoco.
Lo que sí puede hacer el TLC, y estamos seguros de eso, es estimular más la llegada de inversión extranjera a Colombia. Muchos dicen que quieren hacer negocios aquí, cuando ya este vigente el acuerdo, para tener garantizado el acceso al mercado estadounidense. Si nosotros podemos avanzar más en inversión, esto se constituye en una opción para el pueblo colombiano.
¿Con qué argumento político busca convencer a los opositores del TLC?
Esto es, a mayor inversión lícita en Colombia menores serán los riesgos de expansión de los cultivos de coca y amapola.
Si algo se preguntan empresarios e inversionistas es si aspirará a un tercer mandato. ¿Qué les puede decir?
Lo que hemos hecho es buscar la construcción de confianza en Colombia sobre tres pilares: Seguridad Democrática, tranquilidad para la inversión desde la responsabilidad social y cohesión social.
Las dos primeras generan un marco de prosperidad, que orientado socialmente ayuda a superar pobreza y a construir equidad. Recuerdo haber conocido pocos gobiernos totalmente comprometidos con la seguridad, que fueron cortos y no alcanzaron a redondear faenas. Los gobiernos de Colombia han sido amigos de la inversión, pero históricamente ha faltado ponerle toda la dinámica que ahora estamos procurando.
Por eso, mi afán es sembrar en la mente de cada colombiano la necesidad de que el país proyecte a largo plazo las políticas de Seguridad Democrática y de confianza inversionista. Porque todo el mundo habla de lo social, pero este aspecto muchas veces se queda sólo en el discurso. Para convertirlo en realidad se necesita un elemento político y uno material.
¿De qué depende el futuro social del país?
Una herramienta para lo social es disponer de recursos. Entonces, el futuro de la sociedad colombiana, en mi concepto, depende muchísimo de la continuidad de las políticas de control del orden público y de los estímulos a la inversión. La continuidad no quiere decir continuismo; es proyectar estrategias a largo plazo, efectuando ajustes, pero manteniendo unas líneas básicas.
Avances en la estrategia para reducir el desempleo
Durante el Consejo Comunal de Gobierno del pasado sábado en Pereira, el Presidente Álvaro Uribe Vélez, afirmó que “el país esta en un momento de estabilidad laboral”.
Los datos de afiliación a las cajas de compensación son positivos, según el mandatario porque dan cuenta de la creación de 718 mil empleos entre junio de 2007 y el mismo mes del presente año.
El crecimiento de los aportes a las cajas de compensación también fue un dato a destacar como quiera que el resultado fue 15,1 por ciento mayor al compararlo con la anterior vigencia.
Estos y otros datos relacionados con aportes parafiscales, llevaron al Gobierno a pensar en una modificación de las categorías con las que el Dane mide la informalidad laboral. Uribe sostiene que no necesariamente todas las empresas que tienen menos de 10 empleados se pueden catalogar en esa condición. |
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