PALABRAS
DEL PRESIDENTE URIBE EN CONMEMORACIÓN DE LOS 25
AÑOS DE LA ANDA
Bogotá, 9 may (SNE). El presidente Álvaro Uribe
Vélez pronunció las siguientes palabras durante la
conmemoración de los 25 años de la Asociación
Nacional de Anunciantes (Anda).
"Qué difícil en la Patria de los últimos
años asumir una actividad tan de tanta responsabilidad como
es anunciar. En una Colombia signada de malas noticias provenientes
del narcotráfico, de la guerrilla, de los paramilitares,
de la corrupción, de la pobreza, qué tarea tan difícil
anunciar. Cuando la actividad de anunciar generalmente se asocia
con promover, y para promover se necesita una materia prima absolutamente
positiva.
Cuando
pienso en los 25 años que ustedes han cumplido,
me asombra gratamente que hubieran podido sostener esta actividad
en una Patria que en estos 25 años ha vivido tantas dificultades.
Solamente eso merece el reconocimiento general de la Nación.
Por
eso, en asocio de la señora Ministra, con todo el sentimiento
patrio, hemos querido entregar a ustedes la Condecoración
del Ministerio de Comunicaciones Manuel Murillo Toro.
Y
cuando se observa este discurrir de ustedes en un tramo difícil
de la vida de la Patria, se reitera otra conclusión: Colombia
ha tenido un magnífico sector privado. Ese sector privado
de la Patria constituye un eslabón de capital social extraordinario.
Prueba de ello es lo que han logrado ustedes en un tramo de tantas
complicaciones.
Cuando
he tenido la oportunidad de discutir con sociólogos,
con profesores universitarios del país y de las universidades
de Europa, de los Estados Unidos, siempre les llamo la atención
sobre una apreciación muy equivocada que, a mi juicio, han
tenido: La apreciación de señalar en el sector privado
colombiano la causa de las dificultades y de la inequidad nacional.
Les
he dicho: lo que ha faltado en Colombia es más sector
privado para que podamos corregir las inequidades. Lo que ha ocurrido
en Colombia es que todos los flagelos han impedido que el sector
privado crezca y se robustezca, como lo necesita la Nación
para contribuir con sus ingresos, con sus impuestos, con su empleo,
con sus parafiscalidades, a construir una Nación equitativa.
Uno
compara el país del sector privado formal, con el país
informal. Basta salir y hacer una pequeña encuesta en las
calles de Bogotá y encuentra que mientras en el sector privado
el trabajador del salario mínimo tiene unos ingresos de
tres, el trabajador informal tiene unos ingresos de uno.
El trabajador de menor salario en el sector privado formal, es
un trabajador protegido por la seguridad social, es un trabajador
que labora en condiciones de dignidad. El trabajador informal vive
sometido a los padecimientos de la intemperie, de la falta de seguridad
social a toda clase de incertidumbres.
Colombia
tiene con quien desarrollar un gran sector privado. Prueba de
ello
es el esfuerzo sostenido de ustedes a lo largo de estos
25 años. Si vamos superando dificultades, si le abrimos
más y mejores espacios al sector privado, vamos a tener
una Nación con más equidad.
Y
para que ese sector privado pueda crecer y crecer más,
nosotros nos hemos propuesto la tarea de predicar al oído
de los colombianos la Nación con la cual soñamos:
una Nación sin exclusiones, pero sin odios en el modelo
político. Una Nación con pluralismo, pero sin acidez
y sin antagonismo en el debate. Una Nación que sea capaz
de mantener un activo debate de ideas, pero siempre en un esquema
de fraternidad. Creemos que eso es fundamental.
En
los últimos años
las dificultades fiscales de endeudamiento, los retos de la seguridad,
nos han obligado a derramar
una cantidad severa de impuestos en el sector privado colombiano,
que bastante ha ayudado.
Eso
se suma a los esfuerzos que tiene que hacer el sector privado,
por ejemplo
con la seguridad social. Y vuelvo al tema de las discusiones
con muchos sociólogos, por ejemplo de ONG's internacionales:
en este país las cargas parafiscales del sector privado
son enormes en la comparación internacional.
Por
ejemplo en Chile, todos los aportes a los fondos de pensiones
están a cargo del trabajador. Aquí, la mayor parte
a cargo del empleador. Allá, obstante que se ha transcurrido
un período de gobiernos que se suponía iban a cambiar
ese modelo, al trabajador le brindan el plan de salud que sea capaz
de comprar. Acá creamos, financiado básicamente por
el sector privado, un plan de salud solidario, un plan de salud
que le da la misma atención al trabajador de salarios mínimos
que al trabajador de mayor nivel de ingresos.
Y
hemos tenido que gravar al sector privado con un impuesto extraordinario
de
patrimonio, con un aumento de renta, una sobretasa, con una
eliminación de algunos descuentos y también con un
impuesto al patrimonio.
Lo
bueno es que hasta allí aparece una tributación
muy alta, pero en la medida que el sector privado se comprometa
a crecer, también tiene alivios y tiene estímulos.
Me
decía el doctor Carlos Delgado que el año pasado
ustedes crecieron el 36 por ciento y que este año están
registrando un crecimiento mayor. Eso estimula bastante y yo creo
que se están dando condiciones para que el país pueda
soñar y convertir el sueño en realidad, de un crecimiento
promedio de la economía del 5 por ciento sostenido en el
mediano y largo plazo.
Quiero
hacer un recuento de algunos de esos estímulos:
Primero, hemos eliminado el arancel a los bienes de capital. Segundo,
estamos devolviendo el IVA a los bienes de capital. Tercero, en
aquellas empresas altamente exportadoras simplemente no se cobra
el IVA. Cuarto, redujimos del 50 al 30 por ciento el porcentaje
que se le exige a una empresa de exportación frente a su
producto total, para que clasifique como empresa altamente exportadora.
Tenemos
algunas actividades como cultivos de tardío rendimiento,
nuevos hoteles, remodelación de viejos hoteles, turismo
ecológico, energías alternativas, que han recibido
exenciones de impuestos.
Nosotros
hemos procedido allí con varias fundamentaciones.
Quiero recordar dos. La primera, eliminar los estímulos
caprichosos y sustituirlos por estímulos orientados al crecimiento,
por estímulos pensados para que Colombia pueda convertir
ventajas potenciales de su economía en ventajas reales.
Y
una segunda fundamentación: que lo que es inicialmente
un conjunto de tributación y de parafiscalidad alto, esté adicionado
por un conjunto de estímulos, para que aquellos que quieran
crecer tengan los suficientes alicientes.
Este
año estamos trabajando dos normas aprobadas en diciembre.
La primera, para devolver dos puntos de IVA a los colombianos que
paguen sus bienes y servicios con dinero plástico. El Gobierno
hasta la fecha ha devuelto aquello que se causó hasta el
mes de abril inclusive.
Estamos
procediendo con sumo celo en la Dian, para que los colombianos
reciban a
tiempo esa devolución, la encuentren abonada en
sus cuentas de débito o en sus cuentas de crédito.
Eso nos va a ayudar mucho a construir confianza, a que la gente
vea que en el Estado hay esmero, diligencia, para cumplir con las
normas y con la palabra empeñada, a 'bancarizar' la economía,
a formalizarla.
El
segundo estímulo es la deducción general del
30 por ciento, que aprobamos en diciembre del año pasado,
a cualquier inversión generadora de rentas. Eso le va a
costar al fisco el año entrante, pero va a ser muy importante
para el crecimiento de la economía.
Incluso
ya hemos producido tres decretos reglamentarios de esa deducción. El último, la semana anterior. Para aclarar
que cualquier inversión generadora de renta en Colombia
es beneficiaria de esa reducción, sea en cualquiera de los
sectores de la economía. Para aclarar que no solamente son
beneficiarias de esa deducción las inversiones sometidas
a un régimen de depreciación, sino también
aquellas sometidas a un régimen de amortización.
Pienso
que eso nos tiene que ayudar a que crezca y crezca esta economía. Y les voy a pedir a ustedes que nos ayuden con
el sector privado a anunciar y anunciar estos estímulos,
porque necesitamos que la economía crezca al 5 por ciento.
Y es posible.
Por
ejemplo, uno esperaba que pudiéramos presentar un mejor
resultado de crecimiento en el primer trimestre. Hay tres factores
que no nos permitieron cumplir la meta. Uno es el agropecuario.
Yo ya le veo en este segundo trimestre una gran recuperación.
Nosotros
habíamos propuesto en el Plan de Desarrollo terminar
el cuatrienio con 200 mil hectáreas de maíz tecnificado.
Este año ya estamos llegando a unas 160 ó 170 mil.
En la zona cafetera, solamente en las socas de café, se
deben sembrar 40 mil hectáreas de maíz tecnificado.
En
este Gobierno la palma africana ha crecido en 50 mil hectáreas.
Vemos un gran dinamismo en la recuperación del algodón,
con mayor productividad, con la introducción de la semilla
transgénica que nos ahorra muchísimo en costos, y
con unos experimentos, por ejemplo, con riego, que nos han permitido
tener unos logros de productividad comparables con los países
campeones.
En
el interior del país en este momento tenemos 26 mil
800 hectáreas de algodón sembradas. Venimos de 9
mil hace dos años. Y el plan para la Costa Caribe, que empieza
a ejecutarse en julio-agosto: el Ministro dice que vamos a sembrar
más de 60 mil. Yo creo que podemos asegurar 50 mil hectáreas,
y eso va a ayudar bastante. Yo veo un sector agropecuario tonificado.
Eso nos tiene que ayudar muchísimo.
Y
el segundo elemento que no nos permitió mostrar el crecimiento
que esperábamos es la droga. Ustedes vieron muy bien que
cuando no se incluye la droga en la suma algebraica de los sectores,
el crecimiento en el primer trimestre fue del 4.06. Cuando se incluye
la droga resta, porque el país ha venido en una actividad
con toda la dedicación para eliminar la droga, y se reduce
al 3.8. Esa pela sí la tenemos que asumir. El país
tiene una determinación que es eliminar la droga y en eso
no puede haber claudicación.
El
tercer elemento es el de la baja inversión pública.
Están empezando los alcaldes, están empezando los
gobernadores, la Nación ha tenido restricciones fiscales
grandes. Pero hemos logrado financiar el 70 por ciento del Transmilenio
de Bogotá, 70 por ciento del Transmilenio de Cali, lo mismo
estamos haciendo en Bucaramanga, Barranquilla, Cartagena, Pereira
y Valle de Aburrá.
Esos
proyectos han estado en unas etapas de consultoría,
salvo Bogotá que está en ejecución, y el martes
de la semana entrante empieza ya a ejecutarse la obra en Cali,
lo cual es bastante alentador y en los próximos meses irán
entrando las otras ciudades.
Confiamos
que a los 2.500 kilómetros del plan de pavimentos,
se sumen otros 800 que se vienen adelantando. Y hay obras tan importantes
sobre las cuales el país había perdido la esperanza
como el Túnel de la Línea. Ayer se adjudicó en
audiencia pública la primera etapa.
Estamos
estudiando con todo el juicio el tema de la doble calzada Bogotá-Girardot y hay otras obras de gran importancia en
el país.
Pusimos
en marcha el sistema de las audiencias públicas
en aras de la transparencia. Es mejor que surjan todos los problemas
de las licitaciones antes de adjudicarlas. Y las etapas que se
prevén para la doble calzada Bogotá-Girardot son
estas: mañana habrá un análisis con Jurídica
de la Presidencia sobre los conceptos que tiene el Ministerio,
el Instituto de Concesiones de INVIAS, alrededor de las diferentes
propuestas. En una o dos semanas, dependiendo del recaudo de unas
verificaciones que ha pedido Jurídica de la Presidencia,
se hará una audiencia pública televisada y el Ministro
le contará al país detalladamente el análisis
de cada una de las propuestas.
Se
permitirán las objeciones, se escucharán, se
suspenderá la audiencia y se convocará para reanudarla
en fecha prudente, a fin de hacer la adjudicación.
Yo
confío que estos grandes resto los podamos sacar adelante
con transparencia y con eficiencia, para que vayamos poniendo un
buen ritmo, un mejor ritmo de ejecución de inversión
en el sector público.
Tenemos
hoy un buen esquema de vivienda social, pero todavía
a un ritmo lento. Aspiro que en este segundo semestre podamos mostrar
mejores resultados en esa materia.
El
país tiene que ver con mucho optimismo los pasos que
viene dando nuestra economía internacionalmente. Primero
hicimos el Acuerdo Can-Mercosur. Logramos reunir un consenso total
en el sector privado. Aquí se le tenía mucho miedo
a ese Acuerdo Can-Mercosur. Nos decían: cómo nos
vamos a poner a competir con Brasil. Y habría sido muy complicado
iniciar la negociación del Tratado de Libre Comercio con
los Estados Unidos sin dar ese paso con nuestra América
del Sur, porque entonces los opositores a ese Tratado estarían
diciendo que nosotros habíamos abandonado todos los compromisos
con nuestros hermanos suramericanos.
Confío que salga con equidad, con respeto a la pequeña
empresa, con el entendimiento de que Colombia tiene en su sector
agropecuario un gran futuro, el tema del tratado de Libre Comercio
con los Estados Unidos, y que sea un paso para el Alca.
Es
buena y reconfortante la noticia de que los mandatarios europeos
ya hubieran
expresado públicamente, en las últimas
reuniones que con ellos tuvimos en México, la decisión
de ampliarlo, no por un año, ni por seis meses, sino por
diez años, el Sistema General de Preferencias para el Mercado
Europeo, con menos restricciones de las que hemos tenido ahora.
Y que en ese período negociemos un tratado de comercio para
evitar la incertidumbre, porque aún para muchas inversiones
un plazo de diez años es todavía un plazo corto.
El
sector privado colombiano ha venido reclamando mayor estabilidad
en las reglas
de juego. La Comisión Tercera del Senado de
la República nos acaba de aprobar un proyecto de ley, que
seguirá haciendo su curso en la plenaria y en la Honorable
Cámara, que autoriza al Gobierno a suscribir pactos de estabilidad
con los inversionistas. Yo confío que eso le dé un
motivo de mayor tranquilidad al sector privado.
En
el frente fiscal la situación es difícil. Si
ustedes me preguntarán: ¿cuáles son los nubarrones
más preocupantes que yo advierto en el panorama fiscal de
la Nación?, me referiría a dos: al tema de pensiones
y al tema de hidrocarburos.
Sobre
el tema de hidrocarburos, el país tuvo los picos
de exploración en el año 1992. Empezamos a vivir
una etapa de descenso. En el año 2002 apenas hubo 7 exploraciones
en Colombia. En el año 2003 ya logramos 28. Este año
vamos a pasar la barrera de los 30.
Acabamos
de adjudicar un área de exploración de
gran importancia en el Caribe colombiano, en frente de Santa Marta
hasta La Guajira. Ahí están las empresas como Exxon
Mobil, Petro Bras y Ecopetrol.
Es
bueno saber que empresas que se querían a retirar de
Colombia, hoy han resuelto todo lo contrario: invertir más
en Colombia. Confiamos que podamos recuperar el ritmo de sísmica,
el ritmo de exploraciones y que le podamos superar al país
ese nubarrón, esa incógnita para el frente fiscal,
tan delicada, que es la escasez de combustibles, de hidrocarburos.
Pero
estamos por otro lado poniendo gran atención a las
energías alternativas. Declaramos una exención tributaria
a la energía eólica. Ya se instaló, gracias
a esa exención, el primer parque de generación de
20 mil kilovatios en La Guajira. Ojalá ese parque sea adicionado
por otros muchos, porque La Guajira tiene un potencial de energía
eólica de aproximadamente 4 millones de kilovatios.
El
Valle del Cauca, el año entrante, con las decisiones
que hemos tomado: la exención tributaria, el reglamento
aprobado por la Organización Mundial de Comercio y la política
de precios, empezará a producir un millón de litros
de alcohol carburante. Cuatro, cinco ingenios, incluido el de Risaralda,
ya han hecho el pedido de las plantas.
Y confiamos que siga y se acelere el ritmo de siembra de palma
africana y que vayamos a producir el bio-diesel. Lo necesitamos.
Entonces
quiero decir ante ustedes que tenemos una gran dificultad en
hallazgos
de hidrocarburos. Pero estamos dando todos los pasos
para que el país no vaya a tener graves perturbaciones por
la crisis energética que se le avecina al mundo, que hizo
estragos en Brasil en la anterior administración presidencial,
que tiene problemas hoy en la recuperación de la economía
argentina, que está produciendo problemas en la economía
chilena. Hasta el punto de que Chile, para poder generar, acaba
de hacer un acuerdo con Taiwán, para traer desde Taiwán
gas licuado para las plantas de generación en Chile.
Hay
una preocupación grande sobre lo que puede pasar en
materia energética, su impacto en la economía mundial
en la próxima década y nosotros estamos tomando todas
las medidas para que Colombia pueda sortear exitosamente esa amenaza
mundial.
El otro tema es el de pensiones. La verdad yo vi esfumarse la
juventud luchando en el tema de pensiones. Nos demoramos de 1986
a 1993 para dar el primer paso: el de la Ley 100, que se dio gracias
al apoyo del presidente Gaviria y su Gobierno.
Con
el ministro Juan Luis Londoño dimos el segundo paso.
Intentamos dar el tercero con el Referendo del año pasado.
No fue posible. Hemos venido después del Referendo conversando
con todas las fuerzas políticas, y hoy creemos tener un
consenso para aprobar una reforma constitucional que vamos a radicar
el 20 de julio. Una reforma constitucional para eliminar los regímenes
privilegiados. Eso ayuda bastante.
Pero
tenemos una preocupación, que es la Caja Pensional
en el corto plazo. Este año la Nación tiene que girar,
para efecto pago de pensiones, 10 billones de pesos. De esos 10
billones de pesos, billón y medio van al Seguro Social.
Y el año entrante ese billón y medio que tenemos
que trasladar al Seguro Social, se puede convertir en cuatro.
Entonces
yo he hablado, tanto con el Ministro del Interior como con el
Ministro
de Protección, y les he dicho: no es suficiente
el acuerdo que tenemos. El acuerdo político hay que adicionarle
otro punto que nos ayude en caja, en un período de tiempo
más corto. Vamos a buscar ese acuerdo, a ver cómo
tramitamos la reforma constitucional para eliminar los regímenes
privilegiados y la reforma legal para resolver un problema de caja
en un plazo más corto.
Tengan
la certeza de que somos plenamente conscientes de estas dificultades
fiscales.
Tenemos toda la voluntad de removerlas,
para que la economía del país se robustezca más
y más.
Por
supuesto, reformas tributarias o pensionales milagrosas no hay.
Perfectas
no hay. Todo el mundo tiene su propia versión
de reforma pensional. Cuando uno habla de reforma estructural a
la tributación, en eso cada voz en el Congreso de la República
tiene un concepto diferente.
Por
ejemplo, a algún sector del país lo han orientado
con la tesis de que la reforma estructural en materia de tributación
hay que hacerla contra las transferencias. Imposible. Imposible.
Una cosa es examinar las transferencias de acuerdo con los libros
de la hacienda pública y otra de acuerdo con las necesidades
de los departamentos y municipios.
Nosotros,
con todo el esfuerzo hecho, apenas hemos logrado crear en estos
dos
años 750 mil cupos escolares. Si logramos mantener
el esfuerzo, crearemos al final del Gobierno millón y medio.
Y en ese momento todavía habrá entre 500 y 800 mil
niñitos sin cupo.
O sea que el recorte de las transferencias es de inmensa dificultad.
Estamos haciendo una reforma legal a ver si podemos darle mejor
uso a las transferencias de salud.
Este
Gobierno se ha propuesto crear 3 millones de cupos en el régimen subsidiado de salud. Este año se crea millón
y medio. El año pasado entraron millón 100 mil colombianos
al régimen subsidiado de salud. Vamos a ver si con esa reforma
legal, que tiene bastante entusiasmo el Congreso, podemos al final
no entregar tres millones de nuevos cupos, sino una cifra muy superior.
Algunas
voces optimistas del Congreso me dicen que con esa reforma podríamos aspirar a terminar el período con 20 millones
de colombianos en el régimen subsidiado de salud. Ojalá.
Ojalá. Eso sería un gran salto.
Entonces
tengan la certeza que tenemos toda la preocupación
por estos temas de la economía, para que siga la recuperación.
Y
el tema de la seguridad y el tema de la Reforma del Estado. Me
refiero primero
a éste. Nada ganamos con tener más
ingresos, con tener un régimen pensional más razonable,
si continuamos con un Estado derrochador.
Hasta
el momento hemos introducido reformas en 37 empresas del Estado,
empezando
por el Sena. La reforma en el Sena, que nos ha
costado inmensos dolores de cabeza. El Sena educaba, formaba, un
millón de colombianos en el año 2002. Este año
forma 2 millones 600. Y aspiramos que al finalizar el cuatrienio
en el año 2006, el Sena esté formando 4 millones
de colombianos por año, y por supuesto mejorando la empleabilidad,
que la hemos venido midiendo rigurosamente.
Está la reforma de Telecom, que hay que cuantificar lo
que ha incidido eso en el problema estructural de las finanzas
públicas. Que Telecom estaba perdiendo 500 mil millones
al año, que se los tenía que demandar al presupuesto
nacional para cumplirle a los pensionados. Se suprimió esa
pérdida. Este año debe ganar 500 mil millones y son
500 mil millones que le está ahorrando al presupuesto nacional.
Eso es de gran importancia.
Telecom
se pone en condiciones de pagarle a los pensionados de la antigua
Telecom y al mismo tiempo de contribuir al mejoramiento
de las telecomunicaciones en la Patria. La última decisión
dolorosa, difícil, fue la del pasado sábado con Tele-Santa
Marta, pero eso implica un gran ahorro.
Hemos
avanzado en las reformas de Ecopetrol, en las reformas de 37
entidades
del Estado. El Seguro Social apenas lo llevamos a
medias. Dimos un paso muy importante, que fue desvincular todo
el sistema de clínicas del sector central de la entidad,
hoy en firme, gracias a las sentencias de la Corte Constitucional
y del Consejo de Estado. Pero nos falta muchísimo en la
reforma del Seguro Social.
El
país puede tener la certeza que nosotros seguiremos
en la eliminación del gasto burocrático y del Estado
derrochador, hasta el último día de Gobierno, para
que los colombianos puedan pagar sus impuestos con más tranquilidad.
El
tema de la seguridad es un tema de insistencia. Tenemos operaciones
en
todo el país. Tenemos unos avances, también hay
unos problemas. Habíamos avanzado mucho en el occidente
de Caldas. Esta mañana fui informado de unas dificultades
allí, pero estamos las 24 horas del día enfrentando
el tema de seguridad.
Ese
tema necesita persistencia. Ese tema necesita voluntad de hierro.
Ese tema
necesita una visión elemental: Colombia
tiene que derrotar el terrorismo. No hay más camino. Eso
no puede ser de pare y siga. Una política de seguridad con
dubitaciones, frágil, enfrentada a unos terroristas con
propósitos de 40 años, es una política de
seguridad llamada a perecer.
Por
eso esta política de seguridad tiene que tener toda
la fortaleza, tiene que tener toda la contundencia, sin jactancias.
Toda la severidad en la política de seguridad, sin jactancia
alguna. Para que, al no existir jactancias, se habrán las
puertas del diálogo en el momento que lo quieran los grupos
violentos.
El
Gobierno ha asumido una actitud de total prudencia frente a las
perspectivas
con el ELN y confiamos que la gestión de
buena voluntad emprendida por México, le pueda dar un buen
resultado a nuestros compatriotas.
Tienen
que anunciar mucha cosa para que esta economía crezca.
Hace
pocos días me decían en Cartagena: bueno, ¿por
qué no nos ayuda con más presupuesto para la promoción
turística de la Nación? Yo les contestaba: ¿qué nos
ganamos promoviendo una Patria bien hermosa en el extranjero, si
a cada rato hay malas noticias?
Las
malas noticias pueden con las buenas fotos. Entonces vamos a
hacer un pacto:
ustedes siguen anunciando y anunciando bien de
Colombia. Y nosotros seguimos en un esfuerzo a ver si en Colombia
los hechos no desvirtúan los buenos anuncios de ustedes.
Muchas felicitaciones".
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