PALABRAS
DEL PRESIDENTE URIBE EN LOS 44 AÑOS DE ACORE
Bogotá,
26 nov (SNE). El siguiente es el discurso del Presidente de
la República, Álvaro Uribe Vélez, durante
la celebración este viernes de los 44 años de
la Asociación Colombiana de Oficiales en Retiro de las
Fuerzas Militares (Acore):
“Nos
reunimos en este nuevo aniversario de Acore y acudo, como Presidente
de los colombianos, a rendir un homenaje a todos aquellos compatriotas
que han prestado este esfuerzo, que han hecho este sacrificio
en la institución armada de la Patria y que hacen parte
de Acore.
Me
emociona mucho compartir este acto con el señor general
Rafael Samudio Molina, honra de la Patria y presidente de Acore.
Me emociona mucho compartir este acto con los señores
generales Alberto Ruiz Novoa y Álvaro Valencia Tovar,
quienes encabezan una pléyade de ilustres servidores
a la Patria, a la democracia, las fuerzas institucionales.
A todos ellos, a los que hacen parte de Acore, a nuestros compatriotas
que han servido al Ejército, a la Armada, a la Fuerza
Aérea, integrados en Acore, un saludo lleno de efecto,
lleno de admiración por su tarea.
Me
honor muchísimo que el Director de Acore, su junta directiva
me confieran el inmenso honor de entregar la medalla ‘Bodas
de Oro Profesionales’ a los contraalmirantes Rafael Martínez
Reyes, Miguel Ramses Rancel Santos, capitán de fragata
Vitaliano Sánchez Castañeda, al capitán
de corbeta Luis Óscar Pineda Giraldo.
La
medalla curso ‘Antonia Santos’ de la Escuela Militar
de Cadetes, general José María Córdova,
al coronel Luis Ernesto Cortés Ahumada y al mayor Manuel
Flórez Rincón.
Y
me emociona muchísimo participar hoy para honrar el
curso general Antonio Morales de la Escuela Militar de Cadetes,
general José María Córdova, en cabeza
de los generales Jesús Armando Arias Cabrales y Pedro
Nel Molano Vanegas, del brigadier general José Alirio
Alvarado Hernández, de los coroneles José Antonio
Romero, Benjamín Castañeda, Enrique Amaya, Adolfo
León Hernández, Edmundo López Figueredo,
del teniente coronel Guillermo Edmundo Guerrero, de los mayores
Víctor Manuel Rodríguez, Saulo Toledo Plata,
Julio Enairo Casallas, Gustavo Pindo, Juan Nepomuceno Estalva,
Jairo Godoy Bautista, Bernardo Benavides, Raúl Hermida,
Héctor Horacio Sanchez, José Agustín Vásquez,
Roberto Mutter, Julio César Téllez, Jorge Enrique
Martínez, de los capitanes Héctor Manuel Agudelo,
Luis Humberto Peña, Rodrigo Rojas Cháux, de los
tenientes Rafael de las Mercedes Herrera y Luis Humberto Pierroti.
Y
el curso número 28 de la Escuela Militar de Aviación
Marco Fidel Suárez en cabeza del mayor general Alberto
Guzmán Molina, de los coroneles Fidel Darío Zapata,
Hugo Beltrán, José Rafael González, y
el subteniente Enrique Bustamante Escalante.
De
los mayores generales Rodolfo Torrado Quintero, Ricardo Cifuentes
Ordóñez, Orlando Salazar Gil, del brigadier general
Adolfo Clavijo Ardila, de los coroneles Gustavo Rosales Ariza,
Armando Pinzón Rengifo, la señora Amalfi Ricardo
Prieto, y del doctor Rodrigo Noguera Calderón, rector
de la Universidad Sergio Arboleda.
A
todos ellos, a sus familias, una profunda felicitación.
Son ejemplo de honrado servicio a la Patria, de lealtad a la
Constitución, a través de lealtad a la institución
armada, responsable de la seguridad del pueblo, de la Patria.
Cuánto
ha servido Acore a la Nación. Tener integrada a lo largo
de tantos años a la fuerza en retiro, en una Nación
apabullada, como estuvo en algunos momentos, por el terrorismo,
afectada por el desempleo, una Nación maltratada por
la pobreza, qué importante ha sido para el comportamiento
democrático de las fuerzas que exista una institución
que hay aglutinado, con tanto patriotismo, con total transparencia,
con lealtad absoluta a Colombia a su institucionalidad en retiro.
Diferente
sería Colombia si no hubiera un referente moral para
el comportamiento de aquellos que están en el uso de
buen retiro, y ese referente ha sido Acore. Diferente habría
podido ser la conducta, la observancia de la Constitución,
el respeto a la democracia de los retirados, si no hubieran
tenido ese referente moral y patriótico que ha siso
Acore.
Qué bueno
que el país cuente con Acore, porque ahí siempre
hay una reserva moral, una fuerza de conciencia, una decisión
sin claudicación, un corazón con arrojo para
servir los superiores intereses de la Patria.
Gracias,
general Samudio, por lo que ha hecho por la Patria al dirigir
bien a Acore. Muchas gracias, compatriotas de la oficialidad
en retiro, encabezados aquí por los generales Ruiz Novoa
y Álvaro Valencia Tovar por servir bien a la Patria
a través de haber servido bien a la oficialidad en retiro.
Acore
impone hoy la medalla Rafael Reyes, ese general creativo que
en mula remontó los Andes para ser el nuevo descubridor
del Putumayo, el que primero encontró la necesidad de
las relaciones con el Brasil, el que esculcó para bien
de la humanidad la Amazonía, general de orden y general
de autoridad, desvelado como el que más por la unidad
de Colombia, pionero de grandes obras, una vida ejemplar en
su honradez.
¿Cuántas
celebraciones ha tenido Colombia este año con el primer
centenario de la iniciación del quinquenio de Reyes?
Cada dos semanas hemos celebrado el centenario de una institución
que nació en 1904, justamente con el ascenso de Reyes.
Reyes es expresión superior de patriotismo, expresión
superior de valor, expresión superior de creatividad.
Por eso en buena hora Acore instituyó la medalla Rafael
Reyes, que hoy ha conferido a ese grupo brillante de patriotas
que acabamos de mencionar.
Reitero
ante ustedes respetando su patriotismo, su autoridad moral,
con una subalternidad ética, porque para asear bien
a la Patria hay que respetarlos a ustedes, todo mi compromiso
con tres objetivos: la derrota del terrorismo, la derrota de
la corrupción y la reivindicación de los pobres.
Vengo
a esta Escuela, a este acto de Acore, a reeditar ante ustedes
el compromiso de una Colombia sin guerrilla, sin paramilitares,
sin coofinanciación del narcotráfico. De una
Colombia donde la ciudadanía esté protegida por
sus fuerzas institucionales, con eficacia, con agresividad,
con transparencia, con el apoyo de una voluntad política
inquebrantable del Gobierno Civil.
Vengo
a decir a ustedes que los colombianos respetamos mucho a Acore.
Yo, que soy un soldado y un policía por razones del
alma, de convicción y de afecto a la Patria, que jamás
he utilizado el uniforme porque he sido apenas soldado del
alma y no del ejercicio, cuando la vida ya me ponga en el puesto
del retiro, pediré una excepción a los estatutos
de Acore para que se atrevan a recibir a alguien que no alcanzó a
ser soldado activo pero que es soldado del alma.
¡Qué viva
Colombia! ¡Qué viva el más joven de nuestros
soldados! ¡Qué vivan los mayores de nuestros generales
aquí presentes, como los señores generales Ruiz
Novoa y Álvaro Valencia Tovar! ¡Qué viva
Acore, su junta! Señor general Samudio, que le siga
sirviendo bien a la Patria, que hay una Patria agradecida con
la Fuerza Pública, que le ha mostrado un horizonte promisorio.
Jóvenes
soldados, aquí tienen unos ejemplos de transparencia,
unos ejemplos de servir bien a Colombia, síganlos, porque
la juventud de ustedes, con su sacrificio y su disciplina,
va a construir una Patria para que las generaciones que vienen
puedan en ella vivir felices. ¡Que viva Colombia!”.