DISCURSO
PRESIDENTE URIBE LUEGO DE FIRMA DEL ACUERDO POLÍTICO
Bogotá, 17 feb (SNE). Las siguientes son las palabras del
presidente de la República, Álvaro Uribe Vélez,
luego de la firma del acuerdo político que busca discutir
reformas estructurales en materia pensional, tributaria y de justicia:
"Las sociedades modernas están caracterizadas por
una creciente interdependencia. Imposible hoy concebir sociedades
aisladas, todas están presionadas por la interdependencia.
Y la característica fundamental de la interdependencia es
la diversidad.
El manejo de la diversidad exige mucha delicadeza
porque siempre genera conflicto. En esa intensa relación de quienes piensan
diferente, en esa interdependencia entre diversos siempre surge
el conflicto. Es imposible negarlo. La diferencia es causa del
conflicto. Lo importante no es rechazar el conflicto, lo importante
no es negar la diferencia, lo importante no es ocultar la diversidad.
Lo importante es reconocer esa diversidad, reconocer esa diferencia
y darle buena administración.
Cuando esa diversidad se maneja mal, sin vocación constructora,
a la única parte que llega es a la de la permanente conflagración
parroquial que destruye, impide construir.
Si se le maneja bien, esa diversidad conduce a
muy buenos logros, a salidas que superan problemas de las sociedades.
Hay que manejar
constructivamente la diversidad para lograr salir adelante. Ese
fenómeno de la interdependencia de la diversidad, predominante
en todas las expresiones de la sociedad moderna, hay que reconocerlo
especialmente en la configuración de la Patria.
La Patria es un haz de muchos pensamientos. La
Patria es una gama amplia de ideas más o menos coincidentes, de ideas más
o menos diferentes. La Patria es diversidad. Pero la construcción
de la Patria sí que exige que esa diversidad se maneje constructivamente,
que esa diversidad conduzca a resolver grandes problemas de la
Patria.
Por eso yo agradezco inmensamente al seño Ministro del
Interior y de Justicia, a ustedes distinguidos representantes de
los diferentes partidos políticos de Colombia, a ustedes
distinguidos integrantes del Congreso, este acto de fe en Colombia,
de reconocimiento de la diversidad y de propósito de que
esa diversidad produzca el mejor producto para Colombia.
Este es un acto de expresión constructiva de la diversidad
para bien de Colombia. El interés que a todos nos anima
es que esta Patria mejore sustancialmente, especialmente para las
nuevas generaciones y para todos aquellos que habrán de
venir. Los acuerdos políticos dependen mucho de los resultados,
por eso me parece importante que el señor Ministro y ustedes
hayan concebido este acuerdo vinculado a unos temas concretos,
específicos, en los cuales tendremos que laborar intensamente
para producir unos buenos resultados para el país.
Diría que mi angustia es que podamos pasar de este gran
trabajo de fabricación del acuerdo que ustedes han logrado
a la tarea de examinar los textos normativos en detalle y al resultado
de entregarle al país un magnífico producto.
El Gobierno quiere hacerlo con permanente espíritu deliberativo,
examinando opciones. Lograr acuerdos dentro de la diversidad es
imposible a través de imposiciones, por eso esa diferencia
tan elemental y tan profunda entre la adhesión y el acuerdo.
Nosotros creemos que en la tarea de construcción de Patria
teniendo todos claros los objetivos del bien público hay
que tener inmensa elasticidad en el examen de las opciones, una
actitud profundamente reflexiva y receptiva para proponer y al
mismo tiempo para escuchar la objeción a aquello que se
propone, para examinar la propuesta alternativa y para construir
el acuerdo final.
Los mejores acuerdos no son aquellos que resultan
de excluir una opción, ni tampoco aquellos que se generan sumando opciones.
Son aquellos que a partir de opciones diferentes producen un producto
totalmente nuevo, que no es de resta ni de suma, sino de creatividad,
de innovación.
Por eso les diría yo que hasta aquí debemos
pensar en cuatro palabras fuerza: diversidad, interdependencia,
Patria,
creatividad. Con creatividad vamos convirtiendo esa diversidad
en un gran producto para esta Patria nuestra.
Quiero invitar a que perseveremos en esta tarea
con mucha paciencia. En la vida política de pronto hay la actitud de rechazar
muy fuertemente una propuesta, pero con perseverancia se va logrando
llegar al mejor resultado. Tendremos que tener mucha paciencia
con los textos que vamos a examinar y el Gobierno tiene que tener
paciencia, disponibilidad de escuchar la crítica y les garantizo
que el Gobierno tendrá la más amplia actitud para
examinar todas las opciones.
Agradezco inmensamente la participación de todos ustedes
y estoy seguro que con esa actitud constructiva iremos vinculando
en el Congreso de Colombia a los compatriotas que aún no
han expresado la voluntad de vincularse a este acuerdo.
Los temas son bien importantes. El tema de la justicia.
El señor
Ministro ha avanzado mucho con ustedes para definirle a ese tema
varios ejes. Primero: ¿cómo la desatrasamos? Segundo: ¿cómo
resolvemos problemas estructurales para evitar nuevos atrasos?
Tercero: ¿cómo la hacemos más transparente?
El Congreso dio un gran paso desde la administración anterior
y que se consumó en esta. La aprobación del acto
legislativo para incorporar el principio de la oralidad en derecho
penal y para incorporar el régimen acusatorio. Ahora se
está en la tarea de la aprobación de los códigos
y el país espera con mucha ilusión que el primero
de enero del año entrante podamos empezar la aplicación
del procedimiento oral y del sistema acusatorio.
Qué bueno que como resultado de estos acuerdos la oralidad
se generalice para todas las materias que tienen que ver con procedimientos
ante la justicia. Cuánto ayudaría a la transparencia,
a la simplificación, a la agilidad.
Y allí hay otro eje bien importante: desjudicializar las
pequeñas causas, donde seguramente tendremos que trabajar
en el nivel constitucional y en el nivel legal y en donde ya se
ha avanzado con discusiones tan importantes como la que ustedes
han dado al proyecto de ley arbitral. Cuánto ganaría
el país dando ese paso definitivo de que las pequeñas
querellas no tengan que ser conocidas directamente por los jueces.
Allí hay una gran esperanza de que podamos avanzar sustancialmente.
Tenemos hoy un problema carcelario enorme de saturación
que se enfrenta con una situación difícil del fisco,
como todos ustedes la conocen. Ese problema implica que el Gobierno
avance en sistemas concesionales de cárceles, en la tarea
está el señor Ministro, está construyendo
un patrimonio con bienes provenientes de la confiscación,
bienes ilegítimamente adquiridos, para darle garantía
al programa de concesión de cárceles.
Pero esa tarea también implica revisar las sanciones a
las diferentes conductas. Pienso que en Colombia hay unas conductas
mayores que requieren creciente severidad: el terrorismo, la corrupción,
el narcotráfico y todo lo vinculado a estos temas.
Pero hay unas conductas menores que se pueden tratar
con procedimientos diferentes al encarcelamiento. Cuánto nos ayudaría
eso a resolver el problema carcelario.
El otro gran tema que ustedes ha incorporado en
el acuerdo está el
de revisar la estructura del Estado en aspectos normativos y en
aspectos institucionales. Yo creo que si algo nos ha hecho recortar
distancias, estimular aproximaciones, ha sido que aquí no
estamos en la contradicción entre el polo que quiere más
Estado y el polo que quiere menos Estado. Yo creo que aquí vamos
caminando por un sendero de aproximación para tener un Estado
más funcional, un Estado que no derroche, un Estado más
transparente y un Estado que privilegie la inversión social.
En esa dirección podremos encontrar una buena reforma institucional
porque, ante las inmensas carencias de los sectores sociales de
la Patria, el Estado tiene que hacer superiores esfuerzos para
orientar la mayor cantidad de recursos hacia esos sectores sociales
y a eso se opone un Estado burocrático de instituciones
innecesarias y de gastos inútiles.
El privilegio de la inversión social nos demanda pues revisar
de dónde podemos ahorrar recursos para orientar al Estado
Social. Y allí hay unos temas de gran importancia, como
el tema de la contratación. Que el país nos demanda
hacer todos los esfuerzos posibles para la transparencia. Lo que
se ha hecho hasta ahora vía decreto, ayuda. Exigir que todos
los pliegos de condiciones de las licitaciones se publiquen antes
de su adopción definitiva, exigir que las licitaciones se
adjudiquen en audiencia pública, exigir las veedurías
comunitarias, pero para eso de la selección objetiva faltan
temas de ley que van a abocarse en este acuerdo político
y que son importantísimos.
Y ahí viene también la relación del Estado
con el ciudadano. El ciudadano quiere un Estado que ayude, que
exija transparencia, pero que no obstaculice. Por eso la revisión
del concepto de Estado recargado de trámites, su abolición,
es imperativa. Y hay mucha esperanza de que este acuerdo nos conduzca
a ello.
La Constitución del 91 incorporó instituciones normativas
bien importantes como la carrera administrativa pero hoy, sin renunciar
a lo fundamental, es hora de ajustes. El ingreso al Estado no puede
hacerse de manera contraria al examen de los méritos, pero
tampoco el ingreso al Estado puede consagrar un derecho de inamovilidad.
Por eso es bien importante una concepción
moderna de carrera administrativa para estimular el concurso
como mecanismo de acceso
al Estado, pero evitar la inamovilidad manteniendo en cabeza de
los funcionarios responsables, herramientas flexibles para poder
remover del Estado a quienes no cumplan debidamente con sus deberes.
Todos estos temas sugieren mucha controversia,
pero nosotros estimulados por el afán de aceptar y de
servir bien a Colombia, iremos logrando los acuerdos.
El tema tributario es inmensamente difícil. Algún
pensador dijo que cuando terminaban las guerras civiles en Colombia,
cada uno de los excombatientes salía con un proyecto de
Constitución en su mochila. Hoy cada uno de los pensadores
del tema tributario tiene un proyecto de estructura tributaria
para la Nación. El tema es bastante difícil, hay
que aproximarnos a él con toda la desprevención.
En el acuerdo hay unas bases bien importantes que
le producen al tema un marco que lo va orientando bien y yo creo
que ahí hay
dos puntos fundamentales: el estímulo a la descentralización
con eficiencia y también la construcción de solidaridad.
Esa construcción de solidaridad tiene que ponerse en un
punto muy equilibrado, porque es tan grave una sociedad sin progresividad
en los impuestos, como una sociedad que por excesos impositivos
produzca estampida en el sector privado.
Y eso nos va conduciendo a la concepción del modelo de
sociedad que queremos. Yo pienso que Colombia debe hacer una reflexión
sobre temas elementales. El país debería pensar en
rechazar contundentemente la sociedad insolidaria, la sociedad
feudal, la sociedad de explotación y en rechazar contundentemente
los proyectos políticos de odio de clases, los proyectos
políticos de insensateces soportadas en el odio y en el
populismo.
Yo creo muchísimo en que una buena interpretación
de la solidaridad nos lleva a ese punto de equilibrio que requiere
Colombia para su presente y para su porvenir.
Que el tema tributario le de tranquilidad a las
regiones, no obstante que hay que exigirles aportes y hay que
exigirles eficiencia. Que
el tema tributario nos permita dar un alivio a los sectores sociales
que demandan más atención y al mismo tiempo confianza
a los sectores empresariales.
Los años no pasan en vano, la vida política de muchos
de ustedes como la mía, que ya tiene varias décadas
nos ha permitido apreciar muchos fenómenos en la vida colombiana.
Yo recuerdo que en la primera juventud nos aproximábamos
a las campañas políticas con unos debates en la época
bien interesantes entre el desarrollismo, la simultaneidad entre
el crecimiento y la distribución y también las opciones
que especialmente se agitaban en la universidad pública,
provenientes de las diferentes expresiones del marxismo.
Les diría que hoy en ninguna parte del mundo se rechaza
la iniciativa privada. Al contrario, muchos de los países
que la rechazaban radicalmente cuando mi generación estaba
joven en las bancas de la universidad, son hoy los países
que con mayor ansiedad están buscando la iniciativa privada.
Es imposible construir equidad sin una empresa
privada que crezca dinámicamente. Comparo yo la Colombia
de hoy con los debates de 1974 y la verdad es que con la menor
subjetividad me atrevo
a lanzar ese juicio.
Dije la semana pasada en Europa algo que quiero
repetir en presencia de ustedes, apreciados compatriotas. La
inequidad en Colombia no
es por la empresa privada sino por la falta de empresa privada.
El terrorismo, circunstancias de diverso orden, muchas también
de la economía, frenaron el crecimiento de la empresa privada,
pero siguió un acelerado crecimiento de la sociedad. Entonces
no tuvimos una empresa privada del tamaño que lo requirió nuestra
sociedad.
Yo creo que allí se explica en esa disparidad entre el
tamaño de la población colombiana inmenso y el mucho
menor de la empresa privada, la inequidad de la sociedad colombiana.
Un ventero callejero de Bogotá tiene un ingreso total entre
140 y 250 mil pesos al mes. Al año mucho menos de los 5
que le pagamos a una de las 20 mil familias guardabosques.
En una empresa formal, organizada en Bogotá, el trabajador
del salario mínimo, sumando el salario, las prestaciones
y la afiliación a la seguridad social, gana 2 veces y medio,
3 veces, lo que gana quien está en el sector informal. Y
ese sector informal representa hoy el 60 por ciento.
Por eso es bien importante hacer esa reflexión sobre la
empresa privada, necesario exigirle solidaridad y esencial darle
confianza. Nosotros no vamos a tener los recursos suficientes para
darle seguridad y equidad a la sociedad colombiana, sino crece
nuestra empresa privada. He hecho comparaciones en las últimas
semanas entre el marco laboral y de seguridad social en Colombia
y el de países de gobiernos socialdemócratas. En
Colombia por ejemplo la mayor parte de las cargas de seguridad
social son contribuciones de los empleadores. En países
de gobiernos declarativamente más avanzados ideológicamente
que el que yo represento, todas esas cargas de la seguridad social
las paga el trabajador.
Aquí hemos construido un marco normativo
bastante equitativo. Lo que requerimos es que la empresa privada
dentro de ese marco
normativo crezca para ayudarnos a edificar equidad.
En el frente fiscal hemos avanzado. El 29 de diciembre
cuando ustedes distinguidos integrantes del Congreso interrumpieron
sus
vacaciones, regresaron a Bogotá, hicieron el esfuerzo de
entregarle al país esa reforma tributaria, al dirigirme
a mis compatriotas en la noche y expresarle mi gratitud al Congreso
de la República, reconocía que habíamos hecho
un gran esfuerzo para avanzar en el frente fiscal. Indudablemente
el proceso de reformas en este periodo de ustedes en el Congreso
que coincide con el periodo acumulado de este Gobierno, ha sido
intenso: pensionales, tributarias, laborales, administrativas,
etc, pero tenemos un problema bien delicado que es el problema
pensional. Estamos obligados a encontrarle solución.
Los analistas económicos que han identificado en el problema
pensional la mayor causa de las dificultades fiscales en muchos
países, miran en Colombia dos temas. Lo logrado de manera
general frente a lo fiscal y lo que falta de manera particular
frente a lo pensional.
Ustedes saben que este año las transferencias de la Nación
al Instituto de los Seguros Sociales (ISS) para pagar pensiones,
valdrán alrededor de billón y medio, más o
menos la mitad está presupuestada, la otra mitad todavía
no se ha incorporado al presupuesto. Y el año entrante esa
transferencia puede costar más de cuatro billones.
Yo se lo difícil que es el tema pensional, se lo difícil
que es ese tema, he vivido lo que muchos de ustedes viven permanentemente,
la reunión con un grupo de trabajadores de la Patria con
la expectativa de pensionarse, la reunión con un grupo de
pensionados de la Patria con la expectativa de que no se deteriore
la capacidad adquisitiva de sus ingresos.
Con equidad, con una gran sensibilidad social tenemos
que encontrar una solución al problema pensional, déjenme decirles
a ustedes queridos compatriotas que no sería responsable
de este Gobierno, dejarle al próximo la herencia del problema
pensional que golpea hoy las finanzas de la Patria.
Comparto sus preocupaciones sociales, me identifico
con ellas, pero los invito a que, sin abandonar la equidad, busquemos
una
salida al problema pensional de la Nación.
Ustedes hoy nos han dado un gran ejemplo a todos: el ejemplo de
mostrar que la lucha por las ideas que cada quien defiende no tiene
objetivo distinto que el de servir bien a Colombia.
En este acuerdo todos han llegado con sus ideas
políticas
para ponerlas allí en emulación, para ponerlas allí al
servicio de un gran producto de la creatividad, de la inteligencia,
que sirva bien a esta Patria que todos amamos entrañablemente,
una Patria que independientemente de diferencias de matices que
tengamos sobre la ideología, la política y la economía,
todos queremos servirla y todos queremos dejarla mejor para quienes
habrán de venir.
Señor Ministro, distinguidos congresistas
y representantes de los partidos, muchas gracias les damos hoy
todos los colombianos,
muchas felicitaciones por haber logrado este acuerdo y nos vamos
a aplicar a que, no obstante la complejidad y la dificultad de
los temas, este acuerdo se traduzca en unos buenos resultados para
la Patria.
Este acuerdo es más importante por la expresión
de construcción de Patria, que por los resultados inmediatos
que puedan producirse.
Quiero recordar al oído de ustedes queridos periodistas
y no se entiende que yo cite a Mao Tse Tung, pero lo estudié con
inmensa consagración, detrás de cada contradicción
viene una contradicción. La vida de los pueblos es un proceso
ininterrumpido de problemas y de soluciones. Por eso el paso de
hoy, no lo podemos ver como un paso espectacular y milagroso, sino
como un paso pedagógico para que Colombia viva en el proceso
ininterrumpido de construir acuerdos para resolver los problemas
de cada coyuntura.
Muchas gracias a todos".
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