PALABRAS DEL PRESIDENTE AL INICIO DEL XXXII CONSEJO
COMUNAL
Aguachica
(Cesar) ago 16 (CNE).- La siguientes son las palabras del presidente
de la República, Álvaro Uribe Vélez
al inicio del XXXII Consejo Comunal de Gobierno del Sur de El
Cesar.
“Un saludo muy afectuoso a todos. Se nos retardó la
iniciación de este Consejo Comunitario. Yo doy mis excusas.
Estamos
empezando muy tarde y estoy preocupado, no vayan a pensar que
porque regresamos anoche
a las dos de la mañana de
Paraguay, se nos quedó pegada la cobija. Salimos temprano,
queríamos cumplir. Lo que pasa es que San Pedro casi no
descobija a Aguachica, entonces estaba cerrado el aeropuerto
y por eso nos hemos visto obligados a llegar tarde acá,
a empezar este Consejo Comunitario y también siento vergüenza
porque ya habíamos cancelado uno en Aguachica, y el aeropuerto
no tiene iluminación entonces vamos a tener que hacerlo
corto.
Me
veo obligado a dar esta explicación porque en Colombia
no se nos pueden pegar las cobijas. El país necesita que
trabajemos los servidores públicos.
En
una Patria con tanto desempleo, con tanta violencia, con tanta
inequidad no tenemos derecho
a dormir los sábados,
tenemos que olvidarnos del calendario. Eso hay que trabajar lo
mismo, sea viernes por la noche o lunes por la mañana.
Los funcionarios públicos tenemos que olvidarnos de vacaciones,
los funcionarios públicos no podemos conjugar el verbo
pereza, ni el verbo ocio. Hay que dar ejemplo a ver si esta Patria
sale adelante.
Un
saludo con todo afecto a Aguachica en sus 255 años.
Señor Alcalde, explíquenos algo del morrocoy. Cuéntele
a sus compatriotas sobre el morrocoy, ¿quién conoce
bien las características de este animalito: el morrocoy?
Cuéntele a los colombianos pedagógicamente para
qué sirve el morrocoy.
Alcalde
de Aguachica, José Antonio Bermúdez: Es
un animal muy longevo, que camina lento pero a paso firme, va
buscando el desarrollo, siempre va buscando su progreso. Que
soporta totalmente todas las inclemencias del tiempo y que se
alimenta de especies muy nativas. Además nos decía
el señor Presidente, que así deberíamos
ser todos los colombianos.
¿Quién más
sabe de explicaciones adicionales del morrocoy, de toda su
bondad?
Asistente
al Consejo Comunal de Gobierno: Es una variedad de tortuga,
un animal de larga vida,
agradecido, aunque un poco
lento. Necesitamos ser más ágiles, más rápidos,
pero lo queremos mucho de todas maneras.
¿Acaba
con ciertas plagas? Si, acaba.
¿Hace control biológico?
Acaba con la maleza.
¿Buena compañía?
De eso se trata.
¿No
hace bulla? Nunca.
¿Deja oír la música?
(risas)
Ministra
del Medio Ambiente, ¿usted por qué está preocupada
por el morrocoy?
Ministra
de Ambiente, Cecilia Rodríguez. Si, hay que
cuidar los morrocoyes aquí. No nos los podemos comer indiscriminadamente,
Presidente.
Una
especie en extinción,
dijo Usted. No la vamos a dejar extinguir, son de buena suerte.
Dicen que en la casa donde hay
un morrocoy no le deja llegar mala suerte a la familia, siempre
le mantiene buena suerte a la familia.
Eso
es lo que deseamos para todo el pueblo colombiano. Entonces
hay que decirle a todos los
colombianos que tengan en su casa
un morrocoy, o tres, o cinco (un número impar), para que
siempre haya buena suerte como la merece el pueblo colombiano.
Estas
especies naturales tan útiles hay que preservarlas,
no las podemos dejar extinguir. Tiene una caparazón como
la que ha tenido el pueblo colombiano para resistir tanta plaga
y tanta amenaza.
El morrocoy termina venciendo las plagas como las tenemos que
vencer en Colombia.
Entonces
para terminar sobre el morrocoy: Colombia necesita la buena
suerte del morrocoy, la
caparazón del morrocoy
y la capacidad del morrocoy de acabar con muchas plagas, para
que acabemos varias plagas, entre ellas la corrupción,
la politiquería y la violencia.
Esto
tiene que ser todos los días. Todos los días.
Porque el morrocoy va lento pero no para. Va sin prisa pero sin
pausa. Así tiene que ser la lucha contra la corrupción,
contra la politiquería y contra la violencia.
Esta
mañana, después de esa demora en el aeropuerto
de Bucaramanga, ya el vuelo de Bucaramanga acá fue muy
bello y la señora Ministra de Comunicaciones, que conoce
bastante la región, nos venía explicando sobre
la geografía, mostrándonos a San Martín
y San Alberto
Uno
se mantiene muy angustiado por los problemas de la Patria,
pero la verdad es que también encuentra señales
muy positivas, por eso ese dinamismo de la palma africana, la
circunstancia que va a confirma el señor Ministro de Agricultura
aquí, de que hay ya créditos aprobados para sembrar
11.250 hectáreas de algodón en el Cesar, eso es,
en medio de tanto problemas, alentador.
Ha
crecido enormemente la minería de carbón. Nosotros
este año tuvimos la buena noticia de que el señor
Drummond nos confirmó la decisión de invertir mil
millones de dólares más, lo que va a beneficiar
muchísimo a El Cesar, a sus municipios.
Claro,
problemas muchos, carreteras deterioradas, pero si podemos
recuperar paz, si podemos recuperar
producción, empelo,
ahí va a apareciendo la platica para poder mejorar las
carreteras que tienen tantas, tantas dificultades.
Me alegra mucho pues estar en esta tierra, les recuerdo el alcance
del Consejo Comunitario.
El
Gobierno Comunitario, el Estado Comunitario, es para que la
comunidad sea la gran beneficiara
de la acción del
Estado, de sus recursos. Para que la comunidad tenga una creciente
participación, una creciente vigilancia, participación
en las decisiones del Estado, en la ejecución de esas
decisiones, en la vigilancia de la acción estatal.
El
Estado Comunitario no se pede desviar en promesas, el Estado
Comunitario no se puede desviar
en mentiras, tenemos que trabajar
con mucho optimismo, con ilusiones, pero también con mucha
veracidad.
En
este año de trabajo intenso con la comunidad, hemos
encontrado que este trabajo con la comunidad obliga a los funcionarios
estatales a dos cosas: a ser veraces y a que vivamos muy pendientes
de la realidad. Que no le demos la espalda a la realidad, porque
si nos descuidamos puede que hoy nos pasen la falta pero dentro
de 8 días nos cogen fuera de base.
Entonces
sin promesas vamos a buscar cómo se puede avanzar
en el mejoramiento de esta querida tierra.
Recuerdo
una visita a Aguachica. Era el doctor Mauricio Pimiento (hoy
Senador de la República) gobernador del Cesar, estaba
de alcalde aquel muchacho del M-19 excelente alcalde -a quien
después mataron-, Fernando Rincón, que en paz descanse,
cuando se hizo lo consulta por la paz, y ahora me acordaba el
delegado del Obispo de Acaña, que yo vine con Monseñor
Isaías Duarte, ,era entonces obispo de Apartadó,
después nos lo mataron los bandidos en Cali.
Se
ha sufrido mucho, hoy están asesinados monseñor
Isaías Duarte y Luis Fernando Rincón, bendito sea
mi Dios. Aquí lo que hay que asesinar es la violencia.
Y
yo veo por ahí que los terroristas hablan mucho, como
han tenido acostumbrado al país. Eso, que hablen más
poquito y que definan la paz porque sino los vamos a acabar.
Por
ahí a esas vocecitas melifluas, afeminadas, que cansaron
al país cada 8 días. Era un melodía, es
que nos acostumbraron a una serenata. Unas vocecitas tratando
de encantar en voz alta y al mismo tiempo, por debajo de la mesa,
mandaban las órdenes para secuestrar aviones y para ejecutar
actos terroristas. Nosotros de ese cuento no comemos.
Con nosotros, primero que dejen esa voz meliflua, que hablen
como mujeres firmes o como varones definidos. Y que hablen cortico
y hagan la paz y que dejen de ser pretenciosos, porque de pronto
vamos lentos como el morrocoy pero firmes. Y nos vamos a gastar
todo el tiempo que sea necesario para acabarlos.
Querida
comunidad, muchas gracias”