LA
DECISIÓN DEL GOBIERNO COLOMBIANO SOBRE IRAQ
Bogotá,
20 mar (CNE). El siguiente es el texto definitivo de la intervención
del presidente de la República, Álvaro Uribe Vélez,
sobre la guerra en Irak.
"Compatriotas:
El
Gobierno ha apoyado públicamente el uso de la fuerza en Iraq
para desarmar dicho régimen, y evitar que sus armas de destrucción
masiva continúen como una amenaza contra la humanidad y su
propio pueblo, que ha sido víctima de crímenes horrendos
cometidos por sus autoridades. El mundo todavía recuerda
las fotografías de las madres de Halabja, muertas abrazadas
a sus hijos en un último intento de protección, todos
ellos asfixiados por los gases venenosos de Sadam Hussein.
La
acción internacional debe proteger a los civiles y respetar
los derechos democráticos del pueblo de Iraq.
Hacemos
parte de la coalición con países como Estados Unidos,
España, Inglaterra, Italia, Dinamarca, Holanda, Nicaragua,
El Salvador y Bolivia. Muchos de estos pueblos, como el colombiano,
han sufrido el terrorismo, y saben como nosotros, que este flagelo
tiene que ser obligado a desintegrarse para poder vivir tranquilamente.
Desde
1990, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, del cual ha hecho
parte Colombia en varias ocasiones, ha emitido resoluciones para
obligar a Iraq a destruir las armas letales, ha señalado
al Gobierno de este país de ocultar la verdad, y algunas
de esas resoluciones han autorizado la acción militar.
Colombia
ha pedido al mundo apoyo para derrotar el terrorismo y no puede
negarse a apoyar la derrota del terrorismo dondequiera que este
se exprese. Hemos reclamado la solidaridad del mundo para evitar
el sufrimiento del terrorismo y tenemos que ser solidarios con el
mundo para que el terrorismo no siga sembrado la muerte aquí
y allá, en las Torres Gemelas de Nueva York, en las calles
de Gran Bretaña, en las ciudades españolas, en el
Club El Nogal, en Cúcuta, Neiva, anoche en el humilde municipio
de Ricaurte, Nariño, o, como casi que a diario, en Arauca.
No
podemos permitir ni el terrorismo de Estado ni el terrorismo de
grupos armados de cualquier denominación. Nuestro Gobierno
está comprometido con la lucha contra el terrorismo hasta
lograr su desintegración y con el rescate total de los derechos
humanos como lo exige la dignidad de nuestra democracia pluralista
y su respetabilidad internacional, que es nuestra defensa contra
intervenciones unilaterales de cualquier origen.
El
terrorismo internacional como el local, aprovecha el tratamiento
benevolente y la extensión de los plazos para avanzar en
sus designios criminales. Por eso el diálogo, cuyas puertas
mantenemos abiertas, tiene que adelantarse con cese de hostilidades
e intención sincera de paz.
Los
violentos saben que con nosotros pueden negociar en 5 minutos, que
somos gentes de honor dispuestos a brindarles todas las garantías
ciudadanas. También los violentos deben saber, como dijo
una señora en Pereira, que este Gobierno tiene la determinación
de "obtener la paz a las buenas o a las malas". Es la
única manera de evitar que nuestros civiles, policías
y militares sigan siendo asesinados por el terrorismo, o mutilados
como el Teniente Elber Alfonso Rodríguez Moreno, quien perdió
las dos piernas y un ojo, un brazo y otro le quedó bastante
afectado por minas antipersonales en los Montes de María.
Nos
vamos a sacudir la trampa: mientras los terroristas de aquí
han avanzado con droga, secuestros, armas y tecnología, engañan
a analistas de buena fe y buscan siniestras alianzas, nosotros no
podemos permanecer en la duda, la indefinición, la debilidad
disfrazada de juridicidad, que nos han impedido contar con aliados
eficaces contra el terrorismo.
Al participar Colombia en esta coalición contra el terrorismo,
fortalece su posición internacional para conseguir aliados
que nos ayuden a derrotar el terrorismo interno. También
hemos aprendido, que la cooperación internacional que requerimos
no se puede quedar en el discurso, tiene que basarse en apoyo político,
buenos oficios y además en acción militar efectiva.
Nuestra
determinación contra el terrorismo dará confianza
a la inversión para que florezca el empleo.
Nos
duelen las víctimas del terrorismo en nuestro suelo y en
otros países. Para pedir solidaridad debemos ser solidarios".
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