Medellín, 13 ago (SNE). - La siguiente es la intervención del presidente de la República, Álvaro Uribe, durante la Asamblea General de la Asociación Nacional de Industriales, ANDI, celebrada en Medellín.

“Corría el año 1944. El mundo estaba en plena Segunda Guerra y, como consecuencia de ello, el comercio internacional había colapsado. Desde 1930, como producto de políticas progresistas, Colombia había comenzado un largo ciclo de crecimiento. Las medidas de Olaya sobre moratoria de deudas, evitaron que se desencadenara un proceso de quiebras. Olaya y López estimularon la industrialización, y desde la propia Presidencia se impelió a los obreros a que reclamaran avances en la justicia y la legislación social.

Cuando llegó la Segunda Guerra, el Presidente Santos y su Ministro de Hacienda, Carlos Lleras Restrepo, pudieron maniobrar a favor de los intereses nacionales. En lugar de una catástrofe económica y social, los empresarios se decidieron a emprender inversiones que sustituyeran las importaciones, y el Estado creó un marco institucional para que fueran exitosas.

Fue un momento de crecimiento de la producción, de incremento del valor agregado, se dispararon las exportaciones de productos primarios. La consigna del presidente López fue entonces: “Industrializar, para que el país se democratice”. Se creó un tejido empresarial de pequeñas y medianas industrias, el más democrático de América Latina.

En 1944 había nubarrones en el horizonte: crisis cambiaria, inquietud laboral como consecuencia de la inflación, temores de los empresarios sobre el futuro.

Cada uno llegaba de Medellín para solicitar cita con el Presidente López, contarle sus cuitas o exponerle sus ideas. Un día, el Presidente le dijo al Ministro de Industria y Comercio, doctor Gonzalo Restrepo: “dígales que se organicen, que no vengan ´graniaditos´, sino con una representación”. Ese mensaje es el que marca el comienzo de las reuniones de los industriales en el año 44, que dan nacimiento a la ANDI

Su aporte al progreso material y al desarrollo social ha sido inconmensurable. A pesar de constituirse como un organismo gremial la ANDI se ha orientado a las políticas públicas que favorecieran al conjunto de la sociedad, ha ejercido su tarea gremial en favor de todos los colombianos.

“Todos debemos participar en la riqueza social”. Eran las ideas de los fundadores, el acuerdo entre el Gobierno de López y los empresarios que dieron nacimiento a esta gran organización.

Hoy los colombianos recordamos entre ellos a Cipriano Restrepo, Diego Tobón, José Roberto Vásquez, Castor Jaramillo Arrubla y José Gutiérrez Gómez, están todos unidos a muchas instituciones que marcaron el progreso social de la patria.

La ANDI colaboró con los Gobiernos para crear una cultura de respeto por el fondo de divisas. Predicaba un acceso equitativo a su oferta, a la vez que trabajaba para aumentar las exportaciones, como etapa subsiguiente al modelo inicial de sustitución.

En 1945 apoyó la iniciativa del Presidente López para redactar las normas que regularan la contratación colectiva y la modernización en las relaciones obrero- patronales. Estimuló la creación de los Seguros Sociales y en 1954, los socios de la ANDI, idearon una figura de cotización voluntaria para compensar las diferencias en el número de hijos de los obreros.

Ese principio de solidaridad dio nacimiento a la Caja de Compensación Familiar Comfama de Medellín, origen de todo el sistema de Compensación Familiar que rige como institución legal desde cuando la Junta Militar, inspirada por el Ministro de Fomento, Joaquín Vallejo, dictó el decreto ley que creó la organización.

También la ANDI participó propositiva y solidariamente en la redacción de un Código del Trabajo, que reuniera la que hasta ese momento era una legislación dispersa y contradictoria.

La ANDI ha sido una institución de la patria. Nunca con declaraciones altisonantes, siempre con racionalidad, con una gran capacidad de patriótica persuasión. A pesar de que ha tenido que librar luchas para el cambio de instituciones perjudiciales su liderazgo siempre se ha guiado por la solidaridad, la ley, la institucionalidad y el Estado de Derecho.

Doctor Alfredo Carvajal Sinisterra: los colombianos nos sentimos muy honrados de que nuestra patria haya contado durante 100 años con la organización que usted tan dignamente dirige y que hoy sus compatriotas empresarios nuevamente le rinden un homenaje. Pero lo más importante, las nuevas generaciones de colombianos, la ANDI del futuro, sienten gran ilusión por los próximos 100 años de Carvajal.

Doctor Luís Carlos Villegas: usted en nombre del empresariado colombiano presenta una agenda interna de largo plazo que valoramos, que queremos trabajar con usted.

En diciembre la Dirección Nacional de Planeación deberá proponer a la discusión pública el primer borrador para una visión de largo plazo de Colombia. Los puntos que usted brillantemente acaba de sintetizar, los recogemos en su plenitud.

Deseo poder intercambiar ideas con ustedes esta tarde sobre unos temas que causan preocupación: la tasa de cambio, el gasto público, la tributación, la deuda.

Pero siempre recuerdo a una profesora de Comunicaciones, inolvidable, inolvidable, que me entregaba una calificación semanal y en el adverso ponía la nota buena y me decía: voltéela, y en el reverso, todas las glosas. Yo he empezado al revés, con los temas que nos preocupan: tasa de cambio, gasto público, tributación y deuda pública. Para evocarlos déjenme decirles: tenemos problemas pero tenemos toda la voluntad de resolverlos.

¿Saben que es lo bueno?: en algunos años la inversión privada creció apenas al 5 por ciento. En el 2002, cuando empezó este Gobierno, creció apenas al 8 por ciento. El año pasado creció al 14 por ciento y este año, como van las cosas, confío que van a crecer a más del 20 por ciento.

Con un empresariado con ética, con garras, probado en las dificultades y optimista, que nada nos aflija.

Para tratar todos estos temas, especialmente ese tema del gasto público, ese tema de las pensiones, ese tema de la deuda pública q ue se concentra bastante en los años 2005 y 2006, hay que partir de una premisa: podemos hacer mucho en legislación, en reformas constitucionales, pero nada servirá si la economía no crece velozmente.

Por eso, yo creo que hay un punto sólido para avocar estos problemas: el dinamismo en la inversión privada que empieza a mostrar Colombia gracias al empuje de ustedes, compatriotas empresarios.