MANOS A LA OBRA, A CRECER
AL CINCO POR CIENTO
Bogotá,
mar. 31 (SNE).- Unir esfuerzos para crecer la economía
al cinco por ciento, pidió hoy el presidente de la República, Álvaro
Uribe Vélez, a la Asociación Nacional de Instituciones
Financieras durante la instalación de la asamblea general
de ese gremio.
El siguiente es el discurso pronunciado por el Jefe de Estado, en el Hotel
Tequendama:
"Siempre
ANIF convoca un espacio de reflexión de gran importancia.
Justamente el discurso que acabados de escuchar del doctor Luis
Carlos Sarmiento, es un repaso completo, afortunado, real de
la problemática nacional, que nos invita a mirar la muy
cuidadosamente, a reiterar los compromisos de avanzar para resolver
problemas sin perder un minuto y de buscar las mejores opciones.
Acudo
de nuevo a la asamblea anual de ANIF con profunda fe en Colombia,
y confianza enorme en su sector financiero.
En
el mundo actual hay fundamentalismos que ignoran cómo
superar contradicciones y generan violencia. Hay odios irreconciliables
que impiden el normal funcionamiento de la democracia, y hay
proyectos populistas que no logran los resultados sociales ofrecidos
pero sí frenan el crecimiento económico.
Reitero
mi convicción en una sociedad sin exclusión y sin
odios; con alternativas democráticas pero sin contradicciones
antagónicas; con ideas diferentes sobre la solución
a un mismo problema, pero sin posturas dogmáticas; con
actitud de debate creativo, fraterno y buscador de opciones para
arribar finalmente a acuerdos.
Debemos
reconocer solamente dos enemigos: el terrorismo y la corrupción.
En
esa visión elemental de sociedad, el sector privado juega
un papel trascendental: es el camino para lograr la comunidad
sin exclusiones y sin odios.
A
mi generación le ha correspondido asistir al triunfo de
Ho Chi Min en Vietnam y, décadas después, al clamor
vietnamita por atraer sector privado. Sin las leyes norteamericanas,
Cuba tendría hoy la inexplicable dualidad de su discurso
de socialismo ortodoxo y un flujo enorme de inversión
privada.
Las
corrientes ideológicas que hemos visto lavar y depurar
nos llevan a imaginar que si Stalin y Mao Tse Tung vivieran,
el primero necesitaría el éxito del sector privado
para lograr la aceptación popular al esquema de la dictadura
del Estado, y el segundo ya no trataría el capital privado
como su enemigo antagónico, sino que lo tendría
invitado a su coalición "en el seno del pueblo".
Hoy,
pues, se acepta universalmente que la iniciativa privada es fuente
de desarrollo y crecimiento. La seguridad que ofrecen los países
atrae y genera inversión; la inversión produce
crecimiento que, a su vez, es lo único que garantiza el
desarrollo social.
Hace
pocos días expresé ante los europeos que el problema
social de Colombia no es imputable al sector privado sino a la
falta de sector privado. No es imputable al capitalismo sino
a la falta de universalización del capitalismo entre todos
los sectores de la sociedad.
Nuestro
sector privado tiene unas cargas impositivas, parafiscales y
laborales altamente solidarias. Un trabajador de salario mínimo
en Bogotá percibe un ingreso superior en 2.5 veces al
trabajador informal del vecindario. El crecimiento del sector
privado se ha visto frenado por múltiples razones. La
primera: la violencia y la falta de una continuada decisión
del Estado para combatirla. También el burocratismo. Hay
un desequilibrio, que debemos corregir, entre el tamaño
todavía pequeño del sector privado y el salto,
inmensamente grande, que de él demanda la sociedad colombiana.
No
puede dudarse que una sociedad sin exclusiones y con equidad
necesita, como presupuesto esencial, el crecimiento vigoroso
y sostenido del sector privado. Un sector cuyo signo sea la solidaridad
y la democratización del acceso a sus recursos y beneficios.
Hace
cuatro años expresé ante este mismo auditorio que
la palabra clave es confianza. Sigo aferrado a ella y al propósito
de buscarla.
La
seguridad democrática, la estabilidad macroeconómica
y la claridad y estabilidad de las reglas de juego, son pilares
básicos para el rescate de la confianza.
De
manera generosa el doctor Luis Carlos Sarmiento ha reconocido
esta mañana los esfuerzos y logros en seguridad.
Compatriotas,
se ha avanzado pero no lo suficiente. La culebra está viva.
El terrorismo sabe de repliegues estratégicos, el terrorismo
tiene donde esconderse, sabe como hacerlo y también sabe
en qué momento, cuando se afloja la batalla contra él,
reaparece y golpea con mayor severidad la sociedad.
Por
eso tenemos que dormir con los ojos abiertos y tenemos que luchar
a cada minuto para poder derrotar el terrorismo. Por eso no puede
haber tregua. No puede haber la creencia de que ya va a negociar,
a la vuelta de la esquina, y tampoco podemos asumir posiciones
triunfalistas. El único camino es: persistir a toda hora,
a todo minuto y a todo segundo, hasta exterminarlo del suelo
de la Patria.
Para
lograr la estabilidad macroeconómica los temas fiscales
y de endeudamiento son críticos:
Se
ha hecho un gran esfuerzo para aumentar los ingresos del Estado,
para disminuir el gasto público. Déjeme referir
allí a tres grandes capítulos.
Hemos
aumentado el gasto en seguridad y ha dicho el doctor Luis Carlos
Sarmiento que es necesario sostenerlo y aún incrementarlo.
Sobre eso tiene que haber plena conciencia en cada uno de nuestros
compatriotas.
El
tema de las entidades independientes. Se ha manejado con menor
crecimiento de lo usual, pero todavía cabe una reducción
mayor en sus gastos como lo propuso la norma del referendo que
no se aprobó.
El
tema de las pensiones y de las transferencias forman capítulo
aparte al cual me referiré más adelante.
Reforma
Administrativa del Estado
Y
el tema de las diferentes entidades, sobre las cuales tiene discrecionalidad
del Gobierno, se viene manejando de tal manera en la Reforma
Administrativa.
¿Qué nos
proponemos? Que la reducción allí sea de medio
punto del PIB y lo vamos a lograr.
Hasta
el momento hemos logrado intervenir 37 entidades del Estado,
se han tomado decisiones para eliminar 26.000 cargos públicos.
Ya se han ejecutado decisiones por 16.000 cargos públicos.
En
el frente de los gastos de funcionamiento, en la misma Presidencia
de la República, a pesar de su poco impacto sobre el conjunto
general de las finanzas, hemos tratado de dar ejemplo con una
reducción entre el 26 y el 30 por ciento de los gastos.
Por
supuesto, toda reforma, en una sociedad con profundos desequilibrios,
amenazada por el terrorismo, tiene que ponerle buen cuidado de
ser una reforma profunda más no polarizante.
Haber
propuesto y ejecutar una Reforma Administrativa de estas condiciones,
tiene que adelantarse con determinación pero también
con cuidados.
Por
eso pusimos en marcha las normas de protección: el retén
social. Y eso cuesta, pero sin ello no saldría adelante
la reforma. Cuesta porque se ha evitado la desvinculación
de la madre cabeza de familia sin alternativa económica.
Cuesta porque se ha evitado la desvinculación del discapacitado
y la desvinculación de quien está próximo
a jubilarse. Pienso que de otra manera no sería posible
esa reforma.
Y
por supuesto que hemos avanzado mucho en el sector nacional descentralizado.
De
manera silenciosa, el Ministerio de Minas y Ecopetrol, su presidencia
durante el periodo del actual Gobierno, tomaron la decisión
de denunciar la convención colectiva de trabajo. Se denunció.
Hoy tenemos un pronunciamiento de un tribunal, ese fallo está acusado,
pero hemos transitado la parte más difícil de la
reforma. El Gobierno ha respondido con tranquilidad las amenazas
y con firmeza, nada ha hecho quebrar su voluntad de reformar ésta,
como todas las agencias del Estado.
He
dicho que el dilema hoy no es entre eliminar el Estado y darle
rienda suelta a las privatizaciones, sino el de permitir que
se quiebre el Estado y quiebre a la sociedad o tener un Estado
que sea sostenible en sus costos y que no sea obstructivo al
sector privado.
Con
ese criterio hemos adelantado estas reformas. Bastante difíciles.
Por ejemplo, cada vez que se ha amenazado con tomarse una instalación
de Ecopetrol por la insistencia del Gobierno en la reforma, al
ser consultado yo, por el presidente de Ecopetrol y por el Ministro
de Minas, la única respuesta que he dado y que he repetido:
que se la tomen primero la Fuerza Pública, y si la Fuerza
Pública tiene que tener tomadas esas instalaciones durante
los cuatro años de mi Gobierno, para poder adelantar estas
reformas, esa es la decisión, pero estas reformas no pueden
tener marcha atrás.
En
el Sena. El Sena en el año 2002 capacitó 1.000.000
de colombianos, en el año 2003 capacitó 2.200.000
colombianos. La meta es que en el año 2006, esa entidad
esté capacitando 4.000.0000 de colombianos, un gran salto
pero que también mejore la empleabilidad. La empleabildad
de los egresados del Sena continúa bajo, pero en este
Gobierno ha mejorar en 10 puntos.
Y
todo ese crecimiento se ha logrado sobre dos bases: la reforma
laboral, aprobada por el Congreso en diciembre de 2002, y la
reforma administrativa que se orienta en el Sena, que es como
caso ilustra la tendencia general de este Gobierno: ahorrar en
funcionamiento, desmontar prebendas sindicales, eliminar politiquería
y poder llevar mayores beneficios a la comunidad colombiana.
Qué tal
que no se hubiera hecho la reforma de Telecom. Telecom estaba
causando pérdidas del orden de $480 mil millones al año,
ya iría a demandar el año pasado una transferencia
de medio billón de parte del presupuesto nacional para
cumplir con sus pensionados.
Esa
reforma puso punto final a esas pérdidas y tenemos este
año una Telecom que va a producir utilidades bien importantes,
que rebasan las necesidades para atender los jubilados y los
gastos de la Telecom en liquidación.
El
Seguro Social. La primera parte de la reforma, ya ejecutada,
nos ha dado inmensos ahorros.
La
primera adición presupuestal que correspondió a
mi Gobierno, en diciembre de 2002, obligó a transferirle
al sector salud del Seguro Social, medio billón de pesos,
afortunadamente hemos logrado frenar esas transferencias del
presupuesto por la reforma del Seguro.
Al
haber creado una independencia entre el sistema de las clínicas
-organizadas en EPS- y el sistema asegurador, nos ha logrado
una enorme reducción de prebendas de convenciones colectivas
de trabajo.
Y
viene el segundo paso: el proceso de tercerización de
las clínicas, en el cual ya avanzamos en la fase de estudio.
Ojalá ese proceso encuentre, en los mismos sindicatos,
en la mismas cajas de compensación y en las cooperativas,
sujetos que se hagan cargo de administración delegada
de clínicas, de tercerización de clínicas.
Eso sería de la mayor conveniencia dentro de la idea de
construir reformas profundas sin polarizar la sociedad.
He
invitado al sindicalismo a que piense claramente en hacer el
tránsito en el estado del viejo sindicalismo reivindicacionista,
costoso, finalmente destructor del Estado, en nombre de las viejas
teorías socialdemócratas y que se convierta en
un sindicalismo de participación, en un sindicalismo de
construcción de valor. Así sucesivamente, hemos
intervenido en 37 instituciones del Estado.
Quiero
reiterar hoy ante mis compatriotas, aprovechando este gran foro
de Anif, el propósito del Gobierno Nacional de que estos
ahorros, al final de la administración, produzcan medio
del punto del PIB de alivio para nuestras finanzas.
Reforma
pensional
El
tema de las pensiones. El proceso de pensiones no se resuelve
de un momento a otro, lo grave es interrumpir la tarea continuada
a introducir reformas pensionales.
Me
preocupa que después de que introdujimos la Ley 100 en
el 93, la siguiente reforma -que no fue suficiente- hubiera necesitado
10 años. Y me preocuparía que no entráramos
en las nuevas reformas.
El
año pasado propusimos una gran reforma en el referendo
que abría traído un enorme alivio y que no se aprobó.
El
acuerdo político, con una muy importante contribución
del Congreso de la República y con una muy acertada coordinación
y dirección del Ministro del Interior y de Justicia, con
el aporte de todos sus colegas del Gabinete, está produciendo
buenas posibilidades.
Ese
acuerdo político, ya ha logrado un consenso, una gran
mayoría, para que tramitemos una reforma constitucional
en pensiones que tendrá, entre muchos elementos, los siguientes:
-
Nuevas pensiones, con un reconocimiento máxima de 25 salarios
mínimos en el Estado.
-
Eliminación hacia delante de la mesada 14.
-
Además la posibilidad de que se garanticen regímenes
pensionales solamente en la medida en que tengan suficiencia
financiera.
-
Y eliminación de regímenes privilegiados.
En
cuanto al tema de la suficiencia financiera, de aprobarse en
la Carta constitucional, nos dará luz verde, para una
revisión más severa del sistema de prima media.
Miren,
compatriotas, Chile introdujo los fondos de pensiones porque
los introdujo la dictadura. Aquí los introdujimos en el
Congreso pos constituyente, cuando llegaron al Congreso una serie
de grupos que habían estado, por ejemplo en la guerrilla.
Yo todavía recuerdo aquellos debates. En muchos momentos
el Presidente Gaviria y yo, como ponente en el Congreso, pensábamos
que iba a ser imposible aprobar esa reforma. Hubo que aceptar
la coexistencia del régimen de los fondos con el régimen
de prima media del Seguro Social para lograr la viabilidad política
de la reforma.
Qué pienso
hoy. Si aprobamos, dentro de esta idea, de no perder un momento
hasta resolver el problema pensional, el proyecto constitucional
del consenso, podemos entrar a revisar la suficiencia financiera
del sistema de prima media, a introducirle nuevos correctivos
o en su defecto a eliminarlo.
Y
el doctor Luis Carlos Sarmiento da una muy buena idea política
y social: una eventual eliminación del sistema de prima
media, no implicaría que el Seguro Social desapareciera
del universo de pensiones, porque el Seguro Social pasaría
a administrar los afiliados que alcanzaron a llegar a la entidad
hasta el momento de eliminación del sistema de prima media,
y en adelante, a administrar como cualquier otra administradora
el régimen de capitalización individual.
Pienso
que hay que dar entonces tres pasos: primer paso, aprobar la
reforma constitucional que incluya el punto de la suficiencia
financiera de los regímenes de pensiones.
Segundo
paso, modificar más a fondo el sistema de prima media
que bastante lo modificamos -con aprobación del Congreso
en 2003 pero de manera insuficiente-, o en su defecto entrar
a eliminar el sistema de prima media y hacer que el Seguro Social
sea competente para administrar el sistema de ahorro individual.
Allí aparece
un punto: el agravamiento el agravamiento de la situación
fiscal en el corto plazo.
Porque
si bien la corrección del sistema de prima media o su
eliminación alivia las finanzas pública en el mediano
y largo plazo, de todas maneras hay una fase de tránsito
inmensamente para el Estado, que se deriva de la circunstancia
de que no entren nuevos aportantes al sistema de prima media,
vacío que tiene que llenarse con transferencias del presupuesto
nacional.
En
ese momento, tendremos que hacer un acuerdo con los fondos privados
de pensiones para una financiación en términos
blandos para el Estado, durante ese período de transición.
Los invito a estas reflexiones que venimos considerando en el
seno del Gobierno y que son producto de escuchar permanentemente
a nuestros compatriotas.
Transferencias
Las
transferencias regionales. Qué tema tan difícil.
Porque yo escucho las muy fundadas preocupaciones del doctor
Luis Carlos Sarmiento, como de tantos compatriotas. Y otra cosa
es mirar el tema desde la condición de gobernador o alcalde.
Por
ejemplo en educación. Escasamente alcanzan para la nómina
actual de maestros. Uno ve, cuando se enfrenta el tema, muy poco
espacio para el recorte, otra cosa es, el esfuerzo que hay que
hacer para su aplicación más eficiente.
Este
Gobierno logró el año pasado, en coordinación
con alcaldes y gobernadores, aumentar en 483.000 el número
de cupos en primaria y secundaria, sin nombrar un maestro más,
administrando transferencias, mejorando eficiencia. Yo no veo
mucho espacio para el recorte de transferencias.
Y,
el año pasado se demostró. En la reforma tributaria
propusimos dedicar parte de las transferencias al pago de pensiones,
como también exigimos parte de las regalías al
pago de pensiones.
El
Congreso lo aprobó pero en montos modestos. Y eso fue
una señal muy clara de que si, fue tan difícil
obtener algún monto para pagar las pensiones de las mismas
regiones beneficiarias de transferencias, cuánto más
difícil una reforma que implique disminución de
transferencias. Porque algunos han propuesto que haya una elasticidad,
que lo que vaya ocurriendo en las finanzas nacionales se refleje
en las transferencias, y los gobernadores y los alcaldes contestan:
'¿y nosotros podemos decirles a los maestros que no le
vamos a pagar porque ocurrió esto en las finanzas nacionales?'.
El tema es bastante difícil.
Yo
creo que hay que insistir en cómo mejoramos la eficiencia
en la aplicación de las transferencias. Creo que hay que
insistir en algunos puntos de la reforma que propusieron los
gobernadores hace dos semanas, en la ciudad de Armenia. Pero,
yo no me haría ilusiones en que podamos contribuir a resolver
el problema fiscal de la Nación disminuyendo transferencias.
Regalías
El
tema de las regalías. Las nacionales, la mitad por decisión
del Congreso del año pasado, tienen que llevarse a pensiones.
La decisión del Gobierno es llevar la otra mitad a educación
salvo con algunas excepciones como la atención al departamento
Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa
Catalina.
Pero
lo que está gastando el Gobierno Nacional es mínimo,
80 a 100 mil millones de pesos, de un recaudo de $600 mil millones,
y esos 500 mil de la diferencia están respaldados, simplemente,
en papeles de la Tesorería.
Las
regalías territoriales son bastante irregulares. Una cosa
es Arauca y Casanare en petróleo, otra cosa es Cesar y
La Guajira en carbón, y otra cosa es el resto del país.
Ahí tenemos enormes dificultades.
Lo
que hemos hecho es, intervenir allí, donde haya señales
de corrupción para garantizar transparencia.
Por
ejemplo, hoy se esta pavimentando la carretera Tame - Arauca
con un costo de $80 mil millones, el responsable es el Grupo
de Ingenieros del Ejército, la entidad nacional Fonade
y, los recursos provienen de la intervención nacional
de regalías de Arauca, que, después de haberlas
intervenido, se posibilitó el acuerdo para que en lugar
de estarlas diluyendo en politiquería, corrupción
y grupos violentos se aplicaran a una obra tan importante para
el país como la carretera Tame - Arauca que hace parte
de la vía Venezuela - Bogotá - Bahía Solano.
Vamos
a ver que más podemos hacer para llevar un mayor porcentaje
de regalías al pago de las pensiones.
El
problema es este. Las regiones beneficiarias de esas regalías
dicen: 'magnífico, yo aporto, pero para mis propias pensiones'.
Y el problema entonces es, cómo atender las demandas pensionales
de las regiones que no son beneficiarias de regalías.
Entiendo
la preocupación del sector privado colombiano por la sobretasa
a la renta, por el impuesto al patrimonio y por el cuatro por
mil.
La
situación de la Nación se ha visto bastante comprometida,
porque hubo momentos en que teníamos alto déficit
pero bajo endeudamiento y la situación se torna muy difícil
cuando se encuentra un déficit del 4.2, un endeudamiento
público del 54 por ciento del PIB y un comprometimiento
del 40 por ciento de los recursos del presupuesto nacional para
servir deuda.
Ese,
es un panorama bastante crítico, en una sociedad bastante
desequilibrada. Por eso nos ha tocado abusar del sector privado
colombiano con la sobretasa a la renta, con el patrimonio y con
el cuatro por mil.
Aspiramos
que una reforma más estructural, que se está examinando
con el Congreso de la República, nos permita darle unas
señales más tranquilizantes al sector privado.
Yo
no le temo al impuesto del patrimonio, en una sociedad tan desequilibrada
como la de Colombia, en la cuantía que se definió el
año pasado. Le temo es, a que se convierta en precedente
para que se siga aumentando la cuantía, y en eso comparto
la preocupación del sector privado y tenemos que hacer
valer esa preocupación en todo el Congreso de Colombia.
Pero yo creo que en la medida que avancemos hacia esa reforma
tributaria más estructural, se irán despejando
estos temores.
Iva
generalizado
El
IVA. Uno se sorprende, que un país dirigido por gobiernos
de filiación socialdemócrata como Chile, tenga
un IVA universal del 19 por ciento, y que aquí se hubiera
declarado inexequible una tarifa del dos por ciento para el 47
por ciento de los bienes y servicios que están exentos
de IVA. Creo que tenemos que avanzar hacia una universalización
del IVA. Colombia aparece como uno de los países en su
nivel de desarrollo con mayor porcentaje de bienes y servicios
exentos de IVA.
Yo
no creo que haya que tenerle temor al debate político
por la circunstancia de ampliar la base del IVA. Creo que lo
importante es saber hacia donde se orientan los recursos.
Reclamo
hoy, de mis compatriotas e invito al Congreso a esta reflexión:
en nuestros tiempos lo importante no es tanto el origen de los
impuestos como el destino del gasto público. Universalizar
el IVA, así sea con tarifas diferenciales, poder extender
una tarifa baja al conjunto de bienes y servicios, que no paga
IVA, podría matizarse con la debida destinación
de ese recaudo al gasto social, a la protección de los
colombianos del Sisbén.
El
tema de la base en renta. Pasamos de 500.000 contribuyentes en
el año pasado a 600.000. Aspiramos incorporar este año
otros 100.000 contribuyentes. El Congreso nos aprobó una
disminución de los topes, pero solamente se aplica en
el año gravable 2004 y producirá efectos en el
recaudo de 2005. tenemos esperanza en que eso va a ayudar enormemente
en la ampliación de la base. Y tenemos mucha fe en la
ampliación de la base de retenedores y en la ampliación
de la base de contribuyentes de IVA.
Ahora
en abril, los colombianos recibirán la primera devolución
por pagar sus bienes y servicios con dinero plástico,
devolución de dos puntos de IVA. Ha calculado la DIAN
que esa primera devolución valdrá entre 25 y 30
mil millones de pesos.
El
esfuerzo del Gobierno es que se pague, que los compatriotas sientan
ese alivio en los saldos de sus tarjetas, de su dinero plástico
y que eso contribuya al propósito, por el cual se introdujo,
de aumentar la base de contribuyentes de IVA y de frenar la evasión.
Beneficios
tributarios
Pero
también tenemos que tener en cuenta el otro lado de lo
que ha pasado en tributaciones. Colombia tenía una serie
de estímulos obtenidos por la presión de grupos
de interés, hemos venido eliminando esas exenciones y
las hemos estado sustituyendo por aquellas que tengan relación
directa con el crecimiento, con reequipamiento empresarial.
Quiero
recordar que en octubre de 2002 eliminamos el arancel a los bienes
de capital. Eso ha contribuido bastante a su crecimiento. El
año pasado el sector industrial, sin contar transporte,
creció en bienes de capital en un 30 por ciento. Eso va
ayudar enormemente al proceso de recuperación de la economía.
Los
diferentes estímulos aprobados por el Congreso tienen
relación directa con lo que requiere Colombia para convertir
en beneficios reales muchas ventajas potenciales.
El
Congreso nos aprobó en diciembre un incentivo importantísimo:
la deducción del 30 por ciento a las inversiones en activos
generadores de renta.
Pensé que
un artículo tan claro como el que esta incorporado en
la reforma tributaria era de aplicación inmediata, que
no necesitaba reglamento, pero algunos voceros del sector privado
me expresaron que se requería el reglamento y nos propusimos
que ese decreto estuviera listo ayer, para publicarlo ante los
colombianos aquí en la Asamblea de Anif.
Les
traigo el decreto, tiene fecha de ayer, es retroactivo al primero
de enero y quiero que este decreto se publicite ampliamente para
que sea un nuevo factor de estímulo, a fin de que los
colombianos inviertan en actividades productivas.
Si
se miran estos estímulos, doctor Luis Carlos, yo creo
que lo que ha pasado en materia contributiva, no debe preocuparnos
tanto, porque haría este resumen: para quien no crezca,
las tasas hoy en Colombia son muy elevadas, para quien crezca
las tasas en Colombia se moderan con este tipo de estímulos
y lo que necesitamos es estimular el crecimiento.
Crecimiento
económico
Hemos
logrado dos cosas: el déficit fiscal ha pasado 4.2, agosto
de 2002; 3.6, diciembre de 2002; 2.8, diciembre de 2003. Vamos
a cumplir este año, Dios mediante, la meta del 2.5 por
ciento. Si, muy superior a las metas que para esa fecha se habían
pactado en el pasado con el Fondo Monetario, pero yo creo que
es sana para poder conciliar el tema del déficit con un
propósito de crecimiento del cinco.
Y
ustedes nos van a ayudar al propósito del crecimiento
del cinco. Aquí no puede haber moridera, tenemos que creer
en esta economía y echarla para adelante.
El
DANE acaba de revisar las cifras de crecimiento del año
pasado. Hoy las va a hacer públicas. Con la disminución
de los cultivos ilícitos, la economía creció en
3.74, y cuando no se tienen en cuenta los cultivos ilícitos,
la economía creció en el 4.06. Esto nos demuestra
que, si nos aplicamos, lograremos este año el crecimiento
del cinco por ciento.
El
desempleo sigue muy alto. No obstante que el sector privado colombiano
ha creado un millón de nuevos empleos en este Gobierno,
el desempleo sigue muy alto. Venía de un registro muy
alto y además sigue creciendo bastante el número
de colombianos que entran a la población económicamente
activa. Pero yo confío que si nosotros consolidamos tasas
de crecimiento del cinco por ciento, vamos a ver una reducción
sustancial del desempleo y del subempleo.
Lo
más importante en esa materia es, que podamos mostrar
una tendencia sostenida de creación de empleo para que
de confianza sobre la posibilidad de quebrar las altas cifras
de desempleo.
Quiero
referirme a las relaciones entre el Gobierno y el Banco Central,
porque presupuesto fundamental de la estabilidad macroeconómica,
es la independencia del Banco Central.
De
manera sabia, la Constitución expresa que el Banco Central
ejercerá sus funciones en coordinación con la política
económica general, así tiene que ser. Porque finalmente
la responsabilidad política recae en el Gobierno, especialmente
en temas tan sensibles como el empleo.
Creo
que ha mejorado la coordinación en medio de la difícil
coyuntura de revaluación que tanto preocupa al Gobierno.
La revaluación y los altos devaluacionistas se oponen
a las pretensiones del Gobierno que aboga por una tasa de cambio
estable, pero a partir de que sea competitiva.
Están
probados dos daños profundos de la revaluación:
uno inmediato a las exportaciones y a unos sectores menos transables
internacionalmente como el agro. Y otro, que toma más
tiempo en manifestarse: a los actores del sector financiero.
Poseer un endeudamiento marcadamente barato en el extranjero
por revaluación y menor tasa externa de interés,
desemboca tarde que temprano cuando la tasa de cambios se ajusta,
en un crecimiento traumático de deuda para lo cual todos
los deudores se preparan haciendo las provisiones necesarias.
Pienso
que ahora se ha presentado una buena coordinación entre
un Banco Central independiente, el Congreso y el Gobierno.
Se
pensó y lo solicite oficialmente a instancias del Congreso,
que el Banco Central suministrará una suma de divisas
para reducir el monto de la deuda externa del Gobierno. Sobrevino
la revaluación y desistimos de la petición porque
congestionaría más la oferta de dólares,
con el consecuente estímulo a la revaluación.
Dimos
espacio al Banco para que definiera, como en efecto lo ha hecho,
rebaja del interés de intervención y para entrar
a colocar opciones de compra de divisas en cuantía importante
que hoy empiezan a practicarse.
Confiamos
que eso ayude a que Colombia consolide una tendencia de tasa
de cambio estable y competitiva.
Hemos
adoptado mecanismos con productores y compradores de algodón
-lo cito a título de ejemplo-, para compensar en los compradores
el esfuerzo de sostener un precio interno con una referencia
equitativa de tasa de cambio. La compensación se da con
una reducción proporcional de los aranceles de los saldos
a importar. De este modo, combinamos un precio interno equitativo
con competitividad internacional de textileros y confeccionistas.
Necesitamos
que el sector privado tenga confianza en Colombia y que los colombianos
quieran a su sector privado. La clave es confianza para invertir
y legitimación de los inversionistas. Yo diría,
compatriotas, que hay que pensar en esas dos palabras: que con
la acción del Estado se cree confianza para invertir en
Colombia, y con la acción del sector privado, el sector
privado se legitime más y más y se haga querer
del pueblo colombiano.
Y
entonces, quiero agradecer los esfuerzos que en buena hora ha
adelantado el sector financiero para ganar confianza popular.
En
septiembre de 2002, cuando empezaba este Gobierno, en el marco
de la Asociación Bancaria realizamos un acuerdo con el
sector financiero para su participación en microcrédito.
Ha sido exitoso.
Hoy
podemos registrar, de acuerdo con cifras del Banco de la República,
que en este Gobierno el microcrédito ha crecido en un
57 por ciento y que en este Gobierno 900.000 familias colombianas
microempresarias se han favorecido de los recursos del crédito.
Pero apenas estamos empezando.
No
se que van a hacer distinguidos amigos del sector financiero
pero se acreditaron, y a las reuniones ya no van los que han
recibido crédito sino los que piden crédito. Entonces,
han beneficiado a 900.000 familias pero hay que beneficiar otras
900.000 en el curso de pocos meses.
Cuando
uno hace alguna cosita buena, en un país con tanta dificultades,
Doctor Luis Carlos, no se le agradece sino que queda acreditado
para que le pidan más.
Construcción
de un país de propietarios
Y
quiero agradecerles el esfuerzo reciente para dedicar una suma
bien importante a la financiación de vivienda social.
Allí,
tenemos un escollo. Y yo creo que estamos encontrando las primeras
lucecitas para resolverlo.
Este
Gobierno esta haciendo esfuerzos: Primero, pagamos una serie
de vigencias futuras de gobiernos anteriores con las cuales habían
adelantado programas de vivienda de interés social.
Segundo,
hemos cambiado el sistema, porque por ejemplo, hoy tenemos $138.000
millones en subsidios sin reclamar, porque los beneficiarios
no reúnen los requisitos. Entonces vamos a adjudicar subsidios
solamente a quien garantice la efectividad de la demanda.
Tercero,
este año, no solamente vamos a asignar lo que corresponde
al presupuesto de este año sino que vamos a empezar los
procedimientos para que la asignación de los recursos
del año entrante no tenga demora.
Aspiramos
que en vivienda rural el Banco Agrario ejecute $30.000 millones
en el primer semestre y que haya una adición presupuestal
para ejecutar otros $30.000 millones de mejoramiento en el segundo
semestre.
Pero
lo que más me ilusiona, es el acuerdo con el sector financiero,
que nos va a permitir un mínimo de $500.000 millones en
créditos de vivienda social en los próximos meses,
con la participación de las cajas de compensación,
de las fundaciones de microcrédito, siempre con la participación
del Fondo de Garantías y con la participación de
Findeter.
Hay
muchos colombianos que me han dicho: 'no podemos seguir esperando
unos subsidios que no llegan para construir nuestra vivienda'.
Con un crédito razonable podemos hacerlo sin subsidio.
Ahí tenemos lo que los economistas llaman un nicho de
mercado de vivienda social bien importante.
Creo,
que con crédito de largo plazo, en condiciones de accesos
razonables, con una tasa de interés razonable y con buenas
garantías, va a ser más importante en el futuro,
para la vivienda social este mecanismo de financiamiento que,
el siempre insuficiente mecanismo de subsidios del Estado.
Veo
con optimismo que en el país hay una buena oportunidad
para endeudarse, pero para que la universalización del
crédito no revierta en otra crisis, se necesita continuar
en la lucha antinflacionaria, en la solución del alto
déficit fiscal y pensional y también lanzar y sostener,
una campaña pedagógica para que los colombianos
inviertan en actividades productivas en su vivienda, y no en
especulación.
Hoy
hay mucho temor de los economistas internacionales por la suerte
que puedan tener economías como la China y la Norteamericana,
por el excesivo endeudamiento para negocios de propiedad raíz.
Nosotros
tenemos una muy buena coyuntura para endeudarnos pero hay que
orientar ese crédito hacia la casita y hacia actividades
productivas.
Pienso,
y le quiero pedir al sector financiero, que hay que realizar
una gran actividad pedagógica. En toda casilla bancaria,
en todo anuncio de prensa de televisión del sector financiero,
les propongo, deberían poner este letrerito: 'Compatriota,
endéudese para la casita, endéudese para el negocio,
pero no se endeude para especular'.
Endeudarse
para especular ha hecho mucho daño aquí y en todas
partes, y hay que evitar que esta buena coyuntura para endeudarse
no degenere en otra crisis a partir de que llegare a crecer la
deuda para actividades especulativas.
Invito
al sector financiero a orientar pedagógicamente al pueblo
en esta dirección, para garantizar un crecimiento de la
economía y del bienestar compatible con un nivel prudente
de endeudamiento.
Los
problemas son muchos, pero si no perdemos un minuto, les vamos
a encontrar soluciones.
Tengan
la certeza que el Gobierno y el Congreso no van a descansar en
la solución del tema fiscal.
Tengan
la certeza que las Fuerzas Armadas y el Gobierno no van a descansar
en la lucha de la derrota del terrorismo.
Entre
todos tenemos que derrotar la corrupción. Por eso el Ministro
del Interior ayer manifestó su preocupación por
recientes decisiones judiciales en esa materia.
Y
tengan la certeza que con el apoyo del sector privado, con un
país de propietarios, vamos a crear condiciones para tener
una Colombia sin exclusiones, sin odios, con permanente debate,
pero debate fraterno.
Manos
a la obra, a crecer al cinco por ciento.
Muchas
gracias"
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